RinMakoto. De esa forma Tsubasa tiene sus poderes mágicos, así ella pelea contra sus enemigos, no se rendirá y por su planeta luchará.
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El Redentor 777. Y ahora que lo dices, es cierto, posee el mismo nombre que ese anime, aunque nunca me lo vi desgraciadamente, me lo recomendaron mucho. Este enemigo no será nada fácil de derrotar.
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Sin más, comencemos…
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Prefectura de Shizuoka.
Una peli negra de ojos verdes iba hacia su respectiva academia la cual había sido una institución que tuvo ciertos problemas de población de estudiantes por lo que terminó cerrando, su nombre hacia sido academia Uranohoshi.
Ahora la academia se había fusionado con una mixta en la ciudad por lo que muchas de sus alumnas fueron trasladadas ahí.
- ¡Tomoe-chan! – una chica de peli color mandarina llegó a donde estaba la peli negra – buenos días.
- Buenos días Chika-chan, ¿Cómo amaneciste hoy?
- Pues bien, aunque Riko-chan no me dejó dormir luego de ponerme a estudiar – la peli mandarina suspiró – pero al menos salimos de semana de exámenes que es lo importante.
- Sí, al menos quedamos bien con eso – Tomoe y Chika se conocieron meses atrás, aunque la peli mandarina era un año mayor que la peli negra, eso no impidió que se hicieran amigas rápidamente.
- Por cierto, dicen que en Tokio hubo de nuevo un ataque de Borus.
- Realmente cómo es posible que esas cosas hayan venido a nuestro planeta – Tomoe dijo eso – aunque al final de todo estamos siendo salvados por la Magical Girl.
- Sí, ella es increíble, aunque no se pueda saber quién es, se ve que es muy poderosa.
- Es muy popular.
- Sí, realmente me gustaría saber quién es, aunque tener poderes como ella sería genial, así nunca llegaría tarde a clases porque podría volar rápidamente hasta llegar temprano.
- C-Chika-chan, ella no puede volar.
- Es cierto – la peli mandarina sacó su lengua.
- Aun así… espero que Tsubasa esté bien – la peli negra pensó en su amiga de infancia, cosa que Chika notó ya que conocía la historia de su amiga.
- No te preocupes Tomoe-chan, de hecho, si algo le hubiera pasado, ya habrías sido notificada – Chika tenía razón en eso – por cierto, ¿aun extrañas a tu amiga?
- Un poco, aunque gracias a dios que tenemos celulares y hablamos a veces casi cada noche, pero no es lo mismo estar separadas así.
- Tomoe-chan – Chika le dio un abrazo a la oji verde – no te preocupes, ella también debe extrañarte mucho, después de todo son amigas de infancia, me pasaría lo mismo si You-chan y Kanan-chan se van un día de mi lado.
- Gracias Chika-chan – ambas se dieron un abrazo por el momento – es más, creo que haré para que podamos pasar un tiempo juntas.
- ¿Algo así como una salida entre ambas? – Tomoe lo pensó y se dio cuenta de que era cierto y que podría hacer eso.
- Sí, eso podría funcionar, es más, la llamaré para ver cuánto tiene tiempo para que pasemos un tiempo aquí en Shizuoka.
- ¿No estará ocupada?
- Creo que entramos una hora antes que allá, por lo que siento que ella está dormida o a lo mejor ya se despertó, pero a lo mejor no esté haciendo nada ahora – ambas chicas seguían caminando a la academia, aunque Tomoe sacó su celular y marcó el número de su amiga de infancia.
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Apartamento de Fuji.
- ¡Termina adentro!
- ¿Segura?
- S-Sí… ¡acaba adentro! – ambos chicos mantenían relaciones apenas iniciando el día y como acaban de terminar el acto sexual para posteriormente descansar – ah… que bien se siente.
- Sí, aunque apenas hacerlo en la mañana nos quitará algo de energía para cuando vayamos al club.
- No te preocupes, sabes que no me canso fácilmente.
- Tu no, pero yo no tengo poderes como tú.
- No importa, después de todo eres fuerte Fuji-kun – la castaña lo besó, aunque el momento fue interrumpido por una llamada en el celular de Tsubasa la cual al ver el nombre se emocionó mucho - ¡¿Tomocchi?!
- ¿Kawakita-san?
