Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.


Capítulo 4: Primer día

Un bello día comenzaba en los terrenos de la Academia DisneyWorks, los pájaros cantaban, las flores coloreaban el campo y el sol iluminaba todo a su alrededor, pero Elsa no podía apreciarlo. La chica sintió nerviosismo desde el momento en que despertó, no sabía qué esperar de sus clases con nombres tan extraños y Jack había logrado hacerla temer de sus profesores. Lo único que la tranquilizaba un poco era que finalmente vería a su prima y seguramente ella la ayudaría a que las cosas fueran más fácil, después de todo, esperaba que compartieran la mayoría de sus clases. Contrario a Elsa, el resto de los chicos estaba tranquilo y Jack incluso sonreía por dentro al ver a Elsa seguir su sugerencia de vestir colores tierra.

A las ocho en punto los cuatro compañeros de quinto grado se encontraban en un amplio e iluminado salón de clases en el edificio principal para la clase de Biología y lenguaje de Criaturas. Elsa se había sentado en un sitio cercano a la ventana junto a Astrid y Jack e Hipo se ubicaron tras ellas. Los demás estudiantes entraron poco a poco al lugar.

Al llenarse la sala, Elsa se extrañó de no ver a su prima, pero no dijo nada, tal vez le habían asignado otras clases y tarde o temprano la encontraría. Ahora solo se preocupaba de esperar a la supuesta maestra olvidadiza que mencionó el peliblanco, minutos después esta apareció.

—Lamento la tardanza chicos, había olvidado cual era el salón—se excusó, Elsa se volteó a ver a Jack, no creía que tan rápido se confirmara lo que dijo, él le dio una de sus sonrisas de lado antes de que ella volviera a mirar al frente—Les doy la bienvenida a todos a este año en la Academia DisneyWorks. Soy la profesora Dory, como algunos ya saben, y les enseñaré Biología y Lenguaje de Criaturas

—¿Este año nos enseñará sobre las criaturas marinas?—preguntó una chica pelirroja que levantaba la mano emocionada delante de Elsa

—Sí, Ariel, aprenderán todo sobre ellas y tal vez se conviertan en grandes mensajeros de las criaturas marinas tal como lo he sido yo con las ballenas al ser experta en cetáceo

—Espero sirva para que alguien entienda ciertas cosas de vez en cuando—comentó suavemente la chica a su compañera de puesto y señaló a un asiento lejano donde un pelinegro se sentaba prestando atención a la profesora

—Bien, bienvenidos todos este año a DisneyWorks y a la clase de Biología y Lenguaje de Criaturas, como algunas ya saben, soy su profesora Dory—repitió la maestra—Este año comenzaremos aprendiendo sobre células—dijo dando paso a una larga clase

...

—No extrañaba las clases con Dory—dijo Jack al salir del aula luego de terminadas las lecciones. Los cuatro compañeros caminaban hacia su segunda clase en el ala oeste del castillo de DisneyWorks—Son tan aburridas, no quiero saber de células animales, vegetales, procariotas, eucariotas ni nada que no veo

—Bueno, no te tengo buenas noticias,—dijo Hipo—ahora estudiaremos átomos en Química explosiva

—¡Lo sé!—se lamentó el peliblanco—Al menos tendremos explosiones—dijo a Elsa cuando llegaban a la puerta de la sala

Elsa rodó los ojos, Jack pudo haber tenido razón para la primera clase, pero no había ninguna posibilidad de que en esta clase fuera a explotar algo, la química no tiene porque ser peligrosa.

Astrid entró, seguida de Hipo, Jack y finalmente Elsa. El salón era grande, con paredes de piedra y con muchas mesas alargadas con artículos encima, pero los chicos no pudieron observar mucho hasta que algo llamó su atención.

—¿Quieren una taza de té?—preguntó una voz temblorosa desde el frente de la sala y un objeto fue lanzado con rapidez hacia ellos

—¡Cuidado!—dijo Astrid

Los tres chicos antiguos ya sabían que enfrentaban, Elsa no, solo sintió como Jack la tiraba hacia abajo antes de que una taza se estrellara contra la pared justo detrás de ellos

—Te dije que sería una clase explosiva—le sonrió él por haber acertado—Mantén la cabeza abajo

—¿Qué fue eso?

—Llegamos a la hora del té—respondió el peliblanco encogiéndose de hombros

Casi arrastrándose avanzaron hacia sus asientos, escuchando de vez en cuando como una nueva taza se estrellaba contra las paredes tras la entrada de un nuevo alumno.

