Los personajes no me pertenecen, todo es de DreamWorks y Disney.
Capítulo 26: Deja vu
Jack no podía de la felicidad tras levantarse por la mañana y notar que día era: Hoy finalmente, terminaban las horribles semanas de vacaciones a las que le había tocado someterse. Hoy se acababan los aburridos días de estar siguiendo a Norte y jugando bromas, que ya no lograban satisfacerlo, a Bunny. Y hoy, se reencontraría con sus amigos y todo volvería a ser como antes.
El peliblanco no podía evitar sentirse eufórico. ¡Estaba tan feliz por ver a los demás y por ver a Elsa! Realmente las vacaciones se le habían hecho eternas y los extrañaba tanto a todos. Casi no podía de la alegría y minutos después cuando al fin la puerta de entrada se abrió para revelar a Kristoff se sintió tan emocionado, y ese sentimiento solo creció cuando Astrid e Hipo también llegaron con sus cosas a la casa.
El peliblanco sentía que poco a poco todo se completaba y su casa volvía a sentirse como un hogar, pero seguía faltando ella, su copito de nieve...
Los minutos pasaron y los chicos recién llegados se desplazaban de un lado a otro deshaciendo su equipaje mientras Jack miraba ansioso por las ventanas y abría y cerraba la puerta en su espera por la platinada.
—¿No tienes nada más que hacer, Jack?—preguntó Astrid un poco cansada de su incesante movimiento
—En realidad no, solo tengo que esperar a que Elsa llegue a casa—respondió y la rubia rodó los ojos con fastidio por no poder detenerlo
—Yo volveré más tarde—señaló Kristoff saliendo de la casa al aprovechar que Jack tenía la puerta abierta—¡Saluden a Elsa de mi parte!—gritó
—¡Sí, claro, lo haremos!—dijo de vuelta el peliblanco
—¿Jack, te das cuenta que Elsa podría tardar horas en llegar?—cuestionó Hipo
—Sí, lo sé, pero seguro llegará pronto—dijo sin desanimarse e intentando no pensar en la posibilidad de que ella ni siquiera volviera como ocurrió alguna vez con Rapunzel
—Me encantaría poder huir como Kristiff—dijo la mortificada rubia antes de volver a la tarea con sus maletas
Tan solo unos segundos después de la conversación se escucharon pisadas en el pórtico
—¡Esa debe ser ella, se los dije!—se emocionó Jack cuando golpearon a la puerta y corrió emocionado a su encuentro
Jack no podía del entusiasmo por ver a Elsa. Quería saber cómo estaba, cómo le habían ido sus poderes y el reencuentro con su familia, y honestamente, escucharía todo lo que quisiera decirle solo por volver a estar con ella. Tenía ganas de abrazarla tan fuerte, expresarle lo mucho que la extrañaba y le hacía falta, y después de como había terminado el semestre anterior, darle toda la seguridad que ella podía desear. Tenía tanto que hacer con ella, tanto que compartir y...
—¡Bienvenida a cas-a—dijo el peliblanco al abrir, pero terminó desanimado al ver que esa no era Elsa—¿Kristoff, qué haces aquí de nuevo?—pregunto molesto mientras sus otros dos compañeros se reían tras él
—Lo siento, olvidé mis llaves
—¡Bien, tómalas y lárgate ya!
A pesar de la decepción de no encontrarse con Elsa, luego de la falsa alarma y cuando Kristoff finalmente se fue, el entusiasmo por la llegada de la platinada no tardó en volver, y tras unos minutos nuevamente se escucharon pasos que alertaron a Jack.
—¡Ahora sí tiene que ser Elsa!—dijo acercándose con rapidez a la puerta
—Espero que lo sea o te llevarás todo el día abriendo y cerrando la puerta—gritó Astrid mientras se alejaba con Hipo cargando unas cosas a la cocina
Jack ignoró a su compañera y formó una enorme sonrisa en su rostro al acercarse a abrir. ¡Tenía que ser ella!
—¡Nos preguntamos cuando llegarías, Elsa!—gritó al girar la manilla—Te estábamos espe-...¿rando?—dijo confundido al finalmente abrir y ver a la persona frente a él.
Esa no era Elsa.
