Lo prometido es deuda, aqui esta el segundo capitulo que les prometi. Trate de hacerlo lo mas largo e interesante posible.
Espero que sean de su agrado estos nuevos capítulos y como dije espero estar actualizando seguido.
No olviden agregar su review.
Saludos.
"…." Flashback y/o pensamientos
Hablan- Presente
Capítulo 7: ACUERDOS
- "Adelántense ustedes, iré a ver a Violet. – las mujeres vieron como Benedict se dirigía a la habitación de la doll.
- Bueno creo que es hora de retirarnos, vámonos. – la alegre voz de la amatista hicieron que las jóvenes se acercaran con ella a la salida del recinto, pero cuando abrieron la puerta se sorprendieron de la persona que se encontraba detrás de ella."
Los sorprendidos ojos de los presentes no podían creer que la persona que se encontraba detrás de la puerta se encontraba nada más ni nada menos que:
- Buenas noches, se encuentra…Violet. – el semblante abatido del Capitán Dietfried, su vestimenta desaliñada y claramente se veía que estaba tomado.
- "Como aquella ocasión". – pensaba Cattleya al frunció su ceño. – Violet se encuentra arriba esta descansado, creo que hablo por todos al decir que hoy fue un día bastante intenso, ¿no lo cree Capitán Bougainvillea? – el vio la desconfianza que la mujer le proporcionaba, estaba seguro de que ella… no solo son imaginaciones de él.
- Iré a verla. – sin importarle los rostros de indignación de los presentes, se abrió paso al lugar. – No se preocupen no ocurrirá nada de lo que se imaginan. Tenemos asuntos que atender.
- ¿Y me imagino que no pueden esperar para mañana? – las jóvenes veían consternadas la actitud de la azabache.
Para la olivarda fue más que obvio la actitud arisca de mujer, probablemente ella solo sea una de las muchas personas que se opondrán en ese matrimonio, incluyendo a…
- Por lo que veo no se encuentra Claudia, ¿verdad? – al ver el asombro de la mujer que unos momentos lo miraba con odio cambiaba a nostalgia se arrepintió. – Es mejor que se retiren yo solo estaré un momento como les digo tengo asuntos que atender con ella, y que obviamente no pueden esperar para mañana.
- Vamos Cattleya, Taylor está profundamente dormida y Iris no podrá cargarla por mucho. Además, es normal que quieran hablar. – la suave voz de Luculia hizo efecto en la mujer ya que simplemente le lanzo una mirada de advertencia al hombre. – Buenas noches y por favor cuide de Violet.
Al ver como se retiraban las mujeres cargando a la pequeña pelirroja pecosa, le recordó aquella ocasión en la que se encontró con ella, temerosa en un grande roble sin buscar un refugio a pesar de la grande lluvia que pasaba por esa Isla. Sin esperar más tiempo poco a poco fue subiendo las escaleras para dirigirse a la habitación de la doll. En cambio, dentro de esa habitación Benedict veía fijamente a la joven enfrente de él, era notorio el rastro de lágrimas derramadas por ella, incluso podía ver el desorden de algunas cosas del lugar.
Entonces recordó cuando era más joven y siempre antes de dormirse velaba por los sueños de su pequeña hermana Elizabeth, lo curioso de eso es que nunca recuerda su rostro, pero si la hermosa voz dulce y llena de emociones de su hermana.
- Creo que ya es momento de buscarte, aunque no sé por dónde. Tal vez. -tocando el cabello rubio de Violet. – Solo tal vez, quiero protegerte como lo hubiera hecho con ella. – la joven al sentir el suave tacto sonrió entre sueños. – Ojalá tu fueras mi Elizabeth…Violet.
- ¿Quién diablos es Elizabeth? ¿Y qué haces en la habitación de Violet?
Dentro de la Mansión Shield, un apuesto joven de mirada oceánica dirigió sus pasos hacia el despacho de su progenitor, ese día debía de reconocer que fue uno de las interesantes hasta el momento en que regreso a Leiden. Nunca comprendido porque sus padres decidieron irse del pueblo en cuento el nacido, lo más lógico seria que desearan que estuviera cerca de sus amigos más allegados. Pero por azares del destino que el desconoce no fue así, por eso mismo cuando se convirtió en un hombre hacia visitas clandestinas a dicho lugar, obviamente a espaldas de sus progenitores.
