Antes que nada feliz año nuevo 2021, espero que este año se encuentre lleno de felicidad, propsperidad y salud.

Espere en subir el capitulo ya que los próximos en subir me esforzare que sean mas largos de lo normal. Más que nada por el tiempo y se acerca la boda.

En otro capitulo agregue un nombre al esposo de Tiffany, pero investigue y me entere que se llama Patrick asi que ese es su nombre mas que nada para respetar los personajes del Anime.

NOTA: Se que es un fanfic DietfriedxViolet, pero ella aun se siente confundida entre las emociones humanas y de cierta forma tambien Claudia el cual debo de reconocer pense que era la persona que mas amaba ella (ya que vi la pelicula antes que la serie). Aunque adore a Gilbert amo al personaje de Dietfried.

Espero que sean de su agrado estos nuevos capítulos y como dije espero estar actualizando seguido.

No olviden agregar su review.

Saludos.

"…." Flashback y/o pensamientos

Hablan- Presente


Capítulo 8: REALIDADES


"Como si sus palabras y acciones fueran mágicas la joven cerro sus ojos mientras se acercaban más al cuerpo del azabache logrando que el hiciera lo mismo. Sin darse cuenta ambos que acababan de cerrar un trato inquebrantable."

- Oe despierta. – la profunda voz de Dietfried logro despertar la joven dormida en la cabecera de su cama.

Desconcertada vio delante de ella un hombre muy parecido al Capitán, solamente que tenía el pelo corto con dos mechones cayendo frente a su rostro el cual era muy hermoso, tenía una cicatriz en el lado izquierdo de la mejilla. Físicamente el hombre que probablemente es el hermano de Dietfried era muy parecido a él, excepto sus ojos color esmeralda mostraban siempre lo que el Capitán solo mostro con ella una noche.

- La recogí en uno de los barrios bajos. – hablo Dietfried mientras le mostraba a su hermano a la joven, debía de mostrarse igual de frio para que no sospechara nada. - No le he dado nombre, así que siempre le digo "tu". - tomando su cabeza para que la inclinara frente a Gilbert.

Para sorpresa de ambos el menor de los Bougainvillea sostuvo la muñeca de la rubia para levantarla y así abrazarla fuerte, las reacciones de ambos eran completamente diferente mientras ella se sintió nuevamente protegida, Dietfried quería alejar a su hermano de su adquisición.

- ¡No seas tan rudo con una niña! – Una niña, si supiera su tierno hermano lo que hizo con ella sentiría el mismo asco que el sentía en ese momento, porque eso era ella una niña la cual profano.

- Gil, ella no es una niña. – aparto la mirada de ambos mientras que mi rostro se mostraba carente de emoción. – Solo es un arma. –"Mentiroso, ella fue más que una arma y eso te lo demostró".

- ¿Un arma? – pregunto intrigado Gilbert.

- Una herramienta que lo único que hace es pelear. – tenía que recordar el odia hacia ella, como mato sin piedad a mis compañeros y amigos, pero "No me mato a mí que era el peor de todos".

- Entiendo. Yo me hare cargo de ella. – esa palabras hubiera deseado que nunca pronunciara esas malditas palabras, sin embargo, solo salió de mi boca.

- Ya veo. Me alegro de que lo hagas. – fijé mi vista en ellos para ver como ella levantaba su mirada zafiro para ver a mi hermano con un brillo que nunca vi. – Ya hablé con los altos mandos.

Sin cuestionarme nada más vi como Gilbert cargaba estilo princesa a ella, para pronunciarle un simple "duerme" y acatando siempre ordenes lo obedeció no sin antes dirigirle una última mirada sonriéndole en el proceso.

- Gil, no te vayas a encariñar con ella, solo es una herramienta para la guerra no lo olvides hermano.

Sin obtener respuesta de el vi como arrojé a los brazos de mi propio hermano a…

- Espero que cumplas tu ultima orden…Elizabeth. "

Dentro del hogar de una hermosa mujer amatista se podía escuchar la tranquilidad que desbordaba a las afueras de Leiden, pero sabía que eso nunca seria para siempre porque pronto ella sería el tema de conversación de cada esquina, aunque realmente nunca le ha importado desde el simple hecho de su vestimenta hacia ver ante todos que era por demás "vulgar". Lo único que si le preocupaba serían las habladurías respecto a su hijo o …hija.

