Diclamer: Digimon no me pertenece, si fuera así reescribiria totalmente digimon 02 por que no tiene sentido sorry... (Es mi opinión y respecto si te gusta no diré nada malo)

Llevo algún tiempo escribiendo sin parar y la misma historia tb estoy publicando en Wattpad pero Ali la tengo un capítulo más avanzada en el momento, es por esto que voy a intentar publicar el otro mañana para así ir em par chic@s


Capítulo 2

Hiroaki llevaba algunos meses viviendo en Nueva York, su trabajo de producciones en la TV Fuji le había abierto otras grandes oportunidades con la famosa cadena de TV de la BBC, así que al final del año pasado, supo que uno de sus producciones había sido comprado por la cadena y le habían pedido justamente a él y su equipo que les ayudar con su propuesta, siendo los encargados internacionales de la producción, para que la idea de la cadena fuera más asequible para el público de USA, pero que no se fuera tanto de lo que realmente significaba aquella inversión que tanto les había gustado.

Fue entonces que por casualidades del destino vio a Satoe en un Starbucks Café, como una película ñoña de estas que su hija participaba, fue como el destino que él vio que los hacía recobrar el contacto. Pasaron muchas cosas entre los dos durante todo esos meses, no se creía que podría recobrar la llama de algo que hacía ya tiempo que había quedado en el olvido, pero era mayores ahora, todo era diferente y finalmente en una cena y en otra varias veces a la semana no supo cómo, pero una noche de borrachera acabaron juntos y desde entonces no se habían dejado, no esta vez, cuando él estaba libre y ella también lo estaba.

Natsuko no volvería con él, estaba casada y por más de lo que sufrió era agua pasada. Satoe era algo viejo, pero nuevo, se sentía rejuvenecido, con aquel chico de 17 años que jamás fue capaz de hacerla suya, pero que ahora eran tan mas compatible que nunca, cuando se enteró de que volvería a japón, el no dudo en pedirle que se casara con él, a lo mejor era todo una locura, pero de esta vez no quería cometer los mismo errores y quería tenerla en su vida.

- Me haces la mujer más feliz de todas Hiroaki - Los bellos ojos eran ámbares cristalinos, ella siempre había deseado casarse, pero la persona que le partió el corazón le había robado esa oportunidad, aunque ahora no estaba del todo libre. - Perdóname no poderte decirlo ahora, pero quiero saber la postura de Mimi ante todo, quería que te conociera y preguntarle directamente si no le importa…

- No te preocupes lo entiendo completamente, haremos lo mejor para Mimi, yo también se lo tendré que comentar a mis hijos, esta decisión es un poco precipitada pero también te necesito en mi vida. - El la beso con mucho cariño y ella respondió.

- Creo que le vas a encantar a Mimi . - Sonrío ella tras corresponder al beso de su amado.

Del todo Satoe no estaba equivocada, Mimi empezaba a llevarse bien con Hiroaki, pero estos sentimientos eran ambiguos, su cercanía a su madre la hacía molestar, él estaba presente de repente hasta en la sopa, y claro estaba que eran dos enamorados en un sueño adolescente. Mimi intentaba que no le cayera en gordo, pero compartir su linda mama con ese señor le estaba empezando a dejar sin dormir y ya tenía demasiadas cosas en su cabeza para hacer con la mudanza, arreglar sus cosas y finalmente el viaje.

- Nos volveremos a ver no os preocupéis - Se lanzó a los brazos de Michael dándole un apretón y seguido de el Wallace, sus dos mejores amigo de toda su vida en USA.

- Te echaremos de menos Mimi, espero tener vacaciones y volver a verte mi linda rosa - Wallace no se cortó un pelo al dale un rápido pico en sus labios.

- Wallace! - Le regaño algo enfadada pero el rubio se puso detrás de su primo pero Michael le dio con el codo en el estómago por su cobardía.

Mimi solo pudo reírse intentado no llorar, los vería para las vacaciones y no perderían el contacto, eran sus mejores amigos y siempre sería así, ahora solo le quedaba escribir otro capítulo de su vida, volviendo a Japón, viendo como su madre se casaba cumpliendo uno de sus sueños de infancia.

Subir en aquel avión era todo lo que no quería Mimi, pero al verla feliz al cógele la mano apretándole fuerte, entendió que ella también estaba asustada, Satoe era a quien le esperaba más cambios, Mimi solo no podía quedarse y déjala con la carga de una nueva vida a quien siempre estuvo allí para animarla en los peores momentos de su vida.

Por otro lado Hiroaki pensaba en como se lo tomaría sus hijos la convivencia con su futura esposa y su futura hijastra. Mimi era una chica educada, tenía un que de coqueta (quien sabe le gustaría a su hijo) pero que pensamiento se le estaba pasando por la mente? Aunque ahora que lo pensaba no había hablado a Yamato que tendrían a Mimi también en casa. Recordaba haber hablado más con Rose del asunto.

