Holi, disculpen la tardanza, les traigo aquí el penúltimo capítulo. Espero que les guste, no sé bien cuanto me demore en subir el próximo que es último, puede que ser que me demore, pero lo subiré si o si. Eso, enjoy.
Naruto
Vuelvo a removerme contra las estúpidas cadenas, pero no tiene caso, sólo logro lastimarme a mí mismo.
"Como odio esto", vuelvo a lamentarme.
Estar encogido aquí, no sabiendo bien cuál iba a ser mi destino ... Bueno, si sabía cuál era el fin del camino, la muerte segura, pero no sabía bien cuándo iba a llegar y los nervios me estaban destrozando.
Rememoro el encuentro con Sasuke, es el único consuelo que me queda en estos momentos.
"Por favor, no hagas ninguna locura, no te expongas a nada peligroso por favor", deseo con fuerza.
Luego no puedo evitar pensar en mi familia. "Mejor que no sepan nada ... por lo menos están a salvo dattebayo".
Sasuke
Vuelvo a intentar subir la cuesta, pero se requiere de todas mis habilidades para no caerme. Apenas lograba subir un par de metros y me daba cuenta que me faltaba mucho para siquiera llegar a la mitad.
Suspiro, al verme las manos llenas de cortes. Por otro lado, también tenía múltiples raspones en mis rodillas por las ramas de los árboles.
Tenía una idea tan fija en mi cabeza, la de llegar a la aldea Jinchuriki, pero la realidad era más compleja que la ilusión en mi cabeza.
"Claro, si fuera tan sencillo, muchos de mis antepasados ya lo habrían logrado", pienso desanimado.
Eso sí, a diferencia de mis antepasados, yo tenía más certeza del lugar exacto donde vivían los Jinchuriki. El problema era el alcanzarlo.
"Pensar que Naruto hacía este recurrido todos los días", aunque la verdad es que el rubio tenía las capacidades físicas de un animal salvaje para lograr tal proeza.
Sacudo fuertemente la cabeza y me fuerzo a avanzar. Las horas inevitablemente comienzan a transcurrir y con el paso de estas, también iban aumentando el número de heridas en mi cuerpo.
De por sí, apenas sentía mis manos de todos los rasguños y pequeñas ramas que se me habían clavado en estas.
La cantidad de astillas, aunque pequeñas, eran bastantes molestas y me hacían heridas que eran fáciles de ser infectadas.
A pesar de todo, sigo adelante, pero a cada tropiezo que doy, para mis piernas es más complicado volver a levantarse. A cada tumbo, más agotado y desanimado me siento.
-... Te salvaré ... te voy a salvar Naruto ... Naru ... Naruto ...- comienzo a delirar por la falta de sueño, comida y sangre, debido a mis múltiples heridas.
Cuando vuelvo a caerme por otro barranco, las fuerzas parecen que por fin me abandonan.
Tenía las rodillas sangrantes, al igual que mis manos. Apenas ya podía respirar, el aire era escaso a esta altura, incluso para alguien con entrenamiento como yo.
-...-N-No ... no puedo ... no pu-puedo rendirme ... Naruto depende de mí ... N-No te dejaré morir ... Naru ... to ...- noto como las fuerzas me abandonan, pero no antes de alcanzar a divisar como alguien se acercaba.
Distingo apenas la sombra de una silueta que se cierne sobre mí.
Cuando intento abrir los ojos, alcanzo a divisar a un chico que lucía de mi edad y, que tenía un cabello tan largo como Itachi y al igual que el mayor, lo tenía amarrado en una coleta baja.
Nuestros ojos parecen encontrarse y este parece observarme con mucha precaución -... ¿quién eres? - parece decidirse a hablar el oji blanco -... ¿cómo conoces el nombre de Naruto? - vuelve a preguntar.
Trago saliva, intentando soltar algo coherente, pero ya no estaba para la coherencia. Me fijo que este estaba desnudo de cintura para arriba, esa era toda la confirmación que necesitaba, además de que conocía a Naruto.
Me intento elevar y le apoyo una mano en su hombro, haciendo que su rostro quede a mi altura.
Este se tensa y está a punto de apartarse, pero me apresuro a hablarle – Naruto ... rubio y de ojos azules ...- este frunce el ceño, mientras abre los ojos por la sorpresa - lo conozco ... corre peligro ...-lucho por explicarme, tenía reparos en contarle la verdad, pero era necesario.
-Yo soy un cazador ... y mi familia atrapó a Naruto ...- afirmo el apretón en su hombro, producto de la desesperación que estaba sintiendo - ¡si no hacemos nada van a ma-matarlo mañana al amanecer! - termino gritando frenético.
