CAPÍTULO 10 (Arco II): Centro Psiquiátrico
(2 meses después)
Una de las enfermeras del centro psiquiátrico caminaba con un carrito con alimentos siendo acompañada del Doctor Elías, en dirección a un pasillo, en el habían unas puertas, con los nombres de las chicas Loud, había pasado un mes desde que fueron trasladadas del reformatorio, al centro psiquiátrico en Kalispell, Montana, Elías fue quien las acompañó debido a que era con quien mejor se llevaban las chicas siendo el una pieza vital para su recuperación, sumado a que el vivía en esa ciudad junto a sus hermanos menores, Audley Harman de 29 años, que vive con el, y Merly Harman, de 19 años, estudiante universitaria.
-¿Aún sin mejoras?
-Más o menos.-Respondió.-Sus Paranoias o pesadillas han disminuido gradualmente, pero aún siguen casi sin habla la mayoría por no mencionar que son bastante antisociales,Las menores aún pueden asustarse por movimientos bruscos o estruendos, siguen tartamudeando en oraciones complejas pero no en respuestas orales simples. Y además se muestran siempre decaídas en general, siguen ojerosas, las mayores se habían dejado algo del maquillaje en sus mejillas, como si parecieran góticas o emos, más bien, todas se han vuelto así.
-¿Como lo califican?
-Sus síntomas revelan que han desarrollado Ánthropoiphobia.-Dijo la enfermera.-Miedo a la gente, aunque cabe destacar que no muestran temor al interactuar entre si.
-Ya veo.-Dijo Elías pasando su mano por su barbilla.-Mmhh, esto es grave...
Elías se acercó a la primera habitación que pertenecía a Luna y Luan, al entrar, se mostró una habitación enorme, con 3 ventanas hacia afuera en la pared del otro extremo de la puerta, y en ambos lados laterales habían 2 camas, con las 2 cubiertas por las sábanas de sus respectivas camas, no parecían haber movimiento alguno, pero de cerca podía notarse difícilmente que tiritaban, y se podían notar sus marcas en todo su cuerpo.
-Por favor...-La voz vino de la cama donde estaba Luan.-Déjenos.
-Luna, Luan, tienen visitas.-Respondió la enfermera.
-Como sea.-Respondió Luna en un tono frío y apagado.-Si vinieron a darnos de comer, ya saben donde dejar los platos, solo déjenos.
-Luna, Luan.-Llamó el doctor.-Soy yo, el Sr Harman.
Ambas se sorprendieron y se asomaron, realmente les alegraba ver al doctor ahí, al oír su voz, ambas no dudaron en asomarse, y sonrieron, débil, pero verdaderamente lo hicieron al verlo ahí.
-Se...Señor Harman.-Murmuró Luan.-¿Que hace aquí?
-Esto les agradará.-Dijo mostrando un papel.-Seré su doctor otra vez, y además vivo aquí, en Kalispell.
Las 2 hermanas sonrieron levemente al oír eso.
-Gracias, señor Harman.-Dijo Luna.-¿atenderá a las demás, verdad?
-Por supuesto, jovencita.-Dijo poniendo su mano en su hombro.-No se preocupen, todo va a estar bien.-Agregó para darles calma.-Iré a ver a las demás, ¿de acuerdo?
-Si.-Dijo Luan.-las chicas se van a alegrar mucho. Gracias señor Harman.
Elías asintió y dejó que las 2 hermanas comieran su almuerzo.
Fue a otra habitación, en esta estaban Lisa y las gemelas, al menos puso a la menor junto a alguna de sus hermanas mayores, pues necesitaba compañía.
Abrió la puerta y vio a las 3 menores en una silla, la habitación era igual que la de Luna y Luan, aunque tenía 3 camas y su mesa era más pequeña.
-Lola, Lana, Lisa.-Dijo Elías.
Las 3 detuvieron su almuerzo e inmediatamente voltearon a ver al doctor, detallando sus miradas de sorpresa al ver al doctor que estuvo a su lado, frente a ellas en un lugar que las pequeñas junto a sus demás hermanas mayores desconocían. Baradas en tierras desconocidas, aún les quedaba alguien que estaba dispuesto a darles una mano a pesar de todo, no esperaban que apareciera allí tan lejos de Royal Woods, recorrer kilómetros para estar con ellas para apoyarlas, por muy irónico que sea el hecho de que Elías, específicamente viviera en Kalispell.
-Se ...señor Harman.-Dijo Lana, sin poder creer que estuviera aquí.