- Papa ya ha hablado contigo ? - el rubio miró a su hermana que estaba toqueteando las teclas de su iPhone escribiendo un mensaje rápidamente.

- Si, ayer me llamó, le dije que ya era hora, y creo que se lo ha dicho a mamá también por lo que dice Takeru ella estuvo un poco distante desde que lo dijo, pero ella fue la primera en casarse, y de esto hace 6 años debería ser feliz con el señor Kido, con lo fácil que es… Ya que fue ella que lo volvió todo difícil… - La rubia contemplaba el cielo desde la terraza de su piso, guardó su móvil en el bolsillo de sus pantalones.

- ¿Aún no la perdonas… ? - Yamato sabía a qué se refería su hermana, entendía sus sentimientos, pero en esto ella era más cabezota que el.

- Bueno que ella fue quien nos abandonó, por otro hombre, así que se lo merece ¿que creía que Papá la esperaría toda la vida ? - Él vio como una sonrisa sarcástica se escapaba de los labios de su hermana.

- Vaya…

- ¿ Y tú qué crees Matt? ¿Qué piensas? - le miro curiosa con sus ojos zafiros.

- ¿Yo? Pues por mi todo bien, supongo que es acostumbrarse, se le escuchaba contento. - recordó la breve conversación.

- ¿Pues no tienes problemas en convivir con la hija de Satoe-san? - Rose mostró una sonrisa pícara. - Dice que es muy guapa y…

- ¿¡Qué!? - Se sobresaltó al escuchar algo que nadie le había contado antes - ¿¡Que tiene una hija!?

- ¿Ah? Que no te habías enterado de que Satoe-san tiene una hija? - Le miró incrédula - ¿Pero que has hablado con papá?

- Bueno, estaba ocupado… - Miro al lado algo avergonzado - Aparte solo me dijo que se casaría… y - Él recordó otra vez la conversación, no mostró tanto interés, tenía cosas que hace aquella mañana, tampoco pregunto nada, solo dijo que por él estaba bien, pero no pensó en las consecuencias ni que tendría familia política y pensarlo ahora solo le hacía dudar si no sería todo un error. - No creo que sea nada de más, ni complicado, ya vivimos los tres juntos…

- Si claro, pero recuerda que yo soy tu hermana, y no sabemos cómo será esa tal Mimi, he investigado sus páginas de Facebook e Instagram y parece ser la típica chica Newyorkina, lo único que tiene de japonesa son un poco los ojos, igual es muy guapa. Creo que seremos buenas amigas, me gusta su estilo … - Su hermana continuó hablando de varias cosas, el solo se dio cuenta de que no sabía de nada y que se frustraba consigo mismo de no preguntarle más a su padre, pero tampoco consideraba que debería hacerlo, su padre era libre para hacer lo que quisiera, el que se iba a casar era él, su vida no cambiaría, era solo una chica y su madre que seguramente no influiría mucho en su vida.

- ¿Tú no te tenías que ir ? - le recordó a su hermana, algunas veces ella hablaba demasiado y se volvía algo pesada para su gusto.

- Cierto, hay mucho que hacer, tengo sesión de fotos para el catálogo de primavera verano, luego nos vemos Matt, cuídate! - Él vio como ella cogía su bolsa y salía por la puerta tras ponerse sus botas y luego abrigo.

El rubio se tumbó en el sofá, no lo tenía claro, cuando su padre le dijo que iba a casarse al inicio pensó que era una broma, luego le estuvo explicando que era un antiguo amor, le pareció algo cursi, pero ni le importo era su padre y había conocido otras mujeres pero nunca lo había visto tan emocionado como esa vez. Había pensado solo en su padre, estaba acostumbrando a se él y su hermana en casa, pero desde que empezó a ensayar con la banda fue diferente y su hermana pasaba mucho tiempo en rodaje de series y también en secciones de fotos desde que se volvió famosa no paraba, bueno él también era famoso su banda tenía un grupo importante de fans y tocaba en concierto muchas veces, aunque no dejaba tanto los estudios y dedicaba a la banda sus tardes libres y sobre todo los fines de semana.

Yamato tenía inquietudes por la astronomía, se había decantado por seguir esa carrera en un futuro, él era más práctico que su hermana que si era más lanzadas, a él le gustaba la música, disfrutaba muchísimo, era difícil de saber si al final tendría una buena oportunidad en ello, así que optaría de momento por seguir estudiando, aunque ser astronauta no era exactamente tener los pies en la tierra.

