CAPÍTULO 21 (Arco II): Aniversario y Bienvenida
Era como si una sombra se cerniese sobre ellas, una sombra que durante el pasado las torturó y apaleó, y que ahora regresaba como de entre los muertos si se puede decir, para volver a perseguirlas cual Nidhogg tras el Ragnarok vikingo, sin ir muy lejos.
Ese anuncio que ya vieron las gemelas, que ya vieron Leni, Luna y Luan, ahora siendo Lori la que lo tenía de frente, quien deseó poder irse de allí lo más pronto posible, más aún con gente que estaba viendo y leyendo aquel periódico de hace 4 años puesto en el tablero de anuncios de la escuela.
Sin embargo, al darse la vuelta, hacía al lado donde estaban algunas de las chicas vestidas para el gimnasio frente a una puerta donde estaban las bañeras, fue cuando vio salir a sus 3 hermanas menores por aquella puerta, estaban vestidas igual que las demás, o bueno, casi, ya que a diferencia de la mayoría, ellas habían usado ropa deportiva de manga larga, al menos en el caso de Leni y Luan, mientras que Luna aún conservaba su sudadera.
-¿uh? ¿Lori?-preguntó Leni al ver a su hermana frente a ellas.
-Chicas...
La mayor se acercó tranquilamente hacia sus hermanas, quienes la recibieron con un cálido abrazo, Lori les correspondió, brindándoles calma y seguridad.
-Nos alegra mucho verte, hermana.-Dijo Leni.-¿Que haces aquí?
-Yo, solo caminaba por el pasillo.-Contestó tímidamente.-A nosotros nos permiten estar un poco más en recreo mientras los demás de menores grados asisten a sus clases. Yo estaba caminando por... bueno, pensando.
-oh.-Respondió.-Esta bien, Lori.
Las 4 quedaron en silencio un momento, aliviadas de estar juntas, en especial las 3 menores, pues tras darse una ducha, tenían las cicatrices de sus rostros bastante visibles, y también la de los brazos en el caso de Leni y Luan, se sentían afortunadas de que las demás compañeras suyas estuvieran en otros asuntos como para notarles aquello.
-Oigan, chicas...-Dijo una compañera.-¿Que hacen? ¿Están bien?
La chica en cuestión estaba atrás de Leni, Luna y Luan, por ende, frente a Lori, pero esta no la vio acercarse, por lo que también fue tomada de imprevisto al igual que sus hermanas, las cuales se dieron la vuela para ver a la chica que las llamó.
Grave error.
Pues como se habían lavado, el maquillaje que Lisa diseñó se había disuelto, dejando que las cicatrices de sus rostros en las 3 fueran claramente visibles. Y de la boca de aquella, salieron las palabras que todas ellas más temían.
-¿Que les pasó en la cara?-Preguntó la chica siendo tomada por sorpresa al ver los rostros de las 3 chicas.
Lori se quedó helada, hubiera deseado haber sido más rápida y no hacer que sus hermanitas voltearan no voltearan. Además de que, cuando la chica terminó de preguntar, Leni y Luan se cubrieron la cara con sus brazos y manos respectivamente que también tenían cicatrices visibles, mientras que Luna se cubrió el rostro con su capucha y las 3 salieron corriendo de allí.
-¡Chicas!-Exclamó Lori y fue corriendo tras ellas.
La mayor fue tras ellas, pues había tardado un poco en reaccionar cuando sus hermanas menores salieron huyendo del lugar, cuando llegaron al final del pasillo, directo al patio que rodeaba la escuela, Leni se separó de sus hermanas menores, corriendo hacia un lado, mientras Luna y Luan yendo en dirección opuesta a la de la segunda mayor.
-¡Chicas, por favor, esperen!
Pero no logró hacer que la escucharan, se habían alejado mucho. Lori también se había puesto nerviosa cuando les soltaron aquella pregunta, pero más preocupada estaba ahora por sus hermanas menores.
Por muy deprimida que hubiera estado, y que aún podía estar, no era lo suficiente como para no haber visto a su hermana menor siendo en aquellos momentos difíciles el consuelo de varias de sus hermanas, aún recordaba como Leni había sido fuerte para darles apoyo y consuelo, había intentado ser fuerte cuando todas se habían quebrado al no poder soportar el dolor que sufrieron tanto en el reformatorio.
Su hermana menor se había convertido entonces en un gran soporte para todas ellas, como si su gran corazón e inocencia se hubieran tardado más en romperse que los ánimos de todas, pero sabía que, como cualquier persona, esa fuerza que tuvo la segunda hermana mayor de todas ellas, y su primera hermana menor, pero se comportaba como toda una hermana mayor. Recordó aquellas veces como Lincoln también hacía de hermano mayor, las veces que ayudó a Lucy con sus poemas, las veces que la defendió de los bullys, aquella vez en la que hubo un apagó y abrazó a las gemelas cuando estas temían que hubiese un fantasma en el sótano, o cuando ayudó a Lisa a despejar su habitación de los desastres que a veces salían sus experimentos, y un largo etcétera. Leni había aprendido de su hermano menor, aprendió a como ser una hermana mayor cuando la necesitaron, sin Lincoln, sin sus padres, Leni se había convertido en todo un soporte emocional y familiar para todas ellas.
Lori entonces supo que era hora de hacer lo mismo, seguir el ejemplo de su hermana menor, porque con solo ver a Luna y Luan, supo lo mal que podrían estar las 2, Luna pro un lado, podría haberse mostrado casi tan fuerte como Leni todo este tiempo, pero seguramente ya estaría asustada de lo que pudiera pasarles, y Luan claramente estaba con mucho miedo, no querían volver a ser marginadas sociales, ya que aún recordaban aquellos momentos en Royal Woods, el reformatorio, y el centro psiquiátrico.
Fue un infierno viviente para todas ellas, y probablemente cualquiera en su lugar probablemente o ya se habría suicidado, o se hubiese quebrado ya hace mucho.
Sin embargo, Lori pudo ver las caras de Luna y Luan cuando esa pregunta llegó a sus oídos, reflejaban mucho miedo, temor y tristeza, incluso Luna, que al igual que Leni se había mostrado algo fuerte emocionalmente, se había aterrado completamente. Ellas solo querían volver a tener una vida normal, recuperar su felicidad y de paso, ser mejores personas de ahora en adelante.
Pero eso no significaría que la tendrían fácil, menos con aquel mural del pasillo, por ende, aquella pregunta fue como echarle sal a la herida, especialmente para sus hermanas.
Pero como se habían separado en su "huida", y tratando de alcanzarlas para consolarlas, ahora a Lori le vino el dilema, ¿a cuales buscar primero? ¿a Leni? ¿o a Luna y Luan? tomando en cuenta todo lo que la mayor reflexionó, ambas hermanas no debían estar para nada bien, Leni podía haberse mostrado fuerte hasta ese momento pero ¿por cuanto tiempo más? pero Luna y Luan eran menores, y más sensibles de lo que aparentaban, cociendo bien a Leni, ella había madurado mucho, cosa que sorprendía mucho hasta ella.
Por ende, tomó la decisión de a quien seguir primero, se dirigió hacia donde huyeron Luna y Luan, llegando hasta la parte más externa del gran patio del establecimiento, cerca de un bosque que solo estaba separado de la escuela por una reja de metal, lo único que pasaba por debajo de ella era un pequeño arroyo que recorría una parte del patio de la escuela, pero estaba bastante alejado del establecimiento como para que varios alumnos fueran allí.
Aparentemente no había nadie, pero Lori inspeccionó, pues las había visto huir por ese camino, y fue que al asomarse hacia al arroyo sobre una colina, vio a la ex guitarrista y a la ex comediante, sentadas frente al flujo del agua, abrazándose al parecer desde hace rato, y Luan tenía su rostro enterrado en el pecho de Luna mientras esta solo dejaba caer ligeras lágrimas de sus ojos, haciendo que el poco maquillaje que solía usar escurriese por sus mejillas. Sobra decir que Luan estaba llorando en lo brazos de su hermana con solo verla con su rostro oculto en el pecho de Luna.
-Chicas.-Las llamó Lori.
Ambas se sobresaltaron al oír a su hermana mayor que las había logrado encontrar, Lori solo contempló a ambas, y se conmovió aún más cuando Luan se asomó, su rostro estaba pálido, tenía ojeras por sus hinchados ojos de tanto llorar y sus labios temblaban, la ex comediante estaba destruida en varios aspectos, y resultaba doloroso para cualquiera que la viera, en especial si fuese un familiar suyo.
