Diclaimer: Digimon no me pertenece, pero como este es un fic sin lucros, me puedo apropiar de sus Personajes para hacer un poco feliz a los fans de estos lindos personajes y mi pareja favorita Mimato!

Se que parece que voy algo lento, pero ya tengo 15 capítulos escritos y aprovecho para publicar cada domingo en WattPad y futuramente a partir de este domingo haré lo mismo por aqui! Un nuevo capítulo con mucho cariño para tod@s.

Os dejo con la lectura, disfrutar que en esta hay un Mimato jugoso


Capítulo 3

Durante mucho tiempo había sido Mimi y Satoe solas contra el mundo. Mimi nunca se había quejado, porque, Japón para ella, traía cosas consigo que no recordaba muy bien, sus mejores recuerdos habían sido Nueva York. Al inicio lo pasó mal, pero al conocer a Michael y consequentemente a Wallace todo cambió, los tres se hicieron un trío inseparable y de pronto pasó a ser ellos contra el mundo.

La primaria y secundaria fueron duras, pero nada que no pudiera enfrentar junto a sus dos mejores amigos de infancia.

Durante toda la noche Mimi soñó con vestigios de memorias de su vida, toda una serie de imágenes y momentos algo difusos que luego escaparon de su mente al despertarse.

Todo empezó a cambiar en sus sueños trayendo consigo una gran sombra sobre su mente, Mimi empezó a escuchar llantos de una mujer, se vio las pequeñas manos, pero no podía hablar, empezó a tener miedo, por que todo era oscuro y cuando finalmente se abrió una puerta, una sombra se abalanzó sobre ella.

- Eres una indeseada - la voz tenebrosa hizo que Mimi de despertará con un susto .

En principios no recordó dónde estaba hasta que volvió en minutos a si y miro al lado, recordó que su madre estaba a su lado pero no era así. Por lo contrario el fútil estava recogido y con ello una brillante nota llena de color y dibujos de Satoe.

" Mamá ha salido a resolver unos recados, no sé si llegaré para ir contigo a la comida, pero le puedes pedir un motorista a Nona-bachan que ella sabe la dirección. También te he dejado la ropa que escogió preparada y he avisado a Hiroaki, él te esperará en la frente del restaurante.

Cuidado Hijita, Japón es muy seguro pero me preocupo contigo donde sea…"

La nota continuaba hablando sobre muchas cosas de madre, Satoe era una exagerada con Mimi, mucho más que las madres corrientes. Wallace le decía que tenía suerte de tener una madre bella y joven que le diera tanto cariño porque decía que la suya era una "vieja bruja", aunque a Mimi la señora Williams siempre le cayó bien, el problema era que Wallace se metía en muchos líos y se lo merecía, por lo contrario, Satoe trataba a Mimi como una muñeca de porcelana, y ya era algo mayor había crecido y ya no era esa niñita que no objetaba nada y vestía vestidos elegantes de princesita.

Aún que observo bien y en el mueble de belleza tradicional japonés había un bello vestido de corte princesa más delicado de color rosa, no es que no le gustara, pero aquel no era su estilo y no iba a dar la impresión de princesa de mamá cuando conociera los hijos de Hiroaki, era una chica América, aún que tuviera nacionalidad japonesa, se consideraba más de aquí que de Japón.

Yamato salió al acabar con el ensayo de su banda faltando unas horas para la comida. Como el instituto cada vez exigía más, solía despertarse con sus compañeros de banda temprano los fines de semana y sus días libres para ensayar.

Se despidió de su compañeros de banda pero no sin antes recibí incómodas ovaciones, aún se profundiza porque había comentado alguna cosa con esos dos idiotas de Akira y Mitsuki.

- Que vaya muy bien la comida con tu nueva futura mamy Yamachii! - dijo el pelirrojo de Akira, alegre y sonriendo a la vez, solo para incómodas a Yamato.

