Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.
Capítulo 11: Sobreprotección
Tras la conversación que Elsa tuvo con el peliblanco las cosas parecieron mejorar. Su relación no dio un giro de 180° y no se convirtieron en amigos instantáneamente, pero Jack se estaba esforzando por hacer las cosas bien.
Al comenzar el día, lo primero que el peliblanco hizo fue marcar en su calendario la fecha en que los padres de Elsa cumplirían meses desde su partida para hacer esos días extra especiales para la chica. Además, nuevamente quiso sorprender a la platinada con un lindo gesto y temprano recogió un pedido que hizo a Tiana. Esta vez, además de escribir que era para Elsa, Jack se apoyó en el marco de la puerta de la cocina para custodiar el paquete
—Es para ti—dijo el chico cuando la platinada se acercó al comedor—Lo vigile para que Kristoff no lo comiera
Con desconfianza Elsa miró el interior y se encontró con un delicioso trozo de torta de chocolate igual al del día anterior, pero esta vez entero.
—Espero que ahora si puedas disfrutarlo—dijo el chico
—Gracias—dijo la platinada. Este gesto de Jack parecía una muestra aún más clara de que el día anterior no había mentido en querer cambiar...
—Jack, ¿quieres uno?—invitó ella, sorprendiendo al chico—Son dos, puedo compartir
Jack no pudo ocultar la sonrisa que se formaba en sus labios. Estaba logrando mejorar las cosas para bien.
El chico aceptó la propuesta de Elsa sentándose a su lado y tomando el trozo de pastel que le ofrecía.
—Están deliciosos—dijo la platinada
—Los compre a Tiana, ella es la mejor pastelera del campus entero
—Nunca había probado unos así, ni siquiera en el casti-—se cortó Elsa
—¿En el castillo en Arendelle?—terminó el chico
La platinada asintió
—Lo siento, Elsa—se disculpó Jack al notar porque se detenía—Se que comenzamos mal... Te prometo que al principio buscaba hacer reír a todos con mis bromas, con el incidente del primer día y con todo lo demás. Lo hacía porque soy el guardián de la diversión, o al menos espero serlo, y no tolero las caras serias...pero contigo lo arruine, todo cambió muy mal...
—Al saber que soy una princesa...
—En realidad no me importa que seas una princesa, que vivas en un castillo ni nada—dijo él de inmediato—Sé que no eres como asumí que eras, te juzgue mal y...bien, hay un asunto personal que me hizo hacerlo. Digamos que una princesa me olvidó
—¿Alguna de las chicas?—preguntó Elsa sin creer que alguna de sus amigas pudo hacer algo para lastimar al peliblanco
—Eso fue hace mucho tiempo, no vale la pena recordarlo—se apresuró en decir Jack
—Está bien—dijo ella sin querer insistir sobre el tema y volviendo a comer
Jack también guardó silencio unos segundos mientras tomaba un trozo de su propio pastel. No quería seguir hablando, pues no podía contarle de Rapunzel...Pero había algo de lo que si podían charlar y debían hacerlo:
—Elsa, ¿qué dices de que luego de terminar estos pasteles vayamos a practicar tus poderes?—dijo el chico entusiasmado
—Silencio, te pueden oír—dijo la chica mirando con temor alrededor
—Tranquila, Kristoff no está en casa y Astrid e Hipo llegarán más tarde—dijo el peliblanco al notar su preocupación—Sé que quieres que sea secreto y respetaré eso... ¿Y qué dices a practicar?
—Lo lamento, Jack. Me juntaré con Rapunzel en unos minutos.
—Entiendo—dijo el chico bajando la mirada unos segundos para evitar que Elsa notara su cambio ante la mención de la princesa—Entonces, mañana después de clases hablaremos de tus poderes y de cuando practicaremos
—Esta bien—dijo ella
...
