Little witch academia, es propiedad de Trigger y sus respectivos creadores.
El siguiente fanfic esta escrito sin fines lucrativos.
Los campeones le dicen NO al bullying.
Descansando en las entrañas
El constante sonido del goteo en los lavabos del baño la hizo salir del trance en el que estaba. Volvió su mirada a la puerta del baño y se levantó con dificultad de la taza del baño sobre la que estaba sentada tan solo para darse cuenta de un fuerte dolor de cabeza causa de los diferentes golpes recibidos y de las lágrimas derramadas hacía unos minutos (u horas) en el salón de clases…
Como pudo se levantó arrastrado tras de sí su moral destruida, tomo sus cosas y salió de los baños sin siquiera verse al espejo. No necesitaba ver otra vez una imagen que solo la deprimiría.
A pesar de su mente aún confundida su estómago resonó exigiéndole que fuera alimentado, así que su primer destino fue la cafetería de la escuela.
En su errático recorrido apenas se había encontrado con algunas estudiantes de la academia, algunas que la ubicaban se vieron sorprendidas por el desaliñado cambio de imagen de la italiana, pero esta no reparo en las miradas ni en los murmullos.
Ni siquiera podía prestar atención a ello.
Cuando llego a la cafetería las mesas y sillas ya estaban vacías, no había un alma en al área del comedor, tampoco se veía a la vista persona alguna en la barra.
Aun así, se acercó a la barra de la cafetería, y estuvo a punto de golpear inconscientemente la barra cuando una voz se escuchó desde las entrañas de la cocina.
-Ya terminamos el servicio, señorita. Hasta mañana.
Era la inequívoca voz de Mary, una de las tres ayudantes de la cocina, que de alguna forma la había visto.
Justo cuando estaba punto de retirarse otra voz se escuchó, esta vez una más familiar.
- ¿Quién es?
-No sé, pero ya terminamos de traba…
-Calla perra holgazana, aquí no acabamos de trabajar hasta que yo diga que terminamos.
La italiana se detuvo un momento al escuchar los fuertes pasos de la jefa de cocineras salir de las entrañas de la cocina para ir en pos de la barra, y antes siquiera de que la señora Jasminka pudiera tomar su posición una expresión de asombro y miedo salió de su boca.
Jasminka cambió su rumbo y en vez de acercarse a la barra abrió la pequeña compuerta que daba a la cafetería para salir en apoyo de la italiana como para cerciorarse de que aquello que estaba viendo era real y no una ilusión, que sus ojos y su mente se habían equivocado de persona, porque era obvio que la persona que tenía frente a ella apenas guardaba unas cuantas similitudes con la Croix que había atendido en la mañana.
-Pulguita ¿eres tú?
Croix asintió desganadamente una sola vez, dejando su mirada enfocada en piso mientras Jasminka pasaba su mirada y manos por los hombros y cara de la italiana en busca de alguna herida o algo que le pudiera explicar que le había sucedido para que quedara así.
- ¡¿Qué te paso?! ¿por qué te cortaste el cabello?
-No quiero hablar de eso… señora…
- ¿No? ¿te lo cortaste tu?
No respondió a ninguna pregunta.
» ¡Hey, Mary, Blair, Avery, vengan para acá! Joder; ven, acompáñame, pulguita.
Antes de que pudiera oponer resistencia la señora Jasminka ya la estaba escoltando hacía adentro de la cocina mientras sus pinches salían de adentro para atender el llamado de su jefa.
- ¡¿Qué le paso?! –pregunto Avery sorprendida, al ver a la joven estudiante con una evidente mirada perdida. Avery no conocía mucho de accidentes, pero hacía unos años había visto a alguien golpear fuertemente su cabeza contra un poste de concreto mientras caminaba viendo su móvil, en esa ocasión la persona había caído de bruces contra el pavimento y cuando se pudo incorporar la mirada parecía vacía y dispersa, esa mirada era la misma que ahora estaba viendo en Croix.
-Carajo, menos preguntas, cabronas; denle un asiento y tráiganle agua.
- ¿Llamamos a la enfermería? –Mary, que era la voz de la razón en ese grupo corrió en dirección a la barra, dispuesta a salir de la cafetería en busca de la jefa medica de la enfermería.
-Y una mierda, si encuentras a esa mocosa seguro llega dos horas después. Deja eso Mary, trae agua, que yo la atiendo.
Jasminka no fanfarroneaba, en su caso no era la primera vez que veía algo así, había visto incontables veces aquella expresión en los soldados con los que había compartido el campo de guerra, y de la misma forma que había pelado en guerra había atendido a varios soldados, mucho de ellos con una expresión similar de shock que presentaba la chica italiana, pero aquello no era un campo de guerra era una institución privada… ¿qué había pasado para que el nuevo orgullo de Luna Nova estuviera así? Lo averiguaría después de atenderla.
-Ven, por aquí… –dijo en tono pausado Blair, jalando un banco que tenían en la cocina para que Croix se sentara ahí
-Tome jefa –dijo Mary extendiéndole una botella de agua a Jasminka.
-Gracias, Mary –agradeció Jasminka al tener la botella en sus manos y la destapo para acercarla a la boca de Croix– ten, pequeña.
-Yo puedo… –dijo entrecortadamente Croix tomando con las pocas fuerzas que tenía la botella de las manos de Jasminka.
