Este capitulo es mas largo de lo normal ya que contendra varios Flashback de nuestros personajes en el transcurso del compromiso de Violet hasta su boda, se que para muchos sera demasiado rapido, pero las dudas que queden seran aclarados en el proximo capitulo.
Ademas comente que empezare a hacerlos mas largos, por el tiempo en que transcurrira al historia y que las relaciones empezaran a florecer en varias parejas que ire desarrollando. Tambien abra triangulos amorosos inesperados y agregare otros personajes como les dije anteriormente mi idea no era crearlos pero sera importante en el desarrollo de nuestra protagonista ademas de su oscuro pasado.
Prometo actualizar con al menos uno o dos capitulos si me desaparezco como lo he estado haciendo. Sin mas dejo que disfruten del capitulo, prometo subir el otro entre mañana o domingo al final ire subiendo la sinopsis de las continuaciones.
Muchas gracias, cuidense mucho.
Los quiere. TheOtherDestiny.
Capitulo 10: ¿ACEPTO?
Escenas del capitulo anterior.
No muy lejos de Leiden se encontraba un hombre de cabellos castaños y ojos zafiros viendo desde el mar como las olas, lo hacían recordar aquella familia que había perdido por la guerra. En todo este tiempo se ha esmerado en borrar los fantasmas, pero seria imposible al saber el grado de amor y dolor que cargaba en su corazón cada vez que recordaba las dulces caricias de su esposa, las travesuras de su hijo y las lindas melodías que su princesa le cantaba cuando regresaba de un largo viaje en la Marina. Ellos eran su mundo y en un abrir y cerrar de ojos, me los arrebataron.
- Si tan solo hubiera llegado antes…al menos habría salvado a nuestros hijos Nina. – dirigiendo su triste mirada al cielo, jurando ver la silueta de su difunta esposa y sus hijos. – Te prometo que encontrare a esos malditos que nos arrebataron a Benedict y Elizabeth Windsor.
La alta sociedad de Leiden se encontraba preparando atuendos, vestidos, joyas y más preparativos para alistarse ante el evento del año, es más del siglo. Ese mismo día se casaba la doll más reconocida de todo el lugar y no era con cualquier persona, sino que era con el soltero más codiciado. Las habladurías no comenzaron a surgir en cuanto anunciaron la noticia y más aún en la cena de compromiso donde no importaba si eras residente de ahí muchos reinos vecinos y lejos fueron invitados por parte de la doll para compartir su... ¿dicha?
- Vaya al parecer vendrá más gente de lo que esperaba y de la cena de compromiso. – entusiasta Taylor vio como todos los alrededores se preparaban para recibir a varios personajes emblemáticos como: Charlotte y Damián Flugel junto con la señora Alberta, Oscar Webster, la pequeña Ann Magnolia junto con su Nana, León Stephanotis entre otros.
- Tal parece que todos ellos se enteraron del matrimonio de Violet con el Capitán y vinieron al gran logro de este. – Cattleya la cual se encontraba ordenando las cartas que se entregarían antes de las once veía lo mismo que la pelirroja. – Realmente fue un gran detalle de la señora Tiffany en cómpranos esos elegantes vestidos.
- Ni que lo digas, ni ahorrando todo mi trabajo en CH podría comprarme algo de ese nivel. – bromeando como siempre Iris aparecía junto con Benedict. – Por cierto, Cattleya, Hodgins ira…
- Me comento que no participaría en este tipo de circo. – sonriendo con tristeza la azabache. – Pero me dijo que yo podría ir sin ningún problema siempre y cuando cuidara de mi embarazo como es debido. Pero ya es momento de menos charla y más acción necesitamos ir con Violet para arreglarnos y a ella también, andando.
El único hombre del lugar suspiro cansado, pero sentía un gran dolor en ver como Claudia decidido darse una oportunidad con Cattleya, ella se lo merecía, aunque eso no significa que deje de doler ver a la mujer que amas en manos de otro.
- "Que irónico mi martirio empezó hace dos semanas y el de Hodgins apenas comienza en cuanto Violet diga acepto."
Esos mismos pensamientos venían a la mente en el hombre pelirrojo y ojos azules, era consciente que nunca olvidaría a Violet ni la despedida que tuvo de ella cuando se fue a vivir a la casa de los Evergarden.
