Aquella noche en la casa Loud, mientras gran parte de la familia se encontraba en el salón viendo La Isla de los Conocidos, tres hermanos se encontraban en la habitación de las mayores disfrutando de una serie vieja y a su vez hablando.

Lori: Bien, entonces hemos quedado en que esa noche sin aretes, mañana se colarán nuevamente en la casa del Sr. Quejón y se darán calambres, después tocará ir al parque y terminar en la fuente de los deseos completamente empapados. ¿Me dejo algo?

Lincoln: No, de momento haremos eso. Cuando abandonamos el centro comercial no nos miraban demasiado contentos por lo que mejor dejar que se enfríen un poco los ánimos antes de volver.

Lynn: Si y cuando vayamos, mejor que te vengas con nosotros. Tu puedes distraer a los dependientes mientras nosotros repetimos lo que hicimos.

Lori: Sigo creyendo que también deberían probar a usar ese invento raro de Lisa...

Lincoln: Ya te lo he dicho, Lisa requirió de mis capacidades como ayudante experimentado para hacer unos estudios. Estará todo el día allí metida y mejor no hacerla sospechar... Por el momento.

Lynn: También nos faltaría el asunto de Haiku.

Tras un rato más de charla, Lori se fue al baño mientras sus hermanos seguían viendo la serie. Parecía que al final sí que les estaba gustando, pero tal y como la mayor se fue aprovecharon la privacidad para hablar del asunto espinoso, Lynn le hizo un rápido resumen.

Lynn: ...y bueno, eso es lo que pasó.

Lincoln (nervioso): No puedo creerlo...

Lynn (triste): Ya...

Lincoln (molesto): ¿Como pudiste gastar los 5$ para emergencias en verle los pechos a una chica? ¿Tan acomplejada te sientes? ¡Si te está quedando una delantera preciosa!

Lynn: ¡Oye! No tenía ni idea de que iba a pasar eso... Y en fin, ya no estoy tan molesta por ese asunto... Ahora por lo menos ya las tengo del mismo tamaño que Lucy.

Lincoln: Bueno, lo importante es que precisamente fuese a Brownie a quien ayude la semana anterior por hacer esas cosas.

Lynn (algo vergonzosa): Si, lo se. Ella me dio, a mi, tu... "Recompensa" por ayudarla.

Lincoln: Ah, bueno. Por eso no te preocupes suele pasarme a veces con varias de las chicas.

Lynn (sorprendida): ¿En serio? ¿Quieres decir que Brownie no es la única? ¿Hay más chicas que... Te recompensan?

Lincoln: Si, bueno y también algunos chicos.

Aquella confesión dejó sin aliento a la deportista que miraba con ojos como platos.

Lynn: ¿Y to-todos te "recompensan" de igual forma? Vamos, ¿tu dejas que te recompensen?

Lincoln (extrañado): Yo no quería, pero Clyde se molestó con nuestros compañeros porque siempre me estaban buscando para que les ayudase o les hiciese favores y después se olvidaban de mí. Al final les hizo acordar que si tanto querían mi ayuda, algo en agradecimiento estaría bien.

Lynn (asombrada): Sigo sin creerme que tú aceptases todo esto...

Lincoln: Bueno, no se de qué te extrañas. Tampoco creo que esté tan mal aceptar algunas galletas o algún refresco de vez en cuando...

Lynn se contuvo lo suficiente como para no darse una palmada en la cara. Su mente ya se había imaginado a su hermanito cómo todo un mujeriego que va teniendo acción por toda la ciudad tanto con hombres como con mujeres, pero al final ha resultado que es el trozo de pan blando de siempre. Aquella recompensa de Brownie debió ser algo especial, muy especial ¿no?.

Lynn: Después de aquello, Jordan se me acercó y me recriminó lo que había hecho y me dijo que tú y ella pretendíais ayudar a Brownie para que lo dejase.

Lincoln (tocando su cola de caballo): Si, bueno... Eso es lo que Jordan debe pensar, realmente ha sido mi culpa el no avisarte. Ya estuve hablando con Brownie por lo que estaba haciendo, pero parece que tendrás que hablar tú de nuevo con ella. No me ha gustado nada lo que comentabas del "servicio especial" por 10$

Lynn: Bueno lo intentaré, pero yo no soy como tú. Seguro se me pasan por alto muchas cosas o me quedo sin saber que decir...

