En este capítulo será muy sensible, es la primera vez que escribo un lemon.

Creo que a su forma cada uno de ellos tiene sus fantasmas internos (tampoco justifico lo de Dietfried, pero el lo pago muy caro con lo que mas amaba que era su hermano).

Alerta: Lemon Violet y Dietfried.

Espero que sean de su agrado este nuevo capítulo.

No olviden agregar su review.

Saludos.

"…." Flashback y/o pensamientos

Hablan- Presente


Capítulo 5: RECUERDOS


Sin más preámbulos volvió a besar a aquella niña…no ella ya no era una niña ahora ya era toda una mujer, la cual era consciente que amaba a su hermano, pero el lograría borrar cada rastro que dejo impregnado su hermano en ella, cuando el beso iba a tornarse más rápido sintió como alguien lo sujetaba del cuello separándolo de Violet para después sentir un fuerte golpe en su mejilla.

- ¿QUE CREES QUE LE ESTAS HACIENDO A VIOLET MALDITO BASTARDO!

En el suelo Dietfried dirigió su mirada furiosa a nada mas ni nada menos que Claudia Hodgins aquel hombre que su hermano hizo responsable de la actual doll, el no era ningún idiota en la mirada del peli rojo y cada poro de su piel se podían percibir los celos que sentía por la chica. –"Se enamoro de ella". – levantándose para corresponderle el golpe vio como Violet se estaba frente a el como escudo.

- Violet ¿Qué haces? No vez que se estaba aprovechando de ti. – tomo por los hombros a la joven, pero en la mirada de la chica no vio indicios de que estuviera siendo obligada a algo. – Violet ¿Qué te hizo Dietfried?

Justo cuando la joven iba a responder la presencia de las mayores junto con Benedict, alerto a Claudia.

- Violet, me podrías explicar ¿Qué es esa estupidez que acaba de decir Dietfried en el consultorio? ¿cómo es eso que se van a casar? – Cuando la señora Evergarden dijo tal información en la mente de cada uno de los presentes era un embrollo, además ¿cómo se supone que Violet y el Capitán Bougainvillea se casarían?

- Tiffany no deberías alterarte te hará mal, deja los jóvenes hablen entre si. – la mirada furiosa ahora se poso a su mejor amiga.

- ¿Tu sabias de esto? No Amelia, como pudiste mentirme en algo como esto.

- Es porque la señora Bougainvillea no sabía nada de esto, fue decisión mía y del Capitán. Espero que estén de acuerdo con esta decisión mía, porque cada uno de ustedes representa una parte importante en mi vida. – las palabras de la doll no solo iban dirigidas hacia la señora Evergarden sino también para Hodgins.

El cual retiro su mirada de Violet, no quería escuchar como ella decidió quedarse con el hombre que tantas veces la humillo y la odiaba. –"Seguramente la está amenazando con algo". – sintió como ella tomaba sus manos suavemente provocando que su vista se posara en ella. Ante sus ojos la rubia mostraba una sonrisa sincera y segura de que estaba haciendo lo correcto.

- Espero que con eso dejemos todos de arder Hodgins, usted fue la segunda persona después del Mayor Gilbert que siempre confió en mi y me protegió. Espero que este de acuerdo porque también es muy importante en mi vida, Claudia.

- No podría estar de acuerdo con semejante disparate Violet. – separando sus manos y verla fríamente. – Pronto te darás cuenta de tu error y espero que no sea demasiado tarde, tampoco te puedo desear felicidad en algo que esta destinado al fracaso. -las palabras dichas por Hodgins calaron desde lo mas profundo de su corazón

- Hodgins, Cattleya acaba de despertar quiere verte. -la voz carente de emoción de Benedict, hicieron que el nombrado se alejara del teatro que se estaba formando afueras del Hospital, no sin antes detenerse al lado de los hermanos Bougainvillae.

- No sé qué demonios hiciste para orillarla a esto, pero ten por seguro que ganaste la batalla mas no la guerra Dietfried.

- Te equivocas, yo gane incluso antes que tu o mi hermano. – diciendo esto tomo la mano de Violet para alejarse también ellos del lugar e ir con las señoras para controlar a una furiosa señora Evergarden.

Tan absortos estaban todos en el espectáculo provocado por ellos, que no notaron a una sombra que se encontraba en la entrada escuchando todo desde inicio a fin. –"Tal parece que no me equivoque al regresar a Leiden, creo que mi estadía aquí será más que interesante".

