Categoría T (Luego cambiará a: M)

Género: Family | Romance | Humor | Friendship | Drama | Suspenso | Sobrenatural.
Personaje(s) Prinipale(s): Hao A.| Zai K. (OC) | Anna K. | Yoh A. | Asanoha D. | Érebo (OC).
Parejas(s) Principal(es): Hao A. x (OC). | Hao A. x Anna K. x Yoh A.

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— Diálogos, ya esté en formato de negrita, cursiva, cursiva-negrita o normal —
«Remembranzas»
{Pensamientos}
[Diálogos de Espíritus] o [Diálogos de Espíritus]

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ACLARATORIAS DE LA TRAMA
Me preguntaron si Jun Tao participa en la Shaman Fight, ya le respondí, pero en caso que alguien más tenga la duda: si, ella participa en dicho torneo, lo mencioné al final del Prólogo (Así que la veremos en acción más adelante).

Si alguien más tiene dudas referentes a la trama, pueden preguntarme con confianza y yo les responderé siempre que la respuesta no conlleve a un spoiler. Sin más que decir ¡Feliz lectura!

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ADVERTENCIAS DEL CAPÍTULO 2: En el presente capítulo se desarrollará temas de muerte e indicios de violencia al género. ¡Así qué están advertidos~! De continuar, son responsables de sí mismos.

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The Curse Project
Por: Fjola Lovely.

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CAPÍTULO 2
Guerrero Caído
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Lilirara creyó que al mostrarle en carne propia las experiencias vividas por los cuatro guerreros a los forasteros, finalmente entenderían su punto de vista. Aun así…

— Lo siento Lilirara… —Comenzó Yoh luego de haber dado un suspiro de pesar, sabiendo que no sería del agrado de la Seminoa sus siguientes palabras: — Pero entendimos que con mayor razón tenemos que ir a la Aldea Apache.

¡¿Por qué?! Ella los intenta ayudar y de todos modos van por voluntad propia a condenar sus vidas, cuando tienen mucho que vivir. Sobre todo si ese demonio pache sigue vivo con los mismos nefastos objetivos, entonces eso sólo empeora las cosas. Y ante la determinación como seriedad en el grupo de forasteros, la chaman estadunidense un tanto incomoda, sin dejarse agobiar por la severidad del grupo, contestó de manera obstinada:

— No importa lo que digan… No pienso dejarles marchar.

— ¡Lilirara! —Llamó Jun, ella entendía a la perfección esa terquedad pero… su sobreprotección, más que ayudar, sólo creaba el efecto contrario. Lo sabía porque creyendo que le hacía un bien a Ren por protegerlo, sólo empeoro todo y entorpeció su crecimiento…

— ¡He dicho que no!

— ¡¿Pero por qué?! —Explotó Horo ante la obstinación de la mujer. Total al final todos acabaran muriendo si no hacen algo. — Tenemos que ajustar cuentas con Hao ¡Ha tomado la apariencia de un adolescente para entrar al torneo! ¡No tenemos ningún motivo para volver atrás!

— Si lo que dices es cierto… entonces deberías saber porque no los puedo dejar ir.

Ah. ¿Cómo olvidarlo todos? Si recién acaban de experimentar de "como morir" a costa de la muerte ajena de alguien más. Para ser exacto un guerrero Seminoa caído. Punto para la Seminoa estadunidense que con sus palabras, silenció a los jóvenes.

— Ese sujeto es muy fuerte. Sólo tienen dos posibles finales —Los demás tragaron en seco con ese argumento. No hacía falta decirlo…

— Morir a sus manos o convertirse en sus lacayos y seguir sus órdenes.

— ¡HEY! —Pronunció Horo al verla marcharse.

— No puedo ayudarlos más —Sentenció Lilirara, alejándose del grupo. Uno bastante agradable y por eso, con mayor razón, no quería que ese monstruo Apache los mate. — Lo único que puedo hacer es… Advertir del peligro a aquellos que se atrevan a oponerse a él…

Si ella tuviera un modo de erradicar con ese mal, con ese… asesino y darle descanso a sus antepasados. Lo habría hecho hace mucho, pero como chamana, sus poderes han llegado a su límite. Sus esfuerzos son infructíferos, aparte que… el temor que le tiene a ese Apache, tan poco le permite ir por encima de sus propios límites.

— Entiéndanlo. Nací con esa misión y es lo que siempre he hecho.

Los demás se sintieron desanimados, querían que ella les contara lo que sabe. Sólo eso, pero el insistirle sería bastante desconsiderado. Lilirara para darse a entender con ellos y de porqué su terquedad como actitud, evocó las memorias de sus antepasados. Memorias que desde una edad muy temprana fue obligada a evocar una y otra vez, teniendo que lidiar con cuatro emociones ajenas que vienen solidificándose por quinientos años.

En algún punto ella dejo de vivir para sí misma, abandonando sus propios sueños, sus propios deseos, gustos e incluso temores… todo para concluir en una discordante e inconforme vida personal.

— Si tienen algún respeto por eso… Asegúrense de que ellos no hayan muerto en vano.

