Muchas gracias por esperarme en este nuevo capitulo, perdon por tardarme en subir el capitulo, pero la verdad he estado avanzandole en otros dos proyectos de los cuales uno de ellos esta próximo a finalizar a mediados de Junio, ademas de estar avanzando en otras historias que realmente no deseo abandonar por el cariño que le tango a cada una de ellas y por los lectores que siempre se toman el tiempo en leerme. Iré actualizando mas seguido mas que nada porque creo que este break me ayudo en descubrir cosas que no venian en el anime pero si en la novela de Violet y lo cual pienso incluirlo.

Nuevamente muchas gracias por sus muestras de apoyo a cada uno de ustedes a los que me han esperado y continuan siguiendome, asi como los nuevos lectores espero que disfruten de mi historia claro con los personajes de Violet Evergarden.

Perdonen la falta de ortografia.

No olviden dejar su review.

"…." Flashback y/o pensamientos

Hablan- Presente

Muchas gracias, cuidense mucho.

Los quiere. TheOtherDestiny.


Capítulo 20: Preludio


"¿Qué es el deseo?

Es un estado interno que mediatiza la existencia humana y nos impulsa a la búsqueda de contacto y la interacción sexual. Este sentimiento tiene una fuerte raíz biológica donde en la adolescencia se desborda más intensamente, pero el cómo se vive y de qué manera se satisface corresponde a cada usuario. Lo mismo puede llevarnos a buscar satisfacción sexual o no, a desear abrazar y ser abrazado y acariciado, a tener fantasías, deseo de realizar determinadas conductas sexuales depende de muchos factores de tipo personal, relacional y cultural."

Violet arrugo su entrecejo al leer la definición demasiado compleja para ella respecto a ese sentimiento que deseaba transmitirle. Aunque pensándolo bien ¿Cómo podía mostrarle a su esposo eso que siempre tenía en sus antiguas relaciones si ella aun no comprendía los sentimientos? Aun venía a su cabeza las palabras de esa mujer que compartió lecho con el ojiverde.

"La doll toco la puerta de la enorme mansión siendo esta la última carta que entregarían para retirarse a CH Postal, lo cual internamente agradecía ya que últimamente el cuerpo de la doll sentía demasiado cansancio. En ese momento la puerta fue abierta por una hermosa mujer de cabellera larga hasta la cintura, su piel era nacarada, notoriamente más alta que ella, además que el cuerpo de ella vestida con esos vestidos de seda la describirían con la palabra despampanante, pero había algo en los ojos verdes que no le agrado nada a Violet. Benedict al ver esa mujer se acercó a su amiga reconociéndola inmediatamente y es que para nadie en Leiden era un secreto que ese mujer y el Almirante eran amantes del pasado.

- Buenas noches, señorita Catherine Snow. – haciendo una ligera reverencia a modo de saludo.

La mirada verde claro de la mujer veían de arriba abajo a esa "joven" que logro su mayor sueño al casarse, reconocía que la esa era bonita, pero no tenía una belleza desbordante como ella incluso se podía percibir que al hacer el amor seria fría como el hielo, cosa muy distinta a Dietfried.

- Buenas noches "señorita" Evergarden o le gusta más el apodo de arma de guerra. – la forma despectiva fue notorio para ambos rubios. – Me sorprende que venga a mi hogar, ¿no me diga que por fin Dietfried se cansó de usted? – la doll apretó los puños inconscientemente por la forma en que tuteaba a su esposo. – Reconozco que, si es el caso, Dietfried se tardó en descubrir que usted no provocaría nada de deseo al estar con una mujer a medias como tú.

Benedict se interpuso entre ambas mujeres viendo con odio latente a esa mujer, corroborando que seguramente ella fue la causante en los rumores acerca del matrimonio de los Bougainvillea, además de mandar a esa molesta clienta de hace tiempo.

- Veo que tiene defensa personal. Dime mocoso ¿también estas atraído por ella? – notando gran parecido entre ambos rubios. – La verdad no comprendo a los hombres probablemente sea más su morbo en estar con una "muñeca sin vida" que con una verdadera mujer. – jactándose.

- Si estar con una verdadera mujer significa involucrarme con una mujer como usted, prefiero mil veces fijarme en alguien como Violet, que una mujer frívola sin escrúpulos o pudor alguno.

La rubia iba a golpear a Benedict, pero rápidamente Violet salió de su estado de shock y coloco a Benedict detrás de ella deteniendo el impacto sosteniendo fuertemente la mano de esa mujer, sin mostrarle miedo alguno y viéndola fijamente levantando su rostro cruzando su mirada oceánica con la frívola de ella.

