Albert y Candy siguieron el paseo tomados de las manos, los demás jóvenes que los acompañaban notaron que su relación había pasado a otro nivel.
-Antes que regresemos al hotel quiero regalarte algo especial dime ¿Qué te gustaría?
-Me agrada todo pero no puedo aceptar regalos caros porque ahí se darán cuenta mis padres que eres mi novio.
-Entonces ¿Qué clases de regalos podré hacerte? No se me ocurre nada
-Muñecos de peluche, libretas, calcomanías para pegar en mis libretas o pulseras y collares tejidos
- Quiero comprarte un vestido para la cena
-Está bien elegiré uno y le quitaré la etiqueta les diré a mis padres que me lo regaló Annie, quiero que sea sorpresa cuando me veas con él.
-Candy no me gusta que digamos tantas mentiras
-Son mentiritas blancas
-No existen las mentiras blancas, una mentira es eso ¡Una mentira!
-Ya no te esponjes
Albert pensó: ¡Usará lenguaje de adolescente! Me tengo que acostumbrar a eso
Candy escogió un vestido y le dijo a Albert en el oído el precio él le pasó el dinero y ella fue a pagar, Annie y Paty estaban contentas por Candy pues la veían feliz.
Cuando llegaron al hotel se le fueron encima con preguntas.
-¿Ya son novios el Señor William y tú? No lo niegues
-Sí, ya se me declaró y esta noche quiere invitarme a un lugar romántico, claro está que ustedes nos acompañaran pero se sentaran en otra mesa
-¡Qué envidia! En cambio Archie con trabajo me habla-comentó Annie
-¡Quieres decir que iremos a un lugar bonito!- expresó Paty ilusionada
-Es lo más probable
Las chicas se arreglaron, peinaron y maquillaron a Candy y la dejaron como una modelo de revista, los muchachos se pusieron trajes formales y las esperaban en la recepción
Cuando Albert vio a Candy con el vestido entallado y un poco escotado se le desorbitaron los ojos, la manera en que la maquillaron la hizo parecer unos años mayor de los que tenía, se veía cómo toda una universitaria , él la alcanzó y le dijo: ¡Te ves hermosísima!
Albert pensó: ¡Es una tortura! Me hace sentir mil cosas dentro de mí
-Tú también te ves guapo
-Renté una limusina para trasladarnos al restaurante
Llegaron a un lugar muy elegante se sentaron por parejas, ya estaban reservadas las tres mesas.
-Paty me pareces una chica interesante, te confieso que todavía estoy enamorado de Candy pero creo que ya mi tío y ella se hicieron novios así que me gustaría que tú y yo seamos amigos ¿Te parece buena idea?
-Claro que si, por algo se empieza
-¿Quieres bailar? –la invitó Stear
-Si
En la siguiente mesa Archie observaba a Candy y Albert
-Candy me dijo que tu tío ya se le declaró, hacen linda pareja ¿No crees? los dos son rubios, ya me imagino a sus bebés tendrán cabellos ondulados y rubios, con ojos azules quizás tengan pequitas como Candy.
-¡Candy es menor que mi tío por varios años! No creo que sus padres los dejen ser novios, creo que esa relación está destinada al fracaso
-Pensé que deseabas lo mejor para tu tío
-Una cosa es desear y otra muy distinta la realidad
-¿Te caigo mal?
-No es eso Annie, los celos me consumen, Candy se ve tan entusiasmada con mi tío más que con Anthony y eso me enferma ¡No lo puedo soportar!
-Archie tristemente tendrás que lidiar con eso, ellos se aman
-Lo de mi tío quizás si sea amor, pero lo de Candy no, hace un más de un mes decía estar enamorada de Anthony, ella todavía no sabe el verdadero significado del amor.
En la mesa de Albert y Candy…
-¡Este lugar es fantástico!
Llegó el mesero y preguntó: ¿Qué desean de tomar?
Candy le dijo rápidamente: Quiero piña colada, traiga una jarra por favor
-Candy ese coctel contiene alcohol
-Lo sé, pero se me antoja
Albert fue siguiendo al mesero para decirle: No le pongan nada de alcohol por favor, a ninguna cosa de lo que pidamos en esas tres mesas-le dijo señalándolas
-Entendido Señor, pero de todas maneras se le cobrara como dice en el menú
-No importa, sólo absténgase de ponerle alcohol
Albert regresó a la mesa
-¿Qué le dijiste al mesero?
-Que le pongan hielo
-Me gustaría bailar
-Candy somos cristianos no debemos bailar
-No debo hacer un baile erótico, pero bailar con mi pareja no es malo, además seremos esposos ¿O no?
-Si yo deseo que seas mi esposa
-Entonces vamos a bailar.
Candy se le acercó mucho a Albert puso la cabeza en su pecho, él tuvo que poner su mano en la espalda descubierta, sintió la suavidad de su piel y se estremeció
-Pásame las uñitas en la espalda-le pidió Candy
-¿Cómo dices?
-Quiero que me arañes la espalda
-Candy ¿cómo me pides eso?
-Es que mi mamá siempre le pide a mi papá que le rasque la espalda y ella parece disfrutarlo
-Candy no quiero que hagamos cosas malas que parezcan buenas
-Santurrón
-Dios mío ¿Qué haré con esta chiquilla?
Regresaron a la mesa pues sirvieron la cena.
-Compré dos cadenitas de plata con un corazón, yo tendré la mitad con tu nombre y tú el mío con mi inicial A, ya ves que le dirás a tu papá que estarás saliendo con Alistair.
-¡Eres tan romántico! No me equivoqué contigo-dijo guiñándole el ojo
Candy le sonrió y a él le parecía como si de ella salieran corazones y burbujas de colores
Chicas perdonen por hacerlo tan corto pero se me enfermó mi muchachito y mañana primero Dios cumple años mi mamá y andaba limpiando unas gallinitas jajaja, saludos espero pasen un lindo fin de mes y pues me gustaría leer sus comentarios.
