CAPÍTULO 15 (Arco II): Primer día (Parte 1)


-Nos vemos en la tarde, Chicas.-Dijo Elías dejando a las chicas Loud frente a la escuela.-Si tienen algún problema, no duden en hablar con los profesores o el director, ya les dije su situación, y ellos entendieron.

-De verdad, muchas gracias por todo, Sr Harman.-Dijo Lori por todas.-y gracias por llevarnos al registro civil.

-Niñas.-Dijo acercándose a todas.-Entiendo que no quieran se reconocidas, pero eso fue hace 4 años, al menos la mayoría debería haber olvidado aquella noticia, y ... aún debo cuestionar que decidan usar otros nombres.

-Aún tenemos miedo, y lo sabe.-Respondió.-Y no faltaría razón para que algunos todavía no lo olviden, lo único que queremos es recuperar nuestras vidas. Ojalá nos hubiera dejado cambiar nuestros nombres además del apellido.

-Lo sé.-Respondió de manera comprensiva.-Pero creo que no deberían cambiar sus nombres, a veces ... es mejor ser uno mismo, y también se lo asustadas que están, pero evadir sus miedos no es la solución, tarde o temprano van a tener que hacerles frentes, y mientras más pronto, mejor, ¿entienden?.

Uno no podía evadir sus problemas, o estos lo perseguirán, si quieres deshacerte de tus problemas, es mejor enfrentarlos, aunque duela, o por muy duro que sonase eso, era y es la verdad.

-Si, Señor Harman.-Dijeron todas, resignadas.

-Esta bien.-Respondió.-Si necesitan algo, lo que sea, ya saben que hacer, no se preocupen.

Con eso, se despidieron y ellas se quedaron frente a la escuela.

Primer día, nueva escuela, nuevos compañeros, nuevas identidades y posiblemente nuevas amistades.

Si es que lo logran.

Ahí estaban todas, frene a aquel edificio mientras otros también se dirigían a el, pero ellas aún lo contemplaban, algunas estaban temerosas de entrar, otras estaban tristes por los recuerdos que les traía ese lugar cuando estaban en Royal Woods, con los golpes, palizas, calzones chinos, metiendo sus cabezas en el inodoro, patadas, etc.

Desde Lori hasta Lisa, todas sentían miedo de tener que entrar, ¿serán puestas como indeseables o raras? ¿Será que ya se sabía ahí lo ocurrido en su familia en Royal woods?, todas pedían a Dios que no les hicieran nada, no querían ir, pero tenían que hacerlo, era su responsabilidad, estaban creciendo, y el estudio es parte de ello como cualquier persona hasta su edad adulta.

Las gemela se tomaron de la mano, dándose seguridad mutua, Leni fue con Lori también tomada de su mano, pero yendo unos pasos más atrás de su hermana mayor.

Lynn solo se encogió de hombros y cabizbaja, avanzó junto a las demás, Lucy por su parte, se mantuvo cerca de Luna y Luan, ambas también estaban tomadas de la mano, la ex rockera le prestó su seguridad a sus 2 hermanas menores, finalmente, Lisa, fue la que tubo más dificultad, se acercó a Lori y Leni, cubriéndose con su capucha verde, algunas como Lori, Leni y Lana se cubrieron bien con sus sudaderas, Luna se cubrió con su gorro de lana y Luan se subió el cuello de su sudadera que tenía bajo su chaleco café, ninguna quería que les vieran las cicatrices que tenían en todos sus cuerpos y rostros.

Llegaron a sus casilleros y pusieron sus cosas adentro de ellos, algunas miraron un poco los suyos antes de dejar sus pertenencias allí.

De nuevo eran invadidas por los recuerdos, cuando iban a las escuela juntos, con su hermano Lincoln, cosas por las que pasaron y las amistades que forjaron.

Entonces la campana sonó y las chicas tuvieron que ir a sus respectivos salones, pero todas y cada una de ellas estaba asustada, no querían que se fijaran en sus cicatrices y llegaran a preguntar ¿como te las hiciste? ¿que te pasó? ¿pareciera como si un montón de locos les hubiera hecho eso? ¿te quisiste suicidar acaso?

A Lori, Luna, Luan, Lucy y Lisa se les revolvía el estómago al pensar en eso. y eso último ya había rondado por la cabeza en todas alguna vez.


Lori fue a una sala, Leni, Luna y Luan fueron a otra, mientras que Lynn fue a otra de último grado de secundaria, mientras que Lucy a la de secundaria de primer grado, las gemelas fueron a una misma sala y Lisa otra, ambas de primaria, cerca de los últimos grados, pero aunque las 3 iban al mismo año, fueron a salas separadas Lisa de las gemelas, no sin antes de que cada una viera sus casilleros y dejaran sus cosas, guardaron sus papeles con las respectivas claves de cada uno antes de ir a sus salas.