La chica que se había detenido frente a su puerta no era la platinada, ni nadie que conociera, pero Jack no podía dejar de notar que se parecía mucho a su princesa solo que con cabello más rojo y muchas más pecas.
Jack no podía formular palabras mientras la pelirroja le sonreía emocionada y daba vistazos hacia atrás. En ese momento, Jack finalmente salió del shock y pudo visualizar a su platinada algunos pasos más atrás, oculta tras la figura de la misteriosa chica.
—¡Hola, soy Anna!—exclamó de pronto la pelirroja y sin esperar mucho arrastró sus maletas para entrar a la casa—¡Encantada de conocerte!
—Hola, soy Jack Frost—dijo el peliblanco viéndola ingresar y miró a Elsa en busca de respuestas, pero esta solo suspiró con pesadez mientras con dificultad intentaba entrar sus propias maletas, cosa que no pudo hacer
—¡Wow! Esto es...¡wow!—dijo Anna al observar el interior de la morada mientras Jack se acercaba a la platinada que aún batallaba con su equipaje
—Tu rueda está rota, princesa—indicó al observar rápidamente la maleta—Te ayudo—dijo el peliblanco levantaba las pertenencias de Elsa para llevarlas a la casa mientras la entusiasmada pelirroja exclamaba desde adentro
—¡Todo es muy lindo! ¿Y tienen fotos? ¡Quiero verlas!
—¿Hola?—saludó Astrid interrumpiendo a la intrusa que se movía con rapidez a la sala, Hipo también llegó en ese momento al lugar, y ambos quedaron igual de sorprendido que Jack al ver a la chica
—¡Hola! ¡Hola a todos!—se acercó Anna al la pareja—Encantada de conocerlos, soy Anna Arendelle, la hermana de Elsa y su nueva compañera en DisneyWorks
—¿Tu hermana?—le susurró Jack a la platinada que se había detenido junto a él y sus maletas. Elsa asintió desganada mientras volvía su atención a la pelirroja, la que ahora conocía y hacía amistad con sus compañeros
—¿Así que te llamas Hipo? ¿Como hipopótamo?—preguntaba la chica curiosa luego de que Hipo se presentara
—Algo así—respondía el castaño un poco atónito por la energía y entusiasmo de la pelirroja, muy distinta a lo que era Elsa
Astrid también parecía sorprendida por Anna. Jack, en cambio, seguía prestando atención a la platinada y lo cabizbaja que se veía y de pronto lo notó: Los guantes habían vuelto.
—¿Princesa?—la llamó Jack tocando suavemente la prenda que cubría sus manos
—Lo siento, n-no pude...—susurró Elsa, sintiéndose culpable por no haber cumplido su promesa
—No, no lo hagas, no te disculpes. Más tarde platicaremos de tus vacaciones y de eso—pidió Jack, a lo que Elsa asintió suspirando
—¿Entonces ustedes tienen dragones y vuelan en ellos? ¡Eso es asombroso!—continuaba conversando Anna con los chicos
—Pronto te llevaremos a conocerlos—le dijo Hipo—Y tal vez puedas volar en uno
—¡Eso será genial!—exclamó la chica y luego se volteó a su hermana—¿Oíste eso, Elsa?—la platinada asintió con poco ánimo mientras Anna intercambiaba su mirada entre ella y el peliblanco que aún prestaba más atención a la chica junto a él que a su alrededor—¿Somos todos?
—No, falta Kristoff que volverá más tarde—respondió Astrid
—Él tiene familia en DisneyWorks y suele ir a verlos—añadió Hipo
—¡Genial!—dijo Anna—¿Y en qué año van?
—Quinto—respondieron los chicos al unísono
—¡Qué mal! ¡Yo iré a tercero!—se lamentó la pelirroja
—Kristoff va en tercero—señaló Jack al volver a prestar atención a la pelirroja
—Eso es una grandiosa noticia, no estaré sola—volvió a decir animada—Recuerdo que Rapunzel me dijo que había muchas personas con poderes, espero conocer a alguno, ¿aquí alguien tiene?
—Solo Jack—se apresuró a responder Elsa confundiendo nuevamente a sus amigos
—Sí, solo yo...—le siguió el juego el chico, sin cuestionarle por ahora el porqué de no contarse también a sí misma
Jack acompañó sus palabras con una demostración de copos de nieve para la curiosa Anna.