El salón se llenó a los minutos, pero todos los estudiantes permanecían ocultos bajo las mesas

—Todos arriba—dijo de pronto una simpática voz—Disculpen a mi compañero, se excedió con la cafeína—soltó una pequeña risita antes de sacarse su sombrero e inclinarse—Tarrant Hightopp—se presentó

—El sombrerero...—dijo Hipo a Elsa cuando se levantaron del suelo

—…loco—terminó Jack

—Siéntense todos, hoy tomaremos el té mientras conversamos de la clase—señaló indicando las tacitas en el centro de la mesa—Brutacio yo no haría eso—dijo viendo a un alumno batir un tubo de ensayo con una sustancia azulada

—La desgracia de Berk—dijo Astrid

—Creí que ese era Hipo—bromeó Jack justo antes que una pequeña explosión ocurriera frente al chico llenándole la cara de hollín y levantando su cabello

—¡Eres un tonto!—se burló al lado de él una chica

—Esos son Brutacio y Brutilda—dijo Hipo—Son nuestros amigos de Berk

La clase había sido bastante inusual y Jack nuevamente tuvo razón, había sido explosiva. En este punto Elsa ya había comenzado a temer por su siguiente clase y el peligro que podría representar si los profesores eran tan horribles como decía.

Al terminar, los muchachos salieron del edificio hacia el invernadero donde realizarían la clase de Botánica. Kristoff no tardó en unirse en su caminata por los jardines.

—¿Nerviosa?—le preguntó Jack a la chica que iba junto a él y Kristoff. Hipo y Astrid caminaban un poco más adelante

—No—respondió, aunque sí se sentía de ese modo

—Eso me recuerda que tengo algo para Astrid—dijo el chico. Elsa vio como corrió y le entregó a la rubia unas gafas de sol que ella no rechazó

Tal vez era momento de preocuparse…

Kristoff también parecía nervioso y Elsa no lo había visto hablando con Jack... quizás se había enterado por su cuenta de algo respecto a los maestros

—Creo que no quiero ir—murmuró el rubio cuando Jack volvió

—Vamos Kristoff—lo animó el peliblanco—Es solo botánica

—Tu no entiendes, no es la botánica, son los profesores—dijo Kristoff y los temores de Elsa se confirmaron

—¿Tal vez esto ayude?—dijo el peliblanco extendiéndole un gorro

—Creo que podría servir—aceptó el rubio

Elsa comenzó a buscar sus lentes de sol en su mochila, ya le creía a Jack que también se había puesto unas gafas y gorro

Los tres se detuvieron en la puerta del invernadero, Hipo y Astrid ya habían ingresado

—Adelante chicos—dijo Jack, pero ninguno quería moverse—¡Vamos!—los animó y tomando a Elsa por los hombros la guío hasta entrar juntos. Kristoff los siguió

El lugar era muy... verde. Una única mesa alargada se ubicaba al centro y sobre ella diversas plantas. No había maestros a la vista, solo plantas, hongos y rocas, nada especial.

—¿Y a ustedes qué les pasó?—los interrogó de pronto Astrid notando los accesorios que se veían muy graciosos en Elsa y Kristoff

—¿Jack, tienes algo que decir?—preguntó Hipo

—Elsa necesita un gorro—dijo el peliblanco y con la prenda en mano se acercó a la platinada que acababa de notar que nuevamente había sido engañada por el chico

—¡Kristoff!—gritó alguien sacándolos de su plática. Una roca rodó hacia ellos provocando un brinco de parte de los chicos. La roca rápidamente comenzó a tomar una forma humanoide

—Trolls—los reconoció Elsa tras recordar el incidente que años antes la había llevado a ellos, no podía creer que se encontraba de nuevo con ellos en DisneyWorks

—Ay no—se quejó el rubio ocultándose tras Jack e Hipo que pronto se movieron para permitir que la profesora se acercara—Son unos traidores— murmuró

—¡Kristoff! ¡Estás aquí!—dijo ella y unas cuantas rocas más rodaron en su dirección

—¡Y tienes amigos que se visten igual a ti!—dijo un troll mas pequeño señalando a Elsa y Jack

—Te detesto—le dijo Elsa al peliblanco cuando se sacó los lentes y los volvió a guardar

Botánica no había sido una clase aburrida, por el contrario, la profesora Bulda era muy alegre y divertida para enseñar y el resto de los trolls eran un gran apoyo. El único que terminó un poco molesto fue Kristoff porque muchas veces le preguntaron cosas y le pidieron ayuda para las demostraciones, pero no había nada terrorífico como Jack había advertido.

