CAPÍTULO 23 (Arco II): Una ausencia particular


Era de amanecer, el sol se asomaba por el este, y sus rayos poco a poco comenzaron a penetrar por las ventanas de las habitaciones de las chicas, siendo Lori la primera en despertar.

En el otro extremo de la habitación seguía durmiendo Leni, mientras que la mayor por su parte se limpió un ojo con el dorso de su mano, se le notaba que aún tenía ojeras en su mirada. Volteó entonces al otro extremo de su habitación, vio entonces como su hermana estaba moviéndose un poco, lo que indicaba que se despertaría también en breve.

-Mmhhh... mmmhhhh...

Lení se movía ligeramente y poco a poco abría los ojos.

-Leni...-murmuró Lori.

-Lori?-Preguntó despertándose.-Buenos días, hermana, no sabía que estabas despierta.

-Ah, bueno, de hecho, yo también acabo de despertar.-Respondió.

-Ok.-Dijo la segunda mayor.-¿Que tal estuvo tu noche?

-Oh, bien... nada que contar.-Contestó.

-¿En serio?-Preguntó con algo de sorpresa, sentándose en su cama.-Las veces anteriores solías tener pesadillas.

-Pues... también tu las tenías.-Replicó.-Hablando de eso... ¿tu también dormiste bien?-preguntó.

-Si... creo que si.-Respondió.-No recuerdo haberme despertado anoche.

La mayor suspiró con alivio, vio entonces la luz que entraba por la ventana, para luego posar sus ojos en el reloj de la cómoda que estaba al lado de su cama, eran las pasadas las 9 de la mañana, bastante temprano aún.

-Oye, ¿las demás ya se levantaron?

-...No... no lo se.-Respondió Lori.

Quizás podrían levantarse a ver, pues ya que despertaron, no sería mala idea aquello que propuso Leni.


Mientras tanto, en el cuarto de al lado, Luna y Luan seguían durmiendo, sin embargo, la primera se vio despierta por unos ligeros sonidos de algo que parecía tambalearse, poco a poco, la ex guitarrista abrió los ojos y vio que era lo que causaba eso.

Era su hermana, la cual estaba convulsionándose en su cama.

Esto le preocupó, quitándole el sueño al instante, levantándose y caminando rápidamente hasta su hermana menor y compañera de cuarto.


-¡NO! ¡NO! ¡BASTA! ¡DÉJENME!

-Cierra el pico, maldita bastarda de mierda!-Grito una sombra, propinándole una patada en el estómago.

-UGH!-Gimió Luan, sacando todo el aire que tenía adentro, pero le costó sacarlo, esto debido a que otra figura la tenía agarrada del cuello contra el suelo con sus enormes manos.

-Nadie va salvarte ahora.-Dijo otra, fúrica.-Es hora de pagues por tus crímenes.

-AHH!-Gritó cuando la tomaron del cabello y la que la agarraba del cuello la soltó.

-Si, es hora de que haya justicia, maldita perra.

-¿De... de... ahhh, de que rayos está hablando?-Preguntó Luan asustada e intentando aguantar el dolor del agarre, sin embargo, recibió un golpe en el estómago como respuesta.-¡AGH!

-No te hagas la desentendida.-Le recriminó la que la sostenía del cabello.-Tus bromas, los unos de abril, enloquecías como una psicópata, lastimabas a la gente con tus tontas bromas ¿ya lo olvidaste?

-No, ¡No!-Respondió intentando liberarse.-No fue a propósito! ¡Yo solo quería...!

-¡CÁLLATE!

-AAAAAAAHHHHH!-Gritó la castaña cuando comenzó a ser pateada y golpeaba brutalmente, sentía los golpes viniendo de todos lados, y dolían mucho.


-¡Luan!

La voz de su hermana pronunciando su nombre le hizo despertar, la éx comediante abrió los ojos acompañados de algunos parpadeos en el proceso, y siendo, efectivamente, a su hermana Luna lo primero que vio al despertar.

-¿Luna?-Preguntó despertando y respirando con normalidad nuevamente.

-Hermana ¿que fue eso?-Preguntó con preocupación.

-¿Que cosa?-Replicó sin entender sus palabras.

-Estabas convulsionándote en la cama, y cuando me acerqué empezaste a gritar cosas como "No, no, yo solo quería" y nada más, me diste un susto, hermana.

La ex comediante entendió entonces a lo que se refería, había tenido una pesadilla y apenas se dio cuenta que hablaba "estando dormida", su reacción fue desviar la mirada y mostrar una expresión de vergüenza en su rostro, pues entendió que había preocupado a su hermana.

