CANDY

- Es una sorpresa- Me dice guiñando un ojo

Observo con maravilla las calles de Londres, mientras discuto con Terry es una pelea mitad broma mitad verdad, es nuestra forma de llevarnos, aveces Alessa y Arthur se burlan de nosotros, insinuando diciendo que mejor sería que nos casaramos rápido, la primera vez que nos comentaron eso Terry se ruborizó al igual que yo.

Mientras tanto en otro lugar de Londres Alessa y Arthur se encontraban en la dichosa presentación de la pelinegra en compañía de sus abuelas paternas

Escucho como la tía abuela Elroy habla con mis primos comenta que se alegra que se encuentran bien, los Leagan le preguntan sobre el viaje y su estado de salud, miro a mi derecha y observo como mi prometido está de brazos cruzados, por su expresión se que está molesto, sé cuál es la razón, una de las cosas que odia es la impuntualidad, mi presentación debió ser hace unos 30 minutos, como dicen ellos, los americanos siempre llegan tarde, trato de hacerle sonreír así que me acerco y le comienzo a picar las costillas, él se aguanta la risa así que en un arrebato me abraza al encontrarnos nuestras miradas sin esperar me termina besando, cuando termina el beso me abraza mientras yo me recargo en su pecho

- Niños deben comportarse- Fueron palabras de mi abuela, antes de que pueda disculparme una mucama nos informa que ya me van a presentar

- La Matriarca Ardley regaló unos presentes a sus sobrinos, ella se alegró en que los recibieran, no así Stear y Archie ambos hermanos estaban enojados por no estar Candy con la familia

- Elroy ignorando esto habló- Mis queridos sobrinos quiero que conozcan a un miembro de la familia Ardley, Elroy posó su mirada en la mucama -Melanie hazla pasar, al momento que la sirvienta abría el gran portón Elroy Ardley con voz fuerte dijo- Les presento a su prima Alessa Ward Ardley

- Todos se sorprendieron los Leagan no podían creer que esa chica rebelde podría ser su prima ni en sus más locos sueños, mientras los Cornwell se alegraban un poco, aquella chica era parte de su familia y era la mejor amiga de su prima Candy, con paso decidido entraron Alessa con Arthur y detrás de ellos la abuela Isabella viuda de Norfolk y la abuela Atenea viuda de Ward

- Buenos días seño...,Alessa no pudo completar la frase, debido a la intervención de la tía abuela - Dime Tía abuela- Habló la Matriarca Ardley

- Está bien, buenos días tía abuela, es un gusto volver a verla

- La tía abuela estaba contenta, sin pensar dijo- Ha pasado mucho tiempo, no nos hemos visto desde tu fiesta de compromiso- Alessa sonreía por fuera, pero por dentro quería coser la boca de Elroy, nadien debía saber de su compromiso

Ocho pares de ojos se abrieron muy grande y como si estuvieran hablando en lenguaje mudo sus bocas se movieron

- ¡COMPROMETIDA!

El ambiente se volvió tensó, las abuelas Isabella y Atenea, querían reclamar por dar está información

A la señora Ward los recuerdos del compromiso de su nieta llegaron a su mente

Seis años atrás Estados Unidos - Chicago, mansión Ward Ardley

Su mirada reflejaba tristeza aquella niña que emanaba alegría solo quedaba unas cuantas migajas de esa dulce y tierna pequeña, su abuela Atenea Ward animaba a su querida nieta

- Vamos cariño no te estás comprometiendo con un desconocido conoces a mi niño Arthur desde que naciste

- Abuela- Dijo ella con tristeza- No es eso simplemente es que no puedo creer que tenga que comprometerme con mi mejor amigo, mírame - Dijo con un poco de ira- Solo tengo ocho años, como es posible que me este comprometiendo

- Mi niña- Atenea solo abrazo a su niña no sabía que decir, en eso entra la madre de Alessa.

