CAPÍTULO 12 (Arco II): Despertar
2 años en el centro psiquiátrico en Montana, las chicas recibieron diversos tipos de tratamientos con el fin de acabar con las paranoias y las pesadillas que afectaban a las hermanas Loud, desde ejercicios psicológicos hasta medicamentos caros. Además de que las pusieron a todas en una misma sala, con sus camas, una mesa, y 2 baños, gracias a esto, las chicas se sentían más seguras.
Aún con todo eso, su avance era muy lento.
Las chicas si bien, ya no sufrían tantas alucinaciones, e ignoraban la mayoría que aún les estaba afectando, las pesadillas no terminaban, siempre sufrían las mismas: estaban en Royal Woods con la gente de ese lugar tratando de agredirlas, mayormente veían luces de las antorchas por todos lados, quedando acorralada para luego sufrir agresiones en sus sueños.
La otras eran generalmente lo mismo, pero en el reformatorio, o una versión laberinto de el, escapando de los demás reclusos oyendo sus armas golpeando el suelo o las paredes, estaban con las ropas ensangrentadas, pidiendo ayuda, ninguna estaba junta, cada una tenía esas pesadillas de forma individual.
Esa noche no fue ninguna excepción, volverían a tener pesadillas. Y para cuando se cumplieron 2 años en el centro psiquiátrico, las chicas ya en parte no eran las mismas, la mayoría se había vuelto reservada, sensible a los estruendos y temerosas de los demás que no fuera alguna de ellas.
Cosa que preocupó un poco al personal, y Obviamente a Elías, quien no veía muy bien la situación de las hermanas Loud, así que convenció a los demás empleados del lugar para que pudieran ayudarlas, pues su estado, a pesar de haber avanzado un poco, aún era muy delicado su estado emocional y cordura.
Lucy estaba sufriendo una de ellas, estaba sometida por ilusiones de los reclusos del reformatorio en aquel sueño, la agarraron de los brazos y piernas, inmovilizándola.
-No! ¡No! ¡No! ¡Suéltenme!
-Oh, vamos Lucy, sabes que tu aspecto de oscuridad y misterio te hace más atractiva, es una lástima que no hables, pero como dice el refrán "calladita te vez más bonita" aunque en tu caso, más ardiente.
-¡No!
-Si tienes esa estética cuando te llegue la pubertad en 2 años más, OH, Jo Jo!, si que te verás ardiente.
-¡Jamás!
-Hasta las lesbianas te pedirán citas, y si es necesario, buen cuerpo vas a tener, Luce.
-¡Cállate! ¡Cállate!-Decía la pobre mientras se agarraba de la cabeza en la vida real, mientras que en su pesadilla, los "reos" la manoseaban, besaban, olfateaban y lamían en todo su cuerpo.-¡No! ¡Basta! ¡Basta! ¡No más! ¡No más, por favor! ¡YA NO MÁS! ¡YA NO MÁS!
-Lucy!
La joven sentía como la tomaban de las muñecas, trató de defenderse, pero al abrir los ojos reconoció a Luna.
-Esta bien, Luce.-Le dijo.-Solo fue otra pesadilla.
Ella bajo la cabeza, sintiéndose avergonzada por el pequeño alboroto que hizo por culpa de sus pesadillas, pero no era la única que las tenía.
-Es siempre lo mismo.-Dijo Lucy con la voz quebrada, aunque ya había hablado algunas veces antes desde que llegaron al centro psiquiátrico, pero las veces que lo hacía eran tan inusuales que aún así, se sorprendían un poco al oírla hablar.-La misma pesadilla de siempre ... por culpa de ella no he podido dormir bien ... otra vez ...
Lucy bajó la cabeza, y los ánimos de las chicas que estaban despiertas también, siempre era lo mismo: despertaban de forma independiente por hermana en el reformatorio, un pasillo oscuro, aparecían sombras de los reclusos, las golpeaban, insultaban y manoseaban, no importaba si quisieran huir, el pasillo parecía infinito, sin escapatoria.
-Yo era a la que más buscaban, la botarga, no apareció esta vez pero.-Dijo la gótica con lamento.-Me tocaban, la... lamían, me golpeaban, me insultaban, me ... me...
-Lucy, tranquila.-Dijo Leni, abrazándola.-no lo digas, no te hará bien recordar ... recordar ese lugar.
Leni sintió como se le revolvía el estómago al recordar lo que les hicieron, además de dejarles el cuerpo y rostro lleno de cicatrices visibles de cortes y quemaduras, pero intentó mantener la compostura, y continuó mientras Luna también se le unía al abrazo, acariciando su oscuro cabello.