Lincoln: Tienes razón, será mejor que cuando quedes con ella también invites a Mollie.

La deportista pasó su mano por su cabello blanco y prefirió no seguir discutiendo. El ruido de agua indicaba que su hermana mayor ya regresaba.

No tardaron en desearse buenas noches y partir cada uno a sus nuevas habitaciones. Lincoln se sentía algo incómodo al tener que compartir habitación con su gótica hermana, pues se sentía culpable cada vez que esta se desvestida delante suyo. Por parte de Lynn era peor, nunca le había gustado el dormir sola, no se sentía cómoda si no sabía que tenía a alguien cerca. No le quedó más remedio que recurrir a sus practicas de onanismo para terminar cansada y dormida.

La mañana llegó sin cambio alguno, el quitarse los aretes no sirvió, por lo que Lori se los devolvió y se los pusieron nuevamente. Tras desayunar, la pareja de hermanos se encontraba esperando agazapados junto a la cerca del jardín, atentos a cuando el Sr. Grouse abandonase la casa para colarse por la ventana.

Lynn: Esto no se siente bien, parece como si esperásemos para cometer un crimen.

Lincoln: Bueno, el colarnos en una casa sin permiso en verdad es un crimen, pero la otra vez no lo hicimos a propósito...

Lynn: Cierto, la otra vez tu entraste sin miramientos y me hiciste entrar a mi también.

Lincoln: Eso no es cierto, solo entraste para vengarte por el calambre.

Lynn: Si, jejeje. Fue divertido.

Lincoln: Pues prepárate, ya sale y nos toca repetir.

De forma silenciosa, ambos estaban a punto de saltar la valla cuando Lynn notó un estirón que no esperaba, notaba como la ropa interior se colaba por la raja de su trasero causándole dolor y como sus pies dejaban de tocar el suelo brevemente.

Lynn: ¡AAAHHH!

Ante el grito de su hermana, Lincoln se giró para ver como cierta chica le estaba propinando a su cuerpo un tirón de calzoncillos atómico. No tardó en reconocerla con aquella camiseta negra de manga corta y encima una camiseta blanca de tirantes, sus pantalones cortos naranjas, las medias oscuras y esas botas. Aquella chica de cabello castaño y sombra de ojos purpura solo podía ser...

Lincoln: ¿Taylor?

Al instante la chica soltó a su presa con una sonrisa triunfal en su rostro, Lynn aún dolorida se giró con rabia para enfrentar a su agresora.

Taylor: Eso por no venir a saludarme Nalgas de Acero.

Lynn: ¿¡ PERO TU QUE TE HAS...?! MPFHH

Lincoln se apresuró en taparle la boca a su hermana y le susurró que se lo tomase como una broma.

Lincoln: Perdónalo, estábamos a punto de hacer una cosa y...

Taylor: ¿Tu no eres la que llamaban "Apestosa Loud"? ¿Vas a mi curso, no? Ah, claro... Supongo que también son hermanos.

Lynn (mordiéndose la lengua): ¿Qué haces aquí Taylor?

Taylor: ¿A que viene esa cara? Hoy tengo la prueba con tu hermana. ¡Fue idea tuya!

La deportista en cuerpo de hombre intentaba disimular, pero su mueca de rabia, no solo por el acto violento si no también por el que le recordasen aquel mote que tanto odiaba, hacia patente que podía reaccionar de forma violenta en cualquier momento. Su hermano se apresuró en interrumpir antes de que Lynn la fastidiase.

Lincoln: ¡Ah, es cierto! Creo que me dijiste que Luna le haría una prueba para ser la nueva batería del grupo.

Lynn: Aah, eso... Pues buena suerte.

Taylor (con sonrisa malvada): A eso mismo venia.

De un empujón tiró al peliblanco al suelo y antes de que pudiese reaccionar le había tomado uno de los pies, quitado una de las zapatillas y le estaba haciendo cosquillas. Lynn no podía aguantar la risa, pero a la vez le molestaba enormemente mientras miraba la espalda de la chica que le tenia apresada la pierna.

Taylor: Las patas de conejo blanco dicen que dan buena suerte, jejeje.