- Como te atreves. – argumentaba furiosa Catherine.

- Disculpe el atrevimiento, pero usted es una persona sumamente arrogante. – arrugando su entrecejo. – Solamente estoy defendiendo a mi compañero de sus agresiones hacia mi persona y la de él. – apretando aún más el brazo.

- La verdad no peca, pero bien que incomoda. Aunque en tu caso si es un pecado, porque con estas mismas manos has matado a muchas personas, ¿no es así "señorita Evergar…?

- Mi apellido es Bougainvillea desde el momento en que me case con Dietfried. – viendo retadoramente a la mujer. – Es una lástima que siendo una mujer bella esta podrida por dentro, el motivo de nuestra visita es entregarle esta invitación por parte del señor Windsor para la celebración del joven Víctor. Esta cordialmente invitada. – entregándole la invitación mientras soltaba su mano. – Si no tiene más que decir no retiramos. Buenas noches.

Dándose la vuelta ambos la ojiazul se detuvo tras las palabras de esa mujer.

- Puede que lleves el título de esposa, mocosa. – decía burlona. – Pero también llevas el título de ser la causante de la muerte de Gilbert y eso es algo que ni siquiera Dietfried te perdonara en lo más profundo de su corazón. – Violet la miro sobre el hombro. – Porque contigo nunca hará o descubrirá la misma pasión que sentía conmigo, porque déjame decirte que el deseo y la pasión siempre fue latente en nuestra relación cosa que dudo que sea contigo o dime ¿le da miedo tocarte más de la cuenta?

- Vámonos Violet esta mujer está loca. – tomándola del brazo porque probablemente esa mujer si toco una fibra demasiado sensible en su amiga".

- Oe Violet, Violet. – la voz de Cattleya la saco de sus pensamientos al ver como movía su mano frente de ella de arriba hacia abajo con clara intención de llamar su atención. – Violet, ¿te encuentras bien? Desde hace unos minutos he trato que reacciones.

- Perdona, solamente estaba leyendo algo. – los ojos amatistas vieron rápidamente el título del libro y enarco una ceja. - ¿tienes problemas con el Almirante Bougainvillea?

Los ojos zafiros de Violet vieron sorprendida a su amiga, agachando la mirada prefirió mantener eso al margen, pero eso era relativamente nuevo para ella aún más que esas palabras "Te amo".

- Cattleya ¿alguna vez tú y Hodgins hacen cosas diferentes en su relación íntima? – esa confesión no la esperaba, así que Violet…

- ¿Te refieres cuando hacemos el amor? – el asentimiento de la doll la hizo ampliar aún más su sonrisa. – Creo que necesitaras otro tipo de libro, Querida Violet y un poco de ayuda de mi parte. – guiñándole el ojo y disponerse a ayudar nuevamente ese nuevo ámbito del deseo que estaba experimentando su amiga.

Después del incidente con el Mayor Gilbert, Luculia prefirió solo mantenerse al margen con el hombre y hablar solamente lo necesario, aunque debía de reconocer que agradecía internamente en preocuparse por ella logrando que sintiera que era importante por alguien más que su querido hermano Spencer. Justamente hoy sería el último día de la semana que tendrían clases.

- Di-disculpa Luculia. – la voz nerviosa de uno de sus compañeros la saco de sus pensamientos. - ¿tienes unos momento para hablar?

La mirada esmeralda de ella vio dudosa al hombre frente a ella notando visiblemente su nerviosismo.

- Claro Jhosep, ¿sucede algo? Te noto demasiado nervioso. – el azabache agacho la mirada sonrojado, pero se armó de valor y tomo las manos de la joven asustándola un poco.

- Luculia quería saber si….

- ¿Realmente lo hará? – afuera de ese salón de clases Gilbert vio como Arthur estaba espiando algo demasiado interesante en esa salón en particular. – Ah Gilbert, ¿Cómo estás? – susurrando.

- ¿Qué sucede? – pregunto aburrido.

- Shhh. – callándolo. – Baja la voz porque si no nos escucharan Nada que al parecer nuestro compañero Jhosep por fin se armara de valor e invitara a la preciosura de Luculia en salir.

Pero el ojiverde no lo escuchaba solo podía percibir la incomodidad de la pelirroja cuando su compañero tomo sus manos, no se debía de ser tan inteligente en notar que ella deseaba salir corriendo. Sin embargo, Jhosep por fin veía su oportunidad de salir con Luculia y con el tiempo comprometerse.

- Luculia quería saber si…

- Oe Luculia te está buscando Marie. – la voz de Gilbert los interrumpió y asustando un poco al hombre al percatarse que el otro estaba detrás de él. – Hola Jhosep, perdona que los interrumpa, pero al parecer es algo realmente importante. – tomando la mano de la joven para sacarla de ahí. – Bueno hasta el lunes que tengan buen fin de semana.