- No crees que tardan demasiado Benedict y Hodgins, Erica. – la voz cansada de Iris saco de sus pensamientos a la pelicastaña que se encontraba al lado de una inconsciente Cattleya.

- De seguro se encuentra por ahí buscando por todos lados a Hodgins, sabes que ambos odian los hospitales. Les trae viejos recuerdos.

- Hmp. Y como no si ambos vivieron algo traumático bueno Benedict vivir sin recordar toda tu vida y pensando que un día encontrara a su hermana perdida, aunque Claudia participo en la guerra y vio a muchos de sus camaradas y amigos morir como…

- Como Gilbert Bougainvillae, a veces me pregunto como dos hermanos son tan diferentes pero similares a la vez. – la mirada ambarina de Iris iba a cuestionar sobre comentario tan descabellado, bueno nadie podía negar que ambos son similares en rasgos físicos a ¿eso se refería su amiga?

- Como se encuentra Cattleya. – entrando un serio Hodgins y Benedict. – Aun no tienen noticias de lo que tiene o acaso ese Doctor se largó.

El tono sarcástico y agrio del dueño de CH sorprendió a ambas jóvenes, ya que el no era una persona agresiva ni impulsiva todo lo contrario siempre fue alguien tranquilo.

- Fue a su consultorio por unas medicinas que tendrá que tomar Cattleya, pero nos comento que deseaba hablar contigo en privado.

- Lo que tenga que decirme puede hacerlo aquí, la verdad solo venia a comentarles que tengo algo importante que hacer. ¿podrían quedarse con ella mientras vuelvo? – retirándose de la habitación se dirigía a unos de los lugares que le transmitían paz aunque sea en breves momentos, entonces vio como Benedict se ponía a su lado.

- Como que te largaras, ¿a donde crees que vas Hodgins? Cattleya te necesita. No vez que podría ser algo grave y tu te iras a no se donde a ahogar tus penas por que Violet se casara con el Capitán.

- Sabes que Benedict ya estoy harto, que decidan sobre mi vida o que se involucren en ella sin mi permiso. - deteniéndose para por fin acabar con todo lo que pensaba. – Yo no fui el causante de que Cattleya se encuentre en el hospital. A partir de hoy yo decidiré sobre mi vida sin consultarlo con ninguno de ustedes les guste o no, si me desahogo en una caverna es mi maldito problema.

La gallarda figura de Hodgins se perdió cuando cruzo la puerta del hospital.

- Creo que por eso Violet escogió a Dietfried.

- ¿Qué acabas de decir Benedict? – sorprendida voz de Erica hizo que el rubio se diera la vuelta para ver su rostro sorprendido. –"Al parecer la caja de pandora será abierta"

Dentro de la residencia de los Evergarden las cosas no eran las mas amenas que se digan, era tan denso que incluso Violet que un no comprendía los sentimientos sentía que su propuesta estaba provocando estragos en sus seres más allegados.

- Solamente falta hablar con Alfred para consultarle de tu próximo matrimonio Violet, sospecho que estará igual de sorprendido que yo, por cierto Dietfried ¿ya te entrego el anillo de compromiso o aun no? – ante lo consultado la joven levanto su mano izquierda mostrando el anillo que le coloco el Capitán. – Al menos buen gusto si tiene tu hijo Amelia, ahora solo queda planear la cena de compromiso y el matrimonio ya que tu hijo anuncio que seria en un mes.

Mientras le señora Evergarden seguía hablando Amelia se acerco a su hijo solamente para susurrarle.

- Me alegra que busques tu felicidad hijo. – para el hombre rebatir las palabras de su progenitora seria caso perdido, así que prosiguió.

- Esta bien Tiffany, la próxima semana vendré a cenar con mi madre para pedir formalmente la mano de…Violet. – no tenía sentido decirle de otra forma. – y dentro de dos semanas será la fiesta de compromiso y el próximo mes será el matrimonio obviamente todo correrá a cuenta nuestra

- Me parece perfecto, aunque estés planeando todo aun no estoy muy de acuerdo con este matrimonio, pero a comparación de Hodgins yo respeto las decisiones de Violet.

- Si no queda mas que decir, me retiro tuve que dejar algunas diligencias pendientes. Mañana iré a CH a buscarte para hablar de que nos quedamos pendiente. – vio a Violet la cual solo asintió. – Madre la espero en casa, con permiso.

Antes de que Tiffany empezara a interrogar a la joven hablo.

- Igualmente desearía ir al trabajo me siento agotada.

- ¿Quieres ir después de lo que ocurrió con Claudia? – Cuestionaba angustiada Amelia.

