La Confesión Capitulo 4

Un Aliado inesperado.

El hostigamiento por parte de Annie y Eliza apenas estaba comenzando, conociendo a su prima sabía que había más que solo presentarle a su "amiga", toda una molestia puesto que no podría estar a solas con Candy, sabiendo que lo estarían acechando para insistir con la idea de emparejarlo con cabeza de avispero, buscando una solución se dirige a su habitación cuando el sonido de una lechuza lo detiene.

· §Pssst pssst Archie, por acá soy Terry.§

· Es bueno que lo aclares enseguida, ese psst y el susurro estaban a punto de convencerme que si existen las brujas.

· §Ese mito de las lechuzas y las brujas, ¿Podrías venir un momento antes que alguien se de cuenta?§

· ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Y porque hablas así de bajo?

· §Para ayudar a un amigo, Para que no nos escuchen obviamente.§

· ¿Está allí dentro?

· § podrías bajar la voz y venir de una vez o irte si no me vas ayudar§

Archie se golpeaba la barbilla con el dedo índice considerando sus opciones, curiosidad combinada con un espíritu presto para ayudar ganaron, y entró a la habitación que cerró el inglés después de cerciorarse que nadie los vio.

· Y bien de qué se trata.

· Pues yo, mmj. ¿Gustas alguna galleta, agua?

· No gracias,

· Bien, yo hum, toma asiento no te quedes de pie por favor.

· De acuerdo, tienes mi atención, seré sincero me intriga la idea de saber que buscas realmente al llamarme.

· Tu ayuda ya te lo dije, es difícil para mí lo que te voy a pedir, pero antes debes prometer por tu honor de caballero que no te burlaras o contarás lo te que te diré, créeme que he tenido una fuerte lucha para decidir hacerlo.

· Esta bien lo prometo por mi honor de caballero, ya deja tanto misterio que tengo sueño.

· Te cuento, tengo un problema en una pandilla callejera, si, afuera de la escuela, algunas veces me doy escapadas de esta prisión, o salgo a cabalgar volviendo de madrugada, de una vez te digo que ante todo también soy un caballero y jamás cometería una indiscreción, si así es te vi salir de su dormitorio y no solo una vez, guardaré su secreto aún si no aceptas ayudarme no te preocupes por eso.

· No ayuda mucho tanto rodeo, dilo ya.

· El jefe de la pandilla tiene un hermano de mi edad que quiere saber cómo,.. pues como es,.. como debe tener.. su primer encuentro.. de tipo íntimo, todos nos reímos de él por confesar ser virgen aún, ninguno quería reconocer no tener experiencia en ese aspecto, él jefe si tiene esposa pero no sé siente cómodo con hablar de ese tema con su hermano, por lo que pidió que alguno le contara, cuando se puso a preguntar de uno por uno se descubrió que eran unos mentirosos, solo quedé yo afirmando que ya había rebasado esa línea, prometí que platicará con él esté próximo sábado pero la verdad yo..no..he..la verdad..solo espero.

· Puedes dejar de balbucear, lo que quieres es que te diga cómo hacerlo, para ir y decirle a otro como se hace, ¿Te das cuenta como se escucha eso?.

· La verdad si, pero ganaré respeto de todos los demás con esa plática que suena rara.

Archie arqueaba una ceja con los brazos cruzados escuchando a Terry.

· ¿No será que eres tú el que quiere saber?¿Esperas que te cuente cómo lo pasamos ella y yo?

· Agh, ¡No! Puedes acompañarme y contárselo tú a solas, Es únicamente el saber sobré qué puede pasar y….

Archie no esperaba semejante petición, desconfiaba de Terry pero parecía decir la verdad sólo le pedía referencias técnicas en apariencia sin meter en la explicación la participación femenina, eso de una pandilla podría significar problemas pero por otra parte, también tenía un problema y él era el indicado para ayudarle a quitarse de encima cierto nido de avispas, la plática para lograr cada uno resolver su situación se prolongó hasta la madrugada.

Al final se entendieron mejor de lo que creían, el plan estaría en marcha desde ese día.

Stear despertó al escuchar cerrarse la puerta, de nuevo su hermano llegando de madrugada eso ya ameritaba una plática muy seria, respiro hondo tratando de despejar su mente o no dormiría por pensar toda la noche cómo abordar a su hermano al día siguiente.

· Hola hermano, te ves cansado escuché la puerta cuando llegaste, ¿Algún problema con tareas de ciencia? Sabes que cuentas conmigo para cualquier duda.

· Hola todo bien hermano ningún problema gracias, anoche se me fue el tiempo platicando con el vecino de al lado, no es tan antipático como creía.

· ¿Con Granchester? Pues no sé habla bien de él en la escuela, lo sabes no te conviene una amistad conflictiva.

Todo esto lo hablaban terminando de arreglarse para sus clases, ponerse el saco, su reloj, el corbatín, peinarse y tomar sus libros y cuadernos.

· Suenas como mi padre, parece que ya olvidaste la recomendación de dar una oportunidad para conocer realmente a alguien ¿Recuerdas?, No te preocupes sé cuidarme además Terrence no es tan malo como lo pintan.

· Hace un par de días era el Duque Grandesdiques y ahora lo defiendes, solo falta que me digas que son amigos.

· Eso no puedo decírtelo.

· Menos mal.

· Ya lo dijiste tú, ya no es necesario que lo repita, ya vámonos se hace tarde.

Terrence salía al mismo tiempo que ellos de su habitación para dirigirse a desayunar y después a clases, una señal

con la mano cerca de su frente a manera de saludo militar fue su buen día hacia Archie y Stear, el joven rubio castaño sonreía aproximándose para caminar juntos al comedor. Mirarlos siempre causaba revuelo entre las jovencitas que los admiraban por separado, verlos juntos provocó en la mayoría una explosión de inquietud juvenil que saturo el colegio de feromonas en forma bastante desmedida, Eliza inevitablemente también se vio afectada por la presencia masculina que emanaba atracción a cada paso, se empezaba arrepentir de su plan para forzar a esa cita con su primo, apretaba las piernas al sentir el cosquilleo de su sangre bailando sin control al son del aroma varonil al pasar cerca de ella, Terry le envió un guiño fugaz apenas mirando de reojo suficiente para hacerla sentir la reina de la escuela, Annie caminaba hacia su mesa con su charola de alimentos, Terry le mando un beso mirándola a los ojos, ni siquiera volteó a ver a su admirado hombre estando a punto de tirar la bandeja, Archie estaba complacido al ver su reacción, y la de Eliza que no les quitaba la mirada de encima todo iba bien solo debía ser cuidadoso.

Continuará