Una disculpa por la tardanza en actualizar esta historia, pero ya le estamos dando forma. Adelanto de una vez que, aunque esta historia tenga matices policiacos, no toda la historia se trata de eso. En realidad, los matices policiacos son más un complemento a la historia que el foco de la misma. De todas formas, estoy tratando de poner una especie de "caso principal", a ver qué sale de esto. Por cierto, si bien me estoy inventando algunos nombres de personajes "históricos" de Alola, son personajes que existieron en la vida real, y que formaron parte de la historia de Hawai, así que hice una investigación rigurosa para poder poner el "feudo" del que hablaremos en este capítulo. Pero, en fin, no les voy a arruinar la lectura.
liuterazagi: Wow, que largo review, me gustan los reviews largos, jajaja. Una disculpa, en efecto me perdí un poco en la reedición de Crónicas, pero ya que eso quedó terminado, ya puedo concentrarme en el resto de abanicos de historias, aunque está por añadirse una cuarta historia al universo, pero esa es otra historia (literalmente). No he entrado mucho en detalle aún en las habilidades de Anabel, iba a meter un poco de ellas en este capítulo, pero me quedó tan aburrida la explicación que la descarté, pero hay una razón para la imaginación activa de Anabel y la forma en que aprende y ve el mundo ahora, y conforme avance la historia lo iré demostrando con mayor detalle, pero básicamente, Anabel tiene ahora una capacidad de aprendizaje inmensa por el mismo accidente que le desconectó las memorias. Así que puede que a Anabel le haga falta experiencia, pero su mente está más "despierta" que la mente de otros, es todo lo que puedo adelantar de momento. Pensé en todas esas cosas que dices, sobre la saliva de Growlithe, sobre el estudio de la nota y la caligrafía, pero me pareció que eso era demasiado avanzado para lo que Anabel podía hacer en estos momentos, pero créeme que lo pensé. El llevar siempre una libreta, el construir líneas de tiempo, es algo que se repetirá, pero de poco en poco espero agregar más métodos de investigación para futuros casos de Anabel, aún si estos casos son escolares. Con respecto a Looker, su método de investigación es diferente, él ya pasó por mucho varios de los puntos que Anabel no puede pasar por alto, y está en una base de investigación más policiaca, donde la documentación, es el primer paso de la evidencia. Sé que para ti que eres Policía seguro estoy cometiendo varios errores, pero juro que estoy haciendo un esfuerzo por educarme antes de plasmarlos en la historia, espero no estar cometiendo alguna tontería, y créeme que sigo tus consejos a cómo puedo también. Oh, ya me estoy acercando a la visita turística a Pueblo Po, y a darle un poco más de participación a Nanu, pero primero está el problema de la adaptación de Anabel. De hecho, el inicio de este capítulo, más que detectivesco es de entrenamiento militar (uno que estoy seguro del cual has oído hablar), y es un método que Looker está implementando para que Anabel pueda cuidarse sola en caso de que él falte, pero más de eso cuando empieces a leer. Por cierto, adoro la frase de los monstruos, jajaja. Y bueno, las jerarquías se me siguen dificultando, algunas fuentes dicen una cosa, y otras dicen otra cosa. El problema también radica en que Gamefreak puso edades específicas para Anabel al convertirse en una agente de la Policía Internacional Pokémon, indicando que a los 19 años ya era jefa de Looker… así que me voy a tener que inventar algo para que eso sea creíble ya que no tiene absolutamente ninguna lógica, igual que Gamefreak mandando a niño de diez u once años a viajar por el mundo pero bueno, es el universo en el que me toca trabajar, supongo, no ayuda que la edad de consentimiento según la novela gráfica es 14… lo que ahora que lo pienso… explica demasiadas cosas… en fin, que disfrutes la lectura.
Faller - La dama caída.
Capítulo 5: El miedo a desaparecer.
Alola. Isla Melemele. Ruta 01. Playa Melemele.
-¡Kyaaaaa…! –un grito femenino se escuchó temprano en la madrugada, a las orillas de la playa de Melemele, donde el profesor de escuela, Kukui, en esos momentos tomaba de su taza de café mientras se relajaba en el pórtico de su cabaña cercana al mar, escupiendo el líquido cuando por la sorpresa del grito evitó que tuviera el suficiente cuidado al tomar de su taza de café, lo que culminó en él quemándose la lengua. Cuando se repuso de la quemadura, Kukui buscó con la mirada el origen del grito femenino, encontrando un par de pies descalzos al aire, los cuales siguió con la vista hasta el rostro enterrado en la arena de una chica de cabellera lila que le parecía muy familiar, mientras la chica en traje de baño lila se incorporaba, y un Croagunk sosteniendo un letrero que leía "5 puntos", se burlaba mientras bailaba con el mismo-. ¿5 puntos por mi desempeño, o por caer de rostro en la arena? –preguntó Anabel, quien era quien había gritado, y ahora miraba a Croagunk, burlesco, mientras continuaba sosteniendo su pancarta.
-Ambos son lo mismo –comentó Looker, llegando en su traje de baño de bermudas café, mientras Anabel se incorporaba, y se limpiaba la arena del cuerpo. Kukui lo observó todo con curiosidad, y volvió a beber de su café-. Recuerda, Anabel, el Krav Maga no es un estilo de arte marcial específico, sino una combinación de varios estilos: karate, boxeo, judo, aikido, y maniobras de lucha libre –tras la mención de la última parte, Kukui prestó incluso más atención, sonriente-. Se utiliza el karate para analizar los movimientos de tu oponente antes de que siquiera los realice, el aikido para usar su fuerza en su contra cuando enfrentas a oponentes más grandes y fuertes que tú, el judo para maniobras de sometimiento, que en combinación con maniobras de sumisión de lucha libre te ayudan a inutilizar a tu enemigo, y el boxeo para mantener un manejo de los pies ágil y dar golpes certeros a los puntos vitales o las articulaciones. Es como ser un maestro de varias artes marciales, pero no ser experto en ninguna. El Krav Maga se trata de alternar entre artes marciales dependiendo de las circunstancias, predecir que mi postura está en una de las artes para poder contrarrestarla es un error si alterno las mismas a mis necesidades –sonrió Looker apuntando al error de Anabel.
-¿Para esto me puse mi bikini lindo? –se susurró Anabel apenada, mirando a Looker con molestia- Cuando me invitaste a la playa, pensé que nadaríamos un poco y que pasaríamos un buen rato, no que ibas a lanzarme por todas partes como a una muñeca de trapos… sé más específico la próxima vez… este traje de baño no es para que me anden zarandeando –se quejó Anabel.
-Oye, te gastaste toda tu mesada para comprarte algo lindo para ese chico pelirosa, no es mi culpa que no te quedara dinero para un traje de baño de entrenamiento –se burló Looker, apenando a Anabel, antes de que Looker se acercara agresivamente, la sorprendiera, pateara su talón y la derribara, atrapándola en una maniobra de lucha libre que impresionó a Kukui-. Parte vital del Krav Maga incluye también el distraer la atención de tus rivales, y tomar una postura agresiva ante ellos. Un policía o agente especial no da lugar a la duda en sí mismo, o a la pericia de los criminales a los que se somete –explicó Looker.
-¡Ya entendí! ¡Pero usar a Ilima para distraerme fue muy bajo hasta para ti! ¡Quítate! ¡Pesas! –pataleó Anabel, Looker la soltó, y la ayudó a levantarse- ¿Entrenamiento de Krav Maga en traje de baño no te parece algo incómodo? A mí me lo parece de lo más vergonzoso al menos. Demasiado contacto físico –continuó con sus quejas Anabel sin poder borrar el rubor en su rostro.
-Esto es Alola, y eres una estudiante de secundaria, básicamente vas a vivir en traje de baño, así que es preciso que te aprendas a defender vistiendo uno –le explicó Looker, tomando distancia, y colocándose en pose de aikido-. Anda y ven por mí –continuó Looker.
-¿En pose de aikido? Ni loca –dedujo Anabel, lo que dibujó una sonrisa en Looker- ¿Soy la policía o la criminal? Con tantas maromas ya me olvidé de quien está sometiendo a quien –se quejó Anabel, escogiendo una pose, la suya era de karate, lo que forzó a Looker a cambiar su pose por una de karate también.
-No importa si soy el policía o el criminal, el Krav Maga en todo momento se trata de ser físicamente agresivo, no hay lugar para el análisis, solo la acción –enunció Looker, corrió a Anabel, ella logró atrapar el primer ataque de Looker, intentó alternar con aikido, pero Looker cambió rápidamente a judo, pateó su tobillo, alzó su brazo en arco por encima de su espalda, y derribó a Anabel en la arena, mientras Croagunk alzaba su pancarta con un tres.
-¡Eso estuvo muy bien, primo! –celebró Kukui desde su cabaña, y hasta ese momento, Anabel notó que Kukui se encontraba fuera de su cabaña, por lo que se apenó bastante y se cubrió el cuerpo- ¿Insistes con eso prima? –preguntó Kukui sonriente, dejando su café en el pórtico y acercando a ellos en sus bermudas verdes y gorra-. Usted debe ser el Detective. Excelente manejo de las artes marciales –comentó Kukui, ofreciendo su mano a Looker, quien la estrechó de regreso.
-No me complace el que mi profesor me vea en traje de baño, Looker. ¿Puedo cubrirme ahora? –se apenó Anabel, Kukui solo la miró con una sonrisa divertida- Sé que esto es Alola, pero en definitiva la gente de Alola no tiene nada de pudor –se apenó ella.
-Dice la chica entrenando artes marciales en traje de baño –se burló Kukui, Anabel solo se apenó aún más-. Pero el Detective tiene razón. Esto es Alola, básicamente el traje de baño es nuestra segunda piel. Si no puedes defenderte en estas condiciones, tendrás muchos problemas. ¿Qué le parece si le damos un buen ejemplo de a lo que me refiero, primo? Puede que no lo parezca, pero me gusta eso de los combates cuerpo a cuerpo –comentó Kukui.
-Puedo verlo, Profesor Kukui –aceptó Looker-. Anabel, voy a enseñarte ahora el cómo te defiendes de un oponente que físicamente es superior a ti. ¿No le molesta Profesor Kukui? –preguntó Looker, Kukui tan solo se colocó en pose.
-¡Mi cuerpo está listo! –tensó sus músculos Kukui. Anabel miró a ambos con vergüenza, pero estaba tan cansada por ser azotada por toda la playa, que prefirió ganar algo de distancia y sentarse junto a su Croagunk, observando, y definiendo que, a simple vista, Kukui era físicamente superior a Looker, teniendo incluso sus músculos muy bien marcados, mientras Looker, aunque sus músculos eran fácilmente visibles, era un poco más barrigón.