"Después de su conversación con la doll, se dio cuenta que debía concentrarse en realizar sus actividades diarias y una de ellas era hablar con Cattleya, reconoció que se comportó como un bastardo después de haberse ido del Hospital, así como si nada. Salió de su despacho solo para ver que Violet no se había ido con Dietfried, sino que se fue a su lugar de trabajo para continuar con las cartas, hipnotizado por su belleza. No se dio cuenta cuando llegaron Benedict y Cattleya, esta última podía percibir la devoción del pelirrojo hacia su amiga, pero debía de ser fuerte no solo por ella sino por su hijo.
- Claudia, ¿podemos hablar en tu despacho? – nerviosa fue acercándose. – Es importante.
La seriedad en el rostro de la amatista hizo que Hodgins asintiera con la cabeza y presintiendo que las noticias que recibirían no serían mucho de su agrado, ya dentro de su oficina se volvió a servir un trago de whisky esperando a que la mujer hablara viéndola fijamente.
- La verdad no sé por dónde empezar…- nerviosa. – Se perfectamente tus sentimientos hacia Violet, no hay que ser muy observador para darse cuenta de que tu amor de hermano se fue convirtiendo a uno de hombre.
- No te ofendas Cattleya, pero esa es una situación que meramente me concierne a mí. – frunció el entrecejo. – Si vienes a hablar sobre eso te ahorro el trabajo y …
- Estoy embarazada. – soltando de golpe los ojos azules del hombre se agrandaron ante la confesión, no negaría que en otro momento de su vida hubiera sido el hombre más feliz del mundo ante una noticia de tal magnitud, aunque hubiera deseado que fuera Violet. – No tienes que hacerte responsable sino quieres, simplemente tenía que decirte. Seguiré trabajando en CH hasta que este avanzado el embarazo y por obvias razones no serán trabajos afuera.
Un silencio sepulcral era inminente ante ellos, Claudia no dudo que en algún momento de su vida quiso y deseo como mujer a Cattleya, pero nunca al grado de convertirla en su esposa. Sin más la azabache se iba a retirar para la voz de Claudia la detuvo.
- No te prometo que logre amarte como la amo a ella. – esa confesión fue como una daga en su corazón. – Pero podemos intentarlo si tú quieres, convivir como una pareja y ver hasta dónde llega todo esto Cattleya. ¿aceptas? – dudosa la mujer no podía creer que esas palabras salieran de la boca de Claudia, pero sabía que era su última oportunidad de recuperar una parte del amor que se tenían.
- Acepto Hodgins. "
La noticia de que ambos Vivian juntos se extendió como pólvora escandalizando a todo el Reino, pero no importaba mientras ellos fueron felices con su hijo para Cattleya todo estaba bien, además Claudia seguía deseándola como mujer y eso era más que claro.
- Oe Cattleya, ¿tú crees que vaya el amable doctor Víctor Shield? – la pelirroja cuestiono sonrojada y es que ella siendo apenas una niña entrando a la adolescencia reconocía que el joven era muy apuesto. – Con eso de que al Capitán Dietfried no le agrada.
- Cariño al Capitán Dietfried no le agrada nada. – ahora fue Iris en intervenir mientras que la mención del afable doctor provoco un sonrojo por parte de Erica. – Aunque ese forma en que provoco a Dietfried fue desconcertante, sino fuera porque Benedict y el señor Evergarden no hubieran intervenido eso hubiera sido una guerra campal.
- "Tal parece que siempre seré destinada a ser la segunda opción de alguien". – la joven Brown se sumergió en el momento en que ella y Víctor…
- Erica ¿estás bien? – rápidamente Cattleya se acercó a ella tocándole la frente. – Por dios te pusiste roja de repente que me asuste.
- N-no te preocupes, estoy solamente que no he dormido bien últimamente.
Iris no creía nada de las palabras de su amiga, porque ella sospechaba que algo ocurrió con la joven soñadora la noche en que salieron a divertirse en aquel bar junto a Luculia. Donde esa misma noche por azares del destino desapareció Erica.
- "Vaya que la noche es calurosa, ¿no lo crees? – Brown dirigió su mirada a la persona que se acercó a ella con una sonrisa que no le agrado para nada. – Dime vienes muy seguido a este lugar hermosa o solo a buscar un buen momento.