Yoh y sus amigos inconscientemente miraron a los guerreros que le devolvieron la mirada. Siendo incapaces de que sus corazones se mantuvieran inamovibles ante la tristeza reflejada en sus rostros fantasmales.

Mientras que el grupo se cuestionaba que hacer, un nuevo grupo formado por un tercio de chamanes hicieron aparición e interceptaron a Lilirara con claras intenciones de obligarla a compartir toda información relevante sobre los Apache. Llegando al punto que iban a agredirle por unas meras palabras que no fueron del agrado de la chamana estadunidense…

¡¿Cómo se atreven a alzarle la mano a una mujer?!

…Aun si el grupo de Asakura sabían que Lilirara era capaz por sí misma de encargarse de esos tres, no pudieron quedarse como meros espectadores de la grosería como altercado que sufría la chamana…

— ¡DETENTE!

El tercio de chamanes se contuvo ante las palabras firmes de Yoh que al girarse dónde provino la voz; los hallaron a todo el grupo de jóvenes chamanes, también participantes del torneo, con sus Over Soul activados.

— Ella ha dicho que no quiere. No tiene sentido forzarla —Indicó Yoh, aunque su actitud era tranquila, la seriedad reflejada en su expresión aclaraba que no estaba de humor para tolerar cualquier falta de la parte contraria. — Si aun quieren saberlo, tendrán que pedirlo de manera diferente.

— ¡Bien dicho Jefe!

Lilirara no pudo evitar sorprenderse, pero por encima de todo conmoverse. Era la primera vez… que alguien la apoyaba. Siempre fue ella sola, luchando contra el mundo, y si bien tenía a sus antepasados como sus espíritus acompañantes… seguían siendo fantasmas, como al mismo tiempo, eran los responsables de que su vida sea tan amarga. Aunque no los culpaba, ella al final tenía que lidiar con sus propios asuntos como los de sus espíritus acompañantes ¿Entonces en qué momento ella tendría su descanso…?

En cuanto al mal tercio de chamanes, enojados y avergonzados de sentirse reprendidos como si fueran unos mocosos, en especial por alguien tres veces menor que ellos; no lo soportaron y recurrieron a la violencia, ataques que jamás llegaron porque Horo sumergidos en sus propias cavilaciones, arremetió con lo primero que se le cruzo en su camino, siendo nada más que el mal terció de chamanes que los mandó a volar de un solo golpe con su Over Soul activado.

— ¡Arg, ya cállense…! ¡YO SERÉ EL SHAMAN KING Y HARÉ DEL MUNDO UN CAMPO DE PETASITA!

A Lilirara le falló las pierdas con semejante revelación, había escuchado varios sueños de chamanes si lograran obtener el poder absoluto como el Shaman King… pero escuchar un sueño tan simple, tan puro como si fuera el de un niño de tres años…

Le fue imposible explotar en risa. Tanta ambiciones arrogantes y egoístas había visto en sus treinta y cuatro años, era refrescante oír escuchar tal deseo. Sin embargo, a Horo no le causaba gracia ser el objeto de risa, en especial cuando Yoh y los demás le daban miradas como sonrisas condescendientes a él.

— No me malinterpretes Horo… —Consiguió decir Lilirara. — No… ¡pff~! —Una nueva serie de carcajadas invadió a la Estadunidense. — No me estoy riendo de ti o tu sueño. Gracias… —Agradeció cuando Pailong le ofreció una mano para levantarse del suelo. — Si quieren, pueden pasar la noche en mi casa —Los invitó al ver que el cielo se tornaba de los colores naranja y rojo.

Los guerreros Seminoa miraron un tanto desconcertados a Lilirara, hace mucho que no la habían visto ni oído reír. En esos instantes, sintieron como si un vendaje se fuera caído de sus ojos, invadiéndoles la vergüenza y culpa… ¿Qué le han hecho a sus descendientes? Como chamanes, sabían que los espíritus al morir, podían aferrarse al mundo terrenal y su deber era purificarlos, hacerles asimilar su muerte, así como de hacerles entender que la muerte es sólo el comienzo del final.

Aun así… ellos obligaron y sometieron a sus descendientes, no permitiéndole que vivieran sus propias vidas. Oprimiendo su libertad al usar sus poderes como Seminoa, recreándole a su propia gente una y otra vez sus muertes como dolencias, frustraciones e ira. A tal grado, que algunos no lo supieron manejar e incluso recurrieron al suicidio… como los padres de Lilirara Seminoa, dejándola sola a una edad muy temprana, teniendo ellos que criarla prácticamente…

Ah. ¿Qué le han hecho a los suyos…?

— Gracias Lilirara, tomaremos tu ofrecimiento —Indicó Jun para la alegría de los demás que no tendrían que dormir hoy al aire libre. No es que les molestara estar en la naturaleza, sino que el frío como las colchonetas de dormir… no se comparaban a estar bajo un techo, durmiendo en la comodidad de un colchón sin bichos ni animales rastreros amenazando a subirse sobre ti, mientras duermes.

— Por supuesto, sigano- ¡pff~! —Una nueva ola de risa invadió a Lilirara cuando su mirada se cruzó con la del Ainu, quién se ruborizo.

— ¡Oh, vamos…! ¡Ya supéralo!

