Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.


Capítulo 22: Perfect

Los días en DisneyWorks pasaban rápidamente para Elsa, las vacaciones de medio año estaban cerca y con eso, el momento de reunirse con Anna, pero contrario a lo que pudo sentir antes, no estaba asustada. La platinada poco a poco se sentía más capaz de controlar sus poderes y sus profesores e incluso Norte, habían destacado su gran avance, el cual hasta incluía que dejara de usar los guantes en casa, todo gracias a la ayuda de Jack.

Y lo bueno no quedaba allí, pues la chica, animada por el peliblanco, se había decidido a que pronto dejaría de usar la prenda en otros lugares del campus como en las clases y actividad en el exterior. Elsa incluso sentía que en cualquier momento compartiría su secreto con Kristoff, Flynn y Mérida. Ya lo había hecho con Hipo y Astrid y todo era maravilloso y no hallaba el momento de que el resto de sus amigos también lo supieran, pero aún era pronto...pasos pequeños, pasos pequeños.

De momento y ese día sábado, lo único que a Elsa le preocupaba era que su comida en la clase de Kronk saliera bien, cosa que con Jack de su lado no fue muy difícil de lograr. Al terminar con las clases, la chica salió con una sonrisa en su rostro y no solo por lo maravilloso del platillo, sino que también por el simpático peliblanco que cada vez estaba más cerca de ella y la hacia feliz

—Creo que olvidamos traer postre—señaló Jack cuando abandonaron el salón de cocina y revisaron las comida que llevaban a casa—Vuelvo en un momento, princesa—dijo el chico cerrándole un ojo

La platinada observó al chico apresurarse al interior del edificio y esperó con tranquilidad bajo el suave sol del campus. No contaba con que pronto sería interrumpida...

—Hola, Elsa—saludó Tadashi alegremente—¿Cómo estás?

—Hola, Tadashi. Estoy bien ¿y tú?

—¡Muy bien!

—¿Y Hiro?—preguntó la chica al no ver al menor de los Hamada que estaba segura de haber visto en clases

—Hiro se fue corriendo a casa a reencontrarse con su robot. De ser por él no se despegaría ni un segundo, pero lo entiendo, esta trabajando en algo que promete sorprender a todos—señaló—Elsa, te quería molestar porque estoy comenzando las pruebas con Baymax...

—¡Sí, claro! Rapunzel y Eugene me dijeron que lo habían visitado la semana pasada y que era asombroso

—Sí, bueno, aún le faltan ajustes y por eso necesito personas que me ayuden a probarlo ¿tú aún puedes?—preguntó—No hay problema si no quieres o te da miedo, es solo que si no puedes necesitaré más voluntari-—comenzó a hablar nervioso, pero la chica lo cortó

—Te ayudaré

—¡Gracias, Elsa!—dijo emocionado—¿Y qué haces aquí sola? ¿Camino contigo a casa?

—Oh, no, no te preocupes, Tadashi. Esperaba a Jack que fue por comida para llevarle a nuestros compañeros

—Entonces te acompañaré—le sonrió el chico—No sería muy gentil de mi parte dejarte sola

—Gracias—dijo Elsa y sus mejillas se colorearon suavemente por lo caballero que era

—Y Elsa, ¿te ha gustado DisneyWorks?

—Sí, es agradable, sorprendente y algo peculiar—respondió la chica

—Ya lo creo, debo admitir que quedé bastante sorprendido con las clases de lenguaje con criaturas, botánica y magimátecas cuando ingresé, pero todo ha sido excelente, sobre todo las clases de Tecnología y Robótica Futurista con el profesor Lewis Robinson que me han permitido desarrollar a Baymax

—Por supuesto—sonrió Elsa y vio que el peliblanco al que esperaba se acercaba rápidamente a ellos

—Hey, Tadashi—saludó Jack cuando llegó al lugar y se detuvo entre el pelinegro y Elsa, que le sonreía al otro chico

—Hola, Jack—saludó con alegría—Con Elsa te estábamos esperando

—Claro. ¿Vamos a casa, Elsa?—preguntó el peliblanco rápidamente a la chica...Por alguna extraña razón no le agradaba la presencia de Tadashi ni como le sonreía Elsa

—Sí, vamos—respondió la platinada—¿Tadashi, caminas con nosotros?

—¡Por supuesto!—respondió el chico, cosa que al peliblanco no le gustó

—¿Tadashi, y a ti cómo te ha ido con las clases de Kronk?—continuó preguntando la chica mientras recorrían la explanada de césped hasta las casas

—Creo que con Hiro hemos avanzado un poco, aún no llegamos a hacer algo delicioso, pero era necesario inscribirnos porque con mi hermano somos un real fracaso y hemos quemado nuestra comida más de una vez en casa

—También he quemado lo que cocino—confesó Elsa

—¿Tú también?—rio el chico—Bueno, pero no creo que hayas confundido la sal con el azúcar. El otro día tomamos un té, un simple té ¡con sal!

