Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.
Capítulo 8: Inofensivo
Al despertar el día viernes por la mañana, Elsa no pudo dejar de notar la fecha a la que se enfrentaba. Hoy se cumplían dos meses desde el fatídico accidente de sus padres, en aquel que su barco había naufragado y desaparecido en el mar tras una horrible tormenta. La platinada no podía dejar de pensar en Anna y en como ella lo estaría pasando, al menos tenía la tranquilidad de saber que su hermana no estaba sola, pues Rapunzel y sus tíos la acompañaban. Elsa creía que ella podría estar bien por sí misma y no necesitar apoyo, solo debía mantenerse tranquila y distraída para no pensar en ellos. Afortunadamente, creía obtener la suficiente distracción con las clases y sus compañeros, hasta Jack con sus payasadas sería una buena ayuda en estos momentos. Y Elsa no sabía la ayuda que obtendría...
Los conflictos del día anterior parecían haber quedado atrás, pero Astrid insistió en que la platinada debía acompañarlos en las clases y que compartir con ellos, especialmente con Jack.
—A mi tampoco me gusta esto, Jack—le dijo Elsa al peliblanco cuando noto que el chico la veía con molestia luego de que Astrid la sentara a su lado en la clase de magimátecas
—Como sea—respondió el chico rodando los ojos antes de seguir hablando—Princesa, ¿por qué no le pides a Tiana una receta? Podría ayudar en lo horrible de tu comida—dijo esta vez, llamando también la atención de la morena que se sentaba detrás de ellos
—¿Princesa?—cuestionó Tiana—¿Eres una princesa?
Elsa observó con molestia a Jack antes de asentir a lo que Tiana preguntaba. Esperaba que esta vez ella no la rechazara y cambiara su trato tal como los otros lo habían hecho cuando se enteraron de su título
—Eso explica porque eres tan mala cocinando—rio la chica y Lottie con simpatía—¡Por supuesto que compartiré una receta contigo cuando la necesites! Gracias a las bromitas de Jack ya sabes donde trabajo así que cuando gustes ve a pedir una
—Creí que la vez anterior todos quedamos de acuerdo en que eso estaba en el pasado—reclamo Jack por el recuerdo de la broma del restaurante
—Gracias Tiana—dijo Elsa por su parte
—Elsa, ¿tendrás algún hermano por casualidad?—pregunto Lottie interesada—¿Existe algún guapo príncipe de Arendelle?
...
Elsa agradeció que las clases del día al menos habían terminado sin incidentes y ni siquiera en física improbable Jack la había molestado, en esto ayudó mucho que esta vez los profesores no le pidieran ayuda al peliblanco, Elsa no dudaba que si lo hubieran hecho, mas de alguna bola de nieve habría aterrizado sobre ella.
—Elsa, con Jack y Astrid iremos a preparar algunas cosas para nuestro viaje a Berk—le dije Hipo cuando volvieron a casa—¿Quieres ir con nosotros?
—Sí, acompáñanos—la animó Astrid—Tendremos que preparar a los dragones, trazar la ruta y avisar a Norte, así que tardaremos bastante
—Esta vez me quedaré en casa—dijo la platinada viendo los gestos que hacía Jack, pero no lo haría por nada, pues tuvo una asombrosa idea:—Tal vez podría cocinarles algo para cuando regresen—sugirió
Elsa sabía que Kristoff no estaría en casa pues hacía unas tareas con unos compañeros y sabía que Astrid e Hipo se irían al anochecer, por lo que consideró que sería bueno ayudarlos a que no se preocuparan de la comida...Además, preparar algo delicioso podría ayudar a mejorar su relación con Jack antes de que estuvieran solos
—¿Tu nos prepararás algo?—rio Jack
—Sí, yo—respondió la chica
—¡Me parece una idea estupenda! Gracias, Elsa—dijo Astrid empujando a sus compañeros para que salieran y evitar que se generara una disputa. Antes de irse se volvió hacia Elsa para decirle unas últimas palabras—Ignora a Jack, recuerda lo que te dije ayer, es inofensivo y solo bromea. Seguro que lo que cocines te saldrá bien
Elsa era consiente de que en el pasado había sido un fracaso en la cocina y, a pesar de que sus compañeros comían lo que ella preparaba, nada era muy apetitoso y notaba que disimuladamente los chicos se deshacían de las cosas. Había llegado el momento de cambiar eso, esta sería una buena oportunidad para aprender a cocinar y se distraería lo suficiente para no pensar en sus padres ni en Anna, además, podía acercarse a Tiana por ayuda...
