Muchas gracias por esperarme en este nuevo capitulo, perdon por tardarme en subir el capitulo, pero la verdad he estado avanzandole en otros dos proyectos de los cuales uno de ellos esta próximo a finalizar a mediados de Junio, ademas de estar avanzando en otras historias que realmente no deseo abandonar por el cariño que le tango a cada una de ellas y por los lectores que siempre se toman el tiempo en leerme. Iré actualizando mas seguido mas que nada porque creo que este break me ayudo en descubrir cosas que no venian en el anime pero si en la novela de Violet y lo cual pienso incluirlo.
Nuevamente muchas gracias por sus muestras de apoyo a cada uno de ustedes a los que me han esperado y continuan siguiendome, asi como los nuevos lectores espero que disfruten de mi historia claro con los personajes de Violet Evergarden.
Perdonen la falta de ortografia.
No olviden dejar su review.
"…." Flashback y/o pensamientos
Hablan- Presente
Muchas gracias, cuidense mucho.
Los quiere. TheOtherDestiny.
Capítulo 19: Esperanza
- "Y bien, ¿no me responderás nada? – la paciencia en ciertas ocasiones era una de sus virtudes más destacables, pero siendo honestos con esta joven frente a él a veces comenzaba a perder los estribos. – Aceptas nuevamente en compartir una noche conmigo, Erica Brown.
La forma confiada del hombre y su tono dulce muchas lo interpretarían como una "declaración desesperada de amor", pero Erica no era tonta sabía perfectamente las intenciones de ese hombre con ella y aunque se negara a aceptarlo había disfrutado mucho sentir la piel desnuda de ella contra la de Víctor Shield, pero…
- Lo lamento joven Shield, pero no recuerdo de que noche me habla. – la seguridad en que lo decía incluso la sorprendió a ella. – Respecto al porque lo evado es porque….
- Comprendo. – alejándose un poco de la castaña. – Aun piensas que Benedict te vera como mujer. – sentía su ego herido, pero no se lo demostraría. – Deberías de dejar de ser tan ciega y darte cuenta que…
- Lo que sienta o deje de sentir solamente me concierne a mí. – la castaña siempre fue muy pasiva incluso a veces tartamudeaba, pero ese tipo siempre provocaba extrañas sensaciones y sentimientos. – Si no tiene nada más que decir joven Shield me…
- Te vas a repentir, te darás cuenta que estas completamente sola y que tus amigas encontraran aquello que entregaste a la persona incorrecta, cuando eso ocurra comprenderás que las personas como los sentimientos son pasajeros, Erica Brown. Que tengas un lindo día.
Sin decir más el ojiazul desapareció de su vista logrando que respirara normalmente, pero la mirada de ese hombre que todos consideraban encantador tenía un aire de decepción y no por ella específicamente sino porque probablemente los secretos de Víctor Shield eran tan dolorosos incluso para él mismo. "
Cuando Iris ingreso al salón donde escribían las cartas vio como Erica estaba absorta en sus pensamientos, los ojos ámbar de la chica percibieron esa mirada a kilómetros conociendo perfectamente al causante de esa drama interno que su amiga estaba teniendo.
- Si te soy sincera simplemente deberías de decirle a Benedict que lo amas. – sentándose frente a ella y viendo como esos ojos cafés la miraban sorprendida por su presencia. – Estabas tan absorta pensando en la inmortalidad del cangrejo o más bien de Benedict que no te percataste de mi presencia.
- Perdona Iris, solamente que últimamente no me he sentido bien. – agachando su mirada. – Respecto a Benedict creo que…creo que tienes razón es momento de aclarar las cosas con él, dime ¿Cómo te fue con la novela del Señor Webster? Además de que tu familia…- la aperlado bufo mientras cruzaba los brazos.
- Ni que lo digas, mis padres aún están furiosos por la forma en que nos descubrieron en mi habitación. – recordando los gritos y reclamos de sus progenitores, además de la fuerte bofetada que su madre le proporciono. – Aunque creo que de todo eso salió algo positivo. – Erica enarco su ceja viendo como si su amiga estuviera loca. – Que no me comprometerán con Emonn, sabes me dolió descubrir que solo fui para el su segunda opción. Sabes por eso mismo me da coraje que nunca demuestres tus verdaderos sentimientos hacia Benedict y más aun notando lo despistado que es, deberías de cerrar ese ciclo Erica y darte una nueva oportunidad con alguien más.
Lo dicho por Iris provoco que varias imágenes vinieran a su mente compartidas con el joven Shield aquella noche donde olvido completamente ese sentimiento que por años había sentido por su rubio amigo en solo una noche de copas desapareció con las caricias y besos de un completo desconocido.
- Quien te escuchara pensarías que estas enamorada Iris. – la joven Cannary sonrió antes esas palabras.