—¡Wow! ¡Es bellísimo!
—Si, lo es—estuvo de acuerdo el peliblanco y observó de reojo a Elsa
—¿Y solo sale de tus dedos o también de otros lados?—siguió preguntando Anna
—Eh, ¿si? De mis dedos...—dijo el chico un poco desconcertado por la pregunta
—¡Asombroso!
—¿Quieren ir a dejar sus cosas a su habitación Anna y Elsa?—preguntó Astrid
—¡Si, por supuesto! ¡Quiero conocer mi cuarto!—dijo Anna acercándose a su hermana que asintió
—¿Princesa, quieres que te ayude con tu maleta?—preguntó Jack sonriéndole a la platinada, intentando que ella imitara su gesto, mas con lo que dijo solo se ganó la atención de Anna
—¿Princesa? ¿Le dijiste princesa?—cuestionó
—¿Sí?—respondió Jack un poco inseguro y confundido de hacia dónde quería llegar la chica. Tal vez la pelirroja se tomaría mal que él usara su título para referirse a Elsa, aunque solo lo hacía de cariño y sin ninguna mala intención ni burla de por medio, de hecho era todo lo contrario...
—Anna, no sigas...—pidió la platinada nerviosa
—Elsa ya no es una princesa—siguió la pelirroja ignorando a su hermana—¡Ella es la reina de Arendelle!—reveló muy feliz y entusiasmada
Por su parte, la platinada solo quería que la tragara la tierra mientras veía el shock en el rostro de sus compañeros y en especial el rostro de Jack
—¿Desde cuándo, Els?—preguntó el peliblanco
—¡La coronaron durante sus vacaciones!—respondió Anna—Fue algo pequeño y muy espontáneo, solo con la gente de Arendelle y nuestros tíos, sin otros reinos de visita, pero fue hermoso y ¡Elsa es reina!
—¿Eso es verdad?—preguntó Astrid
Todos observaron a Elsa esperando su respuesta que finalmente llegó solo con un asentimiento de su cabeza.
—E-Es asombroso, Elsa, Reina Elsa, supongo—tartamudeó Hipo no muy seguro de cómo tomar la noticia al no ver emoción en su amiga
—¡Claro que es asombroso! ¡Es maravilloso!—coincidió Anna mientras Elsa solo tomaba aire profundamente antes de hablar
—Iremos a dejar nuestras cosas si nos disculpan...
—Te ayudo, princ-...Els—dijo Jack adelantándose a las chica y arrastrando las maletas por el pasillo que conducía a las habitaciones. El chico aún estaba en shock y tenía muchas preguntas que hacer, pero al ver el rostro de Elsa supo que no era momento de seguir y prefirió concederle el espacio que implícitamente pedía
—¡Quiero saber todo sobre DisneyWorks! ¡Y conocer todo!—seguía exclamando Anna sin saber lo incómoda que se había vuelto la situación
—Luego podremos platicar. Con Hipo prepararemos botanas—dijo Astrid empujando a su novio que aún parecía conmocionado
—¡Sí, claro!—respondió al fin el castaño, alejándose a la cocina junto a la rubia para dejar a las hermanas solas en la sala
—¡Todo es genial, Elsa! ¡No me dijiste que la academia era tan asombrosa! ¡Me encanta esto y me encanta estar aquí!—dijo Anna con una enorme sonrisa en su rostro
—Sí, todo es maravilloso—respondió Elsa no muy feliz
—Por cierto, Elsa—habló Anna deteniéndose en seco y observando hacia el peliblanco que aún batallaba arrastrando la pesada maleta—...Jack es MUY lindo.
La platinada no pudo evitar imitar a su hermana y darle un vistazo a Jack, y aunque desde siempre supo que eso era verdad, por alguna razón parecía que ahora era incluso más guapo que antes de vacaciones. Elsa pudo notar que había crecido al menos dos centímetros de estatura y parecía que su musculatura también había aumentado, además, sus facciones se veía un poco más maduras como su mandíbula mas delineada, aunque nada de eso le quitaba ese llamativo aire travieso que lo caracterizaba...