Luego de que los chicos se fueron, la platinada fue al restaurante en el que Tiana trabajaba. Para su suerte, cuando llego el lugar estaba casi vacío y la chica a la que buscaba solo atendía un par de pedidos en la barra mientras charlaba con Lottie que le hacía compañía.
—Hola Tiana—saludó Elsa cuando la morena la vio—Quería pedir tu ayuda con la receta de la que conversaste hoy...La necesito
—¿Para quién cocinarás?—preguntó Tiana terminando de servir a un cliente
—Para mis compañeros de casa...—dijo y luego más despacio agregó—Bueno, más que nada para Jack
—¿Para Jack?—dijo Lottie confundida, pero luego su rostro se iluminó—¡Es una excelente idea! Todos saben que el camino al corazón de un hombre es por su estomago—agregó cerrándole un ojo
—No es por eso—se alarmó Elsa al escuchar la conclusión a la que llegó la chica—No le agrado a Jack y si viviré con él durante todo el año quiero que cambie la percepción que tiene sobre mi. Además, seguro que Astrid, Kristoff e Hipo los adorarán
—Aww, pero si eres muy linda—dijo la rubia mirándola con cariño—Si ellos no te quieren buscarnos a nosotras, cierto Tia
—Sí, estaríamos encantadas de recibirte en casa y sacar a Naveen. Además, ellos se lo perderían…—siguió Tiana—¿Qué receta te gustaría aprender?
—Creo que a Jack le gustan los buñuelos
—Excelente elección—dijo Lottie
—¿Tienes donde anotar?—preguntó Tiana y Elsa asintió—Bien, necesitas harina, mantequilla…
Al llegar a casa, Elsa pensó que con la receta que le dio Tiana debería ser suficiente para preparar los deliciosos pasteles y la platinada se conformaba con que lo que cocinara fuera la mitad de bueno que lo que hacía su amiga, y eso no debería ser tan difícil lograr...¿o si?
Por cerca de dos horas Elsa había intentado preparar los pasteles que Tiana hacía con tanta facilidad, pero había fracasado descomunalmente. Sus primeros pasteles se quemaron, pero el interior seguía crudo. Los segundos, quedaron duros. Luego accidentalmente congeló la masa por su nerviosismo…
Elsa no podía entender en qué había fallado. ¡Había seguido todo al pie de la letra! Cocinar definitivamente no era uno de sus talentos. En estos momentos lo único que la platinada tenía claro era que los chicos no se merecían tener que comer pasteles todos quemados o congelados por su inutilidad en la cocina por lo que decidió buscar nuevamente ayuda en Tiana para tener lista la comida. Se había comprometido a cocinar y no podía recibirlos con las manos vacías
—¿Cómo te fue, Elsa?—preguntó Tiana que aún seguía trabajando cuando la chica llegó al restaurante
—Fracasé—dijo enseñándole unas muestras de su trabajo
Tiana rio al golpear un buñuelo contra la superficie y comprobar su dureza
—Son como los que cocinó Lottie una vez
—Sí—se lamentó la rubia—No tengo los dones que tiene Tiana
—Tal vez yo tampoco y por ahora creo que será mejor comprar—dijo Elsa pidiendo una orden de buñuelos a la chica
—No te desanimes, a la siguiente funcionará—dijo la morena y le extendió una bolsa con su pedido a la platinada—Tuviste suerte de que aún no se vendía todo
—Gracias por tu ayuda Tiana—dijo Elsa revisando el contenido y pagándole a su amiga
—Adiós, Elsa. Después nos cuentas como te va—dijo Lottie
Con el platillo principal listo, Elsa comenzó a preparar el resto de las cosas para recibir a los chicos. Ordenó la casa y sirvió los buñuelos en la mesa.