—Elsa, ¿completaste la solicitud de cambio de casa?—preguntó Rapunzel apenas se encontró con su prima
—No, aún no—respondió la platinada, no estaba segura de hacerlo tras los eventos recientes
Rapunzel noto cierta dubitación en la chica y habló:
—Elsa, no tienes que preocuparte de que te envíen a una casa con personas que no conozcas. Podemos pedirle a Norte que te asigne a mi casa—la animó, creyendo saber el motivo de su indecisión
—Pero tu casa ya no tiene lugares disponibles
—Eugene está dispuesto a hacer un cambio si eso te ayudará
—¿Eugene no es tu novio?—cuestionó Elsa y Rapunzel asintió—¿Y Se mudaría por mí?
—Haría cualquier cosa porque estés bien. Eres parte de la familia, Elsa, y eres lo más importante para nosotros
—Gracias, Rapunzel, pero no creo que-
—No Elsa, no lo rechaces. Podemos hacer esto por ti—insistió—Me decepcionaron tanto los chicos. Los conocía de antes y de verdad esperaba algo mejor de ellos. Lamento que tu ingreso a DisneyWorks fuera de esta forma y no haber estado para ti, pero te prometo que no siempre es así.
—No todo ha sido malo—explicó Elsa—Las clases han sido bastante interesantes y también los profesores, aunque no puede dejar de asustarme con Química explosiva
—Lamento no haberte advertido de eso—se disculpó Rapunzel
—No te preocupes, Jack lo hizo
—¿Jack?
—Bueno, lo hizo a su forma—dijo Elsa—En realidad no ha sido siempre malo
—No—la detuvo Rapunzel—Elsa, detente. No me hables de él, no quiero oír su nombre ni que digas las cosas lindas que hizo antes, fue bastante malo contigo y no creo poder perdonarlo. Por eso, hoy disfrutaremos juntas, como primas y nos olvidaremos de su existencia
—Pero Rapunzel
—No aceptaré peros—dijo la rubia con decisión y Elsa asintió—Bien, hoy me acompañaras a la biblioteca, allí nos reuniremos con Bella y Jazmín. Tengo que recuperar las clases perdidas ¿Trajiste tus cuadernos?
—Si
—¡Gracias, Els, eres la mejor!—exclamó Rapunzel—Luego saldré con Eugene, tal vez podrías acompañarnos y conocerlo…
—No, Rapunzel. Volveré a casa a descansar—se negó la platinada, ese momento era para los dos y no quería estorbarles
—Está bien—cedió la rubia—Pero si necesitas algo, llámame
...
El domingo de Jack fue de vagar por el campus antes de visitar a Kristoff en su segunda casa. Lo había pasado bien con el rubio, aunque sus mejillas dolieran luego de los apretones que le dieron algunos trolls, pero, a pesar de eso, habían sido acogedores y amaría hacerles otra visita pronto.
Cuando el chico volvió a casa se encontró con que allí ya había alguien. Una Elsa muy frustrada trabajaba en la cocina.
La platinada se había desocupado temprano y al encontrar la casa sola decidió nuevamente probar suerte en la preparación de un platillo, pero no podía hacerlo, no podía cocinar. Era un fiasco en eso, lo sabía y sabía que Jack, Astrid, Hipo, Kristoff y todos lo habían notado, pero lo peor era que no podía hacer mucho para mejorar. En el castillo nadie nunca le enseñó, era una princesita mimada, tal como había dicho el peliblanco…
En medio de su frustración y como si lo hubiera llamado con el pensamiento el chico apareció en la cocina. Elsa se preparó para recibir sus palabras al notar que miraba a su alrededor y sabía que dijera lo que dijese, tendría razón...pero sorprendentemente Jack no dijo nada, se acercó a la superficie en donde estaban los pasteles quemados, tomó un poco y se lo llevó a la boca
—No tienes que hacerlo—lo detuvo Elsa antes de que mordiera—No están buenos
El chico no le hizo caso y lo comió
—Solo esta un poco quemado—dijo y tomó más
Jack le extendió a Elsa un folleto de inscripción para cursos de cocina en donde ya se podía leer el nombre de Jack Frost en uno de los espacios para completar
—Encontré esto mientras paseaba por el campus y se me ocurrió que podríamos inscribirnos juntos al curso de cocina que da Kronk—dijo Jack—Es uno de los consejeros y un excelente chef.