-Looker es de buen comer… pero, definitivamente, se nota que se cuida… -comentó Anabel, con algo de rubor en su rostro, Croagunk hizo una mueca, Anabel lo notó-. Es análisis con fines de aprendizaje, solo eso… -se apenó Anabel, y entonces notó a Looker lanzándose en dirección a Kukui, quien lo vio venir y con movimientos rápidos lo evadió, entrando a la ofensiva entonces, aunque Looker logró mantener distancias con movimientos rápidos de sus pies al estilo del boxeo.
-Te mueves bien, Detective. Pero esto es lo mío –Kukui hizo una finta, Looker no cayó en ella al leer los movimientos de los músculos de Kukui, mismos que Anabel también logró leer perfectamente, sorprendiéndose de cómo pudo notarlos, y del cómo podía deducir los movimientos tanto de Kukui como de Looker con solo ver los movimientos en sus músculos, notando que ninguno de los dos lograba tener ventaja sobre el otro-. Vaya, eres mejor de lo que anticipé, primo. Pero cuando se llega a un punto muerto, gana el que esté mejor físicamente –sonrió Kukui.
-Con todo respeto, Profesor Kukui, en una pelea limpia, estoy seguro de que me daría una paliza… -miró Looker a unas palmas cercanas, y sonrió-. Pero el Krav Maga no dice nada de una pelea limpia –continuó Looker, Kukui se lanzó en su dirección, Looker saltó, se alejaba de la playa y retrocedía a las palmeras, Kukui lo persiguió, Looker pateó con fuerza en dirección a la palmera, soltando un coco, el cual Kukui pisó, resbalando, y terminando con el rostro al suelo, momento que Looker aprovechó para atrapar a Kukui en una llave de sometimiento.
-Que sucio… -continuó Kukui, Looker sonrió, y soltó a Kukui, dándole la mano para ayudarlo a levantarse. Anabel entonces intercambió miradas con Croagunk, quien sacó una pancarta con el número diez-. Gracias por la calificación, pero de esta aprenderé, Detective. Es bueno –sonrió Kukui, y Looker compartió un apretón de manos con él.
-No, no lo soy. Yo me consideraría oportunista –explicó Looker, mientras Kukui, satisfecho por el ejercicio, regresaba a su cabaña, tomaba su taza de café, y bebía alegremente-. En este caso, Anabel, Kukui era físicamente superior a mí, y está muy bien entrenado creo que, en judo, maniobras de sumisión de lucha libre… y algo de… ¿capoeira? –preguntó, Kukui alzó su taza de café a manera de aceptación- El punto es que, el Krav Maga no es un arte marcial deportivo o limpio. No aprendes Krav Maga para competir, es un arte marcial policiaca y militar que se basa en otras artes marciales que sí se utilizan deportivamente, pero el Krav Maga solo toma lo que le conviene porque tiene un fin en específico, defensa personal policiaca. Un policía no juega limpio cuando se habla de salvar la vida de alguien o la propia, el Krav Maga enseña que debes de combinar las artes marciales con armas, con objetos, con tu propio entorno, convirtiendo cualquier cosa, incluso un coco, en un arma –apuntó Looker.
-Comprendo… aunque… pensé que no querías entrenarme como a un agente especial. ¿Qué cambió? –preguntó Anabel, y la sonrisa de Looker se borró, en especial cuando vio el auto de policía estacionarse cerca de su casa, y vio a Mitchell y a Snubbull bajando del mismo- ¿Tienes trabajo? Pero es fin de semana –se quejó Anabel.
-Un detective no tiene días de descanso. Descansa cuando no tiene un caso que investigar –le explicó Looker, pero Anabel hizo una mueca de descontento- Y tu intuición es correcta, Anabel. No quería entrenarte, pero resulta que aparentemente Alola no es tan paradisiaca como había pensado. Y por mi profesión, las personas que están cerca de mí necesitan aprender a cuidarse solas –terminó Looker, quien entonces comenzó a caminar en dirección a Mitchell. Anabel miró a Croagunk, después a Kukui, despidiéndose de él con una reverencia, y corriendo tras Looker.
-Así que, ella es la famosa Anabel –comentó Mitchell una vez que Looker llegó, con Anabel siguiéndolo de cerca-. Alola a los dos. Pensaba que ya estaría listo, Detective. De haber sabido que no lo estaría, me hubiera desayunado una malasada y un café –se quejó Mitchell.
-Oh, vamos a pasar por una malasada y un café primero, esa no me la pierdo –comentó Looker, Mitchell sonrió agradecido-. Iré a darme una ducha rápida y a cambiarme, Mitchell, solo tardaré unos minutos –continuó Looker entrando a la casa, Anabel entró rápidamente detrás de él, lo rebasó, y lo encaró-. ¿Qué ocurre? –preguntó Looker.
-Es fin de semana, ¿de verdad vas a irte a trabajar? Pensaba que pasaríamos el día juntos –agregó ella, Croagunk la observó con curiosidad, luego a Looker, y luego a Anabel nuevamente-. Quiero decir… sé que tienes que trabajar, pero. ¿Qué hay de mi entrenamiento? Apenas sé lo básico de Krav Maga, y los chicos en la escuela continúan pidiéndome resolver casos. Quería entrenar un poco más antes de que alguien me pida algo que no pueda resolver –insistió.
-Anabel, es divertido jugar al detective cuando no hay criminales importantes sueltos. Continuaremos con tu entrenamiento más tarde –insistió Looker, pero Anabel lo tomó de la mano antes de que entrara en el baño para bañarse-. Mitchell me está esperando. Te prometo que regresando te enseñaré algo más –insistió Looker.
-No es eso… es solo que… -intentó decir Anabel, apenada. Looker encontró aquella reacción curiosa-. No me quiero quedar sola… por si no lo recuerdas, no tengo muchos amigos. No conozco nada de Alola que no sea la escuela, y bueno… pensaba… que conoceríamos más juntos… -sonrió ella apenada, Croagunk entonces dirigió una mirada de molestia en dirección a Looker, quien se preocupó por la misma.
-Entiendo… -lo pensó Looker, Anabel se apenó un poco, pero lo soltó-. Buscaré tiempo para que conozcamos un poco más de Alola. Pero en estos momentos realmente tengo que apurarme, lo lamento –terminó Looker, entrando en el baño. Anabel suspiró molesta, y notó la mirada de Croagunk, quien inclusive se cruzaba de brazos.
-¿A qué va esa reacción? –se quejó Anabel, Croagunk fingió demencia- Lo que sea… él se lo pierde… iré a la playa a nadar un rato. ¿Vienes o no? –se quejó Anabel. Croagunk notó que ella estaba de un pésimo humor, pero la siguió de todas formas. Dentro del baño, no era secreto para Looker lo que pasaba, pero decidió ignorar la situación, y concentrarse en su trabajo.
Colina Ten Carat.
-El viento está muy tranquilo hoy –sobre las rocas puntiagudas de la colina de Ten Carat, Kahili, con su Pikipek al hombro, disfrutaba del viento con los ojos cerrados mientras se apoyaba en uno de sus palos de golf con el extremo sin cabeza pegado al suelo, mientras con ambas manos sostenía el otro extremo. El viento soplaba tranquilamente, y el sonido de las olas la relajaba, incluso amenazaban con arrullarla hasta que se quedara dormida, solo que su Pikipek no se lo permitió al darle de picotazos en la cabeza-. ¡Eso duele! –se quejó Kahili, pero el cometido de Pikipek se había cumplido, y Kahili estaba despierta- Bien… -comentó Kahili, preparando un tee, el cual clavó sobre la tierra, antes de colocar una bola de golf sobre el mismo, y mirar con determinación a una de las dos pequeñas formaciones de tierra presentes en la Playa de Melemele. Kahili seleccionó un palo de golf de su bolsa, uno de madera para golpes largos. Ya con su palo de golf listo, y con la mirada fija en su objetivo, Kahili preparó el golpe, y dio un swing tremendo, lanzando la pelota de golf por los aires sin perder nunca de vista la misma, mientras esta giraba alto, y comenzaba el descenso, mismo que Kahili miró primero con entusiasmo, pero después con tristeza, mientras su cálculo mental del arco, llevaba su pelota al agua, cálculo que se cumplió-. ¡No! ¡No fue suficiente fuerza! –se quejó Kahili- Oh vamos… Wingull –llamó Kahili, y su Wingull se materializó-. Ve por la bola por favor –prosiguió con tristeza, Wingull obedeció, mientras Pikipek la miraba cabizbajo. Kahili comenzó a hacer mediciones con su palo de golf, cerrando un ojo y observando a Wingull, quien se zambulló tras encontrar la bola de golf, saliendo con ella en su pico al poco tiempo-. Alrededor de unos… 300 metros… el primero de los islotes está a 350 metros de la orilla a estas horas de la mañana. ¡Me faltan 50 metros! –se quejó Kahili, mientras Wingull regresaba con la pelota y se posaba en el hombro libre de Kahili, mirando junto a Pikipek a su dueña-. ¡No puedo creerlo! ¿Cómo voy a vencer el record mundial de 471 metros llegando al segundo islote que está a 460 metros y mide 50 metros de longitud, si no puedo llegar a la primera formación que está a 350 metros? –se quejó Kahili, Pikipek y Wingull la miraron con tristeza- He entrenado tanto… ¿por qué no puedo superar los 300 metros? –preguntó Kahili, pero sus Pokémon simplemente no podían responderle- Supongo que seguiremos intentando… -se quejó Kahili, colocando otro tee, pero entonces notó a Anabel y a Croagunk sentados a orillas de la playa-. ¿Anabel? –preguntó Kahili, comenzó a guardar sus cosas, y a bajar de la colina.
-Estúpido Looker… dejarme sola en fin de semana… y yo que me levanté temprano para salir a la playa con él… -continuaba Anabel en su rabieta. Croagunk, el receptor de la misma, se mostraba incomodado-. Sé que su trabajo es importante… pero tengo amnesia, y podría resetearme en cualquier momento. ¿Qué pasa si me reseteo mientras él no está y me olvido completamente de quién es? Se supone que él debería estarme ayudando a fortalecer mi mente para que eso no pase, pero en lugar de eso, actúa como si no le importara –insistió Anabel, Croagunk solo hizo sonidos guturales de Pokémon, mismos que Anabel interpretó como le venía en gana-. Así es, debería estarme cuidando, haciéndome sentir segura, pero se va a no sé dónde a hacer no sé qué. Él va a tener toda la culpa si regresa y no recuerdo ni mi nombre –continuó Anabel.
-¡Alola Ani! –exclamó Kahili, sobresaltando a Anabel, quien se espantó por el enérgico saludo- ¡Pensaba que solo yo me levantaba tan temprano! ¡Increíble que salgas a nadar a estas horas! Oh… lindo traje de baño. ¿Es el que compraste para impresionar a Ilima? ¿Está por aquí? –viró Kahili en todas direcciones, buscando a Ilima, pero notando solamente un auto de policía- ¿No es esa tu casa? ¿Por qué la policía estaba…? –preguntó Kahili, Anabel solo bajó la mirada, se abrazó las rodillas, y miró a sus pies en la arena- ¿Ani? –preguntó Kahili.