- Claudia siempre ha querido una niña, tal vez se cumpla su deseo, aunque presiento que no era conmigo con quien quería formar una familia.

- Hablando sola querida Cattleya. – la varonil voz de Víctor la saco de sus pensamientos mientras ella se disponía en cerrar para dirigirse a CH Postal. - ¿Cómo te has sentido? Me preocupe mucho ayer por como tomaste la noticia al parecer te sorprendió mucho.

- Buenos días para ti también Víctor ¿Cómo has estado? Muy bien y ¿tu Cattleya? ¿Por cierto, té cortaste el cabello? – el tono sarcástico de la mujer lo hizo reír. – Realmente no sé, porque me empeño en ser amable y cordial contigo Víctor a veces siento que te burlas de la gente al saber lo que ellos desconocen.

El hombre frente a ella se encogió de hombros, Cattleya vio como su amigo se le hacía levemente familiar a alguien, pero no recordaba a quien.

- Y dime ¿Cuándo le dirás a Claudia Holdings que será padre? – sorprendida por las palabras del hombre y su sonrisa recordó, el cinismo era muy parecido a el Capitán Dietfried, pero ahora con ese nuevo estilo de corte no podía evitar en pensar a su parecido con…

- Como el Mayor Gilbert.

- Apúrate, Benedict, ya es demasiado tarde para abrir el postal. -decía animadamente el pelirrojo al pobre rubio que lo seguía medio sonámbulo y la verdad es que no pudo dormir nada pensando en los acontecimientos de ayer. - ¿Crees que Violet ya haya despertado?

- No lo sé probablemente sí. – cansado de escuchar de los labios de su jefe cada cinco minutos el nombre de la rubia. – Oye Hodgins no crees que deberías de hablar primero con Cattleya, antes que con Violet. Te recuerdo que ayer fue al hospital por un desmayo y…

- Lo se Benedict, de seguro es cansancio el estado de salud de ella. – se detuvo en una florería. – Mira llevare unas Violetas ¿Qué te parece?

- Que deberías de tranquilizarte primero deberías de hablar con ella y aclarar las cosas. – suspiro cansado. – Además te recuerdo que ella y el Capitán ya están comprometidos dentro de poco será la boda.

- Violet no se casará con Dietfried. – la voz seria del ojiazul le helo la sangre. – Solamente el busca la forma de afectarla aun no le perdona lo de Gilbert. Seguramente la tiene amenazada con algo.

- ¿Y si no la tiene amenazada y es la propia Violet la que acepto el compromiso?

Ignorando las palabras del menor Claudia entro a la florería a comprar las Violetas, ya que el día de hoy determino que confesaría sus sentimientos a la joven.

- Si tan solo abrieras los ojos Hodgins te darías cuenta de lo que está ocurriendo en tu alrededor.

- "Violet ¿alguna vez te han besado? – la pregunta del Mayor desconcertó a la rubia, ya que a su memoria venían los besos que compartió con el Capitán Dietfried. – Perdón, creo que ni siquiera sabes que es besar.

- Es cuando dos personas que tienen sentimientos recíprocos desean expresarlo a través del tacto mutuo. – Gilbert sonrió ante la fría descripción que la adolescente le decía mientras veía como seguía escribiendo. – Aunque no necesariamente se necesite tener sentimientos mutuos.

- ¿Por qué dices eso Violet? – cuestiono impresionado por esa respuesta tan fría. – Aunque no lo creas los besos pueden expresar y transmitir muchas cosas dependiendo del significado: un beso en la muñeca es de respeto. – tomando suavemente la muñeca de ella mientras se inclinaba y besaba dicho lugar. - uno en la mejilla de es afecto o amistad. – la joven vio consternada la acción. - un beso en la frente significa protección. – ella lo sabía perfectamente ya que Dietfried la beso después de ese dolor que la partía en dos. – y un beso en la boca significa amor y deseo.

