Little witch academia, es propiedad de Trigger y sus respectivos creadores.

El siguiente fanfic esta escrito sin fines lucrativos.

Cualquier parecido con la realidad es mera ficción.

Los campeones le dicen NO a las drogas.


La zorra japonesa.


No obstante, el daño a la imagen e integridad de Croix estaba lejos de terminar, y el chisme montado por Chariot no fue suficiente para detener los constantes ataques de la francesa quien en ningún momento quito el dedo del renglón con su plan de joderle la vida a la italiana, y en cuestión de nada escalo sus insultos verbales con agravios físicos. Todo esto bajo el manto de molestia que había invadido a las otras estudiantes por el falso vox populi ingeniado por la misma Chariot contra Croix, pero también con el apoyo de sus dos fieles hampones, únicas y "distinguidas" integrantes de su círculo de verdaderas amistades: Atsuko Kagari y Barbara Parker.

Como no podía ser menos ambas resaltaban en el grupo de Chariot por ser de las chicas más populares en el instituto y también por sus personalidades tan extravagantes.

La primera siendo una joven japonesa quien se hacía distinguir por su belleza oriental, misma que parecía hipnotizar a cualquier otra joven con la que se cruzara. No era para menos que las chicas europeas o americanas quedaran fascinadas con la extravagancia que Atsuko ponía sobre la mesa con su presencia, un largo cabello castaño sedoso y una pequeña coleta que la hacía verse tierna con aires infantiles, ojos rasgados casi almendrados que apenas evidenciaban su naturaleza asiática y que combinaban a la perfección con el tono rojizo de los mismos que parecían reflejar la calidez constante de su cuerpo.

Si bien su rostro era suficiente para atrapar a cualquiera que tuviera la suerte de cruzar su camino con ella su cuerpo era el elemento final para engatusar a sus presas, su piel pálida y bien cuidada –rasgo característico de las vanidosas mujeres orientales– armonizaba con una fisionomía atractiva, cintura estrecha con caderas anchas y un abdomen plano que hacía elevar el ritmo cardiaco de sus compañeras en las prácticas de atletismo y por si fuera poco unas bien tonificadas piernas largas que arrancaban suspiros por toda Luna Nova, siendo la (personalmente modificada) falda corta de su uniforme escolar la mejor forma de apreciarlas.

Una fachada bien construida para soportar la despreciable personalidad con la que cargaba y que parecía ser un requisito indispensable para estar en el grupo de amigas de Chariot.

Claro que Atsuko era conocida por su indudable belleza al igual que era conocida por su personalidad temperamental casi limítrofe que en muchas ocasiones no parecía concordar con su apariencia de chica tierna, presentaba rasgos de impulsividad, histrionismo (al igual que Chariot) y extroversión, pero era igualmente conocida por ser una chica pasivo-agresiva y también ser agresiva a secas, la primera siendo más recurrente en los salones de clases o lugares donde se aglomeraban muchas personas, y la última siendo más evidente en momentos en los que casi no estaba rodeada de personas. Y, sin embargo, este rasgo violento se presentaba con más frecuencia de lo que podía pensarse llevando a la nipona a encuentros violentos que terminaban en golpes con la desafortunada que decidía aceptar el reto de Atsuko; actitud que dejaba en claro que la joven Kagari era solo una cara linda con tendencias problemáticas.

Finalmente, para adornar estos rasgos extravagantes de personalidad, había algo que solo su grupo cercano conocía sobre ella, una forma de actuar característica en ella que había sido la principal inspiración de Chariot al momento de inventar la falsa noticia de Croix. Y es que entre sus amigas Atsuko era conocida por ser una joven que, en efecto, se valía constantemente de su belleza física para ofrecer favores sexuales con sus compañeras o maestras con el fin de obtener un beneficio personal o económico.

Una práctica que poco a poco se convertía en un rumor y secreto a voces entre otras estudiantes de la universidad y que, Chariot, con vista de golpear a dos pájaros con un tiro hizo que la atención de aquel rumor se dirigiera exclusivamente a Croix, enfocando aquellos rumores a otro lugar y salvando la reputación de su amiga en el proceso.

No obstante, la personalidad violenta de Atsuko era el verdadero foco de los problemas en los que se llegaba a meter, las riñas en las que solía participar eran la causa de que usualmente se le otorgara una visita obligada a la oficina de la sub directora lugar donde era rápidamente absuelta gracias a la amistad que tenía con esta. Pese a aquello, la misma sub directora ya había dejado en claro con la japonesa que en algún momento su influencia se vería incapacitada para salvarla de una inminente expulsión en caso de que varias Maestras o académicas pertenecientes al Comité institucional insistieran en suspender a la joven japonesa o en el peor de los casos que la Rectora llegará a estar presente para atender un citatorio relacionado a sus riñas lo que desembocaría en una inevitable y automática expulsión.