- Vaya Víctor, ¿apenas llegaste? Un día ajetreado en el Hospital ¿no crees? – al ver como asentía el joven sonrió. – Y eso que apenas hoy fue tu primer día.
- Ni que lo digas fue un día muy… interesante a mi parecer, ayude a una vieja amiga al recibir una gran noticia será madre.
- Eso es una gran noticia para ella y su esposo, un hijo siempre representa una unión más estrecha en un matrimonio. – el hombre mayor se dirigió a la cabina de vinos para servir un coñac a ambos. – Ten.
- Bueno pues al parecer no creo que alegrara mucho al padre de la criatura su llegada. – la voz irónica y carente de emoción advirtió al hombre. – Ella no está casada padre.
Al ver la cara de horror del hombre, rio abiertamente ante el desconcierto de este.
- No sé de qué te Ries Víctor, esto es grave. Tu amiga deberá contraer nupcias sino quiere ser….
- La comidilla de todo Leiden, como si fueran unos santos en sus hogares y demonios en la calle. Por favor padre tú sabes perfectamente mi opinión sobre los prejuicios que aún existen aquí. De cierta forma me alegro no haberme criado en un lugar de mentes tan cerradas.
- ¡Víctor! Como te atreves hablar así. Son nuestras costumbres, por desgracia las mujeres no tienen la misma facilidad que nosotros. Ellas son educadas de manera diferentes a los hombres.
- Yo conocí el día de hoy una que es completamente diferente a todos esos pensamientos arcaicos padre. – la sonrisa llena de fascinación del azabache azulado motivo a su padre.
- Eso sí que es nuevo y dime hijo quien fue la mujer que hizo captar tu atención. – el joven absorto de sus pensamientos miro a su padre y pronuncio aquellas palabras que él nunca hubiera deseado escuchar.
- La mujer que capto mi completa fascinación y quiero que sea mi esposa es: Violet Evergarden. Aunque eso signifique estar en conflicto con nuestro distinguido Capitán Dietfried Bougainvillea. – la sonrisa sínica del joven asusto al señor Shield.
Para Benedito la presencia del Capitán no era sorpresiva, para él era muy obvios los sentimientos ocultos que él tenía hacia su amiga y era más que obvio que escucho sus últimas palabras, sino fuera así no lo estaría viendo como si quisiera freírlo vivo.
- Buenas noches para usted también Capitán Dietfried, me sorprende que viniera a estas horas.
- No respondiste mi pregunta mocoso, ¿Qué demonios haces en su habitación y quien es Elizabeth? – la osadía del rubio lograba ponerlo de puntas. – Además te recuerdo que estoy comprometido con ella y tú no tienes ningún derecho de estar en SU habitación a estas horas.
El rubio sonrió afable negando con la cabeza lo obstinado de la actitud de ese hombre.
- No me lo tome a mal, pero usted tampoco tiene mucho derecho que digamos ya que solamente es su comprometido no su esposo. Aunque al parecer no entenderá eso. – dirigiéndose a la salida para ver como el hombre veía con ternura el rostro de Violet. – Buenas noches Capitán y esta vez sí cuídale bien.
En estos momentos las palabras del joven Blue no surtieron ningún efecto en el hombre, ya veía el fino rostro de ella con rastros de lágrimas y sus mejillas sonrojadas, suspirando se quitó el saco y tomo la silla para acercarla a la cama.
- No crees que es momento de que dejes de fingir, se perfectamente que estas despierta. – ante esto vio como esos dos hermosos zafiros lo miraban directamente. - ¿Desde cuándo estas despierta?
- Desde que Benedict menciono a su hermana. – vio como Dietfried levantaba una ceja ante el desconcierto. – Elizabeth es el nombre de la hermana desaparecida de él. Muchos de nuestros clientes han pensado que somos hermanos por nuestro parecido y al parecer le afecta de cierta forma esas palabras y…
La amarga risa del interrumpió sus palabras, haciendo que se levantara suavemente de la cama, pero la risa ceso al ver que la joven solo estaba vestida con un ligero camisón blanco.
- Nunca imaginé que con el tiempo fueras más comunicativa con otras personas, incluso pensé la primera vez que eras muda y más en el tiempo que estuviste a mi cuidado.
