C.9 La confesión.
No es Igual
Terry dio por terminado el tiempo con Eliza, no podía mantenerla engañada cuando se enteró de sus intenciones, era mejor ser su amigo y ayudarle en su cometido, a ser él quien terminará encadenado a una vida que no aspiraba.
Stear estaba incómodo por haber descubierto a su hermano en una situación tan…Particular, tenía la idea de qué, como hermano mayor, debía experimentar primero y ser quien despejará sus dudas ante una situación semejante.
Archie se sentía culpable, también escucho la voz a lo lejos, pero era más fuerte la explosión de sus hormonas que en ese momento no le importaba siquiera ser visto, lo peor era qué sospechaba de donde salió el grito, solo una persona podía estar en ese viejo bodegón.
El grito fue de una mujer, y sabiendo que su hermano estaba últimamente interesado en la amiga de Candy, no había mucha duda de quién pudo estar allí, sólo esperaba que Stear le reprendiera para comprobarlo.
Durante la cena lo vio pensativo, un par de veces se vio que intentó hablar de algo, cambiando de tema notoriamente en el último momento.
Terry se unió a ellos hablando un poco sobre los próximos exámenes, se acompañaron a los dormitorios cada uno sumido en sus pensamientos.
Stear aún lo veía sin lograr comenzar esa plática, optando por no preguntar nada.
Para Paty tampoco resultaba fácil ver a su amiga cómo antes, su cariño por ella era muy grande, pero no podía apartar de su mente la imagen de esa tarde, trataba de de actuar como siempre pero estaba cohibida atribuyéndole al cansancio su falta de atención a lo que su amiga le platicaba.
Candy estaba desconcertada, Paty no podía ocultar la incomodidad al estar a su lado, casi no hablaba y lo único que mencionaba eran los próximos exámenes de fin de curso de manera sistemática, como un guión aprendido de memoria.
Igualmente se retiraron a dormir cada una dudosa de hablar con claridad por temor de hacer sentir mal a la otra, al ser demasiado curiosa.
Paty más aún por no saber cómo proceder, si hablarlo o callarlo, deseaba decirle que se exponía a ser vista por alguien más, peor aún si era Eliza que no dudaría en delatarla para que la expulsaran y todo mundo se enterara.
~ Qué hacer, qué hacer~
se decía en silencio la pobre chica, hasta llegar frente a su habitación sin embargo, se dieron las buenas noches sin lograr decir una palabra adecuada.
La semana transcurrió rápido, los trabajos escolares y las tareas eran más complejas, se dedicaron por completo a su labor escolar.
Paty respiraba tranquila al estar Candy todo el día estudiando a su lado, eso disminuia las posibilidades de que fuera sorprendida en una situación comprometedora.
Lo que ignoraba era que Archie la visitaba en su habitación, el tiempo que sabían libre de riesgo de un embarazo.
Pasaron las dos semanas de exámenes y se dedicaron a realizar actividades artísticas por el tiempo restante, hasta recibir sus resultados y despedir a los que terminaban su tiempo en la institución.
Las vacaciones de verano fueron reemplazadas por más tiempo estudiando en Escocia por aquellos estudiantes que deseaban aplicarse.
Entre esos Paty y Candy, una por no ser aún totalmente bien recibida por tía Elroy y la otra por estar sus padres en gira de trabajo.
Todos estarían allá a insistencia de los chicos que no deseaban dejar solas a sus novias, Terry por mantenerse lejos de su familia, Eliza para afianzar prospectos, Neal para no quedarse solo.
Annie puso de pretexto el adelantar para terminar pronto el colegio, la realidad era seguir con su plan al enterarse que Archie estaría en su villa de Escocia. Dedicó sus pensamientos a encontrar la manera de conquistar a su obsesión.
El viaje en tren lo dedicó a idear algo arriesgado.
El plan era muy sencillo, lo complicado era encontrar el momento adecuado, no dejaría de aprovechar la primera oportunidad por más breve que fuera.
-. Candy no será competencia, yo ganaré sobre esa mojigata, en ese punto que los hombres son débiles para resistirse, estaré muy pendiente de sus movimientos y buscar la manera de ser invitada a la villa, allí será más fácil entrando en su habitación para comprometerlo, ¡No! Eso me pondrá en mal a mí sí nos descubren, debe ser al contrario él deberá entrar a mí habitación, logrando que se quede conmigo la noche y note la diferencia entre alguien que le dará lo que quiera, y una huérfana criada por monjas que no sabrá darle lo necesario.
Así eran sus pensamientos durante el trayecto en tren hacia Escocia, apartada de las pocas alumnas que iban, y de las monjas.
De vez en cuando miraba disimuladamente en dirección de Candy y Paty que platicaban admirando el trayecto, en otro vagón iban los varones que también asistiran a clases de verano.
Pronto se estaban instalando y después de cenar se retiraron a dormir.
Algo similar ocurre en la Villa de los Andrew y la de los Grandchester, donde sus ocupantes también disfrutarán unas vacaciones poco comunes.
Las clases comenzarán a media semana por el retraso de material didáctico, se les da oportunidad de recorrer libremente el lugar sin adentrarse al pueblo, que está algo retirado.
Los chicos las invitaron a un paseo en lancha, al ser familiares de Candy y familia reconocida les otorgan la libertad de pasear y visitarlos a ambas chicas.