El moreno frunce el ceño y sus ojos blancos se vacían de emoción. Silba fuertemente y al instante, aparece una manada de ocho lobos Jinchuriki, por lo menos.
- Este es un cazador y parece que tiene información sobre el hijo de Hokage-sama: Naruto-sama - comenta con voz gélida el peli largo, pero alcanzo a distinguir un ligero brillo de miedo en su mirada.
- Neji - digo casi en automático, este parece paralizarse - eres Neji ¿cierto? Naruto me habló de ti, de sus amigos - intento explicarme - que eres orgulloso y fuerte, pero protector con los tuyos. Un lobo fiel a su manada - sigo hablando.
De repente, uno de los lobos se encoge sobre sí mismo y su pelaje comienza a desaparecer. Su orejas y cola desaparecen, y va tomando forma humana.
Cuando la transformación termina, un hombre con las mismas características físicas que Neji, pero mucho más mayor, se para frente a mí.
- Al parecer, es mucho más que un simple cazador que llegó por casualidad ... Esto es grave, ¡arréstenlo! Tenemos que llevarlo con Minato-san urgente – comenta duramente, lo que parece ser el alfa de la manada de lobos.
- ¡Sí Hiashi-san! - exclama Neji asintiendo.
Antes de darme cuenta, dos de los lobos a mi alrededor se transforman y me sujetan cada brazo con una fuerza brutal. Todos lucen temibles, incluso en sus formas humanas y desnudos.
Estos me llevan a rastras y a la fuerza, guiándome por la espesura del bosque. Aunque las heridas me hacen sentir que voy a desmayarme, la firmeza y brusquedad con la que me empujan a avanzar, hace que no tenga más opción que resistir.
De repente, algo parece cambiar porque aparecen más Jinchuriki de otras razas. "Estamos cerca de la aldea ... tsk, no estaba ni meramente cerca de ella", pienso enojado conmigo mismo.
-Esto es un asunto serio, nos estamos dirigiendo con Minato-san - las hienas Jinchuriki se apartan.
Es así como vuelven a empujarme y entramos a la aldea. La estructura de esta, era como visitar la aldea de Konoha hace 30 años atrás, antes de los primeros indicios de la industrialización.
Era totalmente feudal la aldea Jinchuriki, pero era bastante curiosa de por sí.
Las calles eran bastante amplias y tenía sentido, había gente normal transitando, pero a su lado, también transitaba un león de gran tamaño. Lo desconcertante, es que todo era completamente ordinario, nadie se sorprendía.
Algunas casas parecían poseer la personalidad del dueño muy marcadas en ellas, con colores vibrantes, con naturaleza viva en ellas, con grandes ventanales, etc.
Eso hacía que fuera todo muy llamativo, pero a pesar de ello, todo junto parecía tener una armonía.
A medida que pasamos caminando, la gente al vernos se apartaba. Lucían confusos, algunos mostraban cierto temor o desconfianza, pero al parecer, al estar rodeado de lobos, ellos impedían que mi olor llegara al resto de la población y causara pánico.
De seguro eso sería muy desastroso, causar pánico en la aldea por un humano intruso.
Es de esta manera que nos vamos dirigiendo a lo que parecía la casa más grande y que estaba encima de una pequeña cuesta.
"De seguro ese es el hogar de Naruto, la casa del jefe de la manada, el Hokage ... el padre de Naruto", analizo a máxima velocidad.
Al llegar a la puerta, un peli blanco con un ojo parchado y un cubre bocas nos abre.
Nos analiza a todos y se me queda mirando -... espero que haya una buena explicación para que hayan traído al castillo a un cazador - comenta ligero, pero alcanzo a ver en su único ojo, lo peligroso que este puede llegar a ser.
- Kakashi-san, es urgente que hablemos con Minato-sama - se adelanta el tal Hiashi - este cazador tiene información relevante en cuánto al paradero de Naruto-sama - el peli blanco se tensa, para luego asentir y girarse.
- Síganme entonces - comenta.
Este nos guía a una habitación la cual parecía ser el comedor, porque había un gran grupo de gente comiendo cuando el tal Kakashi anuncia nuestra llegada.
Cuando comienzo a estudiarlos, al instante la figura de un rubio me hace fijar la vista en él. Sé al instante quién es él, era la viva imagen de Naruto, bueno, Naruto era la misma imagen de él, porque era su hijo.
El padre del Dobe tenía el mismo cabello rubio disparatado, eso sí, lo tenía un poco más largo, poseía los mismos ojos zafiros y el mismo tono de piel trigueña.