- Mi pequeña...,a la madre de Alessa se le encogió el corazon al ver a su hija llorar- No llores sabes que eres mucho más linda cuando ríes que cuando lloras - Dijo abrazando a su hija

Bianca Ward Ardley una mujer muy hermosa en todos los aspectos, muchos trataron de ganar su corazón, sin embargo Bianca se enamoró en sus años del colegio de Lucas Ward un hombre que roba suspiros a cualquier mujer

Para Bianca su niña era dulce y de noble corazón.( Alessa sigue siendo así, pero como Terry tiene su máscara de rebelde)- Bianca beso y abrazo a su hija- No llores sonríe, por favor, mi niña no tengas miedo conoces a Arthur desde antes de nacer, es un buen niño se que con el tiempo se lograran quererse

Alessa ya lo quería mucho, ella sabía que no podría amarlo o es eso lo que pensaba en ese tiempo

En otro lugar de la mansión Arthur un niño que estaba próximo a cumplir sus diez años, al contrario de Alessa el se sentía ausente, aún no podía creer que se iba a comprometer con su mejor amiga, por su parte Terry ya con sus diez años se sentía bueno..., él solo quería regresar al internado, si bien sabemos qué no era su lugar favorito, pero lo odiaba menos que el castillo de Grandchester, ambos amigos de la infancia decidieron matar el tiempo jugando una partida de ajedrez

En el gran salón personas corrían de un lado a otro para la próxima alianza, él conde Edward Norfolk y el patriarca Lucas Ward, se sentían muy felices con esta unión, ambos amigos desde niños con su otro inseparable hermano de crianza Richard Grandchester actual duque, si bien el duque de Grandchester nunca más piso suelo americano ( Ya saben la razón es obvia, los malos recuerdo de nuestra suegrita), la amistad de estos personajes nunca se murió, ellos hubieran querido que Richard estuviera con ellos en esta celebración sabían que le dolía aún la separación de Eleanor, tan metidos en sus pensamientos estaban que no se dieron cuenta que Elroy Ardley se les acercó, saludaron con todo su protocolo

Una hora faltaba para el compromiso, antes de esto la Matriarca Ardley, él Matriarca de los Ward, él conde Norfolk y los miembros del imperio Ardley se reunieron, en dicha junta acordaron en no revelar sobre el compromiso hasta que Alessa sea mayor de edad

La fiesta de compromiso inicio con palabras del Conde Edward Norfolk

Buenas noches con todos es un gusto que todos hayan venido a la unión de mi hijo con la señorita Ward, para nadien es secreto que Lucas y mi persona somos muy amigos, el sueño de mi padre fue unir alguna vez a los Norfolk y Ward, este día cumpliremos el sueño de unir ambas familias- Varios aplausos se hicieron presentes, después el patriarca Lucas Ward habló- Como dijo mi buen amigo, les agradecemos a todos por venir, si bien al igual que el padre de mi amigo, también mi padre tenía el mismo sueño, sin más palabras que decir les presento a mi hija, con una voz de orgullo se escucho- CON USTEDES MI HIJA Y FUTURA HEREDERA ALESSA CATALINA WARD ARDLEY, desde lo alto de las escaleras Alessa hizo su aparición, bajando lentamente su padre la recibió, Lucas Ward se puso al lado derecho de su pequeña, mientras Arthur se acercaba al estar frente a su mejor amiga se dió cuenta que era muy bonita, tomo la mano de la pequeña Alessa y se arrodilló para después sacar un anillos de compromiso, al colocarlo en su dedo y besar dicha mano todos aplaudieron, la fiesta siguió sin contratiempos

Isabella y Atenea miraban felices la escena, al igual que sus esposos, lamentablemente tres años después ambos hombres murieron en un accidente, inexplicablemente nunca aparecieron sus cuerpos ( Creen que estén vivos)

Tiempo actual dónde quieren matar a la tía abuela por hablar lo que no es

La abuela Isabella estaba por hablar...En eso interviene la mucama - Disculpe señora Elroy tiene visitas- ¿Visitas?, Hazlos pasar( Ya saben la persona que visita a los Ardley)

La cara de todos era de asombró al ver entrar a Annie Britter, solo los Ward y Norfolk, no conocían a la morena

Después de saludar con los Britter, los dos rebeldes y las tiernas abuelitas salieron de la mansión Ardley rumbo al hipódromo

Mientras tanto una chica rubía y un chico castaño se encontraban en el hipódromo

Ambos rebeldes se la estaban pasando bien, Terry le mostró un caballo que provenía de América, Candy al saber sobre el caballo se puso muy feliz, como regalo el rebelde recibió un pequeño beso en su mejilla, el castaño por el gesto al igual que la pecosa le dió un beso...olvidándose que no era correcto mostrar esta muestra de afecto en público, no hicieron falta uno que otro carraspeó, los rebeldes al notar su conducta indevida se pusieron rojos cuál tomate maduro.

