Categoría T (Luego cambiará a: M)
Género: Family | Romance | Humor | Friendship | Sobrenatural.
Personaje(s) Prinipale(s): Hao A.| Zai K. (OC) | Anna K. | Yoh A. | Asanoha D. | Érebo (OC).
Parejas(s) Principal(es): Hao A. x (OC). | Hao A. x Anna K. x Yoh A.

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— Diálogos, ya esté en formato de negrita, cursiva, cursiva-negrita o normal —
«Remembranzas»
{Pensamientos}
[Diálogos de Espíritus] o [Diálogos de Espíritus]

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The Curse Project
Por: Fjola Lovely.

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CAPÍTULO 8
Broken Mask

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Hao tarareo entretenido con el desenlace de la batalla, siempre se ha sentido intrigado por el chamán enmascarado, a pesar de que lo considera irritante la mayoría de las veces, no puede negar que sabe como entretenerlo. Aunque ya había visto hace quinientos años el potencial de los Seminoa, pensar que lograría apreciarlo ahora y en directo…

{Pensar que además de acosar, tienes talento para instruir} Pensó burlón el Onmyōji, admirando como Lilirara usaba el poder de los elementos, precisamente la madera y el metal que son los únicos con los que tiene sintonía. Por lo tanto tales recursos era lo que usaba para sus marionetas mejoradas que son poseídas por sus cuatros antecesores Seminoa junto con el cetro que de una ramita de corteza blanca, pronto la hizo crecer al imbuirla de su propio Furyoku que es de un color azul hielo.

En consecuencia, la pequeña ramita creció hasta volverse en un cetro que medía un poco más de un metro y de sus ramas sin hojas floreció unas flores de un pálido color rosáceo que emanaban una luz blanca como el resto de la corteza.

Sin embargo, en verdad estaba curioso Hao ¿Cómo su acosador enmascarado sabía la existencia de tan curioso objeto? ¿Fue una adquisición al azar? ¿Y de por si cómo supo que podría ser compatible con la Seminoa? Esa pequeña ramita que podía extenderse y crecer o viceversa, siempre que la alimentes de Furyoku, más con la voluntad e imaginación del chamán portador del objeto; podía ser un arma muy versátil de la cual por si sola ya contenía una relevante cantidad de Furyoku como Reiryoku.

— La máscara reunió en su equipo gente interesante —Le oyó comentar el Onmyōji a Luchist y al verlo de reojo junto con el poder del Reishi, parece que estaba inmerso en la pelea como muchos otros de los espectadores.

Tiene que admitirlo, debe darle puntos a su acosador por saber usar los recursos a su disposición. Él ha viajado por el mundo en sus tres vidas y el mundo terrenal todavía le sigue sorprendiendo de los fenómenos que residen en silencio, pasando desapercibido de la humanidad y… de vez en cuando incluso para los chamanes.

— Parece fuerte, Señor Hao.

El chamán de las estrellas oyó ahora a Opacho, quien en sus pensamientos cuestionó si la Seminoa se uniría para ayudar a la causa de hacerlo el Shaman King o… saldrá con una colorida grosería como el chamán de la máscara o lo golpeará como la Itako. Hao rio, en el fondo enternecido de que la niña buscara su bienestar e impulsado por ese sentimiento, situó una mano sobre el voluminoso afro de la niña que acepto la acaricia con gusto, aunque igual lo miró apremiante para merecer tal gesto.

— Tal vez… —Concordó algo ambiguo. — Igual pierdes el tiempo en considerarla.

Opacho asintió, desplazando pronto todo pensamiento sobre la chamana estadunidense y ambos volvieron a enfocarse en el estadio. Aunque el Onmyōji mostró cierto interés a las habilidades adquiridas de la Seminoa, no eran muy relevantes para él porque… si los Seminoa fueran estado bajo su guía, estaba seguro que le podría sacar más partido a sus poderes hereditarios.

Luego su atención se desvió hacia la joven Tao, ella también mostró mejora en sus habilidades. No alcanza al potencial de su hermano menor, pero se nota que es una chamana que ante su impecable manejo en el arte del Taoísmo demuestra su eficacia.

Hao rio sedosamente, a la vez que un peligroso y juguetón brillo se vislumbraba en sus ojos castaños del cuál una radiante estela de Furyoku rojizo como el fuego, fulguraron en ellos {Entretenme más mi diminuto acosador, quizás si me das un buen espectáculo hoy, extienda más tu tiempo}

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En el coliseo, el enmascarado le dio un escalofrío ante una penetrante e intensa mirada que sentía perforarle el cráneo entre los espectadores. Y no necesitaba ser un vidente para saber que provenía del maldito Onmyōji milenario.

[Bueno, podemos decir que el plan va a la perfección.] La voz de uno de los espíritus del chamán enmascarado resonó en su cabeza, mientras que observaban juntos como las chamanas le daban pelea: al Gallowey quien parecía estar de malhumor con los comentarios déspotas de Jun Tao. En cuanto Lilirara luchaba con el Douglas, mientras que el tercer contrincante que responde por el apellido Sade se abstenía de unirse a la batalla y parecía… esperar el momento de luchar.

¿Y Radim? Más allá de narrar los hechos de la batalla, se la pasaba la mayor parte halagando a Jun Tao. Igual, eso no le interesaba al enmascarado que yacía sentado en su silla, contando los minutos para que concluya esta batalla chamán. No le interesaba el torneo, tan poco le interesaba ser el Shaman King con algún propósito de por medio…

Las cosas que debe y quiere realizar yacen aquí en este mundo, en esta isla en lo que dura la Shaman Fight.

Aunque hacerlo… conlleve a meterse a un volátil tornado de fuego con una ambición que se ha condensado por mil años (entiéndase Hao Asakura). Exhaló un largo, largo suspiró extenuado y su segundo espíritu al percatarse de su estado de ánimo, agregó:

[No tienes opción. Si queremos acercarnos lo suficiente, tienes que incentivar su curiosidad] Le recordó con ese tono de voz melódica y dulce, pero pudo percibir la condescendencia en sus palabras.

{Ese es el problema} Años atrás se acercó al chamán de las estrellas en su época "más vulnerable", ha sido el acercamiento más cercano que se ha podido permitir con él y por poco muere en el intento. Ahora que es más fuerte que en aquel entonces, debe intentarlo una vez más. La complicación… que a veces capturar el interés de Hao no te garantiza nada, mucho menos un resultado positivo. Ese sujeto es tan desconfiado como paranoico que ve enemigos a donde vaya.

