CAPÍTULO 16 (Arco II): Problemas (Parte 2)
Lynn se encontraba sentada en una parte frente a la cancha, alejada del resto de los chicos mientras estos estaban en sus asuntos, charlando, jugando o divirtiéndose.
Hace un rato atrás, ella se había terminado un jugo en caja que trajo consigo, a parte de que un grupo de chicos posiblemente de su clase le habían ofrecido que jugara con ellos futbol, pues aún estaban buscando a un par de chicos más para conformar sus equipos.
Ella se negó, y a pesar de insistirle un poco, ella siguió declinando su oferta, pues hacía tiempo que no había practicado algún deporte, eso sin mencionar que no tenía los ánimos para hacerlo.
Permaneció sentada en aquella banca un rato, pensando, dando un pesado suspiro de desánimo.
-Ojalá nunca hubiera decidido ir a jugar.-Pensó a sus adentros.-Ojalá nunca hubiera pedido a Lincoln practicar conmigo para no lastimarlo, ojalá nunca hubiera sido tan impulsiva, ojalá ... jamás hubiera hecho deportes ... Tal vez, solo hubiera estado yo ahí ... y no estarían pasando por esto...
Suspiró pesadamente, y volvió a bajar la cabeza, abrazando su cuerpo, sus ánimos hasta entonces habían estado decaídos desde que estuvieron en el centro psiquiátrico en los primeros días, cuando habían salido de ahí para vivir junto a Elías, Lynn no había hecho ningún ejercició físico, junto a los 4 años en el hospital psiquiátrico, trajo como consecuencia una buena pérdida de fuerza en la ex deportista.
En otras palabras, perdió musculatura por su falta de ejercicio.
Estando cabizbaja no pudo ver a 3 chicas dirigirse a ella, eran un par de años mayores, una era rubia, la que parecía ser la líder, pelioscura, y la última era castaña con las puntas rubias, estilo californiano. Sus ropas les hacían notar que eran de las populares y de familias adineradas, y no parecían tener muy buenas intenciones al dirigirse a Lynn.
-Oye tu.-Dijo la pelioscura.-¿Que estas haciendo en nuestra banca?
-... ¿Que?-Dijo Lynn al levantar la mirada.
-Lo que oíste.-Dijo esta vez la rubia.-Este es nuestro lugar. Y tu no puedes sentarte en donde ya es nuestro lugar.
-Pero ... yo ... ya me senté.-Dijo Lynn.
Sin embargo, la respuesta que recibió fue un empuje de parte de la pelioscura que la hizo caer trasero abajo en el suelo.
-¿Eres lenta o que? no te quedes ahí como si nada, ya lárgate de nuestro lugar.
A Lynn le temblaron las manos por un instante, apretó un poco los puños, sin embargo, prontamente los dejó tranquilos, y levantó la mirada frente a las chicas que la empujaron.
-Ya lárgate, perdedora.-Dijo la pelioscura.-¿O tenemos que sacarte nosotras?
Lynn tenía los labios temblorosos, y sus puños también temblorosas, volvían lentamente a cerrarse, hasta que miró determinada a aquellas chicas.
-Yo ... ¡yo ya estaba aquí primero!-Respondió.-No tienen derecho a sacarme así, apostaría que a que le hacen lo mismo a cualquier otro de aquí.
Los demás alumnos no pudieron evitar prestar atención ante lo que estaba ocurriendo.
-Miren, la nueva le está plantando cara a Agatha.
-Esto debo verlo.
-Esa chica si que tiene agallas.
-Si, pero ya sabes de lo que Agatha es capaz, recuerda que su padre es el alcalde.
-Rayos, me siento mal por ella.
-Yo igual, seguramente Agatha hará que no quede bien parada por esto.
-Ni lo menciones...
Regresando con ellas, Lynn vio como la mencionada y sus amigas se aproximaron amenazantes hacia la ex deportista, la cual, tuvo algo de temor, si antes le quedaba algo de su valor antiguo, posiblemente ahora lo había perdido, pues pensó quizás que no fue una buena idea.