Habían logrado convencer a Elías de poder ir a un registro civil para tener identidades diferentes, pero conservando la letra L como inicial, aunque querían dejar su pasado atrás, no estaban dispuestas a olvidar quienes eran en realidad, esperando poder revelar sus verdaderos nombres a su hermano Lincoln si llegaban a verlo algún día. También a su hermana Lily, a quien no pudieron ver crecer, a quien no pudieron acompañar a su primer cumpleaños, verla soplar su primera vela, no eran capaces de pensar como se vería ahora su hermanita, y no poder estar con ella, ni con su hermano, les provocaba una tristesa inmensa en sus corazones.

Estaban nerviosas, un temor les recorría todo el cuerpo, rogaban porque no hubiera alguien que las reconociera, temían que eso las condujera a ser objeto de bullyng y ser marginadas sociales, al estar las 3 mayores frente a la puerta de su sala, Leni tomó aire, algo que discretamente imitaron sus hermanas, además que Luna se aferró a su mochila.

-Tengo miedo.-Susurró Luan tomando aire.

-Yo también sis.-Respondió la ex guitarrista en voz baja.

En la sala de Lynn, la ex deportista suspiró hondo, además de que sudaba un poco, pues tenía miedo, en el fondo, Lynn se sentía aterrorizada, deseaba que no la reconocieran ni que supieran de su historial, miró al frente y pasó la puerta.

Lucy estaba en una situación similar, pero ella tenía las manos temblorosa, se sentía casi incapaz de poder levantar su mano y girar la perilla.

-Por favor, ojalá no sepan quien soy.-Dijo en voz baja.-Solo quiero rehacer mi vida, no quiero hacerle daño a nadie.

tuvo que quedarse un par de minutos ahí, no tenía el valor suficiente para abrir. Pero de todas formas tendría que hacerlo.

-No quiero hacer esto ...

-Yo tampoco.-Dijo Lola.-Pero ... te ... tenemos que ...

-Es verdad.-Dijo Lana, vencida.

-Pero ... tengo miedo ...

-Yo ... yo también ...

Solo Lola pudo extender su mano temblorosa hacia la perilla de la puerta, entrando a la sala.

Finalmente, Lisa, quien miraba temerosa la puerta, tomándose de las manos juntas, al igual que Lucy y las gemelas, ella también se mostraba asustada, y estaba sola, teniendo que ir sola a una sala, nuevos compañeros, tal vez nuevas amistades en una posibilidad remota, pero también nuevas enemistades, algo muy posible según lo pensaba.

Respiró profundo, y abrió la puerta.


La rubia mayor entró a la sala donde ella asistiría, era una sala grande, ideal para los universitarios, aunque ella todavía no había terminado su año escolar, aún estaba a tiempo, era prácticamente una adulta, pero aún así, se sentía tan frágil por dentro, vulnerable ante lo que pudiera pasar en ese nuevo año escolar, más temía por sus hermanas, rezaba porque nada les pasara.

Una vez que los demás alumnos tomaron asiento, frente a todos, se presentó un hombre de 27 años, pelioscuro, con anteojos y vistiendo formal, el maestro había entrado en escena.

-Buenos días alumnos.-Se presentó.-Soy el Sr Alexander Britasky, seré su maestro permanente de escuela, ya algunos me conocerán pues fui también maestro de física el año pasado a algunos de ustedes, y algunos creo que ya me habrán visto, ¿no?, bien, para resumir, yo seré su maestro ahora en adelante, aunque puedo ver una cara que no había visto antes, ¿Sería tan amable de presentarse, señorita?-Preguntó el Sr Britasky, señalando a Lori.

La rubia tragó algo de saliva, todos los ojos se posaban sobre ella, se esforzó para ignorarlos y evitar que le causaran nerviosismo e incomodidad, para ponerse de pie y proceder.

-Bu ... buenas tardes.-Dijo algo nerviosa.-Soy ... soy Lori Harman, y ... es un placer conocerlos a todos ... espero que ... podamos llevarnos bien, tengo fe en ello.

-El gusto es nuestro, señorita Harman.-Dijo Britasky.-Puedes tomar asiento nuevamente, espero que sea un gran año para ti, y bienvenida.

-Gra ... Gracias.-Con eso dicho, la Loud mayor volvió a tomar asiento.


-Buenos días, clase.-Se presentó una mujer castaña clara de pelo tomado por una cola de caballo y anteojos, su nombre estaba escrito en el pizarrón, era el nombre de Marilyn Guzmán.-Me alegra verlos nuevamente en este nuevo año, y hoy, tenemos compañeras nuevas, ¿quieren presentarse? por favor, poneos de pie, chicas.

Temerosas, las hermanas Loud se pusieron de pie. Y Leni tomó lo palabra.

-Ho ... Hola.-Dijo Leni.-Yo ... soy Leni Harman, y ellas son mis hermanas menores, Luna y Luan ... es todo, y ... uhh ... esperamos poder ... llevarnos bien ... con todos.-Dijo acompañada de sus hermanas, para luego tomar asientos en las filas traseras.