—También me pasó, pero con pasteles, los mismos que quemé—dijo la chica mordiendo ligeramente su labio y riendo

—Y yo lo noté—señaló Jack involucrándose—Que bueno que Elsa vive conmigo, ustedes claramente no servirían juntos

—¿Te lo imaginas, Elsa? Tendríamos a los bomberos en casa cada semana—siguió Tadashi

—Eso sería terrible—rio la chica por la imagen en su cabeza

—Si, pero realmente yo no tengo suerte con el fuego—dijo el pelinegro

—Tadashi, con Elsa vivimos aquí—interrumpió el peliblanco señalando su casa—Casa número 13

—¡Oh, claro! Yo vivo más allá, número 26

—Bien, con Elsa nos vamos. Adiós, Tadashi—se despidió Jack apresurándose en caminar a casa con intención de que la platinada lo siguiera

—Nos vemos, Tadashi—dijo Elsa dispuesta a seguir a Jack, pero antes se volteo hacia el pelinegro para resolver un último tema...—Tal vez mañana podría ir esas pruebas con Baymax

—¡Eso sería estupendo! ¡Gracias, Elsa!—se alegró el chico—Y si quieres ver otros proyectos científicos podrías quedarte un rato. Estaría encantado de mostrarte en lo que trabajan Wasabi, Gogo y Honey Lemon

—¡Eso sería asombroso!

—¡Genial! ¡Nos vemos mañana, Elsa!

—Adiós

La chica se apresuró en llegar a casa donde Jack aún sostenía la puerta para ella esperando a que llegara

—¿Qué te dijo Tadashi?—pidió saber Jack con curiosidad una vez que estuvieron en el interior de la casa

—Tadashi me invitó a ver a Baymax y los proyectos de sus amigos, mañana

—¿Mañana? ¡Pero se supone que practicaríamos tus poderes!—reclamó el chico

—¿Si? No recuerdo que conversáramos sobre eso, Jack

—No lo hicimos, pero... ¡te lo iba a decir!

—Lo haremos otro día entonces, ya practicamos esta semana

—¿Acaso Tadashi no se podía esperar al lunes para probar su proyecto? ¡Mañana es domingo! No lo entiendo—dijo siguiéndola por el pasillo hasta que Elsa se detuvo fuera de su cuarto

—Jack, agradezco que te preocupes por mis poderes y las prácticas, pero yo le sugerí a Tadashi que fuera mañana

—¿Tú?—preguntó con un extraño sentimiento de vacío en su estómago, el cual creció cuando vio a Elsa asentir antes de entrar a su cuarto—Pero tenemos que seguir trabajando en los guantes...—susurró sin ser escuchado

Esa tarde Jack se sintió frustrado luego de insistir y no lograr que Elsa cancelara los planes con Tadashi. Según él, estaba enojado porque el chico solo le traía molestias, mientras él quería ser de ayuda para ella

...

El día domingo llegó más rápido de lo que a Jack le hubiera gustado y durante la tarde su pesadilla se hizo realidad...

—¿Hipo, has visto a Elsa?—preguntó el peliblanco luego de volver de acompañar a Astrid en su tarea de alimentar dragones

—Salió, dijo que iría con Tadashi a los laboratorios y salones de robótica

—¡¿Ya se fue?!—dijo alarmado

—Sí, hace casi media hora—respondió Hipo—¿Se supone que iría contigo?

—Me tengo que ir—dijo el peliblanco sin responderle a Hipo. Tenía que encontrarlos cuanto antes

...

—Baymax es fantástico Tadashi—dijo Elsa cuando salía de la sala en que habían realizado las pruebas con el robot

—Bueno, aún no está terminado y como notaste necesita muchos ajustes—respondió el chico rascándose la nuca avergonzado por un pequeño problema que habían tenido al momento de encenderlo y que Baymax solo pareciera un flotador desinflado

—Pero aún así funcionó, lograste dar con el problema y solucionarlo—señaló la platinada—Además, sigue siendo una idea fantástica la que has logrado desarrollar

—Bueno, espera a ver las cosas que hacen Wasabi, Honey y Gogo...Son unos verdaderos genios

Los chicos caminaron por el edificio hasta detenerse en otra sala

—Adelante, Elsa—dijo el chico sujetándole la puerta

—Gracias—dijo la chica entrando y en ese momento, accidentalmente, paso a llevar una tarjeta con el disco duro de Baymax, provocando que esta callera al suelo—Lo lamento—dijo Elsa agachándose de inmediato a recogerlo

—No te preocupes, Elsa—dijo Tadashi haciendo lo mismo

Cuando lograron alcanzarla, cada uno sujetó la tarjeta del disco por un lado y se levantaron juntos aún sosteniéndola