- No lo estoy Erica, me he dado cuenta que primero debo de amarme a mí misma antes que a alguien sentirme segura, independiente, bella y capaz de lograr lo que yo desee, y en dado caso que llegue esa persona que me acepte tal y como soy sin restricciones o ataduras de lo tradicional como mis padres.
- Me alegro que por fin descubrieras tu camino Iris. – sonrió. – Espero encontrar pronto el mío…
- Lo harás. – tomándola de la mano. – Estoy segura que lo harás solamente deja de pensar tanto en la sociedad o el qué dirán incluso de tus familiares y descubrirás que desea realmente Erica Brown.
Cattleya que iba ingresando vio el ambiente tan armónico y aprovechando que todo estaba tranquilo en Postal CH.
- Me alegra que por fin estemos casi todos en Leiden. – se sentó la azabache. – Por cierto, ¿todavía no llegan Violet ni Benedict? – las jóvenes negaron. – Me temía que eso sucediera si iban con ese hombre.
- Hablas del señor Windsor, ¿no es así Cattleya? – la voz de Erica sonaba preocupada, porque ella no se debía de ser un genio para comprender que ese hombre tenia cierta represalia con las familias Evergarden y Bougainvillea. – No te preocupes estoy segura que Violet sabrá manejar la situación.
- Eso ni lo dudes. – intervino Iris. – Y si ese sujeto tratara de hacerle daño de algún modo Benedict buscara la forma de se arrepienta. – esto último sabían las presentes que no era nada bueno.
Las tres mujeres sabían que el rubio era una persona sociable, amable y de vez en cuando inocente, pero si había algo que Benedict Blue odiara es que lastimaran a alguien que ama o aprecia a tal grado como Violet.
- Saben, antes pensaba que Benedict se enamoro de Violet, por la forma en que la trata. – la castaña intervino tratando que sus palabras anteriores aminoraran el ambiente. – Pero después comprendí que esa forma de protegerla y cuidarla de todos era mas parecida al de dos hermanos. Incluso se parecen demasiado. – riéndose. – Y al final fue Claudia quien se enamoro de…- un ligero golpe en su costado hizo que se callara abruptamente ante su discreción.
Los ojos ambarinos de Iris vieron como Cattleya bajaba la mirada con una sonrisa triste en su rostro y la mirada reprobatoria de Erica no la ayudaba para nada.
- Perdona Cattleya no fue mi intención. – acercándose rápidamente la azabache para tomar sus manos.
- No tienes de que disculparte Iris. – levantando su rostro. – Solamente dijiste la verdad, aunque me duele se que Claudia aun guarda sentimientos por Violet y se que verla con el Almirante Dietfried es una estocada a su corazón, así como yo con él.
- ¡Los hombres son unos idiotas! – exclamo furiosa. – No comprenden lo que se encuentra frente a sus ojos y siempre buscan aquello que nunca pero nunca lograran tener por simple soberbia o orgullo herido. – cruzándose de brazos. – Aunque te digo algo Cattleya. – mostrándole una de sus mejores sonrisas a la amatista. – Estoy segura que Hodgins siente algo especial por ti y antes que me saques de excusa a su bebe te aseguro que no es solo eso… solamente es que al parecer Claudia tampoco deja descansar la memoria del Mayor Gilbert.
Ante la mención del menor de los Bougainvillea las mujeres comprendieron como el destino fue trazando sus hilos a través de un hombre que ellas no tuvieron la fortuna de conocer, porque con sus acciones de proteger a Violet provoco un encadenamiento en la vida de cada uno de los miembros de CH, así como en las familias mas poderosas de Leiden. Tan absortas estaban que no percibieron como alguien escuchaba parte de su conversación y comprendía que esas palabras dichas por Iris eran mas que verdad.
- "Creo que es momento de dejarte ir hermano, porque eso fuiste para mi Gilbert. No solo fuiste mi mejor amigo y mi meta a seguir, sino que también el hermano que siempre quise tener."
En cambio, en otro lugar Gilbert recostó a Luculia en su habitación notando los rastros de lagrimas que la ojos tenia en su fino rostro, la verdad sabia poco de la joven que compartía el mismo techo que él, para bien o para mal comprendiendo que la guerra dejo a mas gente lastimada de lo que imaginaba. Justo cuando iba a retirarse vio por el espejo la figura de la pelirroja sorprendiéndolo que ahora los hermosos cabellos rojizos se convertían a unos dorados, la piel nacarada de ella se hacia blanca como la nieve incluso las pecas que caracterizaba a la joven Luculia habían desaparecido para mostrarle a…
- Violet. – su cuerpo volvió a acercarse tocando delicadamente los cabellos dorados, tocando delicadamente la mejilla sonrojada.
- "¿Acaso no sabe cuánto sufrió Violet su muerte?". – las palabras llenas de reclamo de la joven venían a su mente. – "¡CLARO QUE SI ES LA PRIMERA AMIGA QUE HICE SINCERAMENTE DESPUES DE LA GUERRA Y LA MUERTE DE MIS PADRES! Además, ella me ayudo de sacar del precipito en el que se encontraba mi hermano."