-Muchas gracias, señorita Harman.-Dijo la maestra alegremente.-Es un gusto tenerlas aquí, a usted y a sus hermanas, estoy segura de que nos llevaremos bien.-Añadió para comenzar la clase.

Leni y Luan se encogieron de hombros, y Luna solo dejó caer los ánimos, entristecida.

Resignadas, abrieron sus cuadernos y comenzaron a anotar lo que la maestra dictaba, sus ánimos estaban por los suelos.


Una vez dentro, la ex deportista tomó asiento en una manera discreta cerca de las ventanas, se acomodó el gorro de su chaleco, dejó su mochila a un lado, permaneciendo en un perfil bajo, pues un miedo enorme yacía dentro de ella, si la noticia de lo que pasó en su casa hace 4 años hubiera llegado incluso hasta ese rincón del país, pues fue un escándalo nacional, y de algunos internacionales. Aunque fueran ya 4 años que pasaron luego de todo por lo que las juzgaron, pero la gente no olvidaba cosas como esas fácilmente, y eso era lo que tenía a Lynn aterrorizada en ese momento.

Ojalá todo pueda irse normalizándose para ellas con el tiempo, solo quería retomar su vida con sus demás hermanas.

-Buenos días, Alumnos.-Dijo una mujer pelioscura de al parecer 30 años exactos, de cabello largo y con un vestido largo amarillo sobre una blusa celeste con mangas cortas.

-Buenos días, Sra Grewton.-Dijeron todos.

-Clase.-Dijo juntando las manos.-Estoy feliz de tener a muchos de ustedes de nuevo en este nuevo año, pero no solo eso, al parecer tenemos una cara nueva. ¿No le gustaría presentarse, Señorita Harman?

La Sra Grewton señaló a Lynn, quien solo se acomodó el gorro y se puso de pie, cabizbaja. Y dio un suspiro antes de comenzar a presentarse.

-Ho ... hola.-Respondió.-Soy Lynn ... Lynn Harman, y ... es un placer conocerlos y ... espero ... espero no ser una molestia.

-Bienvenida, señorita Harman.-Dijo la Sra Grewton, feliz. Lynn entonces tomó asiento nuevamente-Es un enorme placer para todos nosotros que nos acompañes en este nuevo año de clases, no te preocupes, no eres una molestia para nadie, y confío en que la recibirán bien.-Dijo a los demás alumnos.-Bueno, ahora es momento de que iniciemos las clases, saquen sus cuadernos y lápices, por favor.


La gótica también entro al salón, no habían muchos adentro, así que, con discreción, puso su mochila en un asiento y se sentó, ya destacaba por hacer que casi nadie notase su presencia.

Poco a poco, más alumnos de su edad comenzaron a entrar en la sala, quizás podría mezclarse entre ellos por así decirlo, para que no se note, aunque ellos podrían percatarse de ella si intentara acercarse, decidió quedarse al margen, no quería problemas. Y aún tenía algo de fobia social, tantos golpes y pesadillas por poco le quitaban el habla nuevamente a la chica gótica.

Entonces la maestra entró a la sala, era una mujer joven de cabello rubio, con un abrigo blanco sobre una blusa rosa y anteojos, se mostraba algo seria, pero sonriente.

-Buenos días, Sra Mathew.

-Buenos días, alumnos.-Dijo la maestra.-Me alegra verlos a todos en este nuevo año y que hayan disfrutado del verano.-Agregó felizmente.-y que este sea mejor que el anterior. Oh! y no es todo, pues tenemos nuevas caras hoy en día. ¿No les gustaría presentarse, niños?

La maestra señaló primero a un chico castaño, se presentó como Alex Wimbelton, que venía desde Óregon ya que su madre había conseguido un trabajo en la capital de Montana, el siguiente era un muchacho rubio que llevaba puestos un par de anteojos, se presentó como Robert Kingsman, el cual venía de Inglaterra, de gales para ser precisos, pues su madre era de aquel país, sin embargo, había venido a Estados Unidos para vivir junto a su esposo en Montana.

-Muchas gracias, Sr Kingsman.-Dijo la sra Mathew.-También nos alegra tenerte aquí, espero que tengas una estancia cómoda. Bueno.-Dijo para dirigirse a Lucy.-¿Y que hay de usted, señorita?

La gótica se puso nerviosa, si antes le gustaba estar sola, o la gente no se percataba de su presencia, ahora, ser el centro de atención le causaba temor, debido a eso, Lucy era de las que menos habría querido tener que venir a la escuela.

-¿Señorita Harman?

Al oír las palabras de la maestra, Lucy acató y se puso de pie, pudo ver como todos le prestaban atención, y aunque su flequillo lo ocultaba, la expresión de la joven era de mucho nerviosismo, tomó un poco de aire y se armó de valor.