-No es nada… -se molestó Anabel. Kahili sabía que eso no era cierto, intercambió miradas con su Pikipek y Wingull, y se sentó junto a Anabel-. Es solo que… no conozco absolutamente nada de Alola. Pensaba que Looker al menos tendría la decencia de mostrarme el lugar, pero es fin de semana, y se va a trabajar –se quejó Anabel.
-Looker es… ¿el señor de aquella vez? –recordó Kahili al detective que venía por Anabel todos los días a la escuela, y Anabel asintió con molestia- Y él… es tu tutor legal… -continuó Kahili, y Anabel volvió a asentir-. Y te molesta que no esté contigo el fin de semana –continuó ella, y Anabel volvió a asentir-. Ani… no quiero juzgar los gustos de otras personas, pero… ¿no crees que deberías fijarte más en personas más cercanas a tu edad? –preguntó Kahili.
-¿Cómo dices? –se quejó Anabel, sobresaltando a Kahili, quien sonrió nerviosamente ante sus reacciones, y ante la vergüenza reflejada en el rostro de Anabel- Él no me… yo no veo a Looker de esa manera… -se quejó Anabel, aunque estaba más roja que de costumbre, lo que Kahili definió como indicativo de que mentía-. ¿Qué haces aquí de todas formas, Kahili? Pensaba que vivías en Isla Akala –se molestó ella.
-El que estés enojada con Looker por no prestarte atención en fin de semana, no significa que te desquites conmigo, hieres mis sentimientos –comentó Kahili a la defensiva, y aquello apenó a Anabel, a quien Kahili miró con curiosidad por sus reacciones.
-Yo… lo siento… tienes razón… -se apenó Anabel- No quería herir tus sentimientos. Eres… algo así como mi única amiga. No debí hablarte de esa manera –comentó Anabel. Kahili, en respuesta, comenzó a abrazar a Anabel de la nada, apenándola.
-Disculpa aceptada –comentó Kahili-. Y sobre el qué hago aquí. Es verdad que vivo en la Isla Akala, pero es en la Isla Melemele donde está eso –apuntó Kahili a la cima de la Colina de Ten Carat, y después a los dos montículos de tierra fácilmente visibles en el mar-. Hace 42 años se registró el tiro de golf más largo jamás logrado en la historia del golf, y se realizó desde la cima de la Colina de Ten Carat –le explicó Kahili, apuntando a la colina-. El golfista que lo logró fue Hono Ishii, un tiro de 471 metros desde la cima de la Colina de Ten Carat que culminó en la segunda formación de tierra en la Playa de Melemele donde hasta la fecha hay una bandera con el nombre de Hono Ishii ondeando en donde está el sitio donde cayó la bola. Hono es el nombre de la primera de las dos formaciones de tierra en honor al golfista Hono Ishii, la segunda formación lleva el nombre de Ishii. Pero mi sueño es romper su record y renombrar a Ishii como Kahili, ya que es bien sabido que el golfista que logre romper el record mundial de 471 metros, será el golfista cuyo nombre llevará aquella formación –le comentó ella, y Anabel asintió a sus palabras-. El problema es… que el Islote de Hono está a 350 metros y ni siquiera he llegado a golpear una bola lo suficientemente fuerte para llegar a este. Es deprimente, esforzarse tanto, y no tener resultados concluyentes… -aceptó Kahili.
-Pero, golpear una pelota así de lejos, no te hace una buena golfista, solo te hace fuerte –comentó Anabel, intentando animar a Kahili-. No te he visto jugar, pero te he visto acertarles a dos estudiantes, uno sobre un Tauros en movimiento, y lograr que el segundo sobre un Stoutland también en movimiento le caiga encima. Creo que eso es más impresionante que golpear una pelota de golf tan lejos –comentó Anabel.
-El golfista profesional promedio tiene un golpe entre los 306 y los 350 metros… -le comentó Kahili, lo que Anabel no comprendía bien-. Te explico… si con todo mi entrenamiento, no puedo llegar hasta los 350 metros, que es la distancia en la que se encuentra el Islote Hono… entonces eso significa que no estoy siquiera cerca del nivel profesional. Soy solo una amateur en estos momentos, quiero alcanzar el Islote Ishii, pero ni al Islote Hono llego… es deprimente, pero no me rindo, lo intento todos los días, hoy llegué a aproximadamente 300 metros, me faltan seis para igualar al peor golfista profesional de la historia –comentó Kahili entusiasta.
-Veo que el golf es algo que te gusta mucho –sonrió Anabel, y Kahili asintió-. Aun así, creo que deberías concentrarte en todo lo que engloba al golf, no solo en los golpes a distancia –explicó Anabel, y aquello llamó la atención de Kahili-. Es como Looker dice, me ha estado enseñando artes marciales, siendo el Krav Maga uno de ellos. El Krav Maga combina varias artes marciales, pero yo me había estado concentrando en perfeccionar cada una de ellas individualmente. Él me dio una paliza –le explicó Anabel, y Kahili asintió-. Entiendo que sea importante para ti romper el record mundial… pero si te concentras solamente en los tiros de fuerza, puede que algún día lo logres, tendrás tu Islote Kahili, pero, ¿serás una buena golfista? Si yo perfecciono el judo, que es una de las artes del Krav Maga, no puedo llamarme a mí misma una maestra en el Krav Maga. Tal vez si subes todas tus habilidades en conjunto, al final, podrás ser la golfista que deseas ser –sonrió Anabel.
-Subir… todas mis habilidades en conjunto… -meditó Kahili-. Es verdad que, mientras más se fortalecen mis brazos para tiros de distancia, se me dificultan más los tiros de precisión. Esto es tan confuso –se deprimió Kahili, Pikipek y Wingull la animaron acariciándole la cabeza con sus alas, incluso Croagunk le sobaba la espalda para animarla-. ¡Bien! –se puso de pie Kahili de improviso- Voy a subir todas mis habilidades en paralelo. Eso incluye habilidades no golfistas, como ser la amiga a Anabel –sonrió Kahili, y Anabel la miró curiosa-. Quieres conocer Alola, y yo quiero conocer a Anabel, y puedo hacer ejercicio mientras te enseño sobre Alola. ¿Nadas conmigo? –preguntó Kahili, Anabel lo pensó, pero sonrió y asintió-. ¡Perfecto! –comenzó Kahili, quitándose la ropa, sobresaltado a Anabel.
-¿Aquí? ¿No prefieres ir a mi casa a cambiarte? –preguntó Anabel, notando que, cuando Kahili terminó de desvestirse, usaba su traje de baño azul pálido- ¿Llevas traje de baño debajo de tu uniforme de entrenamiento? ¿Por qué? –preguntó Anabel.
-Ani, esto es Alola. El traje de baño es nuestra segunda piel. Todas en la escuela llevan su traje de baño debajo del uniforme escolar, es sentido común –comentó Kahili, Anabel dudó sobre aquello a lo que Kahili llamaba sentido común-. No hay mucha diferencia entre un traje de baño y la ropa interior de todas formas –terminó ella.
-¡Hay demasiada diferencia entre la ropa interior y el traje de baño! –se quejó Anabel- No sé ni por qué me molesto. Supongo que, si Hoenn también tiene muchas salidas al mar, algo similar debió ser mi vida allí –comentó Anabel, Kahili la miró curiosa-. No es nada. ¿A dónde vamos? –preguntó Anabel entonces.
-Quieres conocer Alola, ¿verdad? –preguntó Kahili, y Anabel asintió-. Alola es más que solo las ciudades, la cultura, y su gente. Alola es naturaleza. Así que vamos a aprender de esta naturaleza. Lo siento Pikipek, te toca descansar –regresó Kahili a su Pikipek a su Pokébola, tomó un cinturón de su maleta, se amarró el mismo sobre su traje de baño, y acomodó la Pokébola de Pikipek en el mismo, cerrando una protección de plástico sobre la misma-. ¿Quieres que lleve a tu Croagunk también? –preguntó Kahili, Anabel miró a Croagunk.
-Dejé su Ultra Bola en casa por no poder llevarla en mi traje de baño. ¿Quieres venir Croagunk? –preguntó Anabel, Croagunk tan solo se dejó caer en la arena, y comenzó a disfrutar del sol- Creo que eso es un no –comentó ella, y Kahili, comprendiéndolo, se lanzó al agua-. Espera, tus cosas –apuntó Anabel.
-Ani, esto es Alola, todos dejan sus cosas regadas en la playa, vamos –agregó Kahili animosamente, aunque Anabel de todas formas le pidió a Croagunk que cuidara de las cosas de Kahili mientras ella comenzaba a nadar tras de la chica con el Wingull, quien comenzó a bucear, con un control superior a Anabel de su respiración, por lo que Anabel salió a la superficie al poco tiempo, forzando a Kahili a salir también-. Hay que fortalecer esos pulmones –se burló Kahili, molestando a Anabel-. Ven, quiero que veas a algunos de los Pokémon de Alola –la tomó de la mano Kahili, hundiéndose, Anabel tomó aire, y se dejó guiar por Kahili, hasta unos Pokémon que Anabel nunca había visto antes, mientras el Wingull de Kahili se zambullía al lado de ambas, y con zigzagueos entretenidos llegaba ante los Pokémon, los picoteaba un poco, y los forzó a liberar una extraña formación blanca como si fuera una mano, que sorprendió a Anabel mientras seguía a Wingull a la superficie.
-¿Qué fue eso? –comenzó Anabel sorprendida, notando entonces que Wingull no podía mantenerse a flote, aunque Kahili rápidamente lo levantó y se lo posó sobre la cabeza, mientras Wingull se sacudía intentando secarse- ¿Está bien tu Wingull? –preguntó Anabel.
-Ah, Wingull solo puede zambullirse por poco tiempo, si abusa sus alas se humedecen mucho y no puede flotar –le explicó Kahili-. Es solo que él estaba muy emocionado y quería enseñarte a los Pyukumuku. Lo blanco que viste eran sus entrañas –le explicó Kahili, Anabel se asqueó un poco-. Lo sé, pero de todas formas son lindos –comentó Kahili sonriente, contagiando a Anabel-. Son lindos, pero son muy problemáticos en los hoteles. Los turistas suelen tomarlos y lanzárselos unos a otros mientras los pobres salen a tomar el sol. Sé que no eres turista, pero por favor no hagas eso –le pidió Kahili.