Erica debía de reconocer que no se encontraba en sus cinco sentidos y es que ser rechazada directamente por el hombre que amas no es precisamente algo digno de recordar, así que sin importarle un mañana acepto la invitación de su amiga castaña y comenzó a tomar sin medida. Pero ella no era tonta y reconocía el doble sentido de las palabras que el hombre le estaba dedicando, sin saber cómo reaccionar opto por ignorar al hombre.
- Tu bebida esta vacía, déjame que te invite un trago y comenzamos una amena platica. – acercándose cada vez a la joven mientras ella se encogía en su asiento. – Para después continuar en un lugar más privado.
Asustada sintió como el hombre posaba una de sus manos en la pierna de ella logrando subir un poco del vestido de esta, pero justo cuando iba subiendo más a arriba una mano fuerte se posó arriba de la mano de este sujeto con fuerza.
- Creo que mi novia es demasiado tímida para decirte que te largues, caballero. – la mirada zafiro del hombre brillaba de indignación. – y le pediría de favor que pidiera una disculpa.
Sorprendida Erica Brown vio ante ella la imponente figura de Víctor Shield delante de ella apartando con furia la mano del hombre el cual vio consternado y luego ofendido al hombre.
- Si me lo preguntas, creo que tu novia no me respondió porque estaba disfrutando de mis caricias. -justo cuando Shield se proponía a golpear al hombre la castaña lo detuvo.
- Basta, por favor no vale la pena. -de reojo vio suplicante a la joven.
- Hmp. Lárgate.
- Me iré, pero esto no se queda así, ¿entendieron? – viendo sacaron a la mujer. – Recuerda que si no fue hoy será mañana ratoncita.
Cuando vieron que el hombre se alejaba ambos jóvenes suspiraron tranquilos Víctor Shield cambio si expresión para mostrar una afable delante de la temblorosa joven que mantenía la mirada oculta en su fleco.
- Perdona ese inconveniente. – se sentó ahora el azabache azulado. – Creo que no hemos tenido oportunidad de presentarnos debidamente. – extendiendo la mano. - Mucho gusto mi nombre es…
- Usted es el Doctor Víctor Shield. – sorprendido por la dulce voz, pero a la defensiva de la joven se carcajeo desconcertándola. - ¿Acaso dije algo gracioso?
- No perdóname. – limpiándose las lágrimas que se desbordaron de risa. – Perdóname si te ofendí, nunca fue mi intención solo que normalmente estoy acostumbrado a que las mujeres traten de ser amables conmigo en cambio desde que llegue a Leiden, todo ha sido muy distinto. -sonriente vio como las mejillas de la mujer adquirían un tierno color rosado. – Bueno mi nombre es Víctor Shield, pero al parecer eso ya lo conocías.
Aun desconfiada de la "amabilidad" del hombre estrecho su mano con la de él provocando que su organismo atravesara una electricidad desconocida, por lo tanto, prefirió levantarse apresurada asustada.
- Mi nombre es Erica Brown y creo que es momento de que me vaya. -nerviosa busco dinero para pagar, aunque antes de lo dicho ese hombre hablo con el cantinero proporcionándole unas monedas de oro pagando su cuenta. – Muchas gracias no es necesario, yo puedo pagarlo, permítame…
- No es necesario. – la detuvo cuando le ofrecía el dinero. -Mejor la acompañare a su casa creo que no está en sus cinco sentidos y este no es un lugar apropiado para usted a estas horas. – viendo como el sujeto que estaba molestado a Erica tenía la mirada fija en ellos.
Erica sin ganas de alegar más acepto la amable petición del hombre, buscaba con la mirada a Iris y Luculia, pero no las encontraba. Mañana hablaría con ella y pediría una disculpa por irse antes, junto al hombre vio las fracciones masculinas de este. –"Realmente se parece al Mayor Gilbert, aunque su rostro muestra una sincera sonrisa, su mirada dice otra cosa". – saliendo del lugar el joven buscaba su coche para dejar a Erica en su casa, pero se percató de la mirada analítica de ella hacia él.
- Porque mostrar un sentimientos si por dentro siente otro completamente diferente. – sorprendido por el descubrimiento de ella se quedó serio, viendo como las mujeres de Leiden son todo un caso para él. – Disculpé si lo ofendí joven Shield.