Mas lagrimas comenzaron a salir de sus ojos ante la simple imagen de Violet tratando de salvarlo desesperadamente, como si él fuera lo único que tenia en el mundo y como una vez susurro Luculia "su tabla de salvación" cerro los ojos al imaginarse las adversidades por las que tuvo que pasar la rubia al comprender los sentimientos de los demás, de aquellas palabras que el perfectamente sabía que aun sentía por ella y sobre todo su familia, porque conocía perfectamente a Dietfried. Su hermano era el ser mas bueno y leal del mundo, pero si lastimas a alguien que ama o simplemente te ve como algo utilizable no dudaría en hacerte daño. A veces no comprendía como Violet aun con el trato que recibió de este siempre lo vio una manera que nunca comprendió.
- "Violet, es momento de irnos. – decía Gilbert a la joven mientras comenzaba a alistar todo para dirigirse nuevamente al ejército.
Cuando no obtuvo respuesta de ella volteo su rostro para ver como ella contemplaba las fotografías de aquella mesa y entonces la rubia tomo entre sus manos una en específico, la cual para él era su favorita. Acercándose a ella vio como Violet delineaba el rostro de su hermano, mientras se percibía una ligera sonrisa en su fino rostro.
- Esa fotografía fue cuando Dietfried se recibió con honores de la marina, apenas le comenzaba a crecer ese cabello rebelde que tiene. – argumentaba el ojiverde con un tinte de simpatía y alegría. – Aunque no lo parezca él es una persona demasiado intensa en sus sentimientos cuando se trata de alguien que ama.
Violet aparto su mirada de la fotografía para ver al Mayor Gilbert mostrándole esa misma sonrisa desde que llego aquí, comparándola inconscientemente con las únicas sonrisas que el Capitán Dietfried le había regalado esa única noche en la que estuvieron juntos.
- Aprecias mucho a Dietfried, ¿no es así, Violet? – la joven no comprendía mucho esas palabras que decía siempre sobre los sentimientos, el Mayor al entender que ella no está familiarizada prefirió explicárselo de una manera simple. – Cuando te agrada alguien es que sientes algo cálido aquí y…
- ¿Como no desear irme de su lado? – dijo dudosa volviendo a ver la fotografía.
- Podría decirse que sí, Violet ¿querías permanecer al lado de Dietfried? – la joven no respondió simplemente veía embelesada esa fotografía donde se mostraba a los dos hermanos felices. – Si quieres la fotografía puedes tomarla, te la regalo. – mientras se la quitaba de las manos para sacarla del porta retratos. – Aunque como te digo el aspecto y cabello de Dietfried no es el mejor que digamos, padre siempre se enfurecía cuando el no deseaba cortarse ese cabello tan largo.
- A mi me gusta su cabello así. – decía ella embelesada aún. – El cabello del Almirante Dietfried es demasiado suave y su mirada provoca algo aquí. – tocando su pecho. – es cálida como la suya Mayor Gilbert.
Gilbert sonrió ante las gratas palabras y opinión que tenia Violet respecto a su hermano comprobando una vez mas que la vida a veces era injusta con las personas mas buenas y nobles, por que eso eran Violet y Dietfried las personas que mas amaba en este mundo por sobre todas las cosas, tanto así que no dudaría en dar su vida por ellos.
- Estoy de acuerdo contigo, Violet. Andando, nos espera un largo camino aún. – la joven simplemente asintió, pero cuando se disponían a abandonar la mansión vieron como la mirada de su nana se mostraba sombría y demasiado triste para su gusto, pero lo que desconcertó al menor de los hermanos Bougainvillea fue que toda esa mezcla de emociones iba dirigida a Violet y la fotografía que sostenía fuertemente con miedo de perder algo demasiado valioso para ella."
- Mayor Gilbert. – una voz adormilada y dolida lo sacaron de sus pensamientos, dirigió su mirada para encontrarse con los ojos verdes olivos de Luculia viéndolo con desconcierto.
- Shhh. Es mejor que descanses, iré a preparar la cena ¿está bien? – la pelirroja sentía que su cabeza estallaría y sus ojos estaban hinchados, entonces la carta de su hermano venia a su mente y nuevamente mas lagrimas surcaron su rostro.
- M-mi hermano, mi her-hermano Spencer…
- Estará bien. – decía mientras se sentaba y tomaba la mano de temblorosa de ella. – Te prometo que tu hermano estará bien. – regalándole una sonrisa. – Además tu ya no estas sola, si Violet es tu amiga ella nunca te dejaría. – ante la mención de la doll la pelirroja se sentía culpable al no decirle a él que ella estaba casada con su hermano y a Violet que el Mayor Gilbert estaba vivo. – Porque también yo estaré contigo Luculia, pase lo que pase siempre estaré contigo.