—Ahora entiendo porque desaparecías a veces y porque conoces el campus. ¡No nos habías contado sobre tu familia, Kris!—dijo Jack al rubio en el inmenso comedor de la academia. Ya habían terminado sus clases y ahora almorzaban los cinco juntos

—No todo el mundo lo comprende—se excusó Kristoff sentado a su lado

—Estamos en un colegio mágico y viste a mi dragón, nosotros no te juzgaremos—lo apoyó Hipo frente a él

—Son agradables—dijo Elsa comiendo al lado del rubio

—Eso crees porque no los conoces—rio Kristoff—Si conocieras a los pequeños no sería lo mismo, son habladores, malolientes y muy inoportunos

—¿Tú los conocías Elsa? Son de Arendelle—preguntó Hipo

—Los vi una vez cuando era pequeña—dijo ella sin entrar en detalle y rogó porque no le preguntaran más. Afortunadamente para Elsa se creó una distracción, o mas bien alguien apareció y distrajo al grupo

—Es la última vez que trato de enseñarle a alguien arquería—dijo una chica de cabello rojo apoyando sus armas en la mesa—Esos idiotas casi me sacan un ojo

—Hola, Mérida—saludó Astrid sin mucho éxito

—Esas tres bestias son incontrolables—dijo sentándose junto a Hipo y robándole la manzana a Jack frente a ella

—¡Era mía!—se quejó el peliblanco, pero ella le dio un gran mordisco sin importarle sus palabras—Y te haces llamar princesa—bufó

—No me digas así Frost, no te atrevas a compararme—dijo, ante lo que los tres antiguos rieron

—Bueno, por tus modales quedarías fuera—siguió Astrid

—¡Es lo mismo que dice mi mamá!—se alegró la chica—Gracias, Astrid

—Oh, chicos—los interrumpió Hipo notando que dos de sus compañeros miraban confundidos—Ella es Mérida, nuestra amiga

—Encantada de conocerlos—dijo la pelirroja con comida en la boca

—Ella es Elsa y él es Kristoff, son nuestros nuevos compañeros de casa—ambos jóvenes saludaron a Mérida—Hablábamos de que Kristoff es familiar de los profesores de Botánica

—No le digas a todo el mundo—se quejó el rubio

—¿Bromeas? ¡Ellos y Giselle son los mejores profesores!—dijo emocionada la pelirroja—Siempre me felicitan sin hacer nada extraordinario—les sonrió

—Me alegro de escuchar que no son odiados

—Supongo que tu le enseñabas arquería a tus hermanitos—siguió Astrid

—Esos mocosos solo querían darme un tiro, nunca más confiaré en ellos

...

Tras el almuerzo y al llegar a casa cada uno de los chicos se separó a hacer sus cosas.

Elsa se fue a su habitación. La chica había pasado una mañana agradable, a pesar de la broma de Jack. Rapunzel no mintió que la escuela parecía un buen lugar para educarse sobre sus poderes y la gente parecía muy buena. Los profesores estaban bien y Mérida, la amiga de los chicos, era muy simpática.

Cuando entró a su pieza la platinado notó que en su cama había un paquete y una carta a su nombre. No se extrañó al ver que era de su prima, le debía una explicación luego de abandonarla.

Querida Elsa:

Lamento no haber estado el primer día contigo, no iré a clases esta semana. Con mamá y Anna no tuvimos tiempo de preparar las cosas para mi viaje. Acompañé a tu hermana a comprar lo que le faltaba para sus clases y accidentalmente nos distrajimos comprando ropa ups…Bueno, nos acordamos de ti y te trajimos un regalo para que uses en el acto de bienvenida de DisneyWorks, te verás hermosa ;)

Espero que hayas tenido suerte con tus compañeros de casa. De cualquier modo, les diré a unas amigas que se acerquen a saludarte para que no te sientas tan sola, ¡son muy amistosas!

Nos vemos la próxima semana. Te quiere

Rapunzel~

La nota que dejó su prima no la alegró mucho, mas bien fue todo lo contrario. Elsa se sintió mal porque no llegara esta semana, pero se sintió aún peor al saber que Rapunzel podía divertirse con Anna y ella no. Elsa hubiera deseado estar allí...si tan solo no tuviera esos horribles poderes.