- Pues decirme Víctor, así como yo te diré Erica. – se encogió de hombros. – Respecto a tu cuestionamientos a veces hay que mostrar lo que la sociedad espera de uno. Es mejor para no salir lastimado como usted por el joven Benedict. – sonrió con tristeza tan obvia era que incluso ese hombre se percató de su amor no correspondido. – Pero la mejor forma de olvidar es ocultando lo que somos y podríamos aferrarnos a una oportunidad del destino.
Viéndose fijamente por las palabras dichas por él no se dieron cuenta cuando un auto paso muy cerca de ellos haciendo que Víctor empujara a la joven para que no salieran lastimados. Cerro los ojos esperando un impacto, pero al abrirlos vio cómo se encontraba arriba del joven Shield y sus rostros muy cerca provocando que ambos se vieran con distintas emociones a flor de piel. Aprovechando el desconcierto de ella Víctor la tomo detrás de la nuca acercándola más si era posible y su otra mano en la cintura de esta, sonriendo encantadoramente.
- ¿Quién sabe, capaz que esta nueva oportunidad sea para darnos cuenta de que siempre es necesaria una fachada de lo que realmente somos? – y sin más preámbulos beso a la joven que sin comprender fue correspondiendo el beso que le ofrecía aquel hombre hasta el momento un mero conocido".
- ¿Realmente piensas en aparecerte en esa boda Víctor? – impresionado el afable hombre vía como su hijo se veía en el espejo arreglando el elegante traje que portaría para la boda de Violet y Dietfried. – Por dios deberías tener más decencia y dignidad, hijo. Recapacita por favor.
Los ojos azules del joven veían la preocupación de su progenitor y se sintió mal de ser el único causante de esto, pero necesitaba mover todas su cartas, porque el juro ayudar a esa persona en averiguar acerca de sus seres amados, también reconocía que se moría de ganas de ver nuevamente a esa chica de anteojos llamada Erica, sonrió recordando el momento por demás intimo que compartieron. Además, estaba seguro de que él lo ayudaría en resolver todo ese enigma que se traen sus padres y los Bougainvillea desde años.
- "Sospecho que no me agradara enterarme de algunas cosas del pasado" Relájate padre iré al puerto a recibir a alguien y créeme que no tendrán objeción en mi presencia en dicho evento y que además tu conoces perfectamente
- No me digas que el vendrá. – preocupado por la situación que se avecinaba si sus sospechas eran ciertas, pero la sonrisa zorruna de su hijo se lo confirmo.
- En efecto padre, iré a recibir a mi padrino: Austin Windsor.
Dentro de la mansión Evergarden las cosas no paran para el personal respecto a los preparativos de la boda de Violet, pero es que muchos rumores se empezaron a circular en su repentino matrimonio con el Capitán y por desgracia el que obtuvo mayor fuerza fue que tuvieron un descuido el cual tuvo consecuencias y tenían que remediarlo, obviamente ese tipo de comentario Patrick los ignoraba olímpicamente, pero Tiffany si que se veía afectada. Mientras tanto Violet dudaba en casarse o no con el hombre que aun juraba odiarla con todas su fuerzas por haber permitido la muerte del Mayor y es que en su fiesta de compromiso una mujer que fue amante Dietfried comento con opulencia los sentimientos del mismo hacia ella y el peor de los casos pavoneándose frente a ella de haber tenido una despedida por demás agradable con el ojiverde.
" Violet se encontraba rara en su organismo no sabia como explicarlo desde la vez que escucho por error la conversación de Erica junto con el Capitán Dietfried buscaba cualquier excusa para evadirlo y la gota que derramo el vaso para el hombre fue ver como en una ocasión la vio salir con Víctor Shield. Preparándose para el evento la rubia se comenzaba a vestir con un elegante vestido rosa pastel ciñendo su cuerpo y caía al terminar la cintura con un pequeño vuelo , su peinado era un recogido completo dejando uno que otro mechón junto con su fleco y un exquisito maquillaje. Bajo sin ninguna expresión en su rostro viendo como la señora Tiffany vestía un hermoso vestido ámbar como sus ojos y el vestido de Taylor un poco similar al de ella excepto que era mas acorde a su edad y tenia su cabello suelto. Violet vio mucha gente en el salón y asustada busco con la mirada a su amigos los cuales conociéndola se acercaron a ella.
- Violet estas preciosa. – hipnotizado por la joven Benedict no podía omitir sentirse orgulloso por la doll. – Espero que el imbécil de Dietfried te valore. – el comentario del joven siempre lograban reconfortarla, porque desde el altercado para una nueva revolución ellos se hicieron mas unidos.