Pero Luna no estaba mejor, además de su maquillaje hecho un desastre, sus ojos también reflejaban ojeras, un rostro agotado y cansado, también con los labios temblorosos igual que su hermana, a la cual no soltaba de sus brazos, brindándole protección y consuelo, pero sobra decir que ella también estaba con temor.
-Hermanas...-Dijo sin saber que más decir.
Luan solo volvió a ocultar su rostro en el pecho de Luna, mientras que esta solo bajó la mirada con tristeza; mientras que Lori se acercó cuidadosamente hacia donde estaban ella, una vez cerca de ellas, se sentó a un lado suyo frente al cruce de la corriente, no pasó mucho tiempo para que, sin poder resistir seguir viéndolas así, sentir el dolor que tenían reprimido en sus corazones, todas y cada una de ellas, rodeó con sus brazos a ambas en un abrazo, brindándoles cariño y seguridad.
Y fue todo, ellas no pudieron más, y terminaron por corresponderle el abrazo a su hermana mayor, incluso Luna se permitió sollozar un poco, mientras que el llanto de Luan aminoró, reduciéndose a solo sollozos tenues, Lori no dejó de abrazarlas ni por un instante, sabía que lo necesitaban, sabía que necesitaban a una de sus 2 hermanas mayores para poder acudir, entendiendo que ahora que tenía la oportunidad para ser una mejor hermana mayor, lo haría, asumiría su responsabilidad como la mayor de todas ellas, porque eran momentos difíciles, y probablemente se pondrían peor, por ende, la necesitarían, y Lori las necesitaría a todas.
-Esta bien, hermanitas.-Dijo con un tono suave y tranquilo, pero que podía reflejar algo de tristeza en ella.-Aquí estoy... déjenlo salir, lo necesitan.
-... Estamos perdidas.-Dijo Luna.
Lori entonces miró a su hermana menor, la cual también la miró con los ojos entrecerrados mientras ligeras lágrimas recorrían sus mejillas.
-Luna...-Dijo Lori.-¿por que dices eso?
-¿Que no te acuerdas?-Preguntó con algo de molestia en su tono.-El mural, lo de... hace 4 años, Royal woods, el... el juicio... todo estaba en ese periódico.
-¿Que va a pasar ahora?-preguntó esta vez Luan, reflejando en su mirada temor y desolación.-Ya todos saben de nuestra historia y lo que hicimos.
La mayor se quedó pensativa un momento ante las palabras de sus hermanas, a ella también le asustaba la idea de que supiesen quienes eran en realidad, y como consecuencia, los golpes, las amenazas, los insultos y las palizas volviesen, pero Lori más temía por sus hermanas que por lo que pudiese pasarle así misma, algo que aprendió cuando estuvo en el reformatorio, defendiendo a sus hermanas menores para que no las golpearan, pero siendo ella de las que más daño recibían cuando lo intentaba, dolían, y eran recuerdos que le atormentaban al igual que todas con solo pensarlo, pero gracias a eso, aprendió a preocuparse por sus hermanas, asumiendo poco a poco su responsabilidad como la mayor de los hermanos.
-Nadie nos ha reconocido aún.-Comentó Lori.-Además, ya pasaron 4 años desde que... bueno. Y por ende, esa noticia debe ser demasiado vieja.
-¿A que te refieres, Lori?-Preguntó Luan, confundida ante lo que dijo.
-El Sr Harman le contó nuestra situación al director y a los maestros.-Respondió.-Y ellos entendieron y nos trataron muy bien cuando llegamos. Quizás... podríamos pedirles que quiten ese anuncio antes de que alguien llegue a sospechar al vernos.
-¿Estas segura?
-Luna.-Dijo Lori.-Creo que en este punto, sería lo mejor que podríamos hacer.
Ambas se miraron entre si, era cierto, dicho periódico era de hace 4 años, por ende, ya era viejo, suficiente como para que no las reconocieran, al menos como parecía. Aún así, les era de algo de consuelo para las tres.
-Si, creo que tienes razón.-Respondió Luna.-Vamos.
-Primero busquemos a Leni, luego veremos que hacer.-Dijo la mayor, ambas entonces asintieron, se pusieron de pie, y todas fueron a buscar a su hermana y luego ir con el director para explicarle todo.
Mientras tanto, Leni se encontraba cerca de la cancha y el gimnasio de la escuela, algunos alumnos circulaban ya a medio día, pero no eran muchos, pues la mayoría aún seguía en clases, mientras que ella ya había dejado de correr, y pasó solo a caminar, hasta una banca donde se sentó a pensar.
Habían pasado por mucho, soportado hasta 3 infiernos en conjunto, varios días de golpizas, noches mal dormidas, y constantes amenazas por medio año, para luego terminar en un centro psiquiátrico por 3 años más. Y cuando todo parecía ir mejorando para ellas y las cosas parecían estar calmadas, aquellos fantasmas del pasado parecían volver a perseguirlas. Leni solo se cubrió el rostro con sus manos.
-Esto no puede estar pasando.-Se lamentó la ex modista.-Esto no puede estar pasando...
-¿Leni?
Entonces la chica vio a su hermana menor, fue una sorpresa para ella que estuviera su hermana menor allí.
-¿Lola?-Preguntó Leni.-¿Que estas haciendo aquí?
-Es hora del almuerzo.-Respondió.-Nosotras terminamos de comer hace poco.
-Oh...
Leni no supo que más decir, pero Lola, tímidamente se sentó a su lado, su hermana mayor no se opuso a ello, además le calmaba un poco estar al lado de alguna de sus hermanas.
-Leni.-Preguntó Lola.-¿Que haces aquí?
-¿Ah? uh... bueno.-Dijo rodando los ojos.-Yo solo pasaba por ahí de casualidad ... pensando un poco.
-¿Pasó algo?-Preguntó un poco confundida Lola.
-No, no, tranquila.-Dijo poniendo su mano en su hombro.
-Pero... te vi algo triste cuando te sentaste aquí-Le confesó la gemela menor algo nerviosa.-No les diré a las demás, lo prometo.
-Hermanita, estoy bien.-Dijo pasándose el dorso de su mano por un ojo, intentando mostrarle una sonrisa que le brindara confianza.-No te preocupes, solo...
-¡NO SOY UNA DÉBIL!
Ambas se sobresaltaron al oír un grito de furia cerca, era Lana, quien estaba teniendo una disputa contra una pelioscura mayor que ella, lo que no era buena señal, pues la gemela de la gorra estaba empezando a mostrar indicios de querer pelear.
-¿Pero que carajos te pasa, mocosa?-Preguntó la chica.-¡Suéltame, debilucha!
-¡NO ME LLAMES ASÍ!-Gritó furiosamente, arrojándose encima.-¡NO ME LLAMES ASÍ!
-¡AH!
Lana se le había arrojado encima y comenzaba a golpearla mientras su oponente intentaba defenderse.
-¡Quítate!-Exclamó.
-¡Oye, deja a Agatha en paz, mocosa!-Dijo una de las amigas de la pelioscura intentando ayudarla.
-¿¡A QUIEN LLAMAS MOCOSA, MALDITA?!
-¡Lana!-Exclamaron Leni y Lola al ver la pelea.
Entonces ambas hermanas separaron a Lana de Agatha, al mismo tiempo que estas hacían lo mismo con la pelioscura, la cual le sobraban las ganas de romperle la cara aunque se tratase de una niña, por ende, Agatha también intentó arrojársele a Lana.
-¡Ven aquí, maldita mocosa, PELEA!
-¡Solo espera! ¡Me las vas a pagar!
-¡No, tu me las vas a pagar, mocosa enclenque!
-¡ENCLENQUE SERÁS TU! ¡NO SOY NINGUNA DÉBIL!
-¡Lana, por favor, detente!-Pidió Leni, que junto a Lola, la mantenían separada de Agatha.
-¡NO LO SOY!
-Suficiente!
Entonces todos voltearon a ver al inspector que había llegado a la escena.
-Ustedes 2 irán a la oficina del director
-¡Pero...!
-Ahora.-Dijo señalando con su mano.
Y ambas, resignadas, fueron rumbo a la oficina del director ante la mirada atónita de sus 2 hermanas, pues jamás la habían visto reaccionar así, en Lola se podía ver además algo de miedo en su rostro, fue entonces que oyeron a alguien llamar a mayor.