-Lo siento.-Se disculpó Luan.-No... quise preocuparte.

-(Suspiro) está bien, hermana.-Dijo poniendo su mano en su hombro.-Yo ya había despertado un poco antes.-Añadió, intentando calmarla.-¿Tuviste de nuevo una pesadilla?

-... no.-Respondió.-Solo... ya no quiero pensar en eso ¿si? por favor.

-Luan.

-Luna.-Replicó.-Estoy bien, tranquila, solo fue un mal sueño, es todo.

Para la ex guitarrista, las palabras de su hermana parecían ser bastante maduras viniendo de ella, no era que le molestaran, al contrario, hasta se sentía algo orgullosa de Luan. Acarició un poco su cabeza y luego volvió a poner su mano en su hombro.

-Esta bien, hermana.-Respondió.-Si tu lo dices...

-No digas más, Luna.-Pidió.-Mejor... vayamos a desayunar, ¿si?

La ex guitarrista miró entonces el reloj, eran pasadas las 9 de la mañana, bastante temprano a su parecer.

-Vaya, es bastante temprano.-Comentó Luna.-Creo que las chicas aún no han empezado a desayunar.

-¿Segura?

-Pues... quizás podríamos ir a ver.

-Claro.-Asintió Luan.


En ese momento, Lori y Leni ya se habían levantado de sus camas, ambas se habían puesto pantuflas y Leni llevaba consigo una manta puesta. En el pasillo no había nadie y en el piso principal no había ruido que ambas pudieran oír.

-¿Las demás aún no se han levantado?-Preguntó Leni.

-No, creo que no.-Respondió Lori.-Pero... quizás podríamos ir a ver si el Sr Harman está en la cocina y nos preparamos un desayuno nosotras mismas.

-Es una buena idea, Lori.-Dijo Leni, sonriendo un poco.

La mayor le correspondió y ambas bajaron las escaleras rumbo a la cocina, seguramente el castaño estaría ahí haciendo sus cosas. Mientras las 2 mayores caminaban hasta la cocina, Luna y Luan también se levantaron y fueron hasta el pasillo, pero a diferencia de sus hermanas mayores, cuando salieron de su habitación, vieron como la puerta de otra de las habitaciones se abría.

-Oh, Lisa.-Dijo Luna.-Buenos días.

-Hermanas mayores...-Murmuró la joven.-Veo... que no solo yo me desperté temprano hoy.

-¿Y tu porque despiertas tan temprano, Lis?-Preguntó Luna.

-... Costumbre.-Comentó algo nerviosa mientras jugueteaba con sus dedos.-Pero les aviso de antemano que tomé mi medicina antes de levantarme, Y... ¿ustedes?

-Bueno... acabamos de despertar.-Dijo Luna.-Y decidimos... levantarnos temprano.

-Luna, nosotras no nos tomamos nuestra medicina.

-Ah, cierto.-Dijo la ex guitarrista, un poco avergonzada.-Iré por ellas, no tardaré...


Mientras tanto, las 2 mayores se encontraban en la cocina, preparándose ellas mismas sus desayunos, algo sencillo para iniciar el día, ninguna de las 2 quería tener que llenarse mucho su estómago hoy, y menos con algo poco sano, su estado de animo generalmente no las dejaba con una salud muy buena, y ambas sabían que necesitaban preocuparse por su salud, y la del resto de sus hermanas.

Sin embargo, para ellas tampoco era fácil, intentar subir aunque sea un poco sus ánimos era casi como mover una pesada roca en su camino en una subida, sin mencionar que los días recientes para ellas tampoco habían sido realmente fácil, debido a esto, su salud no estaba en muy buen estado, por lo cual, Lori y Leni se dieron cuenta que necesitaban elevar su ánimo por muy difícil que fuera.

Y eso también iba para las demás.

Ambas terminaron de hacerse su desayuno y se sentaron en la mesa de la cocina juntas, sirviéndose de comer. Sin embargo, Lori notaba una mirada decaída en Leni, uno pensaría que a estas alturas sería aún bastante normal verla a ella o al resto de las chicas así, pero cabe recordar que Leni, durante el reformatorio y el centro psiquiátrico fue una de las que más fuerza emocional tuvieron, pero eso no evito que también sufriera junto al resto de ellas.

-Leni?-Preguntó la mayor.

-Ah, ¿si?-Respondió la ex modista.

