Little witch academia, es propiedad de Trigger y sus respectivos creadores.

El siguiente fanfic esta escrito sin fines lucrativos.

Cualquier parecido con la realidad es mera ficción.

Los campeones le dicen NO a las drogas.


La zorra japonesa parte 2 (o como corromper a la justicia).


Muchas podían pensar que Atsuko era una chica floja, distraída y problemática creando en el proceso un falso perjuicio de la joven nipona cuando en realidad era una chica a la que no le costaba analizar las situaciones a su alrededor sin mucho esfuerzo, cualquier mirada o acción que llegara a avistar dentro y fuera de clases (mientras fuera de su interés) era rápidamente captado, procesado y guardado en caso de ser necesaria esa información para futuras ocasiones.

Y justo eso había sucedido en este caso. Una sola ocasión fue suficiente para que Atsuko se percatara de un leve atisbo de acoso en la mirada de la maestra Diana para comprender la situación que tenía enfrente, una acción breve que la hizo dar con la persona que sería su anhelado escudo, y que mejor que tener como protección a la cabeza de las representantes del Comité institucional. Y aunque todo era tentador y pintaba bien a futuro, Atsuko decidió por no dormirse en sus laureles. Tenía que alimentar el deseo de la mayor por ella, y era experta en lograr eso.

No paso mucho tiempo de ese incidente cuando a mitad de una de las clases que impartía la noble Maestra –y mientras las demás compañeras hacían anotaciones de lo que esta estaba dictando– Atsuko detuvo su escribir y se concentró en alzar un poco su falda llevando los dedos de su mano derecha a sus bragas para empezar a masturbarse ahí en medio de la clase, y en un acto seguido, dirigió su mirada a la de la Maestra Diana mientras empezaba a hacer toda clase de gestos lascivos y sugestivos a la maestra quien empezaba a pausar y volver más nerviosa su voz al dictar a la par que un visible sonrojo se apoderaba de sus mejillas.

Para cuando termino la clase, Diana, que desde antes estaba obsesionada con Atsuko, había terminado de volverse loca por su joven alumna al pensar que aquel espectáculo del que había sido la única testigo estaba especialmente dirigido a ella y a nadie más. Una dedicatoria que golpeo fuertemente (y nuevamente) a su característica ética profesional, pero que en cambio elevo su obsesión por la joven nipona al punto de –figurativamente– "volverse adicta" a la señorita Kagari con una clara intención de poseerla sentimental y físicamente.

Fue debido a esa estúpida obsesión, a esas fuertes ganas de poseer a su joven alumna en la cama que la maestra que anteriormente se caracterizaba por ser bastante estricta y gobernada con la actitud de sus alumnas termino cediendo a las actitudes tan nefastas de la estudiante nipona y sus amigas; si Atsuko no hacia sus tareas era absuelta de la inminente baja de calificaciones en la privacidad de una charla después de clases; si Atsuko se pasaba toda la clase hablando con sus amigas solo les llamaba la atención para que no hablaran tan fuerte en clase; más importante, si Atsuko terminaba agarrándose a golpes con alguna otra chica, Diana intervenía para que ningún reporte fuera elevado a las representantes del Comité ; y finalmente, si Chariot y sus amigas se burlaban de Croix en medio de la clase la maestra Diana solo se hacía de la vista gorda o "reprendía" verbalmente a Chariot y a sus amigas para que dejaran de molestar a las demás compañeras.

Atsuko controlaba sin problemas a la noble Diana con una simple mirada "tierna" o invitante; si aquello no funcionaba no reparaba en alzar su falda para mostrarle sus perfectos muslos, y en casos muy extremos, o en los que veía necesario apremiar la actitud de la maestra terminaba por mostrarle las bragas en momentos en los que Diana era la única espectadora. Aunque si bien la actitud de Atsuko era atrevida jamás había pasado a hacer algo más, ni siquiera cuando se quedaba después de clases con Diana atendiendo los "regaños" de esta –que en realidad solo eran excusas para tener cerca de la señorita Kagari– la razón de todo ello era simple: dar pequeños premios, pero nunca darle un premio lo suficientemente grande como para que la Maestra perdiera el interés en ella. Ignorante, pues aun cuando hubiera apremiado lo suficiente a la noble británica esta jamás hubiera perdido el interés en ella.

Sin embargo, la parte más importante para Atsuko, el asunto de tener un escudo que la protegiera y que la mantuviera impune de los constantes reportes que amenazaban su estadía en Luna Nova estaba saldado.

Podía respirar tranquila.


Bueno, con este capítulo damos por terminada la pequeña introducción de nuestra querida Akko que ahora (para cuestiones de este fic) no es más que una buscona y problemática… quien lo iba a decir que nuestra querida y ética maestra Diana Cavendish iba a terminar enamorada de su alumna… es broma, en realidad si pensé desde antes en meter algo de Diakko en este fic y puede que lo veamos más adelante si la historia lo permite.

Y bueno, como suele ocurrir me di cuenta de que esta actualización es bastante corta, por eso, he decidido agregar un capítulo extra de esta historia, así que aún no se despeguen de este fanfic.