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— Diálogos, ya esté en formato de negrita, cursiva, cursiva-negrita o normal —
«Remembranzas»
{Pensamientos}
[Diálogos de Espíritus] o [Diálogos de Espíritus]

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The Curse Project
Por: Fjola Lovely.

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CAPÍTULO 13
Madre e Hijo

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La noche había caído y con ello, traería consigo a la luna nueva que, si nos vamos en términos exactos, en unos cuarenta minutos y treinta segundos se cumpliría la mencionada fase lunar.

Hao tarareaba mientras que caminaba entre el follaje de la isla, sin prisa ni muy perezoso al final de su recorrido. Disfrutaba del paseo como el paisaje acompañado de la vitalidad elemental que lo rodeaba, silenciando en el proceso los susurros y voces de los pensamientos ajenos de quienes habitaban la isla, gracias a su distanciamiento con el resto de los ocupantes. Por lo tanto, solo escuchaba de fondo murmullos como si se tratasen de mosquitos que se mezclaban con sus propios pensamientos.

En su primera vida y parte de la segunda, logró aprender a sobrellevar los contras del reishi, que se mantienen activado las veinticuatro horas de los trescientos días de cada año que, transcurre durante su existencia, ya esté vivo o muerto.

{¡Huh~!} Pronunció él en su mente, acentuándose su sonrisa ladina que le daba un aire de diablillo travieso al sentir la presencia de la joven con la que tendría una cita. Cruzo unos arbustos más y la observo en un campo de pasto no muy crecido, del cual destacaba un sector con muchos mandarinos, lugar donde estaba ella sentada comiendo una mandarina muy feliz mientras que a un lado de la joven, delataba que desde hace un buen rato a estado comiendo dicho fruto, al tener acumulado en una pequeña montaña cascaras del fragante cítrico.

Se fue acercando a ella, pero aun cuando él era visible en el despejado campo abierto, la chamana estaba sumergida en su degustación. Parecía una niña pequeña disfrutando su dulce favorito, sólo que en este caso, era una saludable fruta.

— ¿…Interrumpo algo?

Hablo el chamán milenario al ver que aun de pie a unos cuatro pasos de Zahira, está en su penúltimo gajo, observo como lamía el jugo que escurría al propinarle un mordisco, deslizándose por sus dedos hasta su muñeca…

En cuanto Zahira, respingo en su lugar al salir de su festín frutal. Había sentido a Hao con anterioridad por medio del Furyoku, pero ignoró su presencia dado que su felicidad de hallar mandarinas en la isla, eclipso su juicio. Porque su mayor debilidad eran las frutas cítricas, la frescura y su fragante pulpa ácida alegraban sus papilas gustativas y traía consigo recuerdos de un agridulce pasado.

Sin embargo, esa no era excusa suficiente para ser pillada en un momento vergonzoso mientras que lamía su mano como si se tratase de un gato.

{Si te avergüenzas pierdes. Si te avergüenzas pierdes.} Se repetía Zahira en su mente, no queriendo darle el gusto a Hao quién le dedicaba una expresión burlona y… condescendiente como si fuera una idiota sin remedio.

— No. No interrumpes —Se comió el gajo a medio comer, seguido del otro haciendo de la vista gorda de la penetrante mirada castaña que, la observaba como si fuera un maldito entretenimiento de circo. — De hecho, llegaste con mucha anterioridad.

Mientras que se levantaba del suelo, ella suspiró desanimada al ver que no podría prolongar su festín. Aunque Érebo le cubría las espaldas si Hao intentaba algo, no podía permitirse bajar la guardia teniéndolo tan cerca. Lo ha observado lo suficiente para saber que él siempre está alerta a su entorno y es muy meticuloso como metódico. Por lo que él al no poder leerle la mente, todos sus sentidos están más alertas que nunca, a pesar que tiene esa apariencia jovial y tranquila.

— Es refrescante ver que tu insolente actitud mediocre no ha cambiado, aun después de no usar la máscara.