Violet vio como el Mayor Gilbert se acercaba poco a poco a su rostro para después sentir los labios de este sobre los suyos, en su interior existían muchos cuestionamientos y uno de ellos era: ¿Qué era realmente el amor? ¿Qué era lo que sentía realmente por cada uno de los hermanos Bougainvillea? En cambio, para Gilbert ese beso significaba muchas cosas más que nada un comienzo para ambos. Pero era consciente en no querer asustarla con sus sentimientos ya que él era un hombre y ella apenas una señorita a punto de florecer.

- Perdón Violet, no pude controlarme y…

- Es mejor regresar la señora Ruthwen se preocupará sino regresamos al comedor además pronto partiremos para combatir.

- Cierto esa será nuestra última parada para completar aquella paz que tanto deseamos.

Dietfried vio como ella abría lentamente sus ojos zafiros, y es que desde hace unos momentos él había despertado al tener ese recuerdo. Aquel día donde arrojo a Violet a los brazos de Gil, instintivamente llevo su mano a la mejilla de ella no podía creer como la vida de una u otra forma los unía. A su mente vinieron los momentos vividos con ella incluso cuando la vida de ambos corría peligroso cuando los revoltosos querían provocar una nueva guerra y ella no dudo dos veces en dar su vida por él; lo cual fue más impresionante fue que el tampoco dudo en darla por ella.

- Por fin despiertas, ya es tarde. – ella cerro los ojos ante el tacto de la piel contra su mejilla. – Debes de vestirte el día de hoy tenemos asuntos que arreglar, además que tengo que regresar a la marina para ultimar las diligencias que deje ayer.

- Tienes mucho tiempo despierto. – ignoro todo lo comentado por él ya que, aunque fuera más comunicativo con ella sintió que el cambio de voz del Capitán se volvió más dura.

- Hace unos momentos desperté. – levantándose para quedar sentado en la cama. – Te dejare para que puedas cambiarte, regreso en una hora. Tienes que hablar con Claudia para que no fastidie.

- El teniente Hodgins solamente se preocupa por mi porque…

- Él te ve como mujer. – la interrumpió para verla furioso y rápidamente el cuerpo de la joven se encontraba presa bajo de él. – Claudia no te ve solamente como una obligación o el favor de protector el cual Gilbert le dio hace años. No sé cuánto hayas avanzado en descubrir los sentimientos de las personas, pero los instintos más bajos de los hombres debiste de haberlos descubierto hace mucho tiempo. – al tenerla así para Dietfried era una tortura ya que realmente deseaba besarla y estar con ella, pero debía de controlarse.

- Apresúrate, Taylor, llegaremos tarde. – la suave voz de Erica se hizo presente dentro de la Mansión de los Evergarden. – Insisto no es necesario que nos acompañe señora, podemos irnos perfectamente por nuestra cuenta.

- Pamplinas querida. Taylor también es una de mis protegidas, así como lo es Violet, además es de suma importancia que vaya. Violet y yo necesitamos hablar sobre todo ese asunto del matrimonio. – la mujer alzo la ceja al ver un poco de nerviosismo en la joven castaño y justo cuando iba a cuestionar vio como la pelirroja bajaba de las escaleras hecha un torbellino desayunando apresuradamente los alimentos. – Taylor, por favor usa tus modales sé que la puntualidad es primordial, pero también son las costumbres y la forma de comportarse de una señorita.

- Está bien mama Tiffany. – la niña sonrió al ver el "regaño" de la mayor. – Perdón por despertarme tarde solamente que ayer tuvimos mucho trabajo y…

- Tu jornada laboral a partir de hoy solamente se reducirá a seis horas Taylor. Es importante que trabajes cariño, pero lo es aún más tu educación por ese motivo iré a hablar con el joven Hodgins para comentarle de mi decisión de que trabajes solamente por la tarde. – al ver como la pequeña iba a protestar continuo. – y no hay peros de valgan además no iré sola Patrick ira conmigo.