Para el colmo de los colmos para el Ainu, pronto la risa de Lilirara contagió a los demás.

— ¡Malditos, ay de ustedes cuando me convierta en Shaman King!

— ¿Qué harás? ¿Nos excluirás de tu jardín? —Se burló Ren.

¡pff~! —Exclamaron ambas chamanas e Yoh, antes de explotar en carcajadas.

— Creo poder vivir sin ello —Agregó Ryunosuke, siendo apoyado por Pailong y los demás espíritus; Tokagero, Bason y Amidamaru.

¡ARG!

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— Lilirara… ¿Segura que no quieres unírtenos? —Pregunto por enésima vez Yoh. No entendía el porqué pero por algún impulso inexplicable, quería que la Seminoa los siguiera, sentía que ella estaría segura bajo su compañía, lo cual es irónico cuando ella ha demostrado ser autosuficiente y fuerte con sus habilidades de ilusión.

En cuanto a la chamana estadunidense pareció reconsiderar la invitación pero luego en un suspiro de agridulce resignación, tercamente declino la propuesta. En consecuencia, se mostraron mayormente decepcionado Jun Tao, Ryunosuke que tuvo un breve (y unilateral) flechazo por Lilirara desde ayer en la noche, junto con un inquieto Yoh Asakura que una desconocida sensación de incomodidad se arraigaba en su pecho.

…Si Anna estuviera junto con él, el heredero de los Asakura seguro podría llegar a una conclusión del porqué esa desconocida inquietud en su pecho. Su prometida por lo general era muy intuitiva como asertiva cuando le compartía sus preocupaciones, y ella al conocerlo tan bien, podría darle una predicción de lo que le estaba ocurriendo.

Sin embargo, Anna estaba a kilómetros lejos de donde estaba él. No había manera de contactarse en estos momentos cuando está en medio de la participación de la Shaman Fight. También echaba de menos a Manta, quien siempre con su actitud dramática y exageradas reacciones le hacía olvidar sus propias preocupaciones. Pero a la vez, era un buen amigo que le escuchaba atentamente sin juzgarlo cuando le contaba sus preocupaciones e inquietudes, su compañía le hacía desahogar sus angustias y renovar sus energías.

Afortunadamente tenía a Amidamaru a su lado, más no quería preocuparlo de más. Ya bastante tenía con las peleas chamanes. Así que quedaba en la mismas porque las personas más allegadas a él no estaban a su lado y si bien la compañía de sus otros amigos la apreciaba gratamente. Había cosas que sentía que no podía compartirle con la misma franqueza sin filtros.

— Ya, ya, tan poco exageren. Ella estará bien —Indicó Ren un tanto fastidiado ante la exagerada preocupación del Asakura, más el apego de su hermana Jun con Lilirara (Ryunosuke es un caso perdido, así que sin comentarios).

Jun hizo un puchero por la dureza de su hermanito, mostrando su descontento de tener que despedirse tan pronto de la Seminoa. Resulta que la joven Tao una vez pasando la noche en la casa de Lilirara, ambas lograron simpatizar con su sentido de responsabilidad y el deber por su respectiva estirpe. Por lo que pronto se hicieron amigas y honestamente hallar a alguien que te pueda comprender como chaman no era tarea fácil.

…Pero parece que la soledad pronto las acompañaba a ambas…

Lilirara al ver a Jun que se veía descontenta y con un deje de resignación a que era inevitable la despedida, pronto agregó que una vez acabada la Shaman Fight podía venir a visitarla. Una invitación que pronto se torno en una promesa entre ambas. Promesa donde iban a entrometerse HoroHoro y Ryunosuke al auto-invitarse en un futuro no muy lejano… Afortunadamente Pailong y Ren lo interceptaron, evitando la engorrosa intromisión.

Tokagero y Kororo vieron con pena ajena a sus respectivos chamanes junto con un grado de condescendencia a los pertinentes chinos que frenaron su imprudencia por no saber leer el ambiente entre las dos amigas.

— Vayan con cuidado chicos —Deseo Lilirara, el animado grupo asintió y comenzaron a retornar su camino (gracias a la impaciencia de Ren que los apuraba, impaciencia de la que se quejo HoroHoro porque no le gustaba ser presionado. Así que para callar al dúo, los demás rezando internamente por la paciencia de la que carecían decidieron irse de una vez).

Ante el último espectáculo que dio el grupo antes de marcharse, Lilirara no pudo evitar de soltar una leve risa. Los iba a extrañar, pero podía estar tranquila si ese grupo asistía a la Shaman Fight, si era cierta la leyenda de coronarse como Rey Shaman, entonces esperaba que alguno de ellos lo fuera.

[¿Estás segura de haberlos dejado ir…?] Cuestionó uno de sus espíritus acompañantes.

Lilirara no tenía arrepentimientos al dejarlo marchar, por lo que su respuesta sería:

— Sí. Ellos compartieron nuestro dolor, algo de lo que nadie más hizo —Los guerreros no pudieron refutar las palabras de su descendiente, los forasteros fueron muy simpáticos y no podían evitar alegrarse de ver a la niña que prácticamente criaron, recuperar la sonrisa que creyeron perdida.