-Leni.-Le llamó Lori, que había llegado al lugar en compañía de Luna y Luan.
-¿Chicas?
-Lola.-Dijo la mayor.-¿Que haces aquí?
-¿Donde está Lana?-Preguntó Luan.
Luego de 15 minutos, en la oficina del director, afuera de estaban ambas chicas sentadas, hasta que el inspector las llamó y procedieron a entrar, y tanto Lana como Agatha dieron sus versiones, aunque al final, además de gracias a testimonios de alumnos testigos, se dio a conocer lo que sucedió.
Resulta que Lana estaba caminando por allí, sin alejarse mucho de Lola, cuando accidentalmente chocó con Agatha, quien le dijo que tuviera más cuidado, sin embargo también le dijo debilucha junto a eso, lo que al final desencadenó la reacción violenta de Lana y como consecuencia, se armó la pelea.
-Tienes suerte que no hayas sido tu esta vez la que haya iniciado una pelea, Agatha.-Dijo el Dierctor.-de lo contrario, te habría expulsado por esto.
La pelioscura se puso nerviosa por un momento, pero suspiró aliviada cuando dijo que no la expulsaría, porque si no, le habría valido unas buenas nalgadas de parte de sus padres.
-Sin embargo, ya es la cuarta vez que se mete en una pelea.-Dijo seriamente.-Por ende, voy a tener que dejarla suspendida por 2 días.
-¡¿Que?! ¡No!-Dijo Agatha, exaltada.-¡Mis padres me van a matar!
-Pues debió pensarlo antes de involucrarse en una pelea... de nuevo.-Respondió, para luego dirigirse a Lana.-Y usted, señorita Harman también estará suspendida por un día por haber sido usted la que inició la pelea, además de que hablaré con los maestros suyos para que les den tarea extra.
-¡No es justo!-Protestó Lana.
-Tampoco fue justo que atacaras a otra compañera solo por decir algo que te hizo enojar. Además de que fue mera casualidad.-Respondió el director.-Puedes retirarte, Agatha, además, me gustaría hablar con la señorita Harman a solas si es posible.
La pelioscura asintió y procedió a retirarse. Dejando que el director se quedara solo con Lana.
-Lana.-Comenzó a hablar.-Se que no ha sido fácil para ninguna de ustedes esto, pero no puedes golpearte con otros solo por hacerte enojar.
-Es que... es que yo.-Dijo la de gorra roja.-Aún recuerdo, aún recuerdo cuando... me insultaban así y... yo.
-Esta bien, no digas más.-Le calmó el director.-Lo sé, si no quieres recordarlo, lo entiendo.
-Ok...
-Vale, si quieres llamo a Elías para que te venga a recoger.-Respondió.-No tengo problemas con ello, y tampoco si las demás desean retirarse también, ya que... bueno, seguramente deberán preguntarles a tus hermanas que sucedió, si quieren, puedo dejarlas que se vayan contigo ahora que aún hay muchos en la hora del almuerzo, si ellas también están de acuerdo. Claro.
-Si... muchas gracias, señor director.
-Muy bien, puedes retirarte.
Lana asintió y procedió a retirarse de la oficina del director, sin embargo, al salir, fue recibida por sus demás hermanas, que mostraban cierta preocupación así como indignación ante ella, Leni y Lola fueron las que la habían separado de Agatha tras su pelea, pero no vio a Lori, Luna y Luan llegar, ya que el inspector se las había llevado a ella y Agatha antes de poder verlas.
-Lana.-Dijo Lori.-¿Se puede saber en que estabas pensando?
-¿De... de que hablas?
-Lana, por favor.-Dijo esta vez Leni.-Te metiste en una pelea ¿recuerdas? Yo y Lola lo vimos todo.
-Y... Leni les dijo todo.-Añadió tímidamente, pero en el fondo pensó que no fue buena idea mencionar eso, pues temía que Lana se enfadase con ella.
Pero para su sorpresa, no fue así, pues la gemela de la gorra roja recordó entonces que ambas habían estado presentes y que fueron ellas las que la habían separado de Agatha tras su pelea, pero no alcanzó a ver a Lori, Luna y Luan llegar.
La joven bajó la cabeza con vergüenza ante las preguntas de sus 2 hermanas mayores, ellas querían olvidar aquellos duros recuerdos de hace 4 años, y sabían que como la noticia había llegado a casi todo el país, esperaban no ser reconocidas para evitar problemas y que no les fuera tan difícil volver a tener una vida normal... si es que por normal, era al principio ruidosos y caóticos, bueno, quizás sería momento de tener una vida normal, pero que fuese como el resto de las personas.
Pero meterse en una pelea, es algo que llama bastante la atención, y hasta en casos extremos podía llegar a levantar sospechas de gente que estuviese al tanto.
Por ende, lo que Lana hizo, fue sin duda una estupidez.
-Chicas...-Dijo la joven.-Lo... lo siento, yo... fui una tonta, no se que pasó, así no soy yo.
-Lana.-Respondió Lori.-Estamos intentando que la gente no nos reconozca, y que podamos tener una vida normal de nuevo.
-Lo siento.-Dijo la ex rubia subiendo un poco su tono, con algo de vergüenza.-No quise que alguien llegue a sospechar y...
-Lana, no me refiero a eso generalmente.-Dijo poniéndose a su altura, y poniendo sus manos en sus hombros.-Estuviste en una pelea, y para colmo, fuiste tu la que inicio.
-Hermana, tu jamás serías capaz de hacer algo así.-Dijo esta vez Luna.-¿Por que hiciste eso?
-Lana, ¿sabes la gravedad de la situación en la que estamos ahora?-Añadió Leni, con un tono sereno, pero bastante serio.-¿Que le vamos a decir al Sr Harman?
Nuevamente, la gemela de gorra roja bajó la cabeza, avergonzada, pues lo que sus hermanas le decían era cierto, y no solo había puesto en riesgo su propia imagen, sino también la de las demás.
-Lo siento...-Dijo la joven con tristeza y vergüenza.-No fue mi intención poner en riesgo su credibilidad, chicas.
Lori y Leni entonces se le acercaron, se pusieron a su altura, y la primera puso su mano en su hombro.
-Lana, tienes que decirnos estas cosas.-Respondió la mayor.-No puedes guardártelas. Se... que no es fácil, pero tenemos que seguir, Lincoln lo hubiera querido así.
-Es cierto.-Dijo Leni.-Linky no nos querría ver así, ni tampoco el Sr Harman.
-A propósito de eso.-Comentó Lana.-El director ya dijo que lo llamaría para que me viniera a recoger, y dijo que si quieren, ustedes también pueden volver a casa conmigo.
-¿E... En serio?-Preguntó Lori, sorprendida.
Lana asintió.
-Bueno, fue un día bastante duro.-Dijo.-¿Que dicen ustedes chicas?
Las demás ses sorprendieron tanto como Lori cuando oyeron también a Lana decir aquello, se miraron entre si para ver que decían las otras.
(15 minutos después)
El auto de Elías había llegado para recoger a las chicas, las cuales tenían sus cosas en sus mochilas, no mediaron palabra ni después que entraron, a mitad del camino rumbo a casa, el castaño no se había volteado a ver a las chicas, ni tampoco a Lori que estaba en el asiento del copiloto, sin embargo, hasta ella se veía nerviosa ante el Hombre. Pero entonces, habló.
-Lana.-Dijo.-Después tu y yo vamos a tener una conversación, ¿de acuerdo?
-Se... Señor Harman.-Dijo la chica de la gorra.-Lo siento... y...yo no quería hacerlo, no se...
Entonces el auto se detuvo, y el castaño volteó a verla, su mirada era tranquila, incluso había dejado salir una ligera sonrisa, ni Lana ni sus hermanas entendieron por que de eso ¿no estaba realmente molesto con ella?
-Ya tendremos tiempo para hablar de eso, pequeña.-Respondió.-Ahora vamos, me gustaría presentarles a mis padres.
Esto sorprendió y puso algo nerviosas a las chicas, pues en su perspectiva, como podrían conocerlos sin estar... bueno, en un estado más "presentable".
-¿Ya... ya llegaron?-Preguntó Lori.
-No, aún no.-Respondió.-Tomaron un autobús tras salir del aeropuerto, llegarán en un par de horas más, pero nosotros ya llegamos.
Las chicas entonces vieron que ya habían llegado a casa, en el patio trasero se podía ver una luz de lo que parecía ser una parrillada, como era más tarde, y el sol ya se estaba poniendo, no era difícil distinguirla.