- ¿Regreso papa Patrick? – cuestiono dudosa la pequeña ante la mención del mayor el cual ella quería muchísimo, ya que era un hombre extremadamente amable.

- Por supuesto que regrese querida Taylor. – la voz profunda detrás del comedor hizo las mujeres dirigieran su mirada al señor de edad avanzada cabellos grises con ciertos macolles azabaches, igual de alto que Dietfried y esa mirada cálida esmeralda. – Por cierto, te compre demasiados obsequios en mi estadía en la India querida y también a Violet. Que no hay ningún abrazo. – extendiendo ampliamente sus brazo hacia la niña de diez años.

- ¡PAPA PATRICK! – grito a todo pulmón la pecosa mientras al mismo tiempo abrazaba fuertemente al hombre.

Erica al ver tan tierna escena sonrió con nostalgia, ya que recordaba muy poco su padre, aunque su madre siempre fue una mujer fuerte la cual saco adelante su vida junto siendo madre soltera, por eso mismo le preocupaba la situación por la que está pasando Cattleya.

- Papa, sabias que Violet se casara dentro de poco. – la inocente pregunta de la niña la saco de sus cavilaciones. – y se casara con nada más que el Capitán Dietfried ¿verdad que es demasiado apuesto, aunque siempre tiene ese aire de enojo y tristeza?

- Si mi niña, ayer Tiffany me puso al tanto de las buenas nuevas y por eso mismo después de hablar con el joven Claudia iremos con los Bougainvillea.

- Querido, siéntate a desayunar. – sugirió la mujer a su esposo. – Imagino que te encuentras hambriento, ya que desde ayer en la tarde ni has probado bocado.

- No te preocupes Querida, prefiero esperar. – entonces la mirada del hombre de dirigió a la invitada. – Buenos días, señorita Brown, perdona por no haberla saludado desde un principio solamente que he estado con muchos pendientes últimamente y ahora más al enterarme del compromiso de Violet.

La castaña se sorprendió de la amabilidad del hombre, pero ella veía que ante lo dicho por Taylor del compromiso realmente lo entristeció.

- No debe de que preocuparse señor Evergarden. – sin más de dispuso en alistarse para ir a CH Postal en eso unos golpes a la puerta alertaron a todos que tenían visita.

Dentro de la habitación de podía escuchar la respiración agitada de dos personas, pero ambos en situaciones completamente diferentes, el hombre hacia todo lo posible para no repetir el mismo error de hace siete años y ella simplemente no entendía lo que ocurría con su organismo. Cada vez que estaba cerca del Mayor sentía la protección de alguien cálido y siempre estaría ahí para ella, sin prejuicios, sin ser un arma solamente ser Violet; en cambio con Dietfried sentía un mar de emociones los cuales aún no se explica desde la vez que salvaron un golpe de estado la situación para ambos cambio a tal grado que el hombre no le dedicaba la misma acidez de siempre, aún recuerda aquella ocasión en que deseaban matarlo ella sin ser consciente de sus acciones interpuso su cuerpo para que la bala no lo tocase.

Para Violet un mundo sin el Mayor Gilbert fue un dolor intenso, pero visualizarlo sin el Capitán Dietfried era una daga para su existencia.

- No creo que el Claudia tenga esos sentimientos hacia a mí. – ante la forma tan familiarizarte que hablaba del hombre el agarre de sus muñecas fue más fuerte, logrando ver al Capitán que las manos de ella eran metálicas. – El pronto será padre junto Cattleya, además sostienen una relación

- Que Claudia y esa doll tengan sus encuentros pasionales no asegura que él la ame. – su voz fue fría. – Además un hijo no es motivo para atar a alguien sea cual sea la situación. ¿acaso no vez lo que puedes provocar en un hombre?

Ante el desconcierto de la joven, suspiro cansado. –"Y esto es solo el comienzo". – entonces enarco una ceja cuestionando internamente algo que deseaba comentarle abiertamente a la rubia.