- Pero usted comprobó una vez que no era muda, aunque fue ese mismo día el que me fui de su lado. – las palabras de ella calaron en lo más fondo de su corazón. – Recordé todo lo que paso ese día.
- Prefiero no hablar de eso. – la voz dura de él la estremeció. – Eso que ocurrió quedo en el pasado así que no tienes que decirlo nuevamente.
- Se equivoca, esa ocasión, aunque no comprendía nada de lo que pasaba yo… no me arrepiento de nada de lo que ocurrió, porque a pesar de cómo sucedieron las cosas me alegro de que hubiera sido usted el que…
- ¡BASTA! ¡NO DEBES TENERME LASTIMA! . - se acercó rápidamente a la cama para tomarla de los hombros y empujarla hacia la cama. – Estoy tratando de que eso quede en el pasado niña, pero como dices eso nunca pasara ya que por ese motivo nos casaremos. – volvió a acercar su rostro como lo hizo en todo el día. – Sin embargo, mis sentimientos hacia ti siguen siendo los mismos. Lo que paso fue mero deseo mío. Solo viene para aclarar las cláusulas que estipularemos para el "matrimonio".
En lugar de recibir un golpe o un impedimento para acercarse más de ella, vio como dirigió una de sus "manos" a su rostro, sintió escalofrió al tacto del frio metal entonces recordó que antes esas manos eran cálidas y lo más importante de todo. - "Eran de carne y hueso como las mías, tuvo que sacrificar incluso eso por nosotros". – ignorando sus fantasmas internos hizo lo que deseaba hacer en el consultorio del Dr. Shield el besar con necesidad a Violet Evergarden.
- Wow Luculia, entonces iras a una asignación de trabajo fuera de Leiden y ¿Por cuánto tiempo? – la curiosidad de Iris hizo sonreír a la pelirroja.
- La verdad no lo sé, mi jefe me comento que era un encargo muy discreto y que incluso la identidad del cliente estaría en riesgo en dado caso de revelarla. Creo yo que esa es la parte que más me asusta.
- No tienes de que preocuparte esas son algunos riesgos de nuestro oficio. – la sonriente voz de Cattleya se hizo presente. – Pero no entiendo de que te sorprendes tanto Iris, si tu también has salido de Leiden.
- Si, pero nunca a algo de mucha confidencialidad, por dios solamente tú y Violet son las que tienen emociones al final del día. Claro ejemplo es el día de hoy donde ella se casará con el Capitán Dietfried, que si me lo preguntan por muy desgraciado y mayor que sea para ella. Es un hombre demasiado apuesto.
- A mi también me lo parece. – la voz de la pelirroja hicieron que sus compañeras la miraran sorprendida. – Digo hay que ser ciega para no ver que todos los hombres de la familia Bougainvillae son los hombres más atractivos de aquí.
- No es de sorprenderse, además Violet también es muy bella. – la voz de Erica era de interés. – además no sé qué es sorpréndete ellos se han conocido por años. Incluso el entrego a Violet al Mayor Gilbert.
- - ¡CHICA SSSS! ¡ESPEREN! – detuvieron su andar al ver como su compañero corría como alma que lleva el diablo para alcanzarlas y tomar suavemente a Taylor de los brazos de Luculia. – Perdón por las molestias, es un poco pesada.
- No hay problema Benedict, bueno chicas creo que iré a un lugar antes de ir a casa. – vieron cómo se dirigía al área de cavernas cercanas al lugar preocupándolos.
- ¿No me digas que tu hermano ha vuelto a tomar?
- No, estas equivocado Benedict mi hermano gracias al cielo dejo ese vicio. Solo que a veces va a ese lugar a convivir con sus amigos, pero no es por lo que se imaginan. – sin más les dedico una última sonrisa y se fue a la dirección que incluso Cattleya conocía a la perfección.
- "Probablemente Claudia se encuentra ahí". – ignorando su instinto siguió caminando junto con sus amigos .
- ¿Qué acabas de decir Víctor? – consternado por la actitud de su hijo el hombre no podía creer lo que escucho. – Dime que es una broma, tu no puedes desear formar una familia con una mujer como la Señorita Evergarden.