-Si alguna vez veo a un turista haciendo eso recordaré reprenderlo. O usar judo para hacerlo sentir lo mismo –comentó Anabel, Kahili volvió a sonreír, miró a Wingull, quien saltó de su cabeza para flotar en el agua, permitiendo a Kahili tomar nuevamente de la mano de Anabel, y bucear con ella esta vez en dirección a Ten Carat, apuntando de pronto a unos Pokémon entre los arrecifes de coral, reconociendo Anabel a los Corsola y a los Carvanha, pero desconociendo a un Pokémon que en ese momento comenzó a nadar persiguiendo a uno de los Corsola. Desafortunadamente estaban bajo el agua, por lo que Anabel no podía preguntar, aunque ya se quejaba de la falta de aire, diferente de Kahili quien parecía que podía permanecer bajo el agua por mucho más tiempo que Anabel, quien tuvo que salir a flote-. Me ahogo… -se quejó Anabel, Wingull acuatizó a su lado, seguía a las chicas a donde nadaran, Kahili salió a flote nuevamente-. Había un Pokémon raro… creo que jugaba con un Corsola –comentó Anabel entre bocanadas de aire.
-¿Jugaba? –preguntó Kahili, tomando aire y hundiendo el rostro, buscando por todas partes hasta entender a lo que se refería Anabel, y entonces salió a flote nuevamente- No estaban jugando, se lo quería comer –le explicó, Anabel hundió su rostro, buscó al Corsola nuevamente, pero este ya no estaba, por lo que salió algo triste-. Así es la naturaleza. Los Mareanie son depredadores de Corsola, y sería cruel pedirles que no se alimentaran. Pero vamos, aún hay más que te quiero mostrar, conozco una entrada a Ten Carat, es mi lugar secreto. Wingull, ve con Croagunk –pidió Kahili, Wingull obedeció, y Kahili continuó guiando a Anabel por el agua.
Ciudad Hauoli. Tienda de Malasadas.
-Esta tienda de malasadas es la más famosa de toda Hauoli Detective. Crujientes por fuera, esponjosas por dentro. Tal vez lo contrate para descubrir el secreto –comentaba Mitchell, mordiendo de su malasada mientras permanecía sentado junto a su Snubbull, quien comía su propia malasada. Looker también comía una malasada, pero estaba más concentrado en los periódicos viejos que pudo conseguir Mitchell para su investigación.
-Si es deliciosa… tendré que traer a Anabel más tarde a probarlas, saben muy diferente a las malasadas de los otros puestos –comentó Looker mientras extraía una de sus libretas de apuntes, escribiendo algunas pistas en la misma-. El periódico de Pueblo Po que me conseguiste dice que, en efecto, hubo un accidente automovilístico en las cercanías de una mansión en el pueblo, pero no especifica nada sobre esta mansión. ¿Sabes a quién pertenece? –preguntó Looker.
-Es una historia interesante, Detective. ¿Me creerá si le digo que hace unos 100 años aún había reyes en Alola? –preguntó Mitchell, Looker bajó el periódico que leía, e inmediatamente miró a Mitchell con incredulidad. Pero al parecer, al menos para Looker, no caía en ninguno de los once puntos-. La Familia Real de Kalákaua, se dice que fue elegida por Tapu Bulu hace unos, no lo sé, 300 años, para ser los guardianes de la Isla de Ula-Ula. Eran una familia tradicionalista, apenas y permitían construcciones humanas, respetaban sobremanera a la naturaleza. Y mientras las otras tres de las cuatro Islas de Alola se acababan sus recursos naturales, Ula-Ula siguió verde y hermosa por muchos años más –declaró Mitchell, comiéndose una de sus malasadas.
-¿Verde y hermosa eh? –comentó Looker- Alola es una región muy bella, todo un paraíso, pero he escuchado que no siempre fue así. Todas esas cosas de reyes y Tapus protectores podrán parecerme una tontería inmensa, pero no hay lugar a dudas de que al menos las creencias locales hicieron maravillas para el ecosistema –comentó Looker, intentando concentrarse nuevamente en el caso.
-Pero Alola no siempre fue así –explicó Mitchell-. La Alola actual es una Alola que tuvo que pasar por muchos problemas para recuperarse de las atrocidades que muchos cometieron contra nuestra tierra. La Familia Real de Kalákaua fue una de las ultimas familias que se opuso a la industrialización de la isla. Al menos así fue hasta que le arrebataron el trono a la reina Likalani –comentó Mitchell, Looker suspiró, comprendiendo que no se iba a escapar de la lección de historia de Alola-. Solo escuche Detective, todo esto tiene que ver con esa mansión –le pidió Mitchell, y Looker se dispuso a escuchar-. Hace unos 150 años, la reina Likalani fue derrocada por un grupo de políticos de la Región Johto, esos que ahora son dueños de Ciudad Malíe –le explicó Mitchell, y aunque Looker no lograba ver la conexión entre esta supuesta familia real y la mansión, al escuchar la historia comenzó a comprender que había más cosas turbias en la historia de Alola que lo paradisiaca que se veía para los turistas-. No recuerdo muy bien cómo va la historia, pero una familia de la región Johto se muda a Ula-Ula, quieren construir en la isla, pero la familia Kalákaua, y la monarquía que existía en ese entonces, no lo permiten. La familia de Johto entonces convence a los gobiernos de las otras Islas de Alola, con gobiernos democráticos, de introducir a la fuerza la democracia en Ula-Ula, hay una especie de movimiento Político, se derroca a la Reina Likalani, y toma el puesto de cabeza de la familia su hermana Kalulani, quien estaba casada con uno de esos hombres de Johto, quien desde ese día fue gobernador, y construyó la Mansión Kalulani en Pueblo Po –le explicó Mitchell, y Looker asintió-. Desde entonces, nada frenó, ni el mismo Tapu Bulu, a la expansión y construcción en la isla. La Casa Kalulani, nombre que adoptó el político de Johto para mantener tranquilos a los furiosos pobladores de Ula-Ula. Gobernó sin problemas hasta hace unos diez años que falleció. En estos momentos hay una disputa por el gobierno de Ula-Ula. Por un lado, primos del anterior jefe de la familia de la Casa Kalulani; por el otro, descendientes de la familia original, la Casa Kalákaua. En lo que se resuelve el conflicto, el gobierno de Melemele decide sobre Ula-Ula –finalizó Mitchell.
-Es una historia muy interesante, pero no me ayuda a resolver este caso –se quejó Looker, aunque de todas formas había hecho las anotaciones correspondientes-. Lo único que me dice toda esta historia es que en Pueblo Po hay dos familias que se disputan el "gobierno" de la Isla de Ula-Ula. ¿Dónde entra Braiden en todo esto? La historia puede ser buena, pero el accidente solo se presentó en los dominios de la mansión –comentó Looker.
-Oiga, Detective, por una vez estoy haciendo un esfuerzo, no me descarte así –comentó Mitchell, y Looker, aceptando que aquello era cierto, volvió a prestarle atención-. Yo solo creo, que, si alguien tuvo un accidente en las inmediaciones de esa mansión, no fue un accidente. ¿Me entiende? Pueblo Po es la oveja negra y, además, si hay dos familias en disputa por el gobierno local, solo se me ocurre que una de ellas pudo haber silenciado a este tal Braiden de alguna forma. No sé por qué, ni para qué, yo no soy Detective –comentó Mitchell.
-Entiendo, entiendo, y me parece sospechoso también –comentó Looker, y Mitchell asintió-. Una parte muy importante de la labor detectivesca, Mitchell, es nunca descartar una corazonada y hacerles caso a tus instintos. Así que veamos qué es lo que tenemos –comenzó Looker, leyendo sus anotaciones-. Tenemos un accidente de hace dos semanas en Pueblo Po donde un tal Braiden perdió la vida. Haya sido un accidente o no haya sido un accidente, eso lo discutiremos luego. El punto es que este tal Braiden, aparece en la Isla Melemele dos semanas más tarde, no va a su trabajo, no recuerda a su novia, y consigue un trabajo como velador en un cementerio mientras mantiene una postura sospechosa ante la policía –resumió Looker, y Mitchell asintió-. A mí parecer, no hay forma de que el Braiden que tuvo el accidente en Pueblo Po, y el Braiden que trabaja en el cementerio de Hauoli como velador, sean la misma persona. Pero existe la posibilidad de que haya tenido un accidente, lo hayan llevado grave al hospital, cayera en un coma, se expidiera un acta de defunción, despertara del coma con el acta existiendo, y esta no se desacreditara por alguna razón. Tal vez realmente este Braiden se levantó con amnesia, y siguió con su vida de alguna manera, desconfiando de todos a quienes no conocía en general, no solo de la policía –comentó Looker, anclándose a encontrar una relación en el caso con Anabel. Desafortunadamente, también era realista-. Sin embargo, en mi experiencia, podría ser inclusive un fraude para el cobro de un seguro –comentó Looker, y Mitchell pensó al respecto-. Antes de entrar en el detalle de si esto tiene algo que ver con una familia real de Alola y todo eso, hay que descartar que sea un fraude de seguro. Investiga los registros nuevamente, quiero que descubras si hay un seguro, y quien era el beneficiario. También quiero que revises los registros médicos, si llegó a un hospital quiero saber a cuál hospital, en qué estado estaba, y si recibió visitas. Después investiga el cementerio de Ula-Ula. Revisa si se hizo un entierro para Braiden, o si se cremó el cuerpo. Yo iré al cementerio de Melemele a investigar al Braiden vivo –prosiguió Looker, ambos se pusieron de pie, y tomaron direcciones distintas.
Ten Carat. La Cueva Oceánica.
-¡Iiiiih…! –tras seguir a Kahili dentro del agua por más tiempo del que Anabel se consideraba capaz, sacó la cabeza del agua y llenó sus pulmones de aire. En definitiva, al menos en cuanto a nadar bajo el agua se refería, Anabel estaba muy lejos del nivel de Kahili, quien aún no salía del agua, y nadaba por debajo de Anabel un poco más, presumiendo su capacidad pulmonar superior, mientras Anabel aún intentaba mantener el aliento y calmarse por el tremendo esfuerzo.
-¡Fuaaaaah…! –por fin salió Kahili, quien se había quedado sin aire tras presumirle a Anabel que podía mantener la respiración por aún más tiempo. Anabel ya se sentía enferma, y sumamente estresada por el esfuerzo, pero Kahili solo reía mientras salía del agua, caminando por los interiores de la cueva de arena más oscura- Este es mi lugar secreto –comentó Kahili mientras extendía los brazos, mostrándole a Anabel la cueva, mientras la última salía del agua aún con problemas para conservar el aire-. ¿Estás bien? –preguntó Kahili.
-Me falta el aire… eso ha sido horrible… -aceptó Anabel, mientras Kahili le frotaba la espalda para ayudarle a sentirse mejor-. Me duele el pecho, y mis pulmones parece que no han terminado de abrirse… pero me siento extrañamente bien –sonrió Anabel.
-¿Cómo cuando piensas en Looker? –preguntó Kahili, y el comentario llamó la atención de Anabel, quien desvió un poco la mirada- No puedes escapar de esta conversación, a menos que te sientas lista para nadar el camino de regreso sin que yo esté jalando de tu mano –sonrió Kahili, molestando a Anabel- De verdad, te pone de muy mal humor que se haya ido a trabajar y te haya dejado sola el fin de semana. ¿No es así? –preguntó Kahili, sentándose en la arena.
