Los Andrew rápidamente llamaron a George Thompson para que se contactara con él abogado que frecuentemente usaban para las demandas laborales de sus empresas, este quiso aprovecharse de la situación y les pidió un porcentaje muy elevado por sus honorarios. Los Andrew no aceptaron, no por lo que les fueran a cobrar sino por el abuso que quería cometer con ellos.
-Elroy, creo que Braulio White es abogado-dijo William A. -Padre de Albert
-No lo conozco
-Asiste a la misma Iglesia que William-intervino George
-¡William sólo iba a perder el tiempo en la Iglesia, en lugar de ocuparse de los negocios! De tener su mente ocupada no hubiese pensado todavía en el matrimonio.
Elroy, yo estoy orgulloso de mi hijo, es un buen muchacho, me angustia que su reputación quede por los suelos.
No querían darle la noticia a la mamá de Albert pues siempre había padecido del corazón y podría ocasionarle una recaída en su salud.
-Faltan unas horas para que amanezca, iré a la casa del Señor White para contratarlo-comentó George.
-Elroy creo que es mejor que te lleves a mi esposa a Escocia, esto será un escándalo y no quiero que ella pase por esta vergüenza, su corazón no lo resistirá.
-Si, hoy mismo partiremos, pero quiero que me mantengas informada de todo lo que acontezca.
-Por supuesto hermana.
A las 7:30 de la mañana estaba George tocando la puerta de los White, Braulio llevaría a su hija a la escuela.
-Buenos días Señor White, mi nombre es…
-Señor Thompson, lo conozco, usted asiste a la misma Iglesia que yo, ¿Qué se le ofrece?
-Quiero contratar sus servicios para que defienda a William A. Junior
-¿El diácono?
-Sí, el mismo.
-He observado a ese chico, me parece que es una excelente persona ¿Qué hizo?
-Lo culpan de violación, lleva 8 horas encerrado, ¿Aceptará el caso?
-Claro que sí, vamos de una vez a la estación de policía, me imagino que pagaran la fianza para que pueda salir libre mientras se aclara el asunto.
-Sí, pagaremos la fianza.
-Tenía que llevar a mi hija a la escuela, pero la llevaré conmigo ya que su mamá salió de la guardia del hospital y está cansada, no quiero importunarla, ¡Candice! ven conmigo, no traigas tu mochila, iremos a otro lugar.
-Señor White, venga al coche de la familia Andrew, luego los traeremos a su casa.
Mientras el fiscal se comunicaba con el gobernador de Rhode Island.
-Cayó un pez gordo, se podrá fijar una multa altísima, es hijo de los Andrew, con esto tendrás asegurado los recursos para tu próxima campaña.
-Está bien, haz todo lo necesario, con este caso me podré reelegir, los votantes querrán que se haga justicia, este crimen no debe de quedar impune, los Andrew creen que por tener dinero se burlaran de la ley, ¡Pues no!
-No se admiten niños.
-En ningún artículo se prohíbe la entrada de los niños a una estación de policía.
-En ningún artículo, pero en nuestro reglamento…
-Enséñeme el reglamento
-¡Cómo usted quiera! Hará pasar a su hija por un mal rato, estará frente a un delincuente de lo peor.
-¡Usted no sabe lo que dice! El señor Andrew es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
George sonrió-Este es el adecuado, ¡Gracias Dios mío por no desamparar a William! algún plan tienes para dejar que el muchacho pase por este problema.
Pasaron por un pasillo donde estaban algunos maleantes, entre ellos Alexander que después de lo que le hicieron a Albert se fueron a celebrar e hicieron un alboroto en un bar. Alexander vio a Candy que iba de la mano con su papá.
-¡Pero que hermosa nena! Déjenla conmigo un rato ¡yo la convertiré en mujer!
Braulio White soltó su portafolios y se acercó a la celda con el fin de agarrarlo por el cabello, Alexander se burló, el policía comentó: ya ve, por eso no quería que pasara su hija.
Llegaron a la celda de Albert y lo encontraron orando.
-No puede ser culpable este muchacho-pensó Braulio.
-Yeti ¿Qué haces aquí?-preguntó Candy.
El dejó de orar y se admiró de verla ahí.
-Eso es lo que te pregunto pequeña, este no es lugar para que vengas de paseo.
-Señor William, soy Braulio White, seré su abogado, tuve que traer a mi hija conmigo pues su mamá llegó de trabajar y está agotada.
-Comprendo.
-Dígame lo que pasó.
