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¡Tercer capítulo! Solo una más para el final. Dx Las cosas que están por pasar en este cap están... 7v7r ¡Espero que lo disfruten!
Capítulo Final: 13 de Febrero.
Pero si de supera la cantidad de reviews, se adelanta. NwN Gracias por el apoyo.
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Disclaimer: Edens Zero y sus personajes pertenecen a Hiro Mashima. La historia es completamente de mi invención.
Referencias De Lectura:
Narración.
«Pensamientos»
Diálogo.
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[ III ]
En Transgresión
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Estaba tan increíblemente enojado.
Ella suspiró a su lado.
―No es nada... no se enoje así.
―No estoy enojado.
―Claro que lo está ―señaló a su cara―. Su ceño está fruncido y sus puños apretados, si sigue así de enojado se le pondrá el pelo blanco.
Justice la miró con sorpresa y sospecha.
―¿Por qué dice eso? ―en su mente solo estaba la imagen de sus mechones plateados tras haber sido presa del súcubo.
―¿Ah? ―le miró extrañada―. Es un dicho popular: "si te estresas y te enojas, si te preocupas y te asustas, las canas se multiplicarán solas".
―Oh ―asintió, eso era verdad, a pesar de llevar meses sin otra visita del súcubo, siempre estaba a la defensiva con temas que se la recordaran―, es verdad, pero no estoy enojado.
―¿No? ―ella alzó una ceja.
―Estoy... furioso ―admitió apenado―. Lastimarle así, ellos no tenían ningún derecho. ¡Pudo haber perdido un ojo!
―Bueno, por mi culpa no se pudieron quedar con Homura ―sonrió para nada arrepentida―, era obvio que se desquitarían con alguien, no se meterían con Valkyrie, siendo una general del Ejército Real estaba fuera de su liga, además de que ya partió junto con Homura, y por supuesto no se meterían con la Iglesia, así que solo quedaba yo.
―Lo dice muy tranquila ―negó con su cabeza―, ¿y en todo caso, cómo lo supieron?
―Ya conoce ese otro dicho ―ella soltó un suspiro despreocupado―: "Pueblo chico, infierno grande". Todos se enteran rápido de las cosas en los pueblos pequeños.
―Por supuesto que lo conozco, pero eso solo lo sabíamos usted y yo, y yo no le dije a nadie de donde salió la información, así que solo queda usted... ―se detuvo a pensarlo y luego la miró con el ceño fruncido―. ¿¡Usted les dijo!?
Ella sonrió traviesa.
Con el paso de los días y semanas, había aprendido que Elsie podía ser tan dulce como las manzanas con caramelo que vendía, pero también tan peligrosa y contundente como la sidra que preparaba.
―Solo se los insinué y me llovieron las piedras ―rió, ninguno de los dos sabía que desde la vez que tocaron juntos en la celebración del pueblo, Elsie se había ganado más enemigos.
Unos por desaprobación.
Otros por celos.
Tanto la bella joven como el apuesto diácono eran objeto de deseo en el lugar.
―No debió hacer eso.
―No importa, ya lo pensaban así por los rumores, al admitirlo al menos pude disfrutar de sus caras antes de su castigo, además, si no fuese porque llevaba mis frascos de mermelada no me habrían pegado ni una sola. Sinceramente me duele más el orgullo que la pedrada en mi ojo.
―¡Señorita Elsie! ―la regañó y ella rió.
―Lo digo en serio, estoy bien ―ella miró alrededor del lugar―, no sería raro que hable con alguien en medio de la plaza del mercado, pero ya hemos hablado mucho, es mejor que nos despidamos.
―Solo quiere librarse de esta plática porque saldrá perdiendo ―dijo él soltando un bufido y ella rió, él no pudo evitar sonreír, Elsie era tan responsable con su negocio como despreocupada por su bienestar.
―No sé de qué habla ―ladeó su rostro―. Saber que usted se preocupa y hasta se enoja, perdón "se enfurece"―se corrigió divertida― por mi causa, me hace sentir mejor―sus mejillas se colorearon y Justice sintió su corazón perder un latido―, pero lo de que... es mejor no hablar más hoy es verdad, no quiero causarle problemas, cuando digo que esta pedrada no me preocupa, lo digo porque buscaran vengarse de otra forma, y considerando la paliza que le di a ese hombre después de poner a resguardo mis mermeladas, buscaran otro tipo de venganza.
―¿De verdad le dio una paliza?
―Por supuesto que sí, soy más fuerte de lo que parezco.
―Le creo eso, pero igual me parece increíble considerando el tamaño y ancho de ese hombre.
―Tal vez no lo sepa, pero Valkyrie y mi abuelo me enseñaron a pelear ―Justice se sorprendió de ser la primera vez que escuchaba sobre un abuelo, pero al pensar que ahora vivía sola, entendió que seguramente había pasado a mejor vida y ella prefería no tocar ese tema ni hablar de algo tan doloroso.
Entendía perfectamente eso.
―Ya veo ―rió, la hermana Ivry era conocida por ser algo violenta también―. ¿Y cómo cree que se vengaran ahora? ―decidió volver al tema principal.
―Creo que decidirán usar la ruta de los cobardes y usar rumores, y como usted es de las pocas personas que me habla en tono amistoso en el pueblo y aunque a usted lo respetan, tengo una idea de lo que harán.
―¿Inventarán rumores de usted y míos?
―Eso pienso, saben que si inventan rumores de ambos a usted realmente no lo afectaran, al final a mi es a la que culparan de todo, y si eso pasa, usted se enfurecerá ―sonrió con dulzura―, y no quiero que pase por eso... así que por favor...
Le miró con suplica en la mirada y un puchero en los labios.
Deseo besarla en ese momento.
―Bien... ―controló su deseo―, solo porque usted lo pide ―soltó un suspiro de mala gana―, pero prometa ir a que el doctor le vea ese golpe, si lo descuida podría infectarse, parece una herida más profunda de lo que se ve a simple vista, probablemente le golpeó una piedra afilada.