—... Además, es un caballero por ayudarte con tus maletas y tiene poderes, lo que lo hace muy interesante—siguió la pelirroja intercambiando la mirada entre su hermana y el peliblanco a medida que su sonrisa crecía
—¿E-Eso crees?—susurró Elsa muy despacio, sin que Anna la oyera. De pronto un sentimiento extraño y de incomodidad comenzaba a crecer en ella por lo que decía sobre el chico
—Y lo mejor es que... ¡Estaba muy emocionado por verte, Elsa! ¿O debería decir princesa?—chilló Anna dándole un suave codazo a su hermana y levantando sus cejas sugestivamente
Las mejillas de la platinada no tardaron en teñirse de rosa intenso al notar cuáles eran las reales intenciones de Anna.
—¿Tu aceptaste que te llamara así?—siguió cuestionando la pelirroja
—No, y-yo no...—intentó responder Elsa recordando cómo ella le había pedido al chico que no le dijera de ese modo, pero antes de poder terminar, Anna siguió exponiendola
—No lo aceptaste, pero te gusta que lo haga no es así, hermanita...
—¡Anna!—se quejó la platinada sin poder hacer nada contra lo ruborizada que se encontraba y sin encontrar las palabras para negarlo
—¡Elsa!—rio la menor—Por cierto, no puedo dejar de decir que parece de la realeza y que haría de un grandioso príncipe consorte para Arendelle
—Somos amigos, Anna—la cortó finalmente Elsa—Y él solo es gentil
—Si, claro, no es como si se gustaran. ¡Jack no deja de mirarte y también noté como tu no dejas de observarlo!—respondió la chica sonrojando aún más a Elsa y dejándola tan desconcertada que cuando sintió la mano de Jack sobre su hombro casi pega un salto
—Tus cosas ya están fuera de tu habitación, princ-...Elsa—dijo el chico sin notar que hablaban de él segundos antes
—G-Gracias, Jack—intentó disimular Elsa, pero fracasó
—¿Hey, estás bien? Te ves un poco roja, ¿tienes fiebre?—preguntó él y acercó una de sus manos a su frente para chequear su temperatura
—E-Estoy bien—respondió la platinada, aunque la mano que el peliblanco mantenía sobre su rostro no ayudaba para convencerlo
—Ella está bien—dijo también Anna interrumpiendo con una sonrisa maliciosa—Por cierto, Jack, no creo que a Elsa le moleste que la sigas llamando princesa, de hecho creo que le gusta—señaló antes de alejarse con rapidez a su habitación luego de sonrojar esta vez al peliblanco
—Gracias por llevar mis maletas, Jack—siguió la platinada intentando ignorar lo que había dicho su hermana y tomando la mano del chico para alejarla de su rostro antes de alejarse junto a Anna hacia el pasillo que conducía a las habitaciones.
La respiración de Elsa continuó agitada.
Había sido menos de una hora de la llegada de Anna a la academia, pero la platinada no necesitaba más para estar convencida de que su hermana pondría todo de cabeza en DisneyWorks, sobre todo con ella y en su casa.
...
—Así que tu hermana—habló Jack al sentarse al sofá junto a la silenciosa Elsa mientras Hipo y Astrid charlaban con la pelirroja en la cocina tras su vuelta del pequeño tour por la academia
—Mi tía pensó que sería una buena idea que se incorporara a DisneyWorks—respondió ella sin levantar la vista de su regazo
—¿Y tú qué piensas?
—No lo sé—dijo suspirando. Había muchas cosas de las que le era complicado hablar—Supongo que es lo mejor para Arendelle. Que ambas estemos educadas de la forma que corresponde será bueno para el reino
—Claro, reina Elsa—dijo él trayendo a la conversación el nuevo título que la platinada poseía
—Jack, por favor no—dijo la chica finalmente levantando la vista para observarlo—No tienes que decirme reina, nada será diferente—pidió tras recordando el problema que tuvieron cuando él descubrió que era una princesa. No quería que sucediera lo mismo, menos en un momento tan complicado para ella como este, pero ya era tarde...