- Relájate, Benedict quien te escuchara pensaría que eres el hermano mayor de Violet. – el comentario gracioso de Iris, provoco que el hombre arrugara el entrecejo, pero los ojos azules de Violet buscaban a…
- Tratamos de convencer a Hodgins que viniera. – extrañamente Erica siempre de cifraba los pensamientos de la Doll. – Seguramente aun no se siente preparado, déjalo que asimile todo esto.
- ¿Y Cattleya donde esta? - prefería evadir el tema.
- Ella no tarda en venir, Claudia le pidió como favor al joven Víctor, por cierto, Violet desde hace tiempo no te he visto usar tus guantes ¿acaso los perdiste?
Ese era otro punto que deseaba hablar con el Capitán desde su ultimo encuentro se llevo sus apreciados guantes, los cuales le ayudaban en ocultar su discapacidad. Pero sus palabras se quedaron atoradas al ver dentro del salón a su prometido vistiendo el traje de alto rango de la Marina tomado de la mano de su madre la cual sonría dulce a la doll, en cambio la mirada de Dietfried es similar después de haberla entregado al Mayor, pero lo que desconcertó a todos los invitados fue el enorme paquete blanco que sostenía en su mano libre. Los pequeños sonidos de la copa de champagne de Patrick Evergarden se escucho por todo el salón pidiendo su atención.
- Dama y caballeros de Leiden, como ustedes saben hace siete años mi querida Tiffany y yo perdimos a nuestro único hijo, por la Guerra inminente entre Reinos. – hubo un silencio sepulcral. – Pero la vida nos bendijo con una señorita que, aunque no convivio demasiado tiempo con nosotros la reconocemos junto con nuestra otra hija Taylor como alguien de suma importancia. Ahora mismo ella. – extendiendo su mano para que la doll fuera a tomarla y después vio a su ahijado el cual le entrego el paquete a la afable señora Amelia. – A decidido compartir su vida con mi ahijado Dietfried Bougainvillea. Espero que tengan un matrimonio lleno de bendiciones y amor concierte. – los aplausos no se hicieron esperar en el recinto.
El ojiverde entendió el sarcasmo en las ultimas palabras de su padrino, realmente nunca entendería la actitud del mejor amigo de su padre y sin mas preámbulos el hombre unió su mano a Violet la cual tenia la mirada melancólica como si estuviera recordando algo o mas bien…- "Ella esta pensando en Gilbert".
- Al menos deberías de mostrar un poco de emoción. – las palabras de el hicieron que levantara su mirada sorprendida. – Se que hubieras preferido este momento con Gilbert, pero para nuestra desgracia. – acercando su rostro al oído de la rubia. – Yo soy el hombre que compartirá tu lecho noche con noche, recordándote la clase de hombre con el que te casaras.
- Y usted dormirá con la mujer que mato a su hermano. – no se inmuto con la declaración de Violet sin embargo hizo algo que nadie se imaginaria ver, bueno al menos en público, Dietfried Bougainvillea se encontraba besando tiernamente a la que para muchos era doll excepcional, Violet Evergarden."
- Querida aun no te estas vistiendo. – adentrándose a la habitación la señora Bougainvillea vistiendo un hermoso vestido color esmeralda acorde a su tiara plateada y mirada tan similar a la de ambos hombres. – No entiendo porque Dietfried quería que escogiera un vestido de novia donde se vieran…- dudo. – Bueno tu sabes donde puedas mostrar tus brazos completamente.
La doll ignoro las palabras dirigiéndose directamente al hermoso vestido blanco colocado en el maniquí, el estilo era muy clásico y romántico en palabras de Cattleya y no lo dudaba era blanco y esponjoso, su corsé era estilo cuello de tortuga bordado de encaje pero lo que desconcertó a todos es que no tenia mangas y mostraban por completo el recuerdo de la guerra y ni siquiera portaba sus guantes ocultando sus manos.
- "Me siento mejor si los tengo puesto. – tomando rápidamente los guantes para colocárselos, pero nuevamente Dietfried se los arrebato guardándolos en sus bolcillos del pantalón.
- ¿Por qué? Te avergüenzas de tus brazos o simplemente no deseas que la gente te mire con diferencia al ver que eres diferente."