―Prometo encárgueme apropiadamente de esto ―dijo ella divertida―. Nos vemos otro día ―con una inclinación respetuosa de cabeza, se dio la vuelta y se perdió por un callejón.
Justice miró hacia el cielo y luego hacia la posada grande en la esquina del mercado.
Deseó ir él mismo a golpear a ese hombre.
Respiró hondo.
...Tendría que buscar otra forma de hacer justicia para ella...
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] J E [
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Llevaba casi una semana sin verla.
Estaba preocupado.
Aún y cuando se concentraba en sus oraciones no podía evitar en pensar que algo le había pasado a pesar de que él mismo se había encargado de dejarle claro al dueño de la posada que lastimar al prójimo estaba mal ante las leyes de la Iglesia y mucho más tratándose de una mujer indefensa ―algo que le costó sentir certero pues no era broma lo que Elsie le dijo de que ella le había dado una paliza―, el dueño de la posada había jurado que no volvería a hacer algo como eso, y a él le pareció que era sincero ―tal vez porque el hombre parecía aterrado de solo la mención de la joven dama― y por eso Justice decidió que el asunto estaba arreglado y que Elsie ya no corría peligro.
Mas un mal presentimiento lo había invadido desde que despertó.
Por eso había orado desde la mañana a pesar de ser su día de meditación y estudio bíblico, porque quería calmar su mente pero ante todo su corazón, porque sentía que era demasiado incorrecto el sentir tal preocupación por ella y necesidad creciente por verla, hablar y reír con ella.
No estaba nada bien.
Negó con su cabeza y enfocó su mente en las esferas del rosario entre sus dedos.
Lo intentó.
Antes de que el sol atravesase la pequeña ventana alta de su habitación, se puso de pie decidido a buscarla en la plaza del mercado, salió de habitación, tomó el solitario pasillo de la derecha que daba hacia la parte trasera de la Iglesia y continuó caminando hacia la discreta salida trasera del terreno del templo, pero antes de llegar siquiera a la puerta trasera del gran comedor, escuchó la voz de ella, su corazón se detuvo por un momento y como si fuese un vil ladrón se escondió en una esquina y prestó atención:
―Elsie, ¿segura de que ese ojo está bien? ¿No quieres que la revise yo? ―esa era la voz de la hermana Ivry.
―Ya te dije que sí, tu hermana la vio y me dio unas hierbas para la hinchazón.
―Eres terca así que pregunto doble.
―Y por eso te respondo doble, si fueses otra persona ni me molesto en contestar ―escuchó a ambas reír―. Bueno, debo irme, tuve que ir a la ciudad estos días y tengo que hacerme cargo de mi casa.
―¿Y qué hacías en la ciudad?
―Vendiendo de esa misma sidra que te vine a traer de contrabando ―rió―, allá se vende más rápido y a mejor precio y por aquí ya sabes que he tenido problemas para vender.
―He escuchado sobre eso, siempre te han marginado pero últimamente ha empeorado ―la hermana Ivry suspiró―, y no ayudó que le dieras una paliza a ese maldito gran imbécil ―Justice negó con la cabeza, una monja no debería hablar de esa manera ni estar recibiendo sidra de contrabando.
Aunque admitió que esos adjetivos eran perfectos para ese hombre.
―Bueno, me pasé un poco y tal vez lo tomé muy personal por cosas del pasado, pero si alguien levanta la mano primero tiene que atenerse a las consecuencias, ese viejo debe de estar tan acostumbrado a que su esposa acepte sus golpes que nunca imaginó que hay mujeres que se los pueden devolver ―A Justice le pareció oír un tono malicioso en su voz―. Hombres... pero da igual, al final funcionó, no he tenido problemas ni con él ni con su mujer desde entonces.
―Debe ser por miedo, te juro que esa mierda de hombre ni pelotas debía tener desde el principio ―Justice puso los ojos en blanco, de verdad tenía que hablar con su superior sobre el vocabulario de la hermana Ivry―, aún así, no creo que sea solo por la paliza, escuché que Justice lo amonestó fuertemente a él y a su esposa, dicen que el regaño fue contundente ―y agregó en voz risueña y burlona―. Tienes un valiente caballero en brillante armadura velando por ti, Elsie ―el indiscreto joven oyente sintió sus mejillas acalorarse por la vergüenza de escuchar eso.
―¿El padre Justice? ―escuchó la sorpresa en Elsie.
―Sí, sí, casi todos le llaman "padre" ahora, pero sigue siendo un diácono, no es realmente alguien totalmente atado a la Iglesia ―la última parte parecía rebosar de diversión―, pero hey, sigue siendo un hombre como cualquiera, bueno, no como cualquiera, según la mayoría de las feligresas que se vienen a confesar, es demasiado apuesto para el bien de sus matrimonios o soltería ―rió― ¿Tú también piensas que es apuesto, verdad?
Inconscientemente Justice prestó más atención a esa respuesta.
―I-Ivry... ―la monja rió al escucharla balbucear y dijo algo en voz tan baja que Justice no pudo escuchar, lo que sí pudo escuchar fue un fuerte golpe y luego el quejido de la religiosa.
―¡AY! ¡Estas mañas las aprendiste de Valkyrie! No tenías que golpearme. ¡O al menos no tan fuerte!
―¡Es porque dices cosas sin sentido! ―el tono y la emoción en la voz de Elsie le pareció extraño―. Solo te hice una pregunta y tú te pones a inventar historias, ya es suficiente con los rumores, y con lo que dices es muy probable que empeoren...
―Bah, dudo que alguien se atreva a levantarte la mano de nuevo, con esa paliza recordaron porque habían dejado de tratar de golpearte desde que te empezaron a crecer esas buenas tetas ―Justice casi se atragante con su propia saliva al escuchar eso y agradeció que Ivry se quejara tan audible del golpe que Elsie le dio― ¡Ay... que cruel! Pero igual, como te decía, tampoco van a empeorar tu reputación, ese Justice será un hombre de Iglesia ahora, pero se le sigue notando su vida antigua en su carácter, cuando quiere asustar a alguien, una mirada suya es suficiente para helar la sangre.
