Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.
Capítulo 7: Rastros del pasado
Al día siguiente, luego de haber desayunado, Elsa se encontraba leyendo el libro que Bella le había prestado cuando Astrid se acercó.
—Elsa, lamento lo que pasó ayer, perdona por haberte dejado sola—le dijo la chica sentándose junto a la platinada que le dio su atención— Fue sorprendente para nosotros enterarnos de que eras una princesa y reaccionamos mal. Nuestro problema con Disney es una estupidez, siempre nos ganan en los deportes y estamos un poco cansados de eso. Además, los chicos están un poco resentidos por algo que pasó hace unos años con una princesa, pero no era nada contra ti.
—Esta bien, Astrid, no hay problema con eso—le dijo Elsa
—Y...—le sonrió Astrid—como oíste ayer, queremos que almuerces con nosotros
—Astrid, sé que Jack no quiere y no quiero ser un problema—dijo Elsa
—Lo siento Elsa, tarde o temprano se le pasará, hablaré con él. De todos modos, te aseguro que es inofensivo y solo le gustan las bromas.
Las clases de ese día pasaron muy rápido para Elsa. Ya sabía qué esperar de Dory y el Sombrerero Loco por lo que sus clases ya no la sorprendieron tanto. Incluso la clase de control de poderes no fue tan diferente al día anterior, en donde para su tranquilidad no se sacó sus guantes y el profesor Sandy la ayudó solo con su arena mágica. Pero, el momento de sorprenderse llegó mientras hacía la fila para el almuerzo, pues alguien que no esperaba le habló...
—Princesa—escuchó Elsa cómo Jack llamaba su atención. Se habían ignorado todo el día, hasta ese momento
—¿Qué necesitas?—preguntó Elsa cuando él se detuvo con su bandeja de comida frente a ella
—Gastón va pasando detrás tuyo—le dijo, Elsa se volteó y comprobó que lo que el peliblanco le decía era cierto. Gastón los miraba a ambos molesto mientras se alejaba a su propia mesa. La platinada se sentía agradecida por el aviso de Jack y estaba por decirle al chico cuando él siguió hablando y arruinó las cosas—También quería saber si almorzaras con nosotros... para ver si tengo que buscar un nuevo lugar donde comer o puedo quedarme con mis amigos
—No, las chicas me esperan—dijo Elsa con seriedad
—Bien, princesa—le dijo sin emociones y se alejó junto a los demás
Al terminar de servirse Elsa caminó directo a la mesa que compartiría con Aurora, Cindy y Ariel.
—¿Jack te llama princesa?—preguntó Aurora al momento en que Elsa apoyó su bandeja en la mesa. La chica había escuchado un poco y tenía curiosidad—Él no llama a nadie así
—¿Hay algo romántico entre ustedes?—preguntó Ariel emocionada por el posible romance—Ayer Jack fue por ti cuando estabas en peligro con Gastón y ahora de nuevo se acercó a ti cuando lo vio cerca
Elsa era consciente de la ayuda que le había brindado ambos días, pero en definitiva no había nada entre ellos y como iban las cosas, dudaba de si alguna vez podrían llegar a siquiera ser amigos...Jack había dejado muy en claro eso
—No, no hay nada entre nosotros—respondió—Solo vivimos juntos
—¡Pero te llama princesa!—insistió Ariel—Aquí nadie usa títulos y nadie llama princesa a cualquiera
—Porque Jack no es uno de esos que nos llama princesas de modo ofensivo ¿o si?—inquirió Cindy
Elsa dudo que responder, no quería estar entremedio de esta pelea de Disney vs Works
—No, no es por eso—dijo la platinada—Pero no hay nada romántico, solo somos compañeros—aseguró
—Bueno, Jack Frost es lindo—siguió Aurora—Además es agradable, gracioso y bueno, lindo otra vez
—¡Aurora!—exclamó Ariel
—Digo la verdad, solo que nunca le he visto una pareja, que acepte salir con alguien o sea cercano a una chica más que con...—se cortó Aurora
—¿Más que con quién?—preguntó Elsa curiosa
—No, nadie—dijo la chica nerviosa, no le correspondía contarle eso a la platinada—Solo hablo de Astrid y Mérida, como amigas, claro...