—Emm, yo—murmuró la platinada nerviosa y se sonrojó un poco cuando levantó la vista hacia Tadashi que le sonreía a escasos centímetros

—No es nada—dijo el pelinegro sosteniendo su mirada y sin soltar el disco, sus mejillas también se habían coloreado un poco por la cercanía de la chica

—Princesa—habló interrumpiéndolos una voz que conocia

—¿Jack? ¿Qué haces aquí?—dijo Elsa sorprendida, alejándose rápidamente del pelinegro para voltearse hacia el chico

—Tadashi—saludó el peliblanco seriamente al muchacho que acompañaba a Elsa e ignoró la pregunta que le habían hecho por no saber qué decir

—Jack, que bueno verte otra vez—saludo amablemente el pelinegro—¿Venías a las pruebas con Baymax?—preguntó rascándose la nuca confundido por su aparición

—Sí, eso—respondió el peliblanco encontrando su excusa perfecta

—Lamentablemente no puedo hacerlo funcionar más de una vez sin reiniciarlo antes—se excusó el chico—Pero con Elsa iremos a ver los proyectos de mis compañeros, ¿te gustaría acompañarnos?—dijo no tan entusiasmado con la idea de que su momento de conocer mejor a la platinada fuera compartido con otra persona...

—¡Claro!—aceptó de inmediato Jack uniéndose a entrar a la sala a la que se dirigían—¿Y tu hermano, Tadashi?

—Hiro no puede ver a Baymax, es un secreto

—¿No lo conoce?—preguntó Elsa

—No, sabe que trabajo en algo, pero quiero sorprenderlo—dijo el chico—Solo espero que le guste, aunque no sepa luchar. Sé que a Hiro le encantaría eso...

—¿Y se puede hacer?—siguió preguntando la platinada

—Sí, creo que sí. Solo tendría que modificar la tarjeta con la información que contiene y no sería un problema

—Vaya, estás muy cerca de convertirte en un supervillano—señaló Jack con veneno en sus palabras

—¡Jack!—lo regañó Elsa—Tadashi está MUY lejos de ser un supervillano, él solo intenta ayudar a las personas

—Igual que los guardianes, princesa

—Sí, pero Tadashi es mucho más inteligente que algunos de los elegidos para guardianes—siguió ella

—Sí, Tadashi es inteligente, pero no tanto

—Claro que no, los chicos son mucho más inteligentes, solo mira lo que hace Wasabi, es un genio—dijo el pelinegro interfiriendo en la discusión para mostrar lo que hacía su compañero con los laser

—Eres muy inteligente, Tadashi. No dejes que te digan lo contrario—le sonrió la chica y desvió un segundo su mirada para fruncir el ceño al ver a Jack

—Gracias Elsa—sonrió el chico de vuelta—¿Les parece pasar al siguiente experimento? Gogo tiene cosas maravillosas que tal vez te podrían gustar, Jack. Ella trabaja con suspensión electromagnética—señaló emocionado

—¡Genial! Suspensión electromagnética—dijo el peliblanco sarcásticamente recibiendo una nueva mirada enojada de parte de Elsa que no entendía lo infantil que se estaba comportando

Elsa se reía con Tadashi, parecía totalmente asombrada con el nuevo proyecto que le mostraba y todo lo que le contaba y Jack estaba molesto pues no sabía si ella estaba más maravillada con la ciencia o con el chico que le explicaba las cosas. Sentía en sí mismo un sentimiento extraño al que solo podía darle un nombre: celos. Pero no, a él no le gustaba Elsa...al menos no de ese modo.

—Honey Lemon aún estaba probando este último experimento y tiene que ver si es estable—dijo el pelinegro cuando llegaron a la última sala en donde solo había una caja con algo en su interior—, tal vez podríamos llevarlo afuera a ver que sucede. Jack, ¿me ayudas a cargarlo?

Sin decir nada el peliblanco se acercó y arremango su sudadera para tomar la caja de uno de los extremos mientras Tadashi hacía lo mismo por el otro lado.

Una vez afuera, posicionaron la caja sobre un pilar y Tadashi la desarmó para revelar el contenido

—¿Es una bola?—dijo Jack malhumorado. Para el chico lo que Tadashi les enseñaba no era nada asombroso, sólo una pelota verde lima brillante que parecía más un caramelo gigante que algo científico

—Honey es una asombrosa ingeniera química, en este experimento trabajó con...bla bla bla—Jack no le prestaba atención a Tadashi y sus explicaciones nerd que no entendía, en este momento el césped era mucho más interesante que lo que salía de su boca o eso le parecía a él. Elsa por el contrario estaba muy atenta al chico

En su aburrimiento el peliblanco comenzó a sentirse atraído por la pelota y su textura, y típico del chico, no pudo mantener sus manos para sí mismo y se acercó a tocarla provocando que la masa del experimento comenzara a temblar.