-Un ... un placer.-Dijo.-Soy Lucy ... y ...yo ... espero no tener problemas, pero ... agradezco que me recibieran aquí ... es todo.

-Muchas gracias, Lucy.-Dijo la maestra.-Puedes volver a tomar asiento, nos alegra tenerte también a ti aquí.


Las gemelas tomaron asiento en la parte del medio de los pupitres, pero prefirieron estar al final de la fila, donde no pudieran llamar la atención.

-Lola.

La rubia oyó a su gemela decir llamarla por nombre en un tono sigiloso, aunque su tono mostraba desinterés, se mostraba igual de nerviosa que ella.

-¿Que pasa, Lana?-Preguntó.

-No intentes hacer una escena ¿quieres?

-Si ...-Dijo un poco nerviosa.-Lo ... lo siento.

Lana solo suspiró, y mientras más chicos de su edad entraban al salón a sus respectivos asientos, oyeron sonar el timbre, todos los alumnos tomaron asiento y estuvieron en lo suyo durante un rato, Lola y Lana mientras tanto, decidieron mantener su perfil bajo, La rubia de la gorra se cubrió con su gorro de su sudadera sobre su gorra roja, mientras que Lola solo se llevó las manos a los bolsillos y se encogió de hombros.

Entonces la puerta se abrió, una mujer de 23 años de cabello castaño, vistiendo un vestido largo rosado decorado con flores, y usaba anteojos. Tenía una jovial sonrisa en su rostro, cualquiera diría que de sus ojos resaltaba dulzura e inocencia,

-Muy buenos días, Niños.-Dijo alegremente.

-Buenos días, maestra Joy.-Dijeron los alumnos, así que la Sra Joy hizo señal para que tomaran asiento. Y ellos acataron.

-Que alegría tenerlos nuevamente a ustedes, niños, en mi clase.-Respondió jovialmente.-Estoy tan feliz de ser su maestra jefe nuevamente, ¡Oh, vaya! y no solo a ustedes, si no que también tenemos nuevas caras este nuevo año, que tal si nos dicen sus nombres, pequeñas.

La Sra Joy se refirió a las gemelas Lola y Lana, aunque ella las veía felizmente, ellas se sintieron incómodas, más aún por el brillo que emanaba de su persona, a ellas les recordó mucho a Leni, cuando aún vivían en Royal woods.

-Ho ... Hola ...-Dijo Lola tímidamente tomando la palabra.-Mi nombre es Lola Harman.

-Y yo soy Lana Harman.-Añadió la rubia de la gorra.

-Un placer, pequeñas.-Dijo la Maestra Joy.-Que alegría tenerlas a ustedes dentro de nuestra clase, ¿son familia? pues se ven bastante iguales por como veo.

-Si ... si.-Dijo Lola.-Somos gemelas.

-Oh, vaya, eso es asombroso, asistiendo a la escuela, en familia.-Comentó alegremente.-Nos alegra tenerlas aquí con nosotros, confío en que no se meterán en problemas, y recuerden que si ocurre algo, háganmelo saber, pueden tomar asiento, pequeñas.

Las gemelas hicieron caso y volvieron a sentarse, y la Sra Joy siguió hablando un poco más, agradeciendo y felicitando a sus alumnos de haber pasado a un nuevo año, y luego procedió a seguir con las clases.

Aunque Lana dejó salir un quejido que solo fue oído por su gemela.

-¿Que pasó, Lana?-Preguntó con timidez.

-Nada.-Respondió cortante.-Estoy bien, ¿pero la maestra tiene que estar todo el tiempo así?

-¿A que te refieres?-Preguntó con confusión.

-Mírala, ¿como puede sonreír de manera tan ... Lúcida? pareciera que no sabe como son las personas realmente.

-Pues yo creo que es alguien muy agradable.

-No me contradigas, Rosada.-Dijo con enojo.

-Perdón ... Perdón.-Dijo Lola, algo asustada por la forma de responder de su hermana.-no quise contradecirte, solo ...

-(Suspiro) no importa, lamento eso, olvídalo.-Dijo Lana, con un tono algo deprimido.-Solo ... solo hagamos la tarea.


La genio entró a su sala de clases, varios niños de su edad estaban allí, algunos jugando, y otros conversando entre sí, la niña decidió caminar directamente a su asiento. Miró con algo de nostalgia a sus compañeros de clase, sonrientes, lúcidos y alegres, sin nada por que preocuparse más que el temor de que sus padres les prohibieran el postre si no sacaban un 10 en sus trabajos en conjuntos. Si Lisa hubiera sido como ellos desde un principio, tal vez no estaría donde está.

La genio suspiró, encogiéndose de hombros, aquellos momentos que pudo pasar como una niña normal, aquella inocencia que emanaba de los niños a su edad, las perdió, las perdió para siempre, se perdió 4 años de su infancia, 4 años que nunca más podría recuperar, teniendo que avanzar e intentar disfrutar los años de niñez que aún le quedaban.