-¿Que ... que está haciendo aquí?-Agregó Lola, igual de sorprendida.
-Bueno, resulta que vivo aquí, en Kalispell.-Respondió.-Fui afortunado de que las llevaran aquí, ¿no creen?
Las 3 no dijeron nada, desviaron la mirada a un lado o a su almuerzo en el caso de Lisa, quizás no fue momento ni para un chiste suave como ese.
-La verdad, es bueno verlo aquí, Señor Harman.-Dijo Lisa.-Hasta a mi me ha alegrado verle, no esperábamos verlo aquí la verdad.
Lisa y las gemelas no tenían ánimos para hacer algo siquiera, se podía sentir en el ambiente lo tristes que estaban, estaban cansadas, sus ojos estaban llenos de ojeras por falta de sueño, aún se notaban en gran manera las cicatrices y cortes que presentaban en sus rostros y todos sus cuerpos, tanto las partes visibles como las que no, y apenas habían tocado su almuerzo.
-Y ... ¿como están?
-Bien.-Dijeron en un tono apagado mientras miraban a su almuerzo, las gemelas movían sus tenedores alrededor de la comida.
-Uh ... hay algún problema, tal vez si quieren ...
-No, está bien.-Respondió Lisa, en el mismo tono apagado que sus hermanas mayores.-Está todo bien.
-¿Seguras?
-Si.-Dijeron las gemelas.
-Puede irse.-Dijo Lana en un tono apagado.
-No se molesten en atendernos más.-Pidió Lola de la misma forma.
Quizás sería mejor que esperara a que las niñas terminaran su almuerzo, ya tendría tiempo para verlas más tarde, dejó la habitación con la enfermera, y fueron a la siguiente habitación, donde estaban Lynn y Lucy.
Al entrar, vieron a ambas chicas en la cama de Lynn, acostadas, con los ojos cerrados (no se veían en el caso de Lucy por su flequillo ahora blanco) y ojerosos, además de que ambas tenían lágrimas ligeras, en el caso de la gótica, su maquillaje estaba derramado por ellas, ensuciando su cara y la remera de Lynn dado a que tenía su rostro acurrucado contra su pecho.
Al oír la puerta abrirse, Lynn abrió un poco los ojos, la antigua castaña ahora albina (igual que el resto de sus hermanas) dejando ver que estaban rojos e hinchados, Elías supuso que Lucy podría tenerlos igual.
-Déjenos solas, por favor.-Dijo en un tono apagado y cansado.
-Es hora del almuerzo, señorita Loud.-Dijo la enfermera trayendo un par de platos y poniéndolos en su mesa.
-No tenemos hambre.-Respondió.
Elías decidió acercarse para que lo vieran mejor. Lynn oyó los pasos del doctor acercarse, pensó que podría tener acompañantes la enfermera, estuvo a punto de decir nuevamente que las dejaran solas, cuando pudo ver mejor a quien se les estaba acercando.
-Lynn, Lucy.-Respondió al estar frente a ellas.
Lynn pudo reconocer al doctor al parpadear un poco, dejándose expresar una mirada de sorpresa, Lucy también volteó al quitar su rostro del pecho de su hermana luego de tanto llorar, llegando a tener la misma expresión al ver a Elías frente a ellas.
-Señor Harman.-Dijo sentándose en la cama junto a Lucy.
-Hola chicas.-las saludó.-vine con la enfermera a darles su almuerzo, necesitan comer, les hará bien.
-No tenemos hambre.
-Niñas.
-Déjenos solas.-Pidió Lynn en ese tono apagado que sus hermanas también tenían, pero en el caso de ella, parecía que estuviera aguantando el llanto.
Lucy parecía igual.
Quizás, sería lo mejor que podría hacer el doctor en aquellos momentos.
-Esta bien, si necesitan algo, avísenle a la enfermera y si es necesario, regresaré.-Dijo Elías.-Pero no dejen que su almuerzo se enfríe. Por favor, niñas.
El doctor hizo señal a la enfermera que dejara el almuerzo en la mesa, antes de cerrar la puerta, pudo ver como ambas se acurrucaban juntas en la cama.
una vez que la puerta se cerró, ellas se permitieron llorar. Algo que no pudieron evitar, pues era lo único que podían hacer, pero no querían que se preocuparan por ellas, no en ese momento, necesitaban desahogar su pena, Lucy estaba destrozada, habían abusado de ella, nunca pensó perder su inocencia y su virginidad de tal brutal manera que incluyó golpes y cortes que le dejaron heridas tan físicas como psicológicas, Lynn era similar, pero esta se lamentaba además por la culpa que sentía, se sentía responsable por lo que sus hermanas estaban pasando, y lo peor, era que un mafioso se aprovechó de ella, pero peor fueron las torturas y golpizas que ella y sus hermanas recibieron en aquel reformatorio, y ahora habían sido destruidas, para Lynn, era como estar muerta en vida, ella y sus hermanas.