- No veo el motivo que estés conmigo, no eres mi padre, Patrick. – sin ningún rastro de emoción Dietfried se estaba preparando para lo que seria una inminente locura. – Además después de esto nos mandaras al matadero visitando al Reino vecino y…
- Tú y Violet vivirán en Leiden. – deteniendo sus acciones el ojiverde vio a través del espejo la mirada seria del hombre. – Recibimos ordenes el Superior de alto rango, tal parece que el matrimonio de ustedes se extendió como pólvora y buscaran la forma de adentrarse a Leiden. Por eso mismo tu matrimonio sirvió para formar alianzas con todos los Reyes, unos se ofrecieron por si solos ya que gracias a Violet tuvieron una nueva oportunidad de vivir.
- En pocas palabras somos la carnada perfecta y no sabremos quienes podrían ser aliados o enemigos dentro del mismo Reino. – volteo para ver como asentía su padrino. – Quiero que la dejes fuera de toda esta mierda ella no se merece volver a la guerra.
- Es irónico que seas tu quien me lo pida, ahijado. – mas serio que nunca se levanto de su asiento para tomar por el cuello a Dietfried el cual no se encontraba nada sorprendido. – Dime algo, ¿Qué diablos le hiciste a Violet siendo una niña? ¿Acaso fuiste tu quien abuso de ella? – el agarre se apretó más.
- Estas en todo tu derecho de golpearme, yo nunca he dicho que este libre de pecado y una clara prueba de ellos es casándome con ella. – sostuvo la mirada sin emociones. – Por lo que veo estas mejor informado respecto a la vida de mi prometida que yo.
Soltándolo Patrick vio que esta platica no conduciría a nada bueno, pero vio algo que nunca en su vida logro visualizar en los ojos verdes: dolor y soledad.
- Eso lo dudo, Dietfried, porque sospecho que tu sabes mas del pasado de Violet que desearía conocer. – alejándose de la habitación para esperarlo y dirigirse a la Iglesia. -Los fantasmas del pasado siempre nos perseguirán Dietfried, solo mira mi reflejo y no comentes las mismas estupideces que tu padre y yo cometimos, ya que como dicen siempre pagan justos por pecadores.
- Eso lo se perfectamente, padrino.
- Hmp. Viéndote en ese espejo con ese nuevo estilo es como…
- Sino tienes más que decir es mejor que te retires. – y es que sabía perfectamente que su nuevo aspecto era como ir al mismo infierno. – Espero que todo esto termine de la mejor forma y que el imbécil de Víctor no vaya.
Mostrando mas molestia de la debida recordaba la encantadora escena de ese bastardo junto con Violet en la cena de compromiso.
" Después de dejándose llevar por sus emociones Dietfried no perdía de vista cada una de las acciones de la doll, veía como era feliz conversando con sus amigos del Postal y como sonreía afable a varias personas que ella ayudo a través de sus cartas, sin mas preámbulos fue con su madre indicándole donde dejo el presente que le darían a la joven.
- Se encuentra en el estudio de Patrick, Querido. – asintiendo fue buscando el regalo de su futura esposa, pero en el trayecto se encontró con…
- No creí que vinieras a mi cena de matrimonio Catherine. – una hermosa mujer rubia de mirada verde sonrió con burla acercándose al hombre.
- Que frio te muestras querido. – con una de sus manos hacia un trayecto del pecho del hombre sobre la ropa. – Sabes tu indiferencia es absolutamente dolorosa pero excitante a la vez y eso tu lo comprobaste hace poco. – justo cuando iba a besarlo el detuvo su intento.
- Deberías de tener al menos un poco mas de dignidad, dime ¿a que demonios visite? Por mi parte no fuiste incluida y dudo mucho que por parte de ella tampoco.
- ¿De ella? Te refieres al maniquí que escogiste como esposa. – sonrió con burla. – Aun la sigues odiando por lo ocurrido con Gilbert, ¿verdad?
- Eso a ti no te incumbe y para tu información ella se llama Violet y no es un maldito maniquí, sino tienes más que decir…
- Así que cada vez que teníamos relaciones deseabas profanar a la mujer que tu hermano amo. – esa declaración lo hizo detenerse. – Sabes Dietfried, probablemente un hombre no recuerda cuando llega al clímax, pero en cambio una mujer sí. – el despecho de ella era latente. – Y cada vez que ocurría siempre pronunciabas su nombre incluso entre sueños.
- Entonces debo interpretar eso como un reclamo Catherine.