—¿Eso es normal?—cuestionó a sus compañeros que estaban perdidos en una conversación

—¿Qué hiciste, Jack?—preguntó Elsa al notar que crecía peligrosamente

—¡Solo la toqué!

—¡Jack, Tadashi dijo que no la tocarás!—reclamó la platinada enojada

—Va a explotar—señaló el pelinegro

—Els—dijo Jack dando un paso hacia la chica hasta detenerse frente a ella

En cosa de segundos lo que había advertido Tadashi sucedió. Una masa de slime verde saltó y cubrió todo lo que estaba a su paso, entre ello, los chicos. Jack ni su rostro alcanzó a cubrir por la rapidez en que todo ocurrió.

—¡Jack!—se quejó la platinada enojada quitando de su cara los pequeños restos del experimento antes de abrir los ojos y conmocionarse por lo que veia

—¡No sabía que explotaría, copito de nieve!—se quejó el chico que aún estaba frente a Elsa cubierto de pies a cabeza con la sustancia. La chica pronto se acercó a ayudarlo para quitarle la masa verdosa de los ojos

—¿Estás bien?—preguntó preocupada. El peliblanco había recibido todo el impacto por protegerla

—Si, estoy bien—respondió el chico, se sentía tonto frente a Tadashi y Elsa—Volvere a casa—dijo molesto y un poco apenado por fracasar

—Lo siento, Tadashi—pidió la chica cuando el peliblanco se fue, estaba enojada por su inmadurez

—Tranquila Elsa, es solo de prueba y no afectó en nada que lo explotara. De hecho, todo lo contrario pues gracias a su ayuda no tendrá que ser Honey la que lo haga. Por suerte no era más grande y rosa, como ella planeaba

—Está bien. Volveré a casa con Jack, quiero ver que este bien. Gracias por haberme invitado a ver sus trabajos, estuvieron geniales. Adiós

Tadashi observó a Elsa apresurarse para llegar a casa y no pudo evitar pensar que ella era bonita, muy bonita, además de amable, inteligente y bondadosa... y la verdad era que él lo hubiera intentado, conquistarla, pero no podía pasar por alto que Jack y Elsa parecían atraídos el uno al otro y Tadashi encontraba que hacían una muy linda pareja...aunque tal vez ellos aún no se dieran cuenta que se gustaban. De cualquier forma, él no interferiría, a menos que Elsa decidiera rechazar al peliblanco.

...

—¡Jack!—gritó la platinada al entrar a casa y comenzó a buscar al chico, al cual encontró en la cocina quitándose los últimos rastros de slime verde de su cara

—Copito de nieve—susurro el peliblanco sorprendido de que lo hubiera seguido

—¡¿Por qué hiciste eso?!

—¿Acaso te enojaste, princesa?—preguntó sonriendo, sabiendo que había dejado al perfecto Tadashi por volver a casa—Vamos Els, no fue para tanto, a ti no te explotó en la cara

—¡Pudiste haber destruido el proyecto de Honey Lemon!—lo regañó enojada—Eres tan...¡inmaduro!

—No lo soy—se quejó el chico

—¡Claro que sí! ¡Pudo haber sido algo peligroso y además no estabas invitado!

—¡Tadashi me preguntó si quería acompañarlos!—señaló el chico recordándole cuando el chico se lo propuso

—¡Solo por cortesía, Jack! ¡Tadashi me invitó a mí a conocer su proyecto de ciencias y el de sus amigos, pero luego llegaste tu a interferir en todo y estropearlo!

—¡Esta bien, Elsa!—dijo Jack borrando su sonrisa—¡Lamento haber arruinado tu cita con Tadashi, no lo volveré a hacer!—se quejó volviendo a su habitación enojado

—¿Cita?—cuestionó Elsa sorprendida, borrando su gesto de molestia luego de que el peliblanco se fue

Eso no había sido una cita, se dijo a sí misma la platinada. Con seguridad podía decir que Tadashi tenía muchas cualidades que lo hacían un gran chico, era trabajador, honesto, gentil, inteligente y lindo, pero a ella no le gustaba de ese modo, no era su tipo o eso creía.

En cuanto a Jack, no entendía como días antes había sido tan amable y atento con ella, todo un chico encantador y ahora no era más que un desagradable por involucrarse en sus actividades y arruinarlas. ¡Como lo detestaba!

...

En su habitación el molesto Jack solo se tiró en su cama frustrado...

¡Tadashi solo llegaba y le robaba la atención de Elsa, de su amiga! Quería patear sus cosas y ropa en el suelo, hacer un escándalo para eliminar esa molestia que tenía, pero sabía que ni con eso podría sentiría bien...

