Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.


Capítulo 20: Shadow

Tras el fin de semana y las prácticas con Jack, las cosas habían mejorado notablemente con los poderes de Elsa. ¡Por fin podía dominarlos! Y cuando se sacaba los guantes ya no había nieve ni grandes tormentas. La chica aún no se atrevía a estar sin sus guantes más que solo durante los entrenamientos, pero se sentía estupendamente bien, estaba muy feliz y el peliblanco se sentía orgulloso de ella.

A pesar de eso, la prueba de fuego aún no era superada...Pitch, la gran pesadilla de Elsa en DisneyWorks, aún no era enfrentado y la chica temía hacerlo. El peliblanco sabía de esto, pero no podía hacer nada para ayudarla...o tal vez sí.

Ese día miércoles, Elsa se encontraba en su salón cuando escuchó las grandes puertas abrirse. La chica esperó recibir las duras palabras del profesor de que se sacara sus guantes, pero estas nunca llegaron. Al contrario, la animada voz de Jack fue la que lo reemplazó.

—Hola, princesa—dijo simplemente él

—Jack, ¿qué haces aquí?—preguntó la platinada sorprendida

—Me escapé de mi clase para acompañarte—respondió el chico sonriente. Antes de que Elsa pudiera responder y regañarlo por lo que hacía, se escucharon pasos que venían desde el exterior—Me esconderé por allá, no me delates—dijo Jack cerrándole un ojo antes de volar y ocultarse de los profesores

Elsa tuvo que recuperarse rápidamente de la sorpresa de ver a Jack allí y disimular frente a los profesores

—Guantes, fuera—exigió Pitch pasando junto a ella con su amargado semblante. Sandy le sonreía como de costumbre

La platinada se sacó sus guantes y la superficie comenzó a cubrirse de una gruesa capa de hielo como siempre ocurría producto de su nerviosismo. Sin embargo, esta vez sería diferente porque cuando la chica observó hacia Jack, que se asomaba en un rincón tras los profesores, recordó todo el control que había tenido y todo lo que había logrado hace unos días, la nieve de pronto comenzó a desaparecer, asombrando a los profesores.

El peliblanco sonreía por ver lo que ocurría y, luego de recuperarse del shock inicial, Sandy también lo hizo. Por su parte, Pitch, estaba desconcertado y, al contrario de los demás, frunció su ceño.

Durante las clases y a pesar de intentar sabotear el buen ánimo de Elsa, Pitch no lo logró y al terminar, ella se sentía en el cielo por ver que al fin todos sus esfuerzos rendían frutos.

—¡Lo hiciste muy bien, Els!—dijo el peliblanco cuando salió de su escondite y se unió a la chica para caminar juntos hacia el comedor

—¡Jack, creí que te verían cuando dejaste caer nieve sobre Pitch!—reclamó la chica recordando el pequeño incidente

—No, no te preocupes, la nieve es inestable cuando está en alguna superficie y nadie sospecho nada...lamentablemente tuviste que derretirlo, Elsa—le reprochó

—Era lo que correspondía—señaló ella, a pesar de la negativa que recibía del peliblanco—Jack, ¿tú no te meterás en problemas por escapar de tus clases?

—Nah, estoy seguro de que Bunny está feliz de que no haya asistido. Es muy difícil que me haya extrañado—dijo haciendo reír a la chica

—Gracias por tu ayuda, Jack—dijo Elsa deteniéndose frente a él cuando llegaron a la fila para obtener su comida

—De nada, princesa—le sonrió el chico observándola con cariño

—Ehh, Jack—dijo de pronto Elsa—Creo que te equivocaste respecto al profesor Bunnymund, viene entrando al comedor muy enojado y no despega su mirada de ti

—Agh—se quejó el peliblanco rodando los ojos—Conejo tonto, seguro no es nada. Volveré en un minuto, guárdame mi puesto, Els