- No eso interprétalo querido como el inicio de una guerra, en la cual yo saldré victoriosa.
- ¿Y cuál es el premio? Si se puede saber. – argumento sarcástico.
- Tu Querido, pero tal parece que no solamente tu tienes admiradoras despechadas por tu matrimonio. – la hermosa mujer rubia vio como a final del pasillo se encontraba la doll muy cerca de un apuesto hombre. – Dime ¿esa que está ahí siendo besada por Víctor Shield, no es tu prometida?
Concertado vio donde la mujer le señalaba y es que desde su lugar se veía como el imbécil de Shield sostenía fuertemente de la nuca a Violet y esta no sabia como reaccionar, pero el si sabia y sin darse cuenta alejo por el cuello a ese hombre y le propino varios golpes sin embargo no se espero que Víctor tuviera un entrenamiento similar al de él, tuvieron que intervenir varias personas pero la voz furiosa de su progenitora y de Patrick lo hicieron entrar en razón. Sin importarle nada tomo a Violet del brazo para guiarla al despacho del dueño del lugar. La respiración de él era agitada por el encuentro con Víctor sin embargo ella mantenía la cabaza agachada.
- Dejas que cualquiera te ande besando. – escupió lastimado. – Pensé que tenias un poco mas de decencia por mí, te dije claramente que no deseaba esta clase de espectáculos.
- El joven Víctor me tomo desprevenida, además me dijo que la marina y ejercito solicitaban urgentemente mi presencia en …
- Te dije claramente que no te volverías a involucrar en una guerra. – acercándose a ella sosteniendo el mismo paquete con el que lo vio llegar. – Toma este será tu vestido de novia, espero que sea de tu agrado, mi madre lo escogió con las indicaciones que le solicite. No lo he visto así que dile a Tiffany que deje esas supersticiones. – se alejo porque estar cada vez mas cerca de ella era una adicción. – Por lo que veo no traes puestos otros guantes, ya te asimilaste a tu cuerpo.
Extrañada sintió como toda la furia del hombre se desvaneció proporcionándole ahora ¿consuelo?
- Nunca me he sentido mas o menos porque no tengo brazos, solo que…
- Es asfixiante que todos vean una marca o cicatriz de la guerra. – sumergido en sus pensamientos. – Muchos de los que están aquí dudo que sepan lo que es estar dentro de un maldito campo de batalla, mucho más las mujeres perfumadas y elegantes, pero no dudo que hayan perdido un ser amado.
- Las emociones de las personas son un enigma, eso me lo dijo un día el Mayor.
- Gilbert siempre fue alguien soñador. – viéndola directamente visualizando primero a la pequeña que encontró en esa isla, después a la mujer que comenzaba su roll de doll para terminar viendo a la hermosa mujer que tenia frente a él. – Nunca te avergüences de tu cuerpo, nadie es perfecto y esas cicatrices que tienes es un orgullo porque representan tu valentía en proteger a alguien que amamos.
Sin decir ninguna palabra más, Dietfried se retiró dejando consternada a Violet, ella sabía que no comprendía los sentimientos, pero el Capitán era como un libro que podría distinguirse para leer a simple vista, pero su contenido era difícil de explicar".
En el puerto de Leiden se encontraba el ultimo barco, bajándose del mismo con ese mismo porte que siempre se ha caracterizado en el Austin Windsor miraba los alrededores con nostalgia, hacia mucho tiempo que no volvía a pisar este lugar, sus personas eran agradables aunque para el gusto de el muy persignados en sus ideales. Nada que ver como su natal Inglaterra, además desde la muerte de su esposa e hijos cerca de aquí no deseaba durar un día más. Siendo todo un galán saludaba a cuanta mujer pasaba frente a él, y reconocía que al estar en sus cincuenta años era un hombre joven pera buscar esposa, pero su único amor era su difunta esposa: Nina Windsor.
- Vaya llegaste antes de los previsto, padrino. – dándose la vuelta vio con alegría a su único sobrino, el adoraba a Víctor siempre fue in niño vivaz y lleno de alegría, pero todo cambio cuando su padre después de la muerte de su hermana lo alejo de él, pensando que revelaría aquel oscuro secreto de joven. – Es bueno verte después de mucho tiempo. – abrazándolo con fuerza.