Annie se entera de su cita y se adelanta para encontrar a Archie solo junto al embarcadero, lo sabe porque Stear fue por las chicas, pero se les ocurrió preparar algunos sándwich y bebidas antes de partir al encuentro de Archie.
Corrió para aprovechar el tiempo y poder dejar fuera de lugar a su rival.
Allí estaba él, sentado en un tronco cerca de la orilla cuidando las lanchas, el viento agitaba levemente su cabello, no podía distraerse en observar, se acercó decidida el tiempo estaba en contra, se acerca sentantandose a su lado comienza a charlar con él.
-. Hola Archie, ¿Te puedo hacer compañía? El día es hermoso para que estés aquí solito, te propongo un paseo para divertirnos un rato, y si hay algo más que te gustaría hacer tú solo dime, me encantaría complacerte y lograr que tu día sea inolvidable.
-. Hola Annie,no te preocupes por mí, estoy esperando a mi novia y mi hermano, no deben tardar, gracias pero estoy bien, tú debes buscar algo para olvidarte.. del aburrimiento.
-. Sería más divertido buscar ese algo entre los dos, un chico y una chica jóvenes como nosotros, con el corazón y el cuerpo vibrantes debemos darle salida a ese ímpetu.
Mencionaba esas palabras mientras subía su falda hasta el nacimiento de sus muslos, se podían apreciar en su totalidad dejando ver que no portaba la tradicional ropa íntima, Archie la miraba sin mostrar emoción, se levantó apartándose de ella.
-. Sabes Annie, debes cubrirte bien, aunque estamos en verano suelen soltarse vientos fríos, creí que te había quedado claro que solo me importa mi novia.
Annie, atónita ante esas palabras se quedó clavada en el lugar, sentada y con las piernas descubiertas.
Pasos y una voz conocida sonaron a su espalda.
-. Hola Annie, Archie, disculpen si interrumpo algo, lindas piernas pero si se entera cierta rubia de lo que estás buscando hacer, podría ponerse algo violenta, pero estoy en disposición de ayudar y podemos simular que estás conmigo, ¿Qué dices? No con cualquiera tengo estos gestos, deberías aprovechar. ( Terry )
Archie se acerca y en susurros al oído le pregunta.
-. ¿Desesperado por la abstinencia?
-. Ahora me doy cuenta porque debe uno esperar a tener pareja.
Se escucharon las voces y risas de Stear y las chicas a lo lejos, Terry tomó de la mano a una desconcertada Annie, y se la llevó por un sendero de alto follaje, llegando hasta su villa.
-. Es posible que te pueda dar lo que buscas con ansias, solo relájate linda en un momento, olvidarás el aburrimiento, la escuela y a Archie sobre todo.
Annie se había quedado aturdida ante la respuesta de Archie, esperaba que llevar los hombros descubiertos con esa blusa campesina, y mostrar las piernas en su totalidad sería suficiente para que se arrojará sobre ella, que al estar con los cuerpos unidos y explorandosé apareciera su ex amiga, que derramando lágrimas los insultara y dejará por fin a este para ella.
Pero de repente iba por una vereda tomada de la mano por ese aristócrata, que vagamente recordaba le había dicho algo sobre divertirse, llegaron a una casa de veraneo enorme, sin duda una pequeña villa de su familia, en fin ese muchacho no era mala compañía y sería un buen prospecto para las aspiraciones de su madre.
Sentada en el sofá frente a la chimenea con una copa de vino dulce en la mano daba un sorbo cuando sintió como sus piernas eran descubiertas y acariciadas con suavidad.
Ahora entendía lo de no aburrirse más claramente, debió creer que solo buscaba un rato de desfogue con Archie, se dejaría hacer, total, Terry es tan popular y atractivo ser su novia oficial le ayudará a olvidar.
Sus manos acarician sus muslos, puede ver las manos allí pero no le despiertan esas ansias como las que…¿Neal? No, no puede ser que lo recuerde en ese momento y con semejante chico.
Comenzó a besar sus hombros destapados, con ternura, tan suavemente, Annie cerró los ojos, es posible que ya sintiera más, debía ser que sus piernas estaban algo insensibles por la caminata a través de tanta maleza.
Su blusa había sido bajada un poco más al igual que su corpiño, ¿Porque no hacía algo más? ¿Solo la miraba?.
Abrió los ojos y grande fue su sorpresa al ver cómo sus senos eran acariciados, lo veía pero no lo sentía al igual que con sus piernas.
Lo resolvió en ese mismo instante, había deseado sentir de nuevo ese calor recorrer su cuerpo, y el cosquilleo entre sus piernas pidiendo más, pero tal parecía que estaba con un fantasma que no le despertaba sensación alguna como "él", que solo en segundos la había encendido.
Apartó las manos del inglés, se levantó recomponiendo su ropa, y dispuesta a marcharse solo le dedicó un " lo lamento, pero no te logro sentir, no es igual que sus manos, esas son las que recuerdo, adiós".
Confundido y derrotado ante esa declaración, la vio marcharse y se llenó de rabia considerando
a Archie un gran hipócrita, fingía ser fiel a Candy y ya había hecho algo con Annie, eso debía quedar al descubierto, y porque no, consolar a esa ardiente rubia de paso.
-.Que gran embustero resultase ser " amigo", pero te voy a desenmascarar y allí estaré para no dejar que la pecosa muera de tristeza.
Continuará