El peli plateado se acerca al Hokage y le susurra algo al oído, al instante este levanta la mirada y me observa. Lucía entre enojado y asustado.
- ¿Dónde está mi hijo? - pregunta de sopetón.
No puedo evitar tragar saliva, pero había llegado hasta acá, tenía que ir con la verdad por delante.
-... Vengo a solicitar su ayuda ... mi familia ha tomado preso a su hijo, a Naruto - todos en la habitación se tensan y noto como una mujer pelirroja se lleva una mano a la boca, en señal de horror.
Al fijarme mejor en ella, noto que tiene un sedoso y largo pelo rojo intenso.
Sus ojos eran grises y su piel más blanca que la de Naruto, pero a pesar de estas diferencias físicas, a pesar de que ahora ella estaba asustada y preocupada, puedo notar algo en su espíritu que la identifica al instante.
Sabía sin lugar a dudas que esta era la madre del rubio. Tenían una energía parecida, una forma de comportarse parecida.
- ¿Qué acabas de decir? - se acerca el padre de Naruto, quien apretaba los dientes y tenía el ceño fruncido. Pese a no haber levantado la voz, su presencia era arrolladora.
Aprieto los puños - lo que acaba de escuchar, mi familia pertenece al clan Uchiha, son cazadores ... yo soy un cazador - levanto la mirada - pero ahora Naruto va a pagar por nuestra ignorancia, nuestros miedos y nuestra avaricia …- intento tragarme las náuseas y continuo.
- Por favor ... Naruto no puede pagar por mis equivocaciones y por el miedo a lo desconocido que demuestra mi familia ... Ayúdenme a salvarlo, por eso estoy hoy aquí frente a ustedes, sin armas - tragándome mi orgullo, me agacho, colocando mis manos en el suelo y, agachando mi cabeza y cuerpo, pegándolos al suelo.
- Por favor ... por favor ... se los ruego – digo en señal de respeto máximo.
El silencio en el cuarto es aplastante, llega a ser tan silencioso que es incluso ruidoso. La tensión provoca que sienta que en cualquier momento me voy a desgarrar.
Esto se mantiene hasta que alguien se adelanta y habla por fin.
-Minato ...- observo que quién se movió es otro peli plateado, eso sí, de mayor edad, con marcas rojas en sus mejillas y barbilla.
El padre de Naruto se voltea lentamente - esto no puede quedar así ...- su tono era amenazante. Apenas me estoy atreviendo a mirar para arriba, en mi posición en el suelo.
- Tobirama ...- comienza a llamarlo otro señor, quien poseía una cabellera oscura y larga, con algunas canas en su cabello.
- Cállate hermano - le espeta rápidamente el tal Tobirama. El moreno mayor luce mortificado y se calla, pero casi al instante, suelta una risa - ¡no es tiempo para reírse! - le espeta otra vez el peli plateado.
- Ya sé que es una situación seria, pero perdiendo los estribos y molestándonos no vamos a lograr nada - me sorprendo al notar lo serio que se puso de repente.
- Así es, pero la situación es grave, se mire por donde se mire - exclama otro señor mayor, el cual lucía tres marcas por debajo de sus ojos.
Recuerdo las marcas de nacimiento que poseía Naruto en sus mejillas, al parecer, dichas marcas era algo hereditario.
- ¿Qué opina que hay que hacer Hiruzen-san? - se voltea el rubio.
- Tenemos que ir, debemos rescatar a Naruto - comenta firme.
- ¿Lo ves?, es lo único que podemos hacer - comenta el tal Tobirama.
El moreno mayor suspira - siempre todo se reduce a guerra ...- Minato-san cierra los ojos.
-... Esta vez se metieron con mi hijo ... no se los voy a perdonar, aunque odio la guerra igual que usted Hashirama-san - Minato-san observa con resolución en su mirada a todos en el cuarto - ¡guardias!, ¡arresten a este cazador! - me señala. Me siento morir, "... todo fue en vano ..."
- ¡El resto! - los guardias se adelantan, también noto que los jóvenes de la familia, un peli rojo, un peli naranjo y a una chica peli negra, también avanzan. Parecían mayores que Naruto, de seguro eran sus primos.
- ¡Prepárense!, ¡marchamos hacía la aldea Konoha! - continúa comandando el padre de Naruto.
- ¡Sí Minato-sama! - es así como todos se preparan y a mí, antes siquiera de poder pensar en escapar, me agarran de ambos brazos y me arrastran lejos.