-¿Sucede algo?-Preguntó con preocupación.

-No, ¿por que?-Quiso saber Leni.

-Es que... te ves un poco más desanimada que de costumbre.-Respondió Lori.-Por los general ... siempre te veías intentando ser fuerte a pesar de todo, incluso más que yo.-Añadió bajando un poco la mirada.-Has sido una mejor hermana mayor, incluso durante ... bueno, tu sabes.

La segunda rubia se sintió un poco avergonzada, "¿tan notable era su tristeza?" se preguntó a sus adentros, en su situación, incluso ella no necesitaba ser una genio para entender a lo que se refería su hermana mayor.

-¿De... de que estás hablando, Lori?-Dijo algo nerviosa.-Estoy ... bien.

-Hermanita.-Respondió.-No es necesario que evites ese tema, por favor.

-No.-Respondió tajantemente, desviando la mirada.-No... me siento bien hablando de ello.

Lori miró a su hermana menor al rostro, se podía verle una mueca de malestar al pensar en ello, pero sabía que guardárselo tampoco era bueno para ella, por lo que acercó su mano y tomó la de la rubia ex modista.

-Leni.-Reiteró la mayor.-Te conozco lo suficiente como para saber lo mal que te puede hacer sentir hablar de esto... pero si te lo dejas reprimido dentro de ti, te seguirá haciendo daño hasta que decidas dejarlo ir.

Volvió a ver a su hermana ante sus palabras, le dolía tener que verle el rostro así, pues al verla con cuidado, podía notar sus cicatrices aún algo visibles, cosa que inevitablemente le recordaba a sus malos momentos hace 4 años.

-Cuando todas estábamos en el reformatorio y luego en el hospital psiquiátrico.-Dijo Leni.-Yo... fui una de las que más fuerza mostró, y eso lo saben...

Lori no dijo nada, pues era verdad lo que decía su hermana menor.

-Todas estaban mal, incluso tu, hermana.-Dijo mirándola.-Pero yo también sentí mucho... mucho dolor en mi corazón, esos... los golpes... las sesiones y... esas pesadillas.

Una lágrima corrió por su mejilla, lo que hizo que se tapara el rostro con sus manos, la mayor estuvo por decir algo, apenada, más Leni se le adelantó.

-Pero no podía quedarme ahí parada mientras ustedes se hundían.-Dijo mientras un par de lágrimas más recorrían su rostro.-Lo siento, Lori, si hubiera sido un poco más fuerte, yo...

-No.-Se apresuró a decir la mayor, poniéndose a lado suyo y tomándola de las manos.-Leni, no sabes lo mucho que te aprecio, más por todo lo que has hecho por nosotras... es más, literalmente te admiro por eso.

La segunda mayor vio sus manos tomadas por las de su hermana, para luego mirarla y oyendo atentamente lo que estaba diciendo.

-Pero... esto no fue culpa tuya.-Añadió.-Por favor... no te martirices por algo que no hiciste.

-¡Claro que fue mi culpa!-Respondió con pena Leni.-Si no hubiera sido tan estúpida nada de esto hubiera pasado y...!

-No.-La interrumpió, aferrándose a sus manos.-Todas nosotras fuimos unas estúpidas... tan tontas que fuimos... pero tu no tuviste nada que ver.-Respondió con la voz quebrada.

-Claro que si.-Insistió, apunto de llorar.-Olvido las cosas, soy pésima guardando secretos y... ni siquiera se distinguir a una persona real de un maniquí.

Y eso fue todo, Lori solo abrazó a si hermana menor mientras esta sollozaba, tampoco pudo evitar derramar unas lágrimas, pero sabía que debía ser fuerte en ese momento, pues Leni ya lo había sido durante el tiempo en que estuvieron retenidas y posteriormente internadas, era la hermana mayor, y aprendió su lección, como tal, debía ser el apoyo para el resto, pues ahora estaban solas, no tenían a donde más ir, medio país sabía lo que hicieron hace 4 años, sin mencionar que al parecer, la gente aún no lo había olvidado.

Sintió como el abrazo que le había dado era correspondido, dándose cuenta que los sollozos de Leni empezaron a disminuir, Lori no pudo evitar sentir un poco de alivio al haber logrado consolar a su hermana, pero era evidente que necesitaba ahora ella ser fuerte, ella también estaba muy dolida, las viejas heridas todavía no parecían cerrar, y las cicatrices tanto físicas como mentales persistían, pero a pesar de eso, tenían que seguir.