Albert le platicó todo conforme a los hechos.
Candy comentó: Sé que eres inocente, esa mujer es mala, siempre cuando me encuentra jugando en la calle me jala de las trenzas y me burla por mis pecas.
-Candy, no interrumpas a los mayores.
-Perdón.
En ese momento entró el fiscal acompañado de unos guardias.
-Señor William, lo trasladaremos a Providence la capital del Estado.
-¿Por qué harían algo así?- intervino el abogado
-¡Es un delincuente muy peligroso y debe estar en una celda de máxima seguridad! Aquí en Newporth sólo albergamos a infractores menores.
-William A. Andrew, no será trasladado, no tienes las bases para hacerlo, ya empezaré a tramitar su fianza.
-Braulio, no te opongas este hombre debe ser llevado a una prisión de máxima seguridad, si vieras como quedó la pobre chica.
-Él es un buen muchacho, lo drogaron, eso lo demostraré en el juicio que se haga aquí mismo en la ciudad.
-¡Te equivocas! Si tanta confianza le tienes deja a tu pequeña media hora a solas con él, si te niegas hacerlo ahora mismo lo traslado.
-Esto va contra cualquier ley, pero sabes, si le tengo confianza y dejaré a mi hija a solas con él.
-Señor White, no haga eso, la niña no tiene que estar aquí, que me trasladen.
-¡Papá yo me quiero quedar a solas con él, con tal de que no lo trasladen!
-¡Esto es una locura! ¡Es usted un mal padre!- acusó uno de los guardias.
-Meto las manos al fuego por este muchacho.
Llevaron a Albert al cuarto donde interrogaban a los delincuentes y lo dejaron ahí con Candy, El Señor White veía a través del Cristal un poco preocupado.
-Si mi esposa se entera de lo que hice, es capaz de divorciarse de mí-Le comentó a George.
-Tu papá no debió hacer esto.
-No te preocupes, mi papá sabe cuándo su cliente es inocente, no entiendo que le viste a la gusana.
-Por favor no le llames así, quizás a la pobre le hicieron daño mientras estuve bajo los efectos de esa droga.
-¡De verás que eres tonto! Ella es la novia del tipo que estaba en la cárcel.
-Ese día que estuvimos en el árbol me lo hubieses advertido.
-Lo vi tan ilusionado además pensé que sería más inteligente. Ella me acusó falsamente de ser ratera, quizás así lo hizo con usted.
Candy le agarró la mano a Albert- Tenga ánimo, recuerde que la esposa de Potifar culpó a José el soñador, pasó por la cárcel pero luego fue gobernador de Egipto.
Le dijeron a Candy con el micrófono-Niña suelta al delincuente.
Ella lo soltó.
Albert pensó: ¡Es ella! Yo no confié en Dios, esta pequeña pecosa algún día será…
-Niña ya salte, no trasladaremos a William Andrew-dijo el detective.
La esposa de William A. Andrew estaba en el aeropuerto con la Señora Elroy, mientras esperaban que anunciaran el avión pasaron en las noticias el caso de Albert, ella murió instantáneamente al ver como sacaron a Albert de la casa de Susana.
Braulio White hizo todo lo que pudo para sacar a Albert bajo fianza, pero se dio cuenta que las órdenes de retenerlo venían de más arriba.
-Han pedido dos millones de dólares. ¡Es algo exagerado!
En ese momento a George le comunicaron que la Señora Andrew había fallecido.
Pasaron dos días y se llevó a cabo el servicio funerario de la mamá de Albert, a él lo habían logrado sacar bajo fianza, El señor White quiso ir al entierro.
-No quiero que lleves a Candy
-Candy es amiga de William
-¡Mi hija no estará a lado de ese violador!
-Ese muchacho no es malo, todo fue montado para hacerlo parecer culpable, le tomaron fotos y aparece con los ojos cerrados en las tomas, Además todavía no se ha esclarecido quien tomó esas fotos, el que lo hizo también sería acusado por ser cómplice. Está claro que ese muchacho es inocente, llevaré a Candice conmigo, es mi última palabra.
Los White llegaron al sepelio, Candy se puso a lado de Anthony, vio que Albert estaba destrozado emocionalmente, cuando fueron bajando el féretro, Candy se puso a lado de Albert y le agarró la mano.
Tengo peticiones de actualización del intruso y Mi amor siempre ha sido tuyo con esas terminaré la semana si Dios lo permite.
Saludos chicas y gracias por seguir el Fic.