Lisa dio un suspiro, quedándose cabizbaja, lamentándose de los errores que cometió por preferir seguir aprovechando su inteligencia para su propio beneficio, en lugar de intentar usarla para ayudar a su familia, ni tampoco preferir actuar como una niña normal de su edad, por muy inteligente que fuese, aún le faltaba la madurez, con todo lo que tuvo que soportar, fue más que una lección al parecer.

-Señorita ...

Vio que la maestra la estaba llamando, no la había sentido llegar, era una mujer de 20 años de cabello oscuro que llegaba hasta sus hombros, con un vestido amarillo y anteojos. Se veía que Lisa era el centro de atención cuando la maestra lo llamó, algo que la puso nerviosa y algo avergonzada.

-¿Sería tan amable de presentarse?

-Ah ... uh, si, perdón.-Dijo poniéndose de pie.-Yo ... Mi nombre es Lisa, Lisa Harman, es ... es un placer conocerlos ...

-Bueno.-Dijo la maestra.-Nos alegra también tenerte aquí con nosotros, siendo una compañera nueva en este año, confío en que la recibirán bien, puede tomar asiento.

Lisa obedeció y así lo hizo, la maestra entonces procedió a dar sus clases, escribiendo unos ejercicios sencillos para Lisa, pero algo nuevos para el resto de sus compañeros, podría presumir de sus conocimientos para avanzar rápido y solo tener que esperar al recreo, sin embargo, decidió permanecer en silencio y hacer la materia de forma discreta.

-Este será un largo día.-Dijo a sus adentros.-Solo espero que mis hermanas tampoco busquen problemas ...

Quizás no sería así, pero, ¿y si los problemas los buscaran a ellas?


Pasadas una hora aproximadamente, El recreo había iniciado y todos los alumnos de sus respectivas clases salieron al enorme patio que rodeaba la escuela, aunque claro, todos en sus respectivas secciones dependiendo del grado al que pertenecían, aunque se les permitía circular por los pasillos dentro del establecimiento, ya sea para ir a sus salones, o a la oficina del director.

Las gemelas estaban sentadas en una de las bancas del patio, Lola estaba bebiendo jugo en caja, mientras que Lana estaba de brazos cruzados, con una mirada de repudio en su rostro, pero no hacia alguien específicamente, más bien, estaba teniendo recuerdos, malos recuerdos.

(Flashback)

-¡No! ¡No! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme!

-¿O que, enana?-Dijo una de las demás chicas reclusas.-¿llamarás a tus inútiles hermanas mayores para defenderte? que débil eres.

-Si.-Dijo otra.-No puedes ni defenderte sola.-Agregó dándole una patada en el estómago.

-¡Ahhh!-Gritó de dolor la pequeña rubia, aferrándose a su pecho tras el golpe, para luego recibir un pisotón en la cabeza.-¡Ahh..!-Gimió de dolor.

-Ni siquiera puedes defenderte por ti sola.-Insultó la primera chica.-Eres una débil debilucha.

-Si, tu y la imbécil de tu hermana gemela son unas malnacidas.-Secundó la segunda.-¡Débil!

-¡Débil!

-¡Enana!

-¡Mocosa Debilucha!

-¡Débil!

-¡Débil!

-¡DÉBIL!

(Fin del flashback)

-No soy débil ... no soy ... una débil.-Susurró Lana a sus adentros apretando sus puños.

-uh? ¿Lana?-Preguntó Lola.-¿Dijiste algo?

-No.-Respondió cortante.-Yo no dije nada.

-Oh ... bueno, esta bien.-Respondió.-Si ... si tu lo dices. Esta bien.

La rubia de la gorra roja se puso de pie y decidió comenzar a caminar.

-¿ ...Ah? ¿A donde vas, Lana?-Preguntó Lola.

-Voy a caminar un rato.-Respondió.-Me gustaría andar sola un rato.

-Pero Lana.

-Dije que quiero estar sola ¿oíste?

-Pe ... pero ... yo.-Decía con nervios.-bueno ... esta bien. Lo siento ... no quise hacerte enojar.

Lana suspiró al verla un poco asustada por su tono, aunque de cierto modo, le sorprendía ver a "la amenaza rosa" temerosa, conociendo el verdadero terror en ese momento, y más aún temiendo de ella.

-Volveré a reunirme contigo en un rato ¿vale?-Dijo Lana.-No te pongas nerviosa ¿quieres?

-S ... s... si.

-(Suspiro) muy bien.-Respondió en un tono sereno, pero desanimado.-Ahí nos vemos, hermana.

