Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.
Capítulo 21: Do it for her
—Norte, ¿qué fue lo que pasó anoche?—pidió saber Jack entrando a la oficina del director sin tocar
—Jack, te estaba esperando—dijo el hombre soltando las hojas que tenía en la mano para dejarlas sobre su escritorio—Estoy sorprendido y agradecido de que anoche permanecieras en casa, fue lo más sensato de tu parte
—No podía irme—dijo recordando los eventos pasados y como todos sus compañeros estaban asustados—Pasaron muchas cosas y necesito hablar contigo de eso...
—Yo también—dijo Norte indicándole que tomara asiento—No sabemos qué tipo de falla mágica está ocurriendo en el campus, Sandy y Bunny están intentando descubrirlo, pero creemos que no es nada peligroso y tal vez solo se necesita renovar los hechizos y protección. Admito que el aviso que enviamos pudo ser un poco precipitado y alarmante, pero nos asustamos luego de que el globo apagara las luces por unos segundos
—¿El globo se apagó?
—Solo unos segundos, coincidiendo con el gran apagón que dejo a la academia sin luz
—¿Y eso no te preocupa?
—Manny se comunicaría con nosotros si hubiera algún peligro y no ha ocurrido nada por lo que debamos temer
—¿Y Pitch? ¿Aún sigues confiando en Pitch Black y en que no ha hecho nada?
—No es que confíe en él, Jack, es que le estoy dando una oportunidad. Pitch no estaba en el primer ataque y ayer colaboró en todo minuto con Tooth y Bunny en la revisión del campus. Pitch aquí no es el mismo maniático buscando hacer temer a la gente como lo hizo antes. Y créeme, prefiero tenerlo en DisneyWorks antes que este por sí solo en cualquier rincón del mundo
—Como sea, si eso es lo que te apetece creer, bien—dijo Jack, dejando pasar el tema, había otra cosas que lo tenía preocupado—Norte, anoche alguien intentó entrar al cuarto de Elsa y no creo que con buenas intenciones
—¿A qué te refieres, Jack?
—Segundos antes del apagón Elsa vio a dos personas forzando su ventana y con Kristoff encontramos herramientas cuando salimos a revisar
—Nadie podrá entrar—aseguró Norte—Los cuartos están protegidos, lo sabes, y la regla aplica para cualquier tipo de entrada, tanto puertas como ventanas, quien quiera que intente romper esta regla recibirá el hechizo que el profesor Merlín puso en las habitaciones
—Lo sé, pero...Gastón la ha estado molestando—Jack cuidando sus palabras. Sabía del asunto de Bella y comenzaba a temer un poco que eso se fuera a repetir con Elsa, pero no podía compartir el secreto de la castaña con Norte si ella no quería
—¿Fue él quien intentó abrir?
—No lo sé, no había rastro de quién podía ser, pero me preocupa—explicó Jack—Se que hay protección, pero... ¿podrías hacer algo de todos modos?
—Le diré al profesor Merlín que aumente la protección en su cuarto para que los hechizos sean más fuertes—dijo el director y Jack asintió estando de acuerdo—De todos modos, debes estar tranquilo, apenas se activa una alarma, con el profesor Merlín nos transportamos de inmediato al lugar. A Elsa no le pasará nada en su habitación
—Eso espero
—Bien, Jack—dijo el hombre levantándose—Creo que iré a revisar si es que los profesores han encontrado algún problema luego de lo de anoche
—Tal vez podrías comenzar visitando a Chimuelo que ahora es un gato
—¿Chimuelo es un que?
—Tienes que verlo por ti mismo, viejo—dijo el peliblanco poniéndose también de pie—En el viaje incluso tal vez podrías encontrarte con sapos que hablan...
—¿Con qué?
—Nada—dijo el peliblanco dejando el lugar riendo por el recuerdo
...
Con el pasar del día todo volvió a la tranquilidad y, aunque algunos alumnos aún estaban un poco asustados, la mayoría se lo tomó con calma y sin alarmarse demasiado pues en DisneyWorks se sentían seguros. Ya para el fin de semana las cosas recuperaron su ritmo habitual.