…Aunque una buena parte entiende el porqué con el tipo de pasado que acarrea… ¡Pero eso no lo justifica para ser un maldito dolor de culo!

¡OH! ¡OH! Y DE NUEVO MI CHICA DE MIS SUEÑOS SOMETE A UNO DE LOS MIEMBROS BLOODY FOREST ¡¿DÓNDE ESTÁN LAS OVACIONES A MI LADY, EH?! —Las ovaciones de los espectadores no tardaron en escucharse (en especial de la familia Tao que acaparó un sector del primer piso con sus zombis), si bien no querían darle el gusto al irritante de Radim, no podían negar que la pelea estaba muy buena.

Las chamanas carecían de fuerza física para luchar por sí mismas cuerpo a cuerpo, pero a base de estrategias como conocimientos y tener eficientes marionetas (Jun tiene a Pailong y Lilirara los cuatros guerreros Seminoa que poseen las muñecas de metal con detalles de madera), estaban inclinando la balanza a su favor. Además que, a diferencia del equipo contrario, ellas trabajan en equipo; Lilirara al tener más recursos de cuatro marionetas, de las cuales dos, son usadas para la defensa junto con Pailong, mientras que los otros dos guerreros Seminoa respaldan respectivamente tanto a Jun como a Lilirara.

— ¡OYE! ¡¿Se puede saber dé que lado estás?! —Explotó Gallowey, las cosas no le estaban saliendo tan bien como pensaba y no le ayudaba tener al bastardo de Louis apurándolo ¡¿Acaso no puede apurar también a Maximilian?! No es el único que está luchando aquí.

NO ESTOY DE NADIE, ES LA CARGA QUE LLEVA SER UN JUEZ PACHE —Indicó solemne Radim. — ¡PERO…! —Se llevo una mano al pecho, expresando dolor como determinación para continuar: — MÍNIMO PUEDO APOYARLA EN SILENCIO ¡ES LO QUE UN VERDADERO HOMBRE HACE!

— ¡NINGÚN SILENCIO MALDITO! ¡Te la has pasado cacareando alabanzas y ovaciones en toda la pelea hacia ella!

Radim quedó en silencio, observando como Gallowey se escudaba de un ataque de Pailong, para después llevar una mano detrás de su cabeza mientras que sacaba la lengua y tenía una expresión avergonzada de haber sido pillado infraganti, exclamando: — ¡Eje~!

¡AAAAAAAAARG!

Sade que estaba rechinando los dientes, mostrando un rostro sombrío llego al límite de su paciencia, siendo el primero en enterarse su compañero Gallowey. Su espíritu acompañante era una criatura mitológica, un Griffin, por tanto era de categoría deidad y yacía volando por arriba de su compañero chamán hasta que unas largas raíces la envolvieron, arrastrándola detrás de Sade que tenía materializado su espíritu siendo una especie de árbol ciclope y… parecía ser caníbal porque el Griffin fue estrujado y absorbido por las raíces. En consecuencia, hizo que la quimera se desintegrara mientras que rugía de manera dolorosa.

— ¡GRIFF! —Llamó preocupado y desconcertado el chamán escocés, no sintiendo el Reiyoku de su compañero. Indignado confrontó a Louis: — ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO, ERES CIEGO O QUÉ?! ¡DEVUELVEME A GRIFF!

Maximilian suspiró derrotado, no pareciendo sorprendido por las acciones temerarias de Sade. En parte, quizás entendible porque estos dos chamanes se vienen conociendo por más tiempo a comparación de Gallowey que lo conocieron en la aldea Apache y unieron fuerza por el requisito de pelear en equipos para la segunda prueba de la Shaman Fight.

Louis sin una pizca de arrepentimiento, le contestó con desdén: — Te tardabas demasiado para vencerlas. No te preocupes, me aseguraré que el sacrificio de tu pollo mutante no sea en vano.

— ¡¿Sacrificio?! ¡Maldito, Griff es irremplazable para mí!

— Pues lo será —Contestó con un tono lúgubre, sin una pizca de culpa y manifestándose detrás de su regordeta figura su espíritu acompañante. — ¡Dryade!

Una especie de árbol ciclope con forma humanoide un tanto amorfa y sin brazos era el espíritu acompañante de Sade, quién después de "devorar" al Griffin, creció de tamaño midiendo más de dos metros aunque por estar encorvado daba una apariencia anémica. También se veía siniestro dada a la torcida boca como al agujero que de la oscuridad hueca resaltaba una luz brillante que parecía hacer la función de la pupila e iris como ojo. Además que de sus ramas que se ubican en la cabeza como anchos hombros descuadrados, caía tal cual cascada unas largas enredaderas de hojas, similares a los árboles sauces.

— Señoritas, disculpad por la tardanza. El platillo fuerte ahora será servido…

Lilirara y Jun se miraron extrañadas entre sí, para pronto un temblor manifestarse. Pailong como los demás guerreros Seminoa se pusieron en guardia, en medio de la vibración, los guerreros Seminoa que trabajan en la defensa miraron el suelo en silencio y empezaron a dialogar en una lengua arcaica que duró en breve porque pronto comenzaron a gritarle al zombi.

— ¡JUN!

El peleador chino pronto capto que el ataque iba a la Joven Tao, por lo que al estar más cerca de ella, la aparto de su posición justo para ver como unas raíces sobresalían del suelo, rompiendo la piedra del estadio en el proceso y capturar lo más cercano. Siendo de hecho el brazo de Pailong como su pierna izquierda, por suerte, en el momento que quiso elevarlo del suelo; los Seminoa que actúan como defensa de las chamanas, uno lanzó su búmeran mientras que el otro usó una enredadera a base de lianas con una gran hoja cortante de metal, cortando así las raíces del árbol ciclope que tenían prisionero al zombi.

Sin embargo, Sade sonrió satisfecho al igual que Maximilian que se ajustó sus gafas. Al mismo tiempo la calma entre las chamanas al ver ileso el zombi, se vio obstruida en el momento que emergió una sustancia espesa de las raíces cortadas. Siendo de hecho la savia del espíritu árbol, más no era una ordinaria dado a que tenía un efecto igual al ácido que comenzó a corroer los tejidos de la piel muerta de Pailong, mayormente en su brazo derecho.