Lana comenzó a caminar mientras varios de sus compañeros estaban en sus cosas, recorrió el pasillo de la escuela, algunos conversaban entre ellos, unos pocos revisaban sus casilleros, y habían una que otro grupo de chicas. Se veían hasta cierto punto felices todos los compañeros a su alrededor, sin preocupaciones más que sus tareas y posiblemente sus asuntos personales sea cual fueran. Sin embargo, la chica paralizó al ver un anuncio de periódico puesto en un mural, ya que al parecer, la escuela también acostumbraba poner periódicos de noticias locales dentro del establecimiento. Y para colmo, habían fotos de las 9 de hace 4 años dentro del periódico.

Cuatro años transcurridos desde el arresto de la familia Loud en Royal Woods, las hermanas del joven Lincoln Loud, a excepción de su hermana menor, Lily Loud, fueron llevadas a un reformatorio juvenil, pero se reportó un intento de fuga de varias jóvenes internadas, además de que unos pocos guardias fueron arrestados por conductas indebidas dentro de las instalaciones, incluso a acusarlos a estos de abuso sexual contra un grupo de internadas, se sospecha que las víctimas se tratan en realidad de las Hermanas Loud, que posiblemente fueron víctimas más de este "motín"

Las afectadas tuvieron que ser trasladadas a un centro psiquiátrico fuera del estado de Michigan, pero las autoridades estatales decidieron declarar clasificada la información respecto al paradero de donde estuvieron internadas las hermanas Loud.

-Vaya, no sabía que habían violado a las chicas esas.

-Se lo merecían, ¿que no sabían lo que era la palabra "respeto?

-Yo creo que si merecían que las llevaran a la cárcel, ¿pero violarlas? para mi que eso ya fue excesivo.

-No lo sé, me dio rabia lo que hicieron, yo también tengo un hermano pequeño, pero yo jamás lo trataría mal ... pero creo que si se pasaron cuando las violaron.

-No me imagino lo que debería haber sido de ellas o que será de ellas ahora.

Esto le hizo soltar un suspiro a la rubia de la gorra roja, se acomodó el gorro de su sudadera sobre su gorra y siguió avanzando, alejándose de allí, sin embargo, al ver a aquellos chicos, no vio lo que tenía por delante.

-Hey.-Dijo el chico con el que se tropezó.-Ten cuidado, por favor.

-¡Tu ten ...!

No pudo terminar la frase cuando vio al chico, se trataba de un muchacho de al parecer unos 15 años, vestía una camisa roja, pantalones azules con un par de tenis, pero lo que le llamó la atención a la Loud de la gorra roja fue su rostro, tenía pecas, unos dientes de conejo, y lo más importante, su cabello, blanco como la nieve. Sin embargo, el peinado era distinto, y su voz también era distinta.

-...cuidado.-Fue lo único que pudo decir al ver a aquel chico de pelo blanco, como el suyo, y el de su hermano.

-Ok, ok, si to lo dices, lo tendré.-Respondió el chico, mostrando que no quería iniciar una discusión.

-Ok ... es. ... esta bien.-Replicó Lana.-Yo ... tampoco quiero tener problemas ...

-Si tu lo dices ...-Respondió el chico.-Espera ... creo haberte visto antes ...

Lana se paralizó al oír aquellas palabras, más aún por el anunció de más atrás y los comentarios de aquellos chicos, era evidente que la noticia había llegado incluso a aquel rincón del país, justo lo que temían, la rubia de gorra roja tragó saliva y se puso nerviosa.

-No ... n-no... lo creo.-Mintió, pues el cabello de aquel chico, inevitablemente le hacía recordar a su hermano, sin mencionar sus pecas y dientes de conejo que el chico también poseía.-Cre ... Creo que equivocas.

-Si ... creo que si.-Dijo el chico.-Lamento si te puse incómoda, no fue mi intención.

-Ah ... no ... este... no, descuida.-Respondió.-A ... veces eso suele suceder... tu ... eh...

-Esta bien.-Agradeció el chico.-Soy Logan. Logan White. Y gracias.

-ok.-dijo ella.-yo soy Lana ... Lana Harman, es un placer.

Mientras tanto, Lola se encontraba terminando su jugo, luego de tirar la caja a la basura, comenzó a caminar, esperando encontrar a su hermana, ya que no le gustaba estar sola, y menos en lugar que no fuera su casa y con muchas personas, le ponían nerviosa.

Podría intentar llamarla, pero no quería llamar la atención, además de que no quería sonar descortés, menos, según su punto de vista, como su antigua yo, del mismo modo que todas, había cambiado, ahora era una muchacha diferente. Había tomado la iniciativa de ser alguien mejor.

Se dirigió a los pasillos de la escuela mientras circulaba junto a los demás durante la duración del recreo, vio varios anuncios colgados y o pegados en la pared, de todo tipo, desde talleres para los alumnos después de la escuela, hasta noticias del periódico local.

Y uno de estos fue el que la ex modelo posó sus ojos, adquiriendo una expresión de temor puro mientras sus ojos se abrían a la par. Ese mismo anuncio de hace 4 años aún seguía allí, y algunos alumnos estaban viéndolo y charlando entre si.