-Mejor no te atrevas a levantarme un dedo si sabes lo que te conviene, niña-Preguntó Agatha, estrujando su dedo en el pecho de Lynn, intentando amenazarla.-Lárgate ya, y no vuelvas a plantarme cara, ¿entendido?
Pero Lynn le quitó su dedo de encima con un manotazo.
-Déjame en paz.-Respondió.-¿Quien te crees para amenazar así?
-La hija del alcalde, estúpida.-Respondió con un empujón.-Y esta es la última vez que te lo digo: Lárgate, o te dejaremos morada.
-¡Hey!
Entonces todos vieron a la maestra Grewton acercarse, estaba con las manos cruzadas por detrás, en una posición que reflejaba autoridad.
-¿Se puede saber que sucede aquí, Señoritas?-Preguntó la maestra.
Lynn se puso nerviosa y bajó un poco la mirada, mientras que Agatha se cruzó de brazos y desvió la suya.
-Lo siento, maestra.-Se disculpó Lynn.
-Señorita Wimbelton.-Dijo Grewton, cruzada de brazos.-¿Que le ha dicho el director respecto a comportarse de mala manera hacia otros, y además hacía una nueva estudiante.
-Usted no tiene autoridad sobre mi.-Reclamó.-Sabe que mi papá es el alcalde y...
-Suficiente.-Respondió con autoridad.- es la séptima vez que te comporta así, tu y tus amigas irán a la oficina del director inmediatamente.-Entonces miró a Lynn más calmada.-Lo mismo irá para usted, señorita Loud.
-¿Qu...?-Casi dijo, sin comprenderlo, sin embargo, hizo caso, y algo entristecida fue a la oficina del director junto a la maestra, Agatha y las amigas de esta última.
Mientras tanto, las gemelas estaban aún en el pasillo de la escuela tras toparse con aquel chico de pelo blanco, Logan, ambas siguieron entonces su paso, y Lana aprovechó de hablar con su hermana.
-No quiero volver a pasar por allí.-Respondió.-Y espero que tu tampoco.
-¿Que?-preguntó Lola, sin comprender lo que su gemela le acaba de pedir.-Pero... ¿por que?
-Solo no lo hagas ¿ok?-Respondió cortante.-Vi algo que no me gustó.
-¿El... chico?
-No.-Respondió.-Es ... ah, otra cosa... no quiero hablar de eso, ¿si? por favor.
Lola decidió hacerle caso a su hermana, quizás en el siguiente recreo ella misma iría a ver que era lo que a su gemela le molestaba o afectaba para no querer pasar por ahí, pues se le vio bastante clara con sus palabras con el tono en el que pudo oírla.
-Seguramente vio algo muy feo para que se ponga así.-Pensó Lola.-No me gusta como está empezando a comportarse Lana ... me asusta... ojalá eso no la meta en problemas, espero que no.
-Lola.-Dijo Lana, señalando a una parte.-¿esa no es Lynn?
Mientras tanto, en otra sala del recreo, estaban Leni, Luna y Luan, sentadas en una banca mientras los demás chicos estaban en sus asuntos. Las 2 últimas estaban tomadas de la mano, Luan parecía la mas temerosa de las 2, mientras que Leni tenía los labios temblorosos, se avrochó más su sudadera y se encogió de hombros, tristeza y vergüenza era lo que se mostraba en los ojos de las 3.
Por un lado, Luna y Luan deseaban volver a casa y permanecer en sus cuartos, mientras que Leni deseaba poder ver a Lori y quedarse con ella hasta que las clases terminaran, sin embargo, no quería dejar a sus hermanas solas, por mucho miedo que tuviera, temía más por sus hermanas.
Uno podría preguntarse ¿miedo a que? ¿que es lo quw les estaba causando tanto pavor allí? No era que se toparan con alguien que se acercara a hablarles, no era que los profesores o inspectores les llamaran la atención por algún problema que ellas no serían capaces de causar, menos en esos momentos. La verdadera razón del miedo que sentían, fue por algo que vieron al salir al recreo.