- Si, con su permiso vendré dentro de dos días a visitarla señora Evergarden.

Dicho esto la joven se disponía su destino a su trabajo, pero siendo sincera no tenia animo de realizar sus funciones como doll.

- ¿D-donde estoy? – pregunto una desconcertada mujer de mirada amatista, que veía como la habitación de color completamente diferente a las que conocía.

- Clattleya por fin despertaste, nos tenías muy preocupados ¿en qué rayos estabas pensando? A y nos encontramos en el hospital Benedict estuvo como loco

- ¿Benedict? Claro me encontraba hablando con el cuando me desmaye, por cierto ¿dónde está Claudia? No vino con ustedes. – ante el cuestionamiento de su amiga sonrió nerviosa.

- Bueno Hodgins tuvo que hacer algunas cosas, nos pidió que estuviéramos contigo.

- Entiendo. – "Si fuera Violet estuviera aquí conmigo". – Probablemente tenga algo mas importante que hacer.

- Pero miren nuestra bella durmiente ya despertó, ¿Cómo estas Cattleya?

- ¿Víctor Shield, eres tú?

- Si querida soy yo Víctor Shield y al parecer soy portador de una buena noticia después de tanto tiempo de vernos.

- A si ¿y cual es la buena noticia de venir? -desconcertada la pelinegra cuestiono a su amigo del pasado.

- Felicidades Cattleya serás madre.

"El gran Capitán de la marina y dueño de una gran fortuna de Leiden, Dietfried Bougainvillea se encontraba tambaleándose en la amplia habitación del pent-house de ese hotel de gran prestigio. No es que no le gustara estar en su casa con todas las comodidades, pero cada vez que permanecía dentro de ese maldito lugar venían a su mente los recuerdos de su padre de sus exigencias hacia su persona, de cómo el repetía una y otra vez la vergüenza que sentía por su elección a la marina en lugar del ejército. Se maldijo mil veces en hacer que el sueño frustrado de su padre se viera reflejado en su tierno y noble hermano.

- Todos estamos involucrados en esta maldita guerra, incluso yo. Pero no te preocupes Gilbert que tu hermano mayor, te protegerá regalándote un arma mortal. – hablaba en voz alta mientras su mirada buscaba al pequeño bulto que dejo en el suelo de la cabecera de su cama. – Tsk. Donde demonios se habrá ido esa niña. - justo cuando se dirigía en buscarla sintió unas ganas inmensas de vomitar así que sin pensarlo dos veces se dirigió al baño, para desechar los estragos de exceso de alcohol.

Cuando termino su tarea por demás desagradable sintió como era observado fijamente, así que dirigió su mirada para encontrarse con unos grandes ojos azules intenso que por más hermosos que fueran nunca reflejaban ninguna emoción, pero sus pupilas se sorprendieron al ver que la joven se encontraba completamente desnuda en la bañera. Entonces inconscientemente fue recorriendo con su mirada el cuerpo desnudo de ella su piel blanca como la porcelana, su cabello largo y rubio; a pesar de la edad tenía unas caderas anchas, aunque sus senos fueran pequeños tenían buen tamaño igual que su trasero. Su rostro que era iluminado con las escasas velas del lugar hacía que su angelical rostro se viera tierno sus labios carnosos, su pequeña nariz incluso imagino verla un poco sonrojada ante sus ojos ella era… simplemente perfecta como una virgen.

¿Desde cuándo no estaba con una mujer? ¿estaría mal jugar un poco con esa niña? Entonces la última palabra de su subconsciente hizo clic en su mente. - "Ella es solo una niña, no puedes destrozarle la poca vida que tiene. Ella solo tiene como propósito proteger a Gilbert". – pensó.

- Oe levántate que te resfriaras. -tomo una toalla que se encontraba al lado del retrete viendo como ella se levantaba para disponer a salir de la tina sin ningún pudor de exhibir su cuerpo ante él, pero justo cuando iba a salir por completo la joven piso el resbaloso suelo.

Cerrando los ojos esperando el impacto el cual nunca llego, al contrario, fue recibida por un calor cálido y unos brazos que la sostenían fuertemente de la cintura, levanto su mirada extrañada para toparse con unos lindos ojos esmeralda que no la veían ahora con ese odio acostumbrado, sino que la reflejaban algo más. En cámara lenta vio como esa niña iba a resbalar así que su cuerpo reacciono por si solo sosteniéndola antes de que se impactara quedando ella arriba de el con sus piernas abiertas totalmente expuesta sus anteriores cuestionamientos se fueron por la basura al sentir que su excitación crecía poco a poco en sus pantalones.