La joven sintió algo cálido cuando Gilbert dijo esas palabras junto con esa sonrisa y alzando su dedo meñique con el del azabache en forma de una promesa, comprendiendo porque su mejor amiga se enamoro de esa cálida esencia que desprendía el hombre.
Dietfried resoplo mientras se dirigía caminando hacia el trabajo de su esposa sin darse cuenta la platica con su medio hermano se alargo mas de lo debido, sonrió con ironía ante esto último. Si el Dietfried de hace casi diez años lo viera escupiría en su rostro, por decirle al hijo bastardo de su padre o al menos considerarlo hermano, ese titulo solo lo tenia Gilbert, pero por circunstancias de la vida fue arrebatado. Levantando su mirada pudo percibir como a fueras del recinto estaba Claudia Hodgins fumándose un cigarrillo, él al percibir su mirada lo vio con la misma hostilidad de siempre.
- Vaya que sorpresa verte por aquí, Dietfried. – decía volviendo a inhalar el humo de su cigarro, sacando una cajetilla y ofreciéndole al ojiverde el cual simplemente se encogió de hombros tomando uno.
- No sé porque deberías de sorprenderte, vine a recoger a mi esposa. – la sonrisa triste del pelirrojo fue notable ante esta ultima palabra.
- ¿Quién diría que tu serias el afortunado en quedarte con ella? – rio amargamente. – Precisamente tú, la persona que la arrojo a su desgracia, que la capacito para que único objetivo fuera matar y después arrojarla a los brazos de Gilbert. ¿sabes que es la peor parte de todo esto?
Las palabras de Claudia le dolían, pero con su rostro estoico característico no dijo nada, solamente siguió a que ese hombre que fue el mejor amigo de su hermano prosiguiera.
- No, ilústrame Hodgins. – exhalando el humo. - ¿Cuál es la peor parte de esta historia llena de horrores?
- Que no hiciste absolutamente nada en ganártela, en ganar su atención, su calidez, sus miradas, su cuerpo y por último aquello que nunca imagine ver…ella te está entregando su vida en bandeja de oro, Dietfried.
Eso lo sabia perfectamente Dietfried, el conocía esos ojos que Violet le mostraba cada vez que estaban juntos e incluso cuando hacían el amor, porque esos mismos ojos eran los que deseaba olvidar, pero algo dentro de él deseaba que nunca mas volvieran a desaparecer y que parte de lo que fue su vida como Elizabeth Windsor permaneciera en ella.
- Debo de suponer que por eso mismo me odias, ¿no es así Claudia? – terminando de fumar mientras pisaba lo que quedaba del cigarro. – Te daré un consejo procura mas en lo que sucede con tu pareja, en lugar de estar observando de mas a esposas de otros. Ojalá no te arrepientas cuando sea demasiado tarde para remediarlo, ya lo dijiste tu: Ella entregaría su vida en bandeja de oro si se lo pido, pero deberías de ver que esa doll llamada Cattleya también lo haría por ti.
- Eso lo sé. - viéndolo fijamente. – Por eso mismo hoy me despediré de mis sentimientos hacia Violet, para comenzar una vida con Cattleya, pero antes…- un fuerte golpe hizo que el ojiverde cayera al suelo.
Con la manga de su mano toco la zona afectada sonriendo con ironía al ver los rastros de sangre en la ropa.
- Vaya y yo que pensaba que eras pacifista. – levantándose. – Anda supongo que no es el único golpe que deseas darme.
Entonces un nuevo impacto en la boca de estomago se hizo presente haciéndolo escupir un poco de sangre.
- El primero fue por como la trataste. – lagrimas comenzaron a salir en los hermosos ojos azules de Hodgins. – El segundo fue porque la abandonaste como un perro al entregársela a Gilbert y este…- dándole otro golpe en la zona afectada. – Es porque estas logrando sacarla de ese abismo que ni Gilbert y yo hemos logrado. – tomando su mano para ayudarlo y entonces Dietfried entendió que no solo Claudia Hodgins estaba renunciando sus sentimientos hacia Violet Bougainvillea, sino que además…- Creo que es tiempo de perdonarnos Dietfried y muchas gracias por darle una nueva esperanza de vida a Violet.
Violet caminaba al lado de Benedict que no dejaba de despotricar acerca del señor Windsor, el cual después de que la doll terminara sus cartas este estrictamente le había dicho que tanto ella como Benedict debían de entregarlas a las personas que iban dirigidas. La doll no opuso resistencia, pero el rubio iba a alegar, pero recibió un ligero golpe en la boca del estomago por parte de su amiga y prefirió seguir la solicitud del hombre, a fin de cuentas, para eso los había contratado. Lo que desconcertó a los jóvenes fue la llegada de Víctor Shield padre después de su regreso al hospital recibiendo por parte de este una cálida bienvenida.
