—Perdóname por cortar todo el contacto contigo, pero debes comprender que necesitaba que cumplieras la mayoría de edad, tú sabes los prejuicios que hay en mi contra, no soy del agrado de tu padre por lo de tu accidente, ahora tu ya puedes tomar tus propias decisiones y vas avanzada en tu carrera universitaria, él no puede recriminar nada si decides casarte conmigo —le dijo Albert entre besos.

Candy se apartó de él y le dio la espalda— Tú tía piensa que quiero casarme con uno de ustedes por la posición económica me dijo «¿Quieres salir de pobre? Pues entonces estudia una carrera y luego trabaja, no trates de engatusar a ninguno de mis sobrinos para lograr tus objetivos, ¿Así que pensaste en vivir como una reina? Es increíble que siendo tan joven seas ambiciosa» esas palabras me taladraron la cabeza todos estos años.

Albert la abrazó desde atrás, ella sintió el calor de su cuerpo, parecía que se iba a derretir en ese instante, sus piernas casi flaquearon, sentía que lo amaba, pero la pasión contenida desde hacía cinco años estaba a punto de desbordarse. —Fue muy cruel lo que te dijo mi tía, pero no te debe importar lo que ella piense de ti sino lo que yo siento— Albert se lo dijo entre jadeos cerca del oído, el también trataba de contenerse, ese beso logró excitarlo.

Ella dio la media vuelta para de nuevo estar frente a él y disfrutar de sus besos, Albert entendió con esa acción que la estaba convenciendo, aunque el quería que ella se lo expresara con palabras, pero Candy solo esperaba la unión de sus labios, él de nuevo invadió su boca —Cásate conmigo, creo que es tiempo que unamos nuestras vidas para siempre— le dijo sosteniendo su rostro con las manos, ella no contestó sino rodeó su cuello con sus brazos.

El por un momento sintió ganas de ir hacia su carro y llevarla lejos de ahí a un lugar donde pudieran amarse, pero no, no podía poseerla hasta que se casaran, eso era lo correcto, respetar su castidad, darle su nombre para eso había trabajado para ofrecerle una buena posición. Esa mirada fija entre ambos era como si se acariciaran porque dentro de ellos había como reacciones químicas y electrizantes.

—¡Candy ya es hora de irnos! —le dijo su padre a la distancia.

—Platicaremos mañana en el muelle donde está aparcado tu yate —fueron sus últimas palabras antes de reunirse con su papá.

Era uno de los deseos carnales de Albert estar a solas con ella, pero sus principios, su conciencia le dictaba hacer lo correcto delante de Dios y esperar hasta casarse.

—¿Qué tanto platicabas con ese hombre? —le reclamó Braulio.

—El me comentó algo sobre la beca, mañana iré a la universidad, parece que hubo un error en la recepción de mis documentos.

—¿No me estás mintiendo y él como lo sabe?

—Me confesó que es uno de los patrocinadores y dejó en claro que uno de los beneficiaros fuera yo.

—¿Y le vas a aceptar esa caridad? ¿ya se te olvidó lo que te dijo su familia?

Hola chicas no quise dejar este fin de semana sin una pequeña actualización, lo hice en poco tiempo porque estoy en el trabajo. Les cuento que el 27 de Enero empiezan mis cursos de nuevo ingreso en la universidad, así que por eso quiero ver si actualizo otros fics antes de las clases. Acepto sugerencias. Luego me meteré para editar el capítulo. Ahí me avisan si hay errorcillos de dedo.