-Lucy ...-Dijo.-Perdóname ... esto fue mi culpa ... yo causé...
No pudo terminar por el dolor que sentía que apenas le permitía formular palabras y porque Lucy negó con la cabeza e hizo que la mirara para luego sentir como la gótica ponía sus manos sobre sus mejillas, para luego aferrarse del cuello de la deportista en otro abrazo.
Entonces, oyó una voz quebrada, dolida, igual a la de una niña de 8 años, una niña asustada, lastimada, dolida, triste, a su oído, Lucy le susurró así, dejando por un momento su lado gótico, para poder expresarle su dolor compartido.
-No fue tu culpa.-Susurró.-Snif ... deja de culparte, por favor.
Entonces Lynn se sentó con ella en su regazo, hizo que la viera de frente, aún con su flequillo ahora blanco, podía ver sus ojos llorosos, hinchados, ojerosos con un par de bolsas, y cansados, ojos que ella también poseía al ser vista por Lucy a los ojos. La deportista acarició su cabello una vez negro, ahora Blanco, como una madre consolando a su hija, y ella se dejó querer, fundió su rostro en el pecho de Lynn nuevamente, sin dejar de derramar lágrimas, Lynn tampoco pudo dejar de llorar.
-Esto no fue tu culpa.-volvió a susurrarle, pero pudo oírla bien.-Fue culpa de todas.
Lynn siguió llorando junto a su hermana, pidiéndole una y otra vez perdón, rogando para que esto acabara, confesando no saber que hacer, que poder hacer al respecto, pero Lucy solo respondió haciendo que ambas se recostaran en la cama.
Siguieron sollozando un rato más, aún después de que Elías y la enfermera hubieran dejado su celda.
-Pediré que las pongan en una sala juntas.-Comentó Elías a la enfermera.-Se necesitan mutuamente, sabe el impacto psicológico que tiene como consecuencia del constante maltrato y posterior abuso que sufrieron estas chicas, especialmente las menores.
-Quizás podamos ponerlas en un mismo lugar.-Respondió.-Además de que no han mostrado actos de violencia entre si, al contrario. Sin embargo, requerirá un poco de tiempo para que las traslademos a un mismo lugar, además puede que les resulte complicado acostumbrarse a otro lugar.
-Comprendo.-Dijo el.
Entonces fueron al último cuarto, el de las 2 mayores, con los 2 últimos platos de almuerzo que tenían, ambos fueron al cuarto de Lori y Leni, Elías tomó las llaves y abrió la puerta para que la enfermera llegara con el carrito con los últimos platos.
Ambas hermanas se encontraban en sus respectivas camas, cubiertas por las sábanas, aparentemente estaban durmiendo ambas, tenían el cabello pastoso, ojeras como el resto de sus hermanas, sin mencionar el cuerpo lleno de cicatrices de los cortes, incluyendo la cara.
-Lori, Leni.-Dijo Elías al entrar mientras la enfermera dejaba el almuerzo en la mesa para ambas.
Ninguna respondió, solo estaban en sus camas, en silencio, cubiertas por las sábanas.
-¿Niñas?
Elías se acercó a Lori y la movió un poco, entonces, en un tenue movimiento, ella giró un rostro hacia arriba muy lentamente, poco a poco, con algo de esfuerzo por lo que se pudo notar, sus ojos se abrieron.
Miró entonces al doctor.
-Lori.
La rubia mayor quedó con sus ojerosos y lagrimosos ojos abiertos, pero con cansancio al verlo ante ella.
-Se... señor Harman...
-Hola, Lori.-Dijo Elías.-¿Te interrumpo?
-N...No, claro que no.-Tartamudeó levantándose en la cama.-Señor Harman ... ¿que... que está haciendo aquí?
-Je je je, ¿no recuerdan lo que dije? yo vivo aquí en Kalispell.-Respondió.-Además, siendo el único en quien confían, bueno, no mucho, algo, pero el único, pues siempre se mostraban temerosas ante el personal, siendo yo la única excepción ¿recuerdas?
-Ah ... si.-Recordó.-Es verdad.
-Bueno, volveré pronto, veré a tu hermana ¿ok?