Lincoln tragó saliva temiéndose lo peor cuando vio a su hermana pateando el trasero de la antigua bully y tirándola de cara al suelo. Lynn se apresuró en levantarse y tomar posición de batalla, pero Lincoln logró tumbarla de nuevo en el suelo antes de que Sharon se voltease a mirar.

Taylor: ¡Auch! ¿Pero a ti que te pasa? Estas muy raro hoy blancuzco.

Lincoln: Mira, ahí viene Luna. Disculpa pero tenemos que irnos.

Taylor lanzó una ultima mirada extrañada al peliblanco antes de despedirse para ir con Luna a probar su destreza con la batería. Lincoln y Lynn se apresuraron en saltar la valla y colarse en la habitación donde había esa alfombra.

Lynn: ¿Se puede saber que le pasa a esa tipa? Creía que con la que le montaste en el autobús de la escuela hace unos años no volvería a meterse contigo, pero parece que ahora la tiene tomada contigo en exclusiva. Me han dado unas ganas terribles de pegarle una buena paliza.

Lincoln: ¡Por eso te he tenido que tirar al suelo!. Ella es así, siempre me hace bromas similares, pero ahora no las hace a mala fe. Me considera como su amuleto de la suerte o algo así, en verdad es bastante simpática.

Ante aquellas palabras de su hermano, Lynn no pudo evitar recordar a Ronalda, la antigua EX del peliblanco y tal como la justificaba, parecía que el chico tenia preferencia por aquel trato brusco, puede que se quejase de las bromas de Luan del 1 de Abril, pero tampoco ha vuelto a inventar ningún plan en solitario para librarse.

Rápidamente se descalzaron y empezaron a moverse por la alfombra dándose chispazos el uno al otro varias veces. Lynn lo hacia perdida en sus pensamientos, pero Lincoln intentaba divertirse una vez más y bromeaba. Al final, consiguió sacar a su hermana de aquel estado pensativo que aunque era normal para el cuerpo del peliblanco, en su hermana deportista era muy raro de ver. Tras un buen rato de calambres y risas, salieron de la casa del vecino y se volvieron a calzar.

Lincoln: Jejeje. Así me gusta más, perdedora. Tenemos que repetir todo, incluso el divertirnos.

Lynn: Si, tienes razón jejeje. !Ven aquí pequeñajo¡

Sin motivo, Lynn le dio un abrazo a su hermano y puso su barbilla sobre su cabeza. Lincoln le solía hacer eso para molestarla, pero el hacerlo ella ahora se sentía muy bien, pero había algo extraño, algo...

Lynn: *sniff* *sniff* Lincoln... ¿Qué es ese olor?

Lincoln: ¿A que te refieres?

Lynn: ¿Has usado el champú de Lola?

Lincoln: Eeeehhh... ¡Mira que tarde es! Vayamos corriendo al parque, seguro que esta vez te gano. Preparado, listos, YAAA.

Antes de poder reaccionar, Lincoln había empezado a correr a toda prisa. Lynn intentó seguirle el paso, pero ni con su mejor esfuerzo lograba acortar distancia. Su hermano no estaba acostumbrado a bajar el ritmo, ella siempre trotaba mientras él corría con todas sus fuerzas, pero ahora que habían cambiado de cuerpo la gran diferencia de velocidad se hacia patente.

Lynn seguía corriendo después de haber perdido de vista su cuerpo, francamente empezaba a sorprenderse del cuerpo de su hermano pues aunque no era nada rápido, por el contrario tenia mucha resistencia, no notaba a penas cansancio tras correr por varias cuadras. Hasta hace unos años era todo lo contrario.

Cuando llegó al parque la escena que se encontró la dejó parada en un principio, su hermano no dejaba de correr en círculos al rededor de la fuente de los recuerdos mientras era perseguida sin cesar por el guarda que casi los detiene la ultima vez. Por algún motivo empezó a reír y a recordar la música de cierto programa.

*Inserte música del Show de Benny Hill*

Lincoln intentaba llamar la atención de su hermana que no podía más que aguantarse el estomago al verlo correr con cara asustada mientras era perseguido por aquel guardia. Justo cuando parecía que esta le empezaba a prestar atención le tocó frenar en seco y correr en dirección contraria al encontrarse de frente con el guardia que había tomado la dirección contraria en un despiste suyo.