- ¿Estuviste con mi hermano? – enarco una ceja la joven al no comprender las palabras del azabache. – En pocas palabras quiero saber si tú y mi hermano estuvieron como tú y yo…

- Lo que desea saber es ¿que si el Mayor Gilbert y yo hicimos el amor? – el enojo que sintió en esos momentos se esfumo al ver como ella describía su vil acto en algo tan…puro. – No nunca estuve con el Mayor.

Inexplicablemente sentía como su alma regresaba a su cuerpo, aunque fuera egoísta le dolía la sola idea de imaginar a su hermano teniendo entre sus brazos a la rubia. Ella le partencia nunca debía de haberla entregado a Gilbert, pero reconocía que si no lo hacía hubiera continuado ejerciendo ese derecho con ella y no era justo para ambos.

- Pero si sucedió algo… el Mayor Gilbert me beso hace tiempo justo antes de…- pero unos labios que la estaban besando con fiereza no dejaron que continuara y dejándose llevar por la situación fue correspondiendo mientras cerraba los ojos.

Sin importar que las manos del Capitán que antes sostenían su manos fueran recorriendo su cuerpo y de una forma sutil pedía permiso para ingresar su lengua a su boca, tímida Violet le dio acceso y fue cediendo al nuevo sentimiento que le comento Cattleya ayer: "Pasión"

Roland había llegado muy temprano a la Postal, tenia que ir viendo los pendientes que tenia antes de preparar todo para su próximo retiro, aunque ayer las cosas no se veían nada bien para la señorita Violet y Cattleya. Sorprendido vio un hombre en los asientos que normalmente esperaban los clientes el porte del joven era tranquilo y pacífico de características muy similares a alguien que conoció de cabello oscuro azulado hasta el hombro, tez un poco bronceada, su complexión era robusta por formida y unos hermosos ojos oceánicos. Los cuales lo diferencian mucho de esa persona.

- Solo espero que hoy Hodgins este de buen humor y que todo sea temporal. – cuando abrió la puerta donde se encontraban las cartas que escribían las dolls se sorprendió de ver a Iris trabajando arduamente, pero su mirada se notaba distante.

- Hola buenos días, Roland. – comento educadamente. – Llegaste muy pronto.

- Buenos días, Iris, ¿aun no ha llegado nadie?

- Cattleya llego hace unos momentos, pero se encuentra ya con un cliente. Necesitaba urgentemente escribir lo solicitado ya que el día de ayer quedaron rezagadas muchas diligencias. En cuando a los demás aun no llegan, ni siquiera Violet ha despertado aún.

- Vaya eso si me sorprende, recuerdo cuando Violet llego a CH era la primera en levantarse y apoyarnos con las cosas, me imagino que aun se encuentra cansada por todo lo sucedido de ayer. – al ver como la joven asentía prosiguió. – Disculpa Iris, ¿Quién es el hombre que se encuentra en el recibidor?

- ¿Te refieres al Doctor Víctor Shield? Es un viejo amigo de Cattleya llego con ella, al parecer también solicitara de un servicio, pero pidió exclusivamente que fueran Violet o Cattleya las fueran.

- ¿Dijiste Shield, Iris? – la ambarina asintió. – Pero cómo es posible que…

- Buenos días. - rebosando de felicidad entraba Claudia con un enorme ramo de violetas las cuales brillaban en su esplendor y atrás de el un muy fastidiado Benedict. - ¿Cómo estuvo ayer todo Roland?

- Algo caótico al principio Claudia, pero nada que no se pueda resolver.

- Eso es seguro amigo mío, lo único que nunca se podrá resolver es la muerte por desgracia.

- ¿Y esas flores? ¿Para quién son Claudia? – el pelirrojo sonrió ante la curiosidad del hombre el cual nunca le molesto que le dijera su nombre pila ya que lo conocía desde niño.

- Eso es una sorpresa. – guiñando el ojo. - ¿Dónde esta Violet, Iris?

- Aun no despierta, creo que ayer fue un día muy agitado para ella y el Capitán Bougainvillea.

Ante la mención de Dietfried arrugo el entrecejo muy molesto, pero hoy convencería a la rubia de terminar toda esa locura del matrimonio el cual no traería nada bueno. Sin más preámbulos se dispuso a ir a la habitación de ella saludando con duda al joven Shield, el cual mostraba una sonrisa muy similar a la de Dietfried. Debería de sacarse de la cabeza al hermano mayor de Gilbert.