—Con Astrid nos iremos en unos minutos—avisó Hipo ese sábado por la mañana a Kristoff y Jack que desayunaban. Les había salido una visita de última hora a Berk y no querían perder tiempo
—Le avisaré a Elsa—señaló la rubia acercándose a la habitación de la chica y dando unos golpes a la puerta. No se preocupó de que fuera muy temprano y despertarla pues pronto la chica tendría que salir con Jack a sus clases de cocina
—Entra, Astrid—escuchó que decía la platinada. Al hacer lo que pedía, la rubia se encontró con Elsa se había levantado y vestido, pero permanecía sentada sobre su cama y se veía con poco ánimo
—¿Tu periodo?—preguntó Astrid al ver que la chica se tocaba su estómago. La platinada asintió un poco avergonzada por ser tan obvia, pero se tranquilizó un poco al saber que solo era Astrid, otra chica y su amiga, la que lo sabía—¿Te duele mucho?—siguió preguntando la rubia al ver como Elsa se tensionaba por las punzadas en su interior
—Solo un poco, pero estoy bien—dijo la chica quitándole importancia al dolor—¿Qué necesitas, Astrid?
—Avisarte que con Hipo iremos a Berk—dijo—¿Segura que estas bien?
—Si, tranquila, ya pasará—señaló levantándose y soportando el dolor para realizar sus actividades del día de la forma más normal posible, igual a como acostumbra cuando eso ocurría—Espero que tengan un buen viaje
—Elsa, y si te quedas en casa—sugirió la rubia al verla complicada—Solo tienes una clase de cocina y no es algo en lo que realmente te evalúen. Jack puede ir solo y enseñarte otro día. Créeme si pierdes una clase no perderás tu avance, tus comidas ya son mucho más deliciosas
—Está bien, lo haré. Gracias, Astrid
—Le avisaré a Jack que no podrás ir y te traeré un analgésico—dijo Astrid acercándose a la puerta
—Está bien y por favor, no le digas a los chicos—pidió Elsa obteniendo el asentimiento de la rubia
—Pronto estarás mejor—dijo abriendo para salir al pasillo
Una vez afuera, Astrid se encontró de inmediato con el peliblanco que esperaba impaciente por Elsa para ir a su clase con Kronk
—Astrid, puedes decirme qué le pasa a Elsa—pidió saber el chico tras escuchar lo último que decía la rubia al salir de la habitación
—No podrá asistir a las clases de cocina, solo eso
—¿Pero qué le pasó?—insistió el peliblanco
—No me corresponde a mi decirte, Jack—dijo la chica apresurándose para conseguir el remedio que Elsa necesitaba—Pero te aseguro que de cinco a seis días todo estará bien...hasta el siguiente mes al menos
—¿Qué?—preguntó confundido
—Nada, solo tienes que saber que ella por ahora se quedará acostada. Termina de desayunar y ve con Kronk, después le enseñarás a Elsa lo que sea que aprendas—pidió antes de volver con la platinada
Jack quedó muy confundido con lo que decía Astrid, se sentó al comedor y estaba por preguntarle a Hipo y a Kristoff cuando finalmente entendió: ¡Elsa estaba en esos días del mes! ¡Su periodo! Casi grita de emoción al descubrirlo, pero recordó que Elsa probablemente quería ser discreta.
Y así fue como, siguiendo con la voluntad de Elsa, el peliblanco salió de casa justo a Astrid e Hipo que se despedían para ir a Berk...sin embargo, contrario a lo que esperaban del chico, él se desvió un poco del plan inicial pues quería hacer algo por Elsa y volver cuanto antes con ella...
—Hola, Tooth—saludó cuando encontró a la persona que buscaba en el edificio que servía de enfermería
—¿Jack?—reconoció el hada sorprendida al escucharlo—¡Hola! ¿Qué haces aquí?—dijo emocionada
—Necesito ayuda y no sabía a quién más recurrir—dijo el chico un poco incómodo. El tema no era de su particular agrado, pero lo hacía por Elsa
—Dime, Jack. ¿En que puedo ayudar?
—Es sobre el periodo de las chicas...
