Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.


Capítulo 16: A su manera

—¿Tenías que fotografiarlo, Hipo?—preguntó Jack cuando vio que el castaño añadía una nueva imagen a la colección en la pared. El chico esperaba ansioso en la sala junto a sus dos compañeros sobre las noticias que Astrid les llevaría sobre el cabello de la platinada

—Bueno, creo que tú añadiste una foto de Astrid con su querido cartel en el partido, parecía que era mi turno de sumar algo—señaló Hipo—Además, no todos los días ves al gran Jack Frost arrodillado frente a una chica rogando por su perdón

—¡Hubiera adorado ver eso!—señaló Kristoff

—Al menos conservaremos la fotografía—le dijo Hipo y luego se dirigió al peliblanco—Jack, tuviste suerte de que no ocurriera con Astrid y que Elsa fuera más pasiva en su reacción, con otro estarías cavando tu tumba

—Fue un accidente y Elsa lo sabe. No era mi intención—dijo con nerviosismo

—Yo que tu haría algo por ella...Honestamente, yo lloraría si me cortaran el cabello así—dijo Kristoff e Hipo asintió

—No es tan terrible—dijo Jack intentando convencerse de sus palabras—Crecerá

—Sí, claro, pero no crecerá de hoy a mañana. Tardará meses—explicó Hipo

—¿Meses?—preguntó el peliblanco

—¡Claro! Y eso solo si alguien logra salvar todo el largo. Recordemos que no fue un corte parejo porque estaba en una trenza, podría ser mucho más lo que se pierda—continuó Hipo

—No lo creo...¿o si?—interrogó a sus dos amigos

Ambos asintieron.

Antes de que Jack pudiera seguir haciendo preguntas escucharon que Astrid salía de la habitación de Elsa. Los tres chicos se apresuraron en alcanzarla

—Astrid—mencionó Jack cuando llegó junto a ella—¿Qué pasó? ¿Cómo está Elsa?

—Esta bien, mañana temprano arreglaremos su cabello—respondió la rubia abriéndose paso a la cocina—Es un desastre, pero solucionable

—¿P-Podemos verla?—siguió preguntando el peliblanco

—Relájense, es solo cabello—dijo la rubia

La puerta de la habitación de Elsa pronto se abrió dejando ver a la platinada

—Elsa—dijo Jack y corrió a encontrarse con ella—L-Lo siento mucho. Realmente no quería cortar tu cabello. Te prometo que haré algo para solucionarlo

—Jack, creo que has hecho suficiente—respondió Astrid luego de que Elsa no dijera nada y solo suspirara pesadamente

—¿Tengo que arrodillarme de nuevo?—dijo Jack ante la nula respuesta de la platinada

—Jack, ya es suficiente, solo detente—habló finalmente Elsa—Astrid lo solucionará mañana por la mañana

—¿P-pero estás bien? ¿Puedo hacer algo por ti?

—Jack se parece a uno de esos padres primerizos de Berk nervioso por su esposa luego de que diera a luz—dijo Astrid recordando los días en que le tocaba ayudar en los partos de Berk cuando los adultos salían a cazar dragones

—Bueno, seguro es la primera vez que le corta el cabello a alguien—dijo Kristoff y rio al ver que Jack nuevamente estuvo a punto de arrastrarse frente a Elsa

Luego de unos minutos el peliblanco finalmente dejó sus loqueras, aunque en su mente seguía pensando cómo compensar a Elsa. No fue hasta la noche que algo se le ocurrió.

—Elsa, ¿estás despierta?—dijo el chico golpeando suavemente la puerta de la habitación de la platinada. Todos ya se habían ido a dormir así que solo probaba su suerte...la que parecía que no tenía pues ella no abría

—Jack, ¿no crees que ya es tarde?—dijo la chica hablando muy despacio al abrir

—Lo sé, tenía que intentarlo—respondió Jack y luego desde detrás de su espalda reveló una cesta que extendió hacia Elsa—Princesa, se que esto no compensará lo que hice, pero tal vez ayude. Es todo el chocolate que tengo, ahora es tuyo

—Esto es demasiado

—No se aceptan devoluciones—indicó el chico

—Pero Jack...

