Día veintitrés.
En los pocos días que llevaba compartiendo departamento con los que en algún momento fueron su superiores, se dió cuenta de varias costumbres adquiridas con la convivencia mutua.
La primera era que sin notarlo ambos tenían como zona libre de guerras el área de la cocina, no había discusiones, ni gritos, era increíble como Shinazuwaga se calmaba notablemente cada que entraba a la cocina.
En ese lapso de tiempo, podía verlos moverse de un lado a otro sin chocar entre sí, sin emitir más ruido que el de ollas moverse y algún que otro ruido de las comida al cocinarse.
El mediar palabras para entender lo que el otro cocinaría no era necesario, siempre terminaban complementando sus platillos, alternando tareas solo con una mirada.
Kyōjurō tenía que recalcar que Shinazuwaga desde el primer día que lo vetó de cocinar cualquier alimento,por lo que sus compañeros de piso cocinan lo suficiente para alimentar el descomunal apetito del de cabello bicolor...
Apetito que lo llevaba a su actual situación; conseguir un empleo de medio tiempo.
El pagar todos los servicios a partes iguales también tenía que ver con la comida, comida que se acababa demasiado rápido, si antes con Iguro hacían mercado una vez al mes, con la llegada de Kyōjurō, tenía que ir con Shinazuwaga cada fin de semana a reabastecer la alacena, Tomioka se ausentaba debido a su horario de trabajo.
Nunca tuvo un trabajó de verdad, su padre solía dejarle la clase de los menores que asistían al Dojo, pero ni a él ni a Senjurō se les permitió tener un trabajo.
¿Por donde debería comenzar?
—¿El bebé tiene problemas buscando trabajó? _Shinazugawa sonrió con sorna dejándose caer a su lado en el sillón— ¿Es duró estar del otro lado niño mimado?
—En realidad _Una sonrisa se expandió mientras le daba un par de revistas a Shinazuwaga— ¡Estoy algo indeciso, y tal vez puedas ayudarme! ¡Hay tantas opciones de trabajos que quiero intentar, podría ser seguridad en un lugar, o repartidor, también pensé en ser camarero! ¡¿Tú que opinas Shinazuwaga?!
—Ufff todo tu entusiasmo es desagradable _Sanemi hizo el rostro a un lado chasqueando la lengua— Esperaba verte más deprimido, quejándose por la injusticia de la vida, pero olvidé que siempre le ves el lado feliz a todo, es irritante.
La puerta se abrió, dejando entrar a un azabache con mirada aburrida, que al verlos dibujó una pequeña sonrisa.
—¿Me estaban esperando? _Preguntó en un tono serio, dejándose caer a un lado de Rengoku, sus ojos se fijaron al instante en las revistas esparcidas por el sofá.
—Ni en tus sueños idiota, estoy ayudando a este imbécil a conseguir trabajó.
—Oh, entonces Rengoku tiene la mejor ayuda posible, Shinazuwaga suele cambiar regularmente de trabajó, es como si le costará mantener uno fijó.
Otra de las cosas que Kyōjurō notó en su estancia, era la manera tan singular que tenía Tomioka de decir las cosas, siempre era letal, como si tuviera la intención de herir con sus palabras, aunque realmente él no se daba cuenta que podía causar daño con sus palabras.
—¡CÁLLATE! ¡ESO ES UNA MENTIRA!
—Shinazugawa es un Gremlin, lindo por fuera pero sin que te des cuenta puede convertirse en alguien demasiado agresivo.
Sanemi chasqueó la lengua sintiendo su rostro enrojecer por algo tan simple como un cumplido entre el insultó, prefirió ignorar esa respuesta, no porque una parte de él le diera la razón a Tomioka, sino porque debía trabajar en pocas horas y no querría irse con un dolor de cabeza.
—¿Qué haces aquí tan pronto? _Cambió de tema frunciendo los músculos donde deberían estar sus cejas.
—Olvidé la ropa que usaría _Apoyó su cabeza en el hombro de Rengoku sacándole al menor de los tres un sonrojó— Ahora que lo pienso, Rengoku es lindo _Soltó en un tono tan neutral y contundente sin dar espacio a réplica, Kyōjurō se sintió en la luna con tal afirmación— ¿Qué tan rápido puedes desnudarte?