- ¿No te ves muy bien, querida? ¿qué paso? –insistió Avery mientras jalaba un banco más alargado que en el que estaba sentada Croix para que Jasminka, Blair y ella se sentaran-
-Nada…
-Pero mira nada más como estás, cariño, no me digas que no te paso nada. No tenías tu cabello así en la mañana… –reprocho la rusa de la manera más gentil posible a la joven Meridies.
-No quiero hablar de eso…
Un chasquido sonó en la cocina y todas, excepto Croix, voltearon al lugar donde había provenido el sonido, Mary había chasqueado sus dedos y no demoró en hablar.
-Ahora que recuerdo su amiga la estaba buscando.
- ¿Lotte? –pregunto en un suspiro desganado la italiana, alzando al fin su rostro para ver a la cocinera.
-Cierto, cierto, vino la chica tierna –interrumpió Jasminka– le iba a dar tu comida, pero se negó porque dijo que se podía enfriar… tal vez te esté buscando…
Croix no respondió, quería pensar en la situación que había vivido Lotte y apenas empezaba a recordar lo que había escrito en clases; le había prometido que comerían juntas antes de ir a entrenar, pero nada de eso había sucedido…
Dio un trago a la botella de agua que no solo la refresco sino también alivió un poco la migraña que tenía.
- ¿Te sientes mejor? –pregunto Blair al ver como había un poco de lucidez en el rostro de Croix y luego se incorporó de su asiento para buscar algo cerca de las estufas.
Croix no respondió a la pregunta, solo hizo una mueca de incomodidad con su boca y negó lentamente.
» Ten, es tu almuerzo… –otra vez Blair tomaba la palabra en esta ocasión extendiéndole su almuerzo que gracias a la cercanía con las estufas se encontraba tibio.
-Gracias, Blair –respondió Jasminka haciendo de voz de la italiana.
Croix tomo lentamente la charola en la que estaba su almuerzo y la puso en sus piernas para empezar a comer lentamente, haciendo el menor ruido posible.
-Escuchen bien, nadie debe de enterarse de esto, lo que suceda aquí se queda aquí ¿entienden?
Una respuesta afirmativa sonó al unísono.
La cafetería era una de las unidades más autónomas de la academia por la naturaleza de sus actividades, siendo su función principal el alimentar a las estudiantes en el desayuno, almuerzo y ocasionalmente en la cena; era gracias a esa autonomía que podían realizar la mayoría de sus actividades sin reportar a la directiva escolar, y justamente el caso que Jasminka tenía en su cocina en ese momento era una de esos, uno en el que podía simplemente pasar de largo el dar aviso a la dirección o a las demás unidades de la universidad que se encargaban de atender a las estudiantes en situaciones así.
Podía parecer algo contraproducente contra la señorita Meridies, pero en realidad aquello no suponía un capricho de Jasminka, era más que eso; la jefa de cocineras no estaba cien por ciento al tanto de lo que estaba sucediendo en las aulas de Luna Nova, en cambio había observado en varias ocasiones la nefasta actitud que se cargaba la mocosa que era vista como la chica modelo de Luna Nova: Chariot; una actitud cargada de mala saña contra la chica que ella consideraba ya como a una de sus protegidas: Croix; y en realidad no necesitaba tener un panorama tan amplio para comprender la situación que vivía la joven italiana, el solo ver de vez en cuando como actuaba la peli azul y sus amigas contra Croix era suficiente para comprender que la relación entre las cuatro chicas era lo suficiente pesada como para tratarse de amistad; eso era a todas luces un caso de acoso escolar y no comprendía como las autoridades escolares se hacían de la vista gorda para no ver aquello.
Si alguien le preguntaba eso era algo bastante raro.
Y ahora tenía a Croix en la situación en la que estaba.
Y esa situación no le daba buena espina.
Jasminka no quería pensar mal sobre las acciones de las maestras que conformaban el Comité Institucional para evitar casos de ese tipo, y sin embargo no podía ayudarse a pensar mal sobre ellas…
Utópicamente, Jasminka hubiera intervenido inmediatamente desde la primera vez que había visto a Chariot molestar a Croix; salvo que la realidad era otra, su puesto como cocinera carecía de autoridad para poder llamarle la atención a las estudiantes a excepción de situaciones en las que alguna alumna tratase de colarse a la fila de la barra; eso estaba estipulado en su contrato y tristemente tenía que respetarlo.
Claro, también estaba la opción de saltarse aquella parte de su contrato y encarar a la mocosa en cuestión… de no ser porque conocía la forma de actuar de esas hijas de perra, pendejas crecidas con suficientes contactos o dinero para hacerte la vida imposible; más aún, el círculo de amistades de la perra francesa incluía nada menos que a la heredera de los Parker, lo que no hacía tan descabellada la idea de que le pudieran hacer la vida imposible o simplemente que la dejara de tener…
Pese aquello la idea no la intimidaba. Nada podía intimidar a una veterana de guerra… salvo la idea de perder su actual empleo. Parecía algo intrascendente salvo que no lo era, al menos no para la jefa de cocineras; había encontrado al fin un lugar excelente donde estar al igual que nuevas y buenas amistades con sus camaradas de cocina; por eso perder su empleo no era una opción viable. En cambio, podría hacer algo para ayudar a su joven amiga.
Antes que nada muchas gracias por continuar leyendo este fic, sin su apoyo no podría seguir escribiendo.
Bueno, en esta actualización ya vemos más y más los abusos y consecuencias de los mismo en nuestra joven Croix… pero también empezamos a ver el apoyo que tiene en una situación tan difícil.
Espero que les haya gustado la actualización y nos vemos el próximo jueves.