Unos minutos atrás, cuando la campana sonó para salir, las 3 chicas junto al resto de sus compañeros de salón salieron al recreo.
Era una escuela mucho más grande que sus viejas escuelas a las que habían asistido, eses recuerdos prefirieron rápidamente olvidarlos, pues cada vez que lo hacían con cualquier recuerdo que en su mayoría no fuera de los con sus padres y hermanos, o de su niñéz, automáticamente les hacía recordar sus errores, sus incidentes, el reformatorio, y el centro psiquiátrico; esperaban poder intentar retomar una vida normal, más tranquila, y menos caótica como antes.
Sin embargo, a veces, de el pasado no se puede huír, y menos cuando viejos fantasmas de aquel aparecían para golpearte de nuevo; pues cuando pasaron por el pasillo, ellas también se toparon con aquel periódico en la pared de hace 4 años.
La primera en verlo fue Luan, quien al posar sus ojos y luego de haberlo leído, se quedó petrificada y sintió una vibra recorrer su espina dorsal.
-¿Luan?-Preguntó Luna.-¿Que sucede, hermana?
Luan no respondió, parecía que no la había escuchado, fue que la ex guitarrista vio a donde los ojos de su hermana apuntaban, y ella también fue invadida por un profundo pavor, ak mismo tiempo que viejas heridas se abrían para ellas.
Podían sentir como el arrepentimiento y la vergüenza inundaba sus seres, en sus mentes, inmediatamente se proyectó la imagen de su hermano Lincoln.
Primero llegó un flasback a Luan, cuando Lincoln tenía cuatro años, y Luan siete, ella estaba en el sofá viendo una película a las 11.30 de la noche, mientras que desde el segundo piso, el pequeño albino llamaba a sus padres.
-Mamá! Papá! Lori, Leni, Luna.-llamaba el pequeño tocando las puertas mientras traía consigo a su juguete favorito: Bun Bun.
-¿Lincoln?-Murmuro Luan, quien había oído los llamados de su hermano menor.
Ella subió las escaleras, y cuando llegó a la mitad, pudo escuchar unos sollozos desde la planta superior, así que apresuró el paso; una vez que llegó arriba, encontró a un pequeño Lincoln, abrazando su peluché.
-Lincoln.
El pequeño al oír su nombre, volteo a ver a su hermana, quien pudo ver sus ojos algo cristalizados, ya suponía ella por qué oyó unos sollozos mientras subía. La mirada de Lincoln se iluminó al verla.
-Luan! Luan!
Lincoln corrió a los brazos de su hermana, quien le correspondió el abrazó.
-Lincoln.-Dijo ella.-¿Que haces fuera de la cama a esta hora?
-Luan.-Respondió el.-Tuve una pesadilla... y mamá y papa no aparecen ¿donde están?
La castaña recordó que solo ella, Lynn y Lincoln estaban en casa, ya que sus padre y hermanas fueron a ver a su madre al hospital tras el nacimiento de Lucy, su madre tuvo que permanecer allí luego de eso. Las 3 hermanas mayores habían insistido a Lynn padre para ir con el a ver a su madre, así que tuvo que programar su ida de nuevo, esta vez cuando fueran pasadas las 10 de la noche, ya que a esa hora
-Tuvieron que salir y momento.-Respondió.-¿Recuerdas que mamá está en el hospital, verdad?
-Si.-Dijo el pequeño Lincoln.-¿Pero por qué no vuelven todavía?
-Bueno.-Dijo acariciando su cabello sin separarse del abrazo que su hermano le daba.-¿Te parece si bajamos al sofá? estoy viendo Un gran Dinosaurio.
-¡Si, vamos!
Luan sonrió y Lincoln le correspondió, ambos bajaron a la sala principal donde Luan estaba viendo una película, la cual había pausado mientras fue al segundo piso. Tenía un cobertor consigo cuando empezó a verla, cuando ambos se sentaron en el sofá, se cubrieron con el y siguieron viendo la película.