- ¡No puedo creer que ese señor nos haya hecho esto! – grito furioso el rubio logrando capturar algunas miradas de los pocos transmitentes de la zona. – Debiste dejarme decirle sus verdades Violet ese hombre no tenia ningún derecho de insultarte de ese modo. Aunque reconozco que le respondiste de una forma directa y diplomática a la vez.
- ¿Qué te provoca el señor Windsor, Benedict? – la mirada zafiro de ella estaba fija enfrente y la pregunta dicha por su amiga lo descoloco. – Sabes leí hace tiempo cuando estaba descubriendo las emociones del ser humano comprendí uno en específico además de las palabras te amo.
- ¿Y cuales son esos sentimientos, Violet? – cuestiono despreocupadamente mientras comenzaba a subirse a su motocicleta y le daba su casco a la joven.
- El dolor, pensé que los sentimientos eran algún signo de guerra que pueden destruirnos si dejamos que estos nos controlen y me di cuenta que eso es cierto. El señor Windsor tiene todos esos síntomas que decía ese libro: Desmotivación general, esa sensación de que le falta algo, nada le satisface o simplemente no le encuentra sentido a su vida. Y cuando una persona tiene toda esa mezcla de sensaciones a lo que giran a su alrededor encadenan otros sentimientos: lastima o empatía. – la mirada llena de dolor de Violet hicieron que Benedict cerrara brevemente sus ojos.
- Me supongo que tu sientes empatía, ¿no es así Violet? – la doll simplemente asintió. – Sabes probablemente yo ambas siento empatía ya que antes de que toda la guerra explotara tengo vagos recuerdos de mi hermana menor y creo que ni siquiera eso solo se que Elizabeth era alguien alegre, llena de vida y tenia los ojos zafiro mas hermosos como los tuyos. – viendo estos. – Así que entiendo el dolor de ese hombre si yo con lagunas de mi vida pasada no puedo olvidar ahora imagínate a alguien que perdió a toda su familia.
- Yo solamente recuerdo a mi madre. – la sonrisa triste de Violet descoloco a Benedict y no solo eso, sino que…
- ¿Alguna vez has recordado algo de tu pasado?
- Comencé a recordar cuando casi Dietfried…muere.
- "Si al perder a mi hermano me volvió loco, al no volverte a ver hubiera muerto mi alma, Violet. – diciendo esto último sus ojos se cerraron con una sonrisa dejando que las lágrimas no solo se derramaran en sus ojos verdes sino en los zafiro de ella.
- - ¡NOOOOO DIETFRIED! – el grito abrazador de Violet se escuchó por todo el bosque, sosteniendo el cuerpo de su esposo apretó fuertemente la herida y usando toda su fuerza para moverlo a un lugar seguro.
Sus manos comenzaron a temblar y mas lagrimas surcaban de sus ojos, no podía permitir que Dietfried muriera el no podía abandonarla, él no.
- Por lo que veo las habilidades de la familia Bougainvillea a decaído considerablemente. – la voz burlona del hombre hizo que Violet lo viera con esos mismos ojos fríos de hace casi cuatro años. - ¿Qué no te parecido mi comentario? Es una lástima primero falleció ante tus ojos el menor de ellos y ahora nuevamente alguien pierde la vida para protegerte. – riendo sádicamente.
- Cállate. – murmuro furiosa Violet.
- ¿Eh? ¿Dijiste algo arma? – poniendo una mano en su odio pretendiendo no haberla escuchado. – Creo que no comprendí lo que quisiste decir.
- ¡HE DICHO QUE TE CALLES DE UNA MALDITA VEZ! – de una forma rápida golpeo el estomago de ese hombre, no espero que se recuperara para golpear su pierna y hacer que cayera al piso, pero aun así seguir riendo.
- JAJAJ Por lo que veo esta muerte te ha dolido mas que todas las anteriores. – limpiándose su labio partido. - ¿Acaso te enamoraste del Almirante Bougainvillea? – Violet permanecía callada. – Bueno eso no importa porque seguramente se encuentra en el otro mundo con su hermano Gilbert.
Apretó los puños con impotencia y sabía que había prometido volver a matar, pero… su furia fue mas grande y sin darle tiempo golpeo fuertemente el rostro del azabache haciendo que escupiera mas sangre. Se subió de él para seguir golpeándolo a su antojo, sus manos metálicas impactaban en la sangre de tal modo que se podía notar hematomas en la mayoría del rostro y muchas cortadas en este.
- Maldito, nunca los menciones. – golpeando con su puño varias costillas. – Nunca te atrevas a decir sus nombres.
- Quién lo diría caperucita se enamoro de su lobo. – aun con todas esa heridas Marco. – Dime maldita arma ¿acaso sabes quien realmente eres? – al ver el desconcierto en ella lo comprendió. – Claro que no nunca te diría la verdad prefiera meterse entre tus piernas antes.