Luego de unos minutos finalmente se animó a levantarse y buscando entre sus pertenencias encontró algo que tal vez podía ayudarlo: La pócima que le robó a Yzma. En ella se veía un niño feliz, tal vez eso le ayudaría con el poco grato sentimiento que tenía, algo de felicidad.

Sin cuestionárselo dos veces, Jack tomó la pócima. Esperó unos minutos para conseguir el deseado efecto y luego de eso...

Nada.

Se sintió igual de fracasado y miserable que antes.

¡El destino era cruel con él! ¡Había tomado la única poción de Yzma que no servía para nada!... y además era asquerosa. Con el mal sabor de boca se fue a dormir, aunque aún fuera temprano. Tal vez al día siguiente todo mejoraría si Elsa lo perdonaba y lograba estar lejos del perfecto Tadashi.

...

—¿Alguien puede despertar a Jack?—pidió Astrid a la mañana siguiente—¡Llegaremos tarde a clases de Biología y lenguaje con criaturas si no se levanta ahora!

—Yo iré por él—dijo Hipo tranquilizando

El castaño golpeó repetidamente a la puerta, pero no obtenía respuesta. Tal vez Jack ya se había ido temprano, pensó, pero eso era poco probable. Luego de unos segundos se decidió por finalmente abrir y entrar...

Hipo no esperó salir del lugar tan rápido como entró

—Eh, chicos, creo que tenemos un problema...—habló acercándose al comedor donde se encontraba el resto

—¿A qué te refieres con un problema?—preguntó Astrid—¿Está Jack en su habitación o no?

—Creo que deben verlo ustedes mismos

—Con Elsa no podemos entrar a su habitación, ¿recuerdas?—dijo la rubia molesta por tanto misterio

—Solo vengan todos—pidió Hipo

El castaño volvió a ingresar a la habitación del peliblanco y salió con un bulto sujeto entre sus brazos. Los demás ya lo esperaban en el pasillo

—Elsa—pidió Hipo señalando las mantas

La platinada las desenvolvió con temor, no sabía lo que sujetaba ni que esperar. Cuando finalmente sacó las mantas, los tres pudieron divisar un pequeño y adorable niño de cabellera blanca dormido en los brazos de Hipo.

—¿Es Jack?—preguntó Elsa asombrada

—Bueno, no creo que haya conseguido una réplica miniatura de sí mismo así que sí, es él

—¿Qué le pasó?—preguntó Kristoff. El día anterior estaba de maravilla siendo un joven alto y bastante adulto, pero ahora con suerte alcanzaba el metro de altura y los cinco años

—Ayer explotó en su cara el experimento de Tadashi—señaló Elsa viendo al infante—¿Podrá ser...

—No—dijo de inmediato Astrid—Esto definitivamente tiene que ver con magia y no creo que Tadashi ni sus compañeros jueguen con eso

—¿Deberíamos ir con Norte?—preguntó Elsa preocupada

—Lo que sea que hizo, seguro lo castigarán—dijo Kristoff

—Bueno, eso si es que lo descubren...

—¿Qué propones, Hipo?—insistió Astrid

—Me quedaré con él en casa—respondió el castaño ideando algo para proteger a su amigo—Vayan a clases y ya veremos qué hacer cuando despierte...con un poco de suerte recordará que pasó y sabremos qué hacer

—¿Crees que podrás hacerte cargo de él?—preguntó Elsa

—Sí...¿qué tan malo puede ser?—dijo el castaño—Lo peor sería que tuviera sus poderes y me lanzara un poco de nieve

Kristoff, Astrid e Hipo se miraron entre sí decidiendo si era la mejor opción. Jack pequeño parecía un angelito, pero seguía siendo Jack

—¡Vamos! En Berk pudimos controlar dragones bebés, DRAGONES. Un niño será pan comido—insistió el castaño—Y no podemos faltar todos, sospecharán que ocurre algo

—Tu ganas, Hipo—dijo Astrid—Espero que tengas razón

Luego de una mañana en la que todos estuvieron preocupados por Jack y los cuidados que podía darle Hipo, los tres chicos volvieron a casa. Allí fueron recibidos de inmediato por el castaño que abrió la puerta apenas escuchó pasos afuera

—¡Al fin volvieron!—dijo Hipo, su cabello estaba todo desordenado y se veía estresado—¡Necesito ayuda! ¡Jack es un demonio!

—¡Hola!—dijo el pequeño Jack saludando a los recién llegados con una enorme sonrisa y muy emocionado—¿El conejo de pascua viene con ustedes?