-Ok
Elías se dio media vuelta y fue a la cama de Leni, pero notó algo, la rubia estaba con los ojos medio cerrados, además, estaba convulsionando, y estaba con el sudor corriendo por todo su rostro.
-Leni?
-No ... no... atrás ... no...
Era un pasillo apenas con Luz, en las paredes laterales habían puertas de celdas cerradas, estaban en negro en las ventanillas, no se veía nada adentro si intentaba asomarse.
No había ningún ruido, no parecía haber nadie más que ella, cosa que la hizo sentirse incómoda. Temía que fuera algo tramado por los demás reclusos para volver a golpearla, o peor, abusar nuevamente de ella.
Estaba temblando, el pasillo parecía interminable, con una oscuridad que apenas hacía visible el lugar, y un silencio sepulcral.
Fue hasta que un sonido rompió el silencio, sobresaltándola al oírlo: frente suyo, una de las puertas se abrió, dejando salir a alguien vestido con una botarga de oso, la cual estaba destrozada, sucia, manchada con sangre y eso le daba un aspecto bastante tenebroso.
-Hola, Leni.-Dijo aquella persona.-Te vez terrible, dime que se siente tener relaciones sexuales, ¿es placentero?
Eso último le hizo revolver el estómago, se llevó la mano a la boca para aguantar las náuseas al tener que recordar eso como si fuera ayer que no más le sucedió a ellas.
-¿Quien ... quien eres?-Preguntó con temor.
-No importa, pero te diré una cosa, ahora llegó la calma para ti y tus queridas hermanas, disfrútala mientras puedas, porque cuando el infierno te reclame, yo seré la que te arrastre a el, y no tendrías escapatoria.
Leni dio un par de pasos hacia atrás, pero sentía como si no hubiera retrocedido.
-No importa las veces que te cuestiones, Linda, vendré por ti, mis hermanas irán por las tuyas, pero estamos de bueno humor hoy, así que te daré un año y medio, se que han sufrido mucho, tu alma está hecha pedazos, lo ignoras ahora, pero muy pronto, eso les cobrará factura a ustedes, descuida, intuyo que el doctorsito ese quiere evitar eso, pero sería muy complejo explicarlo, más para alguien tan boba como tu.
-¿A que te refieres?
-Tu y tus hermanas tienen 2 opciones: Uno, Entrégate a la desesperación total y perder su cordura.-Respondió aquella "Botarga".-O Dos: Lucha inútilmente contra esos sentimientos más el odio que se han ganado del resto de la sociedad y asuman las consecuencias de los actos de su hermano.
-No ... Tu... tu no me controlas.-Dijo Leni.-Y Esos actos fueron nuestros, No los de Linky.
-¿Eso crees?
Entonces esa botarga atravesó su pecho.
-Tu tiempo y el de tus hermanas corre desde ahora.-Respondió mientras sus "ojos" comenzaron a brillar en rojo y le salían dientes afilados, adquiriendo una voz demoníaca.-Aunque no se convencerme, les daré un plazo un poco más largo.
Entonces rugió y comenzó a atacar a Leni, desgarrando su piel con sus dientes y garras, arrancando su carne y huesos, despellejando su cuello, y rasgando su rostro mientras ella gritaba. Intentando inútilmente de defenderse, pero sentía como otras manos la sujetaban, dejando a aquel ser libre para destriparla sin oponer resistencia.
-¡AAAAHHH!-Gritó la rubia entre lágrimas.
-¡Leni! ¡Leni!-Decía Elías sujetándola debido a que comenzaba a hacer movimientos bruscos en la cama.-¡Despierta!
-¡NO! ¡NO! ¡NO!
-¡Leni!
-¡NO!
-¡LENI!
Ese último grito junto a una fuerte sacudida la hizo detenerse, poniendo fin a aquella pesadilla, abriendo sus ojos enrojecidos y ojerosos, igual que los del resto de sus hermanas.
La rubia se sorprendió al ver al doctor.
-S-Señor Harman. ¿Que está haciendo aquí?-Preguntó sorprendida de verlo.
-Les dije que vivo en Kalispell, están en el centro psiquiátrico de la ciudad.
-Ah, ok.-Dijo Leni.-Perdone, es que tuve una pesadilla.
-Ya veo.-Dijo mientras que la chica se sentaba en su cama.
-Señor Harman.
Lori fue quien lo llamó.
-No es la primera vez que Leni le pasó eso.-Respondió.-Ni la única.
-¿Como?