— ¡PAILONG!

Jun pronto se alteró al ver el valioso cuerpo del zombi siendo dañado, cuando intento acercarse para tocarlo y ver qué hacer, el chino se alejó para consternación de ella. — ¡Mantente alejada! No sabemos si el daño puede trasmitirse de cuerpo a cuerpo.

— ¡Pero tú brazo! —Protestó molesta, ya viendo los huesos del cadáver viviente.

En consecuencia al primer daño relevante en el Equipo Abyss, destruyó su buen equilibrio creando una apertura que el enemigo no desaprovechó. Siendo ahora Maximilian que los atacó con su espíritu acompañante que era la especie de un lobo o coyote dado que tenía una apariencia desnutrida, sus ojos estaban totalmente blancos y de su escaso pelaje disparejo como de su hocico que se asomaba espuma goteaba ectoplasma fantasmal.

Maximilian recitando el ataque, el lobo-coyote pronto lo efectuó; vomitando una relativa cantidad de baba ectoplasma fantasmal dirigida a los chinos que, afortunadamente Lilirara usando uno de sus guerreros de ofensiva, con su lanza la rotó haciendo de un escudo que evitó que asentara a sus compañeros. Por otro lado, Radim como varios del público estaban algo incómodos…

ECK. ¡PERO QUÉ ASCO DE ATAQUE! —Protestó Radim, hablando por su micrófono y con una graciosa cara distorsionada de puro asqueo. Llegando hasta hacer el ademán de vomitar al venirle unas arqueadas por el hedor en el aire. — HAZLE TRAGAR UN DIGESTIVO O YO QUE SÉ. DE POR SI UNAS MENTITAS, DESDE AQUÍ ME LLEGA EL HEDOR A PERRO DE ALCANTARILLA ¡¿ACASO MURIÓ CAGANDO O QUÉ?!

El público que si bien compartían el malestar de Radim, estaban varios con el dilema si vomitar o reírse. Porque el presentador Pache las caras que hacía como su forma de expresarse eran demasiado chistosas para ignorar. Por otra parte, Maximilian que movía una de sus cejas en claro tic de enojo, se ajustó las gafas diciendo:

— Que hombre más vulgar.

— ¿Lo matamos? —Cuestionó Louis a Douglas quién con pesar, cabeceo en negativa. No podían matar al Juez Pache por las reglas del Shaman Fight o serían descalificados, así que lo mejor era ignorarlo… aunque ganas no faltaban de matarlo.

Al mismo tiempo del lado del Equipo Abyss, Jun como Lilirara junto con sus respectivos espíritus acompañantes buscaban una manera de detener los daños en el cuerpo de Pailong. No obstante, Jun si bien intentaba mantenerse en calma y pensar, la mente no le daba al observar el gran daño que se manifestaba en su brazo y recién se han dado cuenta que en la pierna también comienza a presentar atisbos de deterioro, al caerle salpicaduras en la ropa que, ya se ha desintegrado.

— Jun, cálmate. No me duele, ni voy a morir.

Cuando la china fue a contestarle al zombi que se mantenía más compuesto que los demás y de por sí más preocupado por la peliverde que estaba alterada; alguien más tomó la palabra:

Te veo mal, Carne carroñera.

Pailong se mostró disgustado al oír el "cariñoso apodo", dedicándole una mirada de "No ayudas con eso". En cuanto a la Joven Tao, no tomó bien el comentario y con su condición emocional actual no dudo en pagar su frustración como impotencia en la persona equivocada:

— ¡¿No se supone que ibas a ser la defensa?! Lo único que has hecho es quedarte sentado.

La máscara sin mostrarse intimidado o culpable por el berrinche de la china, se recargo en su silla, apoyando el peso de su cabeza en su mano izquierda con evidente aburrimiento.

¿Acabaste de despotricar? —La Tao lamento no tener un cuchillo, le vendría bien para clavárselo en ese molinillo rojo que tiene estampado en la frente de la máscara del maldito chamán. — Dije que defenderé cuando sus vidas sean amenazadas. Pailong no morirá.

— ¡TÚ…!

Las palabras de la peliverde fueron silenciadas en el momento que una sombra se proyecto sobre ellos, cuando ella giro, se encontró con una de las raíces alzándose al aire con la intención de aplastarlos. Los guerreros Seminoa lo primero que se le vino fue cortarlo, más no podían… o de lo contrario expulsaría esa savia ácida que en la posición en que estaba la raíz, apenas que lo cortaran caería dicha sustancia sobre ellos…

¿Cómo derrotar algo que no puedes cortar? ¿O muy grande para golpear o mover?

La risa estridente de Sade se escuchó, pronunciando unas palabras en francés que no le prestaron atención, pero por el tono sátiro, podían darse a la idea que no era nada agradable. Cuando la raíz impacto sobre ellos, se escuchó un sonido sordo, más nunca llego el dolor y al escuchar a Louis gritando en francés que por su tono, parecía ser insultos, los miembros del equipo Abyss se atrevieron a mirar hacia arriba para ver como una especie de domo de color negro traslúcido los protegía, viendo a través de este, la raíz sin poder alcanzarles.

No se relajen —La voz lúgubre, áspera y profunda resonó, provocando que el resto de los miembros del Equipo Abyss se sobresaltaran y giraran a ver al chamán enmascarado quién todavía sentado mantenía una postura de aburrimiento. — Así que ya piensen una solución.

— Córtenlos.

La voz del zombi atrajo la atención de los demás, siendo la más afectada Jun. De fondo se podía escuchar como la raíz golpeaba de manera repetida el domo, en consecuencia, el suelo debajo de sus pies vibraba. Creándoles una incómoda opresión en el pecho como vacío ante el inminente peligro que corrían.

— ¿Estás seguro? —Cuestionó Lilirara, mirando de reojo a la china que no parecía muy convencida.

En cuanto la máscara un tanto fastidiado por observar tantas dudas de parte de sus compañeras, en especial de la Taoísta que su familia vive entre muertos (¡y literal!). Lo entendería si el daño fuera irreversible o sintiera dolor ¡Pero era un zombi! ¡Estaba muerto al igual que su sistema nervioso! En cuanto a sus extremidades podían ser remplazadas por otras de algún otro cadáver. Así que decidió intervenir:

Entre más dudes, no habrá cuerpo que salvar.

Ugh. ¡Hazlo!

