Hola a todos, sigo escribiendo la historia, espero que os siga gustando, aquí os dejo otro capítulo
Cuando llegaron a San José , aún estaba anocheciendo, quedaba algún comercio abierto, ultimando el cierre. Y parecía extrañamente tranquilo. Se respiraba paz, cuando llegaron a casa de Neil, Claire aún tenía que coger su coche para irse a su casa cuando de pronto Neil propuso algo.
-Eh..¿Te apetece cenar algo?
-Mmm, no sé . ¿Aún quedará alguna mesa? Quizá sea tarde.
-No, conozco un sitio. No tendremos problema, ¿Vienes?
Claire dudó un segundo.
-Sí, claro.
El restaurante era tranquilo, pero familiar, cálido y hogareño. A Claire le recordaba a uno de los que nunca visitaba con su madre. Es curioso lo que recuerda la mente, lo que no hemos hecho. Ella pasaba los días previos a las celebraciones especiales deseando ir, como iban sus compañeros de clase, pero ella nunca lo hacía.
La noche en el restaurante había sido una experiencia desde el principio.
30 minutos antes
-Neil, ¡has venido!- gritó un camarero de mediana edad nada más verle entrar.
-Hola Patrick- respondió Neil riendo mientras le abrazaba.
-María, ¡Ha venido Neil!- exclamó el camarero gritando mirando hacia la cocina- al tiempo que salía una mujer hispana de la misma, corriendo para abrazar a Neil.
-Te hemos echado mucho de menos, ¿Dónde te habías metido?
-María deja al chico, vino hace un par de meses
-Eso es mucho tiempo Patrick- refunfuñó ella
Neil rió, estos dos seguían como siempre
-He estado muy liado , lo siento. Por cierto, os presento a mi amiga Claire, trabaja conmigo en el hospital.
-Hola - saludó Claire sonriendo y tímidamente.
Ambos respondieron sonriendo y abrazándola.
Durante la cena
Les habían dado una mesa apartada, tenían intimidad y lejos del ruido. Claire no aguantó más la intriga.
-Entonces…¿Quiénes son? Patrick y María quiero decir.
-Los dueños- contestó Neil burlonamente
-Muy gracioso, eso ya lo suponía, quiero decir para ti, entre vosotros, obviamente parece que os conocéis y parece que hay una historia…
Neil suspiró y rió quedamente
-Están casados, y regentan este restaurante desde hace tres décadas. Su hija fue de mis primeros pacientes en el hospital cuando comencé mi residencia.
A Claire no se le escapó que habló en pasado cuando se refería a la niña.
-Hubo un accidente de tráfico entre varios vehículos y un autobús escolar. La hija de ambos, Sophie, iba en el autobús y no tuvo mucha suerte, el autobús volcó quedando de lado y ella se llevó todo el golpe en la cabeza, además de heridas internas. Pudimos operar para cerrar una herida que se le había abierto internamente pero...el golpe en la cabeza fue demasiado…
Neil contaba todo muy despacio, haciendo pausas, como si los recuerdos le doliesen.
-Entró en coma, estuvo un año entero. Un año, en el que ellos venían a menudo, yo les llamaba o venía al restaurante a informarles de cualquier novedad. Poco a poco, fuimos ganando confianza, y era increíble, a pesar de lo difícil de su situación, siempre sacaban un momento para ver como estaba, o como me había ido el día… Un día, un mal día con Gabby y su situación, no sé como se dieron cuenta de que algo ocurría y acabé contándoselo todo. Siempre me ha costado abrirme a la gente, pero con ellos, siempre ha sido sencillo
-Parecen buena gente.
-Sí, lo son. Y la vida les dio cartas demasiado duras. Al final, la situación de Sophie se complicó por una infección y ya no hubo vuelta atrás, el cerebro no mostraba signos de actividad...y al final tuvieron que desconectarla. Ni siquiera puedo hacerme una idea de por lo que pasaron a pesar de las veces que he visto algo así.
-Es muy triste. Siempre me pregunto cómo pueden reponerse ante algo así.
-No creo que lo hagan, la muerte de un hijo siempre es demasiado, pero...aprendieron de algún modo a vivir con ello. Yo vengo tanto como puedo desde entonces. Y ellos siempre me reciben con los brazos abiertos, se interesan por Gabby, por mí. Se han convertido en familia.
-Me alegro de que os tengáis los unos a los otros.
-Yo también-sonrió Neil
Después de cenar , caminaron tranquilamente hasta casa de Neil. Claire se encaminaba hacia su coche para irse a su casa cuando Neil la paró un segundo
-Eh , Claire…
-¿Si?
-Gracias, por todo, hoy...ha sido increíble. Hacía tiempo que no volvía así de ver a Gabby, no voy a decir bien ...pero si muchísimo mejor que otras veces. Y ella ha tenido un día asombroso, nunca lo olvidaré, y ella tampoco.
-No hay de que Neil, no importa, no es para tanto
-Sí, Claire, sí lo es. No todo el mundo sabe cómo reaccionar en situaciones así, a la mayoría de gente la discapacidad les incomoda y evitan el tema. Por no hablar, de cómo consigues sacar fuerza para ayudar a los demás después del momento que estás pasando tú.
-Eso es gracias a tí.
Hubo un breve momento de silencio, ambos se habían acercado sin darse cuenta, se abrazaron tan naturalmente, sin pretensiones, sin preguntar. Claire suspiró y Neil la apretó fuerte contra él. Se separaron quedamente, sus rostros aún demasiado cerca. Neil estaba a punto de hacer algo que no tenía vuelta atrás cuando una bocina de un coche en la otra punta de la calle les devolvió a la realidad y se apartaron de golpe.
-Eh debería irme- murmuró Claire
-Sí , claro, ve con cuidado-contestó él.
Claire se apresuró a montarse en el coche y salir corriendo.
¡Nos vemos en el próximo!