Lincoln, Lily o sus padres no les habría gustado para nada verlas así, y lo peor era que ya no estaban para ayudarlas, sobre todo Lincoln, el mayor pilar dentro de la familia, por ende, necesitaban una alternativa para que no acabaran desmoronándose ante la falta del soporte principal.

-Si pudimos seguir juntas hasta ahora, aún podemos salir adelante, Leni.-Le dijo Lori.-Te prometo que haré lo posible para que podamos empezar de nuevo.

-¿Lo... lo dices en serio?

-Leni, fui una tonta al tratarlos como sirvientes cuando me dejaban a cargo.-Respondió.-Y con todo lo que nos hicieron pasar... entendí que lo que hice estuvo muy mal, soy la hermana mayor, y ya desde hace 4 años que es momento de que sea lo que ustedes necesitan, una hermana mayor que las cuide, ahora más que nunca.

La rubia solo respondió abrazando aún más a su hermana, pero antes de poder decir algo, oyeron la puerta de la cocina abrirse.

-Hermanas?

-Hola, Lori, Hola Leni.-Saludó Luna, acompañada de Luan y Lisa.-No esperábamos verlas desayunado aquí.

-Bueno... -Dijo la mayor mirando a Leni por un momento.-Estaban durmiendo todavía, así que aprovechamos de servirnos desayuno mientras ustedes despertaban, si quieren... puedo ir a prepararles desayuno a ustedes también.

-¿En serio?-Preguntó Luan, sorprendida tanto ella como Luna y Lisa

-Desde luego.-Respondió.-Ya que, como el Sr Harman y sus hermanos no están en casa... yo... podría intentarlo, si ustedes quieren, claro.-Añadió con algo de nerviosismo.

El resto se miró entre si, pues la propuesta de la mayor de la familia les resultó imprevista, nunca se esperaron que alguien como Lori les ofreciera aquello, sin embargo, dados los acontecimientos recientes, era evidente el cambio que tanto en ella como las demás chicas Loud.

-Nos... encantaría, hermana.-Contestó Luna, con confianza para Lori.-Adelante.

La mayor sonrió un poco y asintió, para luego ir a la cocina y preparar el desayuno para las demás.

-Yo te ayudo.-Dijo Leni, levantándose de su silla y yendo a ayudar a su hermana.

El resto se miró entre si, y decidieron ir a la mesa del comedor a esperar a su desayuno, no sin antes recibir un llamado de Lori.

-Por cierto, chicas.-Dijo volteando a verlas.-¿Que les gustaría de desayunar?


Mientras tanto, el despertador sonó en la habitación de las gemelas y fue Lola quien lo apagó, la joven rubia se levantó y se llevó el dorso de su mano al ojo mientras que con la otra mano sostenía sus sábanas.

-Mhhh...mmhhh.-Murmuró la joven rubia de rosa mientras se despertaba. Miró a su reloj de su cómoda, ya eran pasadas las 9 de la mañana.

Miró hacia la ventana y vio el cielo vespertino, mirando a su alrededor, vio la tranquilidad de su habitación, junto a Lana, que dormía en su cama al frente de la suya, se estiró un poco y pasó el dorso de su mano por su cara un poco para luego posar su vista nuevamente sobre su reloj. Pensando que ya sería una hora ideal para levantarse, se puso de pie y fue hasta la cama de su gemela y la meció un poco para despertarla.

-Lana... Lana...-Llamó a su gemela.

-Hhmm... hmmm... ¿que?-Dijo la gemela de gorra roja y pijama azul, despertando.-¿Lola? ¿que pasa?

-Buenos días, hermana.-Saludó esta con timidez a Lana.-Ya amaneció... son las 9.

-Aún es temprano, Lola.-Respondió queriendo cubrirse con su sábana.

-Pero ya es de día.-Comentó la princesa.-Y tal vez las demás ya deben estar desayunando.

Lana soltó un quejido y cedió, salió de la sábana y se limpió los ojos, pero intentó no mostrar una expresión de fastidio al ver a su gemela nerviosa, pues su cambio en personalidad era más que evidente, pero aunque hayan pasado ya años, de cierto modo, Lana aún seguía bastante sorprendida por su cambio, pasó de ser una niña caprichosa, berrinchuda y manipuladora, a una niña temerosa, insegura y de baja autoestima, no solo por ser su hermana gemela sintió lástima, pues ella también supo lo que sufrió en aquellos lugares hace 4 años.