-¿Qué quieres ganar preguntándome esto? –preguntó Anabel, Kahili solo sonrió, se sentó en la arena negra, y le pidió a Anabel sentarse a su lado. Ella lo pensó unos instantes, pero accedió a sentarse junto a Kahili- Te aprovechas del hecho de que no puedo salir de aquí sin ayuda. Ahora que lo pienso sería el crimen perfecto. Te deshaces de mí, y tienes a Ilima para ti sola –comentó Anabel, apenando a Kahili-. ¡Aja! ¡Te descubrí! ¡Pretendes desviar mi atención a Looker para quedarte con Ilima! –apuntó Anabel.
-¿Eso significa que te gusta Ilima? –preguntó Kahili sonriente, Anabel se apenó, y desvió la mirada- Yo solo quiero ser tu amiga, no me importa si te gusta Ilima o te gusta Looker. Yo tan solo quiero acercarme a ti, eres una chica agradable, y muy divertida. Me gusta estar contigo, en la escuela, normalmente nadie me habla –confesó ella.
-Porque te la pasas viendo por fuera de la ventana, y eres muy distraída. Podrías hablar con quién quisieras si te lo propusieras –comentó Anabel, y Kahili hizo una mueca en su dirección-. No compré este traje de baño para que lo viera Ilima… si es lo que te preguntas… -aceptó Anabel, y Kahili asintió en ese momento-. Pero tampoco puedo aceptar que lo compré para que Looker lo viera. ¿Es tan difícil creer que yo tan solo quería verme linda para mí misma? –preguntó.
-Yo no dije que esa no fuera una posibilidad –aceptó Kahili, Anabel solo se apenó-. No soy detective, pero una persona no aprende a hacer las cosas que haces solo por curiosidad. Las haces porque quieres que él te mire, ¿no es así? –preguntó Kahili, y Anabel se sintió incluso más incómoda- Cuando hiciste todo eso sobre tu pupitre, yo podía ver que estabas muy triste. Casi sentía que te pondrías a llorar en cualquier momento. Pero en lugar de hacerlo, distrajiste tu mente… fue muy entretenido, pero, me pareció que buscabas una razón para vivir… no sé si me explico –Anabel no dijo nada, solo meditó sobre las palabras de Kahili-. Es… como si te anclaras a algo… a alguien… -terminó Kahili.
-¡Pues disculpa si me anclo a alguien para no desaparecer! -se quejó Anabel, poniéndose de pie, y alejándose de Kahili, aunque no tenía a donde ir. Kahili notó en el rostro de Anabel que algunas lágrimas se habían formado- No lo entenderías… el miedo que siento… el miedo de simplemente… desaparecer… ¿y qué si elegí a Looker como la persona que me ancla a no darme por vencida? Es mejor que aceptar la realidad de que, si me distraigo, podría olvidar quien soy… esto es lo que soy ahora, y lo que soy ahora se lo debo a él –resumió Anabel.
-No entiendo muy bien las cosas, pero está más que claro que no las entiendo porque no me las quieres explicar –le comentó Kahili, y Anabel bajó la mirada, sintiéndose deprimida-. Ani… no sé lo que te pasa. Solo entiendo que tienes una mente brillante, y que hay muchas cosas increíbles que puedes hacer… -sonrió Kahili.
-¡No tengo una mente brillante! ¡Tengo la peor mente de todas! –volvió a quejarse Anabel, sobresaltando a Kahili. Anabel tan solo se limpió las lágrimas traicioneras- Kahili… ¿qué pensarías de mí, si un día simplemente me olvido de quién eres? –le preguntó Anabel, y Kahili la miró con preocupación- Imagina que un día me ves en la playa como hoy lo hiciste… pero estoy confundida, no sé dónde estoy, no sé quién eres, estoy asustada… tú me recuerdas, pero yo no te recuerdo… ¿cómo te haría sentir eso? –Kahili no supo qué responderle, solo esperó a que Anabel terminara- Si eso me pasa… solo hay una persona que va a entender lo que está pasándome… solo hay una persona que podría ayudarme a entender las cosas… pero solo si esa persona está allí conmigo… ¿lo entiendes ya? ¡Necesito a esa persona! ¡No la deseo, pero la necesito para evitar volverme loca! –confesó por fin, y Kahili se acercó a Anabel, tomándola de los hombros, y abrazándola- Si tan solo él… pudiera enseñarme a permearme con el mundo como él lo hace… no tendría miedo de desaparecer como lo tengo ahora… Kahili… en cualquier momento, mi mente puede resetearse… y yo olvidaré a todos a mi alrededor… por eso no puedo estar con nadie más que con Looker –aceptó Anabel, y Kahili abrió sus ojos de par en par, y observó a Anabel con detenimiento.
-¿Resetearte? –preguntó Kahili, y Anabel asintió, estaba en un estado mental muy débil en esos momentos- Ani… te juro por el golf mismo, que realmente quiero ser tu amiga. Quiero comprenderte mejor que nadie, tener una confidente verdadera, y que puedas confiar en mí también… -le comentó Kahili, y Anabel la miró dudosa-. Acepto que te traje aquí con engaños, para acorralarte y que me dijeras que te gustaba o Ilima o Looker, era un tonto plan mío para decirte: "yo te ayudo y te apoyo en lo que sea Ani", y que nos hiciéramos muy buenas amigas. Me disculpo por eso, pero te juro en estos momentos que nada de lo que me digas, va a convencerme de que no quiero ser tu amiga… ¿puedes decirme de qué se trata esto de un reseteo? Te prometo escucharte… -comentó Kahili, y Anabel, accedió.
-Te contaré… pero no espero que me creas… -comentó Anabel, y se sentó nuevamente, confesándolo todo a Kahili. La chica escuchó todo lo que Anabel tenía que decir, no interrumpió en ningún momento. Al principio, la historia le pareció tan increíble, que Kahili sospechó que Anabel le estaba mintiendo para no decirle la verdad, pero al final de la misma, Kahili ya abrazaba a Anabel, le acariciaba la cabeza, e intentaba tranquilizarla de forma maternal-. La única esperanza que me queda… es poder fortalecer mi mente, y tener fe ciega de que, en el caso de que mis memorias perdidas regresen… pueda asimilarlas, y continué recordándolo todo… pero si eso no pasa, yo sé que solo Looker va a poder hacer algo al respecto… él… me ha demostrado que genuinamente quiere cuidar de mí… por eso el que me haga a un lado, me deprimió mucho hoy… me hizo sentirme como si realmente el que le importaba solo estaba en mi mente… -admitió Anabel, y Kahili lo comprendió todo.
-Ahora entiendo… -comentó Kahili, tranquilizando a Anabel con caricias en su cabeza-. Pero Ani, no puedes vivir con el miedo de resetearte de la nada. Podría pasar como podría no pasar –le explicó Kahili, y Anabel la miró con sorpresa.
-¿De verdad me crees? –preguntó Anabel, y Kahili asintió en esos momentos- Aun así… no estás en mi situación. Es obvio que vas a pensar que podría no pasarme –le comentó Anabel, visiblemente triste- Trato de entrenar mi mente… trato de tener esperanza… pero no tengo certeza de que va a funcionar. Looker… él tomó una decisión… el decidió hacerse cargo de mí… pudo simplemente irse y dejarme allí como la niña amnésica, pero no, él se quedó… decidí en ese momento, que me forjaría una nueva vida… dejé que su amigo Nanu me adoptara… y acepté vivir bajo las reglas de Looker, aprender de él… -le comentó Anabel.
-Y no creo que eso sea malo, pero también puedes hacerte una vida por ti misma –le comentó Kahili, y Anabel pensó al respecto-. Sé que piensas, que en cualquier momento te puedes resetear y olvidarlo todo, pero no estás tomando en cuenta a las personas que estamos a tu alrededor. Aún si tú nos olvidas, nosotros no vamos a olvidarte a ti –le comentó Kahili, y Anabel la miró con curiosidad genuina-. No estoy diciendo que vas a olvidarnos, eso puede o no puede pasar, pero si pasa… ¿crees que yo voy a olvidarme de mi mejor amiga? –preguntó Kahili, y Anabel se sorprendió por lo que decía Kahili-. Aun si tú me olvidas, que no voy a admitir que vas a olvidarme, yo no te voy a olvidar a ti, Anabel. Y voy a estar allí, me recuerdes o no me recuerdes. ¿Por qué solo Looker puede tener ese beneficio y no yo? –le preguntó.
-¿Eh? –se sorprendió Anabel, Kahili solo se cruzó de brazos- Bueno… pues porque Looker decidió hacerse cargo de mí… y él sabe perfectamente lo que le pasa a mi cerebro. Tú no tienes… esa obligación… -intentó decir ella.
-Looker tampoco tiene obligación alguna. Pudo haberte abandonado en ese momento, no lo hizo, bien por él, pero tú estás asumiendo que solo él te aceptaría inclusive si te resetearas, y los demás no lo haríamos –le comentó Kahili, y Anabel lo pensó-. Además, según entiendo te adoptó un tal Nanu. No te hubiera adoptado si no estuviera preocupado. Que no está en este momento y te cuida Looker es por razones distintas, los dos aceptaron cuidarte. Si te resetearas, estoy segura de que ellos volverían a aceptarte. Lo que me ofende es que creas que dos extraños a los que conociste de la nada, puedan aceptar esto, pero otros que te queremos no podamos hacerlo. Anabel, lo dije antes, y lo repito ahora, quiero convertirme en tu mejor amiga, y lo haré incluso si me olvidas, eso te lo prometo –finalizó Kahili.
-¿De verdad? –preguntó Anabel, y Kahili asintió con una sonrisa- ¿Aún si no puedo garantizarte que no voy a olvidarte? ¿De verdad quieres ser amiga de alguien así? –preguntó Anabel, y Kahili volvió a asentir.
-Claro, incluso iré a tu casa y te diré: "hola Ani, no me recuerdas, pero traje un álbum fotográfico y muchos videos de todas las cosas que hicimos juntas por años" –comenzó a actuar Kahili, divirtiendo un poco a Anabel-. "Aquí estamos tú y yo en el Festival de Pueblo Lilii" –continuó Kahili, sentándose nuevamente junto a Anabel, y pretendiendo que llevaba en manos un álbum fotográfico y lo hojeaba para mostrárselo-. "Aquí estamos en nuestra graduación. Ilima te llevó flores" –se burló Kahili, apenando a Anabel.
-¡Basta! –se quejó ella, y Kahili se regocijó en sus reacciones- No entiendo como si te gusta Ilima, intentas emparejarme con él. De todas formas, no puedo estar con él aunque me guste, lo olvidaría –comentó Anabel, y Kahili sonrió con ternura.