Lynn (preparándose): Vale Lincoln, lo he entendido. Hazme la señal.

Tras dos vueltas más a la fuente, Lynn vio la señal y se lanzó una vez más a la carrera, logró sincronizar su paso para que ella y su hermano se cruzasen, chocasen y terminasen los dos de bruces en el agua de la fuente.

Por desgracia, en esta ocasión no lograron librarse del guardia el cual los sacó a rastras del parque, no sin antes tomarles unas fotos para el resto de guardas y el teléfono de su casa para avisar a sus padres de su comportamiento.

Lincoln: Buff... Menudo cansancio. Creo que ni en el partido de fútbol me había cansado así.

Lynn: Si te soy sincera, me asusté un poco cuando estaba llamando a casa. Si esto no funciona y nos hubiesen castigado por el resto del verano hubiese sido horrible.

Lincoln: Si, hemos tenido suerte de que Luna se hiciese pasar por mamá, pero le debemos una bien gorda y seguro que no tardará en pedirnos que se la devolvamos.

Lynn: No eres nada rápido...

Lincoln: Pues estoy en tu cuerpo... He corrido con todas mis fuerzas.

Lynn: No, me refiero a tu cuerpo. Eres lento, pero creo que tienes más resistencia que yo.

Lincoln (con cara picara): ¿No me habías dicho ya algo parecido?

Lynn: Pu-Puede, bueno... ¿A QUE VIENE ESA CARA? Solo decía que podrías resistir mejor que yo las carreras larga.

Lincoln no pudo evitar reírse un poco ante la cara molesta que ponía su hermana, pero no estaba dispuesto a dejar de molestarla todavía.

Lincoln: Vale, lo siento. ¡Golpecito de disculpa!

Con un rápido movimiento golpeó el brazo de su hermana y logrando que esta lanzase un quejido. Su hermano se estaba tomando demasiado en serio lo de imitarse mutuamente y eso la molestaba, ella no era tan brusca y molesta, ¿no?

Lynn: Por hoy hemos terminado, vamos a por unas hamburguesas y luego te acompaño al partido de softball.

Lincoln: Como quieras, pero suenas rara. ¿Seguro que no me traerás mala suerte si vienes? Jejeje

Lynn (molesta): Vas a seguir restregándome eso toda la vida, ¿verdad?

Lincoln (con mirada altiva): Es lo único con lo que te puedo molestar ahora que estas más alta, jejeje.

Lynn: Vale, vale... Yo me marcho a casa entonces. Procura no liarla esta vez y acuérdate de hacer mis rituales.

Lincoln: Solo pienso hacer los más cortos, girarme la gorra tres veces, saltar hacia atrás en cuclillas diciendo alehop y tirar arena por encima de mi hombro.

Tras tomar algo en Erupt Burger los hermanos se despidieron, Lincoln se dirigió al partido y Lynn volvió a casa donde cierta hermana la esperaba impaciente.

Lisa: Ya era hora homo shapiens, tenemos que proceder con lash pruebas acordadas.

Lynn: ¿De que hablas cerebrito?

Lisa: Tenemos que probar dosh protesis robóticas, tres sueros y haremosh unas pruebas psicológicas, parece que nuestra unidad fraternal con músculos por cerebro esta invadiendo tu psique. Te dejash influenciar muy fácilmente Lincoln, jeje.

Lynn (extrañada): ¿Tuuu... acabas de bromear?

Lisa (ajustando sus lentes): Cierto, puede que yo también me este dejando influir por ti. Si se vuelve un problema a futuro lo corregiré con cirugía láser.

Lynn: Vale Lisa, probemos esos trastos y pócimas lo antes posible, pero nada de pruebas psicopaticas de esas.

Lisa: Corrijo mi afirmación anterior, creo que has pasado demasiado tiempo con ese tal Zach, deberé estudiar si el cerebro reblandecido es contagioso.

Tras acceder al laboratorio de la joven genio, esta llevó a su hermano hasta una mesa donde lo tumbó para después ponerle con correas un extraño aparato atado a su brazo derecho. Era un armatoste bastante grande y molesto. Tenia dos secciones para cada parte del brazo mas varias secciones pequeñas correspondientes a cada parte de los dedos.