Y ella también tuvo el infortunio de vivir aquel infierno, no podía culparla, pues aunque antes Lola hubiera sido una niña con muchos caprichos y hasta molesta, ni siquiera ella merecía un trato como ese, al fin y al cabo, aún eran niñas, no sabían muy bien lo que hacían aún, y ahora, crecidas aún tenían secuelas de aquellos desprecios de parte de las demás personas, y las manos de Lana eran un ejemplo, pues al verlas, Lola pudo notar que temblaban un poco.

-Lana... ¿Estas... bien?-Preguntó la gemela rosada.

-¿Que? si.-Respondió.-¿Por qué preguntas?

-Tus manos.-Dijo Lola.-Están temblando.

-Uh?-Fue el gesto que hizo Lana, pero al verse las manos, vio que efectivamente temblaban cuando se las veía con cuidado. La gemela de la gorra no entendía el por que le estaba pasando eso, se sintió bastante confundida.

-¿Estás bien? ¿quieres que...?

-No, no.-Se apresuró a decir Lana.-Estoy bien, quizás... no sea nada, seguro que ya se me pasará.

-¿Estás segura?-Preguntó, insistiendo.

-Estoy bien, solo déjame en paz ¿quieres?-Respondió con molestia.

-...S...Si, esta bien.-Respondió cabizbaja, avergonzada por haber molestado a su hermana.

Aunque le resultó algo fastidiosa la insistencia de Lola, en el fondo Lana no tuvo la intención de hacer sentir así a su hermana con sus palabras, después de todo, era su gemela, y dados los acontecimientos, de cierto modo, se habían vuelto más unidas, además que, siendo opuestas una de la otra, sus vivencias les causaron cambios psicológicos opuestos una de la otra.

Por un lado, Lola, se volvió más tranquila, pero a su vez, más tímida y miedosa, ya no era esa chica de gran ego y malcriada que amenazaba a quienes le llevaran la contraria, había visto las consecuencias de querer amenazar a todo el mundo, se cansaron y se voltearon en su contra, y con su arresto y el de sus padres y hermanas, fue a peor, pero a pesar de esto, ni siquiera ella merecía pasar algo así, al fin y al cabo, era una niña, pero por fortuna, siempre tuvo a sus hermanas, sobre todo a su hermana gemela, para afrontar la adversidad.

Por el otro, Lana, ya no era esa chica amante del lodo y activa, sus ojos habían perdido su brillo y ahora era un poco más agresiva por su temperamento ahora un poco más fuerte. Pero esto se debía más que nada al dolor que sentía por dentro, aún recordaba las burlas de sus agresores más fuertes que ella, siendo más débil, apenas podía defenderse por si sola, razón por la cual, no quería verse vulnerable frente a otras personas, ya no más, no quería ser vista como alguien débil, palabra con la cual siempre la insultaban hace 4 años.

En ambos casos, esos recuerdos no eran para nada gratos para ellas.

En todo caso, ambas decidieron levantarse e ir con las demás, por un lado, Lana no quería preocupar más a su hermana, pues aunque pareciera desanimada y con apatía, seguía preocupándose mucho por ella, Lola por su lado, estaba algo nerviosa, pero a la vez, preocupada por su gemela, más que nada por como estaba empezando a reaccionar ante provocaciones de otras personas, sobre todo la última vez en la escuela con Agatha.

Quizás debería hablarlo con las demás, pero como se lo tomase su gemela le provocaba temor hacerlo.

Ambas salieron de su habitación y vieron las puertas de los cuartos de sus hermanas mayores abiertos (excepto la del de Lynn y Lucy) lo que les hizo suponer que deberían estar abajo, probablemente ya estarían desayunando, por lo que bajaron las escaleras. Ya en el piso inferior, oyeron a sus hermanas en la cocina, para verlas desayunando y a Lori haciendo cosas en la cocina, aparentemente, estaba preparando algo, cosa que sorprendió a las gemelas al ver a su hermana mayor haciendo aquella tarea hogareña.

-Hola chicas.-Dijeron las dos.

-Oh... Hola Lola, Hola Lana.-Dijo Leni.

-Hey, chicas.-Dijo Luna.-Despertaron.

-Hola chicas.-Saludó Luan.-No las vimos llegar.

-E...Esta bien.-Respondió Lola.-No se preocupen.

-Bueno, creo que llegaron en un buen momento.-Dijo Lori, volteando a verlas.-¿Que les gustaría de desayunar?

-¿Lori?-Preguntó Lana, sorprendida al verla en la cocina.-¿Que estás haciendo?

