"Tigres entre la Maleza"
Las explosiones , los disparos y el grito de los soldados son escuchados como ecos terroríficos por el bosque del Mato Grosso a medida que las fuerzas argentinas avanzan por este. En cambio en una trinchera fuerzas brasileñas conformada por soldados y milicianos tratan de frenar el avance argento, entre ellos se encontraba "Camilo" un soldado brasileño de 18 años el cual disparaba con terror hacia la oleada de soldados de uniforme negro que se lanzaba contra ellos. Sus disparos al igual que el de sus compañeros acaban con varios de ellos pero eran las ametralladoras quienes los acribillaban a montones, podía ver como la sangre salía a chorros por cada impacto de bala que daba en su blanco, también eran destrozados y lanzados por los aires por la granadas brasileñas. Camilo podía ver la misma expresión de terror en aquellos soldados que caían muertos a la tierra teñida de sangre, pero entre todo el horror y el caos noto algo raro en aquellos soldados. Como se había dicho anteriormente estos vestían un uniforme negro con una banda roja en el antebrazo derecho la cual tenia escrita unos números en blanco, algunos llevaban diferentes cascos militares pero la mayoría, y eso era lo extraño. Llevaban un casco que si a Camilo no le falla la memoria diría que es un casco romano, también entre los gritos de sus compañeros y los disparos pudo escuchar como los soldados que usaban el casco romano gritaban palabras en un lenguaje extraño que no había escuchado. Fue en ese momento que recordó que en Argentina se había abierto un portal hacia otro mundo, quizás... no definitivamente esos individuos venían de aquel mundo. Se alivio un poco al ver que eran humanos ya que la propaganda brasileña describía a criaturas parecidas al mítico lobizón al servicio de los argentinos, de repente los disparos cesan pues aquellos soldados de negro yacían todos muertos en la tierra. El sargento de su escuadrón les ordena que revisen su munición ya que era la tercera oleada que los argentinos les tiraban y la munición ya comenzaba a escasear, Camilo recarga de rifle cuando de pronto escucha alguien a lo lejos gritar en español ,-"CUARTA LINEA LISTA!"-, seguido del silbido de un silbato y un grito de guerra. De nuevo otra oleada se lanzaba contra ellos y de nuevo los rifles y ametralladoras comenzaron a disparar creando otra masacre, Camilo de nuevo dispara su rifle preguntándose cuando acabara todo esto.
Atrás de los brasileños entra la maleza y los arboles una figura escondida los observaba, aquella figura era cubierta por la sombra de los arboles haciendo que lo único que se notara era el brillo dorado de sus ojos felinos, la figura se mueve sigilosamente entre la sombras y maleza. La luz que la ilumina por momento revela una figura femenina uniformada pero también una cola felina y también la orejas felinas que sobresale por unos huecos en su casco de acero. Pues ella era un miembro de la llamada "gente gato" provenientes de aquel mundo de fantasía. Su nombre era Sofriss y tenia 27 años, ella podía escuchar los gritos de los batallones penales siendo masacrados por el fuego enemigo, ella no sentía ni las mas minina pena por ellos. Ya que en su mayoría los batallones penales era conformados por saderanos capturados durante la guerra, los mismo que durante cientos de años mantuvieron a su gente marginada y esclavizada, los recuerdo del brutal trato y abuso sexual durante su vida de esclava siguen clavados en su memoria. Parecía un infierno que nunca iba a terminar hasta que los argentinos llegaron, aun recuerda como los soldados argentinos llevaron a rastras a su "amo" quien se rehusó a liberarla, como lo empujaron contra la pared de un muro y lo ejecutaron junto a todos aquellos bastardos esclavistas. Sofriss recuerda como los médicos trataron sus heridas y después junto a los demás esclavos liberados fue enviada a la colina Alnus en un pueblo que los argentinos habían construido para los refugiados y locales, fue allí que su vida cambio de manera positiva y pudo por fin saber lo que es la libertad. En el hospital de aquel pueblo conoció a Roberto el medico que la ayudo a recuperarse tanto física como mentalmente, el la llevaba por el pueblo para que viera como su gente y otras razas vivian en libertad con las oportunidades de tener una vida mejor, tanto el como sus amigos le decían "tigresa" de cariño debido al patrón de su pelo coincidía con la de un tigre. Ella tenia sentimientos por el pero por timidez no se lo decía, cuando llego el invierno Roberto fue asignado como medico de campo en las líneas defensivas del norte, fue en ese momento que ella juro que cuando el volviera le confesaría sus sentimientos. Pero lamentablemente un día nevado las noticias de la ofensiva saderano llegaron a Alnus y con ella los cuerpos de los caídos, para la desgracia de Sofriss Roberto estaba entre ellos. Ella recuerda con tristeza como lloro por días sumida en una depresión, pero esa depresión poco a poco se transformo en ira, como se atrevían esos malditos a quitarle lo único que ella amo en ese maldito mundo de porquería. Fue así que sumida en la venganza se alisto como voluntaria en el ejercito argentino, pero su venganza contra los saderanos no se pudo consumir debido a que para cuando su entrenamiento había acabado, el imperio saderano ya había caído. Sin su venganza lo único que le quedaba era servir y proteger a la nacion que la libero, por eso ahora se encontraba en algún lugar del Mato Grosso pero no estaba sola pues ahora se había reunida con su unidad conformada por varias de sus "hermanas" y guerreras conejo. Atrás de ellas se encontraban varios tanques como el Nahuel-Dl 43 y el DL-52, encima de ellos de ellos se encontraban "Druidas" hechiceros especializados en la magia natural que hacia que la vegetación se moviera dándole paso a los tanques, Sofriss se acerca a uno de los tanques y acaricia el dibujo de un tigre en la coraza. La excitación de caza hace que sonríe malévolamente pues el enemigo no sabrá lo que le golpeo.