-Lo que dice la paciente es cierto.-Dijo la enfermera sacando un expediente.-Ambas sufren pesadillas, sus hermanas también, eso fue media semana después de que fueran internadas aquí, casi siempre es la misma pesadilla.
-¿La misma?-Preguntó, la enfermera asintió, haciendo que el volviera a ver a las 2.-¿Que ... tipo de pesadilla?
Leni y Lori se encogieron de hombros, la primera se abrazó las piernas y desvió la mirada.
-Es siempre lo mismo.-Dijo Lori.-Cuando le conté a Leni, resultó que había soñado lo mismo.
Elías oyó atentamente.
-Sueño que es en un pasillo como los del reformatorio, pero parece infinito.-Narró la rubia.-Esta oscuro y ... y...
-¿Que sucede entonces?
-Entonces ... e-e-entonces ...
Lori tartamudeaba mientras comenzaba también a sudar de los nervios, esa pesadilla era muy tétrica para ella.
-Lori, ¿que pasa?
-Yo ... y-yo ...
-Esta bien.-Dijo poniendo su mano en su hombro.-No te gastes así, si te incomoda, podrán decírmelo en privado cuando podamos comenzar con las sesione de consulta, ¿de acuerdo?
-Si.-Respondió Lori, más calmada.
-Vale, chicas.-Dijo para finalizar.-Los dejaremos con sus almuerzos, espero que estén bien.
-Ok.-Dijeron ambas, en el mismo tono apagado que el resto.
Elías asintió y el con la enfermera se fueron, dejando a las chicas con su almuerzo, empezaron a comer, pero sobra decir que no estaban de ánimo como para comer, más entendían que era necesario, necesitaban nutrirse.
-Lo siento.
-¿Por que, Lori?
-No pude decirles.-Dijo apenada.
-Esta bien.-Dijo Leni poniendo su mano en la de Lori.-Yo en tu lugar tampoco hubiera podido decírselo, por mucho que quisiera.
-Esto es una pesadilla.-Dijo rendida.-Una de la que no podemos despertar, nos mandaron a un reformatorio, mamá y papá están en la cárcel, Lincoln y Lily están al otro lado del país, nos violaron, abusaron de nuestras hermanas pequeñas.-Dijo entre jadeos.-No pudimos hacer nada, nos mandaron a un centro psiquiátrico, y tenemos que tomar pastillas para poder dormir bien y ...
No pudo terminar la frase, cayendo rendida y empezando a sollozar.
-Esta bien, Lori.-Dijo Leni, también entre lágrimas.-para mi tampoco es fácil, créeme que ... he pensado incluso en lo peor.
Lori entonces la miró. No podía creer que su hermana realmente hubiera pensado en eso a pesar de haberse mostrado fuerte ante las demás, pero por dentro, estaba igual de destrozada, ahora lo sabía.
-Arruinaron mi primer beso.-Se lamentó.-Se supone que sería con el chico del que me enamoraría, pero acabé siendo besada por un montón de animales ... mis hermanitas sufrieron lo peor, no puedo imaginarme lo horrible que pude ser a su edad, yo tampoco pude hacer nada, les fallé, les fallé a todos.
Se limpió las lágrimas y ambas se abrazaron con fuerza.
-Se que es difícil.-Continuó.-Pero piensa que nuestras hermanas están sufriendo lo mismo, y siendo aún menores, Lori, nos necesitan.
-Si.-Dijo limpiándose también.-Todas nos necesitamos, no podremos salir de esto solas.
Ambas siguieron abrazadas un momento más, siguiendo dándose un poco más de cariño, porque realmente lo necesitaban, el impacto psicológico de tal calibre, era devastador en chicas como ellas. Tendrían que mantenerse unidas para poder salir adelante, enfrentarse al mundo, y poder volver a ser felices, pensando que eso sería lo que su hermanito hubiera deseado, que no se rindieran, que lucharan, que se enorgullecieran de lo que eran capaces, no lo decepcionarían.
-Con que eligieron la segunda opción, Hermanas Loud, no importa, de cualquier forma las habrían obligado a tomar esa decisión los doctores... aunque la primera tampoco me habría molestado, aunque las cosas hubieran estado interesante así, igual será divertido ver como fracasarán en reintegrarse a la sociedad ahora que todo el mundo sabe lo que le hicieron a su hermano, je je je, va a ser una épica caída para ustedes
Aquellas botargas volvería pronto a verse las caras con las chicas, muy pronto.
Con esto, iniciamos el segundo arco de la historia, ojalá les haya gustado, no olviden dejar su Review si les gustó. Nos vemos pronto.