La chica se formó paciente y leía el menú del día para decidir entre las ricas opciones cuando de pronto una voz que no conocía muy bien la saludo

—Hola, Elsa

La platinada se volteó para encontrarse con que el lugar que ocupaba Jack, ahora lo tenía Gastón. La sonrisa en su rostro pronto se borró

—¿Sorprendida? Por supuesto—dijo el chico sonriendo—Obviamente ya sabes que gané el partido pasado y te preguntarás porqué me acerco a ti. Bueno, venía a sugerirte que salieras conmigo y con mis amigos—dijo Gastón señalando el grupo de sujetos que lo acompañaba, entre ellos Labeouf y el chico pelirrojo del cual sus amigos habían estado hablando—Vamos, linda. Podríamos conocernos y seguro que te gustará todo lo que Gastón te tenga para ofrecer

Elsa agradecía no traer vestidos o faldas ese día, pero aún así sentía como la mirada del pelinegro intentaba sobrepasar la tela de sus jeans mientras la escaneaba de arriba a abajo

—No, gracias—respondió Elsa y observó hacia donde se encontraba el peliblanco que había notado lo que pasaba y dejaba hablando solo a Bunny para acercarse a ella

—Vamos, Elsa—insistió Gastón

—No, no estoy interesada

—Al menos durante el almuerzo...

—Gracias por guardarme mi lugar, Els—dijo el peliblanco interrumpiendo la plática y ubicándose entre ella y Gastón—Nos toca, adelante, copito, pasa primero—dijo Jack sin despegar sus ojos de Gastón que lo observaba con odio

El pelinegro no lo enfrentó y decidió tan solo retirarse

—Vámonos—dijo el pelinegro a su grupo antes de alejarse

—¿Estas bien, princesa?—preguntó Jack cuando se unió a la chica que pedía sus alimentos

—Sí, todo bien

Gastón seguía observando a la chica mientras caminaba para tomar asiento en una de las mesas del comedor

—Te haré cambiar de opinión, Bella—murmuró—Serás mía

—Gastón, ella no es Bella—le susurró Labeouf que se sentaba a su lado...Estaba al tanto de la fascinación y obsesión de su amigo con Bella y de cómo se había cautivado con Elsa al ver mucho de la castaña en ella. Su insistencia y arrebatos comenzaban a preocuparlo con que la historia podría repetirse...

—Cállate, soquete—dijo empujándolo—Conseguiré que sea mía y Hans me acompañará, haremos una pequeña visita—decretó

...

—Tan cerca, Elsa. Estábamos tan cerca—murmuró Pitch que se paseaba por una de las torres de DisneyWorks

Pitch aún no creía lo que había pasado en las clases con la platinada. La chica había tenido un avance asombroso y no sabía cómo…

—Todo iba tan bien—se quejó Pitch. Ahora sentía como el miedo desaparecía poco a poco, debilitándolo

Había logrado tanto gracias a Elsa, su plan avanzaba bien...había afectado el clima y creado pesadillas en los estudiantes de DisneyWorks y nadie desconfiaba de él. Tenía que hacer algo para recuperarse, algo grande y usar el miedo que aún quedaba en Elsa, asustarla y tal vez a toda la academia, pero qué...

...

La platinada se encontraba en su habitación, terminando las últimas cosas del día cuando de pronto escuchó un fuerte golpe proveniente de su ventana. Con miedo observó hacia el lugar y pudo apreciar dos grandes figuras a través de ella que empujaban el vidrio hacia el interior. No distinguía rostros, pero eran grandes y se escuchaba el sonido de algo metálico que chocaba contra la ventana.