- ¡Sí! – la castaña contestó - ¿hola?
- Hola Tsubasa, ¿Cómo estás?
- ¡Bastante bien Tomocchi! ¡Me alegra que me llames! Y tú, ¿Cómo estás?
- Bueno, por el momento he estado bien. Ya sabes, las clases y todo eso, de hecho, voy para la academia ahora mismo – la peli negra continuó – por cierto, Tsubasa, ¿tienes algún plan para este fin de semana?
- Este fin de semana ¿eh? – la castaña lo pensó un poco – el partido que tenemos es el sábado, pero puedo el domingo Tomocchi.
- Bueno, es que pensé que podríamos salir las dos juntas, digo, si no tienes problemas.
- ¡Por supuesto que puedo ir! Es más, dime donde debo ir para que nos encontremos.
- Te avisaré para cuando tenga todo listo, así que no te preocupes, te lo haré saber, bueno, ya voy llegando, ahí te mandaré todo después Tsubasa.
- ¡Nos vemos Tomocchi! – colgó la llamada - ¡genial, podré estar con Tomocchi de nuevo un día!
- ¿Qué ocurrió Tsubasa?
- ¡Fuji-kun! Podré ver de nuevo a Tomocchi, quiere que pase el domingo con ella en Shizuoka.
- Vaya, no sabía que la pasaba bien, pero espero que puedas pasar un buen día con Kawakita-san – dijo el chico peli negro levantándose de la cama, pero fue tomando por su pareja por la espalda - ¿Tsubasa? Se hace tarde para la academia.
- Aun falta tiempo, por mientras, nos queda un chance para otra ronda.
- No tienes cansancio – río el chico mientras él y Tsubasa volvían a su asunto pasional con muchas ganas.
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En una dimensión diferente…
- ¿Sigue dando guerra esa maldita Magical Girl?
- Lo lamentamos mi señor, pero es que su poder es demasiado grande – dijeron los sirvientes del malvado rey.
- Esa puta – el emperador solo apretó su puño para después soltarlo – no importa, esta vez desviaré el ataque hacia otro punto del país que tratamos invadir.
- ¿Hacia dónde vamos ir ahora Majestad?
- Esta zona de Shizuoka, se ve interesante y, además, al estar en una zona del líquido vital podrá darnos ventaja, la Mahou Shoujo es una humana y ellos no pueden respirar bajo el agua, simplemente traten de ahogarla.
- Entendido.
- Esperen una semana, estaremos planeando la estrategia para vencerla de una vez – los dos subordinados se retiraron dejando al rey mirando su mano – en cualquier momento te mandaré al otro mundo, Magical Girl.
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Durante el resto de la semana no pasó nada malo, aunque se sabía que cierta organización no pensaba lo mismo, sin embargo, Tsubasa sintió que por el momento la organización maligna estaba descansado o se habían rendido, sin embargo, se fue con sus poderes por si los ocupaba.
El domingo por la mañana, Tsubasa se despidió de su pareja para ir a ver a su amiga de infancia en la prefectura de Shizuoka. La castaña había tenido un partido de béisbol con su club junto con su pareja.
La de ojos azules se había metido a un club de béisbol casi profesional siendo la única chica en el lugar, pero era de las mejores jugadoras del equipo, incluso el entrenador le decía que sería una gran jugadora profesional, cosa que ella agradecía ya que era su sueño. El partido del día anterior lo ganaron 15-5 gracias a varios home run de parte de la castaña.
Mientras Tsubasa iba rumbo a Shizuoka, de la nada aparecieron los dos tipos de la organización MM los cuales iban vestidos con ropa casual para pasar desapercibidos ante las personas.
- ¿Qué tanto se divierten los humanos?
- Ni idea, miran esas cajas arcaicas de imágenes como si fuera la última maravilla… realmente me dan ganas de matarlos aquí mismo.
- No hagas alguna estupidez, tenemos que seguir las ordenes de su majestad.
- Bien, al menos creo que la Magical Girl no está aquí, costaría que viniera hasta aquí – el hombre sonrió de forma malvada – trajiste a los Borus ¿verdad?
- Sí, aunque esta vez traje a los de clase Voley.
- Genial, con eso la mataremos de una vez por todas.
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Tsubasa se había quedado dormida en el tren mientras que soñaba un poco, pero parecía que su sueño estaba bastante feo por las expresiones que daba.
