8 LA CONFESIÓN
CAPÍTULO 8
CUIDADO, NO HACER RUIDO.
Stear estaba totalmente abstraído, con la vista puesta en la ventana, hacia el rincón del jardín donde su hermano tenía un acalorado encuentro con su ahora novia, era tal su abstracción que no se dio cuenta cuándo Paty llegó junto a él, hasta que la escucho.
- ¡Ese es tu hermano! y ¡esa es mi amiga Candy!
Inmediatamente la abrazo, y alejó de la ventana, Candy alcanzó escuchar el rumor de su voz.
- Archie ¿escuchaste eso?, Archie detente oí voces, hay alguien cerca.
- No, estás equivocada, no hay nadie cerca, solo estamos nosotros por aquí.
- Tenemos que irnos, te dije que no era buena idea, no debemos hacer esto aquí nos pueden ver.
- Candy por favor nadie nos ve, nadie se aventura a este rincón.
- Archie detente, si nos pueden ver la escuela no estás sola.
- Por favor Candy, solo por esta vez en verdad yo no escuché nada ven, aquí abajo nadie nos podrá ver aunque esté cerca.
Candy se dejó conducir de nuevo por archie entre hierba silvestre, bajo los árboles que realmente los ocultaban de miradas indiscretas, aunque un poco tarde, no contaba con que su hermano usaba el viejo bodegón para probar y elaborar sus inventos, llevando a Paty para mostrarle el que tenía en proceso.
Mientras tanto en la bodega, un angustiado Stear no sabe cómo explicar a su amiga lo sucedido.
- Tu hermano y mi amiga, ellos estaban, están teniendo.. un encuentro íntimo.
- Por favor Paty tranquilízate, yo también los vi debemos irnos de aquí para que no se den cuenta que los descubrimos, ven.
Tomando la mano, de la pobre chica que estaba algo aturdida por lo presenciado, Stear la llevó rápidamente hacia laboratorio de química, sabía que en ese momento nadie estaría haciendo prácticas.
Ofreciéndole un vaso de agua la invitó a sentarse en uno de los bancos altos para las prácticas.
-. Por favor Paty, no pienses mal de mi hermano, ni de Candy por supuesto, aunque es difícil lo se, pero lo mejor será conservar esto en secreto, no podemos exponerlos a una expulsión de la escuela, ni a que se hable mal de ellos, se que me entiendes yo, lamento que hayas tenido que presenciar eso.
Paty, desconcertada, volvió a ver a su compañero, lo veía a los ojos muy callada y pensativa, comenzó a endurecer la mirada. Stear inmediatamente entendió la mirada,
-. No, ¡no pienses eso! Si te invité a la bodega fue realmente, para mostrarte mis inventos, en ningún momento considere aprovechar la situación, me interesas mucho, realmente nunca pasó por mi mente algo como eso, por favor créeme.
Paty se relajó, se leía en el rostro de Stear la sinceridad.
-. Sí, te creo, tus ojos son muy transparentes para mí, pero no negarás qué tenía motivos para sospechar.
-. Si, yo también hubiera sospechado, creo que tendré que hablar con mi hermano, no está bien lo que está haciendo.
Por insistencia de Candy, Archie término apresurado se vistieron, y rodearon la bodega, al encontrarla vacia, caminaron tranquilos de regreso a los dormitorios.
Por la noche al regresar de cenar Stear solo miraba a su hermano sin saber cómo abordar el tema.
Finalmente decidió qué lo mejor era no tocar el tema, pues cada uno estaba decidiendo por su cuenta, aunque por otro lado empezaba una molestia por saber que su hermano menor se le había adelantado en cuestión de experiencia sexual, pero más que eso, había en el ahora una fuerte curiosidad por cruzar esa línea, por aventurarse en esa experiencia.
Mientras tanto, fuera del plantel una pareja decidió tener más privacidad.
Elisa pretexto una salida muy urgente a visitar una amiga de su madre residente en Londres. Salida que realmente fue aprovechada para un encuentro con Terry en un departamento propiedad de él, que su padre acondicionó para mantenerlo lejos y no tener problemas con su esposa.
Pasaron toda la tarde en una entretenida sesión qué dirigía Elisa a placer, y que el castaño disfrutaba, aprendiendo en el proceso.
- Hey Terry, imagino que te vas a comprometer conmigo.
-. ¿Qué dices?, ¡No!, si aún no terminó la escuela y tengo muchos proyectos por cumplir, no voy a casarme y trabajar en una empresa como esclavo el resto de mi vida.
-. Es que así debe de ser, hemos intimado y ahora debemos formalizar.
-. ¿Por qué no formalizaste con el vaquero?
-. Es obvio, no tiene las cualidades que mamá aprobaría para que sea mi pretendiente, pero tú si las tienes, así que vas a ser mi esposo, te entregué mi pureza y debes responder.
-. Creo que fue al revés y no te preocupes, no pido cumplas con tu deber, sabré sobrellevar mi deshonra.
-. Que gracioso, pues si no piensas ser un caballero, está fue la última vez que probaste algo tan fino y delicado.
-. Por mi está bien, mi libertad a cambio de no follarte, trato hecho.
-. Eres tan maleducado, un duque algo fuera de lugar.
-. Aclarando, el duque es mi padre y yo lo seré si me cede el nombramiento, algo muy remoto pues preferirá a los hijos que tiene con su esposa, que no es nada mío, y yo no tengo interés en ese nombramiento, mi deseo es experimentar en las artes escénicas, algo que tú madrecita no verá con buenos ojos, así que te estoy librando de una mala elección mi querida Eliza.
-. Ni hablar, la próxima vez preguntaré por su pedigree.
-. ¿Nos estás comparando con un perro?
-. Por supuesto que no, los estoy igualando, aunque los perritos si son fieles.
-. Me estás juzgando antes de tiempo.
-. ¿Te casarás conmigo?
-. Tienes razón, los perritos son adorables, hay que regresar.
Continuará.