—Sé que te gusta, solo disfrútalo—dijo el peliblanco y cruzó el pasillo hasta su habitación—Buenas noches, Elsa

—Buenas noches, Jack

...

—¿Estás lista, Elsa?—preguntó Astrid a la mañana siguiente con unas tijeras entre sus manos. La rubia había sentado a la chica en una silla en la sala y luego de cepillar su cabello se preparó para cortarlo y que no pareciera un total desastre

—¿Es muy malo?—preguntó Elsa asustada

—Nooo, para nada...—mintió Astrid—Solo tengo que emparejar lo más largo y probablemente hacer una capa más arriba para cubrir las partes cortas, pero estará bien

—Eso espero—susurró Elsa

—Tranquila, he cortado el cabello de muchas chicas en Berk, Hipo te puede decir lo bien que han quedado

—Astrid tiene razón. Y ella también ha cortado mi cabello y el de Jack cuando lo hemos necesitado. Es una excelente peluquera—dijo el castaño desde el comedor. Ambos con Kristoff observaban atentos el proceso mientras desayunaban

—Sí. Seguro quedarás como una diosa—siguió Astrid

—Hazlo—dijo Elsa volteándose hacia el frente, apretando sus manos y cerrando los ojos con fuerza, preparándose para enfrentar el destino que llegase

—Que suerte tienes de que tu cabello no sea mágico como el de Rapunzel o habría sido un desastre—dijo Astrid antes de cortar

Tras unos minutos el proceso había llegado a su fin. Elsa vio al espejo que Astrid había hecho un muy buen trabajo y los dos chicos también destacaron lo bien que se veía. La platinada quedó satisfecha con el corte, además, pronto su cabello crecería y recuperaría el largo que tenía.

Cuando las chicas terminaban de limpiar el cabello cortado, el culpable del alboroto apareció entrando por la puerta que daba al exterior.

—Perdona, Elsa—dijo el peliblanco mostrando nuevamente su rostro de arrepentimiento, cosa que a Elsa ya le daba un poco de lástima...parecía un perrito regañado y ya había hecho mucho por disculparse

—Astrid ya lo solucionó—dijo la chica

—De todos modos te traje algo—continuó Jack extendiendo entre sus manos dos pequeñas botellas con líquido de colores

—¿Tomaste las pociones de Yzma?—cuestionó Astrid sorprendida

—Es para una buena causa—dijo Jack sin dejar de mirar a Elsa

—¿Para qué trajiste dos?—siguió la rubia

—No estoy seguro de cual es para hacer crecer el cabello—señaló Jack—, pero podemos probarlas

—Yo digo que claramente es la botella con líquido azul y una etiqueta que muestra cabello—comentó Kristoff

—Creo que el niño en la etiqueta de la botella rosada también señala su cabello—explicó Jack

—Es la azul—intervino esta vez Astrid—Brutilda tuvo un incidente hace unos años y esa fue la que ocupamos

—Elsa, tienes que beberla, en unos minutos estará el resultado—habló el chico dándole la poción que Astrid le indicaba

—¿Es seguro?—le susurró la platinada a la rubia

—Sí, lo es. Las pociones de Yzma no tienen efectos secundarios, lo de la etiqueta pasará. Los únicos efectos indeseados ocurren cuando te equivocas de poción, pero no es el caso—respondió la chica—Ven, te acompaño a la cocina

—Y qué harás con el otro frasco—le preguntó Kristoff a Jack cuando este se unió al desayuno

—Guardarlo, supongo—respondió el peliblanco—Quedará en mi colección de tesoros

—Dime algo, Jack. ¿Esta colección de tesoros se formó con cosas que son producto de todos tus fracasos como persona?—cuestionó el rubio

—Creo que Kristoff no se equivoca—rio Hipo. Jack haciéndose el ofendido...aunque lo que decían era cierto