Lisa (Apretando un botón): Bien, procedo a activar el aparato. Una vez encendido prueba a cerrar y abrir el puño así como a mover el brazo como hemos hecho las otras veces.

Lynn: ¡AUCH! ¡Ay! ¡AAAAAHHH! Dueleeee, se esta doblando en la dirección contraria. Lisaaaaaaa

Lisa: Voy, voy, voy...

La científica se apresuró en desconectar el aparato y librar al peliblanco de aquel trasto que describió como un aparato de tortura. Lisa dejó que el muchacho se masajease un rato el brazo dolorido antes de presentar el nuevo dispositivo.

Lisa: Tendré que corregir el sistema hidráulico. Esta versión es menos potente, pero más sutil. Toma, ponte esta camisa. He integrado en los tejidos varios circuitos para aumentar la potencia de flexión y agarre.

Lynn: ¿Solo tengo que ponerme la camisa y ya?

Lisa: Correcto, una vez te la pongas prueba a girar esta manivela.

Lynn (abrochándose): ¿has inventado una camisa para que sea más fácil sacar agua de un pozo o para usar un gato hidráulico?

Lisa (molesta): No digash tontearías, venga prueba de una vez.

Algo molesta ante la impertinencia de su hermana de 7 años, Lynn se dirigió a la manivela y la tomó con la mano, pero a la hora de girar el brazo...

Lisa: ¿A que eshperas? Gira en sentido horario

Lynn: N-No puedo, se ha quedado rígido.

Lisa: ¿Rígido?

Lynn: No puedo mover la manivela... ni mover el brazo... ni nada. ¡Quítame esto de una vez!

Lisa: Traigo el cortador láser, no te impacientes. Tendré que trabajar más en los prototipos, por ahora pasemos al tónico de fuerza y la inyección automusculadora.

Tras libarse del invento, aquella camisa se quedó fija en esa posición incluso suspendida en el aire. La joven científica le dio a beber un tónico que logró aumentar los músculos de las piernas del muchacho durante los segundos antes de que empezase a tener nauseas y vomitar. La inyección fue algo diferente.

Lisa: Bien, con eshto lograremos el objetivo. Sholo es un pinchacito de nada y... YA. ¿Como lo sientes?

Lynn: Pues... Bien, noto el brazo más ligero, esta... esta bien... pero... ¡LISAAA! MIS DEDOS ¿DONDE ESTÁN MIS DEDOS? Mi mano se ha quedado como un muñón.

Sacudiendo asustada su brazo, Lynn golpeo sin querer la mesa hundiéndola en el suelo y después golpeó varios aparatos que tenia cerca partiéndolos en pedazos. Lisa se apresuró en usar un arma tasser para detener a su hermano y ponerle el antídoto antes de que rompiese más cosas.

Lisa: Ya está, ya está... En serio Lincoln, es la ultima vez que te hago un favor, no dejas de quejarte y eso que esta vez hemos conseguido que la inyección te dote de fuerza como un chico superpoderoso. El problema del muñón ya lo corregiré tras estabilizar el compuesto.

Lynn: ¿Que yo qué? Lo que sea, por hoy es suficiente, me marcho.

Lisa (molesta): No tan rápido hermanito, aun me debes mi correspondiente pago. Necesito esa muestra de tus secreciones.

Lynn (alarmada): ¿QUEEEEE?

Lisa: No te hagas el tonto, sabes que ese es nuestro trato.

Lynn (pensando): ¿Pero que demonios se trae Lincoln con Lisa? ¿Cómo le permite estas cosas? Mierda, será mejor que lo haga rápido y ya hablaré después con él.

Lynn (rodando los ojos): Vale Lisa, dame un pote y te lo traeré lleno.

Lisa (poniéndose un guante de plástico): No sherá necesario. Como shiempre, prefiero tomar las muestras en persona.

Lynn: ¿Qué queeeEEEEE?

.*.*.*

Lincoln llegó temprano al partido y aprovechó para cambiarse a solas en el vestidor y así ahorrarse el bochorno de tener que espiar a sus compañeras mientras se cambiaban. Cuando empezaron a llegar, disimuló haciendo los rituales que solía hacer su hermana. Margo no tardó en salir y unirse a ella haciendo los mismos rituales. Una a una se iban saludando de forma animada y se unían a esos rituales los cuales, la mitad Lincoln se los estaba inventando para mantener el animo del equipo.