Violet se levantó del hombre quitándole en el proceso el arma que tenía, para después dispararle el brazo derecho.
- No se de que estas hablando, pero si soy un arma. – "Hace tiempo dejaste de ser un arma". – Y mi único objetivo es matar entonces…te matare.
Los ojos zafiro tan fríos como hielo vieron el miedo latente en ese hombre no comprendía las palabras dichas de este, hablaba de una forma como si conociera parte de su pasado, pero con el tiempo comprendió que no siempre se debía de confiar en la gente, además como hacerlo si la única persona que realmente amaba estaba…el arma que sostenía fue arrebatada por alguien viendo como una mujer de mediana edad la veía con una mirada café llena de negación.
- Es mejor que dejes a este bastardo aquí. – mirando despectivamente a Marco. – Pronto las bestias se lo comerán vivo, aunque sospecho que ni siquiera desearan tragarse una escoria como él. – cuando salió de su trance la joven vio el escenario y como sus manos estaban manchadas de sangre. – Ven hay que hacer algo ese hombre. – señalando a Dietfried que comenzaba a respirar dificultosamente. - Si ese hombre es tan importante para ti debes de acompañarme si deseas que siga viviendo.
Y como si sus palabras fueran dichas como arte de magia Violet simplemente asintió mientras veía como unos marinos y soldados comenzaban a auxiliar a su esposo, sin importar que ella camino lentamente tomando una de sus manos, porque ahí mismo ella también comprendió su apego al Mayor Gilbert, porque buscaba la forma de siempre estar cerca de este, como se negó al principio a trabajar con Claudia y la muerte del Mayor.
- Porque separarme de él hubiera sido la única forma de cortar nuestro lazo. – ahí mismo Violet Evergarden comprendió que sus sentimientos hacia el Almirante eran aun mas fuertes desde la primera vez que lo vio."
Víctor miraba como Austin se alistaba para irse a la cama, durante la cena a ambos hombres les extraño la ausencia del joven Shield, pero prefirieron no argumentar nada siendo conscientes que después de la charla de ayer las cosas no serian iguales para ambos.
- Hare una reunión la próxima semana para celebrar el cumpleaños de Víctor invite a la gente más sofisticada de Leiden, espero que no te incomode mi decisión. – los ojos zafiros miraron desafiante a su mejor amigo, el cual simplemente suspiro derrotado ante la soberbia de este.
- Sabes que esta también es tu casa Austin, puedes disponer de ella como te plazca. Además, Víctor te adora eres su padrino y por no decir que su único tío, si deseas tener una reunión o fiesta puedes hacerla, solamente consúltalo con él primero.
- No te preocupes eso no veo ningún problema. – decía sonriente.
- Pero dijiste que invitarías a todas las personas de alta sociedad de Leiden, eso incluye también a…
- Por supuesto, Vic. ¿Qué motivos tendría no invitarlos? Incluso ella vendrá. – por primera vez desde su regreso sonrió sinceramente. – Le he escrito una carta y vendrá a finales de esta semana, me muero por verla nuevamente.
- Realmente esa chiquilla te ha cambiado la vida.
- Tienes razón, durante el tiempo que he estado aquí no he tenido oportunidad de comunicarme como es debido, después dirá que no me importa en lo absoluto. – recordando los profundos enojos que siempre mostraba. – Bueno amigo mío es necesario descansar el cuerpo, porque el alma ya esta demasiado dañada. – la forma cómica en que lo decía preocupo al medico igual que en esa fiesta vendrían ellos.
- Solamente espero que este evento no se te salga de las manos, Austin. – viendo como su cuñado ingresaba a su habitación.
- ¿Estas segura que no deseas que permanezcamos contigo? – extrañada por el escenario Iris y Erica veían a través de la ventana como tanto Hodgins y el Almirante Bougainvillea trataban de curarse ellos mismos, por la estúpida riña que no pudieron detener a tiempo las mujeres.
- Si vayan a sus casas, es demasiado tarde. – agitando su mano despreocupadamente, aunque por dentro deseaba golpear fuertemente a Claudia por su tremenda estupidez de "cerrar ciclos" ¿Acaso no puede ser como cualquier persona cortándose el cabello?
- Está bien, además pronto llegara Violet y Benedict. – intervino Erica tomando sus cosas junto a Iris. – Mañana iremos a ver al hijo de la señor Amy, ¿verdad?
- Si, Taylor marco diciendo que ella y la señora Bougainvillea se quedaran en la mansión de Amy. – Cattleya seguía acomodando los últimos detalles para cerrar. – Pero que esperan andando váyanse es hora de que descansen.
Sin mas ambas jóvenes se vieron entre si para después suspirar por la actitud de Cattleya, aunque siendo honestas ya era algo tarde, para que incluso sus compañeros aun no hayan llegado de su pedido. Cuando salieron del lugar pudieron notar una persona que estaba afuera con clara señal de estar esperando a alguien y al ver de quien se trataba las mejillas de Iris se sonrojaron logrando sacar una risa por parte Erica.