Zahira le respondió con la misma actitud soberbia camuflada con una radiante sonrisa risueña, resaltando sus colmillos más desarrollados que el promedio: — ¡Gracias! Es halagador viniendo del solemne fósil viviente —E hizo una galante reverencia, reforzando sus palabras al mostrarle sus "respetos" como "agradecimientos" hacía él.

La sonrisa de póker de Hao tembló a un extremo, aunque fue muy mínima, fue lo suficiente perceptible para ella. Para ser un alma antigua de gran conocimiento y poder, no es tan insensible ni inmune como aparenta, de hecho, es bastante sensible en varios aspectos. Por lo que una vez que te percatas cuales son las minas correctas qué denotar, te das cuenta lo fácil que puedes irritar al tigre de bengala que tiene al frente.

…Por supuesto… eso no quita el hecho que sigue siendo suicidio hacer molestar al Onmyōji. Pero por algún motivo desconocido, Hao parece ser tolerante ante este constante debate entre ellos dos, desde que sus caminos se cruzaron. Tal vez le divierta tratar con alguien lo suficiente idiota para insultarlo a expensas que puede matarlo, y de la peor e inimaginable manera posible.

— ¡Ya veo~! Entonces…

En un parpadear, él acortó la distancia entre ellos al mismo tiempo que ella echó un poco su cabeza hacia atrás para poder verlo mejor a la cara ante la diferencia de estaturas. Ya qué Hao era mucho más alto que Yoh por cinco centímetros más, midiendo 1,75 cm., por lo que aún Zahira con sus botines de tacón bajo; apenas lograría llegarle debajo del mentón.

— Ya qué sabes cuán importante soy… —Él se inclino a ella, aprovechando que se atrevió a confrontarlo. En consecuencia, sus rostros estaban peligrosamente cerca. — Mi tiempo es valioso ¿Podrías ir al punto? —A pesar de la cercanía, Hao no ignoró el hecho que ella no retrocedió y a cambio, la expresión en el rostro femenino se mantuvo serio e indiferente, incluso su postura como Furyoku no reaccionó…

…Ella estaba en total calma pero sin bajar la guardia…

El castaño sin demostrarlo, se sintió complacido por… la intrigante (y estúpida) valentía de la joven enfrente. No sabía en qué, ella se respaldaba en creer o siquiera considerar la idea de que no la mataría o incluso hacerle algo peor. No parecía ingenua y, antes de conocer su identidad detrás de la máscara, muchas veces la atacó sin reparo, recibiendo lesiones en el proceso y conociendo un diminuto fragmento de su fuerza.

También ella fue testigo como mató a personas y destruyó almas sin reparar en la edad o género. ¿Entonces…?

{Interesante, sin duda muy interesante…} Pensó el milenario chamán, la otra mujer que ha tenido agallas de confrontarlo sin ser necesariamente su madre; ha sido Anna Kyōyama, quien paso a ser la esposa de su gemelo no hace mucho. La Itako también lo confronto sin reparo a pesar que ella misma percibió su poderoso Furyoku, no sé privó, al contrario, se mostró tan desafiante y fiera como una leona.

No obstante, incluso Anna cuando la acorraló y frenó al primer intento de cachetearlo, fácilmente percibió como el furyoku de ella fluctuó vacilante… y nerviosa, porque en esas simples acciones, le demostró que fácilmente, si él quería, podía apartarla de su gemelo al que ella deposita tanta fe.

— Por supuesto —Contestó en una cordial sonrisa.

El castaño salió de sus pensamientos que, los segundos que transcurrieron en silencio ante la peligrosa cercanía entre ambos, le pareció horas. Él sonrió, cediendo en retroceder al ver que ella no se movía de su posición y demostrarle que iba en son de paz. Pero… la atmosfera tensa se mantenía entre ambos, más no en hostilidad sino en prevención…

— ¿Oh?