—Los odio—dijo el peliblanco comenzando a comer mientras aún fingía su enojo

Tras uno par de minutos los chicos vieron que Astrid finalmente abandonaba la cocina. Los tres prestaron atención a lo que tenía que decir

—Señores, el cabello de nuestra princesa volvió a la normalidad—indicó la chica

Pronto Jack, Hipo y Kristoff vieron a la platinada salir de la cocina para volver a su habitación, con alegría notaron que su cabello era nuevamente largo y que mantenía el nuevo corte que le había dado Astrid. A poco rato la chica se les sumó al desayuno con su cabello atado en su habitual peinado, el cual esta vez Jack no se atrevió a desarmar.

Con todo solucionado los chicos caminaron con alegría y todos juntos al edificio principal de la academia para sus clases de ese día jueves.

—Hola, Jack—saludó sorpresivamente una alegre voz cuando se acercaron a la entrada de la academia—Hipo, Astrid, hace mucho no los veía

—¡Tooth!—habló Jack al notar a la colorida hada volando frente a ellos, la cual era acompañada por tres de sus mini compañeras—¿Qué haces aquí? ¿Paso algo malo?—cuestionó el chico al recordar lo extraño que el hada se paseaba por el campus

—No, solo que la profesora Yzma nos dijo que cree haber perdido algo anoche. Un sonido la despertó de su placentero sueño con Ricky

—¿Qué perdió exactamente?—habló Hipo observando al peliblanco

—No lo sabe—respondió Tooth—Yo solo estoy aquí para asegurarme que nadie haya resultara herido, ya saben, soy voluntaria en la enfermería y la última vez que alguien sacó algo de Yzma terminó con la piel verde. No quiero que eso se repita. Si ven algo avísenme, por favor

—Si, claro—dijo Jack sonriendo como un buen chico

Hada estaba por retirarse cuando el peliblanco la detuvo.

—Espera Tooth. Sé que estás siempre ocupada, por eso antes que te vayas quiero presentarte a mis compañeros

—¿Los chicos nuevos con los que vives? ¡Norte me habló de ellos!—dijo volando de vuelta emocionada y siendo seguida por las haditas que rápidamente se acercaron a grupo de chicos para buscar las caras desconocidas

—Él es Kristoff—dijo introduciendo al chico que observaba asombrado a la criatura frente a él. Sus alas y sus colores le parecían fuera de este mundo

—Hola—dijo Kristoff casi automáticamente cuando fue empujado por Jack

—Y ella es Elsa—continuó el peliblanco

—Encantada de conocerla—saludo la chica

—Wow—dijo el hada observando a Elsa embelesada—Son muy lindos...

—Elsa no abras tu boca—indicó Astrid moviendo a la platinada hacia atrás sabiendo que venía

—¿Qué?—dijo confundida la platinada. En ese momento fue rodeada por las mini haditas

—Es el hada de los dientes y se enamoró de tus dientes—explicó la rubia

—Creo que son casi tan lindos como los de Jack—murmuró Tooth

—¿Casi?—susurró la platinada abriendo mínimamente su boca. Jack a su lado rio por el comentario

—¿Ella usa hilo dental?—preguntó Tooth luego de que una de sus compañeras se acercara y le dijera algo al oído—¿Puedo dar solo un pequeño vistazo?

—Lo siento Tooth, creo que se nos hace tarde—dijo Hipo arrastrando a sus compañeros a la academia, los cuales no tardaron en seguirlo

Pero Elsa no fue tan rápida.

—Aún tengo los dientes más lindos—se burló Jack cuando estuvieron dentro—¿Y Elsa?—preguntó a sus compañeros cuando no vio a la chica

El grupo no tardó en notar que la platinada no se había podido mover de su lugar pues estaba rodeada por las haditas y Tooth que revisaba su boca.