-¿No es obvio? Haciendo el desayuno.-Respondió.-Les... hice desayuno, y también a las demás.

-Es cierto.-Dijo Leni.-Estos panecillos y Leche te quedaron estupendos.

No podían estar más que sorprendidas, Lori cocinando, pensarlo les dejaba sin palabras, pues nunca se imaginaron verla haciendo algo como eso, quizás si hubiese sido esposa de Bobby cuando hubiesen formado su propia familia, pero a ellas, a sus hermanas menores, fue algo impensable para las gemelas, y lo mismo para las demás, pues cuando llegaron, también se sorprendieron al ver a Lori hacerles el desayuno, normalmente acostumbraban que su padre fuera el que cocinara, y pensándolo de cierta forma, se podía ver que heredó aquel talento.

-¿Les hago también?-Ofreció la rubia mayor.

-Oh! Umm... si.-Dijo Lola con timidez.-M...Me gustaría, a...a mi me gustaría.

-Bueno... creo que también yo.-Dijo Lana.

Lori asintió y preparó los ingredientes para servirles un desayuno a sus hermanas menores, y las gemelas se sentaron junto a las demás mientras la mayor estaba preparándoles la comida, sobra decir que era bastante peculiar para todas ver a Lori preparar la comida.

-¿Y... el Sr Harman?-Preguntó Lola.

Y las chicas se miraron entre si, pues hasta que lo dijo, ninguna se había dado cuenta de la ausencia del hombre castaño, a la cual se añadía la de sus hermanos, quizás habían salido y volverían en breve, pues siempre solían encontrarse con ellos durante la mañana, y a esa hora generalmente se preparaban para salir. Seguramente debía ser algo importante o diferente el que hayan salido tan temprano.


-Muchas gracias por tu ayuda, Merly, no pensé que fueras igual de experta en esto como Audley.

-Venga.-Respondió con una sonrisa.-Seré una universitaria aún, pero no soy una niña, ja ja ja.

-Ok, Elías.-Dijo Audley.-Solo tenemos que realizar los trámites y legalmente podrás seguir cuidando a las chicas Loud.

-Gracias, hermano, en serio, no sabes como te lo agradezco.

-Oye... Elías.-Dijo el chico.-Aunque no te lo dije antes, me da curiosidad.

-¿Que cosa?-Preguntó el castaño.

-Conoces el historial de aquellas chicas.-Explicó.-Y aún así, ¿decidiste ayudarlas?

-(Suspiro) sabes que ellas sufrieron mucho cuando todo el mundo se enteró de lo que hicieron en su familia.-Respondió.-Pero... la gente... ... fueron muy crueles con ellas, de hecho fueron peores, sobre todo en el reformatorio en el que estuvieron.

-Bueno, aún así no estoy seguro de que fuera el mejor motivo que hayas tenido para obtener su custodia y sacarlas de allí, no por nada estuviste en este trámite desde hace más de una semana.

Elías solo bajó la mirada y se sentó, cosa que preocupó un poco a sus hermanos.

-Audley... mejor dejemos las explicaciones para después.-Sugirió Merly a su hermano, mientras se sentaba junto al castaño mayor.

-Si...-Respondió bastante apenado.-Lo siento, hermano.

-Esta bien, Audley.-Respondió Elías.-No te preocupes por ello, si te soy honesto... ya me imaginaba algo como esto, bueno, al menos cuando se los conté.

Su hermano asintió ante ello, pudiendo darle una sonrisa mientras ponía su mano en su hombro, dándole confianza.

-A propósito.-Dijo Merly.-¿Crees que las chicas estén bien mientras estamos solos en casa?

-No te preocupes, hermana.-Dijo el castaño.-Ellas aprendieron mucho desde que empezaron a vivir conmigo, y se ve que desde familia que saben cuidarse mutuamente.

Fue entonces que fueron llamados por una de los empleados del establecimiento donde estaban, por lo que procedieron a ir hacia allí y realizar el papeleo que Elias necesitaba cubrir.


Bueno, después de mucho, finalmente he podido actualizar esta historia, de corazón, les ofrezco mis disculpas por la tardanza.

Espero que les haya gustado el capítulo, pues con lo mostrado aquí, algunas cosas mencionadas serán importantes a futuro, además de explicar un poco algunas cosas que tal vez no haya explicado bien en un primer momento.

Pueden dejar su review y expresar con libertad lo que piensan al respecto del capítulo y reiterando, espero que les haya gustado.

Nos vemos!