- Pero qué me pasa! Estoy pensando demasiado en el futuro… - Se dijo a sí mismo en el momento que recibió una mensaje, miro el teléfono y vio que era de su padre.

" Llegamos el sábado sobre las 3 de la tarde, a Satoe y a mi nos gustaría tener una comida contigo, Rose y su hija al día siguiente ya que tenemos mucho que anunciar."

Había sido un viaje algo largo, Mimi había decidido durante todo el viaje no importarse con lo de su madre y Hiroaki, tuvo suficiente en ver tantos besos y abrazo romántico, su madre era así con ella, a ella le encantaba que la mimara, pero ahora ya todo le dedicaría a Hiroaki y no podía hacer nada.

- Voy a tener actitud positiva sobre todo - Se dijo bajo a sí misma, ella no era si, era más animada, pero eran demasiados cambios para conseguir mantenerse animada. - Me permitiré solo este viaje encontrarme algo así, cuando llegue seré la Mimi de siempre!

Se dijo animada a sí misma, pero era tarde y alguien en el avío le hizo sonido para que se callara, su madre por otra banda no se inmutó, estaba dormida al lado de Hiroaki, aun que estuvieran en primera clase era duro como desaprovechó su sitio para no dejar dormir bien a Hiroaki, el mismo tampoco apreciar importarle.

- Madre, que enamorados están… - Suspiró, no tenía nada que hacer sobre.

Cuando llegaron a Japón llovía, no era un día muy animado para ser ella misma y peor, aún llevaba el cambio de horario encima, estaba agotada no había podido dormir, pero no se rendiría.

- Ah! Japón! - Dijo de modo muy animado sorprendiendo a Hiroaki que no la había visto tan efusiva.

- ¡Si hijita! ¡Será una nueva vida llena de alegría! - Satoe se unió a la euforia de la hija, las dos eran así y recuperar este lado de Mimi la hizo animar.

Hiroaki se separó de Satoe y Mimi, haciendo a la castaña sentirse mejor, pero no antes sin dar un apasionado beso a Satoe que se la veía en las nubes. Las dos fueron en un taxi hacia su nueva morada y Hiroaki se fue a su piso.

Durante la trayectoria Satoe explicó a Mimi que Hiroaki pronto se mudaría con ellas y sus hijos. Mimi sorprendida por que su madre y él no habían hablado nada de que Hiroaki tuviera hijos, empezó a preocuparse ya que al no conocerlos y tener que convivir con ellos complicaba más su nuevo… Qué decía, todo era nuevo incluso sus sensaciones eran nuevas y desconocidas y de repente se vio sumergida en una película cliché de romance cliché, en que la protagonista empezaba de acero, aunque, ella era una figurante, la protagonista de todo era su madre.

La casa en la que vivirían era grande, más de lo que se esperaba, sabiendo los espacios que tenía en Japón, pero para variar era una grande casa al estilo japonés antigua pero elegante, se sentía en un típico anime de esto de la época feudal, o mejor en unas película de Samurais.

En la entrada se podía leer "Tachikawa" y al entrar las dos fueron atendidas por una señora con el típico kimono más sencillo.

- señorita Satoe! Me alegro tanto de volver a verla!

- ¡Nona! - los ojos de las dos desprendía estrellas brillantes de emoción, no tardaron en abrazarse y Mimi recordó que Nona era la persona que siempre había cuidado de su madre, algo así como su "nani".

- Señorita Mimi que bella se ha hecho es toda una joven apuesta! - Nona tocó las manos de Mimi, que se sonrojó un poco, se sentía como una princesa. - venir las llevaré a vuestras habitaciones las demás sirvientas os llevarán las maletas.

Mimi no sabía de dónde había salido tanta mordomia, sabía que su Madre era de buena familia, pero no se imaginaba que fuera tanto así, en Nueva York Satoe era una directiva de una compañía, pero las dos se encargaba por igual de la casa, Mimi solía confina mucho ya que su Madre llegaba tarde de trabajar, no le importaba le gustaba muchísimo, cuando no las dos se pedían comida a domicilio, Nueva York nunca dormía, pero en verdad a no estaba acostumbrada a tener -sirvientes? - aunque siempre soñó en ser una princesa.

Después de una ducha caliente y de varios intentos de ayuda para que las sirvientas le ayuda pero sin suerte ya que no se sentía nada cómoda, pudo estar un poco en privado con su madre después del banquete de la cena.

- Se que hemos tenido poco tiempo para hablar entre nosotras dos, ahora sólo puedes imaginar lo mal y sentirte insegura pero sé que todo cambiará para mejor Mimi… - Miró a su madre y la sensación de miedo en su voz y sus ojos hizo que Mimi sintiera incomodidad, su madre no estaba segura? No era la primera vez que demostraba eso.