-Ah, debe ser Audley quien encendió la parrilla.-Dijo Elías.-Pueden ir a darse un baño si quieren e ir.
-Si.-Dijo Lori.-Creo que será lo mejor.
-Si.-Añadió Leni.-Fue un... largo día. ¿Que dicen ustedes, chicas?
Todas se miraron entre sí, no podían estar más de acuerdo con sus hermanas mayores.
-Iré por ropa que cambiarme.-Dijo Luna.
-Yo también.-Añadió Luan.
-Nosotras esperaremos a que terminen de bañarse.-Dijo Lana.
-Buscaremos ropa que cambiarnos mientras.
-Muy bien.-Dijo Elías.-Si me necesitan, estaré ayudando a Merly en la cocina, recuerden que, si necesitan algo, no duden en pedírmelo, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.-Respondieron.
Elías entonces procedió a dejarlas organizarse y bajó a ayudar a su hermana en la cocina.
-Ok, chicas.-Dijo Lori.-¿Quien desea ser la primera?
Todas se sorprendieron ante la pregunta de su hermana mayor, pues esperaban que dijera que ella fuese la primera en tomar un baño, usando la excusa de ser la mayor, sin embargo las tomó por sorpresa oírla preguntar quien quisiera ser la primera en hacerlo.
-¿Donde quedó esa pose de ser la mayor, hermana?-Preguntó Luna.
-(Suspiro) me di cuenta de lo mala que fui siendo así.-Respondió la mayor.-Dejé esa forma de ser hace muchos años.
-Vaya... eso no me lo esperé de ti.
-Bueno, a veces no tiene nada de malo cambiar un poco ¿no creen?.-Respondió con una ligera sonrisa.
Y así, las hermanas Loud se fueron organizando por quien sería la primera en ir al baño, siendo Luna la primera, luego Lucy, luego Lisa, Lori, y así, todas se fueron dando un baño para luego ir a ponerse ropa nueva y prepararse para la llegada de los padres Harman, sobra decir que las chicas estaban muy nerviosas para cuando llegasen. No sabían como reaccionar aún para cuando lleguen.
La última en bañarse fue Leni, quien para sorpresa de las demás, eligió ser la última voluntariamente, sus razones fueron que no tendría prisa para terminar a diferencia del resto de sus hermanas, podría tomarse su tiempo para arreglarse.
En la tina, ella se encontraba bajo la manguera de la ducha lanzando agua por encima, quedándose mirando hacia abajo mientras abrazaba sus piernas dentro de la tina, pensando un poco mientras el agua corría por su cuerpo hasta llegar con la demás sobre la bañera, no había hecho nada más durante un rato, pues para ella, había sido un día bastante tenso para ella, ya que con aquel mural, fue suficiente para hacerla temblar, no solo temía por ella, sino también por todas sus hermanas.
Hubiera deseado que solo fuera un sueño o una ilusión, sin embargo, tristemente era algo real, algo que vio estando despierta y plenamente consciente, ella y sus 2 hermanas menores.
se llevó la mano al rostro por un momento y soltó un largo suspiro, seguido de una negación con su cabeza, aún seguía pensando "Esto no puede estar pasando, esto no puede ser cierto" "No es cierto," "no puede ser verdad, por favor"
Terminó de lavarse y cerró la llave de la bañera, se colocó su toalla, y fue a su habitación a cambiarse, se colocó unos jeans azules luego de peinarse, una blusa blanca de manga corta y encima de esta se puso una sudadera de color verde marino, entonces fue a su espejo y se puso maquillaje negro en sus párpados y un poco de perfume para no apestar después.
-Ah, Leni, ya saliste.-Dijo Lori, quien había entrado a la habitación encontrando a su hermana, la mayor en cuestión también vestía una sudadera como Leni, solo que de color cyan, con la capucha puesta, y también usaba maquillaje negro en sus ojos en vez del celeste que antes usaba.
-Lori.
-¿Todo bien, hermana?-Preguntó.-¿Necesitas algo?
-No, descuida, estoy bien.-Respondió Leni.
DING DONG!
El timbre de la puerta principal sonó, y Elías fue quien fue abrir, recibiendo a una pareja de avanzada edad, el primero era un hombre de cabello negro bastante encanecido y su pareja era una señora de pelo castaño también un poco encanecido.
-Mamá, Papá.-Dijo Elías, dándoles un abrazo a ambos, quienes le correspondieron.
-Hijo, cuanto tiempo ha pasado.-Dijo la mujer.-La última vez que te vimos estabas recién entrando a tus estudios de medicinas.
-Si, Hijo, que ha sido de ti todos estos años.-Añadió el hombre.-No llamas, no escribes, Marisa y yo nos preguntábamos todo el tiempo como estabas.
-Perdón, papá.-Dijo llevándose la mano a la nuca.-En mi trabajo estoy tan ocupado que... apenas tengo tiempo para contestar, además saben que me gusta tomarme las cosas en serio.
-Esta bien, cielo.-Dijo la Sra Marisa.-Herbert y yo nos alegramos mucho que estés bien y no hayas tenido problemas. Oh! ¿Y que tal las muchachas que has acogido en tu casa? nos encantaría conocerlas.
-Oh, desde luego, pueden esperar en el sofá del vestíbulo.-Respondió el castaño.-Audley y Merly les encantará verlos también.
-Espléndido, hijo.-Dijo Marisa.-Ya deseo ver a mis otros 2 milagros, pues a ellos tampoco solemos verlo mucho por desgracia.
Elías dejó a sus padres pasar y luego procedió a llamar a sus hermanos, para después subir al piso superior donde estaban las chicas.
Mientras tanto, Leni y Lori estaban platicando un poco en su habitación, la mayor le había permitido desahogarse un poco en sus brazos a Leni, lo que para ella fue muy reconfortante. No era fácil la responsabilidad que ambas al fin decidieron asumir, Leni pudo sonreirle a Lori tras haberse calmado tras sollozar bastante en sus brazos mientras ella le brindaba su cariño.
-En que me he convertido.-Se cuestionó Lori en su interior, cerrando los ojos con dolor.-Fui una tonta, y ahora mira como acabamos por mi culpa.
-Chicas.
Entonces las 2 vieron a Lola, la joven se había asomado por la puerta, su rostro reflejaba timidéz. En cuestión, la gemela vestía unos pantalones blancos y una camisa rosada.
-Lola.-Dijo Leni.-¿Que sucede?
-Ah... bueno.-Respondió.-¿Está todo bien? ... es que oí sollozos cuando pasaba frente a la puerta.
-No te preocupes, hermanita.-Respondió.-Estamos bien... solo estaba dejando atrás cosas que prefiero olvidar.
-Oh, e... esta bien.-Respondió encogida de hombros.-No fue mi intención entrometerme.
-Tranquila, hermanita.-Dijo Lori.-Todo esta bien.
La joven asintió y procedió a retirarse a au habitación, al llegar, encontró a Lana hecha un ovillo en su cama, ahora vestía unos pantalones azules y una camisa blanca, a un lado suyo tenía su gorra y una sudadera azul que aún no se había puesto.
-Lana.-Dijo la joven.-¿Estas bien?
-Por favor, vete.-Respondió cortante.-Ahora no, Lola.
-Hermana.-Dijo Lola.
-Vete.-Volvió a decir.-Quiero estar sola.
-Pero Lana.-Respondió.-El señor Harman acaba de recibir a un grupo de señores mayores, al parecer son sus padres, y el viene hacía acá arriba.
Eso fue suficiente para que la chica cambiara de parecer y volteara a verla, aunque sus ánimos no parecieron mejorar a pesar de eso. Fue entonces que Elías tocó la puerta y la abrió un poco.
-¿Chicas?-Preguntó.-¿podrían venir dentro de poco? hay alguien a quienes me gustaría que conozcan.
Lola miró a Lana, quien se había sentado sobre su cama, siendo la que respondió ante el pedido de Elías.
-Claro, Sr Harman.-Respondió.-Iremos dentro de poco.
-Muy bien, les avisaré también al resto de sus hermanas.-Dijo.-Pueden tomarse su tiempo para prepararse, solo no se tarden mucho. La cena pronto estará servida además.
-Ok.-Dijeron ambas.
Elías asintió y procedió a ir a la habitación de las mayores tras dejar la de las gemelas, se acercó frente a la puerta y la tocó con su mano.