—Aunque no es que a Jack Frost le falten las pretendientes, pero él las rechaza—la ayudó Ariel desviando la conversación un poco
—Debo decir que no estaría mal si Jack Frost quisiera darme un poco de atención—siguió la rubia
—¡Aurora!—la regañó esta vez Cindy—Creí que habías superado tu flechazo con él ahora que está Felipe
Aurora se molestó ante la mención del otro chico
—Cuando Felipe tenga claro lo que quiere conmigo seguirá siendo una opción, de momento no es nada y estoy soltera, puedo seguir mirando a Jack Frost—dijo
Elsa no podía creer como Jack se podía ganar la atención de las chicas. Aurora era una persona bellísima, por dentro y por fuera, no entendía cómo estaba detrás de alguien tan desagradable como el peliblanco.
A pesar de su clara postura, Elsa prefirió no intervenir y repetirse que no quería estar en medio de una lucha entre equipos.
...
Cuando Elsa llegó a casa el resto de los chicos ya se encontraba allí
—¡Elsa!—le dijo Astrid apenas entró—Te estaba esperando para que me acompañes a alimentar a Tormenta y a Chimuelo. Claro, si es que quieres.
—Sí, está bien Astrid—dijo la platinada dejando sus cosas para seguir a la chica que salía hacia el exterior por la puerta de la cocina
—Astrid, ya tengo la comida, dos baldes llenos de pescados—dijo Jack afuera señalando la comida que había obtenido para los dragones—Asqueroso, pero a ellos les encantará—al terminar de hablar Jack miró hacia arriba notando a la platinada y cruzándose de brazos por su presencia—¿Ella irá?
—Sí—respondió Astrid y tomó a Elsa por el brazo. Ignorando la expresión de desagrado del peliblanco, avanzó con platinada en dirección a los establos
Jack se quedó quieto y con el ceño fruncido por un momento, no esperaba que Elsa los acompañara. Finalmente suspiró pesadamente y tomó ambos baldes para seguirlas.
—Astrid, no hay problema, puedo quedarme en casa—dijo Elsa al ver que Jack caminaba molesto detrás de ellas
—No, necesito tu ayuda y la de Jack para terminar de alimentarlos rápido porque tengo que volver a casa y hacer la tarea de magimátecas—dijo la chica—¿Ustedes la hicieron?
—Solo un poco, aún no la termino—respondió Elsa.
Jack negó con la cabeza
Un incómodo silencio se instauró en el grupo el que se rompió cuando Astrid continuó hablando
—Hay otra cosa que quería decirles...—siguió la chica
—Qué, Astrid—preguntó Jack desde atrás
—Necesitaba contarles a ambos que con Hipo viajaremos a Berk el viernes por la tarde y volveremos el domingo. Se quedarán los tres solos con Kristoff
Jack y Elsa se miraron momentáneamente, entendiendo el peso de lo que decía Astrid. Ambos sabían que el que Astrid e Hipo no estuvieran complicaría todo. Los chicos prácticamente llevaban el orden de la casa y sin ellos las cosas podrían ser un caos.
—Con Hipo queríamos pedirles que se comporten durante nuestra ausencia, especialmente tu Jack—dijo la rubia cuando se detenían al llegar a los establos—Por favor, necesitamos que apoyes a Elsa y a Kristoff durante el fin de semana, eres el que más conoce de la academia y al que tendrán que recurrir si necesitan ayuda...
—Iré con Chimuelo—anunció Jack sin expresar su opinión sobre lo que decía Astrid.
La chica suspiró pesadamente cuando el peliblanco dejó uno de los baldes junto a ellas y se alejó con Chimuelo.
—Hipo tendrá que hablar después con él—dijo Astrid con cansancio mirando por donde se iba y luego se volteó hacia Elsa—A ti no tengo que pedirte mucho, solo evita a Jack si sigue con su horrible actitud. Al menos por ahora ha dejado de ser un tonto y ya no se comporta tan pesado como ayer, espero que todo siga así cuando estén solo los tres.
Elsa asintió. La chica notó que la estaba ignorando, pero en este momento, eso era mejor que lo que había antes.
Astrid acercó la comida a Tormenta y junto a Elsa se la dieron. Cuando las chicas terminaron de alimentar al dragón y asear su espacio, se dirigieron a donde Jack estaba cuidando de Chimuelo. Al acercarse al lugar pudieron escuchar que dos voces discutían, Elsa reconoció que una pertenecía al peliblanco, pero la otra de acento australiano le era desconocida.
Con Astrid siguieron avanzando hasta que pudieron ver al dueño de la segunda voz: un conejo de dos metros de alto se enfrentaba a Jack.
