El Guardián del Hermano.


Capítulo 6: Bosque.


–Los magos pueden dejar un recuerdo de sí mismos en el mundo y pasearse como una sombra por donde caminaban cuando estaban vivos –explico Nick con tristeza –Pero muy pocos magos eligen el ese camino.

Nick casi decapitado, Harry Potter y la Orden del Fénix.


El sol brillaba con fuerza a la tarde, en las afueras del bosque prohibido el viento hacia ondear las túnicas de los campeones, una multitud estaba esperándolos, pero no se detuvieron, se adentraron en el bosque escoltados por aurores, sus directores y miembros del ministerio, Bagman estaba ahí con una sonrisa en la zona que era tan llena de árboles que dificultaba moverse.

–Van a salir del bosque prohibido –explico Bagman –hemos encantado toda la zona para evitar los hechizos de rastreo, como les informamos por el acertijo, su única forma de llegar a las afueras del bosque, es viajando al oeste con el sol.

Hubo un murmullo entre los campeones, a excepción de Viktor Krum que mira inquisitivamente el bosque. Entre el murmullo Harry escucho una voz que no pertenecía a ninguno de los presentes susurrar "asesino".

"Es solo el viento" Quiso creer Harry.

–El público los esperara a las afueras del bosque, pero verán todos sus movimientos con esto –Explico Bagman. Levanto algo en su mano, parecía la extraña combinación un ojo y una snitch, salió colando con sus alas cortas y comenzó a dar vueltas alrededor de ellos, era enorme, más grande que el ojo del profesor Moody y tenía la pupila de un color verde intenso, al encontrarse junto en frente de Harry la cosa parpadeó volviéndose completamente blanca por un segundo.

–Cada uno tendrá asignado un ojo-espía mientras realizan la prueba, al finalizar el ojo-espía se ira.

–Cuando llegue a tres todos ustedes intentaran salir del bosque por su cuente ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres!

Harry corrió al espeso bosque, y corto un camino con hechizos cortantes no verbales mientras avanzaba en línea recta en dirección al oeste. A su izquierda y derecha se encontraban Cedric y Fleur, respectivamente, mientras avanzaba comenzó a perderlos del rastro, Cedric solo se perdió entre el follaje y luego Fleur se convirtió en una mancha azul, como su uniforme que después, mientras se alejaba, se volvió tan pequeña que desapareció.

Harry siguió corriendo mientras e sol bajaba a una velocidad que no recordaba. Se adentro en una zona con más follaje, no se detuvo al escuchar aullidos.

Uso el hechizo Lumos para ver en la oscuridad, desde ahí no fue un viaje fácil, tuvo que aturdir a un centauro que lo había atacado con flechas y expulsar múltiples acromántulas que saltaron hacia él y esquivar ramas de árboles que cambiaban su posición para intentar emboscarlo.

"¿Habrá sido tan duro para los otros campeones?" se preguntó.

Un árbol cayo justo donde el estaba hace un segundo, luego otro casi aplasta su pie.

Escucho un chillido, su primer pensamiento era que habían conseguidos Banshees, pero sonaban tan humanos, casi familiares… freno su paso para ver si alguien corría peligro. Mientras más se acercaba esa voz se hacía cada vez más clara.

–A mis nietos no –escucho decir a su abuela.

El aire se enfrió.

–Muévete tonta –respondió la fría voz de Voldemort –, no pienso ensuciar mis manos con un Muggle.

–A mis nietos no

–¡Expecto patronum! –grito Harry.

Un ciervo salió de su varita, y embistió contra las figuras encapuchadas, tres dementores se alejaron volando.

–¿Cómo Dumbledore permitió que estas cosas volvieran a Hogwarts? –se preguntó Harry.

–Nunca se fueron.

Harry giro al oír la voz, detrás suyo estaba la figura semi transparente de un hombre joven y completamente calvo, un líquido brillante sobresalía de su boca.

–Los dementores vivieron aquí desde el año pasado –explico el profesor Quirrel –alimentándose de mi dolor, no importa lo que intentes tus enemigos siempre estarán muy cerca de ti…

"¡Petrificus Totallus!" Pensó Harry y apunto con su varita, el profesor Quirrel solo floto hacia atrás de un árbol y el hechizo golpeo contra la corteza.