Sin más la pareja desapareció dejando a un consternado Arthur y un furioso Jhosep que al ser tan pacifico nadie percibió que en su interior deseo que la presencia de su amigo desapareciera en el momento en que sus sueños se hubieran hecho realidad por esa salida junto a la pelirroja.

- Si te incomoda que invadan tu espacio deberías de ser sincera con Jhosep sin importar que el este enamorado de ti. – decía mientras salían al jardín de la escuela debajo del frondoso árbol. – No deberías siempre interponer la felicidad de alguien sobre la tuya.

Cuando volteo para ver porque no le respondía como solía hacerlo la pelirroja quien lo veía como si tuviera enfermo, ya que sus grandes ojos verdes oliva estaba sorprendidos y sus mejillas sonrojadas, preguntándose como una persona que expresa abiertamente era amiga de alguien como Violet quien solamente había notado dos expresiones en su rostro y los causantes siempre eran Dietfried o él.

- ¿De qué está hablando? – alejando su mano de la metálica de él, logrando incomodarlo. – No debería hacer esa clase de bromas hacia Jhosep, él nunca podría estar enamorado de mí.

- A no y porque te iba a invitar a una cita. – cruzándose de brazos. – Date cuenta niña despiertas instintos en los hombres del lugar entre ellos Jhosep y Arthur si deseas no verte nuevamente en situaciones así es mejor que aclares eso con ellos. – aun aturdida negaba repetidas veces con la cabeza la locura que ese hombre estaba diciendo.

- ¿Dónde está Marie? – prefería hablar de otro tema con el hombre antes de sentirse nuevamente incomoda, pero el suspiro derrotado de él y su mirada le advirtieron que…- Era mentira, ¿verdad?

- Si y ya deja de perder el tiempo es hora de ir a casa. Además, mañana tenemos un día muy ajetreado. – sin decir más Gilbert fue adelantándose, dejando impresionada a Luculia que sin ser consciente una sonrisa se plasmó en su rostro comprendiendo que poco a poco la coraza que tenía el corazón del anterior Mayor estaba rompiéndose.

Iris iba caminando feliz junto con el escritor Oscar Webster y es que la novela por fin estaba terminada, aunque el pelirrojo le aseguro que solo era una parte de esta, porque deseaba expandir sus horizontes a nuevas historias con continuidades más emocionantes que la primera obra. La joven Cannary admiraba cada día más al hombre que estaba al lado de ella, comprendiendo que la vida no era nada fácil y no distinguía de clases sociales, de género, edades, etc. Porque en el tiempo que estuvo conviviendo con el escritor comprendido que ella no hubiera salido adelante como él lo hizo al tener el duro golpe de perder a su esposa e hija.

- Nuevamente muchas gracias por tu apoyo este tiempo Iris. – la voz del hombre la saco de sus pensamientos logrando que sonriera. – Sin la ayuda de usted mi obra no hubiera terminado antes de tiempo.

- Cierto, entonces eso significa que pronto se tendrá que ir de Leiden. – no pudo evitar sentir pena y un poco de desdicha al decir esto, ya que la compañía del hombre realmente le agradaba, pero la sonrisa varonil de él hizo que enarcara una ceja. - ¿Dije algo gracioso?

- En lo absoluto solamente que por el momento no deseo irme de Leiden por extraño que parezca le he tomado afecto a la gente aquí, así como su aire tranquilo. – decía mientras ambos tomaban asiento en una cafetería cercana al lugar. – y dime Iris, ¿Cómo van las cosas en el trabajo? A veces creo que solamente hablo de mí.

La joven boqueo un poco ante tener la mirada verde del hombre sobre ella haciendo que sus mejillas se sonrojaran un poco y se sintiera como Erica respecto a su enamoramiento con Benedict.

- Lo normal, aunque a veces sentimos que las cosas en CH Postal se están tranquilizando demasiado al grado de preocuparnos por el futuro. – esto último no era mentira a veces la oficina tenía sus altas y bajas.

- Seguramente es porque todo cambio tiene una causa y efecto. – poniendo su mano debajo de la barbilla como pensando en cómo explicar. – La gente ya se siente segura al grado de haber olvidado la guerra que fue hace tiempo, además los países de más riqueza se han estado enfocando en cambiar lugares como Leiden para mayor desarrollo.

- Me temo que es verdad. – eso desanimo completamente a la castaña, porque simplemente consistía en que sus sueños pronto terminarían. – Es triste que nada dura para siempre.