Zahira que se había girado para recoger su sombrero fedora de un violeta oscuro, el cual reposaba en el suelo cerca donde se sentó; comenzó a levitar por si solo para luego moverse alrededor de sus piernas y luego trepar por su cuerpo hasta llegar a su cabeza, donde se puso por sí solo. A continuación, en su pierna derecha sintió una sensación helada y húmeda para después materializarse una criatura de brillante cuerpo azul verdoso que parecía estar hecho a base de agua.

— ¡Ah, así que eras tú! —Exclamó contenta al reconocer a la presencia.

Hao pensativo entrecerró los ojos al notar que era un Chimimōryō, espíritus pequeños originarios de las montañas. Eran débiles y era el espíritu acompañante de los Hermanos BoZ, pero… la diferencia que el espíritu que se apareció ante Zai era un poco más grande y fuerte de lo común. Era la segunda vez que notaba un Chimimōryō evolucionado…

— Siempre has sido un imán para cosas inesperadas.

Zahira dejo de mirar al pequeño espíritu para girar a verlo, cruzando sus miradas y habiendo cierta complicidad entre ellos al conocer el significado del reciente comentario…

Complicidad que fue rota ante el chillido asustadizo proveniente del pequeño Chimimōryō que, se encogió de hombros, temblando como una hoja mientras que sus ojos rojizos los tenía en Hao. Los dos chamanes no tardaron en notar que la causa del temor del espíritu es que a través del Onmyōji podía sentir la imponente presencia del Espíritu de Fuego.

El chamán de las estrellas le dedicó una mirada aburrida al espíritu, como si fuera algo insignificante. Provocando que dicha expresión poco amigable del castaño fuera incluso más intimidante que su falsa sonrisa permanente. Eso se debía que Hao lo que más repudiaba era recibir el repetitivo temor, muchas veces injustificado, de las personas, chamanes y demás entidades.

Sin importar qué, sin haber hecho nada, el resultado seguía siendo el mismo…

— Hey.

El milenario chamán salió de sus cavilaciones para ver como Zai se agachaba y tocaba la cabeza del espíritu, desviando su atención de él.

— Está bien. Él es demasiado orgulloso para intentar siquiera hacerte algo —Aseguró con una sincera y radiante sonrisa a la pequeña entidad que no se veía muy seguro. En cuanto Zai, ignorando la desconfianza del espíritu, le agregó con cierto tono burlón dirigido al chamán: —…Porque el Gran Asakura Hao no se rebajaría a oprimir a alguien tan pequeño ¿No~?

Él entrecerró los ojos en desconfianza, sabía que sus palabras tenían un doble significado. Sonaba como un cumplido pero la ironía en su voz delataba lo contrario, y de por sí, justo recalcó las palabras correctas para fortalecer el sarcasmo. Más no se rebajaría a darle el gusto por enojarse por una broma tan inmadura…

— En efecto.

Zahira soltó una risa divertida ante el tono arrogante de él., {…Le dicen Don humildad} Pensó, acostumbrada a esa actitud egocéntrica, pero el espíritu todavía se mostraba inseguro. Por lo que ella pronto comenzó a buscar en los bolsillos de su short rojo cereza y sacó una mandarina.

— Ten —Le extendió con una mano la mandarina y con la otra, situó su mano en modo de rezo. Ya que la manera que un espíritu le puedas "dar de comer" alimentos de los vivos, sería por medio de una ofrenda: — Es mi pago por haberme mostrado los mandarinos.

El espíritu al ver el fruto ofrecido se mostró feliz, con sus pequeñas manitas tomo el fruto y al alejarse una imagen traslúcida del cítrico es lo que sostenía. Pero la fruta en su estado físico se mantenía intacta en la palma de la mano de Zai. En cuanto a Hao, pudo comprender la alegría del Chimimōryō, porque en la ofrenda pudo percibir una cantidad de Furyoku y poder mágico de la chica.