―Exageras.
―Lo digo en serio, el otro día se me escapó una mala palabra y no sabes cómo me miró, fue peligroso...
―Dudo que te asustaras o que de verdad estuviese tu vida en peligro.
―Yo no dije que mi vida estuviese en peligro, en cambio mi virtud...
Justice se llevó una mano a la cara y se alegró de escuchar otro golpe y otro quejido de la monja.
―¡Tú sabes que antes de ser monja yo tenía ciertos... pasatiempos y aún tengo necesidades! Y esa mirada que me dio me recordó porque los disfrutaba... ¡Hmmm! Elsie, escucha la sabiduría de esta hermana, ¡el dolor y el placer son hermanos mellizos! Si llegas a tener la oportunidad de pasarla bien, no la deseches, no sabes lo que se sufre cuando ya no puedes abrirte de piernas y disfrutar, especialm...
Otro golpe y otro quejido se escucharon.
―Eres imposible... me voy, no te tomes toda la sidra hoy.
―¡OYEEE!
Justice supo que Elsie no le hizo caso pues escuchó sus pasos acercándose, probablemente ella había ingresado por la puerta lateral, que era la que solían usar las monjas para ingresar las carretas con los alimentos para la iglesia, ordenó a sus pies caminar lejos, pero ellos solo dieron unos pasos, los suficientes para que cuando se encontrase con ella pareciese una coincidencia.
De verdad quería hablar con ella.
―¿Padre Justice? ―ella le miró con sorpresa, o al menos eso era lo que había en uno de sus ojos, el otro ojo estaba cubierto por un parche negro, el joven sintió su mano temblar de enojo―. Que coincidencia qu-
―Tu ojo ―dijo en tono serio, ni siquiera le corrigió lo de su título y ella le miró sin comprender―. Ven ―antes de que ella pudiese entender siquiera, él la tomó del brazo y la encaminó con rapidez hacia el lugar de donde él venía, no se preocupó de si alguien los veía, ni siquiera estaba consciente de su accionar, en ese momento solo sentía el enfado y la preocupación por el ojo de ella, por suerte para él, a esa hora no había nadie en los alrededores de esa zona.
―Pa-padre Justice... ―la escuchó decir preocupada y relajó el agarre de su brazo, sin embargo no la soltó hasta que llegaron a su habitación y cerró la puerta.
―Puedes sentarte, y soy diácono ―la corrigió por fin y le acercó la única silla en la habitación y él encendió las lámparas de aceite en la pared y los candelabros― Déjame ver ―ordenó, hincándose frente a ella, acercando una de sus manos al parche.
―Es-espere... ―detuvo su mano con la de ella, Justice sintió una corriente irradiar de ese contacto.
―Quiero ver cómo está la herida ―dijo más calmado―, por favor... ―ella hizo un gesto extraño y finalmente soltó la mano de él y retiró el parche, inmediatamente sus ojos repararon en la hinchazón alrededor de este, y en que apenas y podía abrirlo, acercó las yemas de sus dedos a la parte donde estaba la herida que generó la piedra, presionó y ella hizo un gesto de dolor―. Esto no está bien... si sigue así podrías perder el ojo. ¿No fuiste al médico como te lo dije, verdad?
―N-no... ―ella tomó la mano de él y la retiró de su rostro―, no podía ―soltó un suspiro y él quedó hipnotizado en como ella bajó la mirada totalmente apenada―, la esposa del médico me odia desde que oyó que su esposo me dijo que quería convertirme en su próxima esposa...
―Más rumores ―bufó.
―No, yo misma se lo dije ―Justice alzó una ceja pidiendo explicaciones―. ¡Ella llegó a mi puesto y me dijo que era una maldita puta que buscaba convertirse en la amante de su esposo! ―dijo molesta―. ¡Así que yo le dejé claro que si ella seguía siendo la esposa de ese viejo verde era porque yo rechacé casarme con él y que la echara a ella a la calle como él estaba decidido a hacer! ―golpeó el suelo con el zapato― Si me iba a acusar de algo que mejor supiese la verdadera versión de mi boca ¡Y perdón por la palabrota ―se santiguó― pero ella me lo dijo así! ―terminó apenada.
Justice casi ríe por ese cambio.
―Ya veo. Aunque hubiese preferido que me lo dijeras.
―Ya lo había preocupado demasiado.
―Aún así, esa herida tenía que verla un médico ―inclinó su rostro y le miró preocupado.
―Cuando... cuando fui a la ciudad fui a que lo vieran ―confesó―, estaba un poco mal, por eso me quedé un par de días, pero ella trató la infección.
―¿Ella? ―le miró extrañado, hasta donde sabían médicos mujeres solo habían en las zonas más modernas de la capital.
―Bueno, no es médico realmente, es lo que llamarían curandera, pero es mucho mejor que los médicos, eso te lo aseguro ―se cruzó de brazos―, seguro por eso le tienen envidia en la ciudad, incluso la llaman bruja.
―Eso es una forma peligrosa de llamar a alguien ―dijo él preocupado.
―No creo que tenga que preocuparse, incluso ya lo adoptó como un seudónimo, todos conocen a Witch Regret allí y la respetan, nadie dejaría que le pongan una mano encima, además, nadie osaría meterse con la hermana de la General Valkyrie, además que ella es una advocatus respetada ―sonrió orgullosa.
―¿Advocatus? ¿Hermana de Valkyrie? ―parpadeó sorprendido―. ¿Eso quiere decir que también es hermana de Ivry?
―Así es, son cuatro hermanas, la menor de ellas es una pequeña de mente brillante, fue aceptada como aprendiz en la escuela superior de la capital.
―Vaya ―le miró incrédulo―, no sabía que la hermana Ivry tenía familiares tan brillantes ―le miró sonreír orgullosa de nuevo, al parecer ella y esas hermanas eran cercanas.