Así que estaban agradecidos con los jóvenes forasteros por su visita y mientras que observaron como en el horizonte se perdía la silueta de Yoh Asakura. Lilirara suspiró, ya resintiendo su compañía pero no podía desfallecer, la maldad todavía reside en el mundo y más participantes debían advertir…

¡Heh~! Me temo que nos queda mucho trabajo por hacer…

Una brisa silenciosa hizo acto de presencia, levantando el polvo de la tierra desértica, creando una neblina de tierra brumosa.

— Lilirara —Una voz profunda y joven, hizo estremecer a la aludida. Detrás de ella, en la lejanía, una silueta comenzó a ser visible entre la nube de polvo. — No creo que sea necesario que tu papel en la vida continúe de ahora en adelante.

La seminoa intento activar su Over Soul pero sus antepasados y a la vez sus camaradas, los que considera lo más cercano a una familia, yacían en el suelo sus almas a los pies del desconocido forastero. Los gritos de los guerreros, advirtiéndole hace unos segundos atrás que corra retumbaban en la mente de Lilirara que para cuando su cuerpo creyó reaccionar para huir, unos dedos tan brillantes como el magma la atravesaron.

Hao no pudo evitar soltar una ligera risa al sentir la ola de sensaciones que invadían a la hermosa chamana por medio del reishi, yendo desde la confusión al enojo, frustración hasta concluir todo a condesarse en temor. Por supuesto, era un temor dirigido a él, una reacción a la que estaba acostumbrado en despertar en los demás…

— No puedo permitir que te conviertas en un obstáculo para nuestros planes —Y con cínica soberbia, agregó: — Ahora podrás descansar por toda la eternidad.

{…Yoh…} Lilirara recordó las advertencias de los chicos. No obstante, ya era demasiado tarde para reconsiderarlas, se había adormecido con la felicidad de la compañía de Yoh y sus amigos. Había bajado la guardia y le estaba pasando factura.

Ella trago con dificultad, el calor que invadía su cuerpo a través de los largos dedos de la entidad espiritual que la empalaba viva, la quemaba por dentro. Era como si fuego líquido se filtrara en su interior, calcinando en el proceso sus órganos ¿Iba a morir así…? {¿Por qué…? ¿Por qué tenía que morir así?}

El enojo que comenzó a brotar en ella ante la injusticia de repetirse nuevamente lo de sus antepasados, le dio la fuerza para discutir con el maldito demonio:

— ¿Qué estás… haciendo en el pre-presente? —Mierda hablar de manera coherente con una brasa atravesando tu vientre y pecho le dificultaba la tarea. Aun así, no se rindió y consiguió formular las preguntas que han rondado desde su niñez al haber visto las visiones de sus antepasados: — ¡¿QUIÉN E-ERES?! ¿QU-QUÉ ERES? ¡HAO!

El Onmyōji al ver la desesperación de la chamana en busca de comprender sus circunstancias, se decidió por aclarar sus dudas. De alguna manera, se podría decir que algo de indulgencia se asentó en su pecho.

— Fui un Pache. Pero ya no lo soy —Lilirara calló al escucharlo hablar, no esperaba que le respondiera. Sin embargo, eso no calmaba ni un poco sus angustias y miedos. — Hace quinientos años fui traicionado y exiliado por ellos. Pero en aquel entonces no era más que un simple Apache.

No mentía, no tenía sentido hacerlo a estas alturas para Hao. Quien ya no tenía su acostumbrada sonrisa afable al evocar su pasado. A cambio, su expresión se tornó en una amarga solemnidad. No obstante, desde el ángulo de Lilirara no podía ver el rostro del antiguo Pache…

—…En-Entonces… ¡¿Tú eres el demonio Pache?!

Si Lilirara fuera visto el rostro de Hao, al menos por unos instantes, se habría dado cuenta que sus palabras lograron crispar el corazón de su verdugo. Si ella fuera tenido chance de al menos una vez haber tocado al Onmyōji, con sus habilidades de seminoa, sabría porque un término tan simple como "Demonio" trastornaba su alma.

Un grito ajeno desvío la atención del que fue una vez un Pache, siendo nada más que los tres chamanes de ayer que intentaron atentar y extorsionar a Lilirara en busca de información sobre la aldea Apache.

— ¡UN ASESINO! —Acusaron los tres chamanes que recién llegaron a presenciar la tragedia. El débil olor de carbón, cabello y carne quemada se filtraba en sus olfatos.

En medio del propio escándalo que hacían los conmocionados recién llegados, ignoraron que el Asakura nuevamente fue sacudido por la acusación de ser calificado como asesino. Una inculpación que tomo fuerza al sentir por medio de su reishi el temor que les despertaba.

Hao no podía concebir el hecho que él fuera el villano, cuando ese trío de chiflados tuvieron pensamientos más mórbidos y crueles cuando ayer amenazaron a Lilirara. Aunque se mantuvo en la lejanía, su reishi fue capaz de detectar los asquerosos pensamientos que tuvieron al ver con morbo la figura de la chamana estadunidense. ¿Y se supone que él era el monstruo?

El milenario chamán de las estrellas tecleo unos datos en su bitácora virtual, diciendo en voz altas el nivel de furyoku de los tres participantes que interrumpieron su charla con la Seminoa.