- Al demonio con el autocontrol, tu estas aquí para complacer todas mis órdenes. - sin ningún tapujo tomo a la chica para besarla intensamente introduciendo su lengua en el proceso. Mientras una de sus manos tocaba las piernas y otra su pequeño pecho.

Para Violet todo eso era nuevo, no sabía lo que estaba pasando cuando el arrollador beso termino vio como un rastro de saliva aún permanecía en la boca de ambos, entonces vio como el Capitán se ponía de pie para después cargarla dirigiendo a ambos en la gran cama que se encontraba en la habitación, depositándola en la misma. Desde su posición veía como el hombre se desabrochaba la camisa antes de volver a acercarse a ella escucho una orden.

- Esta noche harás lo que yo te diga, escuchaste. – asintió la joven. – entonces mueve tus labios como los hice hace unos momentos en el cuarto de baño y cuando toqué puntos sensibles debes de expresar lo que sientes y hacerlos a través de sonidos. – toco delicadamente el rostro de la rubia." Espero que algún día me perdones, si es que sobrevives".

"La volvió a besar mientras que a diferencia del primer beso ahora ella trataba de seguirle el ritmo, cuando volvió a tocar uno de sus pechos ella emitió un pequeño gemido logrando que introdujera su lengua. La rubia solo mantenía sus manos cerca del pecho del hombre trazando pequeñas líneas inconscientemente, logrando satisfacerlo con ese simple toque. Su boca se dirigió al cuello donde su lengua trazaba un camino de su cuello a su hombro para después repartir besos en el proceso, tocando descaradamente su pecho izquierdo.

Cuando su boca se dirigió a sus montes los lamio primero antes de amamantarse de ellos, haciendo que ella se arqueara un poco inconsciente de esos sentimientos, ella solo veía todo lo que hacía el Capitán Dietfried y que, sin saber el porqué de sus reacciones, sus piernas querían cerrarse, pero sintió como una mano intrusa se encontraba en su entrepierna. Ella deseaba hablar decirle a aquel hombre que es lo que estaba haciéndola sentir, sin embargo, como siempre su voz se quedaba atorada en su garganta solo escucho como su boca hacía unos ruidos extraños, los cuales lograban satisfacer más al hombre. Un pequeño grito emitió Violet al sentir como un dedo se introducía en ella, haciendo que cerrara los ojos ante el calor que sentía en su vientre.

Dietfried contemplaba las expresiones de la joven con satisfacción sus mejillas sonrojadas, su cabello húmedo que se pegaba a su frente, sus ojos cerrados a través de largas pestañas y sonrió al ver que no era completamente muda; el cuerpo de ella empezó a ser una adicción para él, levantándose quito lo que quedaba de su ropa viendo el desconcierto de ella ante lo desconocido. La tomó de las caderas para después introducir sus dedos vio la incomodidad del rostro de ella, pero a estas alturas poco le importaba sin esperar más tiempo empezó a frotar su miembro en la pequeña cavidad mientras volvía a envolverse en sus pechos.

- AHHH! - Sin pensarlo se introdujo dentro de ella completamente, gruñendo al sentir una pequeña tela. – "Así que era virgen". - sin importar que le joven se acostumbrara a él empezó a embestirla fuerte y rápido. La joven sentía como la estaban partiendo en dos por dentro, le dolía tanto que sin darse cuenta se encontraba llorando mientras veía los movimientos constantes del hombre arriba de ella, que levanto una de sus piernas para tener más acceso a ella inconscientemente llego sus manos a la amplia espalda de él rasguñándola por el fuerte dolor.

Tal parece que dicha acción logro cambiar algo de él ya que la mueca de satisfacción que le mostraba su rostro antes. Ahora la veía de forma cálida, deteniendo los movimientos de sus caderas, pero aun permaneciendo dentro de ella. Dietfried vio como gruesas lagrimas que habían corrido por las sonrojadas mejillas de esa niña… por dios estaba tan cegado en desquitar su tensión sexual en esa mocosa, puede que haya disfrutado de su cuerpo desarrollado, pero nadie cambia el hecho que sin dudarlo podía decir que era más trece años mayor que ella. – "Soy peor que mi padre…soy un…monstruo". – llevo uno de sus manos a la mejilla de la rubia contemplando su angelical apariencia, acerco su rostro al de ella para besar suavemente sus labios tocando su sedoso pelo color oro. Para ella era un misterio las acciones que estaba cometiendo con el Capitán, pero sentía como algo cálido se formaba en su pecho al sentir su boca sobre la de ella de forma tierna. Entonces volvió a sentir el dolor en su entrepierna cuando el volvió a penetrarla, pero de forma suave.