—¡Me retracto, son más lindos que los de Jack! Son muy blancos, sin caries y tan limpios...—dijo la guardiana emocionada

—¡Tooth! ¡Detente! ¡La estas asustando!—pidió el peliblanco al llegar junto a ellas

—Lo siento—dijo el hada retrocediendo tras ser atrapada—Son hermosos—le sonrió a Elsa

—Eso definitivamente ha sido lo más raro que he visto en la academia—dijo la platinada cuando finalmente pudieron entrar todos al edifico

—Bueno, al menos te ahorraste la revisión del dentista—señaló Kristoff riendo

...

Elsa no quería que su día pasara rápido para no llegar a su última clase del día junto a Pitch, pero lamentablemente la chica no poseía una máquina del tiempo y no pudo evitar que eventualmente esta llegara.

Cuando se dio la hora, la platinada entró a la sala en donde Pitch y Sandy ya la esperaban. La chica sabía que el profesor más nuevo se haría cargo de enseñarle aquel día, así que se deshizo de los guantes antes de ser regañada, la habitación inmediatamente se cubrió de hielo luego de esto

—Retenlo—ordenó Pitch cuando el hielo tocó sus pies

—Eso intento—respondió tímidamente la chica

—¿Lo intentas? No se nota. Ya deberías poder hacerlo, llevas intentándolo desde hace tres semanas—la regañó el profesor—Hazlo ahora, reten tus poderes, Elsa

La platinada se detuvo en medio de la habitación intentando concentrarse y detener sus poderes, pero sus manos temblaban y su corazón latía con fuerza haciéndole imposible cumplir con su objetivo.

El hielo en el suelo pronto comenzó a acompañarse de nieve por la preocupación de la chica al no ver cambios

—¿Esperas que te felicite por tu patético trabajo?—se burló el profesor atrapando la nieve con sus dedos—MAL ¡De nuevo!

Los minutos pasaban y la platinada seguía fracasando. Sandy observaba molesto la presión por la que Pitch hacía pasar a la chica, pero no podía intervenir, Norte le había dejado en claro que ella debía enfrentarse al miedo y superar los desafíos que le daba Pitch.

—Hazlo, Elsa. Los aldeanos sufrirán las consecuencias si no lo haces—dijo el profesor desplazándose por las sombras que rodeaban a la chica—¡Oh no, la reina congelo mi jardín! ¡Mis niños enfermaron por el invierno que provocó la reina! ¡La reina mató a mi perro!—dijo Pitch cambiando su voz para actuar como personas de Arendelle

La chica no pudo evitar visualizar estas imágenes en su cabeza y esto le causó un profundo temor

—¿No temes dañarlos?—siguió Pitch—¿O será que acaso quieres hacerlo?

—N-No quiero

—¿Quieres quitarles sus casas? ¿sus vidas?

—No—repitió la chica con temor

—¡Eres la futura reina de Arendelle, Elsa! ¿Cómo pretendes protegerlos de ataques enemigos si ni siquiera puedes protegerlos de ti misma?

Eso era cierto

—Hazlo. ¡AHORA!—ordenó Pitch gritando con fuerza

Elsa lo intentó por milésima vez y por una fracción de segundo lo logró, todo se detuvo, la nieve y el hielo habían parado sorprendiéndolos a todos. Sin embargo, esto solo había sido un anticipo para la explosión de poderes que siguió a continuación y que cubrió de puntiagudos picos de hielo toda la habitación. Afortunadamente Sandy reaccionó con rapidez y cubrió a todos los presentes con su arena a modo de protección.

—Eso fue terrible—dijo el pelinegro cuando Sandy lo devolvió a su lugar—Tu familia estaría decepcionada de ti y tu inutilidad...oh perdón, olvide que ellos lo estaban

Al terminar la clase Pitch abandonó con rapidez la sala. Los ojos de Elsa pronto empezaron a humedecerse y ella pestañeó con rapidez, pero más de una lágrima escapó, la que limpió rápidamente.