—¿No?—respondió Kristoff confundido

—¡Qué mal!—se quejó el niño entrando nuevamente a casa

—¿Qué pasó Hipo?—dijo Astrid abriéndose lugar para entrar

—Pude haberle sugerido que el conejo de pascua vendría a castigarlo si se portaba mal y contrario a lo que pensaba, Jack resultó emocionándose con eso y destrozando el lugar

Los chicos miraron alrededor de la casa notando como ahora era un completo desastre, había nieve sobre los muebles, sobre las mesas, sillas y en todas partes; algunas hojas volaban por el lugar con coloridos dibujos y el peliblanco saltaba sobre los sillones desordenándolos.

—¡Quiero al conejo de pascua! ¡Quiero al conejo de pascua!—cantaba el niño—¡Le mostraré que puedo saltar tan alto como él! ¡Quiero al conejo de pascua!

—Jack, ¿qué tal si te presento a mis amigos?—habló Hipo deteniendo los saltos del niño

—¿Serán mis amigos también, tío Hipo?

—¡Claro!—dijo el castaño asintiendo. No hallaba la hora de librarse del niño—Ellos son Kristoff, Astrid y Elsa, tus nuevos amigos

—¿Jugarán conmigo?

—Por supuesto—respondió Kristoff—, trae algo para hacerlo

—¡Sii!—dijo el pequeño alejándose emocionado hacia la cocina

—Hoy Tadashi estaba bien, así que descartamos que haya sido eso—le contó Astrid al castaño, aprovechando el tiempo sin el pequeño—¿Descubriste algo, Hipo?

—Bueno, Jack no recuerda mucho de su vida, pero afortunadamente esto si y descubrí que le pasó. Esto no les va a gustar...—advirtió

Hipo procedió a explicarle a sus compañeros cómo el pequeño le había confiado qué había utilizado una poción de Ysma la noche anterior, una muy bonita y burbujeante, según sus palabras

—Comprobé que su historia fuera real, el frasco con la evidencia está en su habitación—señaló

—¿Y esto pasará? ¿El efecto de la poción?—preguntó Kristoff impactado

—Bueno hay pociones que duran solo unas horas—dijo Hipo de forma optimista

—Pero otras son permanentes como la del cabello de Elsa...—dijo Astrid señalando la parte mala

—¿Y qué hacemos?—preguntó preocupada la platinada pensando en la posibilidad de que se quedara siempre así

—No quería hacerlo, pero creo que hay que ir con Norte—dijo Hipo

—¿Quién es Norte?—preguntó Jack que llegaba con ellos

—Él es Santa—respondió Elsa

—¡Adoro a Santa Claus!—gritó el niño acercándose

—Jack, ¿qué tienes ahí?—preguntó Elsa cuando vio al peliblanco esconder algo tras su espalda

—¡Un cuchillo!—dijo emocionado y levantándolo en alto antes de comenzar a correr por la casa

—¡NOO!—gritaron los cuatro chicos apresurándose a perseguirlo

Quitarle el objeto al peliblanco les tomó algunos minutos, pero finalmente lo lograron y sin dañar a nadie

—Por qué...tiene...tanta...energía—preguntó Kristoff lanzándose agotado al sofá luego de la persecución

—Quiero conocer a Santa, al conejo de pascua y los dragones ¡Vamos ahora!—gritaba por su parte Jack saltando nuevamente sobre los sillones

Los chicos se miraron y decidieron que era el momento de ir por él. El director era el único que realmente podía saber qué hacer y salvarlos del travieso Jack

—¿Y yo no iré?—preguntó Jack haciendo carita de perrito cuando escuchó el plan que no lo incluía

—Te quedarás aquí con Astrid y Elsa—dijo Hipo, con Kristoff habían sido seleccionados para enfrentar al director y posiblemente a los guardianes y honestamente, lo preferían a seguir soportando al infante

—Pero quiero conocer a Santa

—Lo conocerás—dijo Elsa—Él vendrá a casa y lo esperaremos con sorpresas para él

—¿Eso es verdad?—preguntó observando a la platinada

—¡Claro que lo es! Te prometo que los tres nos divertiremos mucho—dijo sin siquiera ella creer lo que decía

—Está bien—respondió Jack

—Apresúrense, por favor—rogó Elsa cuando los chicos que dejaban la casa

El pequeño Jack de inmediato se puso a correr por el pasillo y las habitaciones cuando los chicos se fueron

—¿Y qué hacemos ahora, Astrid?—preguntó Elsa con pánico en su voz

—Tranquila, creo que a Jack le agradas bastante y podrías tener un truco bajo los guantes que nos ayude

La platinada comprendió lo que quería decir y aceptó de inmediato su propuesta. Haría lo que fuera con tal de controlar a Jack.