―La hermana Ivry también lo es, antes de ser monja estaba a punto de ser la primera medico en la Corte Real, hubiese venido a que ella me viese, pero supe que estaba de viaje también, así que fui con Witch, las hierbas de ella nunca fallan, ni sus masajes ―de nuevo Justice se llenó de una gran sorpresa―. Tal vez la hermana Ivry no lo aparente por su forma de ser, pero ella es sumamente lista y se preocupa por los demás.
―¿Y entonces por qué eligió este camino? Además nunca he escuchado que ella atienda a nadie medicamente.
―Le diré pero prometa no decirlo a nadie...
―Lo prometo ―alzó la mano solemnemente, ella asintió complacida.
―Ivry realizó un procedimiento que a los otros médicos les pareció blasfemo, y a pesar de que salvó a la paciente, la acusaron en tribunales, Witch la defendió lo mejor que pudo, nadie habría podido librarla de lo peor excepto ella, por eso terminó viéndose obligada a escoger esta vocación para evitar esa condena mayor, además de que ahora tiene prohibido usar la medicina.
―Suena a algo muy injusto ―Elsie alzó los hombros.
―Es como suele ser el mundo ―ella le miró con una expresión confusa―, ojalá el mundo fuese como su nombre... Justice.
Un silencio los rodeó.
Por un largo rato, Justice solo deseaba que ella hubiese pronunciado su verdadero nombre.
Ansiaba que su nombre saliese de sus labios.
Lo deseaba.
―¡Diácono Justice! ―una voz masculina y unos golpes en la puerta los sorprendieron a ambos―. La cena está por servirse y usted dirige la oración hoy. ¿Diácono Justice? ¿Está bien? ¿Escuché un fuerte sonido?
Mas Justice no podía responder.
Pues ambos habían reaccionado poniéndose de pie al mismo tiempo, eso causó que tropezaran entre sí, Elsie iba a caer hacia atrás, sobre la silla, y él, para evitar que ella se lastimase, la sujetó contra sí con los reflejos de sus brazos, provocando que ella cayese sobre él, su rostro, al principio sorprendido, ahora esta sonrojado y a unos milímetros de los de él.
Ni siquiera se atrevía a respirar.
Si respiraba estaba seguro que rozaría esos tentadores labios que estaban sobre los suyos.
Silencio.
Latidos desbocados.
Deseo.
Ella intentó levantarse pero las manos de él no recordaban como soltar el abrazo en su cintura, la respiración de ella solo hacía que la suavidad de sus pechos contra su cuerpo se volviese más y más notoria y la calidez de su cuerpo cubriendo el suyo lo hizo recordar la noche en que dejó que su carne lo dominara.
Justo como sentía que estaba por suceder.
Solo tenía que acercarse ese milímetro, poner sus labios en los de ellas, apretar más su cuerpo contra el de él, enseñarle del placer de una caricia certera y seducir con gozo a su inocencia tentadora.
Era sencillo.
«Solo un beso...»
Inició un impulso para elevarse.
―¡Diácono Justice! ―un grito preocupado y el sonido del llavín de su puerta siendo movido―. ¿Se encuentra bien?
Sus manos alejaron a la mujer sobre él.
―Lo estoy ―respondió tratando de no sonar nervioso, sentía sudor frío correr por sus ropas, contrastando casi dolorosamente con el calor que sentía en otras partes de su cuerpo―. Un momento... ―con un gesto de su mano y sin poder mirarla a la cara, le indicó a ella que se escondiese en el baño adjunto, ella no tardó en hacerlo y luego de respirar profundamente, Justice abrió la puerta―. Buenas noches, Credence, iré en seguida, me quedé dormido.
―Oh, entiendo ―el joven monaguillo suspiró aliviado―, pensé que le había pasado algo, escuché un ruido fuerte.
―Solo tropecé con la silla cuando me levanté. Gracias por venir a avisarme, estaré allí en cuando me cambie mis ropas ―el chico asintió y Justice cerró la puerta, Elsie salió del baño un poco después, no le miró a la cara.
―Creo que ya debo irme...
―Sí ―dijo seco, incapaz de hablarle de otra forma a pesar de que había sido su culpa.
―Miraré el pasillo antes de que salga ―ella asintió mirando al suelo y él se sintió un gran idiota―. Yo...
―Gracias por preocuparse por mi ojo ―le interrumpió ella―, pero no debe preocuparse más, solo me dijeron que lo mantuviese limpio, seco y con el parche, estará bien en unos días.
―Entiendo...
―En fin... ―ella soltó un suspiro y lo miró con una sonrisa rígida―, es mejor que se vaya a fijar en el pasillo.
―Sí... ―Justice iba a hacia la puerta, pero en su lugar se dirigió a su escritorio, abrió una de las gavetas y sacó un pequeño frasco de vidrio con un grabado en plata de un ángel que luego extendió a ella―, esto es una pomada muy efectiva para ese tipo de heridas, me salvó muchas veces cuando estuve en el ejército, tal vez le pueda ayudar.
―Yo... ―ella le miró insegura―, parece muy cara ―la mirada de ella se dirigió al frasco, efectivamente, el cristal y la forma del frasco indicaban que era de alta factura―, no puedo aceptarla.
―Solo es un frasco que parece caro, y solo lo uso porque el vidrio mantiene mejor a este tipo de medicinas, la pomada en sí no es cara, aunque si exclusiva, puedo conseguir más de quien la hizo sin problemas ―se acercó un paso más, tomó una de sus manos y la colocó allí― por favor, acéptela, si así lo desea puede devolverme el frasco después.
Ella le miró por varios segundos.
Finalmente asintió.
―Devolveré el frasco en cuanto mi herida se cure, usted podrá decir que no es costoso pero aun con un ojo puedo ver que eso no es cierto y no lo digo solo por lo que puede valer en dinero ―sonrió divertida y a pesar de los sentimientos revueltos que él tenía hacia un momento, le sonrió también.