- La eternidad puede ser hermosa como dolorosa desde la perspectiva que lo veas Iris. – la tranquilizadora voz del escritor hizo que ella riera y es que, aunque lo negara adoraba los momento que compartía con él, pero no era ciega y sabía que tarde o temprano él se iría.

En cambio, para Oscar Webster la joven castaña era como una flor silvestre que solamente buscaba libertad y que tenía claro sus objetivos, pero probablemente por la vida que llevo donde solamente lo fundamental era conseguir un marido y casarse a cierta edad, pero para el hombre ella debería de vivir más y disfrutar al máximo.

- Usted sí que sabe usar palabras dentro y fuera de sus obras, Oscar. – decía Iris mirándolo fijamente provocando un sonrojo en el hombre. – Pero sabe que me alegra encontrar en usted un amigo y porque no un confidente en mis problemas.

- Eso es un halago Iris. – correspondiendo la sonrisa. – Pero sigo pensando que la situación con sus padres podría tener solución si tan solo…

- Nunca escucharan. – torciendo la boca en forma de desagrado. – Aunque adore a mis padres se perfectamente que estarán de acuerdo que regrese al pueblo y me case con Emonn.

- Además, que la forma en que nos encontraron no ayudo de mucho. – recordando como la situación empeoro al ver como los gritos de los padres de la doll junto con una cachetada por pate de su progenitora fue un claro indicio de guerra entre ambas mujeres. – Probablemente si ven que eres feliz y plena en tu soltería o te dieran la oportunidad de conocer a alguien más podrían quitarse esa idea de imponerte a un hombre que no llenaría tus expectativas.

Las palabras del escritor no eran tan descabelladas, Iris sabía qué hace años cuando Violet la ayudo con sus padres sintió una enorme gratitud por su amiga, aunque sabia muy en el fondo que esa respuesta no conformaría a sus padres para siempre. Ellos tenían otra forma muy distinta de ver la vida como ella, pero en ese último viaje comprendido que seguramente ellos dejarían de molestar si veían que estaba bien o podría salir con alguien… pensó esto último viendo con sus mejillas sonrojadas como el pelirrojo hombre ponía un poco de azúcar y leche en su café con una sonrisa.

- "Posiblemente Erica tenga razón y me encuentra cautivada por él." Tienes razón es mejor que mis padres se den cuenta que mi felicidad la puedo buscar con quien deseo. – tomando la mano del sorprendido hombre. – Además estoy segura que Emonn no es el hombre que deseo compartir mi vida.

- ¿Y qué hombre sería el indicado para compartir tu vida, Iris? – una tercera voz interrumpió a la pareja, quien fijo su mirada en los recién llegados sorprendiéndose. – Un hombre que no fue capaz de proteger a su familia y adicto. – la imponente voz de la madre de Iris se hizo presente y al parecer no iba sola sino en compañía del hombre que una vez amo la doll.

- "¿Acaso esto no podía empeorar?" – estos fueron los pensamientos de Dietfried al comenzar a leer un libro que se encontraba oculto en las pertenencias de su padrino. - ¿Qué clase de personas eras realmente padre?

- Uno que probablemente llegues a odiar si descubres todos los escombros del pasado, seguramente. – decía Patrick entrando en su oficina de la Marina y al ver como su ahijado esta pálido y sus manos temblorosas sosteniendo lo que una vez fue…- Esa es un diario de todos los delitos e infidelidades que tu padre hizo. – sentándose tranquilamente frente al joven. – Es difícil pensar que un hombre tan honorable e intachable de las fuerzas del Ejercito fuera el principal traidor para el comienzo de la guerra.

- Todo esto que está escrito es…verdad. – Dietfried deseaba burlarse antes sus dudas y es que algo muy dentro de él deseaba que su padre no fuera el monstruo que siempre fue ante sus ojos. – Todos estos tratados con el General Merkulov, la gente de ese maldito hijo de puta provocó la muerte de Gilbert. – grito desgarradoramente golpeando la silla cercana.

- Aunque Albert no era adivino para acertar el futuro era notorio la gran capacidad y tenacea que Austin tiene. Tu padre analizo cada miembro de su familia y junto con Sara idearon un plan para que le Guerra comenzara, pero para esto necesitaban que ese hombre estuviera fuera del camino.

- Por eso trataron de matarlo tantas veces. – Patrick simplemente asintió. – Mi padre fue…el creo…maldita sea. – el ojiverde se encontraba asqueado y tomo fuertemente sus cabellos. – Nunca en mi vida he sentido tanto asco de portar el apellido Bougainvillea.