-Si eso pasa, como tu mejor amiga, hablaré con él y se lo explicaré todo –mencionó Kahili, tomando nuevamente de la mano de Anabel-. Entiendo que, por tu situación, sería muy molesto y complicado ir con cada persona que conoces diciéndoles que tienes un caso peculiar de amnesia, y que en cualquier momento podrías volver a ser una niña de 14 años sin importar cuanto tiempo pase. Pero si llegara a pasar, y para ese entonces ya sales con Ilima, yo que seré tu mejor amiga todavía, le contaré todo, ya que sabré todos los detalles de tu primera cita, sabré todos los detalles de cómo le preparaste chocolates para el día de los enamorados, y sabré incluso los detalles de su primer pleito, y del cómo lloraste por todo un fin de semana diciéndome que lo amas más de lo que te hace enojar –se burló Kahili, apenando a Anabel aún más-. A menos que me digas que no quieres a Looker solo porque él te aceptaría tal y como eres aún si te reseteas –finalizó.
-¡Eres de lo peor! –se apenó Anabel, Kahili solo se burló sonoramente de ella- Pero… me haría sentirme menos preocupada sobre un posible reseteo… el saber que no vas a odiarme por olvidarte, y que vas a estar allí conmigo –sonrió Anabel, y Kahili, conmovida, la abrazó con fuerza-. También quiero ser tu amiga, Kahili –aceptó ella.
-¡Comencemos a crear memorias juntas entonces! –exclamó Kahili entusiasmada, y Anabel asintió emocionada de igual manera- ¡Ya sé! ¡Has el Desafío de las Islas conmigo! –comentó Kahili, y Anabel esperó a que Kahili se lo explicara, notando que lo hacía con nostalgia- Cuando alguien en Alola cumple 11 años… puede ir a Pueblo Lilii, y pedirle al Kahuna en turno que lo prepare para el Desafío de las Islas –comenzó a explicarle Kahili, y Anabel asintió nuevamente-. Si tienes 11 años, inclusive te regalan a un Pokémon para que realices el desafío, a ti, y al amigo que aceptó venir contigo –prosiguió Kahili, y Anabel comprendió que Kahili no realizó el recorrido del Desafío de las Islas, porque nunca tuvo un amigo para iniciarse-. Tenemos 14 años… a esta edad se asume que tenemos un Pokémon. No nos darían un Pokémon inicial, pero… ¿quieres hacer el Desafío de las Islas conmigo? –preguntó Kahili, nerviosa.
-Kahili… -comentó Anabel-. No tengo idea de lo que es el Desafío de las Islas… pero si es algo para lo que necesitas a una amiga. Entonces, definitivamente, puedes contar conmigo –comentó Anabel, ambas rieron, y se abrazaron nuevamente.
Cementerio de Hauoli.
-¡Alola! ¿Puedo ayudarle? –recién llegó Looker al Cementerio de Hauoli, cuando fue recibido por un hombre regordete que llevaba en brazos varios tablones, pero quien interrumpió su caminata por el cementerio para atender a Looker.
-Ah, ¿es el administrador del Cementerio de Hauoli? –preguntó Looker al hombre regordete, de piel morena y cabello cano, quien mantenía siempre una mirada alegre, y quien dejó los tablones en el suelo para, tras limpiarse las manos, ofrecerle la misma a Looker.
-Soy el administrador de toda la isla, a decir verdad. Hala el Kahuna me llaman –se presentó el Kahuna. Looker hizo memoria, y recordó a Nanu mencionar algo sobre un nuevo puesto que le habían ofrecido, siendo este el de Kahuna de la Isla Ula-Ula, por lo que rápidamente hizo conexión con el puesto-. Usted debe de ser el nuevo Detective que se mudó a la casa de la Ruta 01. Creo que Nanu lo mencionó, ¿Looker? –preguntó.
-El mismo –aceptó Looker-. Es un placer conocerlo, Kahuna Hala. Pero puedo ver que está ocupado, no quiero interrumpirlo. Solo quería visitar al velador, Braiden, para hacerle unas preguntas –buscó Looker por los alrededores.
-Ah, Braiden… me temo que no está en condiciones para responder preguntas de momento –comentó Hala, lo que llamó la atención de Looker-. Me comentó que tuvo un accidente en Pueblo Po… este accidente aparentemente lo dejó muy lastimado de las manos, y por eso tuvo que renunciar a su anterior trabajo como albañil –le explicó Hala. Looker, interesado en lo que decía, comenzó a tomar notas.
-¿Sabe qué tipo de accidente tuvo el señor Braiden? –preguntó Looker, Hala alzó una ceja, preguntándose si debería de responder- Kahuna Hala, soy Detective. Es mi trabajo indagar sobre este tipo de cosas –le recordó Looker.
-Oh, lo entiendo, lo entiendo, no pretendía faltarle al respeto –comentó Hala sonriente-. Solo, me llamó la atención su seriedad. Con gusto le contesto a sus preguntas Detective, pero siento que está muy tenso, debería relajarse, esto es Alola –comentó Hala, Looker solo sonrió nerviosamente sin querer faltarle al respeto a Hala-. Según me informó Braiden, tuvo un accidente automovilístico en Pueblo Po. No me dio muchos detalles al respecto, solo me dijo que cayó por una colina cercana a la Mansión Kalulani –comentó Hala, Looker subrayó el nombre de la mansión en sus notas-. Por el accidente, se lastimó los nervios de sus manos, ahora tiemblan mucho, y no puede realizar tareas de albañilería. Pidió un trabajo como velador aquí en el Cementerio de Hauoli, pero hoy tocaban labores de mantenimiento del cobertizo en el que se guardan las herramientas, así que le dije que me encargaría y que él descansara –explicó Hala.
-Vaya coincidencia… justo el día después de que un Detective se aparece en su casa –meditó al respecto Looker-. Kahuna Hala, me temo que no entiendo muy bien las funciones de un Kahuna… ¿usted es su jefe? ¿Trabaja como compañero de Braiden? ¿Tiene mucho tiempo de conocerlo? –preguntó Looker.
-Bueno, una pregunta a la vez –comentó Hala, frotándose la barba-. Un Kahuna… bueno, somos quienes precedimos o representamos a los Tapu de cada una de las Islas de Alola –le comentó Hala, y Looker suspiró por, nuevamente, estar lidiando con algo relacionado a los Tapus-. Normalmente somos tres Kahuna, aunque haya cuatro Tapu. Esto ha sido así por muchos años ya que en la Isla Ula-Ula el papel de Kahuna lo desempeñaba la cabeza de la Casa Kalulani, a quien se consideraba un Kahuna independiente, al menos hasta hace un par de semanas que se le asignó el puesto a Nanu –comentó Hala, y a Looker le llamó la atención aquel detalle.
-Todo parece que se detonó hace dos semanas… -dedujo Looker-. No me había puesto a pensarlo, pero… Anabel llegó hace dos semanas a Prado Pony –recordó Looker, Hala solo lo miró con curiosidad-. Ah… divagué un poco, Kahuna Hala. Me dice que la asignación de Nanu fue hace dos semanas. ¿Hay alguna razón? –preguntó Looker.
-Bueno… no se ha hecho público todavía, pero supongo que usted es un detective y debería saberlo –comenzó Hala, y Looker encontró en su lenguaje corporal algo preocupante. Hala estaba nervioso-. Detective, voy a tener que pedirle que tenga una relación más cercana con los Kahuna de ahora en adelante. Todos tenemos el bienestar de Alola como prioridad, y sospechamos que algo ha estado pasando, algo que inició hace dos semanas –le explicó Hala, y Looker asintió-. Hace dos semanas… la cabeza de la familia Kalulani fue encontrada muerta… -comentó Hala, y Looker se sorprendió-. Este tipo de problemas… no solemos tenerlos en Alola, Detective. Normalmente los Kahuna nos encargamos de que todo en Alola esté en perfectas condiciones, que los Tapus estén felices, que haya abundancia. Pienso que, el que lo hayan asignado no pudo ser en mejor momento. Le diré todo lo que sé, pero tendrá que ser en un lugar más privado –comento Hala.
-Lo entiendo… -comentó Looker, aún sorprendido-. Entonces… es probable que las sospechas de Mitchell hayan sido correctas, y el accidente en Pueblo Po no haya sido un… accidente… -meditó al respecto Looker, y Hala notó que él ya tenía ciertas sospechas-. ¿Dónde podemos hablar, Kahuna Hala? –preguntó Looker.
-Quiero decirle que en mi casa en Pueblo Lilii. De hecho, voy para allá en estos momentos. Solo traje la madera para comenzar mañana con las reparaciones –le explicó Hala, y Looker asintió-. Bueno, eso no es enteramente cierto. La verdad es que iba a comenzar con las reparaciones hoy, pero recibí la solicitud hace una hora de manos de uno de mis guías, de que un par de jovencitas querían realizar su iniciación para el Desafío de las Islas. Espero que eso no le moleste, yo entiendo perfectamente que los Detectives no descansan, pero como Kahuna, no puedo dejar que la gente se preocupe por crímenes en un lugar como este. Los Kahunas cooperaremos con usted, le ayudaremos en todo lo que podamos, incluso pagaremos por sus servicios, con la condición de que Alola permanezca siendo alegre, y un ejemplo a seguir para todas las demás regiones –le pidió Hala.
-Umm… no puedo decir que me agrada, Kahuma Hala… -aceptó Looker, preocupando un poco a Hala-. Pero, puedo ver que es una persona sincera, y que genuinamente se preocupa por el bienestar de la gente de Alola. No me gusta, pero entiendo perfectamente lo que es mantener las apariencias por el bien de las masas. Esperaré a que se desocupe y lo visitaré otro día para continuar con las indagatorias –aceptó Looker.
-Y yo le juro por los Tapu, que siempre le daré el apoyo que necesite, Detective –terminó Hala, Looker reverenció, intentó retirarse, pero Hala lo detuvo-. Detective –comentó Hala, y Looker se viró para verlo-. Siento que, si va a ser parte de Alola, por el tiempo que sea, es importante que conozca mejor a su gente. ¿Por qué no viene conmigo a Pueblo Lilii? Seguro le agradará ser parte del Festival de Pueblo Lilii. Siempre estamos listos para celebrarlo –sonrió Hala.
-Bueno… hoy Anabel se molestó conmigo porque no le enseñaba más sobre Alola… supongo que puedo aceptar la invitación si me permite invitarla a ella –comentó Looker, y Hala comenzó a sonreír-. Anabel es la hija adoptiva del Kahuna Nanu, quien está bajo mi cargo en estos momentos. Me gustaría que comenzara a involucrarse más con las tradiciones locales –comentó Looker.
-Eso me parece estupendo, porque, curiosamente, creo que ella ya ha comenzado a involucrarse de cuenta propia en nuestras tradiciones, mi estimado Detective –comentó Hala, y Looker lo miró con curiosidad-. El Festival de Pueblo Lilii que se celebrará esta noche, es en honor a Kahili de la Isla de Akala, y de Anabel de la Región Hoenn –sonrió él.
Pueblo Lilii.