Cabía destacar que la Rectora de la Universidad muy rara vez se encontraba en su puesto debido a que diariamente se encargaba de atender asuntos relacionados a sus actividades con otras áreas de la Universidad y en otros casos atendiendo temas académicos con personalidades nacionales e internacionales para mejorar el statu quo de Luna Nova. Por ello la jerarquía designaba a la Sub directora como personalidad para atender la mayoría de problemas que llegaran a presentarse en la Dirección académica. Y era también gracias a ello que Atsuko podía sentirse relajada al saber que muchos de sus actos quedarían impunes. No obstante, tal y como la Sub directora había mencionado, las cosas podían cambiar en ambos casos citados…

Atsuko, que a pesar de parecerlo no era ninguna idiota tomo aquella advertencia como un área de oportunidad para mejorar su escudo personal, no podía fiarse únicamente de la protección que la sub directora le ofrecía, y así busco hasta encontrar a la persona perfecta que la ayudaría, un escudo perfecto que le serviría para evadir cualquier tipo de represalia por parte de las demás maestras del Comité institucional. En términos generales la persona se encargaría de recibir los reportes de Atsuko, pero nunca de elevarlos a la oficina de la sub directora o de llevarlos directamente a la Rectora, quedando en total impunidad los actos que pudiera cometer dentro de la Universidad.

Lograr su objetivo no fue difícil, escoger y ser remilgosa al momento de decidirse por la autoridad escolar dentro de Luna Nova para que fungiera como su protectora era un lujo que la Japonesa podía darse a sabiendas que todas aceptarían su petición así fuera cualquiera de las maestras del Comité podía mencionar a todas las maestras que lo conformaban Sarah, Jiji, Katherine, Priscilla, Shao-yi, Gaëlle, Hannah, Amanda… y sin embargo decidió por escoger el mayor tesoro que el Comité guardaba, la mujer más pulcra e incorruptible, estándar de excelencia en la universidad y probablemente la sucesora en la Rectoría de Luna Nova: Diana Cavendish.

Una hermosa joven británica, maestra y erudito perteneciente a una noble familia de Inglaterra, una mujer a la que le era fácil destacar por tantas cosas, entre ellas por su larga cabellera rubia que hacía juego con sus hermosos, profundos y fríos ojos azules, una piel porcelana y blanquecina al igual que una figura corporal tan perfecta que bien podía dedicar su vida a ser una modelo de pasarela. Comparar la belleza de Chariot con la de Diana era injusto por la diferencia de edades, pero era claro que la francesa jamás hubiera podido rivalizar con Diana en sus años como estudiante; pese aquello a Diana no le importaba que fuera considerada por sus estudiantes como la "verdadera estrella" de Luna Nova, no, la joven Maestra Cavendish era una mujer entregada a su profesión como Maestra y nada más, los halagos sobre su belleza siempre llegaban a oídos sordos siendo el caso contrario cuando se le reconocía y halagaba por su labor en la docencia.

Sobraba decir que la mujer en cuestión era una egresada de Luna Nova y no cualquiera, su vida como estudiante la había vivido rodeada con los mejores logros habidos en la Universidad, una joven con un gran futuro por delante, pero que al final había decidido otorgar su vida y labor a enseñar a las nuevas estudiantes para mejorar aún más el nivel académico del instituto.

Lastimosamente, el sueño de la maestra Cavendish se había encontrado con un emergente y enorme obstáculo que no pudo explicar y que de paso derribo toda la ética profesional con la que solía trabajar, toda esa moralidad e incorruptibilidad por la que era distinguida se fue al garete en menos de lo que pensaba por culpa de una estúpida y peligrosa obsesión con una de sus alumnas…


Bueno, como pueden ver este capítulo lo he dedicado a darle profundidad a una de nuestras antagonistas, siendo la tierna Atsuko Kagari quien nos muestra ahora una personalidad totalmente diferente de la que usualmente acostumbra; y es que simplemente no pude resistirme a cambiar muchas cosas en la personalidad de nuestra querida Akko, todo para hacerla ver como una joven acosadora, vaya, el típico bully que si te ve a la entrada de la escuela con malos ojos ya sabes que tu día va a estar hecho mierda hasta que terminen las clases y que –por si fuera poco– si le respondes a sus insultos te va a ir peor. Es entonces Akko un complemento perfecto de Chariot, y casi igual a la francesa, salvo por el apartado intelectual, apartado en el que Akko no falla, pero es incomparable con el de Chariot.

Y bueno, con esto cerramos la actualización de este jueves. Espero que sigan acompañándome la próxima semana para otra actualización.

Hasta pronto.