Paula (sin mirarle a la cara): Vale Lynn, termina ya. El equipo contrario ya está aquí.

Lincoln: Si, esto Paula... Veras, sobre lo del otro día...

Paula (en tono seco): Juguemos el partido de una vez. Primero la victoria y después la charla, ¿No es así?

Su compañera le dio la espalda y se dirigió al montículo para ser la primera lanzadora. Todas tomaron sus posiciones, pero al ver entrar a la capitana del equipo al campo, un gran alboroto se formó en las gradas de los espectadores. Había un grupo con pancartas que no dejaban de silbar y gritar mientras Lincoln tomaba su posición. No sabia si aquello era algo normal para su hermana o no, pero le daba algo de vergüenza. Cada vez que una bola salía volando hacia su zona, la muchedumbre con pancartas empezaba a gritar nuevamente mientras alzaba sus letreros. En estos días no se había dado cuenta de que a Lynn le costaba leer de lejos. Finalmente cuando le tocó batear y logró una carrera completa pudo pasar cerca de las gradas y observar bien al grupo y sus pancartas.

Lincoln: Pero... Esas son las chicas del "CataKrock Athletic Club"...

Los gritos y los silbidos aumentaban cuanto más se acercaba a la zona de aquellas chicas con diferentes yesos, collarines o brazos en cabestrillo. Algo avergonzado pudo leer los carteles que alzaban orgullosas.

"VAMOS LYNN", "LYNN LOUD LA MEJOR DEPORTISTA", "FIRMA MI ESCAYOLA LYNN" y "LYNN TE QUEREMOS"

La respiración se le aceleró al ver las caras alegres de ese pintoresco grupo que le dedicaba sonrisas y gritos. Cada vez comprendía más y más el motivo por el cual a su hermana le gustaba tanto ganar, se sentía muy bien que la gente le vitorease de esa manera. Aunque seguía sorprendido de que precisamente aquel equipo con el que no se contuvo hubiese venido a animarle.

El partido se le hizo bastante corto y más divertido de lo que recordaba que era ese deporte, seguramente el no tener a Lynn de contrincante hacia las cosas más animadas al no saber si se ganará o se perderá. En esta ocasión se sentía tan eufórico que no reparó en vergüenzas o caballerosidades, se metió con sus compañeras en la ducha celebrando la victoria entre risas y gritos, empapándose las unas a las otras con botellas de soda y usando toallas húmedas como látigo.

Tras ducharse y cambiarse, Lincoln estaba dispuesto a regresar a su casa. Ahora que la emoción ya había pasado, la vergüenza regresaba a él y sobretodo cierta incomodidad, en especial al pensar en como Margo o Polly se abrazaban a él con sus cuerpos desnudos.

Paula: ¿Pensabas irte sin más?

Los nervios se apoderaron de él, su instinto hacia que se quedase dando la espalda a su compañera intentando ocultar su erección, solo que ahora en el cuerpo de su hermana eso resultaba imposible.

Lincoln: Pa-Paula. Se que teníamos que hablar y...

Paula (irritada): Si, vale. LO SIENTO. ¿Eso querías, no?

Lincoln (Sorprendido): ¡NO! Yo, mira, se que querías que nos controlásemos y yo, bueno, no lo hice... al principio. Lamento el haber causado...

Paula (triste): ¿Cómo que lamentas? ¿No los has visto a todos animándote? Te acusé de insensible y de centrarte solo en ganar...

El muchacho se giró al escuchar el tono lastimero de su compañera lesionada, esta tenia un rostro apenado, como si ella hubiese hecho algo malo.

Lincoln: Tu solo querías que tus antiguos compañeros no se hiciesen daño, no hiciste nada malo.

Paula: ¡CLARO QUE SI! Olvidé completamente el porque dejé aquel equipo y me apunté al tuyo y a todos en los que participas. Desde que jugamos por primera vez juntas en el equipo de básquet, me sorprendió ver que al contrario que las demás tu no me tratabas diferente, para ti era una más, sin importar si estaba lesionada o no. Ellos te están tan agradecidos precisamente por eso mismo, eran tus rivales y no te anduviste con miramientos de si eran débiles o fuertes, los trataste como iguales.