Ella había notado que el frasco tenía aún valor sentimental para él.
Era otro de los pocos recuerdos de su madre.
―Como usted desee, pero solo hasta que esté recuperada.
Ella asintió.
Él tardó en soltar su mano pero luego salió a revisar el pasillo y la guió hasta la salida.
Ella se despidió con un gracias y un inocente y totalmente inesperado beso en la mejilla.
Su mundo se tambaleó por completo.
Mientras ella desaparecía en medio del oscuro camino, él entendió el verdadero peligro que implicaba la presencia de Elsie en su vida.
De pronto sintió un miedo irracional a estar ahí solo en la noche.
Llevó su mano a su inseparable crucifijo y se apresuró a ir y cumplir su labor en la mesa.
Necesitaba oración para alejar esos pensamientos.
...Y en especial, a esos sentimientos descubiertos...
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] J E [
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Sobre él solo había un cielo lleno de nubes oscuras.
Casi tan tormentoso como los pensamientos en su cabeza.
Estaba a poco menos de un mes para ser ungido como sacerdote pero su mente solo pensaba en la mujer que le regalase aquella manzana en aquel primer día que llegó al pueblo.
Seguía siendo irónico que fuese una manzana.
Hacía cuatro días que no la veía, ni en la misa, ni en el mercado ni en ningún lado, le costaba admitirlo, pero sus ojos habían estado atentos a cualquier vistazo de rojo carmesí que captasen, sin embargo, fuera de algunas telas que casi se parecían a la tonalidad de su cabello, no había visto ese rojo en ningún lugar.
―Se oculta de mí... ―murmuró, aunque no era necesario, con la lluvia que estaba cayendo apenas y se escuchaba a sí mismo―. Me propasé... me comporté como todos los demás hombres de este pueblo, la asusté, la asqueé... ―se reprendió en cada paso de ese enlodado camino en medio del bosquecillo cerca de la Iglesia, había salido desde temprano a cumplir con sus deberes asignados antes de encerrarse para comenzar su día de ayuno y meditación, pero una familia que necesitó su ayuda para bendecir un parto lo hizo perder la noción del tiempo, aún no anochecía, pero el cielo oscurecido hacia parecer que fuese mucho más tarde de lo que era.
Quería llegar pronto a la Iglesia.
Sus pensamientos estaban llenos de ella y quería encerrarse en la capilla pequeña y orar, no confiaba ya en la solitud de su habitación para calmarse, todo el lugar parecía oler a miel y manzanas.
A Elsie.
Se ajustó bien la gruesa capa de viaje que llevaba puesta, al menos con eso y con las botas de cuero endurecido se libraba de la crueldad del frío, el agua y el lodo, y aunque era verdad que había vivido peores condiciones en el ejército, con su estado de ánimo actual en medio de ese clima lo hacía sentir que estaba en medio de algún tipo de infierno.
Suspiró.
Miró al cielo, dejó que su rostro se mojara un poco para calmarse con el frio de las gruesas gotas y clamó por tener la fuerza y sabiduría para actuar como debería actuar, para seguir el camino correcto y no desviarse ni él ni mucho menos, corromper el camino de alguien inocente como ella.
Bajó el rostro.
―Solo necesito... ―calló sus palabras al escuchar algo en medio de la fuerte lluvia, aguzó su oído y pudo distinguir pisadas apresuradas, dirigió su mirada hacia donde le pareció que venían tales y se sorprendió al ver a Elsie corriendo casi sin aliento en medio de los árboles, su rostro estaba casi retorcido en una emoción que no pudo entender en ese momento y que no se detuvo a pensar, pues sus pies se apresuraron a ella sin pedirle permiso a él―. ¡Señorita Elsie! ―habló lo más fuerte que pudo mientras se acercaba a ella quien en ese momento veía hacia atrás―. ¡Señorita Elsie! ―volvió a gritar y esta vez ella le oyó, tanta fue su sorpresa que casi se tropieza con una raíz de un árbol que estaba a la orilla de la salida entre el bosquecillo lateral y el camino en medio, por suerte él llegó a tiempo para evitar su caída sujetándola de los hombros.
―Pa-padre Jus-Justice... ―ella apenas pudo pronunciar, tomando aire a grandes bocanadas a pesar de la lluvia dio un paso atrás, su ropa estaba totalmente empapada y él apenas fue capaz de quitar su mirada de los lugares en que la tela de su vestido se apegaba a su cuerpo como una segunda piel.
―¿Le sucede algo? ―soltó sus hombros de inmediato, sus ojos notaron algo rojizo en su cuello―. ¿¡Eso es sangre!?
―So-solo es un rasguño... ―ella miró hacia atrás―, lo siento debo de irme.
―¿Alguien le persigue? ¿Quién la lastimó? ―ella iba a marcharse pero él la sujetó de la mano―. ¿Quién la persigue? ¿Quién la asusta de esa manera?
―¡No estoy asustada de ellos! ―dijo con un tono de voz que compitió con el rugir de los truenos―. ¡A lo único que tengo miedo es a mi misma y a lo que puedo hacerles si no me dejan en paz! ―la expresión de ella se volvió a retorcer en la que él había dilucidado desde lejos, pero que esta vez la entendió.
Era ira.
Y no cualquier ira, era la ira fría de alguien dispuesto a todo para saciarla.
Se miraron un largo rato en silencio.
―¡Creo que se fue para allá! ―la voz de un hombre se oyó a la lejos y Justice vio como el cuerpo de Elsie se tensó.
―¡Seguro fue por el sendero del camino!
―Debo irme... ―ella estuvo de nuevo a punto de correr pero Justice volvió a sujetar su mano, antes de que ella le reclamase, puso una gruesa y pesada tela sobre ella.
―No tienes por qué correr ―le colocó la capucha de la capa de viaje sobre la cabeza y le anudó la capa―. Me encargaré de esto.
―¡No tiene que involucrarse!