De inmediato los Seminoa movieron con maestría sus armas y con un corte limpio, la parte dañada del brazo y pierna de Pailong se desprendieron de su cuerpo. Esperaron si la savia seguiría causando daño, pero al ver que el corte limpio se mantenía sin cambios, eso trajo alivio al grupo. En cuanto a Jun pronto se le acercó al peleador marcial, sirviendo como su punto de apoyo.

— ¡SADE NO LO MATES!

El Equipo Abyss desvió su atención dónde provino el grito, viendo como Gallowey era prisionero de una de las ramas del espíritu de Louis, rodeando su tórax como brazos y estrujándolo como una boa constrictora. En consecuencia, el rostro del escocés estaba de un azul morado al faltarle el aire, mientras que Maximilian parecía servir de intermediario y calmar a Louis que ha demostrado en toda la batalla tener el temperamento volátil de un chiquillo rebelde.

— ¡Él empezó!

— Pero todavía lo necesitamos ¡Los Equipos una vez formados no pueden sustituirse!

Sade bufó disgustado ante el recordatorio, pero ayudó a enfriar su cabeza que ya estaba exasperado por el conveniente domo que creó su enemigo. Por lo que el chamán francés enfocó su atención a Luca, quién pronto lo arrojó lejos del campo de batalla como del campo creado por los Tótem, impactando su espalda contra la pared del piso inferior del gran coliseo.

— Ya ahí no estorbaras.

—…Gri… Grif…f… Libé…ralo…

El escoses intento incorporarse, pero su cuerpo ya no reaccionaba ante el daño infringido por luchar directamente. Un chamán sin espíritu acompañante, está desarmado y vulnerable, propenso a la inclemente derrota. Aun así el rubio chamán se arrojó imprudente a luchar, conllevando a su actual estado del cual acabo sentado en el suelo, con su alborotado cabello ondulado cubriendo la altura de sus ojos.

Maximilian iba a tomar la palabra, pero Sade que ya estaba harto de todo el teatro sentimental de su compañero:

— Pues te quedarás con las ganas —Comenzó despectivo y soberbio. — Una vez absorbida tu Urraca por mi Dryade, no hay vuelta atrás.

Ante la revelación del chamán francés, pronto se observó en Luca como por sus mejillas magulladas se deslizaba unas lágrimas de frustración e impotencia hasta unirse debajo de su prominente mentón. Por otra parte, entre los espectadores, los más sensibles o con un sentido de justicia veían con tristeza y enojo la insensibilidad de parte de Louis hacía su propio compañero. Si bien para muchos chamanes usan a sus espíritus acompañantes como si se tratasen de una herramienta, otros lograban forjar un vínculo como aprecio hacía las entidades acompañantes.

De repente, una especie de un gran y grueso látigo negro arremetió contra Sade que por el rabillo del ojo, éste tan sólo pudo ver fue una mancha oscura, por lo que pronto dispuso de su espíritu que hizo un escudo de varías raíces, aunque por la fuerza y velocidad a la que iba el golpe… provocó que la pared de raíces se sacudiera con fuerza, llegando a chocar contra el francés que lo empujó hacia atrás, cayendo de culo.

¡Merde! —Exclamó en su idioma natal. Pronto se incorporó para ver como Maximilian caía a un lado suyo, cuando deshizo la pared lo suficiente para ver frente de su persona, observo el espíritu de Douglas gruñéndole e intentando morder a dos guerreros de la chamán estadunidense, quienes esquivaban los ataques. — ¡Ja…! ¿Ya te dignaste a darme la cara?

Cuestionó sarcástico Sade al ver que el domo había desaparecido y casi en el centro del campo, estaba de pie el enmascarado mirando en su dirección en silencio. Mientras que las compañeras de equipo estaban en el filo del campo de batalla, siendo escoltadas por dos guerreros de la Seminoa mientras que ellas ayudaban a sacar a Pailong fuera, junto con la Tao por orden del chamán enmascarado, quién indico que ambos no están en condiciones para pelear.

El lúgubre chamán de túnica oscura, no habló pero en su lugar le contestó en un gesto con la mano, la cual alzo e hizo el ademán que, de acuerdo a la situación, sólo se pudo interpretar que lo incentivaba a que lo atacara. Una simple mímica que estaba cargada de cierta arrogancia e insolencia que crispó los nervios del corpulento francés.

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— ¡Ese sí que es un insecticida letal!

Exclamó Chocolove al observar como el árbol humanoide amorfo lanzaba varios ataques con sus raíces al enmascarado, que los evitaba con tanta fluidez que hacía parecer como si estuviera danzando en el coliseo. Pero la realidad para ojos observadores y diestros en las batallas, sabían que el enmascarado estaba demostrando en esos simples pasos su rapidez como agudos reflejos.

— ¡Pfff~!

Por otra parte, el chiste de palabras de MacDonell provocó la risa de Tamao, muy diferente de los otros que si bien captaron el chiste; no les hizo gracia y no tardaron en hacérselo saber (los más violentos, entiéndase, Ren, lo dejaron en el suelo convaleciente).

— ¡Un médico! —Llamaron Horo y Manta a expensas que tenían uno en el grupo y por azares del destino, llego convenientemente Fausto junto con Elizabeth que empujaba su silla de ruedas…

Quienes parecían haber venido de su cita que consistía en un paseo por la isla, sumergidos en su burbuja rosa pastel que, si bien era enternecedor verlos juntos luego de tantas penurias sufridas, eran demasiados cursis como empalagosos para su gusto.

— Que escandalosos…

Yoh giró a su lado, donde estaba su prometida sumergida en la pelea… o eso creía, tenía una expresión aburrida y malhumorada, aunque en su mirada ámbar había un brillo melancólico. Por impulso la llamó, entonces ella reaccionó y todo atisbo taciturno se desvaneció para verlo a la espera de porqué su llamado.

— ¿Todo bien?

Cuestionó el Asakura, intrigado al ver que ese aire taciturno todavía estaba latente en ella pero la Itako no hizo mención de que causaba tal sentimiento, a cambio hablo en referencia a la pelea:

— Sí, ¿Estás observando apropiadamente la lucha, Yoh?

{…Ugh…} Pronunció quejumbroso el perezoso chamán en sus pensamientos, al escuchar el tono en que fue formulada la pregunta como la sutil variación en la expresión de su prometida, plasmando de sus delicados rasgos, un aire de suficiencia e intelectual. Ella estaba en modo de entrenamiento, y más le vale contestarle bien o su integridad física no saldría intacta de está.