-Ya pasó.-Continuó.-Ya estamos en un lugar seguro, aquí no volverán a lastimarnos más.
-Pero...
-Lucy.-Dijo esta vez Lori, quien tomó su mano y la acarició de manera maternal.-No es fácil para ninguna de nosotras, no eres la única que está sufriendo, recuerda eso.
Lucy se dejó abrazar por las 3 mayores, Lisa, Luan y las gemelas también se le unieron, estás últimas sollozantes, pues ellas también habían tenido esas pesadillas noches antes, parecidas a la que Lucy acababa de tener.
y en ese momento tampoco la única que estaba teniendo pesadillas en aquel momento.
-¡Maldita bastarda, Suicídate!
-Malparida.
-Que te viole el ruso de nuevo!
Eran los insultos que le arrojaban en aquella pesadilla mientras la golpeaban y pateaban. Entonces uno de ellos la tomó de la mano, justo por sus dedos y...
CRACK!
-AHH!-Gritó Lynn al sentir sus hueso de los dedos romperse por la doblada, que después fue callado por un puñetazo en la mandíbula, para retomar a los golpes, patadas y demás insultos.
Entonces la tomaron por las extremidades, inmovilizándola. y así, la botarga en forma de Rata, disfraz en el cual Lynn fue metida cuando trajeron distintas botargas de animales para humillar a las chicas mientras seguían apaleándolas.
-Toda acción tiene consecuencias, Lynn.-Dijo la botarga usando la misma voz que la de la deportista.-y yo soy una de las que ese encargará de arrastrarte al infierno junto a todas tus demás hermanitas tontas tuyas, y cuando hablo de tontas, hablo en especial de tu hermana retrasada mental, no, más bien, fallada mental.
Acercó su "rostro" al de Lynn.
-Haré añicos cada pedazo de cordura que te quede, del mismo modo que mis hermanas lo harán con las tuyas, te recordaré siempre lo que te pasó.
-¡Déjame en paz!-Dijo Lynn, cuando sintió lamidos, besuquéos y manoseos alrededor de su cuerpo, y también como levantaban su camisa.-¡No! ¡No! ¡Basta! ¡Basta! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme!
-¿Sientes eso, Lynn?-Preguntó.-Es el miedo, y tu que siempre decías "no le temo a nada" te mentiste a ti misma. Miedo aquella vez que te desvistió el ruso ese, te besó, te lamió, te tocó, te...
-¡BASTA!-Dijo Lynn con los ojos cerrados humedecidos intentando desesperadamente de liberarse, pero era en vano.-¡Yo jamás quise esto, cometí errores, tenía 13 años entonces! ¡Solo intentamos compensarle a Lincoln nuestros errores! ¡Yo jamás quise que nos metieran ahí!
-Tu te metiste en esto tu sola y además de arrastraste a tus hermanas contigo, pero quien lo diría, Lynn junior, alguien se interesó por tu cuerpo, ¿verdad, Sergey?
-Así es, Blame.-Dijo apareciendo.-Cuanto tiempo sin vernos, pequeña zorrita, no sabes lo mucho que te extrañé.
-¡NO! ¡NO!-Gritó.-¡ALÉJATE DE MI! ¡ALÉJATE DE MI! ¡NO! ¡NO! ¡NO!
-Como extrañaba tu cuerpo,krasivyy (Hermosa)-Dijo tomándola de las muñecas y tirándola contra el suelo teniéndola en cara.-Y déjame decirte que te vez muy linda de pelo blanco.
Entonces lanzó su gran boca con la de Lynn, quien en vano pataleaba.
-¡No! ¡no ¡NOOO!
-Lynn! ¡Lynn, para! despierta, Lynn.
Ya no estaba en el reformatorio, era sostenida por Luan y también mirada por Lisa en un lado, luego vio a otro costado a las demás mirándola con preocupación, su corazón latía con fuerza, sus ojos derramaban lágrimas a cántaros.
-No me haga daño! ¡No te acerques! ¡Por favor, ayúdenme! ¡Que alguien me ayude, por favor!
-¡Lynn!
La deportista, aún con el corazón latiendo mil veces por minuto y entre lágrimas vio a su hermana.
-Luan.-Dijo para luego arrojarse a sus brazos.
-Esta bien, Lynn.-Le consoló acariciándola por la espalda mientras la abrazaba.-ya pasó, solo fue una pesadilla.
-Esto es culpa mía.-Dijo Lynn entre sollozos.-Yo las metí en esto, por mi culpa, sus vidas se arruinaron. Lo arruiné todo.
-Lynn, no.-Dijo Leni, haciendo que la mirara.-No te culpes más, sé que duele, pero ya nada podemos hacer ahora para cambiar eso.