—Pero tú cocinas bien, no necesitas inscribirte
—Siempre hay algo nuevo que aprender—dijo él—Y no te dejaré sola...podrías quemar la cocina—bromeó
—No soy tan mala cocinera—siguió ella
—Sí, lo eres—dijo provocando un puchero en Elsa—Espérame aquí, ya sé que podemos hacer para solucionar algo de esto—dijo Jack saliendo de la cocina a su habitación
La chica observó el folleto mientras Jack regresaba. Un sujeto sonriente, que suponía era Kronk, con un platillo en sus manos la invitaba a inscribirse, cosa que tal vez no sería tan mala...
—Tengo esto—dijo de el peliblanco al llegar junto a ella y dejar mucho chocolate sobre la superficie del mueble de cocina—Se que te gusta el chocolate...o mas bien, lo adoras
—¿Cómo lo sabes?—preguntó Elsa mirándolo con curiosidad
—Todos lo notamos, princesa—rio Jack—En tan solo una semana habías devorado casi todo el que había en la despensa. Astrid hasta bromeó con saber que regalarte para tu cumpleaños
—Creí que nadie lo sabía—dijo Elsa mordiendo su labio avergonzada
—Afortunadamente, tengo una fuente ilimitada de chocolate—siguió el chico señalando todo lo que llevaba—Pero no le digas a Bunny. Ahora solo necesitamos el resto de las cosas
…
Hipo y Astrid escucharon mucho ruido cuando llegaron a casa luego de su visita a Berk.
—¡No, Jack!—escucharon a Elsa quejarse desde la cocina
—Princesa, no te hará nada un poco de suciedad en tu cara—se burlo el peliblanco
Los chicos se miraron entre sí, previendo un nuevo problema por lo que corrieron a la cocina a ver qué pasaba. Nunca imaginaron que se encontrarían: harina volaba por los aires y cubría la superficie de los muebles mientras ambos chicos reían
—¿Qué esta pasando aquí?—dijo Astrid observando la escena, pero no pudo ver mucho pues Elsa delante de ella se había agachado tratando de esquivar el puñado de harina que Jack había tirado un segundo antes
Ambos chicos reaccionaron con sorpresa al ver a la rubia cubierta del polvo blanco mientras tosía tratando de limpiarse
—¿Qué se supone que estaban haciendo?—dijo Hipo que ayudaba a su novia a quitarse el polvo de encima
—Fue Elsa—señaló Jack—Ella comenzó
—¡Jack!—le reclamó la platinada
—Ustedes dos,—comenzó a decir Astrid enojada, señalándolos a cada uno de los chicos que la miraban con temor—vayan a limpiarse y luego limpiarán el desastre que hicieron en la cocina
—¡Sí, señora!—respondió Jack llevando su mano a la frente al estilo militar
—No tientes tu suerte, Frost—dijo Hipo notando como Astrid se enojaba aún más
—Tienes razón—sonrió Jack, con miedo—Nosotros nos vamos—dijo el peliblanco tomando a Elsa por los hombros para guiarla y salir ambos de la cocina mientras aún soltaban pequeñas risas
Hipo observó a la molesta Astrid que miraba el desastre en la cocina y habló:
—Al menos no estaban peleando—dijo sin poder evitar reír un poco por cómo estaba su novia
Astrid le respondió tomando un poco de harina de los muebles y dejándola caer sobre su cabello castaño mientras poco a poco cambiaba su semblante a una risa.
—Con esas estamos My Lady—dijo Hipo tomándola por la cintura y besándola mientras tomaba mas harina para tirarle encima
Ambos debían admitir que entendieron que Jack y Elsa se lanzaran harina, eso era divertido.
…
El día lunes Jack se levantó con más ánimos que nunca. Fue por su pedido especial con Tiana y volvió a casa. Dejó sobre la mesa la bolsita que había recibido de la chica y esperó a Elsa que sorprendida volvió a tomar el pastel.