Sandy se acercó con tranquilidad a la chica para darle sus guantes y con arena proyectó una carita sonriente sobre su cabeza e imitó el gesto en su propio rostro. La platinada solo asintió, limpio sus últimas lágrimas, se puso sus guantes y forzó una sonrisa. El guardián de los sueños la acompañó hasta la salida de la sala

—¡Elsa!—escuchó la chica que la llamaban salió—Veo que ya terminaron tus clases

—Hola, Jack—saludó la platinada cuando el chico se detuvo frente a ella y nuevamente intentó fingir una sonrisa—Sí, terminé por hoy

El peliblanco notó que tras ella, Sandy intentaba llamar su atención. El chico vio que el guardián le intentaba indicar con figuritas de arena sobre su cabeza lo triste que estaba Elsa. Jack entendió perfectamente el mensaje, pues algo lo previó para malas noticias...El chico había visto al coco sonriendo mientras se acercaba al comedor y para él, la felicidad de Pitch no era indicio de nada bueno y con lo que señalaba Sandy no habían dudas de que su intuición no se equivocaba

—Els, ¿qué dices si luego del almuerzo vamos al bosque?—intentó animar a la platinada

—No, lo siento Jack, pero quiero volver a casa. Tomaré mi comida y almorzaré allá

—¿Nos abandonarás? ¡Los chicos te esperan!

—Lo siento, no quiero estar cerca de ellos. No quiero herirlos—murmuró Elsa y sus ojos nuevamente se pusieron vidriosos tras recordar lo que había pasado en clases

—Supongo que está bien—dijo Jack notando el brillo en sus ojos—Aunque...—dijo después sonriendo ampliamente—Tengo una idea...

La platinada vio como Jack se volteó y con rapidez se alejó hasta alcanzar a Sandy. El chico cruzó unas palabras con el guardián y luego de unos minutos volvió con ella.

—Todo está bien, princesa—dijo Jack con una sonrisa—Te acompañaré a casa y luego vendré con Sandy. Él accedió a ayudarme a enseñarte

—Gracias por esforzarte conmigo, Jack—dijo Elsa aún un poco sentimental por lo que había pasado

—Si, por supuesto—dijo Jack manteniendo su sonrisa—Por cierto, Elsa. Los chicos han estado preguntando cuál es tu clase especial, les dije que no sabía, aunque pude haber sugerido que era una de cerebritos. Tienes que prepararte para recibir sus preguntas y yo puedo ayudarte a inventar algo.

...

—Sandy me comentó que tienes facilidad por cubrir lugares con hielo—comentó Jack al día siguiente cuando Elsa finalmente accedió a reunirse con él en su lugar en el claro del bosque

—Bueno, no exactamente facilidad. Cuando me saco los guantes no puedo evitar congelar todos los rincones del salón—explicó Elsa

—Comenzaremos con eso—dijo el chico—Sandy me dijo que aprovechara lo que sabes hacer. ¿Ya leíste el libro que hablaba del hielo?

—Sí—respondió Elsa

—Eso servirá—señaló el peliblanco y con su bastón dio un golpe a un árbol congelándolo—Esto tenemos que lograr

—Jack, con tus manos—reclamó la chica señalando su cayado

—Bien, sin bastón—dijo Jack guardando el instrumento y acercándose a su mochila para sacar una pequeña caja—Entonces, para cubrir algo de hielo lo que debes hacer es visualizar la superficie que intentas cubrir, la tocas suavemente y...hielo—dijo el chico cuando una de las caras se cubría con su magia—Lo lamento, esto no es perfecto. Los detalles no son mi especialidad—señaló cuando vio que el hielo se extendió un poco hacia otro lado de la caja—Es tu turno. Solo concéntrate y, tal como lo haces con Sandy, haz como si lo cubrieras con hielo, cuando yo vea que estás lo suficientemente lista lo haré por ti

—Está bien—dijo Elsa

La chica notó que Jack realmente se había esforzado en aprender el método del profesor, esto era casi igual a sus clases...y ella estaba deseosa porque funcionara. Además, suponía que el peliblanco sabía lo que hacía pues él dominaba el hielo.