—Creo que deberías preguntarle a Norte sobre esas cosas—dijo el hada interrumpiéndolo. Sabía que Norte en algún momento le había dado LA charla y francamente quería evitar esa incómoda conversación sobre cambios corporales y hormonales en las personas
—No, no, Tooth. No necesito esa plática de nuevo. Solo quiero pedirte si tienes algo para ayudar a una chica en su periodo. Creo que mi compañera se siente mal
—Oh, es eso…¡Claro, Jack, será un placer ayudarte!—dijo al entender las buenas intenciones del chico—¿Para Astrid o Rapunzel?
—Para ninguna
—¿Mérida?—dijo confundida de que la pelirroja supiera siquiera lo que era pedir ayuda, ella era muy independiente en todo
—Es para Elsa—señaló el peliblanco
—¡La chica de los dientes hermosos!
—Baja el volumen, por favor, Tooth, ella no quería que lo supieran—dijo—Creo que se sentía muy mal y solo quiero ayudarla a que no lo esté
—Eso es adorable, Jack, Elsa realmente lo apreciará. Ven conmigo, tengo muchas cosas que podrían ayudarla, a veces esos días pueden ser muy dolorosos y ella puede estar sensible emocionalmente, se dulce con ella—indicó Tooth y Jack asintió
Hada adoraba los detalles y estaba muy emocionada por ayudar al peliblanco a ser un chico encantador con Elsa
—Bunny me dijo que desapareció su chocolate así que supongo que eso no lo necesitas, pero tal vez pueda ayudarte con el resto
—Siempre le doy chocolate—señaló el chico—¿No se aburrirá?
—No lo creo—dijo Tooth—Pero tal vez podrías ofrecerle helado—sugirió emocionando a Jack, eso era algo que definitivamente podía hacer
Luego de unos minutos hada había cargado a Jack con un montón de artículos que a la chica le podían servir, golosinas, CDs con películas e incluso algunas revistas para que pudiera pasar el rato
—¿Qué haces aquí, Els? Creí que no querías levantarte—dijo Jack cuando volvió y encontró a la platinada completamente envuelta en una manta mientras veía televisión en el sofá
—No quiero estar en mi habitación—respondió. La imagen de las sombras de hace algunos días seguían apareciendo en su mente y le asustaba un poco
—Norte ya reforzó la seguridad, princesa, nadie intentará robar entrando por allí—dijo sin desmentir lo que ella creí de que habían intentado asaltar la casa pues la verdad podía ser un poco más terrorífica—¿Y Kristoff?—preguntó Jack cambiando de tema
—Creo que no está—dijo la platinada—¿Y tú qué haces aquí?—preguntó Elsa al notar que era muy temprano para que volviera de clases
—Nada—dijo, pero vio que la platinada no quedó conforme con la respuesta y siguió—Bien, es solo que sospeche que Kristoff saldría y que no habría nadie en casa y no quería dejarte sola por si necesitabas algo...
—No necesito nada—dijo la chica
—Ten, te traje esto—dijo exponiendo frente a ella la caja que había preparado con Tooth
—Lo sabes—dijo Elsa al encontrar toallas y otros artículos femeninos en el interior
—¿Qué? ¿Que llegó tu periodo?—dijo simplemente el peliblanco tensando a la chica
—¿Astrid te lo dijo?—preguntó un poco molesta y dolida con la rubia, estaba muy emocional producto del cambio hormonal
—No, no me lo dijo, en realidad lo deduje—respondió orgulloso de sí mismo—¿Por qué, hay algún problema?—dijo cuando vio a la chica encogerse en su asiento
—Jack, me da vergüenza que lo sepas...—señaló Elsa sin atreverse a mirarlo
—¿Vergüenza?
La platinada asintió
—¡Pero si es algo normal, a todas las chicas le pasa!
—De todos modos, en casa era algo que solía esconder solo para mi y mamá o alguna sirvienta que me ayudaba si necesitaba algo. Lo que menos esperaba era que un chico supiera
—No hay problema, princesa—dijo Jack. Entendía que Elsa podía haber sido educada de otra forma en donde un periodo podía ser tabú y tal vez al ser de la realeza también tenía que llevar las cosas con mucha más discreción... pero él quería que se sintiera cómoda y en confianza.
—¿Hipo y Kristoff también lo saben?