Tras superar el fracaso en la cocina la platinada estaba muy emocionada de que finalmente pudo solucionar las cosas y de que algo al fin parecía salir bien.
...
Hipo, Astrid y Jack tardaron en preparar las cosas para la salida a Berk que tenían programada para mas tarde y al terminar solo querían llegar a casa y comer mientras veían una película. Los chicos estaban tan exhaustos que esta vez comerían gustosos lo que hubiera preparado Elsa, aunque fuera un platillo horrible.
Al entrar en casa se sorprendieron pues lo que primero notaron fue la radio prendida y un mini concierto que provenía desde la cocina.
—With a taste of your lips, I'm on a ride
You're toxic, I'm slippin' under
With a taste of a poison paradise
I'm addicted to you
Don't you know that you're toxic?—cantaba con emoción la platinada desde la cocina
—¿Toxic?—susurró Hipo riendo a sus dos compañeros al escucharla
—Creo que si—rio Astrid
—Obviamente tenía que cantar bien como todas las princesas—comento Jack, pero de igual forma no pudo evitar reír al escucharla
El peliblanco se adelantó a sus compañeros y caminó hacia la cocina en donde Elsa seguía cantando y lavando el resto de las cosas que quedaron tras su fallido intento de cocinar. La chica solo se detuvo cuando el sonido de alguien aclarando su garganta provocó que se sobresaltara
—¡Hey, Elsa! ¿Te unirás al coro de las princesas?—se burló Jack
—Me asustaste—dijo la chica sonrojándose avergonzada por haber sido escuchada
Jack se rio por su reacción
—¿Hiciste pasteles?—escucharon de pronto como Astrid gritaba tras haber notado lo que Elsa dejó sobre la mesa. De inmediato ambos se asomaron al comedor
—Sírvanse—pidió la platinada viendo la alegría en el rostro de los chicos
—¡Gracias Elsa!—dijo Hipo emocionado acercándose a tomar uno—Se ven deliciosos
—Espero que les gusten
—Están muy buenos—digo Astrid—Yo tomaré dos
—Bien, tomaré uno, supongo que no me envenenaré—dijo Jack cediendo a comer uno de los tentadores pasteles
Elsa sonrió para sí misma y sin comentar nada se alejó a la cocina. Parecía que la comida si ayudaba a mejorar sus relaciones y no solo las románticas. Con esa alegría volvió a su tarea en la cocina, en donde, luego de un rato cuando la chica estaba terminando de limpiar Jack apareció
—Elsa, ¿cómo iba la letra de lo que cantabas? With a taste of your lips, I'm on a ride. You're toxic, I'm slippin' under—rio Jack cuando llegó junto a la chica comiendo uno de los buñuelos que la chica había dejado—No te detengas por nosotros, adoramos a Britney (#FreeBritney)
Elsa se sonrojo recordando que fue descubierta y siguió en sus actividades.
Jack, por su parte, sabía que había llegado el momento de cambiar su actitud con la chica. Notó que Elsa había trabajado duro para hacer pasteles y además podía apreciar lo limpia que estaba la casa...Y no podía seguir tratándola de princesa después de eso.
El chico se revolvió el cabello y continuó:
—Elsa, quería agradecerte por los buñuelos, están realmente deliciosos—dijo—Con Astrid e Hipo veremos una película por si te quieres sumar. Astrid eligió una del asombroso Robert Downey Jr: Ironman ¿Qué dices?
La chica asintió emocionada. Todo su esfuerzo había dado sus frutos
—¡Genial!—dijo el peliblanco
Jack estaba a punto de salir de la cocina cuando vio un papel sobre el mueble que por curiosidad revisó.