La entidad celebro e inclino su cabeza hacía la chamana que imitó su gesto, cuando se giro con intención de marcharse, cruzo por mala suerte su mirada con la del Onmyōji. En consecuencia, su alegría se desvaneció y se encogió de hombros temeroso… despertando el malhumor del castaño.

— Oyeee~ ¿Por qué te asustas? Eso es muy grosero —Le recrimino en un tono suave y juguetón. — Él ni siquiera te ha hecho nada…

— Aún —Intervino Hao con una sonrisa maliciosa al pequeño que de azul verdoso, pasó a tornarse pálido.

— ¡Hao, no lo molestes! —Le reprochó, en cuanto a él giró su rostro tal como un niño que se rebela ante un regaño. Haciendo que ella ponga los ojos en blanco al escuchar su excusa por su reciente travesura:

— Él empezó.

…Esto era uno de los raros casos que él sacaba su lado caprichoso e infantil…

{Y luego te quejas cuando te llamo inmaduro} Se quejó suspirando. En cuanto al espíritu que comenzó a pronunciar rugidos y ruidos, atrayendo la atención de los dos chamanes, para cuando enfocaron su mirada vieron la entidad. Veían como el Chimimōryō ahora inclinaba su cabeza al Onmyōji, en señal de una pequeña reverencia y que pronto se interpretó tal acción como una disculpa, cuando agua cristalina se materializo en la mano de Zai, donde sostenía el fruto y arrastro consigo la mandarina que fue usada como ofrenda para dársela al Onmyōji.

[ ¡Gah! ]

Hao que no mostró atisbos de tomar el cítrico, a cambio despego sus labios con intención de rechazarlo…

— ¡Eeeeh~! —Interrumpió ella al sospechar sus intenciones. — El Gran Asakura Hao no creo que sea tan grosero para rechazar un acto tan noble y humilde.

Una mirada penetrante y sombría no se hizo esperar, Zai si bien no lo manifestó, sintió un involuntario escalofrío recorrerle la espalda al sospechar que luego de esto, él se la iba a cobrar. Sabía que cuando lo hace irritar a tales extremos, Hao luego esperaría la oportunidad perfecta para cobrarle cada bronca. Y lo decía con mucha propiedad, porque varías veces su vida pendió de un hilo por sus travesuras, algunas hasta maquiavélicas.

{¡Qué rencoroso eres!} Protesto en su mente la chamana. En cuanto a él; no dijo nada a la chica y se dispuso a tomar el fruto para alegría del pequeño espíritu que, con timidez le sonrió para luego desvanecerse mientras que agitaba una manito en señal de despido.

— ¡Muy bieeen~! —Le felicitó aplaudiendo, como si estuviera felicitando a un niño pequeño por haber obrado bien y querer incentivar tal buena conducta. Y a él no le complacía eso…— ¿Ves que no fue tan-…?

— Espero que lo que me vayas a revelar está noche, sea de mi interés.

Le interrumpió para la desdicha de ella que confirmó su sospecha por experiencias pasadas. Las palabras que acaba de decirle, eran una obvia amenaza entre líneas y presagio de que se iba a cobrar por haberlo fastidiado.

{…Ugh…} Suspiró resignada a su infortunio. — Bien, primero déjame limpiar mi desorden —Y el Onmyōji pronto supo a lo que se refería sobre desorden al verla chasquear los dedos, causando que de inmediato los poderes de oscuridad se materializaran alrededor de las cascaras en el suelo, las cuales fueron encerradas en una esfera oscura traslúcida donde fueron trituradas y luego trasladadas a las raíces de los mandarinos, usados como abono…

Lo que no esperó él, es que antes de ser dejados en el lugar, la tierra se removió por una fuerza invisible sin lastimar las raíces de los mandarinos y una vez que hizo la suficiente profundidad, cayeron las cascaras trituradas para ser enterradas por la tierra.