Lola quizo marcharse de ahí lo más pronto posible, sin embargo, acabó chocando con alguien, y la joven cayó al suelo sentada.

-¡Ah! ¡Cuidado, niña!-Dijo un chico que estaba charlando con alguien.

-¡Lo ... lo siento!-se apresuró a decir Lola, poniéndose de pie inmediatamente.-No ... no fue mi intención, yo ...

No pudo terminar su disculpa cuando vio a su hermana gemela al lado de aquel chico.

-Lana.

-Lola ¿que estás haciendo aquí?

-Vine a buscarte.-Respondió, algo apenada.-Me sentía algo sola y... pensé que podrías necesitar algo.

-Te lo agradezco, Lola, pero no tienes de que preocuparte, estoy bien.-Respondió Lana.-Además, yo también choqué con el.

-Ay, yo ... lo siento.-Volvió a disculparse, Lola con el chico.-no fue mi intención, no me fijé.

-Ok, tranquila.-Dijo el chico, sin molestarse en absoluto.-Solo mira al frente la próxima vez, ¿de acuerdo?

-Gracias, yo ...

Lola entonces también miró con detenimiento al chico, quedando igual que Lana cuando vio a Logan, inevitablemente, tenía un parecido demasiado grande con Lincoln.

Lola también llegó a sentirse nostálgica, a la vez que entristeció un poco al recordar a su hermano tras ver el parecido del chico con el; nunca se olvidó de los buenos momentos que tuvo con el, así como en aquellos momentos en que la defendió cuando las cosas se pusieron difíciles para la familia.


(Hace 4 años)

Lola había recibido una cubeta en la cabeza por parte de sus ex compañeros, quienes se reían a carcajadas alrededor suyo. Le habían arrojado basura encima con huevos dentro de la cubeta.

-Déjenme en paz, por favor!-Exclamó entre lágrimas. Pero lo único que recibió fue un empuje que la volvió a mandar al suelo.

-Ya cállate, tonta.-Dijo uno de los chicos, unos 2 años mayor que ella.-¿Crees que puedes seguir amenazándonos? pues te equivocas. Ya nadie te tiene miedo aquí.

-Y ta estamos hartos de ti.-Dijo una chica.-Además de lo que ustedes le hicieron a su hermano es otra razón más para que estemos más que hartos de ti y de tus hermanas.

-No ... yo no quería ... UGH!

No pudo terminar cuando recibió un golpe en el estómago, le salieron incluso lágrimas producto del golpe, para terminar de rodillas en el suelo.

-¿Quien se inclina ahora?-Dijo el que la golpeó.-Estúpida.

-¡Oigan, dejen en paz a mi hermana!

Eso vino de nada menos que de Lincoln, llegó rápidamente a ayudar a su hermana frente a los que la estaban acosando.

Le quitó la cubeta de la cabeza, para ver un rostro sucio y lloroso, Lincoln hizo entonces que lo mirara.

-Li ... Lincoln.-Dijo en voz baja para luego arrojarse a sus brazos.

-¿Pero que crees que estás haciendo Loud?-Se atrevió a decir uno de los que molestaron a Lola.-¿Vas a seguir defendiéndola aún después de lo que te hicieron?

-Si, ¿no las habías denunciado ya?

Entonces Lincoln adquirió una expresión de frustración hacia los responsables de la miseria de la pequeña princesa que fue humillada por ellos, sin romper su abrazo con ella, haciendo que hundiera su rostro en su pecho.

-En primer lugar, yo NO denuncié a mi familia.-Exclamó, claramente molesto.-Segundo, Eso fue hace ya casi 6 meses, eso sin mencionar que ya se disculparon conmigo, y hasta hicimos varias cosas juntas con el fin de compensar sus errores conmigo, Tercero, mis hermanas han hecho hasta el cansancio cosas por mi, aún si eso les costaba parte de su tiempo, y aún insistieron en hacerlo a pesar de que les dije VARIAS VECES que ya no era necesario, ya arreglaron su error conmigo hace mucho, y yo se lo agradezco! Y más importante, ¡Son mi familia, y como tal, no somos perfectos! ¡¿Acaso creen que somos Kirito y su Harem de SAO?! ¡Yo jamás pedí que hablaran ustedes por mi! ¡¿quien se creen ustedes para juzgar a mi familia?! ¿Acaso son la Ley? ¿o estamos en la época de las cacerías de brujas acaso? ... ¡¿y Como osan golpear a mi hermana?! ¡Tiene 6 años!

Todos enmudecieron ante los argumentos del peliblanco, quien parecía que no iba a parar allí, estaba hasta el cansancio con que se metieran con su familia por incidentes que ya resolvieron en conjunto, como familia, hace ya varios meses atrás.

