"Bien, no te pongas nervioso, no te pongas nervioso"
Yuga se encontraba frente al apartamento de Romin, luchando por mantenerse en una pieza y no volverse loco de los nervios. Revisó por última vez su ropa (Una chaqueta roja de mangas largas y blancas, camiseta amarilla, pantalones grises de mezclilla(Un Jean) y tenis blancos con detalles rojos), tomó su teléfono y abrió una burbuja de chat para revisar el último mensaje que envío.
Ya llegué, estoy enfrente
Del apartamento.
14:03 PM
Solo habían pasado 7 minutos desde que envío el mensaje, los 7 minutos más largos de su vida. Finalmente la puerta se abrió revelando a la chica que tanto esperaba.
"Hola, perdón por la tardanza" Romin lo saludó con una sonrisa en su rostro.
"N-no te preocupes por eso" Yuga respondió devolviendo la sonrisa.
"Como me veo?" Preguntó la guitarrista. Ella llevaba puesto un vestido corto de cuello alto de color rojo, botas de tacón, una chaqueta negra con mangas blancas y también, había recogido su cabello en coletas.
"H-hermosa" Es lo único que Yuga alcanzó a pronunciar.
Romin agradeció el cumplido mientras se sonrojaba. "Nos vamos?" ella preguntó.
"Claro, vamos" Yuga respondió. Ambos empezaron a caminar hasta dirigirse al Centro Comercial del vecindario.
"Esto es genial, no puedo creer que de verdad haya aceptado la cita" Yuga celebraba internamente sin creerse aún que de verdad pasó.
Al llegar, se acercaron a la taquilla y pidieron dos boletos para la película "Hitomi-Chan wa hitomishiri" adaptación a película animada del manga homónimo. Yuga pagó por ambos y entraron a la sala indicada.
Mientras esperaba a que la película iniciara Yuga observo de reojo a Romin, se veía bastante felíz. Yuga sonrío ante esto y se concentró en la película que estaba por iniciar.
"El tren llegó un poco tarde esta mañana y estaba realmente lleno. Esta mañana fue un poco diferente de lo usual...no"
"Fue muy diferente"
La película empezó a proyectarse, ambos rápidamente sonrieron y la disfrutaron en silencio. Llegado un momento de la película donde los protagonistas fueron a un mirador y vieron el vecinario en su esplendor, sus corazones se "derritieron" ante la escena.
Yuga pensó en como sería esa situación con el y Romin. Sus manos juntas, una estupenda vista de Ciudad Goha, la nieve cayendo, ellos dos sin ninguna interrupción. La calidez en su pecho crecía e instintivamente volteó a ver a Romin con una sonrisa en su rostro. Ella parecía encantada al ver la película. Su corazón cambió su ritmo y sin darse cuenta...
"Hmm?"
Romin salió de sus pensamientos al sentir una mano conocida tocando la suya. Encontrandose con que su amigo inventor ahora miraba hacia el suelo avergonzado. "D-discul...pa" Yuga se sorprendió al sentir la mano de Romin entrelazando sus dedos con la suya y a ella mirandolo con un sonrojo en su cara.
"N-no me molesta hacer esto" Ella río y le dedicó una sonrisa suave a Yuga.
Al terminar la película se levantaron de sus asientos y salieron del cine sin decir una palabra.
"T-te gustó la película?" Yuga preguntó rompiendo el silencio.
"Etto, S-si, fue bastante buena" Romin respondió felíz.
"Me alegra que te haya gustado" Yuga sonrió.
Ambos caminaron por el lugar y se detuvieron en un puesto de helados. "Estás bien con pagarlos?" Yuga preguntó dudoso.
"Claro, tu pagaste los boletos, siento que sería lo justo" Ella le respondió con calma.
Ambos se sentaron en una mesa cercana, uno enfrente de otro, Yuga pidió un helado de Vainilla y Romin uno de Chocolate. Ambos comieron sus helados tranquilamente mientras conversaban.
"Como van las cosas con la banda?" Yuga pregunta antes de dar algunas lamidas a su helado.
"Actualmente estamos en un receso mientras Roa soluciona algunos asuntos" Romin siguió comiendo su helado. "He estado practicando algunas canciones para cuando volvamos a eso"
"Como cuales?" Yuga preguntó.
"Teardrop, Guts! Guts! y Kaisei Joushou Hallelujah" Romin habló confiada.
"Wow, esas definitivamente no son un paseo por el parque, ya quiero escucharte tocarlas." Yuga le sonrió.
La conversación duró por un largo rato mientras reían y bromeaban.
"Y así fue como los Tylacinos desaparecieron..." Yuga habló con una voz apagada mientras se llevaba a la boca lo último que quedaba de su cono de helado.
"Eso es triste, es una pena que ya no estén" Romin terminó de comer su helado.
"Bueno, no podemos remediarlo. Hay quienes dicen que los han visto, pero son solo eso, avistamientos". Yuga habló mientras se recostaba en su silla.
"Tienes un poco de helado en la mejilla" Romin avisó
"Hmm? Ah, gracias" Yuga se limpió. "Se está haciendo tarde, te acompaño a tu apartamento?"
"Claro", Romin respondió felíz.
Ambos salieron del lugar y caminaron hasta el apartamento de Romin, durante la caminata, conversaron un poco más acerca del dia de hoy.
"Me alegra que hayan adaptado la fiesta de navidad en la película. Es posiblemente mi parte favorita" Romin habló.
"A mi también, ver a Hitomi y Usa tan felices se sintió realmente satisfactorio". Yuga sonrío al recordarlo.
"Aunque después los interrumpieron con la foto" Romin río mientras veía a Yuga.
"Jeje, no puedo imaginar como sería si nos interrumpieran en esa si-" Yuga se detuvo al caer en cuenta de lo que dijo. Ambos se sonrojaron tras esto.
La caminata siguió en silencio hasta llegar al apartamento.
"Bueno llegamos, nos vemos el lunes" Yuga se despidió
"S-sí..." Romin miró hacia abajo. Luego alzó un poco la cabeza y...
"Yuga..." ella lo llamó con voz firme
"Hmmm?" Tras decir esto, Yuga pudo ver como Romin extendía su mano hacía su rostro y se acercaba.
Romin tomó a Yuga de la mejilla y unió sus labios con los de el en un casto, suave e inexperto beso. Yuga cedió, extendió sus manos y las colocó alrededor de su cintura. Romin colocó sus brazos alrededor del cuello del chico y continuó con el beso hasta que la falta de aire los hizo separarse.
"Nos vemos el lunes" Romin dio otro beso rápido a Yuga antes de entrar a su apartamento.
Yuga quedó paralizado mientras su sistema procesaba bien lo que acaba de pasar.
La sensación suave y reconfortante de su primer beso aún seguía en su boca. Todas sus preocupaciones se fueron al instante, y una sonrisa apareció en su rostro antes de caminar de regreso a su casa.