- Mamá? Es cierto que no hemos hablado antes mejor sobre todo lo que está sucediendo, pero… ¿Estás segura de que te quieres casar con el señor Hiroaki? - Lo había soltado y la reacción de Satoe fue tal como si escuchara un ruido muy fuerte, demostró cara de susto y luego miró bajo pero sonrío tímidamente y algo triste.

- Hiroaki me hace feliz Mimi, no quiero que pienses que no es así, me trata bien, tenemos mucho en común y siento que él siempre fue el indicado para mi, pero llegó tarde y yo cometí muchas locuras cuando me enamoré de tu padre… - Mimi sintió tensión, no pensaba que su madre le diría algo así, ignoro aquello pero… - Hiroaki me hace sentir segura, se que él no me abandonará por que él también sabe que no le abandonaré, aunque no voy a negar que mi inseguridad viene de la última larga relación que tuve y por otro lado me aterra que todo sea nuevo, que no encajemos aquí… Tu abuelo aún no me ha perdonado…

Era consciente de lo que se refería, una sobre ocupó los ojos de Mimi por un momento pero entonces una linda sonrisa se generó, llevó las manos sobre las de su Madre y enseñó los dientes aún más sonriendo .

- mamá, eres como una colegiala al lado de Hiroaki, este es tu momento, sé que hace poco que lo conozco, pero veo que él te quiere con locura y además es súper apuesto… vamos a hacer una gran locura vamos a montar la más grandiosa y bella boda que existe para los dos! Sé que seréis muy felices. - Los ojos de Satoe se hicieron estrellas al escucharla.

- Si mi preciosa! Como te quiero con locura, eres lo mejor que me a pasado en vida - abrazo a Mimi con todo el cariño, ante todo estaba enamorada de su bella hija, era su princesa y se sentía feliz que la apoyara así. - Es verdad, Hiroaki es todo lo que soñé y más, seremos muy felices, tú, yo, él y sus lindos hijos.

- Ah, es verdad - Mimi dejó el abrazo. - cuando pensabas decirme que él tiene hijos mamá ?

- Ai, perdona se me pasó completamente - río como si nada.

- Lo sé, eres muy despistada - Mimi suspiró profundamente.

- Bueno mañana conocerás a sus dos hijos, el menor vive con su ex mujer así que no te preocupes, ¡ya lo conocerás otro día!

- ¡Que! Mañana? Y va y me lo avisas encima de la hora, tengo que lucir bien y mira que pelos!

- Nona te ayudará, bueno, y también tengo que comentar esto a tus abuelos. - Satoe sintió un frío en su espalda y de repente cayó en la cuenta de que: - Tenemos que visitar a tus abuelos y decirles lo mío y de Hiroaki!

- Que? Mamá qué te pasa? Por que no les dijisteis nada antes, ¿ ves que solo lo vas a complicar más? - Mimi cayó en la cuenta.

- Bueno ya soy la hija renegada, y aunque no le molestara que finalmente me case, no lo creo… no? - Mimi sabía que su madre era despistada pero era eran los límites. - Bueno, vamos a dormir que mañana será un día muy largo, tenemos que vestirnos bien para conocer a Yama-chan y Rose-chan.

- Los conoces ya? - A Mimi no le sonaban los nombres, pero sin duda eran los hijos de Hiroaki. - un chico y una chica…

- Bueno no, pero he visto una foto de los dos, y son tan guapos como su padre… Yama-chan me recuerda a Hiroaki de joven, tan apuesto - Mimi vio a su madre soñar con su futuro esposo. Se dio cuenta de que ella era muy inocente y pura, era como una niña pequeña, siempre lo había sido y Mimi se consideraba una, solo se permitía ser así cuando no tenía que mimar ella a su madre y Wallace y Michael la mimaba como su mejor amiga.

- Mamá, deja de soñar, deja de dormir… aunque nunca he dormido en fotón… - Mimi vio como las típicas camas básicamente en el suelo eran apenas cómodas en su visión.

- Bueno tranquila, es solo por ahora hasta que todo quede en acorde y Hiroaki y yo podamos mudarnos a la casa que ya está por ser firmada! Así que no te acostumbres!

Mimi y su madre entonces se tumbaron en los futones, era un poco más cómoda de lo que espera. No tardó en dormirse ya que el cambio de horario la había destrozado un poco, mañana sería otro día y aunque la lluvia ayudó perfectamente a que las dos se durmieran seguramente el sol brillará mañana.


Nota: Bueno aún no hay interacción entre Yama y Mimi, pero pronto tendréis más 10 capítulos con todo el Yamimi/Mimato mas dramoso y cliche que he podi crear!

Espero que os guste y que sigáis leyendo mejorará apartir de que los dos estén juntos, lo prometo