Hola a todos, he estado unos días sin publicar, pero es que están volviendo a ser unos días super ocupados, y no he tenido tiempo de escribir ni publicar. En cualquier caso estoy a medio del capitulo 11 . Intentaré seguir avanzando y mientras os iré dejando capítulos lo más pronto que pueda.

Este es corto, y el próximo también, ya sabéis que no los hago todos iguales, voy cortando por donde lo veo más interesante, espero que os guste y os deje con ganas de más


Claire fue todo el camino en el coche en silencio. Aunque se moría por preguntar cada dos minutos, ¿A dónde vamos? Cuando llegaron, las puertas del museo de animales marítimos que se encontró le dio más preguntas que respuestas.

-¿Qué hacemos aquí? - preguntó Claire

Neil no preguntó, la cogió de la mano y la guió hasta el estanque de leones marinos. Los ojos de Claire se llenaron de lágrimas al llegar. Neil se apresuró a explicarse.

-Dijiste que no podías enfrentarte a tu pasado, a tu madre. Pero si puedes Claire, no importa que esté muerta, ni el pasado que teníais pendiente. Crees que tienes cosas pendientes por el daño que te hizo, pero la realidad es que todos los que perdemos a alguien nos quedamos con muchas cosas que decirles. Supongo que por eso los cementerios, los templos, las oraciones acaban cobrando significado...La gente necesita despedirse. A su modo, necesitan sentir que controlan la pérdida, el dolor.

-¿Y qué hacen? La gente digo, ¿Qué hace en todos esos sitios? ¿Cómo se desprenden de este vacío?

-Hablan. O gritan, o dejan flores o no sé, supongo que hacen todo aquello que no nos atreveríamos a hacer si nos viesen. Por eso te he traído antes de que abran, conozco al dueño, aún tenemos un rato. Estaré por aquí si me necesitas.

Neil se alejó y la dejó sola junto al estanque.


Neil se apoyó en el quicio de la puerta de entrada, Claire estaba a unos 500 metros. La había dejado junto al estanque para darle un momento de intimidad. Aunque sabía que hacía lo correcto y que Claire necesitaba esto, le dolía verla sufrir.

La veía de espaldas, apoyada a la barandilla y su cuerpo doblándose y temblando, como si le diesen espasmos. adivinó que estaba llorando, y no envidió su situación en absoluto. Tampoco se acercó, esto era algo que tenía que hacer sola.

Había pasado más de media hora cuando la vio sentada en el suelo, parecía más calmada. Neil se acercó con cuidado, y se sentó a su lado a una distancia prudencial

-¿Estás bien?, perdón, ahora dicho en voz alta suena algo estúpido.

-Aún hay algo más que quiero hacer-contestó Claire ignorando su disculpa.

-¿El que?

-Confía en mí, vamonos- se levantó Claire dándole la mano.

Neil no tuvo que responder, la seguiría donde fuese

¡Nos vemos en el próximo!