Hao silbó interesado por el despliegue de poder y aprender algo nuevo de la chamana. Aparte de esos poderes de oscuridad, tenía control elemental ¿Pero hasta qué punto? ¿Sólo el elemento tierra o los controlaría todos…? El sonido de las perlas sacó de las cavilaciones al chamán que al dirigir su mirada castaña dónde provino el ruido, vio a Zahira quitarse el collar y volverse a poner su sombrero.

— Bien. Comenzaré ahora —Agitó el largo rosario de perlas que tronaron en el proceso mientras que era imbuido por el poder de la chamana, comenzando a levitar. — Es mejor que te lo muestre primero…

— ¡Oh~!

Pronunció él, alzando las cejas mientras que miraba como los ojos grisáceos se teñían del Furyoku en estelas luminosas que circulaban como un remolino, predominando un color blanco con destellos de azul celeste, lila y turquesa.

— Así que… espero seas pacientes y no interrumpas… —Le garantizó con un semblante serio. — A cambio, contestaré a tus preguntas.

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(…) —

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Sin embargo, Hao nunca esperó que de todas las cosas que la chamana quién lo ha perseguido con una identidad oculta, le mostrara justamente el espíritu de su madre de su primera vida…

[ Mi Pequeño Hoja… ]

Él cabeceo en negativa ante el llamado cariñoso que solía usar su madre. — Es… es imposible. ¡Nunca apareciste!

No importó cuanto aprendió técnicas del chamanismo, no importó cuanto vago por los setenta y cinco Señores del Infierno, ni importó cuando llegó a Taizan Fukun y derrotó a la temida entidad Emma. Sin importar qué, todo el conocimiento como poder adquirido de sus dos anteriores vidas no sirvió de nada, por lo que se resignó a la esperanza de poder reencontrarse con su madre.

[Nunca me fui de tú lado cariño] Garantizó la mujer, atreviéndose a acortar un poco la distancia que los separaba. Pero cuando su delicada mano trasparente alcanzó a tocar con la punta de sus dedos el rostro del castaño, este retrocedió.

— Sí es así… ¡¿Por qué nunca te vi?! —Demandó, la esperanza y fe que alguna vez se marchitaron en él, estaban luchando por resurgir. Más no creería, no volvería a caer en ese error…

Dado a la alteración del joven chamán de las estrellas, en esos momentos ignoraba que el semblante de su madre se tornó triste y pensativo mientras que observaba la mano que fue rechazada. […Es por la maldición] Respondió finalmente, haciendo que él se estremeciera al escuchar algo con lo que está familiarizado más de lo que quisiera. [Para cuando logré llegar a ti, tú te fusionaste con ese Oni y desde entonces. No importó qué hiciera, tú no me veías ni me escuchabas…] Empuñó la mano que observaba y su semblante reflejo culpa como impotencia.

Ver a su madre triste, hizo que Hao finalmente bajara la guardia y se calmara. Entonces reparó en la chamana que yacía fuera del oscuro domo traslúcido que lo envolvía tanto a él como su madre… — ¿Ella qué tiene que ver?

Con sus ojos castaños, señaló a la chamana. Ante su mención, el semblante de Asanoha se mostró menos sombrío… pero su afable sonrisa, de alguna manera, Hao tenía el presentimiento que era incomoda.

[Soy uno de sus espíritus acompañante.] Reveló para consternación (y envidia) del castaño. [Gracias al poder que posee a través de su sangre junto con el poder de Érebo, me fue posible reunirme contigo]

Él se mostró pensativo, tenía muchas preguntas que hacer pero no alcanzaba a elegir cuál era más importante y no ignoraba el hecho que el domo ha ido reduciendo su tamaño ¿Eso significa que hay un tiempo límite? ¿En qué y para qué?

— Sí yo no pude verte en aquel entonces ¿Por qué los demás no te vieron?

[ Como ya dije, la maldición bloqueo mi presencia y eso no excluyó a los demás. En algún punto, ya en tu segunda reencarnación, no pude seguirte como quise y fue cuando conocí a Zai… ]

Entonces el castaño no pudo evitar vincularlo con la aparición inesperada del enmascarado hace siete años atrás… — ¿Entonces cuándo ella comenzó a seguirme…?