Esperaba convencerla de anular ese matrimonio, el estaba seguro con su esfuerzo y dedicación lograría que Violet le correspondiera, total no son muchos años de diferencia…bueno algunos, pero daba gracias a su buena casta en darle genética rejuvenecedora como decía su padre. Recordó cada momento vivido con la doll desde el primer instante en que la vio en ese entrenamiento llena de sangre, cuando Gilbert le pido que protegiera, cuando despertó llena de dudas, cuando solicito ser una doll y descubrir las palabras: Te amo.

- Si ella supiera que esas mismas palabras, desearía que fueran dirigidas hacia mí. - encontrándose frente a la puerta dudo en tocar, pero lo que escucho detrás no le agrado nada y ¿eso fue un gemido?

Dudo un poco pero sin importar abrió la puerta encontrándose una imagen que ni en sus peores pesadillas se lo hubiera imaginado en esa cama se encontraba Violet debajo de Dietfried el cual tocaba el cuerpo de ella sin ningún pudor mientras la besaba. Dejando caer las violetas en el suelo por la impresión el ruido provoco que ellos dejaran de hacer…eso. La mirada sonrojada de ella y la de él llena de arrogancia fue la gota que derramo el vaso.

Dentro de CH llegaban alegremente la familia Evergarden al lado de Amelia y Erica, ambos esposos vieron como el joven Victor estaba sentando en el recibidor leyendo interesantemente el periódico su porte, su cabello cortado dejando a la vista solo dos mechones enfrente de su rostro y sus oceánicos ojos provocaban recordar al padre de este y a su madre.

- Nunca me cansare de decirlo para muchos Dietfried es una copia exacta de Albert, pero siendo sinceros Gilbert y este muchacho es su viva imagen. – la voz tranquila de Patrick desconcertó a las jóvenes, pero tanto para Tiffany como Amelia la cual también veía al joven recordó a su difunto esposo.

- Ten Víctor, aquí esta la carta que me solicitaste. – Cattleya se acercó al ojiazul entregándole la carta escrita con lo solicitado. - ¿Estas seguro que no quieres que nos encarguemos?

- Completamente, muchas gracias por tu ayuda Cattleya y respecto a lo que te dije piénsalo. Por favor.

La sonrisa triste que le regalo no paso desapercibida para la señora Amelia desde el día de ayer que vio a todo el departamento CH, sabia que algo andaba mal con ellos. Acercándose a ambos los saludo.

- Buenos días, joven Víctor y señorita Cattleya. – la amatista quería sonreír ante la mención de "señorita".

- Buenos días, señora Bougainvillea, por lo que veo viene acompañada. Me imagino que vienen a ver a Violet. – ante el asentimiento de la familia Evergarden la cual también saludo amablemente a los presentes. – No se preocupen Hodgins fue a buscarla hace un momento no tardan, así que…

- ¡ERES UN MALDITO PERVERTIDO DIETFRIED!

Un fuerte grito lleno de rabia se escucho interrumpiendo a Cattleya y lo primero que vieron todos era como Hodgins y el Capitán Bougainvillea se molían a golpes. En cambio cuando el pelirrojo vio a Violet en esa situación no dudo en alejar al azabache y golpearlo fuertemente en la cara, pero Dietfried para si desgracia no era ningún manco para dejarse golpear y golpeo en la boca del estomago a Hodgins.

- ¿Cuál es tu problema Claudia? ¿Por qué reaccionas así? – escupiendo sangre de la boca pero plasmando una sonrisa cínica.

- Y todavía lo preguntas mal nacido primero destruyes la vida de Violet recordándole a Gilbert, humillándola por su condición y como fue criada tomando en cuenta que eso fue también tu maldita culpa. Después no se con que artimañas la convenciste en aceptar casarse contigo y para rematar te aprovechas de ella.