—No tenías que hacerlo, Jack—dijo la chica
—¿Qué es eso?—preguntó Astrid que llegaba a desayunar seguida de Hipo
—¡Pastel!—dijo Hipo—¡Y es mi favorito!
—Que pena que no es tuyo—dijo Jack molestando a su amigo
—Podemos compartir—sugirió Elsa
—Gracias, Elsa—dijo el castaño sacándole la lengua a Jack
Los cinco chicos tomaron su desayuno en conjunto como lo habían hecho los primeros días de clases y luego, en grupo salieron a sus clases en el edificio principal de DisneyWorks
—Te llevo tus cosas, princesa—dijo el peliblanco tomando el bolso de Elsa antes de abandonar la casa
La chica agradeció las atenciones de Jack, sobre todo porque llevaba peso extra por las notas que compartiría con su prima.
—¿Te sentarás con nosotros?—pregunto Jack cuando ingresaron al salón de Lenguaje con criaturas
—Rapunzel esperaba que me sentara con ella—respondió Elsa
—En ese caso, detrás de Belle estarás bien—dijo separándose de Hipo y Astrid que se iban al otro extremo del salón a ocupar sus asientos y guardar uno al peliblanco
—Hola, Jack—saludó Aurora sonriente cuando el peliblanco y Elsa llegaron junto al grupo de princesas
—Hola, Aurora y chicas—dijo el peliblanco antes de apoyar las cosas de Elsa en la mesa, lo que no pasó desapercibido por el resto de las chicas, pero antes de que pudieran decir algo llegó junto a ellas otra persona
—Hola, chicas. Hola, Elsa
—Rapunzel—dijo Jack al verla
—Jackson—saludó la chica antes de tomar asiento junto a Elsa
El chico se acomodó el cabello nervioso antes de moverse para ir a su lugar.
—Discúlpame un momento, Elsa, necesito hablar con él—dijo Rapunzel antes de alejarse
El grupo observó disimuladamente a los chicos conversando en la distancia.
—Jack, supongo que está claro, pero no quiero que vuelvas a acercarte a mi prima—amenazó la rubia con un dedo acusatorio muy cerca del rostro del chico
—Tranquila Punzie,—dijo el peliblanco bajando la mano de la chica—con Elsa ya solucionamos las cosas
—Mas te vale Jack porque te mantendré vigilado muy de cerca
—No eres la única—indicó el chico señalando a Hipo y Astrid—Pero les prometo a todos que no habrán más problemas
—Deberías esforzarte por conocerla mejor, si mal no recuerdo Eugene tampoco que caía bien cuando lo conociste—dijo señalando al chico que saludaba animadamente a Hipo y Astrid y se ubicaba en el lugar junto a Jack
—Lo sé y lo intentaré, Rapunzel—dijo el peliblanco
La platinada no escuchaba la conversación entre ambos, pero, al igual que las chicas, los observaba con curiosidad. Lamentablemente para ella, cuando Rapunzel volvió no le dijo de que habían platicado y de inmediato habló de otra cosa.
—Me alegra no haber perdido tantas clases con Dory, es genial, adoro como se viste—mencionó señalando las llamativas prendas azules y amarillas que llevaba la profesora que entraba al salón
—Buenos días chicos—saludo Dory
—Buenos días, profesora, la extrañe muchísimo—habló el chico sentado junto a Jack, levantando su voz por sobre la del resto
—Ese es Eugene—le mencionó Rapunzel emocionada a Elsa
—Señor Fitzherbert—mencionó la profesora mirando al chico con desconfianza
—No se lleva bien con Dory...ni con ningún profesor—señaló Rapunzel un poco avergonzada
—¿Podría hacer su demostración en tiburones?—pidió la profesora tras unos segundos
El chico se pudo de pie y comenzó a gruñir para hacer la demostración que pedía mientras que el resto de los alumnos reía
—Tal vez el señor Frost lo podría ayudar—pidió la maestra al notar como Jack casi caía de su silla riendo
El peliblanco de inmediato detuvo su risa y se puso de pie para comenzar a emitir sonidos semejantes a los de su compañero
—Muy bien los dos, sigamos con la clase
Jack y el chico chocaron sus puños antes de sentarse.