TOC TOC TOC
-Lori, Leni.-Dijo.-¿Puedo pasar?
-Ah, si, si, desde luego.-Respondió Lori desde adentro. Permitiéndole al hombre pasar.
-¿Sucede algo, señor Harman?-Preguntó Leni.
-Chicas, ¿podrían venir al primer piso dentro de poco?-Preguntó.-La cena pronto estará lista, y hay un grupo de personas que quiero que conozcan.
Las 2 mayores se miraron entre sí, pero pudieron hacerse una idea de lo que estaba hablando, Elías dejó que se preparasen mientras tanto, y procedió a ir a las demás habitaciones. La siguiente fue la de Lynn y Lucy. Pero para su sorpresa, no estaban allí ninguna de las 2.
-Que raro.-Se dijo extrañado.
Supuso que podrían estar con alguna de sus hermanas en otra habitación, por lo que prosiguió, si tenía suerte, quizás las encontraría en alguna de las demás habitaciones. Siguió por la habitación de Lisa, a quien encontró sentada en su escritorio, escribiendo en su cuaderno, supuso que estaría haciendo su tarea.
-Lisa.-La llamo.
-Ah, ¿si?-Preguntó la genio.
-La cena pronto va a estar lista.-Respondió amablemente.-Además tenemos visitas, después reúnete con las demás si es posible.
-Si, desde luego, señor Harman.-Dijo Lisa.
El castaño asintió y fue a la última de las habitaciones, la de Luna y Luan, y antes de abrir oyó a las chicas charlar, reconoció que eran 4 personas allí, por lo que supuso que ahí habían ido Lynn y Lucy.
Y efectivamente, así fue, al entrar, encontró a Lynn sentada en el suelo, cabizbaja, Luan intentando consolarla, y Lucy con unas hojas y un lápiz en compañía de Luna.
-Hola chicas.-Dijo Elías.-¿Todo bien?
-Ah, si, por supuesto, Sr Harman.-Respondió Luna.-Solo estábamos pasando el tiempo entre hermanas.
-¿Ocurre algo?-Preguntó Luan.
-No, para nada, todo bien.-Replicó el castaño.-La cena estará lista dentro de poco, ya avisé al resto de sus hermanas para que se reúnan, pues tenemos visitas, y me gustaría que las conocieran, ¿no hay problema en eso?
-Ah... no, para nada.-Dijo Luna.-Iremos en breve.
Luan añadió asintiendo, mostrando que también se prepararía para aquello.
-Muy bien.
Unos minutos después, las chicas se reunieron en el pasillo del segundo pasillo junto a Elías, Lana se había puesto su sudadera con su gorra roja puesta y encima el gorro de su sudadera, Lola por su parte llevaba una chaqueta de color rosado abierta a la mitad de su pecho, además de que al igual que las mayores, se había maquillado de negro los párpados, Lynn usaba una chaqueta roja sobre una camisa negra, Luan usaba una sudadera amarilla, solo que esta vez no la acompañaba con su chaleco marrón que solía llevar encima, y Lucy usaba un suéter blanco con rayas negras horizontales y unos pantalones negros, y Lisa un chaleco verde abierto, pero con su gorro puesto, igual que Luna, solo que esta era morada e incluía otro gorro gris debajo de su capucha.
Elías se había cambiado poco antes de que sus padres llegaran, ahora vistiendo de forma más casual: una camisa de manga corta abontonada azul cielo y unos jeans cafés, mientras que el tenía una sonrisa serena en su rostro, los rostros de las chicas estaban apagados, en el caso de Luna, Lynn y Lucy, estas tenían la mirada hacia abajo.
-Muy bien, chicas.-Respondió.-Yo bajaré primero y las llamaré, ¿de acuerdo?
Todas respondieron que si y o asintieron. Elías dijo "Muy bien" y bajó las escaleras, llegando al vestíbulo donde sus padres estaban tomando unas tasas de te que Audley y Merly les ofrecieron, entonces voltearon a ver a su hijo/hermano mayor y este procedió.
-Mamá, Papá.-Dijo.-Ya que como hoy es el octavo aniversario que celebramos, Me gustaría presentarles a quienes he puesto bajo cuidado, y estoy seguro que les agradarán mucho. Además de que serán quienes también nos acompañarán en este caso.
Herbert y Marisa miraron con sonrisas expectantes y Elías supo que esa era su señal.
-Chicas, bajen, por favor.-Llamó.
Una a una, de la mayor a la menor, bajando lentamente por las escaleras, y muy nerviosas, llegaron hasta el final de la escalera, poniéndose en frente al vestíbulo donde estaban Herbert y Marisa en el sofá que miraba al televisor, con Merly en el sillón del frente, y Audley en el sillón de al lado del sofá donde estaban sus padres. Lynn, Lucy, Lisa y las gemelas se pusieron al frente, y Lori, Leni, Luna y Luan detrás de estas, con Elías a su lado. Sobra decir que estaban muy nerviosas en ese momento, pero dejaron al castaño continuar.
-Mamá, Papá.-Dijo.-Ellas son quienes he atendido durante 4 años, y que he decidido acoger, las hermanas Loud, pero actualmente llevan nuestro apellido bajo mi custodia. Chicas, les presento a mis padres, Herbert y Marisa Harman.
(...)
Ambos adultos mayores se pusieron de pie y se acercaron, Herbert se veía de muy buen humor y Marisa dejó salir una sonrisa jovial.
-Hola, jovencitas.-Dijo la mujer.-Ustedes deben ser las chicas de las que nuestros hijos nos han hablado. ¿Verdad?
-Si...-Respondió Lori, con timidez.-Así es.
-Maravilloso.-Respondió Marisa.-Entonces... ¿todas ustedes son hermanas?
Todas asintieron ante la pregunta de la señora.
-Entonces Elías no mentía cuando nos contó que eran de una gran familia.-Dijo Herbert.-je je je, si que son un gran número, ¿Quien lo diría?
Algunas simplemente rodaron los ojos ante lo que dijo Herbert.
-Bueno, yo soy Marisa Harman Johanes.-Se presentó entonces la mujer mayor.-Es un gusto conocerlas a todas.
-Herbert Harman Johanes, un gusto, jovencitas.-Se presentó también su esposo.
Ya que el matrimonio se había presentado formalmente, las chicas supieron que, como era de buena educación, más cuando ellos fueron formales con ellas, estas también debían presentarse adecuadamente.
-Soy Lori.-Respondió la mayor, siendo la primera en presentarse.-Soy la hermana mayor... es un gusto conocerlos.
-Yo soy Leni.-Prosiguió esta.-Soy la siguiente después de mi hermana, y... eh... también es un placer para mi conocerlos, padres del Sr Harman.
-Yo me llamo Luna.-Siguió la ex guitarrista.-A mi me gusta la música, y me gusta... bueno, me gustaba tocar la guitarra. Es un honor.
-Yo soy Luan.-Respondió Luan después de su hermana mayor, aunque se mostraba algo tímida en comparación.-Es... es todo... no tengo mucho que decir.
-Esta bien, querida.-Dijo Herbert.-No te preocupes.
Entonces las chicas prosiguieron, siendo el turno de la ex deportista, la cual estaba bastante nerviosa al igual que Luan, pero aún así, decidió proceder con su presentación ante los padres de Elías.
-Hola.-Dijo un poco nerviosa.-Yo soy Lynn, me... me gustaban practicar deportes, los dejé hace un buen tiempo. Es un placer conocerlos.
-Oh, ya veo.-Dijo Herbert.-También es un gusto conocerte, querida.
-Hola.
Aunque Lucy estaba perfectamente en una parte donde todos ya sabían que estaba allí, eso no evito que algunas de las chicas se sobresaltaran un poco al oírla, cosa que también tomó de imprevisto a los demás.
-Lo siento, no fue mi intención asustarlos.-Contestó Lucy, con un tono que la mostraba bastante avergonzada.
-No te preocupes, querida.-Contestó Marisa, acariciando su cabello.-No nos asustaste, solo que oír a tus hermanas exaltarse nos tomó por sorpresa.
-Bueno... yo soy Lucy.-Respondió la gótica.-Me gustan las cosas que tengan que ver con vampiros y temática gótica, antes solía escribir poemas de aquel género cuando era más pequeña.
-Oh, una gótica, bien por ti, jovencita.-Dijo Herbert.-Seguro que tus poemas debieron ser muy populares ¿verdad?
-Bueno... es difícil explicar eso.-Respondió Lucy.