—Lo sé, lo sé, su majestad—dijo el peliblanco levantándose de su asiento e inclinándose torpemente ante ella con una sonrisa juguetona
—¡Jack!—se quejó ella tras relajarse un poco al ver que el peliblanco solo quería divertirse
—¡Solo lo hago en señal de respeto, princesa!—dijo Jack al levantarse y observarla con cariño—Te extrañe, Elsa
—Y yo a ti—confesó ella en un susurro
—Contaba los días hasta poder volver a verte...a ti y al resto de los chicos, por supuesto—señaló Jack—¿C-Cómo estuvieron tus vacaciones?—preguntó tras volver a sentarse a su lado
—E-Estuvieron bien—dijo Elsa sin querer revelar mucho
—Yo estuve haciendo muchas cosas, tantas que te sorprenderías y... ¡logré que no me expulsaran!
—Solo porque tienes a Norte de tu lado—dijo agradecida de haber evitado hablar de ella
—Eso fue un golpe bajo, aunque no muy lejano de la realidad—rio Jack—Copito de nieve—le habló suavemente—, ¿por qué volvieron los guantes?
La chica lo observó y entreabrió la boca para responder. Jack era su mejor amigo y quería contarle, pero, con la voz de Anna de fondo, pronto la imagen de ella dañándola cuando eran pequeñas se hizo más presente provocando que sintiera de inmediato el descontrol de sus poderes, tal como ocurría desde que volvió a ver a su hermana, y eso le impidió hablar.
—No puedo decirte—dijo finalmente—Y agradecería que no le dijeras nada a Anna sobre mis poderes
—¿Estas bien, princesa?—preguntó Jack con suavidad al notar lo triste que se veía
La platinada asintió sin poder formular palabra, pero de todos modos intentó formar una sonrisa en su rostro. No debía sentir, no debía abrir su corazón, se repitió, tal como había hecho las últimas semanas luego de su reencuentro con Anna.
Jack pudo notar lo forzado en sus gestos, sin embargo, decidió no insistir y respetar su decisión de no hablar. Y de todos modos, su momento de soledad terminó con la llegada a la sala de sus compañeros
—No puedo esperar a que sea mañana—exclamaba Anna mientras se acercaba—¡Quiero conocer a los profesores, a nuestros compañeros y disfrutar de esas maravillosas clases!
—Tranquila, Anna, te caerás—intentó calmarla Elsa tras recomponerse y ver como la menor comenzaba a girar al dejarse llevar por sus fantasías
—Me agrada tu hermana, Elsa—dijo Hipo sonriendo al verla tan feliz
—Es interesante—agregó Astrid
La platinada escuchó a sus amigos, pero no dijo nada y solo rogó porque Anna no tirara nada de su alrededor al piso al moverse con sus brazos extendidos
La pelirroja estaba tan emocionada girando que no notó cuando la puerta se abrió y entró Kristoff cargando dos enormes cajas que reducían su visibilidad. Sin poder evitarlo ambos terminaron estrellándose y lanzando un montón de zanahorias de las cajas al suelo.
—¡Hey! ¡Fíjate por donde caminas!—reclamó de inmediato él
—¡Tu deberías tener más cuidado y no entrar y empujar a quien se cruce en tu camino!—dijo de vuelta la pelirroja
—¡Discúlpame!—dijo ofendido Kristoff
—Disculpas aceptadas—señaló Anna molestando aún más al chico
—¿Qué? ¡Pero si esto fue tu culpa!
—Esto es un déjà vu—indicó Hipo observando a Jack y Elsa y recordando como se conocieron el semestre anterior
—Es una pesadilla—indicó con pesimismo Astrid
—A todo esto, ¿quién eres tú y qué haces en MI casa?—se quejó el rubio
—Kristoff, ella es Anna Arendelle, la hermana de Elsa y nuestra nueva compañera de casa—presentó Jack—Y Anna, él es Kristoff
—Ustedes serán compañeros de clase—agregó Hipo
—¡No! ¡Libérenme de esto, por favor!—se quejó el rubio
—No seas dramático—dijo la pelirroja rodando los ojos—Además, la que realmente sufrirá soy yo
Holiis. Volvimos con esta historia ✨✨
betaworkshop460: Definitivamente Kristoff era en ese momento el digno oponente para Gastón, pero ya verás que los demás pronto también lo serán... Ah y el Jack sacando el guante es porque él no puede dejar de coquetear inconscientemente jajsaj Todo un pillo, aunque no lo hace con malas intenciones.
Espero que les haya gustado el nuevo capítulo