Lo mismo pensaba Dietfried que comenzaba a desesperarse por la hora, seria estúpido sentir celos por Benedict tomando en cuenta la unión de sangre de ambos rubios, ¿Tan importante era ese cliente?
- Oe Claudia. – con fastidio el ojiverde vio al pelirrojo. - ¿Quién demonios era el cliente que tenia que ver? Es demasiado tarde iré yo mismo a buscarla. -levantándose abruptamente a pesar del dolor de los golpes.
- No deberías esforzarte te lastimaras. – burlón.
- Ya quisieras que estos simples golpes me afectaran, Hodgins. Dime quien es el cliente que solicito sus servicios de doll.
- No te diré esa información es confidencial y…- la mirada furiosa del hombre le advirtió que no tenia mas paciencia de la necesaria, sin mas suspiro. – Fue Austin Windsor.
Al decir esto ultimo las fracciones de Dietfried adquirieron dos matices primero sorprendido y después furioso, conocía perfectamente a ese hombre y su odio hacia su familia. Podría ser que Violet fuera una victima de todo ese asunto de su familia con Austin sea quien sea, pero como le advirtió a Víctor una cosa era meterse con él y otra muy distinta con las personas que eran importante para él.
- ¡COMO DEMONIOS SE TE OCURRE MANDARLA A LA BOCA DEL LOBO! – tomando por el cuello al pelirrojo. - ¿Acaso no te das cuenta el odio que nos tiene ese hombre? ¡Maldita sea Hodgins! – sin esperar más tiempo salió como alma que lleva el diablo buscando a la ojiazul.
Cuando Benedict estaciono su moto cerca de CH Postal ayudo a bajarse a la doll viendo como en lo que restaba del camino se encontraba demasiado seria, seguramente por las palabras de esa mujer escandalosa.
- No deberías tomarle importancia a personas como esa mujer, Violet. – tomando sus manos con claro signo de apoyo. – Tu vales mucho mas que cualquier mujer que he conocido, si el significado de valer por joyas, dinero o prepotencia entonces es preferible no valer nada a personas como ella.
- Pero la señorita Catherine. – una risa por parte de Benedict la interrumpió.
- Esa "señorita". – haciendo énfasis a las comillas de las palabras. – Solamente esta celosa de tu relación con el Almirante.
Dicho eso el joven vio detrás de Violet como el susodicho salía de CH como buscando a alguien desesperadamente, pero lo que desconcertó al joven fue el rostro del ojiverde con claros signos de golpes, la doll volteo hacia la dirección donde Benedict estaba viendo, sorprendiéndose y comenzar a correr hacia él. Los ojos verdes simplemente veían como la joven corría hacia el abrazándolo y aunque le doliera como mil demonios ese golpe se alegraba que ella estuviera bien.
- Tardaste demasiado en casa de Windsor. – ante la mención del susodicho pudo percibir como la piel de ella se erizaba con clara señal que no todo salió bien. - ¿Te hizo algo malo? – tomando su rostro con ambas manos mientras ella negaba con la cabeza.
- No simplemente nos retrasamos porque nos encomendó repartir las invitaciones de la fiesta del joven Víctor. – Dietfried apretó sus manos mientras su entrecejo se fruncia mas logrando asustar a Benedict que simplemente lo saludo. - ¿Cómo permitiste que ese imbécil hiciera eso? – viendo al rubio. – Si deseaba hacer eso él mismo podría haberlo hecho, ella no es su maldita cria…
- Yo quise hacerlo. – interrumpió Violet. – Benedict no tiene la culpa el también deseaba retirarse después del encargo del señor Windsor, pero yo se lo impedí.
La mirada furiosa del hombre era una clara muestra para Violet de que realmente se encontraba enojado con ella, pero cambio un poco al ver como ella tocaba delicadamente su labio partido, así como su mejilla.
- ¿Qué te sucedió?
- Violet que bueno que llegaste, Dietfried te iba a buscar como loco con el señor Austin. – saliendo Claudia al ver como se podía percibir la tensión de esos dos. – Bueno creo que es momento de…
- ¿Quién te hizo esto?
- No tiene importancia. – alejando su mano de él. – Ya es demasiado tarde, debemos irnos.
La frialdad que percibía de su esposo logro desconcertarla y que su pecho doliera, pero lo que no sabia es que para el hombre el día de hoy había sido lleno de emociones y de descubrimientos que lo descolocaron completamente, que por desgracia la mayoría de ellos estaban relacionados con Violet.
Erica miraba su reflejo a través del tocador viendo como la imagen que mostraba de ella era tan igual, pero diferente a la vez. No podía negar que después de esa noche que compartió con Víctor Shield su cuerpo pedía a gritos volverse a sentir amado y deseado por alguien, no siendo simplemente la insípida Erica Brown que todos conocían en Leiden.