- Avísame si son guapas tu nueva hermana y tu madrastra. - No podía con ese lado tan pervertido que tenía Mitsuki. Podía soportar las actitudes molestas de Takenouchi Akira, era más que nada un tiempo extrovertido y lleno de energía, pero Yagami Mitsuki era otro propósito inconveniente, entre que no podía ver a su hermana…

¿Ahora tendría dos hermanas? De pronto todo le dio un poco igual, no se acostumbraba a algo que no había ni sucedido pero estaba a una hora de que su vida cambiará. No sería exactamente su hermana, pero ya no serían los tres solos, habría dos personas más y una de ellas…

En su mente vino una imagen de Natsuko, había visto su madre otras veces, pero nunca a solas y mucho menos hablado sobre el divorcio y todo lo que conllevo a ello. Ahora no había vuelta atrás aunque estaba acostumbrado a lo separados que vivían, que su padre se casara otra vez, a lo mejor era hora de pasar página?

- Bueno me marcho… Adiós. - Salió sin decir nada más, dejando a la pareja de idiotas algo sorprendidos.

- Por qué no tenéis un poco más de tacto. - Dijo el último intrigante del grupo, tras dar una colleja a Akira y Mistuki. Tenía el pelo blanco y una apariencia muy punk. - Es una etapa difícil la de una nueva familia.

Yamato estaba demasiado sumido en sus pensamientos, últimamente más que nunca, siempre había sido una persona crítica y autocrítica consigo mismo y con todo lo que podía pasar en su vida, era en general una persona con los pies en la tierra, no arriesgaba si sabía que tenía algo a perder y no era tan lanzado como su hermana que era todo lo contrario, un espíritu libre, ella amaba actuar y se lanzó y él aunque amara la música y se quisiera dedicar aún tenía inquietudes por seguir una "carrera real".

Su hermana aceptó que su padre se casara con otra mujer, él no era así, pero tampoco es que no aceptará sólo que al hablar con su padre ayer a la noche no sabía qué pensar.

- No es todo demasiado precipitado? No me voy a meter, claro haz lo que tú quieras… - No opuso problemas por el teléfono, que podía decir era su vida.

- Ya hijo, cuando no me dijisteis nada también lo pensé así. - se dijo este tomando una copa de sake.

- ¿Por qué te crees que diría algo papá? - se extrañó dejando casi caer el pedazo de carne que tenía entre los palillos.

- Tu sueles tener los pies en la tierra, más que yo y sobre todo tu hermana. Siempre nos dices lo que piensas y no suelen arriesgar si implica una pérdida o que todos se vuelvan tan distintos. - Hiroaki tenía un cierto talento para observar y psicoanalizar todo, Yamato dudaba de por qué él no se había vuelto un psicólogo, era bueno en eso, como padre, sin dudas lo había dado todo y este carácter suyo lo había ayudado tantas veces que no se podía quejar, lo había creado bien.

- Esto crees? ¿Soy tan recto así ? - Preguntó indignado consigo mismo.

- Es una virtud, siempre estás pensando en que hacer y lo mejor para ti, actuar conforme tus emociones no es siempre bueno hijo. - Hiroaki le regaló una sonrisa. - Consideró que eres muy maduro, siempre lo eres y admiro esto en ti.

Aunque Hiroaki no se arrepintió y le explicó las Mil y una razones por las que quería a Satoe y todo sobre lo que ella hacía para no tener dudas de que estaría bien todos juntos. Se pasó un poco ya que el sake le subió a la cabeza, pero Yamato lo llevó a dormir y se encargó de todo lo demás, aquella noche eran sólo los dos, su hermana estaba trabajando y se había quedado a dormir en un hotel con los del equipo. Pronto su vida cambiaría y no es que le asustara por él, entendió al final que sentía que Hiroaki estaba demasiado enamorado de esa mujer y era muy poco tiempo, aunque la conocía de mucho tiempo y si volvía salir lastimado como la última vez?

- Ah! Cuidado!- Se sobresaltó, salió de sus pensamientos al escuchar una chica gritando desesperación. Vio como algo se le caía en la cabeza pero consiguió apartarse. Miro abajo y vio un zapato de mujer. - ¡No mires!