—Los compraste—señaló el chico borrando su sonrisa tras encontrar el recibo de la pastelería en donde trabajaba Tiana—Tu no hiciste los pasteles, los compraste—volvió a mencionar. Jack no creía que casi cambiaba su percepción de Elsa por darle crédito en un trabajo duro que ella no había hecho
—¿Sí?—respondió Elsa sin saber qué era lo que le estaba molestando a Jack—Lo intenté, pero tuve problemas…
—¡Querías engañarnos tomando el crédito de Tiana por los pasteles que ella hizo!
—¡No! ¡Nunca quise eso!—se defendió Elsa notando cual era el problema que veía el peliblanco. Ella nunca pensó en atribuirse el trabajo de Tiana por los deliciosos pasteles, solo había una pequeña confusión en todo este asunto que debía aclarar—Jack, yo lo intenté, pero-
—¿Crees que puedes pasar sobre los demás por ser una princesita?—la interrumpió Jack
—¿Qué? ¡No! Solo quería darles algo rico
—No me extrañaría que también hubieras pagado para que limpiaran la casa—expreso Jack molesto, ya no sabía que pensar sobre la chica
—¡Eres un tonto, Jack!
—¡Y tu eres una persona horrible!—se quejó el peliblanco—¡No puedo creer que sigas viviendo con nosotros!
—¡Yo no te he hecho nada para que me trates así!—le gritó esta vez Elsa molesta. Había tenido suficiente de él
—¡Pudiste haber preparado por ti misma la comida que prometiste hacer y no mentir!
—¡No mentí porque nunca dije que los había hecho!—reclamo Elsa—¡Sabes que no cocino bien!
—Claro, lo olvidaba—dijo el peliblanco—La pequeña de papá no quiere ensuciarse sus manitos intentando cocinar para nosotros
—No, detente—dijo esta vez Esa de una forma más fría que antes. Jack acababa de mencionar a su padre...un tema sensible para la fecha
—¿Te molesta eso, darte cuenta que eres una niña mimada?
—Jack, para, por favor—insistió la platinada—¡No se que porque me tratas así si apenas me conoces!
—¡Se muy claramente que eres una niñita consentida de mamá y papá y no tengo que callarme eso!—dijo deteniendo cualquier queja de Elsa que ahora solo lo escuchaba con atención—En tu casa, con tus padres podrás ser una princesa, pero acá no puedes estar comprando todo, tienes que cocinar y esforzarte igual que el resto...
—Jack...—murmuró la chica
—Y si quieres que te atiendan vuelve con tus padres, princesa—finalizó el peliblanco
Elsa sintió como sus ojos se humedecían por la mención de sus padres. Aunque lo quisiera, no podía volver con ellos, ni ahora ni nunca. Al sentir las lágrimas en las comisuras de sus ojos, Elsa se apresuró en ocultar su rostro, mirar hacia abajo y huir a su habitación. En el pasillo se estrelló con Astrid que vio cómo sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas
—Elsa, ¿pasó algo?—preguntó la rubia
—Nada—alcanzó a responder Elsa antes de encerrarse en su habitación y dejar caer las lágrimas
—Jack, la hiciste llorar—señaló Astrid tras el portazo que dio la platinada—Y estas haciendo nevar
Jack movió su brazo desvaneciendo todos los copos de nieve que caían y luego hablo
—Ella está bien, no le dije nada que no sea verdad
—¿Qué le dijiste exactamente?—cuestionó la rubia
—Solo le dije que era una niña consentida porque esos deliciosos pasteles que comimos no los cocinó ella, ¡se los compró a Tiana!—se quejó Jack indignado
—¿Hipo eso es verdad? ¿Solo le dijo eso?—le preguntó a su novio que estaba mas cerca de a cocina para escuchar la conversación
—Sí, Jack no le dijo mucho más—confirmo el chico
—Bueno, creo que debimos haber sospechado lo de los pasteles, Elsa no cocina tan bien—dijo Astrid pensativa—Pero Jack, no la molestes ni la hagas llorar—siguió Astrid, aunque estaba un poco más convencida de haberse confundido al ver lágrimas, el día anterior Jack había sido mucho más desagradable y Elsa se supo defender bien y no se veía afectada
—Ella no estaba llorando, jamás le haría eso—destacó el peliblanco—Y ya se le pasará, seguro hasta se unirá a ver la película con nosotros
—Eso espero—dijo Astrid alejándose a buscar mas de los pasteles de Tiana
Por su parte, Jack se unió a Hipo en la sala y cuando Astrid llegó con ellos comenzaron a ver la película
—Jack, ¿por qué no vas a disculparte con Elsa?—pidió Hipo deteniendo el video tras unos minutos desde que había comenzado. La chica no había llegado con ellos como esperaban e Hipo no quería que las cosas quedarán mal antes de que se fuera a Berk con Astrid
—¿Otra vez con tus sermones? ¡Ella no estaba llorando, tranquilízate!—dijo el peliblanco—Astrid no me dijo nada y si Kristoff estuviera aquí me apoyaría, ¿puedes seguir con la película?