-Esta bien, pequeña.-Contestó Marisa.-Si no quieres decirlo esta bien.
La gótica se mostró un poco aliviada, ya que últimamente a ella tampoco le acomodaba mucho abrir viejos recuerdos, ya que por consiguiente, eso significaba abrir viejas heridas, heridas que parecían aún no cerrarse por completo.
Luego de asentir con su cabeza, dejó que las gemelas procedieran también a presentarse, Lola se veía bastante nerviosa, al punto en que jugueteaba con sus dedos, mientras que Lana solo intentaba desviar la mirada mientras guardaba sus manos en sus bolsillos.
-Ho... Hola.-Saludó Lola.-Yo soy Lola... y esta es mi hermana gemela, Lana.
-Hola.-Saludó la mecánica con la mano.
-Así que son gemelas, ¡Que Maravilloso es eso!-Dijo Marisa, encantada por ambas hermanas, hasta se podían ver las ganas que deseaba de pellizcarles a ambas las mejillas.-Yo siempre deseaba tener gemelas, pero aún así, estoy feliz de haber tenido hijos tan maravillosos como lo son Elías, Audley y Merly, y estoy segura que también el lo está de tener a chicas igual de especiales bajo su ciudado.
-Ay, mamá.-Respondió el castaño un poco avergonzado.
-Snif... snif...-Olfateó Audley, lo que lo alertó un poco.-Iré a ver que lo que cocinamos no se queme, volveré en un momento.
-Te acompaño.-Dijo Merly, y ambos corrieron rápidamente a la cocina para ver que la comida no es les quemase.
Mientras, Lisa, que era la última, procedió también a presentarse luego de que las gemelas regresaran con los demás, cabe destacar que por muy inteligente que fuese y todo eso, no impedía que estuviera igual de nerviosa al conocer a los padres del hombre que les brindó techo y protección.
-Hola... e...es un placer.-tartamudeó.-Soy Lisa Lo... quiero decir... Lisa, es un gusto conocerlos, padres del Sr Harman.
-El gusto es nuestro, pequeña.-Contestó cordialmente Herbert.-Elías nos contaba de que eras muy inteligente, y se nota que lo eres, pequeña.
-Muchas gracias.-Dijo un poco avergonzada.-No me gusta presumir de mi inteligencia, pero si, se... muchas cosas, para alguien de mi edad.
-Se puede ver, Lisa.-Dijo Marisa.-Nos alegra conocerte a ti y a tus hermanas, pero que encantadoras son todas ustedes.
-Estoy de acuerdo.-Dijo Herbert.-Sin duda mucha tuvieron muchos amigos por eso, en verdad nos alegra haberlas conocido.
Todas las hermanas estaban muy alagadas por la forma en que los padres de Elías las trataron, sinceramente no sentían que merecían tales adulaciones, ya que no habían sido las mejores en tiempos de antaño, eran imperfectas, como cualquier ser humano, pero esas imperfecciones les llegaron a pasar factura a algunas, y eso culminó en sus desgracias.
Pero estas ya habían pasado... de momento. Y era su oportunidad para poder recuperar sus vidas normales, y de paso, mejorar ellas como personas, todo gracias a Elías, en verdad llegaron a sentir unas veces que no merecían todo lo que el castaño hizo por ellas, a pesar de eso, ellas estarían en deuda con el, para siempre.
-Muy bien.-Dijo Elías.-Padres, ¿no les molesta tomar asiento mientras preparamos la cena?
-Oh, por supuesto que no, Hijo.-Contestó Herbert.-Tu ve a ayudar a tus hermanos.
-Excelente, gracias.
Y con eso dicho, Elías partió a la cocina para ayudar a sus hermanos con la cena mientras que las hermanas Loud se quedaban con los padres Harman, los cuales se mostraban muy contentos, seguramente tanto por conocer a las chicas, y ver a su hijo mayor con el que rara vez tenían la fortuna de contactarse por su trabajo.
-Bueno, chicas.-Dijo Herbert.-¿Que más pueden contarnos?
Se miraron entre ellas, y parecía que ninguna tenía nada más que decir.
-Creo que es todo lo que les podemos decir de momento, señor.-Contestó Lori.
-Esta bien, jovencita.-Dijo Marisa.-Si no quieren decirlo, no lo hagan, nadie las obliga.
-Gracias, señor y señora Johanes.-Dijo esta vez Leni.-Y... ¿que tal ustedes?
-Oh, hemos estado bien.-Dijo Marisa.-Estamos en una casa donde vivimos solos y yo vendo diversos tipos de ropas, ya que soy tejedora, aunque esté vieja, aún no he perdido mis fuerzas, y mi esposo tampoco, pues el suele escribir y es quien hace siempre la cena.
-De joven me gustaba mucho cocinar.-Dijo alegremente.-Aunque yo también esté viejo, ¿que importa la edad? lo que importa es la actitud. ¿no creen?
-Si.-Respondió Lori con una ligera sonrisa.-Eso es cierto.
-Lástima que nosotras no podamos decir lo mismo.-Susurró Luan en voz baja. Deprimida.
-Se ven... bastante bien ambos.-Comentó Leni.-Eso es bueno.
-Muchas gracias querida.-Dijo Marisa alegremente.-Lo que vale es el espíritu, no la edad. Fu fu fu.
Las Loud lo veían claramente, la familia de Elías era en todos sus ángulos, bella, una bella familia a pesar de los años pasados para ellos, tanto el castaño como sus hermanos eran gente simpática, amables y de buenos corazones, y sus padres no se quedaban atrás, un par de dulces señores mayores que rebosaban alegría y entusiasmo. Aunque eran una gran familia casi tanto como lo fue la de las chicas Loud, ciertamente, eran muy unidos y se apoyaban en lo que hacía falta. Parecían la familia perfecta.
¿Por que tuvo que pasarles todo esto? ¿Por que no se dieron cuenta de lo que tenían antes de cometer sus tonterías que les arrebatarían todo? Eran preguntas que no ppdían dejar de hacerse así mismas. Con todo su dolor, siempre, cada noche antes de dormir, cada vez que se levantaban, cada vez que veían a Elías con su familia tan felices, cada vez que miraban a sus compañeros en su escuela, cada vez que recordaban la primera vez que vieron la casa de Elías, cada vez que recordaban el hospital psiquiátrico, cada vez que veían las marcas y cicatrices en sus cuerpos, cada vez que veían los cortes en sus rostros, siempre se preguntaban lo mismo. ¿Por que? ¿Por que tuvieron que hacer todo mal? ¿Por que siempre fallábamos como hermanas? ¿Por que tuvieron que ser tan tontas? ¿Por que tuvieron que ser tan estúpidas? ¿Por que tuvieron que ser tan hipócritas? ¿Por que no pudieron ser buenas hermanas?
¿Por que? Era lo único en lo que podían pensar con todo el dolor acumulado en sus seres.
-Chicas ¿Están bien?
Eso llamó la atención a todas, y vieron tanto a Herbert y a Marisa con rostros de preocupación.
-Chicas, parece que quisiesen llorar.-Respondió Marisa.
Entonces se miraron entre si y cuando algunas se tocaron las mejillas, efectivamente, tenían y sentían los ojos llorosos, rápidamente se limpiaron las lágrimas o algunas como Lana, Lynn y Luna sacudieron la cabeza simplemente.
-Perdone, señora, no se que nos pasó.-Contestó Lori.
-Yo tampoco.-Dijo Leni.-no entiendo por que empecé a lagrimear.
-¿Ocurrió algo, niñas?-Preguntó Herbert.
-No, no.-Se apresuró a decir Luna.-No pasa nada.
Antes de que pudieran preguntar algo más, el aroma de la comida horneada empezó a llegar a la sala, lo que de cierto modo hizo que todos se distrajeran un poco por el aroma.
-Oh, vaya.-Dijo Marisa.-La cena deberá estar lista dentro de poco.
-Nosotras... Iremos a lavarnos las manos si no les molesta.-Dijo Lori, todas las demás estaban de acuerdo en su excusa.-...En el piso de arriba.
-Oh, de acuerdo.-Dijo Herbert.-Bien pensado, niñas, pues dudo que vayan a tocar la comida con las manos sucias ¿verdad?
-Fu fu fu, ya basta amor.-Dijo Marisa, y ambos ancianos se rieron.
-Je je... si.-Contestó Lori, con una sonrisa algo nerviosa.-Mejor... nos damos prisa, chicas, ¿de acuerdo?