–Yo mismo he estado aquí todos estos años –continuo naturalmente –alimentándome del resentimiento que tengo al niño que me mató.

El aire volvió a enfriarse, pero no parecía haber dementores cerca.

Una rama se estiro a mucha velocidad y atrapo el brazo de Harry.

Reduc...!" Antes de lanzar el hechizo otra rama tomo el otro brazo de Harry, haciéndolo soltar su varita.

–¿Cómo…? –fue lo único que salió de la boca de Harry.

–Los fantasmas tienen cierto control del lugar donde murieron –explico Quirrel –el control se ve aumentado dependiendo de lo violento de su muerte, me avergüenza que no sepas eso, lo vimos en tu tercer año.

–Eras un pésimo profesor.

Ramas emergieron del tronco del árbol más concercano y rodearon a Harry en su totalidad, una en particular metió un montón de hojas en su boca.

–Ultimas palabras, señor Potter –pidió el fantasma – Oh– rió –cierto.

Entonces el comienzo de las ramas de su derecha se prendieron fuego y en un instante se volvieron negras y secas. Harry empujo hacia esa dirección bruscamente haciéndolas resquebrajar, cayo fuertemente a su derecha, sin levantarse grito– ¡Accio varita! –Y la varita voló a su mano.

Los arboles se desprendieron del suelo, sus raíces se enrollaron para formar patas para los monstruos del bosque que rodearon a Harry.

Harry corrió en una dirección cualquiera, con la oscuridad ya no podía saber adónde tenía que ir, mientras corría movía su varita en patrones extraños y recitaba el encantamiento de transfiguración más poderoso que conocía.

¡Custos mihi opus est golem!

Un rayo de luz amarilla se desprendió de se varita y golpeó el suelo.

La tierra tembló, una mano marrón emergió de ella, tenía pedazos de musgos y rebozaban gusanos, luego emergió los hombros, cubiertos de pastos, como pelaje, luego la cabeza, curvada hacia delante la espalda, llena de piedras y finalmente las piernas hechas de tierra más negra que el resto. El golem tomo a Harry con sus manos y lo coloco suavemente en sus hombros, luego cargo en dirección opuesta a la que Harry quería ir y con un solo golpe los volvió trizas.

Casualmente ignoro todos los ataques de acromántulas y flechas que recibía mientras mantenía a Harry a salvo de ellos.

–Tenemos que salir de aquí –dijo Harry y fijándose en los arboles apunto en la dirección que creía la correcta –¡Por aquí! –le ordeno al golem, el musgo siempre crece del lado norte de los árboles, así que ahí debe ser el oeste. –Harry jamás agradeció tanto que su madre lo haya llevado a él y a Tom ir a acampar todos los veranos.

Mientras seguían en esa dirección poco a poco comenzó a vislumbrar rayos de luz que fueron aumentado hasta que no fue necesario mantener prendido el Lumos.

–Bueno, amigo, supongo que aquí termino nuestro camino –le dijo, el golem lo bajo de su hombro y se deshizo volviéndose un montículo de tierra.

Harry salió del bosque donde lo esperaba una multitud, entre ellos se encontraban los otros campeones de Hogwarts, nadie dijo nada, solo lo miraban con sorpresa. Su hermano entre la multitud mantenía la boca abierta y casi no pestañaba.

Harry no entendió hasta que presto atención a Fleur, ella alternaba entre verlo a él y a su derecha. Harry entonces se dio cuenta que estaba viendo al enorme tablero que en ese momento reproducía "los mejores momentos" de los campeones. La mayoría solo estaban corriendo y esquivando múltiples obstáculos, pero en el caso de Harry, reproducía en bucle a él conjurando un Patronus, realizando hechizos sin varita y realizando el Hechizo Transfigurador De Un Golem Guardian.

Ahora con una multitud observándolo y fuera del peligro, Harry se dio cuenta lo cansado que estaba.

–Hay un fantasma en el bosque… –comento para nadie en particular –los aurores deberían encargarse de él… –sintió que podría escuchar un alfiler caer, abrió la boca para decir algo más pero no se le ocurrió nada –pensé que deberían saberlo – y se desmayó.