Little witch academia, es propiedad de Trigger y sus respectivos creadores.
El siguiente fanfic esta escrito sin fines lucrativos.
Los campeones le dicen NO al bullying.
El juego de los números.
El día transcurrió con normalidad hasta la clase de la maestra Diana. La última clase del día.
Era extraño para Croix que teniendo en la puerta un problema tan grande como el que se había suscitado al inicio de clases ninguno de los dos bandos hubiera tomado parte hasta el momento. Todo estaba tan calmo que parecía irreal.
Sin embargo, la calma no tardo en desaparecer cuando sintió la penetrante mirada de la francesa a su derecha, una mirada que la hizo voltear; hicieron contacto visual por un momento hasta que vio la mano izquierda de Chariot extendiéndole un papel doblado que tomo sin reponer en lo que podría contener.
En la "calma" de su asiento desdoblo aquel papel encontrándose con un mensaje que la dejó helada.
"Vamos a hablar contigo después de clases, si escapas será peor para ti.
Pdt. Busca una excusa para alejar a la puta de tu amiga si no quieres más problemas.
Con cariño: Chariot. 😊"
No reparo en indagar que tipo de asunto necesitaba tratar Chariot con ella; con lo que había sucedido en la mañana era obvio que no sería una conversación agradable, más si Chariot no quería que Lotte estuviera presente; algo que de alguna forma la tranquilizaba, lo último que quería era ver a Lotte metida en un problema que no le incumbía.
Por otra parte, contaba con la maestra Diana, quien ya había reprendido a Atsuko por no prestar atención en su clase y le había pedido quedarse después de clase; no era solo eso, sabía que si las cosas se alargaban con Chariot la maestra les pediría a todas que abandonaran el salón. Otro salve magistral podía presentarse en ese día.
Al pensar en eso se relajó un poco y no tardo en seguir las instrucciones de Chariot.
Independientemente del problema que tratarían lo mejor era que Lotte no estuviera cerca. Decidió tomar la idea de Chariot y escribió una nota dirigida a la finlandesa.
"Lo siento Lotte, te prometo que voy a arreglar esto con ellas al terminar las clases. Te veo a la hora de la comida."
-Lotte…
Llamo en voz baja mientras le extendía la nota.
Lotte volteo y al principio dudo de tomar la nota, pero termino cogiéndola.
La finlandesa no tardo en leerla y al terminar solo le respondió a Croix con una sonrisa que expresaba confianza.
Solo esperaba que Lotte comprendiera la indicación tácita de no quedarse con ella al final de clases.
Cuando volvió su vista hacía enfrente para escuchar a la maestra sintió nuevamente la mirada de Chariot. No tardo en cruzar su mirada con su agresora quien la miraba con una sonrisa en el rostro que descifro como una muestra de aprobación por haber cumplido con su orden, sin embargo, hizo a un lado aquel pensamiento cuando vio a la francesa sacar su móvil, desbloquearlo y finalmente mostrárselo.
Lo que le estaba mostrando la llevo nuevamente al nerviosismo, casi en shock sin saber cómo reaccionar a ello: era una foto de ella (Chariot) en prendas íntimas en la que era notable el énfasis de su mano derecha sobre su entrepierna, una posición en la que, de no ser por las ropas intimas que vestía, estaría abriendo los labios de su vagina… no había amenaza alguna en lo que estaba mostrándole y de una forma bastante extraña aquello le parecía un poco excitante, más porque la persona que aparecía en la foto era la misma Chariot, sin embargo también le parecía bastante incomodo por la situación en la que estaban.
Un sonrojo de vergüenza y excitación se asomó en sus mejillas y antes de que volteara su mirada a otro lugar Chariot apago su móvil y acto seguido le entrego una nueva nota que no dudo en tomar.
"La quieres ¿verdad? Perra traga coños. Seguro solo en eso eres buena, italiana de mierda"
Termino de leer la nota con más incomodidad de la que ya sentía y oculto la nota atrás de su cuaderno ¿ahora se iba a empeñar Chariot con acosarla sexualmente? No le parecía una idea descabellada, si ya habían escalado sus ataques a los agravios físicos no dudaba que lo siguiente podría ser menoscabarla sexualmente…
Los problemas se le empezaban a acumular.
Estaba tan absorta en sus pensamientos que no supo en qué momento las clases habían terminado, apenas pudo salir de su ensimismamiento cuando sintió una mano en su hombro izquierdo, era Lotte que ya estaba de pie y a punto de salir.
- ¿Segura que quieres que me adelan…?
Antes siquiera de que Croix respondiera la voz firme de la maestra Diana resonó en el salón que iba quedándose cada vez más vacío.
-Señorita Kagari, tome asiento aquí; tenemos que hablar de su comportamiento en clase.
Lotte no continuo con su pregunta, si una de las maestras más importantes y estrictas de Luna Nova se encontraba en el mismo salón que su amiga entonces no había necesidad de sentirse preocupada; aun así, escucho la voz de su amiga para tranquilizarla.
-Si, no te preocupes, Lotte. Nos vemos después en la cafetería.
-Está bien… nos vemos…
Tras de Lotte salieron unas cuantas compañeras más hasta que al fin quedaron solo cinco personas en el salón, Chariot, Atsuko, Barbara, Diana y ella.
Chariot y Barbara no perdieron tiempo y rodearon rápidamente a Croix de forma que Diana apenas tenía un poco de contacto visual con Croix; de igual forma aquella movida no hubiera sido necesaria puesto que la atención de la maestra estaba completamente enfocada en el delgado cuerpo de Atsuko.