- Tu padre murió cinco años antes de que comenzara la guerra, sin embargo, Sara siguió indagando e infiltrando información hasta el día de su muerte. Ella fue quien dio la orden de asesinar a Nina junto con sus hijos. – acercándose al hombre que al sentir su tacto se alejó completamente de él. – Pero como veras sus planes no resultaron como esperaban.

- Ustedes no tienen perdón. – viéndolo directo a los ojos llenos de lágrimas. – Tu junto con esas malditas escorias deberían retorcerse en el infierno.

- Cuida tus palabras Dietfried porque…

- Acaso no sabes que se perfectamente la clase de escoria que soy. – levantándose mientras hablaba lentamente y se acercaba a su "padrino". – Yo sé que no la merezco por estar ocultándole la verdad de su origen, de haber estado con ella cuando apenas era una adolescente, arrojarla a los brazos de Gilbert, que haya perdido sus brazos y por último que cada noche desee estar con ella. Si Patrick sé que soy una maldita escoria, pero a diferencia de ustedes yo si los acepto y no trato de mostrar esa mascara de hombre intachable. Los odio. – viendo de arriba abajo al mayor. – Simplemente me dan asco.

Sin esperar a que su padrino se defendiera Dietfried salió de esa oficina no sin antes tomar ese maldito diario de su padre, estaba seguro que su madre no conocía el maldito monstruo que era su padre, ahora comprendía el odio de Austin Windsor con toda su familia y como no odiarlos si Albert Bougainvillea fue amante de su madre sin contar que por años fue un archivo expiatorio, que aun después de muerto planeo matar a su familia y por último el Dietfried Bougainvillea el hombre que había profanado a su hija orillándola a un mundo sin amor simplemente convertirla en una mera arma y después convertirla en su esposa. Lo peor de todo esto es que aun conociendo toda la mierda que conlleva a su familia no podía dejarla ir porque…

- Simplemente la amo. – dijo saliendo del cuartel. – Porque amo con cada fibra de mi ser a Violet y no quiero alejarla de mi lado nunca. – dejándose caer y riéndose amargamente ocultando sus ojos a través de su cabello. - ¿Cómo poder hacerte el amor conociendo todo esto, Violet?

- ¿Iras a la fiesta? – la amable voz de Víctor Shield saco de sus pensamientos a Erica quien simplemente tímidamente se acomodaba su ropa, ya que hace poco el ojiazul y ella…se sonrojo de solo pensarlo. – Si sigues haciendo esas expresiones nuevamente saltare sobre ti y no te dejare hasta que oscurezca. – riendo fuertemente como la castaña negaba rápidamente.

- No creo que mi presencia sea requerida. – dijo la doll. – Además su padrino está organizando todo esto para que tenga más rose con la gente de clase alta y…

- Lo que Austin quiere es conseguirme una condenada esposa y que viva una vida aburrida. – esto último decía arrugando el entrecejo. – Por cierto, quiero que vayas. – volteándose y acercándose a la joven. – Realmente me agradaría que tanto tú, como Cattleya y Violet asistan a esa reunión.

Ante la mención de la otras mujeres Erica se sintió incomoda no comprendiendo el porqué, probablemente sea porque no deseaba que ese hombre frente a ella deseara estar con alguien mientras ellos…bueno tenían su "relación con beneficios".

- Se lleva demasiado bien con ambas, ¿cierto? – Víctor enarco una ceja al ver como la mirada de Erica se apagaba un poco, suspirando porque probablemente la doll estaba malinterpretando las cosas.

- No deberías estar celosa, te prometí que mientras estemos juntos de cualquier forma no estaría con alguien más. – abrazándola más fuerte de su cintura. – Además tanto Cattleya como Elizabeth están enamoradas de…

- ¿Elizabeth? – cuestiono impresionada la joven de anteojos, el joven Shield comprendiendo su error deseo golpearse la frente por su estupidez.

- Perdona. – rio. – Últimamente no he dormido bien, hace dos días llego mi prima Lux y esto un torbellino esa mocosa, siempre habla de sus amigas.

Los ojos miel de Erica no le creyeron en lo absoluto al hombre, pero prefirió ignorar ese detalle, aunque ¿Por qué habrá confundido a Violet por alguien llamado Elizabeth? Entonces recordó algo abriendo ampliamente sus ojos comprendió que ese nombre era de la hermana de…

- Benedict. – susurro la joven cuando Víctor se disponía a besarla, haciendo que este malinterpretara las cosas y la soltara abruptamente ofendido. - ¿Eh?

Erica se desconcertó cuando no sintió la cercanía de Víctor y como este caminaba al escritorio para arrojarle una invitación claramente…

- Mañana te espero. Es mejor que vayas. – decía aun enojado y caminando afuera del despacho de su casa. – Respecto a la ropa no te preocupes ya te mande a confeccionar un vestido.