-De acuerdo.-Dijeron la mayoría, otras solo asintieron igual de nerviosas.
Todas subieron entonces al segundo piso mientras los padres de Elías iban a ver a sus hijos a la cocina. Cuando vieron que no había nadie abajo, en vez de ir al baño, todas fueron a reunirse en el cuarto de Lori y Leni, como lo solían hacer en su viejo hogar de hace 4 años. Pero esta vez, sin embargo, además de que ahora solo eran ellas 9 dentro de aquella "reunión", y todas tenían el mismo motivo para estar allí a solas.
-Hermanas.-Dijo Lori luego de dar un suspiro.-¿Que les pasó?
-Podríamos preguntarte lo mismo, Lori.-Dijo Luan.-Tu también estuviste igual.
Viendo que toda la atención ahora se centraba en ella, y viendo que al parecer todas sintieron lo mismo allá abajo, decidió tomar la palabra, además de que así tal vez las demás también se abrieran a contar lo que les sucedió a cada una.
-(Suspiró) Los padres del Sr Harman si que se ven como buenas personas.-Comentó.-... y quizás de no ser por ellos, el no sería como lo conocimos, ni tampoco sus hermanos.
-¿A que te refieres, Lori?-Preguntó Leni.
-Ustedes también lo saben.-Respondió.-¿Lo vieron?... su familia, son tan unidos, no tienen preocupaciones más que en sus trabajos y cosas externas, ellos pueden sonreír, ya que al parecer jamás tuvieron problemas entre ellos, ni menos alguno que pusiera su estructura familiar en peligro... no como nosotras, y se que ustedes también piensan así.-Añadió, con algo de tristesa en su mirada al ver en su mente la felicidad de los Harman, junto a todo lo que ellas tuvieron que sufrir por 4 años.
Ninguna dijo nada en primer momento, pues las palabras de Lori resultaron ser ciertas, pensar en lo felices que se veían los Harman, junto al infierno que soportaron en el reformatorio, y sus días en un centro psiquiátrico que les costó la mitad de su niñez y a adolescencia, solo hacía que las chicas se sintieran mal, y siguieran lamentándose de todo lo que habían hecho, deseando que fuese posible volver las cosas atrás, y deshacer todo lo malo que pudieran haber hecho.
Tal grado era su tristeza y arrepentimiento.
-Se ven muy felices juntos.-Dijo Lola, con un tono algo tenue, pero que reflejaba algo de tristeza.-Los Harman se ven como una familia amorosa.
-Y... nos acogió sin importarle quienes eramos.-Añadió Lana.
Nuevamente volvieron a mirarse entre ellas, pues las palabras de las gemelas eran ciertas, Elías, aún sabiendo los antecedentes de las chicas, se había mostrado de una forma gentil hacia ellas, y jamás las trató de forma hostil como el resto de la gente. Esto a veces les recordaba mucho a Lincoln, el tampoco se habría comportado de la manera en que la gente las trató, ni aunque no fueran hermanos, seguramente su reacción hubiese sido bastante neutral si lo pensaban.
Fueron muy afortunadas en tener a una persona así en sus vidas, pues gente así en este mundo hacía mucha falta, y nunca estaba de más ver a quien podía sonreírle a este mundo por muy horrible o cruel que fuese, listo para darles consuelo a aquellas personas en sus momentos más oscuros, un faro, un rayo de luz que pudiese iluminarlos y salvarlas de cualquier cosa que pudiera lastimarlas estando ahí, solas, abandonadas, siendo vistas con odio por parte de la gente en su momento.
-No merecemos tal trato que el Sr Harman nos dio.-Se lamentó Luan.-El... el nos salvó a todas.
-... Es una luz para mi.-Dijo Lucy.-El ha sido muy bueno con nostras...
-Es cierto.-Contestó Luna.-A decir verdad, fue una sorpresa para mi que no nos tratara de forma hostil como el resto, solo mírenos a donde llegamos, el nos ayudó cuando todos nos dieron la espalda.
Hubo un silencio momentáneo. Hasta que fue Leni la que tomó esta vez la palabra.
-Gracias al Sr Harman tenemos una oportunidad de volver a empezar, chicas.-Dijo.-No deberíamos desperdiciarla.
-Leni tiene razón.-Secundó Lori.-A decir verdad, yo también pensé al principio que estaríamos solas, y tendríamos que valernos por nosotras mismas, no sé como hubiéramos salido adelante, de verdad agradezco que el Sr Harman nos haya acogido, más que nada me alegro por todas ustedes chicas.
Las chicas pudieron aliviarse un poco más tras aquella reflexión que tuvieron juntas, necesitaban desahogarse un poco tras haber contemplado a la familia de Elías, que eran lo que a ellas les habría gustado ser en su propia familia, en lugar de cometer tantas estupideces, pero es fácil lamentarse cuando el daño no está hecho, y prevenir antes que lamentar suele ser difícil, pues uno nunca sabrá lo que tiene, hasta que lo pierde.
-¿Chicas?
Todas oyeron la voz de Elías, quien las encontró en la habitación de Lori y Leni, para su sorpresa por extraño que parezca.
-Chicas.-Dijo el castaño.-La cena está servida, ¿terminaron de ir al baño?
-Ah...! uh, no.-Se excusó Lori.-Nosotras... uh...
-Vinimos a... secarnos aquí.-Dijo Leni.-Es que... había hecho unas toallas yo misma y... uh... convencí a las demás de usarlas.
-Bueno, si ustedes lo dicen, ok.-Respondió Elías.-Voy a servir la cena con ayuda de Audley y mi madre, por favor, no tarden en venir ¿ok?
-Uh... si, señor Harman.-Dijo Lori.-Iremos en un minuto.
Un rato más tarde, la cena se sirvió, eran pancakes con chocolate fundido encima, acompañado de pastelillos y panes, mantequilla, mortadela y palta, además de algo de café y chocolate caliente, acompañados también con algo de bebida, este último para las menores, una vez todos se sentaron, procedieron a comer lo servido.
Tanto los padres, como las propias hermanas Loud se encantaron con lo servido, en estas últimas, no recordaban haber comido algo tan apetitoso desde que empezaron a vivir con el castaño, aunque por el lado de Audley y Merly, parecían ya estar acostumbrados, pasó un rato, y todos disfrutaron de la cena, incluidas las chicas, pues fue sin duda para ellas, un momento bastante grato y muy familiar.
-Gracias a todos por venir.-Dijo Elías de pie y con una tasa con café.-Mamá, Papá, hermano y hermana. Y también ustedes, chicas, es un gran honor tenerlos a todos reunidos aquí.
-Ay, Eli.-Dijo Marisa.-Sabes que siempre nos tendrás para apoyarte cuando lo necesites, mientras aún vivamos, te apoyaremos en lo que sea, hijo mío.
-Mamá, por favor no me llames así.-Dijo algo avergonzado.-Pero de todas formas, gracias.
-Vamos, hermano.-Dijo Audley.-Nos tendrás a nosotros cuando estés en problemas, yo no dudaré en un instante en ayudarte.
-Muchas gracias, Audley.-Dijo el castaño con una sonrisa sincera.-También tu, Merly
-Fu fu fu, no hay de que, Elías.-Respondió la castaña.-Solo espero que ya hayas podido superarlo.
-¿Superar que?
-Oh, bueno, el accidente.-Respondió un poco nerviosa.
Entonces, y para sorpresa de las chicas, el semblante de Elías, que normalmente veían alegre y atento, pasó a uno triste, pero una tristeza de verdad, además de rodar los ojos, por un lado, las chicas Loud no lo entendían del todo, pero la familia de Elías mostró expresiones de preocupación.
-Hijo.-Dijo Herbert.-¿Aún no las has dejado ir, cierto?
-(Suspiro) Papá...-Dijo el castaño.-Saben muy bien que jamás podré olvidarlas, si estuvieran en mi lugar, podrían hacerse una idea del dolor que fue perderlas, más aún cuando era... bueno, ustedes saben.
-Lo sé, querido.-Dijo Marisa, poniendo su mano sobre la de su hijo.-Tranquilo, por eso estamos aquí cada año.
-Hermano...-Dijo Merly con preocupación.
Las chicas lo veían todo, pero aún no entendían lo que estaba pasando, pero al ver a Elías así, parecía que era algo importante, en especial para el castaño.
-Disculpen.-Dijo Lori.-Perdón por nuestra ignorancia, pero... Sr Harman, ¿de que está hablando exactamente?