—¿Qué estás tramando Frost?—le decía la criatura
—Canguro, solo estoy alimentando a Chimuelo—se defendió el peliblanco cuando las chicas llegaron—Tal vez podrías preguntarle a Elsa, ella puede planear algo—acusó el chico cuando la vio
—Profesor Bunnymund, Jack solo está bromeando—dijo Astrid de inmediato—Con Elsa solo alimentábamos a Tormenta mientras él estaba con Chimuelo
Bunny observó con detenimiento a las chicas antes de hablar
—Tu debes ser Elsa Arendelle, la nueva compañera del irritante Jack Frost y los dos entrenadores de dragones
—Sí—respondió la platinada
—Sí,—dijo Astrid a continuación—ella y Kristoff compartirán casa con nosotros
—Bien, le creo a Astrid de que Frost no planea algo esta vez—dijo el conejo dispuesto a alejarse, pero antes de hacerlo, se volteó hacia Jack y agregó:—Recuerda que te mantendré vigilado, Jackson
—Como digas, Canguro—respondió el chico
—¡Que no soy un canguro!—se quejó—Por cierto, Elsa, no sigas los pasos del niño paleta, no es una buena influencia—dijo señalando a Jack al momento en que golpeaba el césped con su pata y realizaba un túnel
—Bunny, para tu información soy una fantástica influencia—dijo el peliblanco molesto cuando el animal desapareció por el agujero
—Bien, creo que ya se dijo todo, volvamos a casa—sugirió Astrid cuando se fue
…
—¿Elsa la quinta te dio 13?—preguntó Astrid a su compañera que trabajaba junto a ella e Hipo en la mesa del comedor. Jack, también trabajaba en su tarea pero lo hacía desde los sillones en la sala para mantener su distancia de Elsa, aunque no demasiada pues igualmente quería escuchar la ayuda que se daban sus compañeros en magimátecas.
—Sí, 13—dijo Elsa respondiendo a Astrid
—¡A mi también!—se sumó Hipo
—Elsa...—mencionó de pronto Jack llamando la atención de la chica que no dudó en mirarlo—pato—continuó cuando se aseguró de que ella lo miraba—¿Alguien sabe donde deje elsa-pato?
La platinada rodó los ojos ignorando sus bromas y volvió a ver su cuaderno mientras Jack se movía por la sala
—La siete les dio -3—preguntó esta vez la platinada a sus compañeros
—A mi me dio 3—dijo Astrid
—Mi lady, te faltó considerar el signo del principio—la corrigió Hipo
—O han visto elsa-capuntas—interrumpió nuevamente Jack mostrando su lápiz—Lo necesito para hacer mi tarea, mi lápiz ya no escribe. ¿Elsa, tú tienes elsa-capuntas?
Elsa armándose de paciencia le entregó el objeto
—Gracias, Elsa por elsa-capuntas—recalcó él
La chica lo miró enojada y con absoluta seriedad, no podía creer lo infantil que era ¿en serio se atrevía a usar ese viejo y ridículo juego de palabras?
—No hay problema, Jackson—respondió volviendo a su tarea, esperando que esta vez no la molestara
—¿Jackson?—reaccionó de inmediato el peliblanco—¡No me digas así!—dijo quejándose y no dejando que la chica mirara de nuevo su cuaderno.
La versión completa de su nombre no le gustaba para nada, sonaba muy formal y no dejaría que Elsa se refiriera a él por ese nombre
—¿Es tu nombre o no?—cuestionó la chica
—Nadie me llama así, es raro
—Hoy el profesor Bunnymund te llamó así
—Obviamente tenías que usar las palabras de mi enemigo mortal—se quejó Jack
—¿Elsa sabías que el apellido de Jack es Overland?—dijo Astrid. Se había cansado un poco de él y sabía que solo le gustaba que lo llamaran Jack Frost por lo que agregó un elemento para molestarlo...Tal vez con eso se detendría.
—No me ayudes Astrid—se quejó el chico
—No lo hago Frost—se rio ella
—No olvides que tu novio se llama Hipo Horrendo Abadejo III
—No me metas a mi, Jack—se quejó Hipo—Además, todos saben mi nombre y en Berk tener un nombre feo sirve para espantar a los trolls. Tu no tienes excusa
—A propósito, Jackson Overland,—siguió Astrid—creo que tus zapatos están en tus pies, donde deberían ir
—Eres una aguafiestas
—Sí, lo que digas, solo déjame terminar mi tarea—finalizó Astrid...o eso creyó
A los minutos de trabajar, Jack comenzó a murmurar
—Elsa-pato. Elsa-pito. Elsa-capuntas. Elsa-lero. Elsa-lmon
—Jack, déjame en paz—pidió la platinada dejando nuevamente su tarea
—¿De verdad pensaste en tantos nombres?—dijo Hipo que también se había distraído
—No voy ni en la mitad—respondió el peliblanco—Elsa-ncudo. Elsa-nto. Elsa-lami...