Justo cuando iba a replicar una tercera voz exclamaba o más bien gritaba en el vestíbulo logrando que ambos salieran, para conocer a la propietaria de dicho escándalo.

- ¡NO PUEDO CREERLO! ¿Quién diablos se cree ese estúpido en atropellarme? – una hermosa joven de cabello purpura hasta la cintura, vestida elegantemente con un vestido blanco claramente manchado de algunas frutas y su piel era igual de blanca que Violet. - ¡Ay con lo que me gustaba el vestido que me regalo papá Austin! – dijo volteándose y encontrándose con su adorado primo y una chica completamente desconocida para ella. - ¿Quién rayos eres tú?

La castaña se sintió como una intrusa, aunque la joven le cuestiono con un tono inocente quien era no dejaba de sentirse incomoda ante una escena completamente familiar, aunque lo que verdaderamente cautivo a Erica Brown fueron los ojos de esa chica porque el ojo derecho de ella era marrón y el izquierdo de un ámbar, que en lugar de restarle belleza le daban un aire de misterio e inocencia.

- Que grosera eres Lux. – la voz de Víctor la saco de su análisis de la chica. – Ella es una amiga que al parecer olvidaron entregarle la invitación de la reunión de mañana. – tomando a Erica para acercarla a la joven. – Erica, ella es mi prima Lux Windsor antes Sibyl. Lux ella es Erica Brown.

La joven de cabello purpura siguió viendo a Erica y al ver lo adorable que era, tomo su mano y le dedico una sonrisa.

- Mucho gusto Erica Brown, yo soy la prima adoptiva del pervertido que está detrás de ti, me llamo Lux.

Ambas jóvenes correspondieron el saludo y sonriéndose mutuamente por la amabilidad de cada una de ellas, en cambio la presencia de Austin Windsor si logro asustar a Erica, pero el hombre simplemente la saludo y con un gesto le indico a Víctor que tenían que hablar en su despacho, la joven no era tonta comprendió que esa mirada zafiro del hombre provoco un mal presentimiento dentro de ella.

Sin embargo en otro lugar de Leiden específicamente en el reclusorio de alta seguridad Catherine Snow caminaba para reunirse con su amigo y decirle las noticias que harían felices a ambos, cuando la puerta fue abierta la mirada esmeralda de la mujer vio frente a ella a un hombre de cabello gris cuidadosamente peinado y unos ojos avellana astutos con un lunar debajo del lado izquierdo igual que Dietfried, pero la mirada de ambos hombre no solo era diferentes por su color sino por los sentimientos que desprendía cada uno de ellos.

- Por lo que veo estar aquí ha hecho que tu piel sea más pálida que antes, Edward. – ante el sarcasmo el hombre rio encantadoramente.

- Touche, Querida Catherine, dime ¿aun no te has vuelto a meter en la cama del Almirante Dietfried? O ¿Te ha vuelto a rechazar? Por tu cara diría que hace tiempo no tienes una buena sesión de sexo o el sujeto es demasiado malo. – ante la mención del único hombre que ha amado apretó sus puños.

- Vaya al parecer hoy comiste payaso, "Querido Edward". – el peligris subió una ceja con clara muestra de burla. – Y para saciar tu curiosidad aún no he vuelto a estar con Dietfried, ya que se encuentra revolcándose con la media mujer que tanto anhelas poseer.

El hombre se acercó peligrosamente a la mujer que simplemente se alejó a una distancia prudente, a simple vista Edward Jones era un hombre encantador, pero esa persona frente a ella había matado a sangre fría a mucha gente dentro y fuera de la guerra.

- Cuando vuelvas a llamarla así es Violet, ese es su nombre. – los ojos avellana parecían brazas latentes, de solo imaginarse que ese Almirante de pacotilla tocara cada fibra de la mujer que deseaba. – Ese imbécil se arrepentirá de haberlo hecho.

- No le harás nada a Dietfried esa fue parte de nuestro trato. – argumento Catherine sacando un cigarrillo de su bolso. – En cuanto salgas de aquí tú te encargaras de engatusar a esa "mujer" y Dietfried regresara a mis brazos.

- ¿Como sigue el trámite de sacarme de aquí? – Jones prefirió sacar otro tema sino juraría en tener otro ataque de ira. – Pronto saldré de aquí.

Los ojos esmeralda de Catherine vieron divertida a Edward sin lugar a duda ese sujeto era interesante con toda la extensión de la palabra sino estuviera tan demente lo hubiera considerado en convertirlo más tiempo en su amante y no solo cuando ambos estaban aburridos.