―Muy tarde ―Justice se sorprendió a sí mismo dándole una sonrisa, tres hombres se asomaban por en medio de los árboles por los que Elsie había corrido―. Colóquese detrás de mí ―como ella no se movió, él se colocó delante de ella.
―¡Miren, un Padre! ―dijo uno de los hombres con gesto divertido, no tuvo que observarlos demasiado para saber que eran bandidos vulgares.
―Justo lo que necesitamos para bendecir nuestro trabajo y llevarlo a cabo ―el más alto de los hombres escupió al suelo, Justice pudo ver que de su cuello brotaba sangre.
―No creo que vea con buenos ojos nuestro negocio ―dijo el último de los tres, llevaba un palo largo en su mano―. ¿Cierto, padrecito? ―dijo con descaro y los tres rieron.
―Si obráis en malos caminos no puedo bendeciros ―respondió él con seriedad―. Decidme cuál es vuestro trabajo y veré si merecen ser bendecidos por las Siete Estrellas, o por el contrario, si merecen ser juzgados y castigados por ellas.
Los tres hombres volvieron a reír.
―Solo estamos de cacería ―dijo el más pequeño, tenía un puñal largo en una mano y una herida en la pierna.
―¿Y qué cazáis?
―Un pequeño zorro escurridizo ―dijo el tipo alto con un hacha en la mano.
―O más bien, una zorra astuta.
―Una perra que se escapó de sus dueños ―terció el calvo, mirando a Elsie detrás de él―, incluso tenemos la prueba de que es nuestra, miré, tenemos su collar―rió mostrando el crucifijo de Elsie en su mano, eso enervó más a Justice, ahora entendía la herida en su cuello― así que deje su papel de santo, siga su camino y deje que terminemos nuestras cosas, no quiero que alguien de la iglesia salga lastimado en una accidente de caza ―comenzó a darle vueltas al puñal en su mano.
―Pues no quiero atrasarlos, sigan ustedes su camino ―respondió Justice sin siquiera prestar atención a la amenaza explícita―. Nosotros seguiremos el nuestro.
Los hombres se vieron entre sí y rieron.
―No se haga el héroe, padre, no sería al primer cura de pueblo que matamos, solo deje a la mujer y lárguese si no quiere morir, esa zorra me cortó en el cuello con mi propio cuchillo, no la dejaré ir aún si tengo que matarlo a usted también ―sonrió de forma desagradable y dio un paso.
―Bueno, ¿qué acaso no dice la biblia que "ojo por ojo"? Imagino que algo hicieron ustedes para que una señorita tuviese que usar la violencia ―apretó los puños―, en cuanto a la segundo, es una suerte que yo aún sea solo un humilde diácono ―Justice también dio un paso―, y para ser sinceros, si ustedes no siguen su camino, y deciden usar el camino de la violencia no podré más que ejercer mi derecho a defenderme bajo ese mismo precepto del "ojo por ojo" ―ellos chistaron divertidos― e igual... no es como que tampoco sean los primeros bandidos de cuarta que yo termine matando ―los hombres se congelaron en su sitio, la helada mirada del que parecía un hombre de la Iglesia se asemejaba más a la de una bestia violenta, se miraron el uno al otro nerviosos, pero cuando Justice dio un paso más a ellos, su instinto de supervivencia fue mayor que sus nervios
Atacaron.
Un puñal se acercó a Justice desde la derecha, él lo esquivó y golpeó al hombre con el codo haciéndolo doblarse de dolor, dio un paso atrás para evitar el hacha y pateó en la rodilla al hombre del palo haciendo que esa rodilla se doblase de forma anti natural después de un atronador crack gracias a la punta reforzada con acero de las botas, dio un paso lateral para evadir un segundo hachazo pero su pie resbaló por una piedra suelta, cayó al suelo y rodó a un lado esperando evitar un daño grave del arma, pero en su lugar el hombre del hacha cayó en donde él había estado hacia un momento, su cabeza dejaba correr sangre que se combinaba con la lluvia en el suelo, con una rápida mirada entendió que fue Elsie que había tomado el palo del otro hombre y había golpeado a este, dejó su asombró por un momento para asestarle una poderosa patada en el abdomen al del puñal haciéndolo escupir sangre, se levantó con premura, lo sujetó del brazo, le quitó el puñal y se lo clavó en el muslo para luego retirarlo y patearlo para que cayera al suelo junto con los otros dos hombres inconcientes.
Miró a Elsie con la ceja alzada.
De verdad ella no habría necesitado su ayuda.
―Le dije que no se involucrara ―le dijo ella observando con asco a los hombres en el suelo―, pero le agradezco que se arriesgara por mí ―subió su mirada a él―, aún así, el que terminara usando la violencia por mi causa...
―La biblia también dice que a veces el pastor debe quebrarle las patas a sus ovejas para hacerlas entender que no deben dejar el buen camino ―la interrumpió él mientras revisaba a los tres hombres, los tres estaban inconscientes pero a pesar de las heridas no estaban en peligro de muerte, Justice les quitó los cinturones de cuero y unas sogas que llevaban con ellos y los amarró entre sí después de apoyarlos contra un árbol, recuperando de paso el crucifijo de Elsie―. No creo que despierten hoy, si los dejamos aquí los encontrarán las personas que vienen del cierre del mercado y avisaran a las autoridades.
―¿No le preocupa que cuando despierten dirán que usted los lastimó? ―le miró preocupada.
―Hey, yo solo lastimé a uno ―bromeó para animarla y se sorprendió de sí mismo, sintió un poco de vergüenza pero cuando la escuchó soltar una leve carcajada la olvidó―. No creo que sean del tipo de hombre que admitan que perdieron contra un hombre de Iglesia y una mujer, y de todas maneras, pienso denunciarlos en cuanto pueda, por ahora tengo otra prioridad.
―¿Cuál?
―Usted.
Por un momento le pareció ver un sonrojo en sus mejillas.
Se acercó a ella.
―Debo revisar su herida y debe ponerse ropas secas, esta empapada y está helando.