Elsa se levantó de su lugar apresurada, parecía que alguien les intentaba robar, estaba lista para salir al pasillo cuando de pronto lo que parecía ser tercera sombra se materializó detrás de las otras dejando ver dos brillantes luces amarillas en el lugar donde irían los ojos...esta figura pronto se desvaneció y en cosa de segundos todas las luces de su habitación brillaron intensamente para luego apagarse abruptamente haciendo que la platinada no pudiera reprimir un grito. Los sonidos afuera aumentaron y parecía que las otras dos figuras caían...un sonido que no parecía natural pronto inundó el ambiente y Elsa no espero a que desapareciera para salir corriendo al pasillo

—Elsa—gritó el peliblanco llegando con ella de inmediato, la había escuchado gritar y el posterior corte de luz lo alertó—¿Qué pasó?

—Habían dos personas mirando hacia mi habitación, Jack—explicó la chica cuando el resto de sus compañeros aparecieron—Y luego estaba este aterrador brillo amarillo y las luces se apagaron

—Tranquila—pidió el peliblanco y miró a su alrededor, igual que el resto

Todo estaba oscuro, cada rastro de luz del interior y exterior de la casa se había apagado. Solo la pobre luz de una linterna que tenía Hipo les permitía moverse

—Iré a revisar los interruptores con Kristoff y fuera de tu habitación, Elsa—dijo Jack—Quédense adentro mientras volvemos

—Tomen, linternas—le entregó Hipo a los chicos que salían

—Nosotros iremos a la sala—avisó Astrid antes de que los dos se fueran

Jack se sorprendió al salir, el exterior estaba incluso más oscuro que dentro de la casa, parecía que alguien se hubiera tragado la luz del campus, as casas se veían apagadas y solo la débil luz de la linterna les permitía moverse, pero parecía que la luminosidad de esta también era absorbida por la oscuridad. La temperatura también había descendido unos grados haciendo todo más escalofriante

—Jack, creo que ya debes sospechar que no es un fallo del sistema eléctrico de nuestra casa, pero te aviso que todo está perfecto en la caja—señaló el rubio notando que era imposible que fuera un problema de su casa si todo estaba apagado

—Veamos fuera del cuarto de Elsa—indicó el peliblanco

Los chicos rodearon la casa hasta llegar al lugar

—Kristoff—llamó Jack cuando vio una mini banca debajo de la ventana y unas herramientas—Alguien intentó entrar, querían forzar la ventana—dijo el chico apuntando con la linterna hacia los alrededores por si había alguna huella de quien había hecho esto

—No hay nadie—dijo el rubio luego de observar también—¿Qué hacemos, Jack?

—No decirle a Elsa—dijo el chico—No quiero asustarla más. Hablaré con Norte y mañana revisaremos bien lo que sucede ¿si?

—Cuenta conmigo—dijo Kristoff

Los chicos siguieron observando alrededor, revisando cualquier cosa que pudiera parecer extraña, pero un repentino grito agudo los hizo alarmarse. Era desde el interior de la casa

—¡Elsa!—exclamó Jack pensando en los peligros que pudieron haber hecho gritar a la chica. No tardó en reaccionar y correr de vuelta a casa seguido de Kristoff

Las puertas estaban cerradas igual a como las dejaron, con rapidez abrieron y entraron hasta acercarse a la sala en donde se encontraban sus amigos

—¿Elsa, estás bien?—preguntó el peliblanco

—Si—respondió la chica con calma

—¿Quién gritó?—preguntó Kristoff apuntando a la platinada y a Astrid con su linterna

—Ese fui yo—dijo Hipo avergonzado. Se encontraba un poco más alejado de la escena y un poco tembloroso

—¿Y qué pasó?—preguntó Jack

—Algo entró a casa—dijo Astrid

—Una sombra pasó entre mis piernas y se ocultó—indicó el castaño señalando la esquina de la habitación a donde lo que los había molestado se había ido...un lugar al cual la platinada estaba muy cerca

—Elsa, sal de ahí, yo revisaré—pidió Jack abriéndose paso hacia ella, pero la chica no le hizo caso y se aproximó de todos modos, ella creía saber de qué se trataba y si era eso no había nada que temer...