—Discúlpate con ella primero
—No lo haré porque no le hice nada—dijo molesto, no quería discutir con su amigo, pero parecía que no cedería
—También pienso que deberías disculparte, ¿no crees que ya fue suficiente con tu juego de la princesa?—dijo Astrid sumándose a lo que decía su novio—Mañana estarán solo los tres y no puedes seguir enojado con Elsa. Ve a buscarla para que veamos la película juntos
—No, no, no. No iré por ella y no tengo nada por lo que disculparme—insistió—Además, Kristoff me acompañará mañana y Elsa se puede ir con sus amigas—dijo—Ahora, Hipo, ¿puedes seguir con la película? ¡Quiero saber qué le pasará a Tony Stark!
El sonido de unos golpes en la puerta interrumpieron la charla
—¡Genial, ahora tenemos visitas!—dijo Jack molesto acercándose a la puerta—Me preguntó quién será—dijo con cansancio, no tenía ánimos de recibir a nadie, solo quería continuar viendo Ironman
—Hola, Jack—saludó la persona que menos esperaba luego de que abriera la puerta—Hace mucho tiempo que no te veía
—Rapunzel—mencionó él ganándose la atención de sus compañeros al saber quien había llegado
Por unos segundos quedó congelado ante la vista de su antigua compañera de casa
—¿Cómo están?—dijo la chica rompiendo el silencio
—Hola, Rapunzel—respondió Hipo desde adentro con incomodidad por el pasado con la chica—Nosotros bien, ¿y tú?
—¡Muy bien!—dijo la rubia con alegría—¡Me pone muy feliz verlos de nuevo y saber que mi prima vivirá con ustedes!
—¿Tu prima?—dijo Jack al reaccionar
—¿Eres prima de Elsa?—interrogó Hipo para saber si había entendido bien a lo que la chica se refería
—Sí, resultó que tenía toda una hermosa familia que me esperaba, con padres, tíos, tías y primos asombrosos—mencionó—Hablando de ella, ¿está Elsa en casa?—los chicos se miraron entre si por unos segundos, hasta que Jack habló
—Está en su habitación—dijo molesto y dejándola entrar
—Discutió con Jack—aclaró Astrid
—¿Qué pasó?—preguntó la rubia
—Nada importante—dijo el peliblanco
—Jack...—insistió Rapunzel
—¡BIEN! Solo le dije que tenía que cocinar por sí sola y que aquí no podía ser la niñita mimada de papá y mamá y que si quería que la atendieran que volviera con ellos. Solo eso, juro que no le dije nada más y se molestó
—¡Oh no!—dijo Rapunzel cubriéndose la boca preocupada—Jack, los padres de Elsa conmemoran hoy dos meses desde su fallecimiento, por eso vine a verla—murmuró
—¿Que?—dijo Jack deteniéndose en seco, no sabía ese pequeño detalle
—Iré a ver como está ella—anunció Rapunzel abriéndose paso al interior de la casa
—Es la última habitación—le indicó Astrid sin interponerse en su entrada
Jack aún no se movía de la puerta tras haber recibido la noticia que había sido como un balde de agua fría. No sabía que Elsa había perdido a sus padres y mucho menos que había sido hace tan poco...ahora las lágrimas que había visto Astrid luego de decirle aquellas palabras hacían sentido.