-Looker no ha regresado a casa, Kahili –Anabel llegó ante Kahili ya vestida, en este caso vistiendo la misma ropa con la que había llegado hace dos semanas a aquella playa de Prado Pony, y con su Croagunk detrás de ella. Kahili había estado esperando por ella en la entrada de Pueblo Lilii, vistiendo su uniforme de golfista, que era lo mejor que tenía para la celebración de un festival que simplemente se celebraba de la nada en Pueblo Lilii.
Para celebrar el Festival de Pueblo Lilii, bastaba únicamente con que el Kahuna Hala estuviera en la isla, y disponible para la celebración del mismo. Cuando se le informaba a los guías de que dos entrenadores deseaban tomar el recorrido del Desafío de las Islas, ellos buscaban al Kahuna, y tras recibir la confirmación, daban la noticia al pueblo, y así como así, todo el pueblo se preparaba, y siendo la Isla Melemele tan pequeña como era, la noticia corría rápidamente, y los interesados se hacían presentes, trayendo comida, bebida, instrumentos musicales y antorchas, mientras se esperaba al atardecer, y al Kahuna Hala para realizar la ceremonia. Solo que la ceremonia no realizaba distingos, solo se necesitaba a los interesados en tomar en desafío, al Kahuna, y todo empezaba. Si faltaba algún familiar o amigo no importaba porque la gente de Alola simplemente decía que todos eran familia.
-Ani, el Kahuna ya viene para acá… ¿no tienes el celular de Looker o algo? –preguntó Kahili, y Anabel movió su cabeza en negación-. ¿Cómo no puedes tener el celular de tu tutor legal? –preguntó Kahili sorprendida.
-Kahili, no tengo siquiera celular. Looker dijo que lo compraríamos este fin de semana, antes de decirme que tenía que trabajar –recriminó Anabel, y Kahili comenzó a preocuparse-. Sé que estoy enojada con Looker por dejarme sola en fin de semana, pero… de verdad quería que él estuviera para esto… ¿hay forma de que nos den más tiempo? –preguntó Anabel.
-La tradición dicta que el Festival de Pueblo Lilii debe de celebrarse al atardecer. Alola es una región de tradiciones, Ani. O se celebra o no se celebra, todo Pueblo Lilii está tan acostumbrado a celebraciones de la nada que ya están festejando –apuntó Kahili, y Anabel se preocupó de ver ya a gente bailando, comiendo y bebiendo-. Bienvenida a Alola, la región donde todo mundo busca una excusa para celebrar cualquier cosa. Ani, si Looker no llega podemos celebrar esto mañana, estoy segura de que al Kahuna Hala no le va a molestar –insistió Kahili, y Anabel asintió-. Lo único que me preocupa es… bueno… que cierto niño guapo vino muy emocionado cuando se enteró de en honor a quien se celebraba el festival –le comentó Kahili, apuntando con el rostro, y Anabel se apenó al ver a Ilima en primera fila de la arena donde se celebraría el encuentro.
-¿Ilima vino? –se estremeció Anabel, y entonces encontró a varios de sus compañeros de clases junto a Ilima, incluida una molesta Hiromi, aunque el ambiente con sus compañeros de clases aparentemente ya no era tan inestable. Anabel también logró ver a Tatiana y a Joshua entre el público, tomados de las manos además. Anabel comprendió entonces, que había logrado impactar a varios de sus compañeros positivamente, y que incluso habían venido a celebrar con ella- Si cancelo el festival en estas condiciones, no solo podría decepcionar a Ilima… -meditó Anabel.
-Sino que nuestros compañeros, quienes apenas nos toleran, podrían molestarse. ¿No es así? –preguntó Kahili, y Anabel asintió en ese momento-. Bueno, la verdad a mí la única opinión que me importa es la tuya. Nadie importante para mí está presente de todas formas, solo Ilima, pero creo que es obvio que es más importante para ti –comentó Kahili con una sonrisa, misma que apenó a Anabel-. Mi padre no pudo venir, era de esperarse, no podía cancelar todo en Isla Akala para venir al espontaneo festival de su hija. Así que a mí me da igual si lo hacemos hoy u otro día, pero, ¿qué hay de ti? ¿Quieres esperar a Looker? –preguntó Kahili, y Anabel miró de reojo en dirección a Ilima, quien la notó, y sonrió para ella, apenándola aún más.
-Eres mi amiga, solo por eso voy a admitirlo en tu presencia –comentó Anabel, y Kahili sonrió-. Definitivamente me gusta Ilima, no lo voy a negar –confesó Anabel, Kahili asintió, comenzó a virarse para atender al festival, pero Anabel la detuvo-. No he terminado… -comentó ella, y Kahili se viró a verla-. Definitivamente me gusta Ilima… pero… quiero que Looker esté aquí para ver esto conmigo… -admitió Anabel-. Si Looker no está… prefiero posponerlo, no me importa quien se enoje, incluso si se enoja Ilima… -se apenó Anabel.
-Eres… demasiado complicada, ¿lo sabías? –preguntó Kahili, y Anabel asintió aceptando el reclamo-. Que se enojen entonces –sonrió de regreso Kahili, alegrando a Anabel, aunque Kahili entonces abrió su boca en señal de sorpresa-. O… puedes ir a explicarle a tu tutor legal el cómo te niegas a celebrar el Festival de Pueblo Lilii si él no está presente –sonrió Kahili.
-No entiendo –comentó Anabel, Kahili apuntó con su rostro, y Anabel se dio la vuelta, encontrando a Hala y a Looker llegando a Pueblo Lilii-. ¡Looker! –exclamó Anabel alegremente, aunque, inmediatamente después se molestó y lo encaró- ¿Dónde estabas? ¡Te busqué por toda Hauoli! –se quejó Anabel.
-Alola Anabel –respondió Looker de forma burlona, lo que molestó aún más a Anabel, quien viró el rostro, apenada-. Tú debes ser Kahili… oh, eres la niña de aquella vez –recordó Looker la amenaza de Kahili.
-La amenaza sigue en pie, señor Looker –comentó Kahili sonriente-. Aunque, solo será mientras Ani quiera que la mantenga. La verdad pienso que usted es una persona muy agradable –sonrió Kahili, apenando a Anabel.
-¡Woo! –escucharon los presentes al Profesor Kukui, quien llegaba en ese momento- Alola primos y primas. Detective, me alegra que haya llegado para el festival –exclamó Kukui alegremente, y golpeando la espalda de Looker a palma abierta.
-¡Wauh! ¿Qué se celebra? –se distrajo entonces Kukui, encontrando a Burnet llegando al pueblo- Oh, lo siento –se apenó Burnet, notando que con su comentario entusiasta había interrumpido a Kukui, quien aparentemente deseaba retar a Looker a una batalla Pokémon, evidente por la Pokébola en manos de Kukui-. No quería interrumpir… es solo que… en Unova no se celebran este tipo de cosas… -comentó apenada.
-Ah… no hay problema prima, te explico –comentó Kukui- ¿No hay problema verdad Detective? Primas antes que primos, ¿verdad? –comentó preocupado por las reacciones de Looker. Quien sonrió ante las preocupaciones de Kukui.
-Primas antes que primos, Profesor Kukui, no se preocupe –comentó Looker, alegrando a Kukui, quien velozmente se fue a parar junto a Burnet, quien se apenó un poco ya que Kukui solo llegaba en sus bermudas verdes y sin nada que le cubriera el pecho
-Es un festival en honor a Tapu Koko –continuó con la explicación Kukui, solo que esta vez era una explicación personalizada-. Combatimos en honor a Tapu Koko –le explicó llevándose a Burnet a la arena, quien sonreía coquetamente en dirección a Kukui.
-Bueno, supongo que yo explicaré de este lado. Alola, Anabel –saludó Hala, y Anabel reaccionó y miró a Hala-. Soy Hala, el Kahuna de Melemele, elegido por Tapu Koko para proteger esta isla –se presentó Hala, y Anabel instintivamente hizo una reverencia-. Como mencionó Kukui, en el Festival de Puebo Lilii celebramos a todos aquellos quienes desean participar en el Desafío de las Islas, teniendo una batalla Pokémon entre ellos en honor a la deidad protectora de Melemele, Tapu Koko –explicó Hala, y tanto Anabel como Kahili asintieron-. Normalmente, es también parte del rito el presentarles a los que participarán en el mismo, a su primer Pokémon, el cual se le entrega a cualquier iniciado a sus once años. Pero, tanto Kahili como tú, Anabel, ya sobrepasan esa edad, y tienen a sus Pokémon propios. Espero no sea molestia, pero el vínculo con sus Pokémon ya ha sido creado, hacer un vínculo con otro Pokémon, no sería correcto –explicó Hala.
-¿Vinculo? –comentó Anabel preocupada, mirando a Croagunk, y después a Looker- Me pregunto si esto está bien. Croagunk no es exactamente mi Pokémon –le comentó Anabel a Looker, quien movió su cabeza en negación.
-Croagunk es tú Pokémon –insistió Looker, y Croagunk se presentó ante Anabel, saludando. Anabel no estaba convencida, quería a Croagunk, pero ella sabía que realmente, y aunque Looker no deseara admitirlo, era el Pokémon de Looker-. Bien, hagamos esto… -comentó Looker, comprendiendo que Anabel no se sentía cómoda con la situación-. Es nuestro Pokémon –le comentó Looker, Anabel parpadeó un par de veces-. De esa forma, aunque esté siempre contigo, tendrás a un buen amigo protegiéndote siempre. ¿No es así pareja? –comentó Looker, Croagunk se emocionó porque Looker lo aceptara como su pareja, y con ojos llorosos asintió, aceptando la orden. Anabel también reaccionó, pero por vergüenza, aunque regresando a Croagunk a su Ultra Bola de todas formas. Hala y Kahili intercambiaron miradas, el Kahuna se rascó la cabeza pensando que no era válido, pero aceptó el extraño vinculo de todas formas.
-Si ambas están listas, podemos dar inicio a la batalla del Festival de Pueblo Lilii –comentó Hala, Anabel y Kahili intercambiaron miradas, asintieron, y aceptaron al unísono-. Bien, síganme a la arena entonces –pidió Hala, Anabel y Kahili lo siguieron, y los invitados al festival, dejaron de bailar, de cantar y celebrar, para prestar atención a la ceremonia. El Kahuna Hala entonces se postró en la arena de batalla, mientras Kahili y Anabel esperaban a que terminara con las presentaciones-. Por toda la vida en nuestras islas, y por todos aquellos que toman el Desafío de las Islas con alegría en sus corazones, oramos por su protección, por la de ellos, y por la de todos en Melemele –pidió el Kahuna Hala, y por unos instantes se hizo un silencio respetuoso, que, aunque Looker y Anabel no podían compartir por no ser parte de los creyentes en las tradiciones de Alola, mantuvieron por respeto a los pobladores-. Que esta batalla Pokémon sea una ofrenda para nuestra deidad guardiana, ¡Tapu Koko! –celebró Hala, aunque Looker tuvo que tragarse una mueca- Ante ustedes se encuentra Kahili, nacida en Akala, protegida por Tapu Lele, quien presenta respetos a Tapu Koko esta noche –presenta Hala, Kahili sube al templete de madera, y realiza el saludo de Alola, en dirección a las Ruinas del Conflicto, hogar de Tapu Koko-. Ante ustedes se encuentra Anabel, mente aguda resuelve misterios de Hauoli –presentó Hala, y Anabel, apenada por la presentación, subió al templete sin saber qué hacer. Kahili solo sonrió para tranquilizarla-. Kahili, Anabel, liberen el poder de sus Pokémon –terminó Hala, y Kahili, miró a Anabel con una determinación inquietante.