- Lo mismo digo hijo, pero mírate nada mas cada día te pareces mas a tu madre. – la sonora carcajada del más joven se escuchó. – Por favor, eso ni siquiera te lo crees tú. Bueno dime, ¿Cómo estuvo tu viaje? ¿conociste a alguien interesante en tu estadía en Francia?
- Tu nunca cambias. – suspiro con resignación. – No, solamente me enfoque en los mismos y aburridos tratados para seguir manteniendo la paz que tanto queremos. ¿Y tú? hace casi un mes que te encuentras aquí, deduzco que por lo menos has tenido encuentros con jóvenes o te ha interesado alguien.
La solas palabras de su padrino provocaron que el ojiazul recordara a una hermosa joven de cabellos castaños y mirada asustada, sonriendo vio como era observado por el castaño. Entonces analizo los ojos de su Tío eran de un color mas azules de lo normal llenos de expresión, sabiduría y amor, inmediatamente su cerebro hizo conexión con otros pero sin lograr entender lo que eran las emociones.
- Por tu expresión creo que estoy en lo correcto y dime ¿Por qué viniste tan elegante para recibirme es como si fuéramos a un lugar? – la sonrisa que le regalo su sobrino le advirtió que su estadía en Leiden iba ser un mar de sorpresas.
- Te vez verdaderamente hermosa. – la soñadora voz de Amelia Bougainvillea lleno de un sentimiento de alegría a la doll. – Mi hijo caerá perdidamente enamorado de ti, hija.
Las mejores amigas de Violet estuvieron de acuerdo de que se veía hermosa, elogiándola por el buen gusto que tenia Dietfried y el gesto tan tierno que tuvo al comprarle tan divino vestido, pero los ojos verdes de Amelia vieron como sus palabras afectaron a la joven.
- Chicas me podrían dejar un momento a solas con Violet, por favor. – las jóvenes asintieron y sin mas salieron. – Te afectaron mis palabras respecto a Dietfried verdad.
- Si. – prefería no hablar de eso. – Ya es momento de que vayamos a la Iglesia sino el Capitán…
- Violet estas consciente que dentro de una hora serás la esposa de mi hijo. – ella asintió. – No te negare que si esta hubiera sido circunstancias diferentes también te hubiera aceptado, pero por desgracia eso hubiera conllevado el dolor de uno de mis hijos. – Violet no entendía las palabras. – Mi hijo es una persona muy orgullosa y le cuesta reconocer sus verdaderos sentimientos, pero te aseguro que desde hace mucho tiempo dejo de guardar rencor hacia ti, es mas el nunca te ha odiado al contrario, ese sentimiento que posee mi hijo hacia ti va creciendo cada día mas y esa es su agonía.
- ¿Y que siente el Capitán Dietfried, señora Amelia? – sonriente todo ambas mejillas de la chica con cariño.
- Eso tendrás que descubrirlo por ti misma, y aceptar que cuando deseamos estar al lado de esa persona hay que aceptarla con sus fantasmas, errores, virtudes y defectos. Y eso Violet es lo que mi hijo esta descifrando.
El corazón de Violet comenzó a latir fuertemente, ella desde hace un tiempo notaba que sus pocas expresiones, sentimientos y afectos hacia Dietfried iban cambiando de una forma que ni siquiera el Mayor Gilbert pudo despertar mientras que uno era tranquilidad, el otro era un fuego latente e hipnotizante que deseabas seguir. No importaba cual fuera el costo ella descubriría si lo que converso una vez con Cattleya era verdad y si tanto el Capitán como ella podían descubrir ese extraño sentir.
- Acepto. – fue determinada su respuesta desconcertando a Amelia. – Acepto a partir de hoy que protegeré y descubriré este sentimiento. – tocando fuertemente el broche esmeralda. – Este sentimiento que arde tanto en el Capitán Dietfried como en mí.
En el siguiente capitulo 10 Encuentros:
"Las cosas van marchando en la boda de Violet y Dietfried, las jovenes amigas de ella se dan cuenta sobre el rumbo de sus vidas. Erica se siente nerviosa cada vez que se encuentra cerca de Victor Shield desconcertando Benedict; Violet conoce una persona muy singular pero que logra cautivarla con un sentimiento que no logra comprender, Taylor recibe una grata sorpresa y la que se llevara una sorpresa en su viaje de trabajo sera nuestra querida Luculia provocando que la rueda del destino de un giro inesperado para nuestros protagonistas."