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- ¡Vengan por mí malditos! – gritaba Tsubasa mientras que estaba peleando contra muchos Borus, pero estos parecían darle mucha batalla ya que la cosa se le complicaba.
Los Borus eran de tamaño aumentado y eran más fuertes y veloces que los que habían combatido. Su bate dorado estaba bastante desgastado, sus ropas estaban algo desagarradas, su cuerpo con múltiples heridas.
- ¡Golpe Final! – la chica acabó con el último Boru que quedaba, pero toda esa pelea la dejó muy cansada y apenas se podía poner en pie. Ella observó el cielo el cual tenía una nave gigante de la cual salió una persona con una capucha negra - ¿eh?
- Magical Girl, por fin nos vemos cara a cara.
- Tu eres el responsable de todo esto ¿verdad? – la castaña apretó fuerte su bate – todos mis amigos, mi familia y mi novio… fueron víctimas de todo esto por tu culpa.
- Los humanos son tan débiles, al final de todo, solo merecen la muerte, pero la que más disfrutaré jamás será tu muerte, Magical Girl.
- Si te destruyo… ¡ganaré esto y podré vengar a todos mis seres queridos! – gritó la castaña cargando una pelota de béisbol en su mano, tomó su bate y con toda la fuerza que le quedaba bateó la pelota hacia el encapuchado - ¡será tu fin!
- Muchacha impertinente – dijo el tipo mientras cargaba una bola de energía en su dedo para hacerla gigante y destruir la pelota de béisbol de Tsubasa.
- ¿Qué hizo? – la bola de energía se hizo más gigantesca asustando mucho a la chica - ¿Qué hago? Ya no tengo energía.
- ¡Muere! – el encapuchado lanzó la bola de energía hacia Tsubasa la cual no pudo evitar recibir de lleno el ataque mientras veía como su cuerpo se desintegraba.
- No… ¡noooooooooooooo!
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- ¡No! – gritó despertándose sobresaltada, teniendo suerte que no había gente en el sitio en el que estaba, pero su cuerpo estaba sudado – s-solo fue un sueño, sí, solo un sueño, pero que sueño tan horrible, aunque… me pregunto cómo es que será el líder de la organización MM.
- Atención pasajeros, estaremos arribando a la estación de trenes de Numazu, por lo que se les pide que estén atentos para cuando lleguemos.
- Vamos Tsubasa, cálmate por el momento, no es como que vayan a atacar ahora, no lo han hecho esta semana, pero aun así no debo descuidarme.
Unos minutos después, el tren llegó a la estación en el que todas las personas bajaron, Tsubasa por su parte esperó ver a su amiga de infancia la cual le envió un mensaje que ya estaba allí y sí, la logró ver.
- ¡Tomocchi!
- ¡Tsubasa! – ambas se dieron un fuerte abrazo, aunque la castaña tenía algunas lágrimas en sus ojos – tiempo sin abrazarte.
- Yo también Tomocchi… sniff… yo también – unos minutos después de estar así, decidieron ir a la casa de la peli negra en esa zona. Su hogar era parecido al que poseía en Tokio, de dos pisos y parecía de buena posición económica.
Ambas llegaron a la casa y se pusieron a hablar un poco antes de que finalmente decidieran ir a dar una vuelta por la ciudad, siendo que la peli negra, luego de meses de estar allí, conocía la zona.
- ¿De veras tantas cosas como esas hay aquí?
- Sí, aunque la zona es más conocida por sus playas y por las enormes plantaciones de mandarinas que hay, tengo una amiga que es fanática a ellas.
- Parece que has hecho tu vida aquí Tomocchi – Tsubasa bajó un poco la mirada.
- Pero tu también lo has hecho Tsubasa, sino fuera así, no estarías en el club de béisbol ni habrías seguido con tu pareja – sonrió la peli negra – es más, vamos al centro de la ciudad, a lo mejor encontramos una cafetería que me gusta mucho abierta.
- Bien – las dos jóvenes siguieron su camino, sin saber que en el mismo sitio al que se dirigían, habría dos individuos con sus diabólicas intenciones.
- ¿Liberamos a los Borus?
- Adelante, vamos a destruir esto de una vez por todas y le entregaremos esta zona a su Majestad, en nombre de la Organización MM.
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Conitnuará…