-Pero yo ...
-Lynn.-Luna acarició su cabeza.-Leni tiene razón, a mi también me duele todo esto, pero esto fue culpa de todas, Leni lo acaba de decir, ya no podemos cambiar nada.-Respondió sentándose a su lado.-Debemos avanzar ahora, juntas.
Lynn solo abrazó con fuerza a sus hermanas, las demás no se quedaron atrás, las heridas de sus acciones persistían aún pasados 2 años desde que estaban en el centro psiquiátrico,
Siempre eran acosadas por una versión oscura de las botargas que les obligaron a usar en el reformatorio, cada una atormentaba en sus sueños o paranoias a su respectiva hermana Loud, aunque cabe destacar que todas esas "botargas" usaban un nombre: Blame.
Cada Blame nació del dolor y de la desesperación de las hermanas Loud, ante tal traumática experiencia, era de esperarse que su cordura se viera dañada, en especial de las menores, por ende, las mayores también se sentían así, o bien, se sentían horribles al no poder haber hecho algo, lo intentaron, pero fue en vano ¿que oportunidad hubieran tenido contra aquellos miles que las lastimaron? probablemente las hubieran matado y dejado solas a las menores, no podían permitírselo.
Pero ahora, ya estaban en un lugar seguro, recibirían ayuda, solo tenían que estar dispuestas a recibirla.
-Pero ... ¿que será de nosotras ahora?-Preguntó Lynn, una pregunta que cualquiera se haría en la situación de las chicas.
Y la que también los que comentaron en esta historia deberían estar también preguntándose.
Pero todas también se preguntaban eso, y ninguna de ellas sabía la respuesta.
-No lo sé, Lynn.-Respondió Leni.-solo esperemos ... esperemos que no nos pase nada malo.
-Leni tiene razón.-Dijo Lori.-Ojalá todo salga bien, no debemos perder la esperanza, recuerden que este lugar está para ayudarnos.
-El señor Harman también.-Dijo Lana.
-El estuvo con nosotras hasta el final.-Agregó Lola.-y nos estuvo ayudando hasta ahora.
-incluso lo hace sin razón aparente.
Las chicas reflexionaron, prácticamente todo el mundo las odiaba por lo que hicieron, y no era para menos, a pesar de que intentaron redimirse con su hermano, cosa que el aceptaba cuando estaban junto a el, no evitó que se ganaran el odio de la sociedad hacia las hermanas Loud. Sin embargo, Elías Harman, el doctor que las atendió desde el reformatorio estuvo a su lado a pesar de todo, al parecer no le importaba sus acciones, justificando el hecho de que ya habían expuesto el hecho de intentar remediar sus errores con Lincoln fútilmente, cosa que el doctor veía claramente con lo que podría ser una razón para no tener que odiarlas con toda su alma, era cierto que lo que hicieron estuvo mal.
Pero no justificaba lo que les hicieron en el reformatorio, esas personas solo demostraban ser peores de lo que alguna vez lo fueron las chicas, a quienes torturaron, maltrataron e insultaron hasta el punto de convertirlas en víctimas de abuso sexual de parte de ellos, dejándoles cicatrices tanto físicas como psicológicas.
Pero ni con eso, Elías no las abandonó, estando solas, lejos de casa, lejos de sus padres, separadas de sus hermanos Licnoln y Lily, atrapadas en medio de una sociedad que por sus errores, ahora solamente las miraba con desprecio y odio. El Doctor se quedó a su lado hasta que finalmente salieron de ese lugar, y ahora en el centro psiquiátrico, aún seguía a su lado, dispuesto a ayudarlas, intentar apoyarlas para salir adelante, solo tenían que disponerse a aceptar completamente la ayuda que les estaba ofreciendo en ese momento.
Los primeros rayos del sol de un nuevo día comenzaron a dejarse ver, llegando hasta la ventana de la habitación donde se encontraban, pero cabe decir que no sería otro día en el centro psiquiátrico donde harían sus recreos, tratamientos y medicaciones.
Todas miraron por la ventana al sol alzarse en el cielo, preparándose para lo que vendría, temían, pero quizás sería la única forma de poder evitar que su cordura fuera destruida por culpa de los Blame, esa personalidad, esa voz que surgió cuando las chicas salieron del reformatorio, nacida de su dolor y desesperación, con el único propósito de acabarlas psicológicamente.
Pero tenían fe en que esto era lo mejor para ellas, aceptar la ayuda que los doctores podrían darles, hacer lo que estuviera a su alcance para hacer algo por ellas, y Elías como el principal motor de soporte para las hermanas Loud.