{Ja} Exclamó en una despectiva risa Hao en su mente. Y sin más sentenció: — Esto es ridículo. No necesitamos gente tan patética… —Su expresión por algún motivo adopto una mueca de puchero y amargor. — Ni yo… —La otra mano libre del Espíritu de Fuego pronto apuntó a los tres participantes que alarmados al ver la gran manopla chispeaba unas llamas, intentaron incorporarse y huir… — Ni la hu-

Una cuchilla negra como el ónix emergió del suelo, justamente debajo del brazo donde tenía a Lilirara empalaba con sus dedos. La entidad espiritual rugió, no necesariamente de dolor, sino de molestia ante la sensación de incomodidad al ser su brazo amputado. Por otro lado, Hao sintió el brazo izquierdo entumecido, un efecto secundario cuando compartes un vínculo con tu espíritu acompañante y este sufre algún daño físico.

— Ya decía yo que te estabas tardando en aparecer —Indicó Hao con una sonrisa cínica y… hasta siniestra cuando se giró a enfrentar a una presencia con la que está bien familiarizada.

El enmascarado pronunció en su mente una maldición a los tres chiflados como a Lilirara por haberle pisado las minas correctas al Onmyōji. Siete años observándolo y siguiéndolo de cerca no fueron en vano, conocía los humores de Hao Asakura (para su infortunio personal), por lo que a ojos cerrados podía afirmar que en estos momentos la moderación era lo último en la mente de él.

De hecho tenía la sospecha que quería desquitarse con alguien y para el infortunio del enmascarado, resultaba que él era quien más ha fastidiado a Hao en lo que ha sido su segunda reencarnación.

— Parece que tienes algo de talento —Elogió socarrón el Onmyōji admirando el brazo amputado de su Espíritu, demostrando que ha recuperado su jovial actitud. Hao silbó, exclamando casi como una felicitación: — Un corte limpio, eh. ¡Muy bien~!

Un hilo de halagos que no fue bien recibido por el enmascarado, no por el menospreciativo que le hacía entre líneas. Oh no, eso era lo de menos, sino la chispa de interés reflejado en esos ojos castaños que creyó haber apagado años atrás.

{¡MIERDA, NO!} Gritó en horror el enmascarado con los pelos de punta. Capturar el interés de Hao era una sentencia de muerte segura… ¡Y ni siquiera estaba a la mitad de cumplir sus planes! Ha sido paciente por siete jodidos años ¡Sus esfuerzos no iban a destruirse por salvar a una víctima más de las garras del mocoso milenario…!

— ¡¿Es-Estás con…ugh… él…?!

El inoportuno interrogatorio de Lilirara que a duras penas conservaba la conciencia. Saco de las cavilaciones al enmascarado que la apego más a su cuerpo al tenerla sostenida por la cintura.

Si no quieres morir. Cállate y afirmarte bien a mí.

La chamana confundida pero con el deseo de querer sobrevivir, se aferro a la túnica negra del desconocido con las pocas fuerzas que le quedaba. Ahora más que nunca, que su vida pendía de un hilo, se daba cuenta de sus ganas de querer vivir, que su deseo de querer la paz no era muriendo como creyó en su ignorancia; sino la de poder vivirla sin remordimientos… como el deseo de seguir a Yoh y a los demás, una de la cual se arrepentía de haberse abstenido.

— Me siento ofendido. ¿A ella le hablas y a mí me haces la ley del hielo? —Negó con la cabeza en fingida desaprobación y dolencia. — Te dejé vivir porque tenía curiosidad cuales eran tus intenciones… pero parece que me tendré que quedar con la duda.

[Zai… si no nos apuramos. La Seminoa no sobrevivirá]

Para el enmascarado era muy fácil decirle lo obvio, pero otra cosa era enfrentar a Hao directamente y salir ileso en el acto. Había usado al trío de chiflados como una distracción y oportunidad para intervenir en liberar a Lilirara. Sin embargo, luego el plan se malograba porque ahora no sabía cómo carajos poder crear una apertura para escapar con los poderes de su espíritu Érebo.

{Asa, cariño ¿Alguna idea en mente?} Le preguntó Zai a su segundo espíritu acompañante, mientras que por medio de sus poderes de sombras; evitaba la manopla del Espíritu de Fuego que ya había regenerado su brazo perdido y, con cierta bronca, ahora intentaba aplastarlo como si se tratara de un molesto mosquito.

[Busca que no te maten mientras que escapas] Aunque su dulce voz melódica resonaba en la mente del chamán máscara, la sequedad al hablarle podía percibirse. Dando un claro indicio que tal vez no estaban en buenos términos.

{Vaya. Gracias. ¿Por qué no lo pensé antes?} Contestó con ironía e incredulidad. Ese maldito plan lo han estado empleando por siete largos años, dudaba que a estas alturas funcionara. Y lo decía con propiedad porque cada vez más ha sido complicado lograr huir de Hao.