- Por supuesto tu libertad se está negociando, pero para que tengas contacto con tu "querida Violet" será dentro de cinco días. – eso hizo que el joven abriera sorprendido sus ojos. - ¿recuerdas esa anhelada carta que deseabas transmitir?

- Obviamente no viene día o noche que no piense en eso. – rio alegremente. - ¿Acaso me concederás mi deseo de matar a ese ente? – sonrió como un niño soñando con un regalo de recompensa.

- Tsk. No digas estupideces Edward ¿Cómo matarías a alguien que ni siquiera está entre nosotros?

- Bueno al menos lo intente. – decía derrotado y alzando los hombros.

- Lo que quiero decir es que dentro de poco tu querida doll vendrá hacia la boca del lobo, para cumplir una de tus fantasías.

La mirada divertida de la rubia fue una pieza clave para que Edward Jones comprendiera algo y es que a pesar de no tolerar a la sociedad como Catherine le convenia tenerla como aliada hasta que ya no sea necesaria en sus planes. Muchas de la personas que lo conocían o simplemente lo veían se sorprendían de su personalidad tranquila, juguetona e incluso despreocupada. Mostrando siempre esa sonrisa encantadora la cual simplemente ocultaba una forma retorcida de provocar dolor en sus víctimas, aunque para muchos eran actos viles y crueles para él era una forma de sobrevivir y de sentirse orgulloso, algo que en su etapa como soldado lo compartió con una persona igual de vacía y carente de emociones.

- "Pronto nos volveremos a ver y serás mía Querida Violet, eso te lo juro".

Durante el transcurso del día Violet se sentía agotada completamente a veces en el trabajo había exceso de trabajo y en ocasiones simplemente nada, ocasionando que algunos de sus colegas se cuestionaran si fuera rentable aun ser una doll. La verdad ella nunca se ha cuestionado que ocurriría con su vida en dado caso que CH Postal tendría que cerrar, seguramente la señora Amelia le surgiría dedicar completamente a su hogar, aunque siendo honesta ella deseaba explorar otros horizontes respecto a las cualidad que resaltaban en ella, aunque según sus amigos era una máquina de perfección.

- "Porque contigo nunca hará o descubrirá la misma pasión que sentía conmigo, porque déjame decirte que el deseo y la pasión siempre fue latente en nuestra relación cosa que dudo que sea contigo o dime ¿le da miedo tocarte más de la cuenta?"– las palabras de esa mujer venían una y otra vez a su cabeza desde su encuentro con ella y entonces en la penumbra de su habitación toco delicadamente el libro que Cattleya le otorgo para que la llama del amor entre el Almirante y ella fue más…¿ardiente? Según las palabras de la amatista. – Pero sino soy aun lo suficientemente atractiva para que no sea tan condescendiente… ¿Por qué me cuida demasiado?

Violet estaba segura que si este cuestionamiento lo hubiera tenido hace tiempo no dudaría en resolver sus dudas con la persona directa, pero siendo honesta los temas que siempre concernían a Dietfried la descolocaban a tal grado de sentir pena o no desear molestarlo en sus descubrimientos, siendo este uno de los más difíciles y es que, aunque ella disfrutaba al máximo cada vez que, hacia el amor con él, ¿Qué sentía verdaderamente Dietfried cada vez que la tocaba? Se sonrojo al pensar las veces que habían estado juntos y que después de un tiempo para acá no deseaba tocarla, ¿abre hecho algo mal?

- No crees que fue un poco inapropiado que le dieras ese libro a Violet, Cattleya. – Claudia veía desde la cama como su novia se encontraba peinándose en el gran tocador. – A fin de cuentas, es un tema tanto delicado para ella como Dietfried.

Loa ojos amatistas vieron los color cielo de Hodgins buscando algún indicio de que este aun sentía algo por su amiga, pero lo único que encontró fue desconcierto e incomodidad.

- No lo creo con mi experiencia personal, me atrevo a decir que ustedes los hombres son unos imbéciles en lo que concierne a nuestras dudas. – dirigiéndose a la cama. – Agregándole la poca experiencia que tiene Violet con los sentimientos de pareja antes y después de matrimonio no sabía lo que era el deseo que despertaba el Almirante en ella.

Esa palabras descolocaron a Claudia quien dejo su lectura para comprender…

- ¿De que estas hablando, Cattleya? Violet nunca tuvo sentimientos románticos hacia Dietfried, es mas todos sabemos que ella ama a Gilbert y…

- No Claudia. – la pelinegra agacho su mirada. – Violet sentía afecto o quería al Mayor Gilbert, porque le recordaba a Dietfried, ella desde un principio algo muy dentro de Violet la ha dirigido hacia su esposo. – buscaba remediar su error antes que el pelirrojo sospechara que…

- Cattleya, ¿Violet se casó siendo doncella aun verdad? Dietfried nunca se aprovechó de ella cuando estaba a su cuidado. – esto último tomando la barbilla de la mujer. – Responde.