- ¿ Y porque no papa? Por lo que alcance a escuchar fue una pieza importante para la culminación de la guerra, además junto con Dietfried impidieron que se reiniciara una y es una de mas mujeres mas destacada en Leiden y todos los Reinos vecinos por su labor como doll, ¿pensé que te agradaría la idea?
Su hijo tenia toda la razón al decir que anteriormente estuviera encantado con la noticia de que el y la señorita Evergarden tuvieran algo, pero la escena que presencio en el Hospital de ella semidesnuda besándose Dietfried, hicieron cambiara completamente sus pensamientos sobre la doll.
"Ante la declaración del joven confirmo completamente lo que pudo haber pasado, si el no entraba a la habitación pero que ese sujeto quisiera que mintiera en su profesión era otra cosa.
- Con el respeto que he tenido durante años por tu madre Dietfried, creo que te estas equivocando de persona. Yo no voy a mentir para encubrirte mi profesión es…
- Sino lo haces, créeme que no dudare en decir la verdad. – su tono de voz fue amenazante, pero es que debía de actuar para que ella saliera librada de todo el problema que el mismo provoco.
- No sé a qué te refieres Dietfried. – aunque se muriera de miedo por dentro no se lo mostraría al hijo de Amelia. -A comparación tuya o de tu padre mi reputación ha sido intachable.
- Está bien. – encogiéndose de hombros. – aunque ¿Cómo crees que reaccione tu hijo al saber la verdad sobre sus orígenes?
Sudo frio ante la revelación del joven frente a él ya que claramente aseguraba tener conocimientos de la verdad sobre su hijo, no podía arriesgarse a que Víctor se enterara quien era realmente su padre. Pero debía de mostrarse frio y calculador frente a Dietfried.
- Hmp. Por lo que veo los rumores de usted también son ciertos joven Bougainvillae.
- No se a que se refiere. – contestó sin bajar la guardia.
- En que todo el pueblo de Leiden habla del carácter carente de emoción de usted, además del gran parecido no físico obviamente sino de su forma de ser tan similar a la de Albert . – vio como el frunció el entrecejo ante la mención de su padre. – No entiendo cuál es su preocupación al realizarle ese chequeo medico a la señorita Evergarden, acaso será que ustedes…
- Nuestra vida intima solo nos concierne a Violet y a mi, pero saciare su curiosidad ¿Cuál cree que sea el motivo por el que un hombre y una mujer estén en las condiciones en las que nos encontró? – sonrió con cinismo el azabache azulado. – Violet es mía y ningún estúpido chequeo médico hará que cambie de parecer. No dejare que sea el chisme local por que simplemente el Doctor Víctor Shield "padre" esta tomando venganza en contra del hijo del hombre que…
- ¡CÁLLATE! – grito furioso. – Hare lo que me dices jovencito, pero debes prometerme que darás tu palabra de no decir nada respecto a "ese " secreto en particular, aunque tu también te verías afectado.
- Hmp. Por favor nunca me ha importado la reputación de mi padre, aunque debo de reconocer que en estos casos ¿Quiénes serán las victimas y los victimarios, Doctor?
Dedicándole una ultima mirada, vio como el primogénito de Amelia salía de su consultorio no sin antes dedicarle una ultima mirada de advertencia, entonces justo cuando salió el hombre vio entrar a la joven que hace unos momentos era la causante de una próxima guerra entre familias"
- Me agrada la joven, pero no para que sea tu esposa hijo. Ella es completamente diferente a nosotros.
- Lo dices ¿por qué no tiene brazos de carne y hueso?
- No lo digo porque ella ya será la esposa de Dietfried y no me quiero ver involucrado en un lio de faldas, simplemente porque te encaprichaste con la protegida de Tiffany. Esa es mi ultima palabra, sino obedeces me veré a la necesidad de mandarte al extranjero nuevamente y…
- Con todo el respeto que te mereces padre, ya soy un hombre y me hare responsable de mis acciones. Violet no es un simple caprichoso me gusta y quiero tratar con ella con o sin tu aprobación, además aun no es una mujer casada. – dirigiéndose a la salida. – No me ire de Leiden, puede que ella sea uno de los motivos por el cual no desee irme, mas no es el único. Buenas noches, padre.