Por supuesto tiene un plan B. Pero recurrir a dicho plan, sería declarar su fracaso porque se supone que debe permanecer bajo perfil hasta que inicie el torneo de chamanes. Muchas personas demandan su cuello, y hacer evidente su existencia sería malograr muchas cosas. Todavía no es momento de revelar su identidad ni sus objetivos…

Por otra parte, Hao analizaba al enmascarado, ha esquivado con fluidez sus ataques a pesar que carga un peso muerto (entiéndase a Lilirara). En ningún momento ha recurrido al Over Soul para atacarlo… un chamán sin espíritu acompañante es una cáscara vacía, está indefenso, pero… el enmascarado si cumple con el mencionado requisito, ha usado habilidades sobrenaturales que se relacionan con las sombras u oscuridad nada más para defenderse de sus ataques de fuego.

También en las batallas para reclutar a los participantes del evento Shaman Fight: este sujeto jamás le había visto activar su Over Soul al inicio de las batallas, cuando le tocó luchar con Kanna y otros dos chamanes al azar. Mucho menos en los anteriores siete años que a veces se cruzaban…

—… ¡Ah! —Exclamó Hao como si recordara algo, mientras que con una mano se agarraba el mentón pensativo. — No has usado tú Over Soul, eso significa… que lo mantienes activado ¿Siempre? —Cuestionó lo último con incredulidad. Pero tenía lógica, la técnica de integración al espíritu con el chamán no exige mucho consumo de furyoku. — Uhmn… ¿Por medio de la técnica del Hyōi Gattai, tal vez?

Eso llevaba a Hao a una pregunta clave que ha intentado evadir el enigmático chamán de sombras… ¿Cuánta era la reserva de poder del chamán máscara? Y como si fuera previsto las intenciones del antiguo Apache, rápidamente agregó señalando a este con su mano libre:

¿Ya sabes cuál es tu deseo?

El castaño alzo una ceja en incredulidad, contestando como si fuera lo más obvio: — Creo haber sido claro ya. Ser el Shaman King, por supuesto.

El enmascarado bufó exasperado y abatido, dejando caer extenuado su cabeza hacia adelante. — ¡Esa es tu ambición! Seguir tu ambición, desconociendo tu sueño, sólo llevara a un resultado nefasto.

— Entonces ilumíname —Indicó con su afable sonrisa que no se reflejaba en su mirada. Parecía también algo fastidiado con el sermón que ha venido escuchando por casi una década, siempre dejándolo con una indescriptible inquietud en su pecho. — Creo haber jugado al ratón y al gato contigo lo suficiente para que compartas tu "sabiduría".

Busca en tu pasado, ahí está la respuesta.

Genial. Típica frase de monjes o eruditos. El gran maestro del Yin y el Yang se abstuvo de resoplar una risa sardónica, si le iba a venir con esa poca originalidad, para ser sabio, mejor él.

— ¿Significa que debo pensar en los Asakura intentando matarme al nacer?

Me refería a tu primera vida… —Indicó encogiéndose de hombros. Dándole luego un vistazo a Lilirara que ha sido obediente en soportar sin quejarse por el movimiento constante que ha hecho su persona, teniendo ella esas heridas de quemadura. Y con lo poco que ha visto, su condición no era muy alentadora…

— ¿Qué primera vida? —Indagó Hao, sin su típica sonrisa. A cambio tenía una expresión un tanto desafiante mezclada con perspicacia. El milenario chamán por alguna razón no podía bajar la guardia con este sujeto de sombras. Su vida como Onmyōji no era tan desconocida en el mundo chamán, muchos sabían de sus logros como poder…

¿Pero por qué tenía la sospecha que no hacía referencia a su vida como Onmyōji?

El enmascarado se mantuvo en silencio, luego alzó su brazo libre y señalo a su persona… o eso creía él. — ¿…De verdad quieres que te responda teniendo público?

El Asakura giró su cabeza para ver a quién señalaba y cerciorarse quienes eran los chismosos. Siendo nada menos que el trío de cuarta chamán que se estremecieron al verse bajo la atención del que estuvo a punto de ser su verdugo, ocultándose pobremente detrás de una edificación.

…En verdad que su idiotez no tenía cura, en vez de aprovechar la oportunidad que sobrevivieron de matarlos ¿Creyeron que encontrarían la oportunidad de desquitarse con el gran Hao Asakura o qué? En fin, no eran relevantes, él los puede matar chasqueando los dedos…

— Ellos no-…

Cuando el Ex-Pache giró a ver al enmascarado, suspiró fastidiado, más no sorprendido. Nuevamente ese tipo uso el rayado truco de distraerlo para huir de él. Necesitaba desquitarse, así que alzando su brazo con indiferencia fue la orden suficiente para que el Espíritu de Fuego se materializara detrás del trío idiota y los matara al quemarlos vivos.

Sin quedar restos de huesos, ni almas.

{Tendré que hablar con Opacho…} Consideró Hao, mientras que se marchaba sin resentir el amargo recuerdo de ser el único que califican como el demonio Apache. Parece que la presencia del enmascarado fue suficiente distracción para sepultar esas desagradables memorias.

«— ¿…Creo que cuida del Señor Hao? —»

La alma pura de Opacho le permitía tener una percepción que no cualquiera puede desarrollar ni aunque vuelvan a nacer. Sumando eso con sus habilidades de predicción sin pulir lo suficiente, la niña dejaba mucho a la imaginación… pero por lo general, sus observaciones solían ser asertivas.