- No te puedo regresar lo que te acabo de arrebatar. – decía mientras veía el desconcierto en ella, entonces dirigió su mirada donde una mancha de sangre quedaba impregnada en las sábanas blancas. – Pero puedo hacer que disfrutes el verdadero significado de hacer el amor con alguien. – movió sus caderas de forma lenta, al ver la mueca que de incomodidad que hacia ella dijo. – Solo concéntrate en mis besos, y si te sigue doliendo puedes agarrarte fuerte de mi espalda para estar a la par del mismo sentimiento.

Sin más que decir comenzó el vaivén de sus caderas con las de ella, que al principio sintió como las uñas de sus manos se enterraban en su espalda y mantenía su mirada fija en cualquier cambio en su rostro, pero a medida que iban adquiriendo más fuerza noto como lo abrazo con las piernas acoplando los movimientos de sus caderas buscando mayor contacto y como nuevamente salían gemidos llenos de placer de su boca. Dietfried no podía creer lo bien que sentía su cuerpo al estar con esa persona, como sus cuerpos se acoplaban a la perfección vio como los pechos de ella se movían al compa de sus estocadas decidido besarlos con hambre. Sintiendo que pronto llegaría a su límite fue tomando más fuerza dentro de ella.

En cambio, para ella fueron sensaciones completamente distintas sintió un pinchazo en su parte baja el cual al principio fue incomodo, pero a medida que los movimientos del Capitán se hacían más constantes sentía como su consciencia pedía más de situación que no se detuviera.

- AH…AH…pronto llegaremos al límite…a partir de ahora eres mía…escuchaste… mía. – sosteniéndola de la cintura al ver que ella no respondía dio una estocada más fuerte. – a partir de ahora… tu única orden es no… pertenecerla a nadie… solo a mí. – entrecerró los ojos al sentir el placer de ver como asentía ella, entonces sintió como las paredes de la ojiazul lo apretaban dando para ambos las puertas del paraíso en ese maravilloso clímax; ambos de manera muy distinta esa noche cambio su vida.

Aprovechando que sería la última vez que vería a esa niña Dietfried, se proponía en regalarle una despedida más que digna. – "A partir de mañana ella dejara de ser mi arma para convertirse en la de mi hermano…ella dejara de estar a mi lado". – sin más preámbulos movió nuevamente sus caderas para continuar con su calurosa despedida."

- Y pensar que esa noche por fin dirías mi nombre, para que después yo mismo te arrojara a los brazos de Gilbert. – tomo una fotografía donde se veía reflejados su hermano y la mujer que desde hace tiempo le roba el sueño desde la primera vez que la tomo. – Tal parece que nuestros destinos siempre estarán en permanecer juntos Violet, aunque entregaste tu corazón a mi hermano yo me quede con tu cuerpo. – ante ese último pensamiento arrojo con furia la fotografía, por como sus acciones y su cobardía terminaron por arruinar las vidas de los seres que más amaba. –"Yo fui quien destruyo tu futuro, fui yo quien hizo que te enamoraras de él, fui quien mato a mi hermano y yo fui quien se aprovechó de ti"

Ajena a los pensamientos del hombre Violet, tocaba suavemente sus labios al recordar como nuevamente Dietfried volvió a besarla después de siete años cuando ellos…- "No te puedo regresar lo que te acabo de arrebatar. – decía mientras veía el desconcierto en ella, entonces dirigió su mirada donde una mancha de sangre quedaba impregnada en las sábanas blancas. – Pero puedo hacer que disfrutes el significado de hacer el amor con alguien" Aquellas palabras que al principio le parecían carente de emoción ahora recordaba como ocurrió todo, como inconscientemente su cuerpo fue presa del deseo que sintió cuando estuvo con Dietfried y como sin darse cuenta las sensaciones que le transmitía Gilbert a comparación de su hermano eran paz y protección, llevo una de sus manos fuertemente al broche color esmeralda que paso a ser su color favorito.

Entonces lagrimas cayeron en sus mejillas al sentir culpa…culpa por empezar a dudar de su amor por el Mayor… por haber recordado cada caricia que compartió con el Capitán… y culpa por saber que el Mayor se tuvo que enamorar de un ser marchitado. – Si tan solo estuviera vivo…si tan solo hubiera sabido…si tan solo dejara de arder. – mientras se hundía mas en su cama.