...
Durante las clases Rapunzel se aseguró de mantener a Jack alejado, aunque eso también significó alejar a Eugene que prefirió compartir con los chicos en lugar de las princesas. La platinada recién tuvo la oportunidad de conocerlo en la segunda hora, en la clase de Química explosiva, pero sólo cruzó con él unas cuantas palabras, al igual que en la clase de Botánica.
—Elsa, se que no compartimos mucho hoy, pero fue estupendo conocer a la prima de mi querida Punzie—dijo el Eugene cuando Rapunzel se reunió con él al término del almuerzo—Tal vez podrías visitarnos pronto o mejor: salir a comer con nosotros ¿cierto rubia?
La chica se sobresaltó al oír que le hablaban. Estaba distraída observando a Jack que conversaba con Hipo, Astrid y Mérida.
—Lo siento, chicos. ¿Qué decían?
—Que podríamos ir a comer con Elsa—indicó Eugene
—¡Sí, sería asombroso! Podría acompañarnos a McDieval y Eugene podría enseñarte cómo combinar las salsas para que queden deliciosas, es muy bueno en eso
—Sé que soy fabuloso, pero...¿McDieval? ¿En serio, Rapunzel?—se quejó el castaño—Yo pensaba algo de más clase como El Patito Modosito
—Tienes que estar bromeando, Flynn—se quejó Rapunzel a lo que el chico negó. La rubia solo rodo los ojos
—Gracias por la invitación, tal vez otro día—les dijo la platinada
—Como lo desees, Elsa, pero si quieres ir, siempre estoy disponible, sobre todo de lunes a viernes entre 8 de la mañana y 2 de la tarde o cualquier horario de clases que con gusto me saltaré por ti
Elsa sonrió negando con la cabeza, luego se volvió a Rapunzel que nuevamente observaba hacia Jack que ahora platicaba con el profesor Bunnymund.
—Punzie, hay algo que tengo que decirte ¿Podemos hablar, por favor?—pidió Elsa
—Eugene, te alcanzo en un momento—dijo la chica de cabello largo a su novio antes de volverse a Elsa
—Oh, claro. Fue un placer conocerte, Elsa—se despidió el chico
—¿Qué necesitas, Els?—dijo la rubia cuando su novio se alejo
—Es respecto a Jack—susurró Elsa
—Que hizo—pidió saber al oír su nombre. En su rostro ya se podía ver el enojo anticipado—Te prometo que lo enfrentaré y-
—Me ayudara con mis poderes—dijo Elsa cortando su discurso de ajuste de cuentas—Jack se enteró de ellos y me ayudará
La platinada podía notar la tensión entre los chicos y no estaba cómoda con eso. Además, Jack había sido bastante bueno con ellas estos dos días que pasaron y por la mañana, por lo que tal vez no merecía el gran enojo de su prima.
—¿Tu estas bien con eso?—preguntó Rapunzel
—Sí, creo que si
—E-Eso es…¡genial, Elsa!—se animó la rubia—Aunque no evitará que lo mantenga vigilado, incluso Eugene lo hará
—Rapunzel, esto sigue siendo secreto, nadie más lo sabe, solo tu, Jack y los profesores. ¿Podemos mantenerlo así?
—Sí, por supuesto, Elsa—asintió la chica—Confía en mí. Ni siquiera lo compartiré con Eugene a menos que tu quieras
—Gracias, Punzie
...
—¿Alguien sabe dónde está Jack?—preguntó Elsa luego de unos minutos de llegar a casa y no encontrar al peliblanco
—Castigado—dijo Hipo—Bunny lo sorprendió en una de sus travesuras
La chica asintió. Habían quedado de charlar después de clases sobre sus poderes y las prácticas que tendrían, pero Jack se había metido en problemas y no había mucho que hacer contra eso.