- ¡No, por favor!, ¡no solucionarán nada con eso! - intento voltearme, pero los guardias que me sujetaban lo vuelven imposible.
Finalmente me llevan lejos, donde ya no puedo ni escuchar ni ver los preparativos de guerra.
- No se te ocurra hacer alguna tontería, ¿escuchaste? - me dice uno de los guardias y me apresan las muñecas.
- ¡Por favor, tienen que escucharme!, ¡se dirigen a su muerte! - lo intento una vez más, pero es inútil, prácticamente ruedan los ojos y se van.
- ¡POR FAVOR! ... ¡MALDICIÓN! - mando una patada a una cubeta cerca mío. "¿Me la dejan para que haga mis necesidades ahí?... ¡tsk!", siento que me desquicio.
Durante las siguientes horas siento que me destrozo la garganta gritando, me pelo las muñecas de todo lo que me remuevo contra mis ataduras, siento como me sangran.
Pero no importa cuánto llore, cuanto grite, cuanto maldiga ... nada ocurre, nada cambia. Sigo encarcelado, sigo sin poder ayudar a nadie y, la familia de Naruto y la mía se van a terminar matando unas con otras.
Naruto va a morir ... Va a morir y yo sin poder hacer nada.
-... No ... mierda, esto no puede estar pasando ...- intento una vez removerme, pero es inútil.
No puedo evitar morderme con fuerza el labio, pero no puedo ya refrenar las lágrimas que corren por mi rostro.
"Te fallé ... lo siento ... lo siento tanto Dobe ... Naruto", aprieto mis manos, casi deseando poder golpearme a mí mismo por la impotencia que estoy sintiendo en estos momentos.
Es así como siguen avanzando las horas y aunque estoy físicamente más que exhausto, incluso ahora me duele la cabeza y ojos por mi anterior llanto, no puedo conciliar el sueño.
Cuando amaneciera, todo habría terminado. "La guerra matará a todos y yo, aquí, sin poder hacer nada".
De repente, un estruendo me hace dar un bote. "Maldición, ahora si me estaba quedando dormido".
Al mirar a todas partes, distingo como la reja se abre y entra la sombra de alguien.
Cuando intento fijarme mejor, logro ver una cabellera peli roja sedosa. Era inconfundible, era la mamá de Naruto.
- ¿Qu-e …? - ella se agacha frente a mí y me observa, observa el aspecto lastimado que tengo y parece apiadarse de mí.
Me libera las muñecas con una llave que no tengo idea de dónde la consiguió, pero doy gracias a todo lo que existe por ello.
-... Gracias ...- digo en un hilillo de voz.
-... Yo...- se muerde el labio - quiero entender dattebane - la observo un poco en shock.
- Dattebane ...- resoplo divertido, de repente, me entran unas ganas horribles de llorar – dattebayo ...- la madre del rubio me observa.
-... Si conoces a Naruto - vuelvo a fijar mi vista en ella -... ¿qué significa mi niño para ti?... ¿por qué arriesgarte por él al venir aquí? - se me ocurren un millón de mentiras, pero de repente ya no me apetecen, no quería mentir, estaba harto de eso.
Observo a la madre de Naruto con resolución -... porque nos hicimos amigos ... porque es un testarudo, Dobe, un idiota insufrible, bromista, sexy, bello, bobo y un grandísimo idiota ...- desvío la vista, mordiéndome el labio, pero luego vuelvo a mirarla.
Ella me observaba casi boca abierta, pero sin decir nada.
Tomo aire y lo suelto - y porque me he enamorado de él ... Quiero salvarlo, porque lo amo - este abre los ojos como platos - él es un Jinchuriki y yo un cazador, y estoy enamorado de él ... Lo amo - esta se queda en silencio un mili segundo, luego sonríe.
- Entonces detengamos esta guerra - se levanta. Antes de intentar procesar que ocurre, sólo me levanto.
- Soy Uzumaki Kushina y te ayudaré a salvar a mi hijo - asiento.
- Soy Uchiha Sasuke ...- bajo un poco la cabeza - cuento con usted Kushina-san - asentimos.
Al salir de la cárcel, noto que el cielo está levemente más iluminado, el amanecer se acercaba.
La madre de Naruto cambia de forma y me indica que suba.
-Tú sólo no podrás en este ambiente, te ayudaré e iremos más rápido - asiento y con suavidad me monto en su lomo, intentando no llegar a lastimarla de ninguna manera.
Luego esta comienza a correr y nos internamos en el bosque, en dirección a Konoha.
"No te dejaré morir, voy por ti Naruto. Resiste un poco más".