—No, solo yo—respondió, logrando que Elsa por fin se volteara a observarlo
—¿No se los dirás?
—Claro que no, Els
—¿No aprovecharás de reírte por esto?
—No, copito de nieve, puedes confiar en mí. Jamás me burlaría ni escondería por algo tan natural e incluso si necesitas más artículos puedo ir por ellos a la tienda
—¿Lo has hecho antes por alguna chica?—preguntó la platinada con curiosidad—¿Astrid, Rapunzel?
—En realidad no...—dijo Jack negando en respuesta—Sería mi primera vez, pero no creo que sea algo muy difícil de hacer
—¿Y no te avergonzaría ir a comprar?—insistió
—Puedo hacer ese sacrificio por ti—respondió
—Gracias, Jack...sin Astrid aquí no sabía a quién recurrir en caso de una emergencia
—Princesa, puedes contar conmigo, Tooth me explicó que a veces podía ser muy doloroso y quiero ayudarte de cualquier forma que necesites. Te prometo que no es una molestia y es algo natural, no hay de qué avergonzarse
—Gracias—dijo Elsa envolviéndose un poco más para tapar el sonrojo que crecía en sus mejillas
—Ve a dormir, yo cuidaré la casa—dijo Jack riendo y guiñándole un ojo cuando se ponía de pie
—Sí, claro—rio Elsa sin moverse de su lugar
—Bien, si te quedarás ahí tal vez Chimuelo pueda hacerte compañía ahora que no es un dragón—dijo levantando al gato del suelo para cargarlo hasta el regazo de Elsa
—Lo despertaste—se quejó Elsa recibiéndolo
—Pero ya se volvió a dormir—indicó Jack—¿Quieres una película entonces?
—Sí, algo divertido, por favor—pidió
—Tengo la película perfecta
—Ay no, no la de Jack Frost—bromeó Elsa, quejándose cuando el chico se paró frente al televisor
—Esa sería la mejor—rio Jack antes de reproducir el verdadero video
...
Al día siguiente la platinada amaneció mucho mejor, los dolores menstruales se habían detenido y ya se sentía con ánimos para hacer un día normal. Pero, a pesar de que las cosas habían mejorado, Jack había decidido seguir consintiéndola y cuando Elsa llegó de la visita que realizó a Rapunzel se preparó para sorprenderla.
—Jack, más despacio—pidió la platinada cuando él la guio con los ojos tapados a la cocina
—Bien, ya llegamos—indicó sacando las manos de sus ojos sus ojos y poniéndose frente a ella para ocultar la sorpresa. Jack no pudo evitar reír al notar que una de sus mejillas estaba manchada—De verdad te encanta el chocolate—dijo el pasando su dedo por su mejilla hasta limpiarla
—Claro que sí—respondió ella pasando su mano por el lugar que había tocado el peliblanco
—¿Entonces estas lista?—preguntó y Elsa asintió—Espero que esto también te guste…
Jack había trabajado toda la mañana y ahora una apetitosa presentación de diversos postres y helados aparecía frente a Elsa.
—Esto es..es—murmuró sin encontrar palabras y luego se volteó a ver los ojos del chico a una corta distancia de la suya, el cual tampoco dejaba de mirarla. Elsa encontraba a Jack muy lindo por tomarse esas molestias con ella, era absolutamente encantador—Jack, esto es-
—Maravilloso—habló una tercera voz. Kristoff entraba por la puerta de la cocina y se encontraba con los postres
—¡Kristoff!—gritó Jack molesto con la interrupción. No pensó en la cercanía de Elsa ni asoció su molestia con su frustración por verse alejado repentinamente de ella, pero deseaba que el rubio no hubiera llegado nunca para que Elsa pudiera terminar la frase que había comenzado
—Si no les molesta me llevaré algunos, a mi familia les encantarán—pidió el rubio
—¡Bien, llévate todo lo que quieras!—respondió el peliblanco enojado
—Jack, esto es delicioso—señaló Elsa que se había adelantado y probaba el helado de chocolate. El peliblanco desvió su atención de Kristoff y su mal humor se desvaneció tras observar como la platinada disfrutaba de la comida
—Llevaré las cosas a la sala para no quedar sin nada—informó el peliblanco quitándole postres a Kristoff para dejar para él y Elsa
—Sabía que cocinabas bien, pero eso ha sido lo mejor que he probado en mi vida—dijo la platinada cuando finalmente volvieron a estar los dos solos
—Es solo una de mis múltiples habilidades—señaló el chico
—¿Múltiples habilidades?—se rio Elsa—No lo creo Jack, por favor que esto no se suba a la cabeza—pidió
—¿Qué? ¿No me crees talentoso?—se quejó el peliblanco—Bueno, no puedo cantar como Britney, pero tal vez pueda enseñarte algo sobre el antiguo arte del origami—dijo arrancando una hoja de una revista que había quedado sobre la mesita de centro
—¿Sabes hacer origami?