Elsa se quitó los guantes sin temor y comenzó a hacer figuras en el aire que de inmediato atrajeron al niño que se sentó en el suelo y observo tranquilamente hacia arriba

—Te dije que funcionaría—señaló Astrid

Habían logrado mantener a Jack en calma, pero luego de un rato Elsa ya estaba cansada

—¡Eso es fantástico! Quiero verlo otra vez, pero esta vez has a Santa y al conejo de pascua—pidió el chico cuando ella se detuvo agotada

Afortunadamente no fue necesario buscaran otra entretención o repitiera el show de nieve pues en ese momento Kristoff e Hipo entraban acompañados de Norte y Bunny.

—Eres Santa—dijo Jack maravillado al ver al director que estaba impactado por verlo tan pequeño

—No lo puedo creer—dijo Bunny

—¡Y tú eres el conejo de pascua!—gritó Jack saltando frente a él con alegría

—Necesito una fotografía de esto—dijo el último guardián tomando la cámara que estaba en uno de los muebles cercanos—Este mocoso nunca más se burlará de mí

El director de inmediato tomó cartas en el asunto y fue a revisar la habitación de Jack en donde aún estaba la pócima de Yzma que había utilizado para ser un niño. Luego de examinarla descubrieron que el efecto solo era temporal y duraría un máximo de 24 horas.

Los chicos estaban aliviados de que eso fuera así, pero su tranquilidad no duró demasiado pues luego de entregarle la poción de Yzma a Norte, Jack fue regañado y el pequeño descubrió que estaba en la lista de traviesos por lo que no tendría regalo de navidad. El peliblanco salió llorando desconsolado de su habitación tras enterarse, tanto que ni el chocolate que Bunny intentó darle lo hizo calmarse.

—Esto es para cuando Jack vuelva a ser él—dijo Norte entregándole a Hipo una carta mientras el niño seguía llorando

Los guardianes huyeron, dejando a los chicos con el peliblanco aún sollozando

—Jack, ven aquí—lo llamó la platinada al sofá y el niño se sentó de inmediato en sus piernas—Yo te daré mis regalos cuando sea navidad—dijo intentando consolarlo

—¿Lo harías?—preguntó limpiando sus lágrimas

—Claro—dijo ella

—Pero tú no tendrás nada

—Eso no importa—le sonrió la chica

—Yo también puedo darte los míos, Jack—siguió Hipo haciéndolo reír y pronto se unieron Astrid y Kristoff

El mini Jack podía ser un demonio, pero era bastante adorable cuando se lo proponía.

El niño comenzó a calmarse al conversar y sus ojos comenzaron a pesar. Hipo pronto trajo una manta para cubrirlo con objetivo de que finalmente se durmiera para terminar el día

—Me gusta tu pelo y tus ojos—dijo mini Jack observando a la platinada

—Tu eres adorable—dijo Elsa encantada por el tranquilo niño que la abrazaba

—Eres muy linda, hueles bonito y eres buena conmigo—siguió Jack

—También soy muy grande para ti—siguió Elsa cuando escuchó a sus amigos reír

—Creo que alguien está confesando sus sentimientos de adulto—rio Kristoff sonrojando a Elsa ante la idea del Jack de dieciocho años sintiendo algo por ella. La chica negó repetidamente, aunque en el fondo, debía admitir que lo que decía no le desagradaba por completo pues el Jack de su edad se le hacía bastante atractivo

—¿Tengo que crecer?—preguntó el pequeño Jack bostezando en los brazos de Elsa y sin escuchar al resto

—Así es, mañana volverás a ser tu, un Jack adulto—dijo la chica

—Entonces cuando sea grande quiero ser su novio, ¿me ayudarás tío Hipo?—preguntó envolviéndose en su manta mientras se acurrucaba abrazando a Elsa

—Claro que sí, Jack—respondió el castaño riendo

—Comenzaré pidiéndote una cita—dijo sonrojando a Elsa al pensar en un Jack más adulto diciendo lo mismo—¿Aceptarías?—preguntó antes de dormirse profundamente

No obtuvo respuesta y Astrid e Hipo se quedaron con las ganas de escucharla.

—Bueno, creo que esto ya acabó y agradezcamos que no tuvimos que cambiar pañales—dijo Kristoff levantándose y estirándose para ir a su habitación—Esperemos que pronto todo vuelva a la normalidad tal como dijo Norte

—Acostaré a Jack en su habitación si es que se quiere despegar de la linda Elsa—rio Hipo tomando al niño en sus brazos y tiñendo de rosa las mejillas de la platinada. El peliblanco tendría mucho explicar luego de volver a la normalidad y eso la ponía nerviosa, pero no de una forma mala...era casi como sentir mariposas en el estómago por anticipación de que tal vez si la quisiera invitar a salir

...

Al anochecer, el efecto de la poción se desvaneció y el peliblanco volvió en sí, despertando de inmediato y con todos los recuerdos de lo que había dicho y hecho el día anterior...sobre todo recuerdos sobre la linda platinada que lo hicieron sonrojar. Jack se regañaba mentalmente por no haber podido guardarse ninguno de sus pensamientos para sí mismo.