- No. – fue firme no deseaba perder la confianza que su amiga había depositado en ella. – Violet se casó virgen con el Almirante Dietfried así que despreocúpate. Sera mejor descansar que mañana tenemos el cumpleaños de Víctor. Buenas noches, Claudia. – deposito un rápido beso en su pareja dejando a Claudia Hodgins con más dudas concierne a la verdadera relación que existió antes entre Violet y Dietfried.

Cuando Dietfried entro a su habitación vio que solamente la vela del tocador de su esposa estaba prendida, suspiro derrotado ante eso. Acercándose poco a poco se dispuso a quitar se sus manos el libro que seguramente estaba leyendo, pero al cerrarlo hubo algo distinto y más aún cuando leyó el título de este "Seducción, deseo y sexo", sus mejillas se sonrojaron no por el tipo de contenido del libro sino por imaginarse a su joven y bella esposa leyendo esta clase de…literatura. Desde aquella platica con…su medio hermano y el descubrimiento de este no solo de su origen sino de Violet sentía extraño volver a tocarla, transportándolo al joven de veintitantos prendado de una niña completamente ajena a la crueldad del mundo, pero no era estúpido el deseaba a Violet con todo su ser su mirada esmeralda contemplo desde su cabello dorado, bajando por su rostro de muñeca, sus mejillas sonrojadas, sus gruesas pestañas negras, su pequeña nariz, sus labios color cereza, para después bajar a sus medianos senos que tantas veces tocaba cuando estaban juntos, su pequeña cintura y sus largas piernas largas que…

- Mierda a este paso tendré una erección. – rápidamente apago la vela y coloco el libro en el tocador, para disponerse a tomar un baño de agua fría.

Los ojos de la joven comenzaron a abrirse poco a poco por el ruido de alguien tomando un baño, con su mano busco el libro antes de que Dietfried lo encontrara, pero al parecer no tuvo éxito. Violet se levantó de la cama encontrando el libro en el tocador y toco el título de este.

- "Seducción, deseo y sexo. Paso 1: Si desea despertar la pasión en su pareja es necesario tomar la iniciativa y buscar atraer a ese ser a través de pequeñas caricias y besos, para después comenzar a estimularlo al grado de sentir la necesidad de ir más allá."

Dietfried se encontraba lavándose el cabello sintiendo como sus músculos dejaban de estar tensos, atreves de la fría agua que caía en su cuerpo, solamente quedaba solucionar "aquel problema" para disponerse a dormir, ya que mañana sería un día demasiado ajetreado al ser el cumpleaños de Víctor Shield. Abrió rápidamente sus ojos al sentir unas manos tocar su espalda y sin dejarle tiempo al adversario tomo ambas manos de este colocándolas detrás de la espalda, sin dejarle escapatoria, pero lo único que vio fue la imagen condenadamente seductora de Violet sonrojada, completamente desnuda y el agua cayendo en el cuerpo de ambos.


En el siguiente capítulo 21 Descubrimientos: Violet se entera de una mala noticia que concierne a la señora Amelia, Dietfried desea descubrir junto a Violet poco a poco su pasado ademas de los verdaderos sentimientos de esta hacia él; Benedict se enterara de una noticia que cambiara su mundo asi como una persona que pondra su mundo sobre cabeza; Iris y Oscar buscaran la forma en que la familia de la joven dejen de molestarla; en el paseo de Gilbert y Luculia habra una sorpresa nada grata para ellos y para Austin Windsor apenas comienza a salir la luz que tanto deseaba encontrar.

Hello perdon por perderme, pero es que he tratado de enfocarme en esta historia al 100%, ya que esta semana que se aproxima terminare por fin un proyecto. Respecto a la presencia de los dos nuevos personajes no son por parte mia, sino de la obra original de Violet Evergarden tanto Lux como Edward Jones serán parte fundamental en la trama, este ultimo mas en la relación de Dietfried y Violet.

Respecto a las dudas maritales de Violet proximamente hare capitulos mas explicitos en las escenas sexuales tanto de ella como Dietfried y algunos personajes. Por cierto lei varios de sus comentarios y la verdad me alegra que sea de su agrado la pareja de Gilbert y Luculia, siento que harian una pareja genial (aunque claro respeto y me agrada tambien el GilbertxViolet)