Luego de ver dos carreras, comprar uno que otro dulce y el inesperado encuentro con la persona que adopto a Annie Britter, llegaron sus muy queridos amigos, claro en compañía de estás dos tiernas abuelitas.

Hasta que llegaron¡Al fin!- Mencionó el castaño con tono exagerado

Cómo respuesta obtuvo un - Cállate Terrence

-¿Y ahora?... ¿Por qué tan molestos?- Dijo el castaño con curiosidad

- En el camino te cuento Grandchester

- Candy y Terry se miraron asombrados, sus amigos estaban molestos, en eso se acercan las dos dulces abuelitas

- Terry...mi niño- digeron al mismo tiempo

- Terry como en si estuviera en automático se acercó y abrazo a cada señora- Abuela Isa, abuela Ate- Para Terry era como tener dos abuelas, lastimosamente la suya murió a los 6 años y dos años después murió su abuelo.

- Atenea dirigió su mirada hacia Candy - Me imagino que está encantadora señorita debe ser Candy.

- Mucho gusto señora- Dijo la pecosa con todo el protocolo posible .

- Nada de señora, eres amiga de mis niños, así que considerarme como tu propia abuela

- Isabella no se quedó atrás - Atenea, tiene razón a mi también considerarme como tu abuela

- Gracias abuela Isabella, abuela Atenea - Dijo la pecosa muy feliz, ella no podía creer que era aceptada tal como es por sus amigos y ahora es aceptada por estás dos bellas mujeres, Isabella y Atenea de jóvenes eran unas mujeres muy hermosas, con el pasar del tiempo la belleza de las simpáticas señoras fue creciendo y como dice el dicho los años no pasan en vano, ambas señoras a pesar de ya tener canas y algunas arrugas seguían conservando su belleza a pesar del tiempo siguen robando suspiros

Luego de este emotivo momento, todos se encontraban ya en el carruaje emprendiendo su paseo, mientras contaba Atenea e Isabella cosas de su juventud, como el día no se detiene la tarde llego, así que Isabella hablo

- Mis queridos niños les parece si nos vamos al castillo

- Los cuatro rebeldes solo asintieron

Candy se asombró por entrar a un castillo, nunca imagino tener amigos de la aristocracia e incluso formar parte de una de las familias más importantes de América y Escocia, la Pecosa como siempre de curiosa no pudo evitar preguntar a su prima, antes de hablar Alessa ya se imaginaba lo que su prima deseaba saber

- Candy bienvenida al castillo de Norfolk- Por su parte la Pecosa agradecía saber está información

Ya al estar dentro del castillo fueron recibidos por los padres y hermana de Arthur, Candy fue aceptada por la familia Norfolk, a los Condes les agradaba que su hijo y sus sobrinos tuvieran una amiga como Candy, algo en ella les parecía familiar para Edward era como volver a tener a su amiga de infancia, al igual que él las señoras Isabella y Atenea se sentían igual se sentía como si tuvieran una parte de su amiga e incluso de la hija de su amiga, cada uno mejor decidió hacer a un lado estos pensamientos decidieron que mejor era disfrutar de la compañía de Terry, Candy, Alessa y Arthur

El almuerzo paso entre bromas y una que otra anécdota que cada uno contaba, después de terminar el pastel de chocolate al igual que Candy a Alessa le encantaba este pastel, por eso cada vez que Alessa llegaba al castillo tenían este pastel, al terminar decidieron jugar croquet, Terry le explicaba las reglas de como jugar a Candy, mientras ella trataba de poner mucha atención, pero le era un poco imposible por la cercanía del castaño.

Después de un momento Terry le dijo a Candy que lo intentará sola ella trato, pero utilizo mucha fuerza logrando conseguir que una ventana se rompiera, la Pecosa se puso como tomate maduro por la vergüenza, por otra parte todos estaban que se morían de la risa, no era la primera vez que se rompía una ventana en este lugar, pero que se rompiera cuatro veces la misma ventana ya era otra cosa, luego de ese penoso momento, continuaron disfrutando de la tarde, como el tiempo no se detiene los cuatro rebeldes ya se encontraban dentro del San Pablo al igual que el resto de estudiantes.

ContinuaraHola mis chicas bellas, espero que se encuentren bien...se que no tengo perdón, pero hago lo que puedo, solo les digo que he tenido una semana muy agetriadaBueno chicas me despido, pórtense cómo les de la gana, pero eso sí cuidense y no se olviden comentar y votar