– "Te dejare tranquila si nuevamente en compartes una noche conmigo" – las palabras dichas en su ultimo encuentro con ese hombre lograban despertar lo peor de ella. - ¿Estaba mal explorar su sexualidad aun si no estaba casada como le inculcaron? ¿Podría ser mayor el deseo carnal que el amor al momento de entregarse? – decía suavemente tocando sus labios y parte de su cuello delicadamente imaginando las caricias del médico.
Unos golpes en la puerta principal de su casa interrumpieron sus cuestionamientos y bajando rápidamente para abrir a la persona que tocaba cada vez mas fuerte, notando una desesperación perceptible en sus actos y cuando abrió la puerta sus ojos se abrieron considerablemente, ya que frente a ella se encontraba Víctor Shield con clara muestras de haber estado tomando demasiado, su ropa se encontraba desaliñada y su ojos vacíos. El medico al verla portando solamente su blusón y mostrando sorpresa seguramente por su apariencia sonrió amargamente, pero siendo sincero ese extraña chica solamente vino a su mente en busca de ayuda.
- Hola. – rompió el silencio. - ¿Podría quedarme aquí esta noche? Por favor, Erica…- su voz comenzaba a quebrarse. – No sabía a donde más ir…yo…- acercándose a ella para abrazarla y poder percibir su olor a fresas que tanto le gustaban.
La voz del hombre le partió el alma y mas aun el estado de Víctor, sin proponérselo por primera vez en su vida deseaba ser fuerte, sin restricciones al que dirán en Leiden y simplemente vivir su vida sin remordimientos, así que alzándose un poco de puntillas alcanzo los labios del hombre que gustoso comenzó a corresponder el beso de forma apasionada cerrando la puerta e inconscientemente aceptando ese trato que una vez le había ofrecido a la castaña.
Sin embargo, en otro escenario completamente diferente Violet veía como Dietfried se preparaba para dormir, después de que él mismo se curara sus heridas y no dirigiéndole la palabra en todo este tiempo.
- Aun no me has respondido, ¿Quién te hizo eso? – tocando la zona afectada mientras él se comenzaba a acostar en la cama.
- Fue Claudia, fue una forma de paz entre nosotros. – Violet enarco una ceja consternada, al no haber escuchado nunca una tregua de paz con golpes. – Es mejor descansar creo que fue un día lleno de emociones para nosotros. – evitando el tacto de su esposa recostándose en la cama dándole la espalda.
El rechazo del azabache azulado le dolía mucho, sin apartar la mirada rememorando en cada una de sus acciones haber cometido algo para disgustarlo, pero lo único fue el pedido solicitado por el señor Windsor. Dietfried vio cada una de sus caras por encima del hombro suspirando derrotado, así que volteándose tomo por detrás a la joven para recargar su espalda en su pecho mientras la abrazaba por debajo de sus pechos acercándola demasiado a su cuerpo, oliendo su aroma a flores y frutos rojos.
- ¿Estas enojado conmigo? – murmuro como niña regañada.
- No, simplemente hoy…hoy no fue un buen día Violet. – hablando cerca de su oído erizándole la piel y provocando espasmos en su cuerpo. – Tu no tienes la culpa, despreocúpate. – sintió como las manos metálicas de Violet se entrelazaban con las suyas.
El calor corporal de su esposo lograba inquietarla, pero extrañamente también tranquilizarla con su calidez provocando que poco a poco comenzara a cerrar sus ojos proponiéndose en investigar mas sobre ese tema que Catherine Snow le había cuestionado respecto al Almirante. En cambio, Dietfried contemplo las finas fracciones de Violet y con una ligera sonrisa decía:
- Dulces sueños mi pequeña Elizabeth. Te amo. – para después sumergirse en los brazos de Morfeo.
¿Qué les pareció el final de este capítulo? La convivencia del matrimonio Bougainvillea si que ha sido cercana entre ellos, aunque al parecer aun falten cosas que ambos deberian descubrir no solo por su cuenta, la pareja de Cattleya y Claudia se mantendra a flote junto a su bebé, Iris aun se encuentra buscandose a si misma y los objetivos de su vida asi como Erica comienza a descubrir lo que significa dejarse llevar.
En el siguiente capítulo 20 Preludio
Gilbert tendra una sorpresa para Luculia logrando acercar aun mas su lazo con ella; Iris se sorprende por una visita inesperada no solo para ella sino para Oscar Webster; la fiesta de Víctor Shield causara un gran revuelo para nuestros personajes; Violet consultara con Cattleya como provocar o despertar la pasión con Dietfried y este ultimo tendra una conversacion con Patrick descubriendo que el odio de Austin sera completamente justificable. Ademas dos personajes provocaran demasiadas emociones en Benedict y Violet.