-Ja ja ja.-Rió Lincoln.-Lo mordió para llamar la atención.
-Je je je, si, diría que fue un plan "¡Spotástico!"
Lincoln volvió a reír con el chiste que Luan había contado.
-Si.-Dijo el pequeño, lleno de alegría.-"Luantástico!"
-Ja ja ja ja.-Rió Luan.-Espera, espera, tengo otra, Fue "Weskertástico"
-¿De done se te ocurrió esa?
-Lo hice mientras vi una reseña de Resident evil.
-¿Que es Resident Evil?-Preguntó, lo que hizo a la castaña darse cuenta que no fue una buena idea hablarle de aquel juego aún a esa edad, pues no quería que tuviera las mismas pesadillas que ella tuvo cuando tuvo el infortunio de ver aquel juego.
-Ehh... Quizás te lo cuente cuando seas más grande ¿te parece?.-Dijo algo nerviosa, pero se calmó al ver a su hermano asentir inocentemente.-bueno, ¿que tal estás ahora?
-Mucho mejor.-Respondió.-Gracias por animarme, Luan, eres muy divertida.
-Je je je, ¿crees que si?
-¡Si!-Dijo alegremente, haciendo que la chica también soltara una sonrisa pequeña que cubrió con su mano.-Me haces reír, eres muy divertida, te quiero.
-Yo también te quiero, Linky.-Dijo Luan.
-Me haces reír mucho Luan.-Respondió.-Me gusta eso, eres muy graciosa. Nunca cambies...
Esa palabra, graciosa, gracias a eso, Luan supo entonces que su camino era el de la comedia, ya que no era la primera vez que alegraba a alguien, ya había podido hacer chistes y cosas divertidas antes que eso, pero gracias a Lincoln, Luan descubrió su don, de lo que podía hacer, y del bien que hacía el hacer felices a los corazones de las personas.
Se cubrió la boca con su mano cerrada mientras trataba resistirse a derramar lágrimas, intentando dejar atrás todo, pero siempre había cosas que no se pueden olvidar, entre ellas, su hermano, su inspiración, su razón de ser.
Para Luan, no pasaba un solo día en que no lo extrañara, no pasaba una noche en que soñara con verlo de nuevo, no pasaba a la cama sin antes recordar a su hermano y a ella cuando eran pequeños, riendo, jugando, siendo felices sin ninguna preocupación. Lo que Luan sentía era vergüenza, pena, dolor y más que nada, el sentimiento de extrañar a su hermanito, más aún con aquel flashback que la asedió en ese momento.
Luna por otro lado, se llenó de terror al ver aquel anuncio, dando un par de pasos atrás, sin darle crédito a lo que leyó.
-No... -Dijo ella, sin poder decir algo más.
Pronto, el sentimiento de temor se convirtió en uno de vergüenza y tristeza, ella también creyó que podría dejar todo lo que les hizo sufrir atrás, sin embargo, parecía que no sería del todo así, igual que con su hermana, la mente de Luna comenzó a generar distintos flashbacks de recuerdos tanto nostálgicos, como dolorosos. El primer concierto con su hermano, el cual logró hacérselo inolvidable, tanto para Lincoln como para Clyde, fue uno de los mejores momentos que tuvo con el.
Simplemente no podía entenderlo, ¿como pudo actuar tan mal después de eso? ¿acaso las veces que estuvo con el y en que se apoyaron mutuamente no significó nada? era lo que la ex-guitarrista se cuestionaba, Luna se deprimió mucho, avergonzándose de si misma, y pasándose el dorso de la mano por el rostro para limpiar sus lágrimas que estaban emergiendo.
Esto llamó la atención de Luan, quien reaccionó y puso sus manos sobre los hombros de su hermana, pero no le dijo nada.
Luna pudo relajarse un poco, pues Luan le mostró que no era la única que se sentía así. Sin embargo, eso no duraría mucho, pues vieron a Leni allí también, mirando ese anuncio sin hacer nada más, ni siquiera su expresión parecía inmutarse, sin embargo, sus ojos parecían decir otra cosa.