— Lo hago. El equipo de las chicas está luchando con dos espíritus categoría divinidad y el lobo… ¿Tipo Seiren? —Dijo lo último algo inseguro, luego un escalofrío le sobrevino ante un amenazador despliegue de Furyoku a su lado. Comenzó a sudar nervioso.

¡Oh no! ¡Oh no! ¡Acaba de meter la pata! Sin embargo, así como sintió el hostil Furyoku incrementar, pronto se desvaneció en un soplo que lo hizo parpadear extrañado. Entones cuando escuchó a Anna suspirar, giro a verla para notarla tranquila aunque en el fondo no muy sorprendida por su desliz.

— Las categorías que aprendiste no son las únicas, Yoh. De las que sabes, engloban las principales pero, de hecho, de estas desciende sub-categorías. Y los tres espíritus del Bloody Forest, entran en la sub-categoría mitológica.

Él asintió ante cada palabra, para luego decir un tanto tímido: —…Entonces no me equivoque del todo, jeje.

La Itako le dedicó una sonrisa cómplice y divertida: — No, no lo hiciste —Admitió, y eso para el chamán le despertaba un sentimiento de logro porque era la manera de ella en felicitarlo como reconocer sus esfuerzos. — Pero deberías saber más, ya sé que debo subir el nivel.

— ¡¿Todavía hay más niveles?! —Exclamó asustado, poniendo sus ojos en blanco y ya comenzando a resentir las heridas de los anteriores entrenamientos. Creyó haber conocido el infierno ya, ahora se viene a enterar que tiene niveles…

Fufufufu~ —Rio ella sedosamente, era un deleite personal y silencioso molestar a su futuro esposo, quién de alguna manera lo sospechaba. Quizás por eso ahora recibía de él una mirada de dócil reproche y puchero que le daba un aire infantil.

— Entonces las chicas lo tienen rudo para ganar, huh —Comentó, prefiriendo cambiar de tema. Los espíritus en categoría divinidad son problemáticos porque poseen un reiyoku más poderoso como resistente, y los mitológicos que son una sub-rama de la categoría divinidad no serán muy diferentes.

— No lo creo. Todavía no ha empezado…

Él la miro confundido, ¿Qué quería decir con eso?

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Lilirara una vez que se aseguro que su amiga Jun estuviera fuera del coliseo junto con el zombi, se enfocó en la pelea, sometiendo a Maximilian junto con su apestoso lobo. Por otra parte, el enmascarado parecía con toda intención estar sacando de sus cabales a Louis que ningún ataque lograba atinarle. La batalla entre ambos bandos parecía volver a equilibrarse, desconociendo nuevamente qué equipo sería el ganador…

— Pailong.

Llamó Jun que había puesto su único brazo alrededor de sus delicados hombros, adjudicando que era para que la usara como apoyo, pero él tenía suficiente fuerza para mantenerse de pie. Pese a que se lo había dicho, la taoísta tercamente se propuso a ayudarlo, indicándole que la usara como su apoyo y recargara su peso en ella…

— ¿Sí, Jun? —Al no recibir respuesta, descendió su mirada pero desde su ángulo y altura le era difícil visualizar el rostro de la chica, por lo que le costaba saber que era lo que cruzaba por su mente.

— Lo siento. Me volveré más fuerte, así que… por favor, sé paciente…

— No tienes porqué disculparte. Es inevitable en las peleas y…

Pailong recordó las noches en desvelo de Jun, leyendo lo antiguos escritos y registros de los Tao para incrementar su conocimiento en el Taoísmo, a la vez en los rigurosos entrenamientos del chamán enmascarado. Jun en ningún momento se quejo, al contrario se esforzó como nunca y… en esta pelea, pudo ver los cambios positivos. A comparación de antes, cuando él tan sólo era una marioneta sin conciencia, podía observar que ellos se han sintonizado y su estilo de pelea era más fluido…

— No seas tan dura contigo misma, ya eres fuerte.

Al escucharlo, Jun apretó sus labios en contrariedad e incomodidad. Qué suerte que el peleador zombi no podía ver su cara.

—…No lo soy Pailong. Nunca lo fui… —Aunque Jun no apartaba su mirada del desenlace de la batalla en el coliseo, su mente estaba sumergida en el recuerdo de el día que adquirió a su compañero zombi y luego en esa pelea contra Yoh Asakura.

Si ella fuera realmente fuerte, no tendría que haber esperado que Yoh le abriera los ojos para percatarse que Pailong si bien estaba bajo la influencia de sus sellos como furyoku, él era capaz de sentir… sólo que por culpa de su propia necedad, retroalimentada por la ideología tiránica de su familia, no logró preverlo.

No era fuerte, sólo creía serlo. Por eso, ha animado a Ren que se juntara con Yoh Asakura, como a la vez ha convencido a sus padres y abuelo que no se interpongan en el camino de Ren como en las relaciones que forja. Deseando que él no repita sus mismos errores…

—…Ahora, por protegerme, el cuerpo con el que ibas a cumplir tu sueño ha sido malogrado.

Entonces el Zombi pronto comprendió porqué Jun estaba tan alarmada cada vez que sufría daños en alguna pelea desde que conocieron a Yoh Asakura. Ella todavía recordaba el deseo que había querido cumplir en vida y por obvias razones fue frustrado, más no lo considero imposible dado que su cuerpo original que ha entrenado para el estilo de pelea que ha forjado, seguía intacto…

Bueno, una parte de él seguía intacta. Y Jun, a expensas que sabía que para su estilo de pelea, se necesitaba un grado de musculatura como flexibilidad, no sería tan fácil hallar en otros cadáveres tales condiciones en sus extremidades faltantes para que la potencia de su estilo de pelea no sea estropeada.

Pailong antes de que se diera cuenta, movió su brazo y situó su manopla sobre la cabeza de la china, acariciándola con mucho cuidado de no lastimarla en el proceso. En esos momentos, como si ese movimiento fuera sido un detonante, unos recuerdos que se sintieron algo ajenos, se manifestaron en la mente del zombi de una Jun de pequeña a su lado, llorando con evidentes heridas que no alcanzaba a cubrir su conjunto chino…

«En una de las grandes salones de la residencia principal de los Tao, En Tao sermoneaba descontento a su hija que en esos instante daba un aspecto miserable e indigno para ser una Tao. Al lado de ella, estaba el zombi que le regalo su abuelo en su décimo cumpleaños y que era usado como punto de apoyo para la menor que no podía mantenerse de pie por si misma al tener sus pierna izquierda fracturada, revelando una irregular hinchazón en su pantorrilla.