La curiosidad de su hijo fue uno de los motivos que asusto al hombre.
- Eso y la obsesión que puede generar con la mujer de…su hermano.
Violet cerro los ojos cuando sintió la boca del Capitán sobre la suya, podía sentir como su estomago se retorcía y su pecho poco a poco sentía el calor del cuerpo ajeno, movió sus labios al ritmo que le indicaba hasta que sintió como suavemente la legua de el ingresaba en su cavidad, marcando territorio. Coloco ambas manos a la larga cabellera de él mostrando que está de acuerdo con sus acciones.
Para el hombre los movimientos que hacia la rubia, no lograban mas que encenderlo provocando que sus manos se dirigieran a los costados del camisón para irlo subiendo poco a poco y sentir la textura de su suave y tersa piel. – "Sigue siendo igual de dulce como aquella vez" .- una de sus manos deslizo la manga de la tela para empezar a desabrochar con su otra mano su camisa, pero detuvo sus movimientos al ver como ella lentamente quería terminar de hacerlo. Por falta de aire se separó de ella, para besar con hambre su cuello nuevamente el frio de las manos de joven provocaron que levantara su mirada para visualizar su largo cabello rubio oro desplegado en la cama, el nacimiento de sus pechos mostrándose hacia el, sus mejillas sonrojadas, sus ojos zafiro nublados de deseo y su respiración entre cortada, entonces recordó algo que siempre ha tratado de olvidar.
- "Dietfried, hermano. Tengo algo importante que decirte y no se como lo tomes. – vio como su hermano mayor levantada la ceja contornado. – Estoy enamorado de Violet y la hare mi esposa en cuanto termine la guerra"
- No puedo hacerlo. – se separo rápidamente para sentarse en la cama haciendo que Violet se tapara con la cobija. – Vine a hablar contigo, quiero escuchar tus condiciones o lo que esperas de todo este teatro. – solo vio desconcierto en ella. - ¿Qué quieres de este matrimonio y de mi Violet Evergarden?
Al no ver respuesta de ella suspiro con pesar y hizo algo que nunca pensó. Empezó a quitarse la camisa ante desconcierto de la ojiazul la cual no sabia si hacer lo mismo o no.
- No me mires así. – al ver sus acciones y como ella empezaba a deslizar el camisón. – Por dios sigues siendo la misma chiquilla que encontré en ese lugar, no te desvistas y muévete.
- ¿Perdón no comprendo Capitán?
- Acaso eres sorda que te muevas dormiremos juntos, pero no haremos nada. Esa será mi primera clausula. Tu y yo no tendremos intimidad hasta que nos sintamos suficientemente preparados, para tener relaciones. Segundo: por nada del mundo humillaras el nombre de mi familia y el de Gilbert. – al ver como su rostro cabizjado de ella se arrepintió de mencionar a su hermano, pero debía de continuar. – Tercero y hasta el momento ultimo: si uno de los dos encuentra el amor en alguien mas nos olvidaremos de todo esto y seguiremos con nuestra vida.
- Oye Spencer te busca tu hermanita. – el joven pelirrojo visualizo a su tierna hermana en el umbral de la puerta sonriéndole con alegría, pero se sorprendió al verla acompañada de un joven rubio. – Vaya al parecer la pequeña Luculia, ya creció dime Spencer ¿ese es el novio de tu hermana?
- Cállate, William supongo que solo es un amigo. Bueno debo de retirarme mañana nos espera un día muy ajetreado en la marina.
- Tienes razón, no desearía toparme con el Capitán Bougainvillea si algo falla o en estos días.
- ¿Por qué lo dices? – dijo consternado a su amigo de cabello azabache y mirada café.
- Ni idea solo escuche rumores, que el día de hoy abandono las diligencias y se fue como lleva el diablo en no sé dónde. Probablemente sea un lio de faldas. – pero antes de que reprochara a su amigo por su indiscreción una tercera voz se hizo presente.
- Ese maldito perro, fue a quitarme a mi niña. – murmuraba furioso Claudia Hodgins. – Solo busca la manera de seguir haciéndola sufrir, pero saben que no se lo voy a permitir. – sonriendo como un niño diciendo su travesura a su madre. – y saben ¿por qué? Porque Violet Evergarden es mía
La carcajada del hombre mayor se escucho por todo el lugar, suspirando un joven rubio entro para sacar de ahí a su jefe con la poca dignidad que le quedaba.