-Les he dicho hasta el cansancio, Déjenos en paz de una buena vez!-Exclamó.-Ustedes no son nadie con derecho a juzgarlas, ustedes no son la ley, ni tampoco para juzgarme a mi ¿quien se creen que son? ¿¡Eh!?

Después de eso, Lincoln se fue con Lola, llegando a un banco del parque, la rubia aún estaba sollozando por lo que le hicieron, entonces Lincoln puso su mano en su espalda, acariciándola para intentar calmarla.

-Lola, ¿estás bien?-Preguntó Preocupado.

La princesa se limpió las lágrimas con el dorso de su mano, revelando su maquillaje que estaba usando hecho un desastre, además de por la humillación que le hicieron, también se escurrió por su llanto.

-Lo siento.-Respondió.-Lo siento mucho.

-¿por que dices eso?

-Ellos tienen razón.-Dijo Lola.-Fui tan mala contigo, con las demás, con mamá y papá, pero más que nada contigo y ... y mira como acabé.

-Lola, tranquila.-Dijo abrazando a su hermana.-Ya pasó, no dejaré que te hagan daño, lo prometo.

-¿Lincoln?

El albino entonces se arrodilló frente a su hermana sentada en una banca, y la miró a los ojos.

-Tienes mi palabra, hermanita.-Le respondió.-Siento mucho que te haya pasado esto ... si hubiera llegado antes.

-Esta bien.-Dijo entristecida.-Ya ... ya no importa, ya pasó.

Lincoln asintió ante la respuesta de su hermana menor.

-Si, tienes razón.-Dijo poniéndose de pie y extendiéndole su mano.-Ven, vamos a casa, un baño te ayudará a relajarte un poco, además de limpiarte.

-Si.-Dijo un poco mejor.-Ya voy.

Lincoln fue con su hermanita a recuperar sus cosas de la escuela y llamando a sus padres para que la retiren temprano, una vez devuelta en casa, Lola fue a darse un baño, y Lincoln llevó su ropa sucia a la lavadora y preparó su ropa limpia para su hermana, además de que se encargó de peinarla y darle un beso en la frente para calmarla, no quería verla sufrir así, además de que esa no fue la primera vez que sus compañeros le hacían algo tan cruel. Así que decidió hacerle una fiesta de té en su habitación, preparó la mesa y los peluches en cada sillita, se aseguraría de recibir a su hermana con los debidos "honores"

(Fin del flashback)


Nunca olvidó cuando Lincoln le organizó una fiesta de te en su habitación para jugar con ella e intentar animarla, la había recibido como si fuera una princesa, la llamó alteza, incluso se había vestido para la ocasión.

Un par de tenues lágrimas salieron de sus ojos, era un recuerdo tan nostálgico como bello para ella, uno de los mas hermosos momento en aquel momento de debilidad.

-uh ... ¿Estas bien?-Preguntó Logan, quien había notado la expresión perdida de Lola cuando le vinieron a la mente recuerdos.

-Lola, te quedaste con la mirada perdida hacia la nada, ¿que fue eso?-Preguntó, reflejando incomodidad ante la acción de su hermana.

-Perdón ... yo ... yo no quise incomodarte, Lana.-Se disculpó Lola, avergonzada.

-(Suspiro) olvídalo, ya no importa.

Mientras tanto, en otro lado de la escuela, se veían a varios chicos jugando futbol en la cancha que estaba en el gran patio del establecimiento, varios chicos jugaban sin preocupaciones, y algunos demás disfrutaban de hacer otras cosas o tomar uno de sus jugos o almuerzos.

Sin embargo, entre ellos, más precisamente en una de las bancas más alejadas, sola, estaba Lynn, comiendo su sandwich, mientras veía a los demás jugando, charlando y descansando frente a ella. Se les veía felices, no así ella, su expresión se mostraba neutral, pero el fondo, estaba triste.

¿Como pudo pasar todo esto? ¿por que? ¿por que Clyde hizo algo tan frío como arruinar su reputación? Pero una parte suya le decía que tal vez era lo que merecía, pero otra le recordaba como Lincoln las defendía y como ellas hicieron muchas cosas con el para compensar sus errores, ¿fue justo que fueran brutalmente golpeadas por lo que hicieron? ¿fue justo que abusaran de ellas como castigo por cosas como el protocolo o la mala suerte, al punto de que pasaran 4 años en un centro psiquiátrico?

Lynn se llevó las manos a la cabeza, no sabía que pensar, eran diversas emociones encontradas, no sabía con que concluir, y estaba deprimida, su autoestima no podía estar más baja en ese momento.

-Oye, ¿que haces en nuestra banca?-Dijo una chica que venía acompañada por sus amigas, acercándose de forma autoritaria hacia la ex deportista.

O tal vez si...


Capítulo reescrito, Espero que les haya gustado, prometo que el siguiente será más interesante, pues el primer día todavía no ha terminado. Si les gustó no olviden dejar su voto y o comentario y darme su opinión respecto al capítulo.

¡Nos vemos!