-¡Es hora de ver a quién de las dos favorece el viento, Anabel! ¡Ve Pikipek! –llamó Kahili, y su Pokémon se materializó alegremente. Anabel tomó su Ultra Bola entonces, lanzó la misma, y Croagunk se materializó, con todo y su gorro de policía, lo que confundió a varios de los presentes que no lo conocían.
-Hagámoslo, Kahili –comenzó Anabel, pero entonces se percató de algo importante-. Un momento… esta es una batalla injusta, Croagunk en su Pokémon entrenado por la Policía Internacional Pokémon –recordó Anabel, preocupada por humillar a Kahili.
-Jeh, yo no me preocuparía por nosotros, Anabel –comentó Kahili, agachándose, y poniéndose en pose de sentadilla, usando un palo de golf como soporte, y mirando fijamente a Croagunk. Aquella mirada llamó bastante la atención de Anabel-. ¡Pikipek, Picotazo! –anunció Kahili, Croagunk lo vio venir y se preparó para evadir a Pikipek, pero para sorpresa de tanto Anabel, como de Croagunk, y Looker, el impacto fue directo- ¡En el hoyo! –y no solo aquello, sino que Croagunk realmente resintió el golpe.
-¿Un golpe crítico? –preguntó Anabel, mientras Croagunk se tomaba del lugar donde había sido impactado- Pero… aún si fue un golpe crítico además de ser un ataque muy efectivo, Croagunk debió haberlo resistido… -lo pensó Anabel, mientras Kahili mantenía una sonrisa y su mirada penetrante en dirección a Croagunk-. Bueno, supongo que ese golpe fue suficiente para no llamarlo una humillación. ¡Croagunk, Puño Hielo! –ordenó Anabel.
-Derecha con dirección al viento –comentó Kahili, Pikipek extendió las alas, y evadió el ataque de Croagunk, nuevamente para sorpresa de Anabel, del Looker y de Croagunk- ¡Danza de Plumas! –continuó Kahili, Pikipek lanzó sus plumas en dirección a Croagunk, quien quedó ligeramente rodeado por las mismas, pero se liberó, y atacó a Pikipek con su Puño Hielo- Cierra alas y salta –ordenó Kahili, Pikipek así lo hizo-. Ahora abre y Picotazo –continuó Kahili, y tras abrir las alas, Pikipek asestó un potente picotazo en Croagunk.
-Está… leyendo el viento… -dedujo Anabel, notando la forma en que Kahili mantenía la atención, en este caso en el movimiento de las plumas de Pikipek-. Lo que se esperaba de una golfista, pero ahora que sé que no hay forma de humillarte. Dos pueden jugar ese juego –aceptó Anabel, separando las piernas, y entrando en pose de artes marciales, Croagunk la notó, y optó la misma.
-¿Judo? –preguntó Looker, mientras Kahili ordenaba un ataque, Anabel entonces cambió la forma, Croagunk escuchó e hizo lo propio- Aikido… -susurró Looker, comprendiendo lo que estaba ocurriendo, e impresionándose.
-¡Venganza! –ordenó Anabel, Croagunk obedeció, atrapando el pico de Pikipek, y usando la velocidad aumentada del Pokémon tras impulsarse por el viento, y clavándole el pico contra el suelo de madera- ¡Ahora! ¡De zurda y Puño Hielo! –ordenó Anabel, Croagunk obedeció, impactó a Pikipek, y lo lanzó a los pies de Kahili.
-¡Atacó usando el viento a su favor! –se impresionó Kahili, y entonces miró a Anabel, quien sonreía emocionada- No… ella no puede ver el viento como nosotros, Pikipek. Más bien leyó tus músculos, y ordenó a Croagunk a atacar en respuesta a ellos –sonrió Kahili igual de entusiasta-. ¡Ceguemos su vista! ¡Bala Semilla! –ordenó, Pikipek obedeció.
-¡Despedázalas con Golpe Veneno! –Croagunk obedeció, las Balas Semillas quedaron pulverizadas, y Pikipek avanzó con su Picotazo listo, muy rápido esta vez para que Anabel pudiera leer por donde venía, por lo que Pikipek asestó- ¡Tómalo del pico y Venganza! –ordenó Anabel, Croagunk logró atrapar a Pikipek, y Croagunk lo azotó al suelo- Pensé que habías dicho que no eras buena en las batallas –sonrió Anabel mientras veía a Pikipek reponerse.
-Soy modesta –aceptó Kahili-. Abre alas, elévate, cierra y Picotazo en picada –ordenó Kahili, y el proceso de leer el viento de Kahili, y responder al leer los músculos de los Pokémon de Anabel, se repitió por un buen rato, hasta que al final, lo que realmente definió la batalla fue la diferencia de niveles, cuando Croagunk después de varios intentos logró acertar a Pikipek con fuerza, y noquearlo- ¡Aaaaah! –se sobresaltó Kahili, atrapando a su Pikipek noqueado- Diantres… el viento no me favoreció esta vez –se quejó Kahili, pero mantuvo su sonrisa, Anabel y Croagunk intercambiaron miradas, y chocaron manos alegremente, desde las Ruinas del Caos entonces, se escuchó un grito alegre, y Hala, sonriente, subió a la arena.
-Un excelente combate, no se requirió siquiera de preguntarle a Tapu Koko, ustedes mismos lo oyeron –celebró Hala, y se acercó a Kahili y a Anabel, ambas con Croagunk y Pikipek a su lado-. Kahili, eres de Akala, y tú Anabel, de algún lugar de Hoenn. Pero hoy, gracias a este combate, ambas son Melemele –declaró Hala, y ambas sonrieron agradecidas-. Les entrego a ambas, la Banda Z, y su Amuleto del Desafío de las Islas –les entregó Hala a ambas, Kahili miró el amuleto con entusiasmo, Anabel no entendía mucho, pero Kahili, notándolo, tomó el amuleto de Anabel.
-Tú llevas el tuyo en tu oreja izquierda –comentó Kahili, amarrando el amuleto de Anabel como si fuera un arete, y entonces comenzó a atarse el suyo de igual manera-. Yo llevaré el mío en mi oreja derecha. Más tarde les daremos una mejor forma, pero en estos momentos, así es como sellamos nuestra amistad –sonrió Kahili nuevamente, y Anabel aceptó.
-Un lindo gesto –aceptó Hala, y tomó a cada una del hombro-. Anabel, Kahili, mañana explicaré a ambas en qué consiste el Desafío de las Islas. ¡Hoy celebramos! ¡Coman! ¡Beban! ¡Bailen! ¡Diviértanse! –celebró Hala, y la fiesta comenzó, con todos los presentes alegres, y celebrando, como una gran familia.
Ruta 01. Casa de Looker y Anabel.
-¡Uwah! ¡Estoy tan agotada! –comentó Anabel una vez que por fin llegaron a la casa, e inmediatamente tras entrar se desplomó en el sillón de la estancia junto a Croagunk, ambos satisfechos por la celebración- Primero pensé que era injusto enfrentarme en batalla a Kahili, pero vaya que me llevé una sorpresa. ¡Y pude bailar con Ilima! –celebró Anabel apenada, Looker lo observó todo con una sonrisa.
-Me alegra que te hayas divertido. Es mucho más satisfactorio ver a una Anabel feliz –declaró Looker, y Anabel asintió un buen número de veces-. Mañana tengo que ir a hablar con Hala, y por lo que entiendo, también te explicará en qué consiste esto del Desafío de las Islas. Así que será mejor que durmamos y estemos listos para mañana –le comentó Looker, quitándose su gabardina, y colocándola en la silla para prepararse para descansar.
-¿Eh? Pero si no te he visto en casi todo el día –se quejó Anabel, levantándose del sillón y dirigiéndose a Looker, quien se quitaba la corbata en esos momentos-. Quiero decir, estoy tremendamente agotada. Practica de Krav Maga en la mañana, natación con Kahili, y todo lo del Festival de Pueblo Lilii, en el que tuve la oportunidad de bailar un buen rato, pero apenas y te vi… ¿no podemos… por lo menos… ver un poco de televisión juntos? –le pidió Anabel, sonrojada. Looker suspiró, él sabía lo que estaba pasando, razón por la que se preparó para poner sus barreras- Por favor… solo un episodio del Detective Laki… adivinamos quien es el culpable, el que pierde lava los platos o algo así… -le pidió.
-Anabel… -intentó decir Looker, pero la mirada de esperanza de Anabel, que era muy diferente a la mirada de la niña deprimida que había conocido antes, derrumbó todas sus barreras-. Está bien –aceptó Looker, y Anabel celebró agradecida-. Pero ponte tu pijama. Estás tan cansada que seguro te quedas dormida al primer comercial –se quejó Looker.
-Claro que no. No te he visto en casi todo el día, no voy a desperdiciar el poco tiempo que me queda del sábado quedándome dormida –se fastidió ella, y rápidamente fue a ponerse la pijama, mientras Looker se acomodaba en la sala, y momentos más tarde Anabel llegaba, se sentaba a su lado, e incluso Croagunk llegaba con un bowl de palomitas para ver el programa del Detective Laki, que a estas horas siempre tenía un maratón al parecer. Sin embargo, y tal como Looker lo había predicho, apenas llegó el primer comercial, y Anabel ya había comenzado a cabecear.
-Te lo dije –sonrió Looker tras demostrar que estaba en lo correcto. Croagunk ya dormía, pero Anabel hacía un esfuerzo por mantenerse despierta, aunque ya no entendía el programa del todo-. Solo duérmete, Anabel… el programa se repite por las mañanas –comentó Looker.
-Esto… no se trata del programa… -le mencionaba Anabel, esforzándose, pero ya estaba llegando a su límite-. Se trata… de pasar tiempo… contigo… y así no… olvidarte… -y, aun así, no logró permanecer despierta, y derrotada se quedó dormida en el sillón, recargada en el hombro de Looker, quien suspiró, intranquilo.
-Por todos los cielos… -se quejó Looker, levantándose, y levantando a Anabel, llevándola hasta su habitación, y colocándola sobre el futón, tapándola. Croagunk entró perezosamente en la habitación también, bostezó, y se acomodó entre los brazos de Anabel para dormir. Looker los miró a ambos, y se rascó la nuca-. ¿Qué se supone que voy a hacer al respecto de esto? –se preguntó Looker, salió del cuarto, y cerró la puerta.