No pudo evitar y miró a la dirección de la que venía la voz. Pero antes que pudiera ver algo, escucho los escandalosos llantos de la chica joven. Se dio cuenta de que estaba encima de un árbol agarrada a él, y luego vio que llevaba una falda, pero antes de ver algo desvió la mirada y luego volvió a mirar asombrando " que se supone que estaba haciendo aquella chica allí arriba."

- He dicho que no mires y has mirado pervertidor! - No entendió nada, por que le reprochaba.

- Como no voy a mirar si estas… - pero antes que pudiera acabar sintió un golpe en su cabeza. - ¡Ai! ¡Ei! ¿Se puede saber que te pasa ?! Por qué me has tirado tu zapato!? - Se mostró indignado.

Se sintió irritado por la situación, esa chica no estaba bien y ni sabía porque sabía parado. Prosiguió la marcha pero fue detenido.

- ¡Por favor no te vayas! ¡Ayúdame, no consigo bajarme! - se paró y la miro. - pero no mires.

- ¿Estas loca señorita? Primero me tira un zapato y luego quiere que le ayude? - Dijo enfadado, no solía ser de esta forma con las chicas pero sin dudas no era normal.

- Disculpa, es que me subí y ahora tengo miedo de bajar… - Sin dudas estaba loca y por que tenía que ser el que le sacara de Ali ? - Por favor.

Sus ojos estaban llorosos, parecía un perrito abandonado y en circunstancias normales, era una chica realmente atractiva " Y por que pensaba en ello?". No podía decirle que no, pero tampoco estaba obligado al si.

- ¿Qué quieres que haga ?- dijo pasando la mano por su pelo dejándolo desordenado de agobio, un leve tic que tenía cuando pasaba por estas situaciones que le estresa y sabía que no podía hacer otra cosa contra sus principios.

- Gracias - Repentinamente vio cómo cambió la cara de abandono y tristeza por una felicidad que venía incluida con estrellas y florecitas, una persona fuera del común.

- Salta te sujetaré…

Le costaba mantener los pies en el suelo, siempre fue así, pero era difícil bajarse sola. Mimi había sido una impulsiva al ver un gatito sobre un árbol. Pensó que sería de ayuda hasta que el gatito le dejó tirada y se vio en aquella situación, como llego a esa situación, no lo pensó nada sin duda, quería ser libre y tuvo que huir de Nona-obachan ya que necesitaba valerse por sí misma, conocer un poco de la ciudad, ya que viviría allí, quería ser capaz de encontrar ella sola el restaurante, con tantas tecnologías actuales no tenía problema para esto era una chica muy actual.

Como había salido temprano, se distrajo, los parques de cerezo de Japón eran muy bonitos y entre una cosa y otra, nunca se arrepentía de nada, pero esta vez sí que sabía que había hecho una tontería, aquel gatito sabía trepar árboles mejor que ella.

Era una chica valiente, pero le asustaba no conocer aquel chico aun que necesitaba tener los pies en la tierra, no quería llegar tarde a donde era el destino de su madre, no quería hacer feo le debía mucho.

- ¡No te preocupes! - Yamato no estaba seguro de lo que decía, locuras como esta no era su área pero Mimi confiaba en él, aunque los dos no se conocieran, la pequeña casualidad los hizo cómplices.

Mimi saltó en los brazos de un desconocido. Yamato no estaba seguro pero finalmente consiguió ayudarla, la abrazó fuerte para retenerla. Se cayeron los dos juntos en el suelo en medio de una multitud de pétalos de flores de cerezo. Yamato sintió dolor en su espalda… Para Mimi fue mágico.


Nota: Pues que os a parecido? A mi siempre me a gustado la forma en que los padres de Sakura CC se conocieron, aun que aquí intento cambiar un poco, consigo la misma intensidad claro! Otros habéis notado esta referencia ? Si lo notáis me decís si os gusta ?

Hay mucho que saber más de los personajes, y mirar aquí hay un Yagami y un Takenouchi, son respectivos hermanos de los susodichos, son mayores que ellos, yo sé que Mitsuki tiene la misma edad que Jou-senpai y Akira sí que tiene algo mas, ya los iréis conociendo un poco mejor en los próximos capítulos