Camilo había disparado su bala la cual acabo con un soldado enemigo, estaba por recarga sus ultimas balas en su rifle cuando de pronto escucho un ruido viniendo atrás de ellos. Pudo reconocer que era el ruido distintivo de las arugas de un tanque, ¿acaso por fin los refuerzo habían llegado?, pero como lograron meter los tanques por todos esos arboles y... fue con horror que se dio cuenta de que los arboles y la maleza se movían a un lado por si mismo, como si hubieran cobrado vida propia se se movieron con sus raíces dándole paso a unos tanques los cuales no eran brasileños sino argentinos. Para cuando estaba a punto de avisarle a su sargento los tanques disparan sus cañones sumergiendo la trinchera en varias explosiones, para cuando Camilo se recupero vio como sus compañeros eran acribillados por las ametralladoras de los tanques. De repente sintió otro masivo grito de guerra al frente de ello y vio como los verdaderos soldados argentino cargaban contra ellos, también sintió otro grito de guerra parecido al de los indígenas solo para ver como las temidas lobizonas se lanzaban hacia ellos desde los tanques. Vio como aquellas mujeres se habrían paso disparando sus ametralladoras acabando con sus compañeros, solo para después sacar sus cuchillas y lanzarse dentro de la trinchera. Camilo quedo paralizado del terror al ver como sus compañeros eran masacrados por esas "bestias" femeninas, se podía notar que la lucha cuerpo a cuerpo era su fuerte a la vez que degollaban, apuñalaban y cortaban con rapidez y delicadeza a sus compañeros. La trinchera comenzó a llenarse de los cadáveres mutilados de sus compañeros a la vez que la sangre teñía la tierra de rojo, Camilo trato de apuntar y disparar su rifle pero solo podía ver con horror como las lobizonas se habrían paso hacia el masacrando a sus compañeros, los gritos de los caisos solo aumentaba el terror que el sentía. De repente sintió como algo se abalanzaba sobre el y por un segundo pensó lo peor, solo para ver que uno de aquellos soldados de casco romano estaba encima de el, por su rostro camilo se dio cuenta que era aun mas menor que el y como el podía ver que estaba sumido en terror, aquel soldado alzo algo que solo describir como una espada corta para clavársela solo para que el sargento disparara su pistola contra aquel soldado para después patearlo y sacarlo de encima de Camilo. Fue en ese momento que los soldados argentinos llegaron al borde de la trinchera apuntando sus armas, rodeados y superados Camilo y su sargento se rindieron, alzaron sus manos a la vez que se arrodillaban dentro de la trinchera. Camilo vio que una de las lobizonas se acerco a ellos notando que tenia orejas y una cola de tigre, ella se paro frente a el y lo miro con indiferencia, de repente aquel soldado de casco romano agarro el tobillo de la lobizona pidiendo ayuda por sus heridas. Ella lo miro con desagrado y odio a la vez que con su ametralladora le dispara una ráfaga en la cabeza haciéndola estallar salpicando el suelo de sangre y restos craneales. Fue cuando noto un poster en la pared de la trinchera el cual se veía una cara humana transformándose en una de un jaguar mientras que el titulo decía en portugués, -"los monstruos están viniendo, únase al ejercito para defender la patria"- , ella volvió aquella mirada de odio hacia Camilo para después apuntar su ametralladora a el. Camilo solo cerro los ojos esperando el final solo para escuchar un grito proviniendo de una lobizona con orejas de conejo, Sofriss gruñe de decepción y baja su arma acatando las ordene de su teniente para después darse la vuelta e irse, -"malditos brazucas si supieran quienes son los verdaderos monstruos no harían esas clases de posters"- pensó ella mientras se reunía con su escuadrón, -"pero no importa al paso que avanzamos pronto estaremos a las puertas de su capital y ahí sabrán que un tigre es mas que un monstruo"-.