―Solo es un rasguño...
―Eso mismo dijo de su ojo ―observó el parche en su rostro―, no la obligaré a ir al médico del pueblo, pero si solo es un rasguño yo puedo tratarlo y si es algo grave, podemos buscar a la hermana Ivry.
―Yo... me temo que debo declinar ―dijo ella con entereza.
―No era una sugerencia la que le hacía ―respondió él de la misma manera.
―¿Es una orden entonces?
―No, tampoco.
―Entonces me niego.
―¡Señorita Elsie! ―la forma en que alzó la voz la hizo dar un paso atrás, Justice se revolvió el empapado cabello azulino y se molestó consigo mismo, no había subido la voz por enojo, sino más bien por preocupación―. Perdone...
Ella miró hacia el suelo enlodado.
―No es una sugerencia, y tampoco es una orden... ―dijo luego de un largo silencio―, entonces... ¿qué es?
―Es... ―Justice soltó un largo suspiro y se acercó a ella―, es una petición indeclinable, de un... amigo que... está muy preocupado por usted... ―tomó su mano y ella subió su vista a él, primero Justice vio la sorpresa y luego una resolución, Elsie apretó su mano y asintió.
―Si es indeclinable no me deja otra opción más que aceptar.
Justice sonrió.
Soltó su mano con suavidad y re acomodó la capucha sobre su cabeza.
―Será mejor apresurarnos ―dijo y tomó de nuevo su mano, casi llevándosela corriendo, no tardaron en salir del bosquecillo y ver el lateral de la iglesia, Justice no se detuvo a pensar en nada, solo abrió el portón, pasó por detrás del comedor, entró por el pasillo trasero que daba a su habitación y cerró la puerta.
Y fue hasta ese momento que sintió que había cometido un error.
―Tal vez... tal vez sea mejor buscar a la hermana Ivry ―dijo ella.
Justice casi asiente pero su cuerpo no obedeció y su boca tomó control.
―No, quiero revisarla yo primero ―respiró hondo y comenzó a encender las lámparas de aceite y los candelabros, cuando se volteó a ella fue como ver la más bella de las apariciones, su piel y cabellos húmedos parecían brillar por la luz dorada de las velas, y si él fuese tan creyente como se supone debería ser, se inclinaría ante esa aparición y oraría porque ni en las imágenes de los libros y capillas había visto algo tan digno de ser llamado un ser celestial, un ángel...
Una diosa hecha carne.
Se reprendió por la blasfemia internamente.
Se volteó de nuevo, sacó de su armario unas cosas y se acercó a ella, colocó una toalla áspera en sus manos.
―Debería secarse un poco ―ella asintió, se quitó la capucha y comenzó a secar su cabello, Justice hizo lo mismo con el trapo en sus manos, sin embargo, cuando la vio luchar con un adorable mohín intentando zafar el nudo de la capa de viaje, se acercó a ella con una nueva sonrisa que no notó―. No se quita así ―colocó su mano sobre las de Elsie―, es un nudo militar, debe estirar de este lado y luego mover esta parte, ¿ve? ―le miró, ella sonrió con dulzura y él se perdió en ella.
Por completo.
Sus dedos se movieron solos, se encaminaron del nudo a las solapas de la capa, y con una lentitud casi dolorosa movieron la tela de modo que cayera de sus hombros, la forma en que la tela cayó alrededor de sus pies lo hizo sentir calor en su pecho, sus manos se colocaron en la tela húmeda de su vestido y aún así sus palmas se sintieron calientes, descendieron por sus brazos mientras su rostro se acercaba al de ella, quien no retiraba su miraba de la de él.
Quien no se alejaba de su toque.
Justice respiró hondo, una de sus manos se colocó en su esbelta cintura y la acercó a su cuerpo, ella colocó una de sus manos en su pecho, sujetando con fuerza la tela de su húmeda camisa negra clerical entre sus dedos, se elevó hacia él y finalmente él se inclinó hacia ella.
A miel y manzana, a dulce mermelada, e incluso embriagantes como la sidra.
Esa era el sabor de los labios de la verdadera Elsie.
Justice soltó un gruñido de placer, y adentró su lengua en ella, una de sus manos apretaba su cintura y la otra se enredaba en las hebras húmedas de su cabello carmesí para atraerla hacia sí mismo, ella gimió, devolviéndole el beso con igual devoción y él se dio cuenta de que no podía contenerse más, la mano en su cintura subió por su costado y acarició sus pechos sobre la tela, ella colocó su mano tras su nuca para ahogar un nuevo gemido en su boca y él respondió masajeando su dulce lengua con la de él, su beso se volvió más profundo y apasionado en tanto las manos de ella pasaban a los botones de su camisa, los abría o los rompía, él no estaba seguro, pues el calor de las palmas de las manos de ella en su piel desnuda era lo único que le importaba.
Lo único que deseaba.
Mas un deseo se abrió paso en medio de ese, el de sentir la piel de ella en sus propias manos, así que con gran habilidad comenzó a soltar los cordones de su corsé exterior hasta hacerlo caer al piso, soltó los lazos de su vestido, bajó a tirones de este y se separó un momento de sus labios para revisar la herida en su cuello, constató que era solo un rasguño con un poco de sangre y lamió y besó el lugar con reverencia.
Como quería hacer con cada parte de su cuerpo.
Elsie gimió con la acción y guió su rostro de nuevo al de ella y Justice aprovechó para sacar por su cabeza el blanco camisón interior y la camisola de lino, se deleitó en la forma en que su cabello cayó y se apegó a su torso desnudo, en como sus pechos subían y bajaban por su respiración agitada, en como su pezón estaba duro a causa del frío y la excitación, y por eso llevó su boca allí, para calentarlo con sus labios, para endurecerlo con su lengua y saborearlo por completo, la escuchó gemir con fuerza en medio del ruido ensordecedor de la tormenta que caía sobre el pueblo, por un momento sintió una preocupación llenarlo pero las manos de ella en su cabello acercándolo a su pecho lo hicieron olvidarse de eso.