—Por favor, detente—pidió nuevamente Elsa
—¿Es una orden real, princesa?—preguntó esta vez el chico recordando su título—Solo me estoy divirtiendo, pero supongo que tengo que hacer lo que me dices o me meterán a un calabozo y cortarán la cabeza
—Eres odioso
—No tanto como tu presencia en esta casa, en donde por cierto, las puertas son bien anchas
—¿Quieres echarme?—preguntó la platinada incrédula por lo que decía y por el giro que dieron los eventos
—No, diría que más bien es algo como que si te quieres ir no te lo impediré e incluso podría ir a pedir los papeles a Norte para que llenes una solicitud y que el proceso sea más rápido—dijo Jack—¿Quieres completar los papeles ahora?—ofreció
—Jack...—intentó cortarlo Hipo, pero fue ignorado
—Tus deseos son ordenes para mi, princesa—dijo—Y ya que estamos en esto, si me permites darte un consejo, te recomiendo hacer el papeleo cuanto antes
—¿Lo dices en serio?—dijo la platinada conmocionada. Nunca le había expresado un deseo tan concreto respecto a su estadía en la casa
—Por supuesto—aseguró el peliblanco sin hacer caso al abatimiento de Elsa
—¿Quieres que me vaya?—volvió a preguntar la chica
—Sería la mejor noticia que me podrían dar en la vida—respondió Jack
—¡Bien! ¡Si eso quieres me iré de esta casa y no te molestaré más con mi presencia!—le dijo Elsa levantándose molesta con su cuaderno y alejándose a su habitación
—¡De camino podrías sacarte los guantes, princesa!—escuchó que Jack le gritaba antes de cerrar la puerta
Elsa estaba enojadísima por lo que le decía el peliblanco, pero no era solo eso, y se sorprendió a sí misma cuando notó que también sentía un poco de tristeza por lo que le exponía.
No entendía porque ahora quería echarla, ¡la habían asignado a esa casa! Además, no tenía problemas con ninguno de los otros chicos...pero con la actitud de Jack poco a poco se comenzaba a sentir menos bienvenida. Tal vez sería bueno que le dieran otra casa y otros compañeros...Aunque significara perder a Astrid, que había sido tan buena con ella, o a Kristoff, que era igual de agradable. Incluso Hipo, que aunque más reservado era muy gentil...
—¡Qué bien! ¡Por suerte será una idiota menos la que vivirá aquí!—dijo Jack que continuaba refunfuñando en la sala
—¡Para ya, Frost! El año anterior soporte vivir contigo sin golpearte, este año no te tendré tanta paciencia—le dijo Astrid molesta
—Sí, Jack, eso fue muy malo de tu parte—intentó razonar Hipo
—No me importa
—Jack, Elsa es nueva, no sabe nada del lugar y ahora solo nos tiene a nosotros. Además, tú sabes que Norte tiene sus motivos para juntar a las personas—siguió Hipo, pero Jack permaneció cruzado de brazos y enojado—Ella te odiará, ¿lo sabes?—agregó, obteniendo de inmediato una reacción del peliblanco
—No lo hará—dijo cortante—Pero si llegara a hacerlo, me da lo mismo, también puedo odiarla
—No lo digas eso—pidió Hipo—Elsa no ha hecho nada en contra tuyo
—No has visto cómo actúa, estoy seguro de que piensa que es superior a nosotros—Hipo negó con la cabeza—En primer lugar están sus guantes—indico el peliblanco—¿Por que no se los saca ni siquiera en la casa?—le preguntó al castaño, el chico no supo qué decir—¡Exacto! No sabemos si nos encuentra repulsivos o algo así. En segundo lugar, ¿has visto su peinado? ¿O sus perfectos modales?—puntualizó—¿Y has notado que nunca se ríe con nosotros?...
—Jack, eso no es nada—interrumpió Hipo—Tal vez son costumbres de Arendelle. Además, Elsa es tímida, no todos son tan sociables como lo eres tu y ríen a cada rato
—¡Es la señorita perfecta! ¡Seguro nos mira por encima del hombro!—señaló el peliblanco—Eso me molesta de ella, que sea una princesa
—Jack,—habló esta vez Astrid—estás encasillando a Elsa por un prejuicio que tienes con las princesas, pero déjame decirte que ellas no son como las describes, en realidad son muy generosas y amistosas, no son tan estiradas como dices. ¿O acaso no recuerdas cuando descosiste tu sudadera y Cindy te ayudó a repararla?