—Sí, antes tenía mucho tiempo libre
—¿Y que se supone que harás? ¿Aves, flores?
—Algo mejor...aviones
—Jack, cualquiera puede hacer aviones—se quejó la chica arrancando su propia hoja
Elsa estaba lo suficientemente relajada para quitarse los guantes y seguir plegando el papel sin ellos
—Y después me dices que no soy talentoso—dijo señalando los guantes—Parece que soy un buen profesor...
—Solo guarda silencio—pidió la chica
—Bien, bien—se rio Jack arrancando más hoja para hacer los aviones
La platinada lo imitó
—Toma princesa, esta corona es para ti—dijo Jack luego de unos minutos y puso sobre la cabeza de Elsa un barquito de papel gigante—Y este es para mi—dijo haciendo lo mismo con otro—Y ahora piloto Elsa, ¿lista para despegar?—dijo levantando su avioncito para lanzarlo a la cesta que tenía muchos fracasos alrededor—Este es el definitivo, mi hijo, mi obra maestra…
Jack lanzó el avión, pero una ventisca con copos de nieve desvió el papel
—No te imaginaba haciendo trampa—se quejó el chico
—Los aviones se enfrentan a distintos climas cuando vuelan, si no puede soportar turbulencias no es el mejor y es preferible que no vuele—dijo Elsa lanzando su propio avión y dando en el blanco
—Tramposa—se quejó Jack lanzándole con suavidad una bola de papel a la cara
A Jack le gustaba mucho pasar tiempo con Elsa pues, contrario a lo que podía parecer viendo a simple vista a la chica, ella era divertida y además, se sentía en confianza a su alrededor. Sus momentos con la platinada eran algo que definitivamente no se cansaría de repetir…
Luego de un rato y luego de aburrirse con los avioncitos, Jack se encontraba acostado en uno de los sillones individuales mientras Elsa hacía unos pequeños copos de nieve que el peliblanco atrapaba con la boca. Se había sometido a un nuevo desafió y reía con la chica por eso
—Más lento, princesa. No puedo atraparlos tan rápido—pidió Jack cuando la nieve comenzó a caer sobre su rostro y tuvo que sujetar el sombrerito de papel para que no cayera al piso
—Tu apresúrate—pidió la platinada riendo
Con las distracciones y por lo entretenidos que estaban, ninguno notó que Hipo y Astrid entraron a la casa y apreciaban la escena sorprendidos, sobre todo después de notar que no era Jack quien hacía nieve, sino Elsa...
Astrid dejó caer las cosas de sus manos por la sorpresa y luego de eso ambos espíritus invernales finalmente se dieron cuenta de la presencia de sus compañeros
—P-puedo explicarlo—dijo Jack rápidamente
—Elsa tiene poderes—dijo Hipo acercándose a ver la nieve junto a Astrid
—No, eso no es verdad...fui yo—dijo el chico intentando esconder el secreto de Elsa, pero ya era tarde. La platinada lo observo, no lo dejó mentir y detuvo el que diera una lamentable excusa
—Si, tengo poderes—lo aceptó Elsa
Elsa les platicó a Hipo y Astrid sobre sus poderes, lo que podía hacer y cómo los profesores de DisneyWorks la ayudaban con clases especiales
—¿Por eso usas guantes?—pidió saber Astrid cuando la chica terminó de hablar
—No puedo controlarlo—explicó Elsa apretando sus manos la una con la otra—¿Hipo y Astrid, pueden prometer que no le dirán a nadie?