—Elsa, es Rapunzel—dijo la rubia golpeando a la puerta de la chica—¿Puedo entrar?
—Hola, lo siento Rapunzel, no puedo abrir ahora—le respondió la platinada conteniendo los sollozos que querían escapar de su boca
Elsa no quería preocupar a su prima e intentaba ser fuerte aunque sentía que su voz se quebraba. Sabía que tenía que reprimir todo rastro de sus emociones y contenerse, y tal vez con las lágrimas podía hacerlo...pero no con sus poderes que habían cubierto de hielo las paredes de la oscura habitación dejando entrever todo lo que sentía.
—Por favor, Elsa—pidió la chica desde afuera—Vine a verte para que podamos estar juntas un rato,—la animó—para que me cuentes como ha sido tu semana y que te parecieron los profesores y todo en la Academia
A a platinada le hubiera gustado eso, charlar con ella y por sobre todo, le hubiera encantado recibir un abrazo en estos momentos, pero no podía arriesgar la vida de Rapunzel.
—Mañana nos vemos, ¿si?—le pidió Elsa apretando sus puños cuando unas lágrimas escaparon por sus ojos.
—Esta bien, mañana temprano vendré a buscarte—le dijo la rubia y se retiró. Sabía que su prima no era de piedra y que lo que le dijo Jack seguro la había afectado mas de lo que le gustaría admitir y, aunque Rapunzel le hubiera insistido toda la noche si fuera necesario, conocía el motivo por el cual la chica no quería salir, por lo que por ahora tal vez era mejor dejarla descansar
Cuando Rapunzel volvió a la sala de su ex casa se encontró con que los chicos aún se mantenían en silencio mientras la esperaban
—N-no lo sabía Rapunzel—se excusó Jack tartamudeando apenas apareció la chica
—¡Claro que no lo sabías porque seguro que ni siquiera te molestaste en conocerla!—lo enfrentó Rapunzel enojada por lo que le había hecho a su prima
—Lo siento, Rapunzel—dijo el peliblanco
—Jack, estás tan equivocado con tu percepción sobre Elsa ¡Tú no sabes lo difícil que es su vida! ¡Tú no sabes por todo lo que ha pasado!—le reclamó—Creí que con ustedes estaría bien—dijo esta vez sintiendo como se humedecían sus ojos
—De verdad lo siento, Rapunzel
—¡Deja de disculparte conmigo!—reclamó la chica limpiando una lagrima que había caído—Es Elsa a la que acabas de lastimar, no a mi—dijo—Me emocioné tanto cuando Norte me dijo que estaría con ustedes, pero ya veo que me equivoqué, son de lo peor—dijo mirando a los tres chicos—y en especial tu Jack—señalo antes de irse de la casa
—Rapunzel tiene razón—dijo Astrid cuando cerraron la puerta—Me equivoqué con Elsa al decirle que eras inofensivo y me arrepiento de no haber hecho nada—dijo mirando a Jack antes de alejarse a su habitación
—Jack, creí que eras una mejor persona, pero eres un imbécil—le dijo Hipo antes de alejarse él también
A Jack le hubiera gustado responderle a ambos, pero lo que decían ni el mismo lo podía negar.
Nikolai: La situación acaba de empeorar. Lo que haga Jack desde ahora en adelante será crucial para mejorar su relación...si es que decide hacer algo
betaworkshop460: Las princesas no reconocen la ternura de Jack, solo reconocen que es lindo y gracioso jajhaj. La voz de Bunny es icónica, no se puede dejar de destacar al fabuloso Hugh Jackman y como en la película no perderán la oportunidad de que se molesten entre sí. Espero que este capítulo te haya gustado.
Muchas gracias por leer y comentar. ¡Hasta la próxima!