Shinazuwaga miró de reojo a sus compañeros negando ante la selección de palabras de Tomioka.
La sorpresa muda inundó las facciones del bicolor, su boca y ojos se abrieron al tiempo que el calor en su rostro se hacía insoportable, llegando hasta su cuello. Su garganta se cerró, imposibilitando emitir aunque fuera un ruido.
Su mente voló en cuestión de segundos.
Recuerdos de sueños subidos de tono se sentían nítidos en su memoria solo con escuchar esas palabras.
¿Iban hacer eso ahora?
No podría hacer eso con Giyū... Al menos no así... Se imaginaba su primera vez con el chico de forma más... Romántica, especial, no de una propuesta indecorosa que sale de la nada.
Fue imposible para Sanemi no notar el cambio en Rengoku, su rostro estaba tan rojo que podía rivalizar un tomate, si esto fuera una especie de caricatura, ahora mismo las orejas del bicolor estuvieran lanzando humo ante el mar de pensamientos.
Tomioka, como "novedad" no notó el cambio, internamente se preguntaba el tipo de reacción del azabache al saber que el "tierno" Rengoku (como lo catalogaba Tomioka) estaba teniendo pensamientos nada castos con Giyū como protagonista.
No pudo evitar soltar una carcajada, el brinco a su lado fue un indicador de que su acción pareció sacar al de ojos rubis bañados en oro de sus pensamientos
La carcajada de Shinazuwaga lo tomó por sorpresa, recordándole que no estaban solos en el departamento...
Claro, no podían hacer eso con Shinazuwaga ahí, incluso si no estaba el albino una de las reglas se lo prohibía.
—Deja de imaginar estupideces Rengoku, él no se refiere a lo que estas pensando, y tú, bastardo aprende hablar con los demás.
—Hablé perfectamente Shinazuwaga, mi hermana y profesores me enseñaron hablar.
—Ellos pudieron enseñarte como hablar, es tu culpa que seas un asco expresando las cosas. Explícale por qué le preguntas que tan rápido puede desnudarse.
—Es obvio.
—Lo que tú crees obvio, no lo es.
—No estoy entendiendo nada chicos.
—Claro que no, el bastardo le gusta hablar en clave, Tomioka quiere que trabajes con él ¿Sabes cuál es el empleo de Tomioka?
La pregunta lo tomó por sorpresa, más al recordar lo de desnudarse ¿A qué exactamente se dedicaba Tomioka?
Sabía que Shinazuwaga atendía un bar, a veces cocinaba en un restaurante, servía café en una cafetería, cuando Tomioka dijo que cambiaba mucho de trabajo no era broma, el albino era alguien de carácter difícil, así que no solía durar mucho tiempo.
Pero Tomioka nunca fue abierto con su trabajo, solo sabía que conseguía ropa, mucha ropa a veces elegante, otras más casuales, y había días que traía ropa femenina...
Se puso a recapitular, como algunos días traía delineador en los ojos, incluso maquillaje.
Parpadeó lentamente.
Ay no, su superior seguramente trabajaba de stripper, bailando para ebrios, quitándose la ropa por unas cuantas monedas ¿Por qué no lo notó antes? Miró de reojo el rostro de Tomioka, no quería moverse más de lo necesario disfrutaba la sensación del azabache recostado en su hombro.
Desde su perspectiva Giyū se veía tranquilo, más feliz de lo que recordaba, si esto de quitarse la ropa con extraños hacía que aquellos ojos lapislázuli brillarán y la sonrisa tan dulce permaneciera en su rostro entonces lo apoyaría.
—Interpreto tu silencio como un no, Tomioka es modelo o una mierda de esas que parecen tener siempre un palo en el trasero.
Rengoku dibujo una "o" en sus labios, ahora todo tenía más sentido, al menos más sentido que el trabajo que lo que él imaginó.
—Shinazugawa vocabulario.