Ambos chicos se observaron antes de asentir
—Gracias—dijo la platinada antes de alejarse a su habitación para obtener un nuevo par de guantes pues no hallaba el par que había estado usando antes
—Y tu Jack, ¿hace cuanto lo sabes?—pidió saber Hipo
—Hace mucho—respondió—, primera semana de clases para ser más exactos
—¿Y no le dijiste a nadie?—preguntó esta vez Astrid
—Elsa quería que fuera así y la he estado ayudando desde entonces—respondió—Hemos avanzado mucho y ella al fin esta cerca de sacarse los guantes. Así que por favor, chicos, se los pido, no la presionen demasiado y espero que cumplan su promesa de no contarle a nadie
—Tranquilo, Jack, no diremos nada—dijo Hipo—Tú y Elsa pueden contar con nosotros
...
Fieles a su promesa, los entrenadores de dragones no presionaron a la platinada, pero eso no evitó que tuvieran mucho que discutir...
—Hipo, creo que ya es evidente que gané—dijo Astrid señalando toda la comida que había y como Jack y Elsa continuaban riendo luego de que el gran secreto de los poderes de la chica saliera a la luz
—¿Y quieres tus diez dólares?—preguntó el castaño asumiendo su derrota
—En realidad no—respondió la rubia sorprendiendo a Hipo—Quiero cambiar la apuesta...
—¿Sin cobrar tus diez dólares?
—Sin cobrarlos—respondió—Quiero apostar cien dólares a que esos dos se enamorarán—dijo señalando a la platinada y al peliblanco
—¿Cien dólares?—reaccionó Hipo sorprendido, ese monto era grande, muy grande, pero Astrid asintió sin problemas—Pero lo que propones es imposible. Sabes que Jack no se enamora y no creo que a Elsa pueda gustarle él, ella es una princesa y Jack es, bueno...Jack
—Eso hace el escenario más favorable para ti, no deberías negarte a apostar—señaló Astrid
—Desconfío de tus motivos, my lady
—El día del ataque ambos estaban bastante acurrucados mientras dormían y Jack mencionaba a Elsa entre sueños, ese día incluso les tomé una fotografía en la que Rapunzel diría que se veían tiernos
—¿Y la foto?—pidió Hipo, sabía de la de él con Jack que ahora estaba pegada en la pared, pero no había una de Jack junto a la platinada
—Es de Elsa, me atrapó tomándola y la pidió—mencionó la rubia—Pero eso no importa hay otras cosas en las que podrías notar como cada vez están mas cerca… como que pasen todo el día juntos y que Jack haga reír mucho a Elsa
—Tienes razón
—Y eso sin mencionar que ambos tienen poderes de hielo. No es una idea loca el pensar que puedan enamorarse
—Pero no se enamorarán solo por compartir poderes
—¡Pero Jack guardó su secreto y la ha estado ayudando todo este tiempo!—siguió Astrid
—Bien, lo acepto—dijo el castaño...habían cosas que hacían la apuesta más creíble—¿Y tienes algún plazo en que planeas que se cumpla eso?... Para hacerlo más interesante—sugirió
—Para navidad estarán juntos
—Eso es en cerca de 6 meses. ¿Lo crees posible?
—Sí, es totalmente posible—señaló la chica—, pero no debemos intervenir
—No, jamás los separaría—dijo Hipo—Si Jack decide darle una oportunidad a que el amor toque a su puerta, estaría muy feliz por él. Y bueno, si quieres perder cien dólares no me negaré. Acepto, Astrid—dijo tomando su mano para cerrar la nueva apuesta
betaworkshop460: Que bueno que te gustara el capítulo pasado. Y sii, ahora ya intento reflejar que tanto se han acercado Jack y Elsa y el nivel de confianza que se tienen :D
¡Estoy muy emocionada por los dos siguientes capítulos! De momento son los que más me emociona escribir, ya sabrán porque...
Por cierto,
¡Feliz Halloween! No pude hacer historia este año como me hubiera gustado, pero si quieren lean la que hice el año pasado sobre nuestro ship favorito: Jelsa, obvi!
¡Nos leemos pronto!