Sacudiendo los pensamientos negativos, Elsa abrió la caja que acompañaba la carta para encontrarse con un lindo vestido floreado y unos guantes que combinaban a la perfección con la prenda. La chica de inmediato se lo probó y debía admitir que era hermoso, su hermana y su prima habían elegido bien, se veía muy lindo. Claro, sus guantes lo arruinaban un poco, pero no tenía otra opción, todos sus vestidos y toda su ropa siempre lucía mal con los guantes y más ahora en DisneyWorks donde usaba prendas descubiertas por el hermoso clima. Decepcionada Elsa volvió su ropa del día, al menos con ella no recordaría constantemente a Anna y Rapunzel...

Unos golpes en la puerta pronto la sacaron de su tristeza

—Elsa, Kristoff nos invitó a conocer a su mascota y luego pasaremos por una Cajita Medieval Feliz, ¿te nos unes? Mérida nos acompañará—dijo Astrid

La platinada aceptó, eso la haría pensar un poco menos en su familia.

—Sven es fantástico—le dijo Hipo a Kristoff mientras comía sus papitas fritas. Tras visitar a la mascota de su compañero se habían detenido en el popular local de comida rápida McDieval y sentados alrededor de una mesa compartían y conversaban—¡No puedo creer que lo entiendas tan bien!—dijo recordando como su compañero había traducido lo que les decía el reno en cada momento

—Es parte de conocernos de toda la vida—señaló el rubio restándole importancia

—Con mi mascota también nos entendemos—habló esta vez Jack

—¿Qué mascota tienes tu?—lo cuestionó Hipo

—Se llama Bunnymund, es un conejo antropomorfo de dos metros, si lo ven recuerden llamarlo canguro por su ascendencia australiana o lo ofenderán muchísimo

—¿Tienes un conejo de dos metros?—preguntó Elsa

—Está bromeando, ese es un supervisor del campus aunque su descripción no es tan incorrecta—explicó Mérida a Elsa y Kristoff

—Aún no lo veo, pero un conejo de dos metros suena espeluznante—dijo el rubio

—Pero los conejos son adorables—dijo la platinada

—Bunny es todo lo contrario a adorable, créeme—dijo Jack

—¡Funcionó la máquina de helados!—anunció Astrid emocionada cuando llegó junto a sus compañeros y repartió los postres

—No sé para qué compramos helado—dijo el peliblanco recibiendo su helado de vainilla—Yo podía perfectamente hacer unos en casa

—Pero queríamos ahora y te tienen prohibido usar tu magia aquí y espantar clientes—dijo Hipo señalando un cartel en la pared que escribía en grandes letras: Prohibido el uso de magia y en pequeño: Para: Jack Frost

—Además, no queremos un sonso helado solo con hielo molido—señaló Astrid

—¿Acaso olvidan que tengo chocolate ilimitado en mi habitación?—dijo Jack—Al menos a Elsa, Hipo y Mérida les hubiera gustado—dijo notando que los chicos habían elegido ese sabor de helado

—Pero ahí no tenías papas fritas con las que mezclarlo—dijo Hipo usando una papita como cuchara

—Eso es asqueroso—dijo Astrid

—Sí, todos saben que las papas fritas van dentro de tu hamburguesa—dijo Kristoff abriendo la suya y llenándola con las frituras mientras el resto reía

Había sido una salida divertida para todos. Elsa había disfrutado bastante y olvidado sus problemas.

Volvieron a casa casi al atardecer

—Astrid te manda esto—le entregó Hipo unos lentes de sol a Jack cuando el peliblanco descansaba en la sala—Deja de molestar a Elsa—pidió

—¡Los estoy haciendo reír!—reclamó Jack—Estoy seguro de que hoy lo paso bien todo el día. Además, si no hiciera reír a la gente no podrían llamarme guardián de la diversión

—No eres un guardián y nadie te llama así—le respondió Hipo

Jack lo ignoró y se puso los lentes de sol para continuar viendo televisión. Estaba seguro de hoy Elsa había tenido un buen día. En cuanto a lo otro...pronto sería un guardián, Norte no le hubiera ofrecido el puesto de no poder cumplirlo.


betaworkshop460: Para que Jack no sea desagradable hay que entender su humor tan especial. Con Elsa van muy lentito. Espero que te gustara la introducción de los profesores (te sorprendió alguno?), compañeros y Mérida.

Nos estamos leyendo :)