De pronto una sombra negra brincó hacia sus brazos provocando un sobresalto en todos sus compañeros, menos la chica que había reconocido de que se trataba...

—Es un gato—dijo

—¿Un gato?—cuestionó Astrid

El felino pronto descendió de los brazos de Elsa para acercarse a Hipo y moverse entre sus piernas mientras lo observaba con cariño

—¿Chi-Chimuelo?—preguntó Hipo. El chico reconocería los ojos que lo miraban en cualquier parte. Además, la falta de una extremidad ayudaban en su identificación—¿Qué te pasó, amigo?—dijo tomándolo en sus brazos, ya más relajado y con el gatito ronroneando mientras se acurrucaba en él

El resto miraba con asombro la escena. Esto era muy extraño...el enorme y aterrador dragón ahora no era nada más que un pequeño y adorable gato.

Antes de que alguno pudiera reaccionar, un sonido provino desde la puerta, una carta entraba con rapidez por la rendija de esta llamando la atención de todos. El peliblanco de inmediato se acercó a leer de qué se trataba

—Creo que hay problemas en la academia—avisó Jack cuando finalizó—Dice que cerremos las puertas y ventanas y que no salgamos hasta mañana cuando recibamos una nueva nota. También se suspendieron las clases

—El campus no es seguro entonces—dijo Hipo analizando la situación

—Parece que no—respondió el peliblanco

—Espero que Tormenta este bien—susurró Astrid y fue envuelta por el cariñoso brazo de Hipo

—Lo estará, My Lady—dijo el chico—Propongo que por esta noche deberíamos traer nuestras almohadas y frazadas y dormir en la sala—dijo a continuación, no lo admitiría en voz alta, pero esto lo estaba asustando un poco...las luces, los extraños que vio Elsa, Chimuelo y la carta de Norte...

—Acepto—dijo Kristoff—No quiero volver a mi habitación y también quiero proponer que reforcemos las puertas y ventanas para que nada pueda entrar—la abrumadora oscuridad que había presenciado lo había dejado aterrado y con un escalofrío que le llegó hasta la médula, eso no se comparaba ni a las montañas con hielo de Arendelle

Todos aceptaron la idea

—Els, ¿estas bien?—le preguntó Jack a la chica cuando se movieron por el pasillo hasta sus habitaciones para buscar sus cosas

—Lo estoy. ¿Encontraron algo con Kristoff?

—No—dijo el peliblanco incómodo por mentir y queriendo zafarse rápidamente de la situación—Princesa, ten, mi linterna—dijo—Ve por tus cosas y yo iré por las mías, te esperaré aquí afuera

Luego de unos minutos los chicos habían llevado almohadas y mantas a la sala para ubicarlas en los sillones. Astrid y Kristoff, cada uno reclamaron los sillones individuales, con Chimuelo que se había acostado en el regazo de la chica. Elsa, Jack e Hipo tuvieron que compartir el sofá de tres cuerpos. La platinada se acurrucó en uno de los extremos del sofá e Hipo hizo lo mismo, pero al lado contrario, Jack quedó en el medio.

Por seguridad dejaron encendidas las luces de las linternas que comenzaban a apagarse y así vieron que ninguno era capaz de cerrar los ojos

—Seguro los guardianes sabrán que hacer—habló Hipo tranquilizando al resto y a sí mismo

—Hace unos días el abuelo Pabbie comenzó a charlar de un poder oculto que traería grandes cambios y transformaciones—relató Kristoff—Yo lo ignoré cuando me lo decía, nunca creí que estuviera acertado, pero tal vez esto es eso... Puede que el cambio llegara a la academia

—Espero no entre nada a casa—murmuró Elsa

—Hey, cualquier cosa tenemos un dragón gatuno con nosotros y alguien que literalmente puede congelar el trasero de los malos—dijo Jack haciendo reír a los chicos—Estaremos bien

—Claro que sí—reafirmó Hipo—Buenas noches chicos

—Buenas noches

A la mañana siguiente, Astrid despertó sobresaltada, sentía que abría los ojos luego de una gran y aterradora pesadilla... pronto noto que todo había sido una real gran pesadilla.

