Gracias a NatBBfan por leer siempre mis historias, espero seguir sacando tiempo para hacerlo
Os dejo otro capítulo, espero que os guste
Gabby estaba sentada en un butacón leyendo un libro. No hizo falta hacer ningún ruido ni saludar. Fue como si sintiese que alguien la observaba y levantó la cabeza, solo necesitó un segundo para tirar el libro en el butacón y levantarse corriendo.
-¡Neil!- gritó Gabby mientras se tiraba a su cuello.
Neil la abrazó riendo a carcajadas, Claire observaba más atrás sonriendo. Nunca le había visto tan feliz.
-Eh, quiero presentarte a alguien, esta es mi amiga Claire.
-Hola Gabby - contestó Claire sonriendo
-Hola, ¿Eres su novia?- respondió Gabby riendo y tapándose el rostro con vergüenza.
Ambos rieron nerviosamente.
-Es mi amiga películera. Anda vamos enséñame que has hecho hoy.
Gabby los arrastró a ambos hacia la estantería del salón para mostrarle su cuaderno de dibujos.
-¡He vuelto a ganar! - exclamó Gabby riendo.
-Yo creo que haces trampa- respondió Neil
-¿Siempre le ha sentado tan mal perder? - respondió Claire burlándose
-Siii.- respondió Gabby riendo aún más fuerte.
3 horas después
Habían abandonado el centro unos minutos antes y estaban paseando por los alrededores.
-Hacía mucho tiempo que nadie triunfaba tanto con mi hermana.
-La verdad es que es muy divertida y simpática. No para quieta ni un segundo.
-Sí...así es Gabby. Cariñosa, divertida y ...diferente.
Neil se sentó junto a un tronco del camino, Claire se sentó junto a él sin decir nada. Apoyándolo en silencio. No sabía cuánto tiempo estuvieron así, hasta que Neil estuvo preparado para hablar, tampoco importaba, el silencio entre ellos nunca había sido un problema.
-Nació así…¿Sabes? Aunque yo de pequeño no lo entendía claro. Yo era niño, ella también, no había mucha diferencia. Con el tiempo lo supe, claro, pero aún era pequeño para entender lo que estaba pasando. Gabby siempre estaba en casa. Nunca salía, no iba al colegio, ni a asociaciones, ni hacia actividades que la estimulasen y ayudasen. Era como si la tuviesen escondida. Cuando comprendí lo retorcido de todo lo que había pasado ante mis ojos durante años quise morirme.
-¿Qué clase de padres no aceptan a su hija Claire? ¿Quiénes la rechazan por algo así?
Claire no contestó, sabía que sólo era una pregunta retórica.
-Les enfrenté pero no hubo respuesta, divagaciones, es duro, no lo entiendes...Que la querían , que no me atreviera a juzgarles… Decidí dejarlo estar, ellos no iban a cambiar, no entendían lo que le ocurría ni habían hecho ningún esfuerzo para hacerlo. Pero, yo aún estaba a tiempo. Durante el tiempo que seguí en casa intenté hacerla feliz. Ayudarla y que tuviera una vida lo más normal posible en su condición.
-Eso dice mucho de ti
-Reaccioné tarde
-Eras un niño y no era tu responsabilidad.
Neil suspiró
-Todo cambió cuando fui a la universidad, prometí bajar cada fin de semana, en todos los periodos de vacaciones pero dio igual, en cuanto me instalé, la metieron en un centro sin contármelo. El más lejos de casa, fue increíble. La mandaron a la otra punta del país. Y no la visitaban. Decían que ese era más barato pero había otros a buen precio en el mismo estado. Creo que no sabían afrontarlo y siempre la apartaron, no sé…
-Este centro no está tan lejos de donde te criaste…
-Es que no era este, aquí la traje en cuánto cobré mi primer sueldo de residente, pedí más préstamos cuando no había pagado los de los estudios y ni lo pensé. Es uno de los mejores del país, privado sí, pero es bueno, y además cerca de casa, pero da igual nunca la visitan. Una carta de vez en cuando.
-Lo siento Neil.
-El otro día llamé a Gabby para decirle que hoy venía y volvió a preguntarme, una vez más, que si venían papá y mamá conmigo. Por eso estaba tan enfadado estos días.
-No puedes controlar lo que hacen los demás, no puedes cargar también con eso, solo con lo que haces tú. Y tu, siendo tu, la estás ayudando mucho.
-Y tú, Claire, tú también. Hacía tiempo que mi hermana no pasaba un día tan feliz sin preguntarme por ellos cada diez minutos.
-No he hecho nada.
-Sí, si lo has hecho.
Volvieron a quedarse en silencio, mirándose esta vez. Un motor de una moto a lo lejos les sacó de su ensimismamiento.
-Anda, vámonos a casa.- dijo Neil levantándose
¡Nos vemos en el próximo!