Con la caja en sus manos, Elsa se concentró en repetir lo que hacía Jack. No lo hizo como un juego ni solo para aparentar que lo intentaba, realmente lo imitó como si estuviera sin sus guantes y como si todo dependiera de ello...Tenía que lograrlo...Tenía que logra-

—Elsa, sin muecas—la interrumpió Jack cuando vio a la platinada fruncir el ceño—¡Relájate!

—Estoy relajada—dijo la platinada molesta por la interrupción

—No lo estas—dijo Jack señalando como apretaba sus manos—Hazlo de nuevo

Elsa respiró profundamente y poco a poco se fue soltando hasta tocar la caja. Cuando Jack finalmente notó que estaba lista, congeló la superficie.

—¡Así se hace!—indicó el chico—¿Qué te parece si ahora vemos algo más grande? Sandy me dijo que fuera avanzando de a poco ¿Qué me dices de congelar un libro o un árbol?

—Supongo que un árbol estaría bien

—¡Eso es!—señaló el chico contento con su respuesta—Terminaremos con el hielo hoy y la próxima reunión será sobre nieve, con todo sobre pequeñas y grandes nevadas. Sandy me dijo que tenías un problema controlándolas

—Sí, algo

—Bueno, nuestras prácticas aún no terminan y esperemos que luego de eso no ocurran más incidentes. ¡Vamos, esto es como aprender a andar en bicicleta, una vez dominado no lo olvidarás nunca!—dijo el chico entusiasmado, alegrando a Elsa

Jack reía con Elsa aunque la verdad era que le preocupaba que ella no se sacara los guantes y que en realidad todo esto fuera tan en vano como se sentía. Sandy le había explicado que el objetivo era darle confianza, que ella supiera que pasos a seguir cuando se enfrentara a sus poderes y no entrara en pánico, él la quería concentrada y atenta a lo que hacía. Jack sabía que el guardián era el experto y encontró que su idea era buena, aunque si de él dependiera... hubiera mandado al retrete la teoría desde el momento que Elsa le explicó cómo le enseñaban, antes incluso de saber los barbáricos métodos de enseñanza de Pitch. Jack creía que el control de los poderes era más que libros, que era algo emocional, pero respetaba a Norte y Sandy como profesores y autoridades.

—Hey Els, recuerda que mañana tenemos cocina con Kronk—comentó Jack antes de pasar a su siguiente tarea

...

Durante la noche, una silueta sombría se paseaba por la torre más alta de la academia observando los terrenos sumidos en la oscuridad.

—Solo un poco más querido amigo mío...—susurró con su escalofriante voz a un extraño cuervo que se posaba en su brazo—Mi proyecto con la pequeña reina de Arendelle será un éxito, el miedo que siente ahora es fascinante, pero no será nada comparado a lo que lograré con ella luego de que no desee vivir con sus poderes... Y con mis nuevas habilidades de transformar sueños en horrorosas pesadillas todo volverá a ser grandioso para nosotros. Los guardianes no sabrán ni qué los golpeó—dijo tomando una piedrecilla y lanzándola contra la pared—Un poco más de miedo es lo único que necesito para volver a recuperar lo que me pertenece. Luego de DisneyWorks será el mundo—dijo apretando repentinamente por el cuello al animal—Todo volverá a ser como antes...sin alegría, sin esperanza, sin ilusiones, sin sueños y sin guardianes; solo miedo, un gran y profundo miedo como el de la señorita Arendelle por sus poderes

Pitch soltó al animal, el que pronto se deshizo en un montón de arena

—Tranquilo, volverás—dijo el pelinegro soplando los restos del cuerpo—Por ahora puedes descansar, amiguito. Esto es solo el comienzo


Nikolai, Lovepeachy y betaworkshop460, gracias por comentar. Espero que les gustara como Jack arregló su pequeño error y sí, Jack simp volvió. Además, nueva revelación del villano de Pitch.

Gracias a todos por leer.