—Bien, el punto, su trabajo en las pasarelas o secciones de fotos requieren que se desnude rápido y se vista sin importar quien esté presente, por eso es que es tan descarado.
—Lo dice quién siempre carga el pecho al descubierto _Tomioka se mofo— Mi hermana puede darte empleo como modelo Rengoku, solo debes saber desnudarte rápido y lucir bien, se lo ofrecí a Shinazuwaga, pero él dijo algo de no ser un perro entrenado.
—No creo que eso sea lo mío superior Tomioka.
—Eres bueno para sonreír, tienes un buen cuerpo, ojos exóticos, pareces que manejas bien la atención sobre ti.
Rengoku enrojeció por los halagos recibidos, al tiempo que Shinazuwaga rodaba los ojos.
—No creo estar preparado para estar bajo esa atención, al menos no por ahora. ¡Muchas gracias por pensar en mí de esa manera! _La mano de Rengoku tomó la de Giyū— Ahora que sé lo mucho que se esfuerza siendo modelo, estaré apoyándolo.
—Iuck, sí ya terminaron de lanzarse flores uno al otro, sigamos buscando un empleo para Rengoku, adoró ver a los bebés mantenidos por sus padres unirse a la clase trabajadora, con horribles horarios y más horrible paga.
—Oh, Shinazuwaga está feliz _Giyū tarareo cerrando los ojos— Felicidades Rengoku, ahora que Shinazuwaga está feliz no descansará hasta conseguirte un empleo.
—Lo cuál será difícil porque Rengoku no tiene talento, pero le encontraré algo digno.
—Viva Shinazuwaga _Giyū agitó su dedo con diversión
—¡Muchas gracias Shinazuwaga!
—Aun no me agradezcas. Y tú vete a trabajar.
—Pero, quiero agradecer por tomarse el tiempo para ayudarme.
—Ni lo menciones _El albino chasqueó la lengua llevando la revista a su rostro.
—Lo has avergonzado, Shinazuwaga es tan tierno _Tomioka habló en un tono normal, pesé a que redujo la distancia entre él y Rengoku, como si sus palabras inicialmente serían un susurro en el oído, un cosquilleo se extendiera por el cuerpo del bicolor al sentir el cálido aliento chocar contra su oreja y cuello.
—¡CÁLLATE Y VETE DE UNA BUENA VEZ! _El gritó fue seguido del golpe a Giyū con una revista, su rostro estaba rojizo hasta las puntas de sus orejas y cuello, sacándole al azabache una sonrisa.
—Aaaaaaaaw Shinazuwaga avergonzado es algo que puedo ver muy poco. Casi me dan ganas de quedarme todo el día _Se acomodó más sobre el hombro de Rengoku, restregando su mejilla como si fuera un gato.
—Vete a la mierda.
Kyōjurō sonrió divertido, viendo como lo de conseguir empleo por el momento quedaba de lado solo para dar pasó a una nueva irritante discusión, al menos por parte del ojos violeta, pues Tomioka parecía disfrutar mucho sacar de quicio a Shinazuwaga.
No fue hasta pasada la tarde, antes de que la llamada de la hermana de Giyū lo hiciera regresar a su trabajo, que entre los tres eligieron un empleo perfecto para Kyōjurō que requería contacto con el público, ideal para alguien que podía ganarse a cualquiera con una mirada.
Rengoku sonrió radiante, hay muchas cosas que descubría al vivir con sus superiores, lo que más le gustaba era la ayuda y el apoyo mutuo que existía entre ellos, más en momentos como estos, si no fuera por ese par seguiría mirando artículos sin saber exactamente que empleo era mejor para él y sus horarios, justo como estaba antes de la llegada de Shinazuwaga.
Continuará.
Dato: Shinazuwaga trabaja en varios lugares distintos días a la semana, por eso da la impresión de que es despedido de algunos trabajos, cuando simplemente se rota, las únicas veces que lo despidieron, fue por violencia contra un cliente, aunque una mujer involucrada abogó por qué Sanemi la defendía del hombre que la acosaba, a Sanemi no le regresaron el empleo.
Sin más que agregar.
Nos leemos luego.
Angel sin Luz/Blekk-Universe.