Unas discretas lagrimas rodaron por el rostro de la chica rubia mientras intentaba terminar su monologo.

Lincoln: Bu-Bueno, yo...

Paula: Precisamente empecé a criticarte y acusarte de hacer precisamente lo que más me gustó de ti y lo que les ha gustado también a ellos. Ya saben que jamás podrán ganar un partido, pero el que todos los contrarios jueguen contra ellos como contra niños de parvulario las hacia enfadar. El otro día me fui a disculpar con ellos por tu actuación y me recordaron todo esto, me echaron la bronca.

Lincoln: Tu intención era buena Paula...

Paula le dio a su capitana un abrazo y se disculpó una vez más. Lincoln correspondió aún algo incomodo, se encontraba abrazando a una chica que apenas hacia unos minutos había visto desnuda.

Paula: Muchas gracias Lynn, llevo tanto tiempo jugando con vosotras que ya no recordaba la impotencia de que me tratasen como a una pobre niña a la que han de vigilar constantemente para que no se haga daño.

Lincoln: Tu eres una gran deportista Paula, te he visto marcar goles jugando a futbol que otras no se atreverían, es sorprenderte ver como eres capaz de botar la pelota en basket mientras te las arreglas con una sola muleta. Si te digo la verdad, tras el partido he dudado mucho. Puede que tuvieses razón, te vi tan enfadada que...

Paula (avergonzada): Bu-Bueno, en verdad estaba más enfadada por lo otro...

Lincoln: ¿Lo otro?

Paula: Ya sabes, cuando en la practica anterior te pedí que me presentases a tu hermano, ese peliblanco que nos viene a ver en muchos entrenos. Me sentó muy mal que te negases. Se que es tu hermano pequeño y creí que te negaste porque no me creías lo suficientemente buena para él, pero ahora creo que en verdad lo hiciste para protegerme a tu manera.

Lincoln (con sudor en su frente): No... No se si era eso exactamente...

Paula: No te pega nada ser modesta Lynn. Muchas gracias y perdona una vez más. La próxima vez que le vea, me presentaré yo misma, nada de depender de otros. Me lesionaré fácilmente, pero no soy ninguna minusválida que necesite ayuda para todo. Nos vemos capitana, no cambies nunca.

Con una sonrisa, la chica rubia se marchó con una gran sonrisa, una de las mayores sonrisas que se le habían visto a la perpetua lesionada. Lincoln por su parte se fue con una sensación muy extraña. Por una parte, se sentía alagado de que Paula quisiese conocerlo mejor, pero a su vez no entendía el por que su hermana se había negado a presentarlos formalmente. A demás llevaba un rato sintiendo un peculiar picor en su zona inferior, junto a una sensación húmeda que se incrementaba cada vez que recordaba la escena en las duchas.

.*.*.*

Por la noche, el curioso trío se reunía nuevamente en el cuarto de las mayores para su sesión de anime.

Lori: Bien, misión cumplida. Con suerte, mañana volveréis a vuestros cuerpos o como mínimo podremos tachar literalmente dos cosas más de la lista.

Lynn: Vale Lori, ¿ya sabes cuando podremos ir al centro comercial?

Lincoln: Si, queremos terminar con esto cuanto antes.

Lori: Lo siento chicos, pero dudo que podamos ir hasta pasado el cumpleaños de las gemelas.

Lynn: Pues espero que lo de hoy funcione o terminarán descubriéndonos.

Lincoln (Enfadado): Y no me extraña, Lisa está de los nervios. ¿¡Como se te ocurre bajarte los pantalones para una muestra de secreciones nasales?!

Lori (enfadada): Si, vale que intentes imitar a Lincoln, pero ni él es tan pervertido.

Lincoln: !QUE NO SOY NINGÚN PERVERTIDO¡

Lynn: Lo siento, ¿vale? Cuando dijo que tenia que darle una muestra de mis secreciones... ¡No sabia que se refería a los mocos! ¿Qué es lo que le pediste? No solo le haces de conejillo de indias si no que a demás te toma muestras raras.

Lincoln (Alarmado): ¡E-Eso no te incumbe!