Jun. Estoy decepcionado, espero que mañana lo hagas perfecto. ¿Entendido?

La aludida, quién no se le calculaba más de doce años, con una expresión inmutable cabeceo en afirmación. Sus ojos azul celeste yacían algo brumosos, a la vez que su tez estaba algo pálida, más no se sabía si su aspecto anémica se le atribuía por su condición actual en donde los lugares que no cubría su conjunto chino, numerosos vendajes y parches se asomaban.

El Señor En Tao sin siquiera darle un vistazo a su hija, se marchó. Una vez que la niña ya no escuchó más los pasos resonar de su padre, las lágrimas que arduamente luchaba por no derramar brotaron como un diluvio. Mojando el parche que cubría su mejilla izquierda que ocultaba un corte, más no le importaba, la frialdad de su progenitor como su crudeza e insensibilidad durante el entrenamiento la tenían aterrada.

Pero sabía que si llegaba a llorar, a mostrar una muestra de debilidad, la situación tan sólo empeoraría. Así que resistió, se contuvo y espero paciente que su aterrador padre desistiera en golpearla para dar por finalizada el entrenamiento al no observar mejora. Ahora yacía sola en esa fría habitación, en donde no habría nadie que la conforte, sólo se tenía a sí misma…

Porque su madre no iría a verla al estar encargada de entrenar a Ren, siendo tan sólo una excusa para que su riguroso padre no pudiera ponerle un dedo encima a su segundo hijo. En cuanto a su Abuelo, él se encontraba en una misión y hasta que regrese, estaba a la disposición de su padre. No teniendo a nadie que la salve de está tortura.

Jun en medio de su llanto cada vez mostraba indicios de hiperventilación, secuelas de los nuevos traumas adquiridos bajo el cuidado de su padre. Sus hermosos ojos azules comenzaban a tornarse más sombríos, se aferro inconscientemente a la pierna del zombi en un silencioso deseo de querer ser abrazada, de ser confortada…

A expensas que no lo recibiría… o eso creyó.

¿Qu-Qué?

Un inesperado peso sintió sobre su cabeza, llevo una mano a eso desconocido, tanteando algo frío y reconociéndolo como una mano. Pronto la niña alzó su mirada para cerciorarse que el dueño de dicha mano era de hecho la del zombi.

¿Pa… Pailong?

El zombi no le respondió, teniendo el pergamino colgando en su rostro con esos ojos blancos vacíos. La niña se mostró desilusionada, creyendo que él tenía conciencia y la había reconocido pero parecía ser imposible tal como le indico su Abuelo. Los zombis tan sólo son marionetas y… no debía encariñarse con ellos. Así que con cuidado aparto la mano del peleador, pero así como la quito, él volvió a ponerla pronto en su cabeza y sin hacer nada más. La niña le miró extrañada, volvió a repetir la acción para acabar con el mismo resultado…

Entonces ella le dedicó una sonrisa agridulce:

¿Me estás animando?

Por obviedad, ella sabía que no recibiría tal respuesta. No sabía qué era lo que hacía que el zombi le pusiera la mano en la cabeza, algo que nunca había hecho antes, pero… quería pensar que en el fondo, Pailong la comprendía y la acompañaba.

—…Gracias… —Por primera vez, desde hace días, Jun sonrió y sus ojos adquirieron algo de brillo nuevamente. Oculto su rostro en la pierna del luchador, aferrándose a su ropa sin ya apartar la gran manopla de su cabeza. —…Jeje, Mi Pailong…»

— Pa… ¡¿Pailong?!

El zombi salió de sus recuerdos para descender la mirada y observar a Jun con un rostro desencajado de la sorpresa, mirándole con un tierno sonrojo extendiéndose por sus mejillas hasta llegar a sus orejas. Él no pudo evitar reírse al ver a Jun, quien siempre se muestra tan compuesta, en esa condición tímida y avergonzada…

— ¿Por qué tan asombrada? No es la primera vez que lo hago.

Jun iba a protestar pero cuando recapacito en sus palabras, no pudo evitar verlo aun más sorprendida y con un tono un tanto anhelante, le preguntó:

—…Tú… ¿Tú lo recuerdas?

— No todo, pero lo hago —Su rostro se tornó cálido al mirarla, sintiendo algo de nostalgia al ver a esa pequeña que ha crecido en una hermosa mujer. — Así que con mayor razón, créeme cuando te digo que eres fuerte.

La joven Tao al no poder refutar el halago como a la vez porque no sabía cómo sobrellevarlo, tan sólo hizo un puchero.

—…Pero seré-. No. Seremos más fuertes —Se corrigió, aseverando con una silenciosa resolución. No puede revivir a Pailong ni devolverle la vida que su familia y ella le arrebataron, pero como mínimo, quería que él pudiera cumplir el sueño que le frustraron ¡Y se aseguraría de hacerlo realidad!

El zombi se contagió de su determinación e iba a contestarle cuando escucharon un estridente ruido como una fuerte brisa producto de una colisión, volviendo a enfocarse en lo que ocurría en el coliseo. Observando como numerosos tentáculos de un denso negro azabache que emergía del suelo, retenían a varías raíces que apuntaban a Lilirara con clara intención de empalarla viva.

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La Seminoa le recorría un sudor frío por la espalda al ver las punzantes raíces lo cerca que estuvieron de crearle una lesión incurable, tragó en seco. Por alguna razón le recordó la vez que fue agredida de muerte por Hao, ese recuerdo como el dolor de las lesiones causadas todavía persistían… más no la controlaban, ya no.

El Demonio Pache, la penuria sufrida de sus antepasados acompañantes, su propia estirpe Seminoa o incluso la Shaman Fight, ya esos estigmas que la hacían vivir en el pasado, creyendo que ahí hallaría su posible futuro, no ataban más su alma.

Lilirara.