- Hmp. Para tu información yo no la obligue a NADA, ella fue la que me propuso matrimonio. – serio y melancólico empezó a explicar Dietfried. – Con respecto a lo que acabas de ver, si es mi responsabilidad. Pero a ti que te importa solamente eres su cuidador, aquel hombre que Gilbert escogió como protector o ¿acaso por fin revelaras que estas enamorado de ella?

Otro golpe fue el que interrumpió a Dietfried y justo cuando iba a corresponderla al pelirrojo llegaron Patrick Evergarden junto con Víctor Shield. –"Maldita sea lo que me faltaba". – arrugo su entrecejo al ver a ese hombre.

- Vaya que eres patético, ni siquiera eres capaz de pronunciar su nombre. Reconócelo Dietfried siempre has visto a Violet como un objeto, una cosa o una maldita arma servible para matar.

- ¡BASTA LOS DOS! Están provocando un escándalo, además esa no es forma en que dos hombres arreglen sus problemas. – Patrick se encontraba al lado de Hodgins, pero miraba a ambos hombres como bestias,

Pero ante sorpresa de algunos la joven que se encontraba también envuelta en ese embrollo salió portando solamente un ligero camisón blanco y su cabello suelto, provocando que los más jóvenes se sonrojaran por la situación ya que no se necesitaba ser genio al verla vestida así, al Capitán semidesnudo y un colérico Claudia.

- ¿Te encuentras bien? – Violet se acerco al azabache tomando su rostro para ver las heridas, inconscientemente Dietfried tomo la suya con suma delicadeza argumentando un "No es nada de qué preocuparse"

- Violet…tu…

- Por lo que veo mi presencia si era requerida inmediatamente, ¿no lo crees ahijado? – vio el coraje latente del mencionado, además de que tenía que detener al ojiazul el cual al ver la escena frente a sus ojos pensaba a alejar a Violet del ojiverde. – Nos retiraremos, para que puedan bajar presentables los dos. No tarden.

Claudia fue arrastrado por el medico y el señor Evergarden, ya que sospechaban que si no lo sostenían se ira a la yugular de Dietfried. Una vez que ellos se retiraron la pareja se adentró a la habitación dejando consternados a mas de uno excepto a Benedict y Cattleya.

- Por favor, Amelia dime que lo que acabo de ver fue imaginación mía. – impactada por tal escena además de azorada Tiffany no podía creer que eso dos jóvenes estuvieran…

- Si así lo fuera ambas tenemos una imaginación por demás versátil amiga mía.

- Continuaras negándome que el no te ama. – Dietfried se encontraba cerca del escritorio tomando su saco, entonces lo vio aquella maldita joya y al lado de ella un peluche en forma de perro sin ser consciente lo tomo. - ¿Esto también fue un obsequio de Gilbert?

- No, fue del teniente Hodgins. -ella se posiciono al lado de el. – Fue el día que salí del hospital después de la guerra.

- ¿Y porque un perro? – apretó la mano al cuello del pobre peluche, pero Violet tomo suavemente su mano y tomo el objeto. – ¿Tan importante es para ti Claudia?

- El después de ustedes me ofreció la oportunidad de volver a iniciar en convertirme en doll y cuando me obsequio ese peluche yo escogí el cachorro entre varios, porque recuerdo que usted decía que yo era el perro guardián del Capitán Gilbert.

Las palabras de Violet fueron dagas en su pecho por la crueldad y odio que se ensañaba con ella, siempre culpándola de las desgracias de sus familia siendo el único culpable de todo. ¿ Se merecía esta segunda oportunidad que le vida y ella le regalaban?

- Tu eres un ser humano, ya no deben de existir ordenes para ti. Como te lo dije aquella vez vive como el hubiera deseado que lo hicieras, no por como la gente te juzgue. Solo somos un número mas aun siendo santos o demonios el único para juzgarnos es nuestra consciencia.

- Lo sé, por eso estoy segura en compartir mi vida contigo.

Entonces vio lo que nunca vería por parte de ella, ese simple gesto solo era para él…Violet Evergarden estaba sonriendo a los peores de los demonios, el cual tendrá la decisión de cortarle las alas o protegerla.