{En verdad… cada vez estoy más curioso…} Meditaba el maestro del Yin y Yang, caminando despreocupado por la solitaria calle, mientras que su espíritu elemental se desvanecía. Comenzando a tararear distraído una melodía con un ritmo pegadizo y alegre {Tú objetivo soy yo. Pero… ¿En qué sentido exactamente? Matarme no puede ser, ya tuviste la oportunidad} Dudaba que fuera algún interés retorcido de atracción y adoración como Peyote.

La boca de Hao se torció en una mueca de desagrado al recordar las veces que sin querer le ha leído la mente a Peyote por culpa del reishi.

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— Extraño a Lilirara… —Se quejo Ryunosuke, mirando soñadoramente la luz de la luna.

Ren rodó los ojos.

— ¿Ella estará bien…? —Cuestionó Jun que sentada en la pequeña mesa del dormitorio, agradeció cuando Pailong le extendió una taza de té recién servida por este.

Una vena se hincho en la sien del heredero de los Tao. Mientras que Bason tragaba en seco, dándole furtivas miradas a su Joven Amo.
En cuanto, Yoh al oír sobre la chamana, pronto exhaló un desfallecido suspiro siendo pronto seguido por Ryunosuke y Jun.

¡YAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! —Explotó finalmente Ren, elevándose el triple de su tamaño el peinado que se asemejaba a una púa. — ¡DOS SEMANAS Y MEDIA! ¡Dos sacrosantas semanas y media han estado en ese estado! ¡Ya supérenlo! Ella está bien, en la comodidad de SU CASA. A cambio preocúpense por llegar a la Aldea Apache.

Los demás miraron con reproche al Tao que no se dejó someter por las miradas de sus amigos, los espíritus (exceptuando a Bason que le pedía que no se alterara), el zombi y el de su hermana.

— Ay Ren. No grites, luego se nos vienen a quejar aquí —Le recordó con suavidad Jun.

— Si nos echan de esta posada, ya será la cuarta vez… —Comentó Pailong, generando que una nueva mirada se enfocara en silenciosa crítica a Ren quien se ruborizo un poco incómodo.

— ¡Eso fue por culpa del idiota de Horokeu!

En parte, era verdad, y en otra… Horo lo inicia y Ren le seguía en sus escándalos. Acabando por destruir el lugar con sus peleas o molestar a los otros huéspedes e incluso hasta los propietarios del hotel o posada ¡O dónde sea a donde fueran! ¡Y ya estaba bueno de sus escándalos, echaban de menos dormir en la comodidad de un colchón!

Eran chamanes, amaban la naturaleza ¡Pero también la comodidad! Eran personas civilizadas, actualizados a su época. Bastante malo era estar con dolores de espaldas al dormir en el duro suelo o simples colchonetas que cumplían la función a medias.

— Pero Horo no se encuentra ya aquí —Recordó Ryunosuke, incrementando la irritación del menor de los Tao.

—…No me lo recuerdes… —Gruñó apretando el tabique de su nariz entre su dedo índice y pulgar.

[Amo Ren… no se altere, es malo para su salud] Le recordaba Bason, distrayendo para su fortuna al adolescente que se relajo una vez que Jun le ofreció una taza de té por medio de Pailong.

Ya hace unos días atrás habían acordado que Yoh sería el líder, liderazgo que le cedió el mismísimo Ren Tao y los demás no pudieron refutar los argumentos del chino. Sin embargo, el propio heredero Tao comenzaba a arrepentirse porque ahora estaban varados en vaya a saber cuánto tiempo en una posada, gracias que el maldito cabeza de iceberg se perdió en el recorrido a las montañas.

Y como Yoh no es de los que abandona a nadie… todos tenían que seguir al líder que se determino no irse hasta que estuvieran todos reunidos ¡Fabuloso~! (Nótese el sarcasmo).

— Aunque Ren tiene un punto. Además, ¿Y si Horo le sucedió algo en las montañas…? —Intervino un cuarto chamán en la alcoba, todos enfocaron su atención en este, siendo un… ¿Jovencito? De ojos y mirada verde esmeralda, el cual se hallaba sentado junto con Jun en la pequeña mesa, disfrutando de la hora del té.

— No te preocupes. Horo se ha criado en las montañas y el Jefe confía en sus habilidades de sobrevivencia —Aclaró Ryu, guiñándole el ojo al jovencito inglés, quién fue sacudido por un escalofrío al sentirse en peligro. Por lo que perturbado, el peliverde se enfocó en beber de su taza de té y mantenerse bajo perfil de la atención de Umemiya.

Lyserg Diethel. Era un chamán que se había unido recientemente a ellos (Aunque no de la mejor manera). Acarreaba un pasado bastante espantoso y todos pudieron empatizar con el peliverde, dándole la bienvenida en el grupo. Era un chico a mitad de la adolescencia con quince años de edad, era muy ingenioso e inteligente… Sin embargo, con el transcurrir de los días, se han percatado que también es alguien astuto con una personalidad retorcida, camuflada con esa bella apariencia pueril y frágil.