La aludida reaccionó para hallar la espalda del chamán enmascarado, en algún momento mientras estaba todavía en su shock, debió teletrasportarse por medio de sus poderes de oscuridad enfrente de su persona. A continuación, el chamán de túnica oscura se giro un poco para verla y le extendió su mano enguanta, mientras le consultaba:

¿Me prestarías tu poder?

La chamana estadunidense no pudo evitar conmoverse ante la pregunta de su benefactor, porque desde que tiene uso de la razón, en su vida siempre ha conseguido personas que buscan explotar su singular habilidad heredada de su estirpe sin siquiera tener la consideración de preguntarle. Actuaban como si ella estuviera obligada a obedecerlos, como si fuera un mero instrumento nacida para ser usada… incluso sus antepasados ni le preguntaron cuando dispusieron de ella para que acarreara con sus lamentos que arrastran desde hace quinientos años.

No obstante, su benefactor, era diferente… nunca la trató como una herramienta y siempre fue franca con ella en todo momento, sin importar en qué situación se encuentren esperaría hasta escuchar su decisión e independientemente cuál fuera dicha decisión, la respetaría. E impulsada por esos sentimientos, Lilirara no dudo en cumplir la solitud del chamán de la máscara al sostener su mano.

— ¡¿E-Eh?!

…Más no esperó que en el momento que sostuviera su mano, él tiraría de ella, acortando la distancia entre ellos, mientras que sentía que la mano que hace unos segundos sostuvo… Ahora se deslizaba por su cintura, afirmándola bien contra el cuerpo ajeno. Decir que la Seminoa estaba en una crisis existencial y con los nervios a flor de piel, era decir poco.

¿Qué pasa? No es la primera vez que estamos así de cerca.

La chamana estadunidense lo sabía bien e iba a responderle el motivo, pero Radim quién tenía las orejas paradas como unas antenas parabólicas, tomó la palabra en su lugar:

¡OH, ¿QUÉ ES ESTO?! LOS DEL EQUIPO ABYSS PARECE TENER TIEMPO PARA COQUETEARSE EN PLENA PELEA.

— ¡NO ES ASÍ! —Explotó Lilirara avergonzada e indignada en un grito hacía el Pache presentador, con un fuerte deseo de que la tierra se la tragase.

La chamana estadunidense no estaba acostumbrada a tanto contacto físico, todos sus años en su ciudad natal ha vivido aislada de la sociedad. Por lo que el hecho que invadieran su espacio personal a este punto le era incomodo pero a la vez no lo odiaba, no sabía explicarlo, sólo era complicado, estaba en una lucha constante de querer deshacer y mantener la cercanía con su benefactor.

Concéntrate.

La voz de Zai le recordó sus prioridades, Maximilian y Sade ahora se agruparon dispuestos a juntar fuerza para atacarlos, esperando ser más efectivos para concluir esta pelea a su favor, lo cual no iban a permitir. Así que Lilirara pronto movilizó a los guerreros Seminoa que fueron reagrupados, formando los cuatros en parejas donde un guerrero es defensa y el otro la ofensiva.

¿Podrán seguirme?

Lilirara se estremeció al escuchar la voz en un tono áspero y profundo tan cerca de sus oídos. Ella cabeceo en afirmación con un tartamudo "Claro", intentando controlar su pulso descontrolado más el ardor en su cara. Al mismo tiempo, los guerreros que alcanzaron a escuchar también, gruñían ofendidos por la pregunta. Pero eso avivo la bravura como el orgullo de los guerreros.

Muy bien. Y afírmate a mí.

Sin más que decir con la mano libre, extendió su brazo del cual su mano se materializo varios hilos negros que se condensaron hasta adoptar la forma de una espada de doble filo de punta punzante. Tanto la empuñadora y la hoja eran de un denso negro azabache que ni la luz lograba reflejarse. Al mismo tiempo, la chamana estadunidense con cierto dilema al final rodeo con sus brazos el cuello del enmascarado para después sentir como sus pies dejaban de tocar el suelo.

Los ataques por parte de Sade y Maximilian habían empezado. Lilirara sólo pudo mantener la fluctuación de Furyoku constante e ininterrumpida para que sus antepasados combatieran al lado de Zai, mientras que estaban en constante movimiento. Ella no sabía pelear cuerpo a cuerpo, pero sus antepasados eran otra historia que habían vivido en una época en donde las luchas, guerras y la caza era cotidiano, aparte como espíritus acompañantes en estos quinientos años de los Seminoa sobrevivientes; han adquirido experiencia en las luchas como un OverSoul, por lo que podían apañárselas por si solos, siempre que ella continué alimentándolos con su Furyoku.

[Ugh. ¿Podrías acelerar las cosas? Es repugnante de tolerar…] El enmascarado chamán pudo escuchar la melódica voz de uno de sus espíritus acompañante, resonando en su mente mientras que esquivaba los ataques del espíritu de Maximilian que mayormente consistían en vómitos ectoplasma fantasmal que apestaba a alcantarilla o a rata muerta.

{Ni siquiera puedes olerlos. Pero en eso estoy.} Le contestó en sus pensamientos, a la vez que montaba una de las raíces del espíritu Sade que no logró atinarle y ahora se deslizaba por una de las raíces para saltar a otra, provocando que el lobo-coyote lo siguiera y sufriera en su lugar los ataques que Sade insistentemente quería atinarle.

[Concuerdo con Asa. No creo que aquí se necesite estar vivo para despertar nauseas.]Intervino su otro espíritu acompañante, resonando su profunda voz aterciopelada en su mente.

{¿Tú también Ére-…?} El hilo de sus pensamientos se vio interrumpido al sentir los efectos del poder de Lilirara. Memorias como emociones ajenas comenzaron a filtrarse en su mente, sobreponiéndose sobre su realidad del campo de batalla. Pareció una eternidad, pero en realidad fueron a lo mucho un minuto o dos. Afortunadamente, en ese breve tiempo, su espíritu Érebo se encargó de cubrirle las espaldas con sus poderes de sombras para frenar o desviar los ataques de sus contrincantes.

Una vez visto la vida ajena de alguien más gracias a los poderes hereditarios de la Seminoa, decidió marcar distancia de sus enemigos. Dando un gran salto hacia atrás para caer a un extremo del campo del coliseo, siendo seguido de cerca por los guerreros Seminoa que aterrizaron a su lado. Un silencio sepulcral domino en la batalla, estando cada equipo a un extremo del coliseo.