- ¿Ch-Chariot?
- ¿Estás nerviosa Croix?
-Relájate, no vamos a hacerte daño. –dijo en tono bajo y relajado Barbara mientras pasaba su brazo izquierdo por el cuello de Croix en un ademán de camaradería- por el momento…
-No estoy nerviosa…
-Pequeña mentirosa.
Du Nord sonrió ampliamente de una forma tan fingida que fue imposible no sentirse asustada por la inocencia perversa que la francesa irradiaba, una combinación extraña –a su parecer– de los rasgos físicos y su personalidad; era obvio que la francesa sabía muy bien lo que hacía, sabía el miedo que imponía con su sola presencia, pero su rosto con rasgos tan finos e incluso infantiles hacían verla tan tierna e inocente como si fuera incapaz siquiera de proferir la cantidad de insultos con los que se le dirigía usualmente.
» Como si no conociera como te pones cuando estás nerviosa ¿verdad? –pregunto Chariot mientras picaba suavemente y sin malas intenciones las mejillas de Croix– pu-ti-ta.
Una risa sonó al unísono en el salón tras el énfasis que Chariot había hecho con este último despectivo a la italiana, pero la maestra presente ni siquiera le dio importancia.
-No te preocupes nerd, pronto vas a sentirte de verdad nerviosa.
-O tal vez peor jajaja
- ¿Por qué hacen…?
-Shhhhh, no es hora de hablar, spaghetti; deja que se vaya y hablaremos todo lo que quieras… – esta vez intervino Barbara con un tono de voz también se escuchaba tierno y perverso.
Podía pensarse que Croix ya estaba acostumbrada a ser parte del acoso diario de Chariot, sin embargo, parecía que todos los días la francesa y sus amigas se empeñaban en inventar nuevas formas para joderle el día y justamente este día no parecía ser diferente de los demás.
El sonido de una silla arrastrándose resonó en el salón y las tres chicas en el fondo dirigieron su mirada al lugar del que provenía el sonido. Era la silla de la maestra quien ya estaba de pie, con el rostro enrojecido y lista para salir.
-Hasta mañana alumnas… ¿van a quedarse?
El rostro enrojecido de la maestra cambió su semblante avergonzado por uno más dubitativo y desencajado ante la situación que tenía enfrente; Diana podía estar perdida por Atsuko, pero no era ninguna indiferente a la situación ni a los comportamientos de sus alumnas, sabía de antemano que tanto Chariot, Barbara y Atsuko no eran las alumnas modelo que trataban de aparentar y que también eran las artífices de una serie casi interminable de vejaciones y humillaciones contra Croix. Dejar a las cuatro en el salón le daba mala espina, pero basto con que Atsuko se despidiera con una sonrisa inocente para hacer a un lado toda sospecha que pudiera tener.
-Si, Miss Diana. Vamos a quedarnos un rato más, hasta mañana y cuídese mucho.
La mirada coqueta de Atsuko obligo a Diana a salir lo antes posible a pesar de que la maestra se veía incomoda con la situación.
La puerta quedo abierta, pero Atsuko se apresuró a cerrarla lentamente para hacer el menor ruido posible, evitando con ello un posible retorno de la maestra al salón para cerciorarse de que todo estuviera bien.
-Hasta que se fue esa perra –vociferó Barbara al tener fuera de su rango visual a la Noble Cavendish.
-No la llames perra… –respondió Atsuko tomando casi personal el insulto de Barbara.
-Awwww, la señorita Kagari está enamorada de la perra de Diana Cavendish, que tierno.
-Vuelve a llamarla perra y…
- ¿Y qué?
- ¡Akko, Barbara! Paren las dos con esas pendejadas, la única perra es la que tenemos aquí. –clamó Chariot llamando la atención de sus dos amigas para poner orden.
Hubo un pequeño momento de silencio antes de que las dos mencionadas corroboraran lo que Chariot estaba diciendo.
-Cierto… –respondió a lo lejos en tono bajo Atsuko haciendo a un lado la disputa que tenía con su amiga.
-Si, se me estaba olvidando que tenemos un asunto pendiente con esta pendeja –retomo la palabra Barbara haciendo a un lado su tono de voz tierno y cambiándolo por uno intimidante.
Cuando hubo suficiente seguridad de Chariot y sus amigas de que la maestra no regresaría se pusieron en marcha. Atsuko se incorporó a la alineación que tenían.
-Ch-chicas…
Croix se arrepintió automáticamente de haber tomado la palabra al ver como sus agresoras sonreían al escuchar su voz nerviosa.
Eran como tiburones oliendo la sangre de su presa, y no dudaron en atacar.
-Ven para acá, perra.
Atsuko fue la primera en hacerse sentir, tomo por el cabello a Croix y la levanto de su asiento para llevarla a la butaca donde solía sentarse Chariot. Un fuerte empujón la deposito en el asiento a la par que un quejido salió de la boca de la italiana.
La alineación cambió por última vez; del lado izquierdo tenia a Atsuko, del lado derecho a Barbara, detrás de ella estaba la pared del aula y enfrente de ella tenía a Chariot.
Estaba acorralada.
Bueno al fin llegamos a la parte medular del fic. Me he tardado un poco en llegar a esta parte, pero (otra vez) la presentación del contexto y de los protagonistas y antagonistas era necesaria.
De aquí en adelante entraremos en la tragedia que es la vida de nuestra querida Croix Meridies, así que espero que las siguientes actualizaciones les gusten.
Gracias por leer y nos vemos el próximo jueves.