Entonces Elías dejó la tasa sobre la mesa y juntó sus manos soltando un suspiro, para luego dirigirse a las Loud.
-Chicas.-Dijo el castaño.-Suelo invitar a mi familia una vez al año, ya que... esta es una ocasión especial, de mucho significado para mi.
-No... no entendemos.-Dijo Luan.-¿A que se refiere, Sr Harman?
-¿Que sucede, Sr Harman?-Preguntó Lynn, preocupada.
El castaño puso su mano en el hombro de la ex deportista de manera paternal, algo que también hizo en las 3 mayores.
-Lisa.-Se dirigió a esta.-¿Sabes donde duermes?
-Uhh... si, en mi habitación.-Preguntó, un poco confundida por lo que le preguntó el castaño.
-(Suspiro) no era una habitación común y corriente.-Respondió tranquilamente, pero en su tono se reflejaba la nostalgia.-Era la habitación de mi hija.
Eso tomó desprevenidas a todas las chicas, Elías jamás les había dicho nada sobre una hija, y con solo ver sus miradas de sorpresa, el lo entendió, así que procedió a contarles todo.
(Flashback) (Narrado por Elías)
-Elías Harman, ¿aceptas a esta mujer como tu legítima esposa, para amarla y respetarla, apoyarla en la salud y la enfermedad? ¿Hasta que la muerte los separe?
-Acepto.-Dijo el castaño.
-Lizbeth Astoria, ¿aceptas a este hombre como tu esposo, para amarlo y respetarlo, apoyarlo en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
-Acepto.-Dijo una mujer de cabello castaño claro y largo, que estaba tomada de la mano junto a Elías.
-A partir de ahora, los declaro marido y mujer.-Dijo el sacerdote, y ambos se besaron, sellando así su matrimonio.
Lizbeth fue sin duda para mi, la mujer de mi vida, nos conocimos en un hospital psiquiátrico cuando tuve que atender a un tío suyo que padecía depresión, si no fuera por mí, seguramente se habría suicidado ya el. Estando en deuda conmigo por ayudar a su tío, ella comenzó a verme más a menudo, resulta que ella era una estudiante en medicina, y compartíamos oficios bastante cercanos, la ayudé en sus estudios por un tiempo, y eso fue evolucionando con el tiempo.
2 Años después de nuestra boda, finalmente dimos a Luz a nuestra hija, Evangeline, de largo cabello como su madre, y la sonrisa de su padre, era una niña adorable, y ambos la amaro con todo su corazón.
Cuando cumplió 8 años, celebramos su cumpleaños en su lugar favorito, donde invitaron también algunas amigas suyas, Lizbeth y yo no podríamos estar mas felices por nuestra hija al verla tan radiante, puesto a que ella también era feliz, parecía que nada podía arruinar aquel momento.
Una vez finalizaron, procedimos a regresar a casa en su auto, Había algo de tráfico, pero nada fuera de lo común, a esa hora era normal que las calles se llenara del vehículos, estaba acostumbrado ya a eso.
Pero cuando nos dieron luz verde en el semáforo y avanzamos, un camión con gasolina que iba a exceso de velocidad nos chocó a nosotros y varios otros, causando un incendio en medio de la calle, durante el choque, salí fuera del asiento del conductor por un costado, pues había olvidado ponerme cinturones de seguridad y el choque había roto la puerta del conductor, dejando expuesto el asiento, terminé cerca de la vereda mientras que nuestro auto quedó volcado en medio de las llamas.
Jamás olvidaré las palabras de mi hija ni de como la vi, de cabeza, con el rostro con algunos rasguños por el vidrio, iba a socorrerlas, pero entonces, uno de los autos que estaba con el mío y el de otros más, explotó, su potencia aumentó junto a varios de los autos que estaban cerca, y yo terminé un par de metros más lejos por la onda expansiva. Mi esposa... mi hija... Evangeline...
Las 2 personas que más amaba en este mundo se habían ido en un abrir y cerrar de ojos, justo cuando nuestra pequeña acaba de cumplir los 8 años...
(Fin del flashback)
El castaño soltó un pesado suspiro ante la mirada atónita de todos, en especial de las chicas Loud, no podían creer que una tragedia como esa le hubiera tocado que pasar al hombre que las acogió, simplemente fue algo impactante. Por otro lado, aunque no era nuevo para los familiares de Elías, eso no evitó que se sintieran tristes por el.
El castaño por su parte, quien mayormente las chicas veían como alguien sereno, tranquilo y generalmente sonriente, ahora se mostraba con un rostro destrozado emocionalmente, dejando caer una ligera lágrima que rápidamente se limpió con el dorso de su mano, a su vez que desviaba la mirada.
-Resulta que... el que conducía ese camión de gas llevaba a su esposa al hospital, estaba muriendose de una enfermedad, y agonizaba, y justo fue llamado por eso durante su trabajo ppr un vecino suyo que le ayudaba en casa, pero desafortunadamente, ellos también murieron junto a otras 5 personas máa en el choque.-Continuó.-Estuve a punto de considerar el suicido aquella vez, pero gracias a mi familia, pude antemponerme como pude. Es por eso que cada año, mis padres y hermanos vienen de visita para verme, darme apoyo, y pasar en familia por estas fechas, así como es tradición que la familia de vez en cuando visite a sus familiares.-Finalizó con una ligera sonrisa, aunque se podía denotar algo de la tristeza que aún tenía.
Las hermanas se miraron entre ellas, sobra decir que todas estaban impactadas, las gemelas tenían ganas de llorar, mientras que Lori, Leni, Luna y Luan, se habían tapado la boca con sus manos, con ambas o con una, mientras que Lynn y Lisa tenían los ojos bien abiertos, y la última a parte los tenía cristalizados. Fue entonces que el castaño volvió a mirar a las chicas.
-Cuando las vi, no solo sentí lástima por ustedes, chicas.-Respondió con tristeza.-Verlas así... con cicatrices, con golpes, con quemaduras... era exactamente como... como Evangeline se veía en aquel momento.
Ellas querían decir algo, pero las palabras no les salían, en este punto, cuando creyeron que 4 años en un centro psiquiátrico y uno en un reformatorio era ya un infierno, pensar en como Elías perdió a sus 2 seres queridos y teniendo que vivir sin ellos, seguramente era un infierno peor, y ellas aún tenían a su familia viva, quizás no junta, pero viva, uno pensaría entonces que en comparación, ellas eran más afortunadas que el castaño.
-Sr Harman...-Dijo Leni tenuemente.
-Niñas, tranquilas.-Pidió el.-Yo... ya he superado aquello hace un tiempo, además, hasta ahora, ustedes son lo mejor que me ha pasado.-Añadió.-Solo espero que al igual que yo... puedan superar su pasado.
Los padres y Hermanos de Elías sonrieron ante sus palabras, y las Loud no sabían que decir. El resto de la cena fue tranquila, y una vez terminada, las Loud fueron a dormir, pues era tarde a esa hora, más de sus pensamientos no se iba la imagem del castaño en el momento en que se abrió ante ellas, no podían imaginarse un dolor más grande que el suyo, ver como sus seres queridos les eran arrebatadas sus vidas en un abrir y cerrar de ojos.
Sentían que el no se mereció algo así, Elías era alguien tan bueno, un héroe para ellas, más aún por darles techo, protección, cariño y amor. Preocupándose por ellas dándoles un hogar, alimento, y medicamentos que las ayudaran a no oír voces en sus cabezas producto del maltrato que ellas sufrieron hace 4 años, Medicamentos que no tomaron esa noche.
Pero mañana sería otro día, y por su parte, Elías tendría algo que hacer. Tras pensarlo bastante, finalmente tomó la decisión de como lo haría aquello que tenía planeado hacer en su visita al cementerio local.
Listo, con ustedes ahora si un nuevo capítulo de Rechazadas, completo. Hice un paréntesis para distinguir la parte de la primera versión con lo agregado en la versión final.
Ahora se dio a conocer más de la familia de Elías, así como su pasado y motivaciones del por que ayudar a las chicas (más allá de ser una buena persona) y abriéndose más a ellas, llegué como a las 9989 palabras con esto, y ahora más con las notas del autor, superé las 1k palabras, primera vez que hago eso.
Ojalá lo hayan disfrutado, no olviden dejar su opinión el sección de reviews si fue así, solo espero también que no se les haga tedioso leer algo tan largo.
Nos vemos!