La joven madre asintió en afirmación al sospechar lo que quería decir. [Fue por orden mía]

— ¿Orden…? ¿Por qué…?

La pregunta no alcanzó a ser formulada al sentir que la barrera en forma de domo oscuro se volvía inestable. Dōji que no se mostró sorprendida, alzó su mirada al cielo nocturno y en un suspiro resignado, declaró: […Sé nos ha acabado el tiempo]

Ante tal declaración, sin darse cuenta el milenario chamán de las estrellas no pudo controlar la expresión en su rostro, contrayéndose al de un niño desamparado. Y Asanoha no pudo evitar qué, a pesar de la obvia diferencia física en el joven adolescente presente con la de su primera vida, pudo visualizar a su hijo Asaha con claridad…

No había rastros del astuto hombre adulto y compuesto que suele mostrar, sino la de su pequeño que desolado siempre tenía una mirada triste mientras que ella lo seguía en silencio… En cuanto a él, veía el cielo en busca de confort y añorando el calor materno del cual le fue arrebatado por la crueldad e ignorancia de los aldeanos.

Sin poder resistirlo, Asanoha se abalanzó hacía el joven, rodeando con sus brazos su cuello. [Hace mucho tiempo qué quise hacer esto…] Mencionó mientras que reía dichosa de finalmente cumplir uno de sus deseos, ejerciendo más presión en el abrazo.

Si bien era muy distinto ser abrazado por un espíritu que por un cuerpo vivo, eso no evito que Hao pudiera sentir el calor materno y su alma qué ya había olvidado la reconfortante sensación, volvió a revivir con fuerza en él. {Aun sí la mente olvida, el cuerpo en su lugar lo recordará…} Pensó el castaño con una agridulce sonrisa, cerrando los ojos e inhalando el suave aroma lavanda impreso en el alma de su madre.

[Hijo, está no será la última vez] El domo comenzó a achicarse más, rodearlos muy de cerca.

— Lo… ¿Lo dices enserio? —Cuestionó, en su tono percibiéndose temor, añoranza y… una tambaleante esperanza…

[ Por supuesto. Así que nos veremos pronto, mi pequeño hoja… ]

A continuación, en un parpadear el domo se desvaneció junto con el espíritu de su madre seguido del aroma a lavanda hasta reducirse en el aire limpio del follaje semi-tropical. Sintiéndolo como si lo que acaba de experimentar fue una mera ilusión… de no ser por la sensación que oprimía su pecho, tener su pulso acelerado y el ligero picor en sus ojos de querer llorar, más no de tristeza, sino de alegría…

Creería que todo fue un truco.

El sonido de las perlas tronando, despertó a Hao de sus reflexiones para centrar su atención en la chamana que se mostraba de pie, en el mismo lugar con la cabeza cabizbaja por lo que el ala de su sombrero le tapaba la mitad de su rostro y el misma posición que cuando inició el hechizo para materializar el domo, seguido del espíritu de su madre.

— Bien, tú ganas. De mi curiosidad, ahora tienes mi atención…

Sin embargo, Zai no habló. Él alzó una ceja extrañado, la chica desde que reveló su identidad era lo bastante habladora por lo que se acercó a ella…

— Oye, ¿Retomaste tus manías de mudis-?

Entonces antes de siquiera tocarla, ella cayó a un lado como un árbol caído. Descubriendo que la chamana por algún motivo había perdido el conocimiento ¿Fue por el hechizo del domo? ¿Por invocar a su madre…? Muchas preguntas se le vinieron a Hao que tuvo que apartar para enfocarse en frenar la caída de ella…

[¡No la toques!]

