Las compañeras de Candy vieron que bajó del auto ostentoso de Albert y se le acercaron.
-Ese era uno de los Andrew ¿Verdad?- le preguntó Annie
-Así es- contestó Candy presumiendo.
-A todos los quieres acaparar Candy, a Archie, a Stear, a Anthony y ahora este que vino a dejarte ¿Quién es? –reclamó Annie
- Es el tío de ellos.
- ¿El violador?- preguntó Patty asustada.
- ¡No es ningún violador! Fueron falsas las acusaciones que hicieron en su contra- lo defendía Candy
-Y tu papá ¿Ya sabe que sales con él?
-Pasaré algunos días en casa de los Andrew, mi mamá está internada en el hospital.
A sus compañeras les resultaba difícil creer que Candy estuviera hospedada con la familia más rica de Newporth, Rhode Island.
Albert se empezó hacer cargo de los negocios, George le explicaba todo el proceso, cuando tenía algún pequeño receso se acordaba de Candy.
Braulio llegó a buscar a su hija para llevarla al hospital, mientras iban en el auto…
-Papá te ves muy cansado, debes dejarme en el hospital e irte a la casa para descansar.
-No logro conciliar el sueño, lo de tu mami me tiene muy preocupado.
-Debes intentarlo, yo me puedo quedar toda la tarde haciendo guardia, o si quieres toda la noche.
-No ¿cómo vas a quedarte en la noche? Está bien, me iré a descansar, me avisas por cualquier cosa que se ofrezca.
-Claro, papá.
Candy se bajó del auto y entró a preguntar por su mamá, la pasaron a terapia intensiva para que se enterara sobre su estado.
-Todavía no es el horario de visita, ven dentro de una hora, para entrar te pondrás una bata, cubre bocas y guantes.
- ¿Está mejorando?
-No niña, al contrario se debilita conforme pasa el tiempo, debes ser fuerte si ocurre lo inevitable-Le dijo la enfermera.
Albert le dio indicaciones a George que llevaran comida al hospital por si acaso estaba Braulio o Candy haciendo guardia en la sala de espera, George fue personalmente.
-Señorita Candy ¿Y su papá?
-Le dije que se fuera a descansar, estaba muy ojeroso y temo que se me enferme también.
-Comprendo, traigo una ración de comida, indicaciones del joven William. Hoy también se quedará a descansar con la familia Andrew ¿Verdad?
-No sé, no queremos causar más molestias.
-Le diré a William que se comunique con su papá para que se pongan de acuerdo.
-Gracias señor George.
Candy suspiró al saber que Albert estaba al pendiente de su familia, después de almorzar permitieron que pasara a ver a su mamá, se puso el atuendo que le indicaron.
-Mamita.
La mamá de Candy dejaba escapar algunas lágrimas de sus ojos, trató de hablar con dificultad.
-Hija, si no lo logro prométeme que nunca te alejaras de la Iglesia, que siempre servirás a Dios.
-Por favor no digas eso
-Promételo
-Te lo prometo pero tienes que recuperarte, porque quiero que tú me maquilles el día de mi boda.
-Creo que fui muy prejuiciosa con William Andrew, es de buen corazón, escuché que algunas de mis compañeras comentaron que ellos están pagando la hospitalización.
-Albert es bueno mamá, el nunca se atrevería hacerle daño a nadie.
Dieron las seis de la tarde y Albert llegó al hospital para acompañar a Candy.
-¿Ya hiciste tu tarea? –le preguntó en cuanto estuvo frente a ella.
-No
- ¿Qué esperas?
- No me logro concentrar.
-Saca tu libreta, te ayudaré
-Albert, admiro que seas inteligente
-Tú también lo eres lo que pasa es que eres un poco flojita, pero bueno algún defecto tenías que tener, eres hermosa, inteligente, talentosa y todavía me faltan muchas cosas por descubrir de ti.
Candy se sonrojó al escucharlo decir sus cualidades.
Él se puso a explicarle durante tres horas, hasta que llegó Braulio y encontró a Candy terminando sus deberes escolares.
-Traje más ropa para que sigas quedándote en casa de los Andrew, la señora Elroy me habló y quedamos de acuerdo que estarás ahí hasta que tu mamá salga del hospital, gracias William por acompañar a Candy.
-Para mí es un placer, aprovechamos el tiempo para que hiciera su tarea, sólo llegará a cenar y luego a dormir.
Candy se despidió de su papá, Albert también se despidió de su futuro suegro, le llevaba la maleta a Candy. Al llegar al auto le dijo que se subiera en la parte trasera.
-¿Por qué en la parte trasera?
-Así no te lograrán visualizar conmigo
-¿Te avergüenza que te vean junto a mi? ¿No estoy a tu nivel?
-No es eso sino por las malas lenguas, no quiero que piensen mal de nosotros
Candy se subió atrás de Albert, el escuchó sollozos.
-¿Qué ocurre?
-No quise decirle nada a mi papá, pero me dijeron que me prepare para lo inevitable.
-Cuando lleguemos a la casa y cenemos nos pondremos a orar por la salud de tu mamá, ya el pastor le dijo al ministerio femenil que hagan cadena de oración, Sabes que Dios hará su voluntad ¿Verdad Candy? ¿Estás consciente que si la sana o no se recupera son sus designios?
-Sí, sé que mi mamá está en sus manos
Albert volvió a escuchar que Candy moqueaba.
-Pensé que ya se te habían pasado las ganas de llorar con lo que acabamos de conversar.
-Es que estoy recordando que dentro de dos semanas será la excursión de los jóvenes, uno de los ancianos de la Iglesia nos prestaría su yate, pero como veo las cosas con mi mamá creo que no iré, yo me había imaginado lo bonito que me pasaría ese día.
-En cuanto mejore tu mamá, te llevaré en el yate de mi familia, podremos festejar su recuperación con un paseo. ¿Te parece? invitaremos a Stear y a Archie para que vengan con nosotros.
-¡Me encanta la idea!-Candy lo agarró del cuello y casi lo ahorca-¡Gracias!
-¡Espera niña me estás ahogando!
-Ya no soy una niña, tengo dieciséis años
Albert pensó: Tienes razón Candy, eres una hermosa señorita.
Pasaron dos semanas completas, siguieron la misma rutina Albert la llevaba a la escuela, luego su papá la dejaba en el hospital en las tardes para irse a descansar, Albert la acompañaba y hacía las tareas con ella, en cuanto llegaba Braulio se iban a la mansión Andrew.
La mamá de Candy logró salir de la crisis, Candy se perdió la excursión de los jóvenes, llegó el día en que le dieron de alta a María.
-Señora White me alegra que ya esté restablecida, le prometí a Candy que para celebrarlo nos iríamos de paseo en el yate de la familia, ya le dije a Rosemary y vendrá con mis sobrinos, Stear y Archie, Anthony ya no pues se fue de la ciudad para estudiar producción musical.
María miró a Candy para ver su reacción pero ella estaba sonriente, esos días que pasó junto a Albert hizo que lo de Anthony se le olvidara.
Llegó el día en que se irían de paseo, Candy llevó a sus dos compañeras Annie y Patty para que Stear y Archie estuvieran entretenidos mientras ella conversaba con Albert, los padres de Candy no llegaron pues María se sintió indispuesta.
Hola chicas lindo inicio de semana, estoy actualizando las que tengo pendientes .
Gracias por seguir la historia.