¡Hooooo~! Desde aquí se puede palpar la tensión en el aire —Mencionó Radim casi susurrando en su micrófono que, al igual que el público, estaban intrigados y expectantes de la inesperada distancia como pausa entre ambos bandos.

Un prolongado y abatido suspiro fue lo que interrumpió el silencio, proveniente del enmascarado chamán, quién deslizo la mano que sostenía la cintura estrecha de su compañera para situarla en la cabeza de está.

—…Son repugnantes… —Pronunció molesta Lilirara, escuchándose su voz estrangulada al presionar su rostro contra el hombro y curvatura del cuello del chamán mientras que lo abrazaba con más fuerza de la necesaria.

—…Sí, yo también lo creo —Concordó meditabundo. — Lo hiciste bien —A continuación, la Seminoa junto con sus marionetas fueron envueltos por una neblina negra para después al desvanecerse, aparecieron al lado de unos sorprendidos Jun y Pailong, fuera del coliseo pero permaneciendo en los límites de la barrera de los Tótem.

¡¿QUÉ ES ESTO?! ¡¿EL ENMASCARADO LUCHARÁ SOLO?!

— ¡JA! ¿Debo tomar esto como la redención para tú equipo? —Manifestó Louis burlón y arrogante, su mirada chispeaban con un brillo enloquecedor como perverso.

Maximilian que era más sensato que su compañero, prefirió mantenerse alerta. La pelea ha durado más de lo que había calculado contra sus adversarios, lo cual no debería teniendo un espíritu como el de Sade. Aun así, sucedió. No podían permitirse más errores de cálculo…

[¿Ya te animaste a luchar enserio?] Cuestionó Érebo con algo de sátira en su voz, resonando en su mente.

{Digamos que ya la farsa ha durado lo suficiente} Respondió con la misma actitud, en el fondo no queriendo reconocer que las memorias ajenas que le mostró Lilirara le han afectado de alguna manera. La risa de sus espíritus acompañantes no tardo en hacer un eco en su mente para su disgusto.

[Fufufu~, repítelo hasta que te lo creas.] Zai gruñó resignado al verse pillado, sus espíritus lo conocían muy bien. [Pero "la farsa" ha ido perfecto, él está atento… más no son los que les duré. Así que esforzarte, cariño.] La voz dulce de su espíritu se tornó un tanto solemne como mordaz y pícara.

{Genial, sin presiones.} Comentó sarcástico con un deje de fastidio para pronto ir al ataque del equipo Bloody Forest que parecían discutir algo. Parece que estaban maquinando algo… {Érebo ¿Me puedes crear una brecha?}

[Es fácil ¿Pero quieres algo en específico?]

El enmascarado agradeció que su rostro no pudiera verse, porque en esos momentos una sonrisa siniestra se dibujo en sus labios.

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Mmmmm…

Opacho que escuchó y sintió la incomodidad en su Señor, no tardo en preguntarle:

— ¿Qué sucede, Señor Hao?

El aludido se mostró meditabundo, dándose su tiempo para responderle mientras que observaba el desenlacé de la pelea chamana: — No es nada, es sólo que…

— ¿Usted también lo notó, Señor?

El Onmyoji sonrió, Luchist como siempre tan astuto y observador. En cuanto a Opacho los miró a ambos confundida, por lo que Lasso se tomó la atribución de explicárselo:

— La Máscara desde que decidió luchar solo, sus movimientos se han tornado más lentos.

La niña ladeo la cabeza pensativa, repitiendo confundida: — ¿Más lento? —La máscara seguía esquivando muy bien los ataques del equipo adverso, aunque… si el Señor Hao lo notó, entonces debe serlo. Con eso en mente, la pequeña cuestionó: — ¿Y por qué lo haría? El Señor Máscara no puede estar cansado.

Opacho ha visto luchar a la máscara en anteriores veces, siendo en circunstancias extremas y desfavorables como el hecho de pelear con el Señor Hao, llegando a sobrevivir para contarlo. Así que esos enemigos con los que está combatiendo no deben ser un verdadero problema. De hecho, debió de haberlos derrotado hace mucho…

{¡A menos qué…!}

El chamán milenario no pudo evitar reír satisfecho al ver que la niña ha captado el mensaje, descubriendo por sí misma la respuesta y pronto ella giro a verlo para confesarle su epifanía:

— ¡El Señor Máscara planea algo…!

¡Muy lista~! Opacho —La felicitó, causando que la pequeña resoplara por la nariz e inflara su pecho muy contenta, con un sentimiento de realización al ser reconocida por el adolescente.

Luchist se rio, agregando sarcástico a lo que indicó la chamana de orígenes africanos: — No sería propio de él, si no lo hiciera.

Hao se le escapo una risa maliciosa dado que coincidía con su seguidor, provocando que su sonrisa permanente se torciera un tanto mordaz al recordar todas las artimañas que le ha hecho su acosador.

OH SHIT! ¡LE HA SALPICADO LA SAVIA ÁCIDA A LA MÁSCARA…!

Las palabras de Radim, provocaron que rápidamente el milenario Onmyōji enfocara su atención en el coliseo para ver justo el momento que el chamán enmascarado cabizbajo y agachándose, apoyando una rodilla al suelo; se quitaba la máscara al lanzarla lejos de su persona. Comenzando a disolverse la máscara en el ácido de la savia.

Hao no pudo evitar silbar animado, vislumbrándose una chispa en sus ojos castaños que le daba un aire infantil ante la expectativa de ver algo interesante.

¿…Finalmente podrá descubrir la identidad de su acosador?

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FIN DEL CAPÍTULO 8.

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Bueno, ¿Qué tal les pareció el capítulo? La batalla finalizará en el próximo capítulo como viejos enigmas serán aclarados y otros nuevos aparecerán ¡Espérenlo con ansias! Porque incluso yo lo espero (para ser quién escribe la historia, creo que dice bastante xD).

En lo personal, no tenía en mente desarrollar la escena de Jun y Pailong en este capítulo, pero decidí ponerlo ya que aclaraba de una buena vez la actitud detrás de ella durante el combate. Además, siempre me ha gustado emparejarlos, lástima que no puedo profundizar un amor entre ellos dos en este universo de Shaman King porque a donde vayas sería necrofilia (Uº~º)…

Finalmente, les recuerdo que las actualizaciones recaen los días jueves… más NO SÉ qué jueves. Así que nos leemos cuando pueda, mientras cuídense junto con sus seres queridos.