Pero cuando su mano extendida estuvo a punto de tocarla, él tuvo que retroceder al sentir una ola hostil. Por lo que al sentir peligro el Espíritu de Fuego se materializó por sí solo y cubrió con su manopla a Hao que entre las garras de su espíritu elemental pudo observar materializarse enfrente de la chamana un gran león de denso pelaje negro y ojos blancos, careciendo de iris y pupilas.

Y ahora el majestuoso felino se situaba sobre la inconsciente chamana de manera protectora mientras que de manera amenazadora le mostraba sus colmillos con un potente gruñido.

— Finalmente te conozco Érebo, Dios de la Oscuridad y elemental de las Tinieblas —Saludó cínico Hao, su sonrisa de póker como maliciosa mirada astuta volvieron. Pareciendo una mentira las numerosas expresiones que mostró ante el espíritu de su madre.

[Ja. ¿Acaso debo sentirme halagado que me reconozcas?] Manifestó sarcástico la entidad, percibiéndose en su voz que no compartía la dicha del Onmyōji.

El castaño soltó una risa maliciosa, mientras que alzaba una mano en señal a su Espíritu elemental que retrocediera y apartara su gran manopla entre él con la otra entidad. Si bien el Espíritu de Fuego se mostró renuente, obedeció a su protegido pero se mantuvo alerta, viendo desde su gran altura al león que era más grande que el promedio.

— Deberías, pero descuida, perdono tu falta —Contestó altanero, obteniendo un bufido de la deidad. — Tenía mucha curiosidad de conocerte. Después de todo… —Una chispa de curiosidad mezclada con malicia se reflejó en sus ojos castaños. — No todos los días, te encuentras con un pariente cercano de uno de los antiguos Shaman King…

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FIN DEL CAPÍTULO 13.

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¡Uf! Quise, más no pude en verdad de que este capítulo no me saliera tan corto. Igual estoy satisfecha con el resultado y espero que ustedes a pesar de eso, también lo hayan disfrutando. Antes de hablar del capítulo, vayamos a lo importante y es:

¡Muchas gracias a Lady'z Phantom! Me alegro que haya cumplido tus expectativas y sacado una grata sorpresa el anterior capítulo. En verdad, aprecio mucho tu opinión sobre el fic en un lindo comentario en cada capítulo ¡Espero este logres disfrutarlo!

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En cuanto al Capítulo: La escena entre Hao y Zahira, se supone que lo iba a omitir… pero me fue imposible, porque de hecho, estás escenas son importantes para la trama como desarrollo de los personajes. Hao es "tolerante" al trato insolente de Zai, pero aclaro que no es por motivos románticos (¡Recién él acaba de conocer su identidad! xD), hay una razón y eso justifica de porqué la chica a estas alturas sigue viva xD jajajaja. No hay duda que es compleja la relación entre Hao y ella, pero a pesar de la tensión y que los dos desconfían del otro; su trato logra fluir y verse hasta amena. Espero haberlo plasmado.

Por otra parte ¿Qué tal les pareció la explicación de Asanoha a Hao? Por supuesto, en lo que vayamos avanzando la trama, iremos profundizando el tema y, de por sí, explica el título del fic, jajajajaja xD. Por último, ¡Chan! ¡Chaaaan! Si conocían de mitología griega y están al día con la secuela de SK: Flower y SK: Super Star, pueda que lo hayan asociado con Zeus, quién figura como uno de los Shaman King. De lo contrario, se llevaron una sorpresa, ya que en la mitología griega Érebo junto con su esposa Nix/Noix son los Tíos de Zeus.

Y finalmente, quiero anexar que está historia, aparte de ser publicada en las plataformas de Wattpad y Fanfiction(punto)net; la pueden hallar en Ao3. Por lo que tienen esas tres opciones de cual plataforma se ajusta a su gusto para leer The Curse Project, con el único contra que sólo en Wattpad y Ao3 se me permite publicar imágenes.

¡Bye, bye! Nos leemos el próximo jueves, de no hacerlo, será el siguiente jueves y así sucesivamente hasta lograr actualizarlo.