El resto de los chicos aún dormía y ella los observó, en especial la particular escena en el sofá, donde Elsa se encontraba muy acurrucada recostada sobre el costado de Jack mientras él apoyaba su cabeza sobre la de ella e Hipo se acostaba con su cabeza en el regazo del peliblanco, el cual con una mano acariciaba el cabello del castaño

—Princesa—murmuró Jack entre sueños siguiendo con las caricias que le daba al cabello de Hipo

Astrid no pudo evitar reír por la situación y con cuidado de no meter ruido sacó la cámara fotográfica capturando lo que veía, esto sería un valioso material para su apuesta con Hipo. Lamentablemente el fuerte disparo del flash despertó a la platinada

—Hola, Elsa—dijo casualmente Astrid cuando la platinada abrió sus ojos

—Buenos días—dijo la chica enderezándose y alejándose de Jack cuando notó su cercanía—¿Tomaste una fotografía?

—Sí, quería reírme de esos dos—indicó Astrid señalando a su novio y al peliblanco—Tomare otra foto—dijo cuando vio que la platinada observaba la imagen recién tomada

—¿Puedo quedarme con esta?—pidió Elsa tomando la foto descartada. Le avergonzaba como estaba durmiendo y prefería que nadie la viera

—Si, claro—dijo Astrid fingiendo desinterés y capturando de nuevo el momento

—Astrid creo que te están engañando—murmuró de pronto Kristoff que se estiraba tras despertar junto a Chimuelo que se había movido a su regazo

—Tendré que discutir esto con Hipo—dijo la chica bromeando

Segundos después y antes de que los chicos pudieran seguir su plática, Chimuelo se precipitó al estómago de Hipo haciendo que este saltara del susto y por consiguiente, también Jack

—Chimuel-Astrid—murmuró Hipo confundido

—Elsa—dijo por su parte Jack abriendo de golpe sus ojos y viendo a la chica que ahora estaba frente a él. Jack se hubiera sonrojado por lo ocurrido y por mencionarla al despertar, pero de pronto notó algo mucho más vergonzoso y era tener a Hipo en su regazo y sus dedos entre su cabello. Sin perder tiempo, el peliblanco lo empujó hasta que cayó al suelo

—Buenos días, ¿durmieron bien los tortolitos?—rio Kristoff

—Esto es lo peor que me ha pasado en la vida—dijo Hipo medio adormilado desde el suelo—Peor que perder una pierna

—No exageres, apuesto que dormir sobre mi no es tan malo—dijo Jack ya más recuperado de la sorpresa inicial de estar en una comprometedora situación con su amigo

Los chicos aún reían cuando una carta entró por la puerta callándolos a todos, ya sabían de que trataba, eran noticias de la situación en el campus. Kristoff fue el que primero se acercó a leerla

—Ya podemos salir. Esto dice que anoche hubo algún tipo de falla mágica que revisarán, pero que no hay peligro

Los cinco se miraron confundidos por la poca información e incluso un poco incrédulos...pero no había nada por lo que podrían poner en duda lo que decía, afuera había un día hermoso.


Mientras planeaba la historia siempre deseaba que este capítulo saliera para Halloween...no se cumplió tan exacto, pero es octubre y para mi este mes es Halloween así que travesura realizada

betaworkshop460: Elsa no estaba alucinando, solo tuvo mala suerte en que Jack no viera lo mismo que ella ajsjaj. El sapo era Naveen, pero ese otro también quedaría muy gracioso. La salamandra si era Bruni y la referencia a la llama era por Kuzco. Espero que te gustara este capítulo, en especial el momento Jelsa del final.

¡Nos leemos!