- Anda Hodgins, levántate viejo. Ya es hora de regresar a casa, es demasiado tarde para seguir bebiendo. – al ver los exagerados movimientos negativos se hartó. – Vamos, mañana temprano hablaras con Violet, eso es lo que quieres ¿no?
Ante la mención de la doll su rostro se ilumino, logrando desesperar a Benedict. ¿Acaso Claudia es tan ciego, para no darse cuenta de que esta confundido con sus sentimientos o realmente amaba a Violet?
- Te quedaras en mi casa, si llegas así a CH en ese estado y estas horas la asustaras. – como si las palabras del joven fueran dichas por arte de magia, Claudia pago la cuenta y tambaleándose logro salir del lugar, no sin antes saludar a una sorprendida Luculia.
- Bu-buenas noches Luculia, ¿co-como estas?
- Bien. – pronuncio débilmente la joven.
- Andando no es momento de ser sociable. – empujando al hombre. – Muchas gracias por esperarme a dejar a las chicas para acompañarme después buscar a este idiota.
- No es ninguna molestia, además también me hiciste compañía Benedict. - este solo se encogió de hombros.
- No es nada. Buenas noches Luculia y Spencer. – le dio un beso en la mejilla a la joven mientras trataba de llevarse a un borracho Hodgins. Aquel beso logro que Luculia se sonrojara y tocara su mejilla que antes fue besada.
- Así que ese es el sujeto que te gusta hermana. – como testigo de esa escena sonrió ante la inocencia de su hermana.
Violet estaba sorprendida por las condiciones que decía el Capitán Dietfried, pero ella no aceptaba sus términos así que armándose de valor.
- No estoy de acuerdo con la ultima clausula. – el hombre que estaba acostándose a su lado vio de reojo la determinación de su mirada. – Yo no creo enamorarme de alguien más, porque…
- Estas enamorada de mi hermano, eso lo sabemos todos. Pero ¿realmente estas dispuesta a compartir tu vida a mí? Aun cuando sabes lo que paso con nosotros esa noche. – al ver que no lograría convencerla prosiguió. – Entonces pensare aun mi última condición.
- Esa noche se tendrá que volver a repetir si nos casaremos, además usted lo dijo en la primera clausula en la cual estoy de acuerdo ya mi primera condición es… quiero tener un hijo con usted Capitán Dietfried. – ahora el era quien estaba sorprendido, ¿acaso era masoquista esa niña? . - He leído que es importante para una familia la descendencia en un matrimonio y yo deseo ser madre. Tener algo mío. Una familia.
Con esa ultima frase el entendió todo, ella deseaba formar una familia. No importaba con quien quería tener algo propio, una familia que probablemente hubiera tenido con su hermano si estuviera vivo y que esos niños serian sus "sobrinos".
- Esta bien.
- La segunda condición es que, aunque no tengamos por el momento vida matrimonial usted tampoco pondrá o expondrá en habladurías el apellido Evergarden. – sonrió con cinismo al encontrarse los dos en la cama arropados con la ligera sabana de la joven.
- Si no te conociera tan bien pensaría que solo me estas arremedando.
- Y tercera hasta el momento: aunque no tengamos vida conyugal por el momento debemos de dormir en la misma cama y…
- ¿Y?
- Abrazados, como lo hacen los matrimonios normales.
- Buenos por si no te haz dado cuenta nuestro matrimonio será todo menos…- al ver los ojos vacíos de ella lo transportaron cuando ella sintió por primera vez protección en los brazo de Gilbert. Así que sin importarle los estúpidos fantasmas del pasado, sus acciones incluso de quienes eran ellos dos. Se acomodo en la estrecha cama y la abrazo por la cintura mientras la acercaba a su pecho desnudo y recargaba su cabeza para tocar suavemente ese sedoso cabello oro. – De acuerdo, ya es tarde mejor durmamos.
Como si sus palabras y acciones fueran mágicas la joven cerro sus ojos mientras se acercaba mas al cuerpo del azabache logrando que el hiciera lo mismo. Sin darse cuenta ambos que acababan de cerrar un trato inquebrantable.