Aunque Yoh no lo dijera, le incomodaba un poco Lyserg… Más allá del hecho que Ryunosuke parecía estar flechado por el chamán del péndulo, le perturbaba un poco ese lado retorcido u obscuro en el adolescente. Y es que a veces el chamán instruido en la Radiestesista… lo percibía tan siniestro. Comprendía las razones del porqué, ya que nadie nace malo. Una creencia que ha preservado…

«— Que diminuto eres.»

…Entonces…

«— ¿Eres lo suficiente consciente de tu entorno?»

¿Qué fue lo que le paso a Hao para que fuera quién es hoy en día? ¿Y por qué los Asakura tenían que responsabilizarse de las acciones de Hao? ¿Cuál era su vínculo con los Asakura y por qué sus abuelos como madre se negaban a contarles? ¿Por qué? ¿Por qué? Les cuesta contarle la verdad, pero no mandarlo a ciegas a pelear con un desconocido que resulta ser poderoso en un sentido inimaginable y con claras intenciones genocidas.

{Un mundo sólo de chamanes, eh.} Pensó al recordar lo que le dijo Lilirara y observó en las memorias de los guerreros Seminoa. Era un sueño bastante ideal, dado a que la humanidad cada día se encargaba de que perdieras la fe en ellos. Aun así, le parecía extremista tal idea…

Si Hao hiciera eso, no sería muy diferente de los humanos. Yoh suspiró por enésima vez, tantas preguntas y cero respuestas.

— Ese fue un suspiro largo…

Giró su rostro a ver detrás de su persona, viendo que quien se le acercaba era Ren Tao. El perezoso sonrió, Ren aunque actuara arisco y arrogante, era uno de los más perspicaces del grupo. Por lo tanto, eso impulsaba su lado atento, aun si lo negaba, bajo esa actitud explosiva era un buen chico que cuidaba a los suyos.

— Hehe… —Se rasco la mejilla un poco tímido al sentirse de alguna manera pillado. — Bueno, todavía me sigo pensando si pedir ese platillo especial.

— ¿Y por qué no lo haces?

— Parece muy pesado, y ya es hora de dormir.

Ren rodó los ojos: — Entonces no lo hagas, piensas demasiado. Al igual que darle vueltas lo que nos mostró Li-

— ¡Lilirara!

— Si, exacto.

— No, no, Ren —Negaba con las manos. Luego le señaló la ventana donde Yoh desde hace rato ha estado observando el panorama, sin ver nada en realidad al estar meditabundo. — ¡Lilirara está afuera!

— ¡¿Lilirara?! —Repitió Jun emocionada junto con Ryunosuke y un escéptico Pailong una vez que escucharon el grito del Asakura.

— ¿Dónde Yoh? —Cuestionó la china acercándose a la ventana que había señalado, más no encontró nada, la oscuridad de la noche cubriendo el panorama con un manto de sombras no le ayudaba mucho.

[Amo Yoh, vi a Lilirara afuera, a la derecha. A cinco metros alejado de la ventana. Cerca del poste de luz] Contestó Amidamaru que se materializó en su forma fantasmal cerca de ellos, parecía que escéptico de las sospechas de su maestro chamán fue a cerciorarse en identificar si era la Seminoa. Siendo ella… aunque se veía diferente…

La Tao, contenta con la noticia salió a buscar a la Seminoa seguido de cerca por Pailong como un perro guardián y Ryunosuke que arrastro consigo a un confundido Lyserg que cuestionó en voz alta la identidad de la tal Lilirara. Siendo respondido su duda por Ren e Yoh que los seguía de cerca…

— ¡Lilirara! —Llamó Jun una vez afuera, cuando a lo lejos identifico una silueta como la de su amiga. Ese tatuaje en el dorso de su mano era indiscutiblemente el símbolo de la Tribu Seminoa.

— Jun, no te precipites… —Advirtió Pailong, todavía escéptico que la Seminoa haya dado con su paradero ¿Cómo pudo hacerlo? Dudaba que preguntando y preguntando lo fuera logrado siquiera a tiempo.

Pailong tiene razón, Jun…

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FIN DEL CAPÍTULO 2.
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Antes que nada, GRACIAS por los que hicieron notar su presencia por los follows o por agregarme en su repertorio de favoritos, pero sobretodo GRACIAS INFINITAS a quienes se animan a mandarme un Reviews y expresan sus opiniones. Disfruto leyéndolos ;3

En referencia al capítulo, ¿Qué tal les pareció? Ya Lyserg apareció y se unió a Yoh ¿Pero seguirá con ellos, o sólo será un "Por ahora"?, aparte, ya han visto que Hao sigue siendo igual de implacable como en el manga. En cuanto al siguiente veremos a la violenta Itako favorita de muchos y no tan favorita de otros (Anna Kyōyama). Y como siempre, les recuerdo:

TODOS LOS JUEVES DE LAS SEMANAS ACTUALIZO «The Curse Project». No obstante, si antes del siguiente jueves me envían suficientes reviews —cof10cof—, puedo actualizar otro capítulo.

Bye, bye, hasta el próximo Jueves
¿…O antes del jueves? Eso dependerá de ustedes~