Lori: Yo sigo pensando en que eres un pervertido hermanito, por mucho que digas, no sabes disimular, no has parado de frotarte disimuladamente desde que has regresado.

Lynn: Siiii, eso estaba mirando yo... !Pervertido¡

Lincoln: ¡No... No es mi culpa! En las duchas...

Lynn (enfadada): ¿Te has atrevido a meterte en las duchas con MIS amigas?

Una pelea empezó en el cuarto de las mayores entre Lincoln y Lynn, Lori no se molestó en intervenir, solo rodó los ojos y se puso a teclear en su celular. Lynn se revolvía con todas sus fuerzas, pero Lincoln ahora contaba con el cuerpo con más fuerza. El ruido atrajo al resto de hermanas a ver que era lo que pasaba. Lori lo zanjó indicando que uno era fan de Hyuga y el otro de Genzo y como siempre han empezado a molestarse el uno al otro.

Aquella noche ambos terminaron enfadados en sus cuartos, Lincoln molesto con Lynn pues había logrado que todas en la casa lo llamasen pervertido, Lynn molesta al saber que a su hermano se le dio mejor el ser la capitana del equipo que a ella y de que se aprovechase para ver a todas sus amigas desnudas. Ambos solo deseaban que todo aquello se terminase de una vez y regresasen a sus cuerpos.

Lincoln: Espero que mañana vaya todo bien con Brownie y Mollie. Como vuelva a meter la pata como con Stella voy a tener que olvidarme de verdad de lo que quiero... Maldita sea Lynn, eres una idiota.

Mientras, a un par de puertas del cuarto, concretamente en el armario del fondo del pasillo que habían convertido en cuarto.

Lynn (abrazando a Bun bun): Lincoln, eres un estúpido pervertido. Seguro que ni te has dado cuenta de...

*toc* *toc*

Lana: Lincoln, he tenido una pesadilla ¿Puedo dormir contigo?

Lynn: ¿Lana? Bu-Bueno, pasa.

La pequeña plomera, entró a la habitación y cerró la puerta tras de sí. Se apresuró en subir a la cama y abrazar a su hermano. Lynn le devolvió el abrazo a la pequeña pensando en que podría dormir tranquila por lo menos esa noche ahora que tenia a alguien compartiendo la cama.

Lynn: Creía que cuando tenias pesadillas ibas a acostarte con Lori y cuando no esta, con Luna.

Lana: Vaaale, me has pillado. Estoy aquí por otra cosa...

Lynn (sorprendida): ¿En serio? ¿Por que?

Lana (Sonriente): ¡Quiero que me dejes ver tu pene!

Lynn: ¿QUE QUE QUEEEE?


Un nuevo día ha pasado y parece que estos dos hermanos empiezan a notar las molestias de que alguien esté viviendo su vida por ellos. En el próximo capítulo tocará que Lynn intente arreglar los problemas con Brownie mientras que a Lincoln, hay cierta hermana que le tiene preparada una sorpresita.

Espero que este capitulo haya sido de vuestro agrado. Desconozco cuando traeré el próximo capitulo, pues se acercan las vacaciones de navidad y no se como andaré de tiempo.

Procuraré que el siguiente capitulo sea un poco más entretenido. Muchas gracias a todos, queridos lectores. Un fuerte abrazo.

msjorten - Muchas gracias y Lo siento, no soy partidario de hacer spoilers, solo piensa en que ahora mismo Lincoln es quien esta compartiendo cuarto con Lucy ^_^

zombieoperistico - Lana aún tiene posibilidades, después de todo ya ha demostrado en varios capítulos que puede ser tan femenina o más que su gemela. Veo que alguien conoce bien el lema de los Green Lantern xDD Como bien indicas, hay varias hermanas que sospechan de las cosas que podria hacerle Lynn a su hermanito y Lucy no parece sentirse muy cómoda con ello, ya veremos que pasará con esta actitud. La pobre Jordan está realmente preocupada por su amiga, veremos que había planeado el albino en otro capitulo ^_^ Lynn pudo comprobar lo bueno y lo malo de tener algo entre las piernas, Brownie y Jordan, menudo par de chicas, jejeje. Por el resto... No se sabe si llegaran a poder ver el final o si recuperarán sus cuerpos antes. Muchas gracias zombieoperistico, un abrazo ^_^