El peliblanco quería ocultarse bajo una roca y no salir nunca, pero tenía que hablar con Elsa, las cosas no habían quedado bien antes de la poción y ahora todo podía ser peor y no quería perderla. Con eso en mente el chico se levantó de su cama y fue directo a buscarla por la casa, no era tan tarde y con suerte aún la encontraría en pie.

—¡Volviste, Jack!—señaló Hipo al toparse con el peliblanco. El chico salía de la cocina llevándole un café a Astrid que lo esperaba en la sala

—Sí, sí—respondió con prisa el peliblanco—¿Y Elsa?

—Creo que la linda Elsa está en su habitación—jugo Hipo sonrojando al chico y ganándose una mirada molesta de Jack antes de que este se alejara

Al llegar a la habitación de la chica el peliblanco tomó aire y golpeó, sin pensarlo dos veces

—Princesa—dijo Jack apenas ella abrió la puerta

—Eres tu—dijo Elsa sorprendida, observando al chico de pie muy cerca de ella—Jack...—murmuró

—Elsa, lo lamento—dijo de inmediato y sin darle tiempo a la platinada para hablar—Era un niño ¿si?, no sabía lo que decía. Copito de nieve, no era cierto nada de lo que dije

—Por supuesto que no lo era—dijo Elsa fingiendo una sonrisa y sintiendo como todas las mariposas en su estómago e historias en su cabeza morían

—Claro...quiero decir, ¿decirte que eres bonita? ¿Qué quería invitarte a salir? ¡Eso es una locura! ¡Estaba totalmente exagerando...y mintiendo! Nadie podría pensar que lo que dije es verdad...¿bonita?—murmuró el chico sarcásticamente—¿una cita entre nosotros?—rio esta vez aunque el sonrojo en sus mejillas no tardó en aparecer al imaginar lo agradable que sería eso

—Entiendo—murmuró Elsa un poco desilusionada y cabizbaja por sus palabras. ¿Ni siquiera la encontraba bonita?

—¿Estamos bien, cierto?—preguntó Jack al ver que Elsa desviaba un poco su mirada

—Sí—murmuró ella

—Genial, buenas noches, Elsa—dijo Jack con alegría

—Buenas noches—dijo la chica cerrando con prisa su habitación

Jack se quedó observando por un momento la habitación.

Había hecho las cosas bien, ¿cierto? ¿Se había expresado bien?

¡Por supuesto!

Cuando finalmente se convenció de esto se alejó de la puerta de la chica. El peliblanco no contaba con que Hipo se había quedado a escuchar lo que pasaba y ahora lo esperaba en la entrada de la cocina a dónde se dirigía el peliblanco

—Jack...¿acabas de decirle a Elsa que no es bonita?—preguntó el chico

—No lo hice—se apresuró a decir Jack—¡Claro que no lo hice!

—Está bien—dijo Hipo bebiendo su café dispuesto a retirarse

—¿Acaso lo hice?—se cuestionó y él mismo se dio una respuesta—No, no lo hice. Y bueno, no creo que Elsa pueda creer que lo dije de esa forma...la respuesta está en su espejo—dijo Jack convenciéndose de haber actuado bien e Hipo se encogió de hombros

No había forma de que ella no supiera que era hermosa, pensó Jack. Hasta el genio de Tadashi estaba enamorado de ella y quizás cuántos más.

Elsa era perfecta.

—Por cierto Jack, Norte me pidió que te diera algo, esta sobre el mueble de cocina—señaló el castaño antes de alejarse

Jack se volvió a observar sobre el mostrador donde encontró lo que quedaba de la poción de Yzma, una foto de sí mismo siendo niño y una carta de Norte que lo citaba para hablar con él por su castigo...su día no podía ser peor

Jack tomó el frasco de vidrio con el resto de poción que le quedaba. Por un momento observó el líquido rosa del frasco...tal vez sería bueno jugar un poco con sus compañeros...


Y bueno, Jack de nuevo arruinó las cosas entre ellos... ¿Creen que use el resto de la poción?

betaworkshop460: Elsa ya está casi lista con sus poderes, Jack la ha ayudado mucho, pero se nos cayó de nuevo en este capítulo por sus celos. Espero que te haya gustado la actualización

El capítulo salió más largo de lo que tenía planeado (es el capítulo más largo que he escrito en la vida) y más trabajoso, pero aquí está al fin. No quería dividirlo, pero para la próxima que pase algo así lo haré porque no puedo dejarlos esperando tanto tiempo por una actualización...¡Ojalá que les haya gustado!

Por ahora les daré un adelanto de que en el siguiente capítulo tendremos un pequeño salto a 2011, 2004 o algo así...y que experimentarán diversas emociones ;)