Ya nada tenía importancia.
Solo ella.
Sus labios se movieron a su otro pecho mientras sus manos bajaban la ropa interior inferior, apretaron con avaricia la carne de sus nalgas y mientras sus labios subían a besar su clavícula y su cuello, sus dedos se atrevieron a buscar la humedad entre sus suaves muslos.
―¡AMMH! ―gimió ella cuando él encontró esa humedad y se adentró un poco en ella con sus dedos, sus uñas se enterraron en sus hombros y él usó eso como señal para tomarla en brazos y llevarla a su cama, la acostó sobre las blancas sabanas que solo acrecentaron su belleza, se colocó sobre ella y acarició su rostro.
En ese momento sintió miedo de continuar.
Miedo de arruinarle su vida.
Miedo de sí mismo.
―Te he deseado ―dijo ella ganándose una mirada de sorpresa de él―, desde hace mucho, te he deseado... como una mujer desea a un hombre aún sabiendo lo indebido de mis deseos―sus mejillas sonrojadas y sus ojos sinceros―, y me he odiado por eso... ―elevó sus manos y acarició su rostro con infinita ternura―, día tras día me he dicho una y otra vez que solo debo verte como el padre Justice, que no debo soñar contigo, cuando esos hombres me encontraron en el bosque yo solo caminaba pensando en lo mucho que deseaba verte, cuando corría escapándome de ellos mis pies solo me dirigían hacia a ti y cuando te vi allí pensé que estaba soñando contigo otra vez, y sé que no debería sentir lo que siento... que no debería ceder a esto, lo sé, y aún así, sé que me odiaré más si no...
―James... ―la interrumpió él besando sus labios con suavidad―, ese es quien soy... James Holloway... he tratado de esconderme de mí mismo pero no puedo hacerlo contigo... hoy también caminaba pensando en lo mucho que quería verte, y a pesar de mis votos, te he deseado desde la primera vez que te vi, mi pecado es mayor por sucumbir a esto, por mancillar tu inocencia, pero...
―James... ―dijo ella con una sonrisa que hizo a su corazón latir desbocado―, no pensemos más en eso, por favor... solo no pensemos ―él asintió, tomó sus labios y se olvidó de todo.
De votos, de doctrina, de pecados y castigos.
De todo.
Solo sentía la suavidad del cuerpo de Elsie bajo el suyo.
Sus pechos llenos y suaves en sus manos, sus piernas a cada lado de su cadera, su dureza rozando el centro de sus muslos.
―James... ―gimió ella contra su oído cuando él volvió a colar sus dedos en su humedad, y él mantuvo ahí sus dedos, entrando y saliendo hasta sentir la contracción de su placer en ellos―. ¡JAMES! ―gritó contra su cuello cuando él la apretó contra sí al hacerla llegar al placer, mientras introducía poco a poco su miembro en ella que pulsaba dolorosamente por enterrarse más y más en la sedosidad húmeda que ella le entregaba.
―Elsie... ―susurró él contra su oído, su brazo se colocó tras la rodilla de ella para elevar su pierna, para adentrarse mejor―, Elsie...
―Amgh... ―ella arrugó su ceño por la intrusión pero no le pidió que se detuviese, al contrario, se mordió el labio y movió su cadera para sentirlo más y él obedeció, adentrándose con más premura, disfrutando de esas paredes que apresaban su excitación y lo sedujeron a mover sus caderas, penetrándola más, embistiéndola con suavidad al principio, hasta que la vio gemir sin pudor alguno.
Igual que él lo hacia.
James lamió su cuello, besó sus pechos y sintió las piernas y los brazos de ella apresarlo, entonces aumentó la velocidad, la cama rechinó más fuerte, como tratando de acusarlo de su pecado pero le ignoró adentrándose aún más que antes en ella, ahogando sus oidos en el sonido de su nombre saliendo de los labios de Elsie, y la delicia que sintió en su longitud cuando ella gritó su nombre lo hizo cerrar los ojos y dejarse ir con ese mismo placer.
Se sintió vivo por primera vez en mucho tiempo.
...Vivo, porque ella estaba con él...
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Recuerden, los reviews animan a los fanfickers y adelantan las actualizaciones
NwN
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Rincón de la Escritora En Proceso:
Chan, chan, chan... ahora sí que pkron :x ¿Qué pasara ahora? ¿Era la Elsie verdadera esta vez? ¿Justice dejará su fe por ella? ¿Vivirán felices para siempre? ¿Saldrán de esa cama algún día? 7v7
Pues ya veremos...
Por cierto, Advocatus es una forma de la antigua Roma de llamar a quienes defendían a personas usando la ley, básicamente es el origen de los abogados. Como Witch es conocida como el "Escudo del Eden Zero" creí que esta profesión le vendría perfecto.
Recuerden, el próximo cap será en un mes , pero si dejan reviews, se adelanta el cap. .o./
Agradecimientos:
A vosotras/os con cuenta os contesto por PM:
Scarlet Jerzy.
Mercegue Almonacid.
A vosotras/os sin cuenta os contesto por acá:
Guest 1: Muchas gracias. Espero que disfrutes el nuevo cap. NwN Gracias por leer y tu review.
Ali: ¡Me hace feliz que señalaras esa escena en la celesta! De verdad fue mi escena favorita de escribir en este cap. Tus teorias sln muy buenas... 7x7 Veamos que te certeras son... ¡Mil gracias por tu comentario, me encantó leerlo! Espero disfrutes el nuevo cap. NwN
Ivi: Siempre tan linda, mil gracias. QwQ Ya pronto volveré con Jerza que ya casi me dan mis vacaciones. QwQ Espero disfrutes este nuevo cap y te ayude con todo el calor que estás pasando. Dx
Guest 2: Las personas suelen juzgar a las personas muy fácil. QwQ Pobre Elsie... espero te guste el nuevo cap. ¡Gracias por ambos comentarios!
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Mil gracias por leer.
Adieu!
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