-Sigo sin poder creer que algo así fuera posible.-Dijo alguien que también miraba el periódico en la pared.
-Yo por mi parte, creo que se lo merecían.-Dijo otra persona.-Pero ... creo que si se pasaron un poco con lo que les hicieron.
-Yo no se que pensar.-Mencionó un tercero de brazos cruzados.-hay veces en que llego a sentirme mal por ellas.
-Yo igual.
-¿Que creen que habrá sido de ellas?
-Esa es una noticia de hace 4 años.-Respondió otro.-Pero yo también tengo curiosidad, digo, luego del motín ese, las Loud fueron llevadas al hospital, pero luego no se supo más de ellas.
Y el debate entre los presentes siguió, con sus teorías y opiniones, pero lo que no sabían, era que 3 de aquellas chicas que sufrieron en aquel lugar, estaban ahí presentes. Fue entonces que Leni se aproximó a sus 2 hermanas, poniendo sus manos en sus hombros.
-Vayámonos, chicas.-Dijo ella.-no sigamos aquí.
Regresando al presente, las 3 estaban aún sentadas en aquella banca, Luna y Luan estaban pensando, tomadas de la mano, intentando olvidar ese "incidente" que tuvieron en el pasillo.
Sin embargo Leni no estaba mejor, y eso pudieron notarlo cuando ambas al ver sus labios temblorosos y cabizbaja.
-Leni.-Dijo Luan.-¿Sucede algo?
-Estoy bien.-Dijo desviando la mirada.-No es nada.
-Mientes... -Respondió, haciendo que ella le devolviera la mirada, algo que le puso un poco nerviosa.-Leni, se lo que te pasa, yo... también me siento así.
-¿Como pretendes saber como me siento?-Respondió cortante.
Luna entonces suspiró y ella tomó la palabra.
-Ese anuncio.-Dijo.-Aunque fuera de hace 4 años atrás ... se vio que aún... (suspiro)
-Ni lo menciones, Luna.-Dijo Luan.-Pero al menos quiero pensar que ... aún tenemos alguna oportunidad.
-¿Lo leíste acaso?-Preguntó Leni con molestia.-¿O acaso no viste a las personas que estaban hablando de eso? esta claro que aún no lo han olvidado.
La rubia se cubrió el rostro con sus manos, deseaba poder llorar en ese momento, pero no quería llamar la atención, por lo que se contuvo, como resultado, su expresión se hizo una de frustración, impotencia y de vergüenza, esta última de si misma.
-Lo sabemos, Leni.-Respondió Luan.-No te preocupes, todo va a estar bien.
-Eso espero...
Las chicas lograron calmar a su hermana, o al menos, alentarla, deseaban que esa noticia en el panel de anuncios escolar fuera solo una más del montó a esas alturas, además de que ya habían pasado 4 años desde aquello, era bastante tiempo para olvidar.
-Chicas.-Dijo Lola, que vino acompañada de Lana.-Menos mal que las encontramos.
-Lola, Lana, ¿que sucede?-Preguntó Luan al verlas con prisa.
-Es Lynn...
Con ustedes otro capítulo de Rechazadas, la verdad quiero disculparme por la demora, en serio, me ausenté más de lo que deseaba por varias razones, estuve ocupado en otros asuntos personales, además de un bloqueo creativo que me llegó, pero creo que ya me estoy saliendo un poco de el.
Bueno, como vieron (y también en el anterior) a Lynn no le pasa un día y ya se metió en problemas, pobre de ella, solo faltaría ver como reaccionarán el resto de sus hermanas, y que pasará después de eso.
Ojalá les haya gustado, si es así, no olviden dejar su voto y o comentario, prometo no tardar tanto la próxima, porque realmente no quiero volver a repetir algo así, (a menos que me ocurra otro bloqueo, que espero que no me ocurra)
Nos vemos!