—Gracias Hipo—dijo la chica—Estaré en los jardines—aviso la chica antes de irse con su libro entre las manos
Elsa se refugió bajo la sombra de un árbol para leer. El día era bellísimo...bueno, como siempre, pero aún así la chica se sintió agradecida por el cálido sol y la brisa que soplaba entre el césped. Era un lugar perfecto para leer, silencioso...tranquilo
—¡Elsa!—escuchó que de pronto gritaba una voz. Jack se acercaba corriendo
—¿Qué haces aquí?—le dijo ella cuando el peliblanco se sentó en la hierba
—Se supone que estoy castigado
—Eso ya lo sabía, pero por qué
—Bunny—respondió esperando que Elsa no preguntara más, pero ella le indicó que continuara—Pude haber secuestrado a sus hijos el fin de semana—dijo casi en un murmullo
—¿Los conejitos que llevaste a casa?—preguntó la platinada y Jack asintió—¿Eran hijos del inspector Bunnymund?—cuestionó esta vez
—No hijos, hijos, pero ¿comparten especie o algo así?—respondió Jack no muy seguro de la relación entre un conejo parlante y las pequeñas bolitas de algodón
—No debiste tomarlos, Jack—señaló Elsa
—Sí, lo sé. Debí haberte dado chocolates y no llevar dos conejos árticos...Con ese plan hubiera seguido molestando a Bunny, pero sin que él lo descubrirá—dijo el chico reflexionando—O tal vez debí tomar una mini hada, Tooth nunca me regañaría—siguió parloteando Jack
—Tal vez puedes explicarle el motivo por el que los tomaste para que no te castiguen—dijo la chica no prestando demasiada atención a lo que decía. De cierto modo creía que tenía un poco de culpa por la sanción de Jack. El chico notó eso
—¡Hey! Tranquila, realmente no importa, solo limpie unos pizarrones. Bunny es un conejito malo, pero no tan malo—dijo el chico y ella asintió—Por cierto, encontré el lugar perfecto para practicar tus poderes. Iremos mañana luego de clases
—No estoy segura de eso, Jack—dijo Elsa dubitativa
—No acepto un no esta vez. ¡Anímate! ¡Lo pasaremos bien!—le sonrió Jack y luego se estiró hasta acostarse sobre las piernas de Elsa—Ahora. ¿Ibas a leer?
La chica reaccionó confundida ante la acción, pero se limitó a asentir.
—¿Romeo y Julieta?—continuó Jack tomando el libro junto a ellos y revisándolo antes de entregárselo a la platinada
—Me lo presto Bella—señaló Elsa abriéndolo en la página marcada
—Supongo que es una gran novela. Si quieres leer en voz alta, soy todo oídos—dijo Jack cerrando los ojos y relajándose en su regazo—Solo avísame si viene Bunny—agregó abriendo un ojo antes de que Elsa le pusiera el libro en la cara—Eso también sirve—rio el chico antes de que la platinada levantara el libro y comenzara a leer para ambos
—JULIETA:
¡Mi amor ha nacido de mi único odio!
Muy pronto le he visto y tarde le conozco.
Fatal nacimiento de amor habrá sido
si tengo que amar al peor enemigo.
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betaworkshop460: En este capítulo se demuestra mucho mas que Jack no es malo y se preocupa por sus cercanos. Lo de los guantes intente hacerlo muy emotivo...Elsa era muy pequeñita cuando tuvo que crecer de golpe. Y ahora apareció Bunny reclamando por los conejos jasjj. En cuanto a Kristoff, no es analfabeta, solo un chico rebelde que no sigue instrucciones ni leyes (al menos las de la casa)
Nikolai: Bueno, Elsa ya no tiene tantas ganas de irse de casa. Jack se esta esforzando DEMASIADO por hacer que se quede jajaj. Con lo de los conejos le fue incluso peor de lo que esperaba pues llegó Bunny con su instinto de madre leona a proteger a sus bebes (tu entiendes a lo que voy, sé que lo entiendes xD)
Lovepeachy: Que quieres que te diga, Jack se volvió bien SIMP
Espero que les gustara el capítulo. Hasta la próxima.