—No era una princesa…—destacó el peliblanco
—Si lo era, ya salía con su príncipe encantador por al menos un año. Además, recuerdas cuando Blancanieves te guardó y entregó los libros que olvidaste en el campus o cuando Pocahontas te advirtió de un poste cuando caminabas distraído, ¡ni Hipo te advirtió para reírse de ti, pero ella lo hizo! Y ni hablar de Aurora. Ninguna de las princesas te ha hecho nada, ni siquiera Rapunzel con la que te sientes tan enojado…¡No sé porqué descargas todo tu odio con Elsa!
—Tu no entiendes—le dijo Jack levantándose de su asiento
—No, no lo entiendo. ¡Explícalo!—le pidió la chica
—Lo único que diré es que prefiero que Elsa se vaya ahora. Es mejor eso a que se quede con nosotros todo un año más—dijo el peliblanco antes de irse a su habitación
Astrid miró a Hipo que se veía igual de rendido que ella por la actitud del peliblanco, pero ambos comprendían que no podía dejar las cosas así.
—Ve a hablar con él, Hipo—pidió la chica—Habla con él antes de que me provoque un aneurisma cerebral
El castaño asintió. Era momento de que intervinieran o toda la sana convivencia en la casa quedaría arruinada.
Hipo se levantó de su asiento y siguió a Jack hasta su habitación, golpeó a la puerta del chico y, tras no recibir respuesta, entró.
—No la odias, tienes miedo—dijo de inmediato Hipo al ver a Jack
—¿Miedo? Yo no tengo miedo—dijo el peliblanco volteando para quedar frente a su amigo
—Sí, tienes miedo de que pase lo mismo que con Rapunzel—dijo el castaño sin rodeos
Jack bufó
—Tienes miedo de encariñarte y que Elsa se vaya, como pasó con Rapunzel
—Estas equivocado, nunca podría tenerle cariño a Elsa
—Jack, todos sabemos que tú y Rapunzel eran muy cercanos y que el que ella se fuera cuando descubrió que era la princesa perdida fue duro para ti, pero Elsa no tiene que pagar por eso—dijo Hipo recordando los antiguos días en que vivían los cuatro con Rapunzel y Mérida, hasta que la rubia los abandonó—Se que querías a Rapunzel, todos lo hacíamos, pero en especial tu...
—No estaba enamorado de ella ni me gustaba si vas a seguir insistiendo igual que el año anterior—interrumpió Jack
—¡Eran cercanos!—se quejó el castaño—Sé que fuimos tus primeros amigos cuando llegaste a DisneyWorks y sé que te afectó más que a nadie cuando la cambiaron a la parte Disney luego de encontrar a su verdadera familia
—Pero Rapunzel no tiene nada que ver con Elsa. Punzie era al menos algo divertida, pero Elsa no y no me agrada
—Lo que tú digas, Jack—dijo rodando los ojos. Sabía que al chico no admitiría tan fácil sus sentimientos y el cariño que tomaba por la gente, pero no lo podía culpar... Vivir 300 años en solitario para luego finalmente ser visto, no debió ser fácil. Además, el hecho de que es inmortal no facilita el formar lazos de amistad. Jack no quería sufrir más, no quería que lo olvidaran y perder a alguien importante para él... no de nuevo.
—¿Ahora puedes irte de mi habitación?—pidió el peliblanco
Hipo salió rendido del cuarto de Jack, no solucionó mucho, pero al menos tras su conversación los problemas se detuvieron hasta el día siguiente.
Me atrasé un poco con la actualización, pero aquí está y con un poco de contexto para entender a Jack
betaworkshop460: Tal como dijiste, Gastón se cree intocable y Jack, aunque lo admire, no dejará que alguien salga lastimado...bueno, al pobre Labeouf le tocará soportar al bravucón de Gastón. Este capítulo tomó un rumbo un poco distinto, espero que también te gustara.
Nikolai: Por fin les doy un vistazo al trasfondo de la historia de Jack y el motivo de su actitud hacia Elsa que no es solo la rivalidad y la gente de disney...ni siquiera las princesas. Aún queda más por develar hasta que quede todo bien claro, pero te adelanto que Jack no es tan humillable, todo es más sentimental...
Espero que les gustara este capítulo. ¡Gracias por leer!
